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“Manejando la palabra de la verdad correctamente”La Atalaya 1973 | 1 de septiembre
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la Grande, el imperio mundial de religión falsa. Dice Pablo a Timoteo: “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea enteramente competente, completamente equipado para toda buena obra.”—2 Tim. 3:16, 17.
15. Para entender y apreciar la Palabra de Dios, ¿qué esfuerzo debemos hacer?
15 Para usar la Palabra de Dios correctamente hay que leerla y estudiarla, buscando los tesoros escondidos en ella. Dicho entendimiento y aprecio no provienen automáticamente, sino que requieren trabajo duro y búsqueda diligente. Dice el proverbio: “Hijo mío, si recibes mis dichos y atesoras contigo mis propios mandamientos, de modo que con tu oído prestes atención a la sabiduría, para que inclines tu corazón al discernimiento; si, además, clamas por el entendimiento mismo y das tu voz por el discernimiento mismo, si sigues buscando esto como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues en busca de ello, en tal caso entenderás el temor de Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de Dios.” (Pro. 2:1-5) De lo que hemos considerado en estos párrafos, es evidente que debemos desear saber por qué se dijeron las cosas como se dijeron en la Palabra de Dios y qué aplicación puede hacerse de las palabras. Siempre debemos buscar las razones por las cuales se hacen así las explicaciones y esforzarnos por manejar la Palabra de Dios correctamente.
16. ¿Qué información adicional nos ayudará a manejar la Palabra de Dios correctamente?
16 El artículo subsiguiente mostrará que hay enteros libros de la Biblia que se escribieron teniendo presente a cierto pueblo y a fin de transmitir cierto mensaje. Al manejar esta preciosa palabra de Dios de la manera correcta, nos será provechoso buscar información sobre ese asunto, enterándonos de la información de fondo, el propósito y valor de las palabras inspiradas.
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¿Por qué se escribió así?La Atalaya 1973 | 1 de septiembre
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¿Por qué se escribió así?
“Hazme entender, para que observe tu ley y para que la guarde con todo el corazón.”—Sal. 119:34.
1. ¿Es la necesidad de estímulo un problema común, y dónde puede hallarse a menudo el estímulo?
¿NO HA hallado usted a menudo que cuando necesita estímulo, las verdades del almacén de Dios, la Santa Biblia, le han dado la fuerza para enfrentarse a pruebas y problemas personales? Parece que a todos nos ha sucedido esto en nuestra vida como cristianos.
2. ¿Qué desaliento han afrontado muchos testigos de Jehová a través de los años, y cómo han podido permanecer firmes ante ello?
2 Por ejemplo, muchos hoy día han pasado por períodos de desaliento cuando los opositores han hablado despreciativamente del pueblo de Dios y hasta han recurrido a la violencia contra ellos por ser testigos cristianos de Jehová que han defendido la verdad. Muchos que han estado asociados con el cristianismo verdadero por cincuenta o sesenta años recuerdan bien los comentarios y acciones desprovistos de bondad de vecinos y otros durante la I Guerra Mundial, y después de ella, contra los testigos de Jehová. ¡Cuántas veces empleaban términos escarnecedores llamando a muchos russelistas y auroristas milenarios! Algunos fueron golpeados, alquitranados y emplumados, encarcelados, llamados insultativamente, azotados y escupidos. A través de todo ello, los testigos cristianos de Jehová han continuado efectuando la obra que les mandó hacer su Dios, Jehová. ¿Cómo han podido hacerlo? En parte debido al entendimiento, estímulo y fuerza que han recibido de la Palabra de Dios y de las publicaciones impresas por el “esclavo fiel y discreto” en estos días de iniquidad.
3. ¿Qué debemos tener presente cuando leemos la Biblia?
3 Y, realmente, ése es el propósito de la Palabra de Dios, edificar a los siervos de Jehová. Por esa razón cuando uno lee los diferentes libros de la Biblia debe tener presente información de fondo acerca del libro y su escritor. El lector de las Santas Escrituras haría bien en preguntarse: ‘¿Por qué se escribió así?’
4. ¿En qué libro bíblico en particular vamos a concentrar nuestra atención ahora?
4 Consideremos un libro de la Biblia y pasemos algo de tiempo determinando las razones por las cuales se escribió en el estilo y con los argumentos que se usan. Nuestra consideración se concentrará en la carta del apóstol Pablo a los cristianos en Jerusalén; comúnmente se llama la carta a los Hebreos, en las Escrituras Griegas Cristianas. (Heb. 13:22) El considerar las circunstancias que existieron hace mil novecientos años cuando Pablo escribió su carta nos ayudará a entender y apreciar por qué escribió lo que escribió para fortalecer y consolar al pueblo de Dios.
