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Una resurrección de vida y una de juicioLa Atalaya 1979 | 15 de enero
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de las “otras ovejas” de Cristo serán “los vivos” con los cuales comienza el día de juicio del milenio.
18. ¿Qué habrá de maravilloso en cuanto a esta “grande muchedumbre” de sobrevivientes de la “tribulación,” y por qué?
18 Lo maravilloso acerca de esta “grande muchedumbre” de sobrevivientes de la “tribulación” es que nunca experimentan una resurrección. Puesto que nunca han muerto y experimentado la disolución del cuerpo humano, no habrá necesidad de que el Rey Jesucristo los llame de las tumbas conmemorativas. Por la manera en que trataron al resto ungido de los hermanos espirituales de Cristo en el pasado, a estas personas semejantes a ovejas se les ha puesto a la diestra de favor del Rey, y a ellas él dice al principio de su reinado milenario: “Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo.” De este modo se les introducirá en el camino que conduce a la adquisición de vida humana perfecta en una Tierra paradisíaca. (Mat. 25:31-46; Juan 10:16) Grande será su privilegio de estar aquí cuando el reinante “Hijo del hombre,” Jesucristo, empiece a llamar a los que están en las tumbas conmemorativas en una resurrección que les dará la oportunidad de adquirir vida eterna en la Tierra.
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Yo lo resucitaré en el último díaLa Atalaya 1979 | 15 de enero
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Yo lo resucitaré en el último día
1. La palabras de Jesús: “Yo lo resucitaré en el último día,” ¿a qué clase que está compuesta de personas que viven hoy no aplican?
JESÚS dijo esas palabras notables, en Juan 6:54. Estas no podrían aplicar a la “grande muchedumbre” que sobrevive la cercana “grande tribulación.” (Rev. 7:9-17) Entonces, ¿en quiénes pensaba Jesús cuando dijo esas palabras hace 19 siglos?
2. ¿A quiénes dijo Jesús aquellas palabras acerca de la resurrección, y cerca de qué fiesta de los judíos qué tenía relación con él?
2 Los versículos bíblicos que rodean a Juan 6:54 muestran que Jesús estaba diciendo aquellas palabras, no solo a judíos como simplemente judíos, sino también a muchos de sus discípulos israelitas, entre ellos sus 12 apóstoles. La Pascua de ellos del año 32 E.C., “la fiesta de los judíos,” estaba cerca. (Juan 6:4) Al prepararse para la fiesta, los judíos degollaban el cordero pascual en el templo, en Jerusalén, y los sacerdotes recogían la sangre en tazones y la arrojaban hacia la base del altar. (Vea la Cyclopædia de M’Clintock y Strong, tomo 7, bajo “Passover” [Pascua], pág. 738, columna 1, párrafo 4, líneas 1-34; también, The Temple—Its Ministry and Services As They Were at the Time of Jesus Christ [El templo... su ministerio y servicios como eran en el tiempo de Jesucristo], por Alfred Edersheim, 1874 E.C., págs. 190, 191.) Jesús se proponía asistir a aquella fiesta para conmemorar la primera Pascua que se había celebrado abajo en Egipto en 1513 a. de la E.C. Él mismo era, de hecho, el antitípico Cordero Pascual, “el Cordero de Dios.”—Juan 1:29, 36.
3. ¿Por qué buscaron los judíos a Jesús hasta hallarlo después de su milagro del día anterior, y que justificación le ofrecieron por esto?
3 Los judíos, entre ellos sus discípulos, le habían visto ejecutar un milagro notable el día antes de esta conversación que se informó que él tuvo con ellos en Capernaum. El había multiplicado cinco panes y dos pescados para alimentar a sus miles de oyentes. Por eso, los patrióticos judíos quisieron hacerlo rey como el Líder Mesiánico de ellos. Puesto que Jesús había de ser un Rey Mesiánico celestial, se alejó de aquellos que querían constituirse en hacedores de reyes. Más tarde, andando sobre el agua
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