LO QUE OPINABAN DEL CRISTIANISMO EN EL PRIMER SIGLO
5. ¿Cuál es la situación religiosa que predomina en Jerusalén alrededor del año 61 E.C.?
5 Remontémonos en las alas del tiempo hasta aproximadamente el año 61 E.C., a la ciudad de Jerusalén. Han pasado unos veintiocho años desde la muerte de Jesús en un madero de tormento precisamente fuera de los muros de Jerusalén. Jerusalén es una ciudad santa para los judíos. Juzgando por todas las apariencias exteriores, Jerusalén capeó los días del despreciado Jesús de Nazaret. Se alega que la religión de los judíos es la religión de la antigüedad, extendiéndose al pasado hasta su antecesor Abrahán. La gente tiene en alta estima a los líderes espirituales de los judíos, los rabinos. Se les otorga prestigio y honra. Se han sentado en la cátedra de Moisés y tienen el lugar más prominente en las cenas y los asientos delanteros en las sinagogas, y reciben los saludos en las plazas de mercado, y los hombres los llaman “Rabí.” Verdaderamente forman parte de la estructura del poder religioso del día.—Mat. 23:6, 7.
6. (a) ¿Cómo consideraban los líderes religiosos judíos a los cristianos de esa ciudad? (b) ¿Qué experiencia tuvo el apóstol Pablo cuando estuvo en la ciudad no muchos años antes? (c) ¿Cuál era la gran necesidad del grupito de cristianos en Jerusalén?
6 También en la ciudad de Jerusalén hay comparativamente pocas personas que pertenecen a una secta odiada que se llaman cristianos o ‘El Camino.’ (Hech. 9:2; 19:9; 22:4) Los líderes religiosos judíos y sus seguidores los consideran con desdén. Son perseguidos y menospreciados. Lo que es más, la mayoría de ellos son de nacimiento judío y por lo tanto son odiados doblemente por haber dejado la religión de los judíos para hacerse seguidores de Jesús, el “llamado” Cristo. Tan grande es el odio a los cristianos que unos años antes cuando el apóstol Pablo había estado en la ciudad su mera presencia en el templo había suscitado un motín, gritando los judíos religiosos a voz en cuello: “¡Quita de la tierra a tal hombre, porque no debió vivir!” (Hech. 22:22) Más de cuarenta judíos se comprometieron bajo una maldición a no comer ni beber hasta que hubiesen acabado con Pablo. (Hech. 23:12-15) En este ambiente de fanatismo religioso y odio a los cristianos la congregación tenía que vivir, predicar y mantenerse firme en la fe. ¡Cómo necesitaban estímulo y conocimiento y entendimiento sanos de Cristo y de la manera en que él cumplió la ley de Moisés a fin de que no retrocedieran al judaísmo y la observancia de la ley mosaica! Ciertamente Pablo sabía lo que necesitaban. Él conocía personalmente las pruebas que ellos estaban sufriendo.
7. Mencione algunos de los argumentos que los líderes judíos y sus seguidores posiblemente hayan usado contra los cristianos.
7 Piense por un momento en algunos de los argumentos y la oposición que tenían que afrontar aquellos cristianos judíos primitivos. Ante todo, lejos estaba de los líderes religiosos judíos y sus seguidores dejar que aquellos cristianos odiados pensaran que tenían el favor de Dios. ¿No eran los judíos quienes tenían la evidencia tangible de la bendición de Dios? ¿No era cierto que Dios trató con los judíos por medio de ángeles? Ciertamente, pues dice el libro de Moisés: “Se le apareció el ángel de Jehová [a Moisés] en una llama de fuego en medio de una zarza.” Más tarde Jehová dijo: “Aquí estoy enviando un ángel delante de ti para mantenerte en el camino y para introducirte en el lugar que he preparado.” (Éxo. 3:2; 23:20) Pues, los judíos quizás hasta hayan hecho alarde de que Moisés hasta habló con Dios boca a boca. Además, considere el magnífico templo, con los compartimientos Santo y Santísimo. ¡Observe su notable belleza, su fuerza, su fundamento firme! ¡Eso es lo que tenían los judíos! Y otra cosa: ¡piense en el sacerdocio judío! Pues, se remontaba hasta Aarón y sus hijos, miembros de la tribu de Leví. El sumo sacerdote era descendiente de esta línea especial. Los judíos tenían el pacto de la Ley, que Moisés recibió de Dios mismo. El reino divino era posesión de los judíos; y Jerusalén, bueno, Jerusalén era la ciudad-trono desde la cual habría de proceder la gobernación de Dios.
8, 9. (a) ¿Cómo pudieron haber menospreciado los líderes judíos al fundador del cristianismo y sus seguidores? (b) ¿Con qué posiblemente hayan contrastado a los cristianos mismos y sus humildes lugares de reunión?
8 Ahora considere a los cristianos en Jerusalén. ¿Qué tenían? Según el modo de ver las cosas los líderes judíos, los cristianos no tenían nada en comparación. Su caudillo Jesús estaba muerto, y había muerto como un criminal cualquiera. ¿Quién fue él? No tenía prominencia alguna en la opinión de los líderes judíos. Solo era hijo de un carpintero de condición humilde, y, además de eso, de Nazaret. En cuanto a educación, no tenía nada del entrenamiento formal de las escuelas rabínicas avanzadas. ¡Cómo carecía de conocimiento y educación desde el punto de vista de los judíos cuando se le comparaba a lo que sus maestros e instructores sabían y se les había enseñado! Y además de eso, entre sus seguidores había muy pocos eruditos. En su mayor parte sus seguidores se componían de pescadores, recaudadores de impuestos, y hasta gentiles, y aquellos gentiles ciertamente no eran de la descendencia natural de Abrahán a los ojos de los líderes judíos. ¿Cómo podrían pensar los cristianos por un instante que tenían el favor de Dios y que Dios estaba tratando con ellos? A los judíos les parecía que ellos eran los escogidos por Dios, porque ellos eran la prole de Abrahán. Agregado a eso, los cristianos se reunían en aposentos de arriba u otros lugares apartados, mientras que los judíos tenían su hermoso templo en el cual reunirse.
9 Sin duda, se usaron argumentos como éstos, y muchos otros, contra los cristianos judíos. ¡Cómo necesitaban estímulo y entendimiento de la situación! ¡Si solo supiera alguien de su necesidad y les enviara consuelo y ayuda!
CONTRAARGUMENTO FAVORECE A CRISTO SOBRE MOISÉS
10. ¿Quién sabía de estos problemas que afrontaban los cristianos, y por eso quién fue inspirado a escribir para edificarlos?
10 Por supuesto, Jehová Dios en el cielo sabía de su situación. Por inspiración hizo que el apóstol Pablo se interesara en las circunstancias que afrontaban. Y por eso Pablo escribió a esos fieles en Jerusalén, y el libro de Hebreos contiene su respuesta a las muchas acusaciones que sin duda hicieron contra el cristianismo del primer siglo los que eran sus enemigos.
11, 12. (a) ¿Qué línea de argumento emprendió ahora Pablo, por qué fue apropiada ésta? (b) ¿Cómo mostró Pablo la superioridad de Jesús al compararlo con los ángeles? (c) ¿Con Moisés?
11 Considerando las mismísimas alegaciones de los judíos, Pablo muestra la superioridad del sistema cristiano y su sacerdocio cuando se compara con el judaísmo. Era importante que él hiciera esto. Sin duda la mayoría de esos cristianos en Jerusalén eran de nacimiento judío. Conocían bien la ley de Moisés y los argumentos de los líderes judíos. Por esa razón Pablo tuvo la obligación de mostrarles los contraargumentos, la verdad de los asuntos y exponer la falsedad de las acusaciones que los líderes religiosos judíos les imputaban. Por ejemplo, era cierto que la ley de Moisés había sido transmitida por medio de ángeles. Pero, ¿cómo se comparan los ángeles con el Señor Jesús? Esto es lo que Pablo escribió en Hebreos 1:4-6: “De modo que [Jesús] ha llegado a ser mejor que los ángeles, a tal grado que ha heredado un nombre más admirable que el de ellos. Por ejemplo, ¿a cuál de los ángeles dijo él alguna vez: ‘Tú eres mi hijo; yo, hoy, yo he llegado a ser tu padre’? Y otra vez: ¿‘Yo mismo llegaré a ser su padre, y él mismo llegará a ser mi hijo’? Pero cuando introduce de nuevo a su Primogénito en la tierra habitada, dice: ‘Y que todos los ángeles de Dios le rindan homenaje.’” Realmente, pues, señala Pablo, los ángeles son siervos, pero Jesús es el Hijo de Dios.
12 Pero ¿qué hay del hecho de que Dios habló boca a boca con Moisés? No puede haber duda de que ésta fue una cosa significativa. Pero, concerniente a Jesucristo, Pablo escribe: “Porque a éste [es decir, Jesús] se le considera digno de más gloria que a Moisés, puesto que tiene más honra que la casa el que la construye. . . . Y Moisés como servidor fue fiel en toda la casa de Aquél . . . pero Cristo fue fiel como Hijo sobre la casa de Aquél.” Aquí, de hecho, Pablo estaba diciendo: ‘Hermanos, ¿quién es mayor en una casa... un servidor, como lo fue Moisés, o el Hijo del Dueño de la casa, como es Jesucristo?’ ¡Qué fortalecedor les debe haber sido a los cristianos judíos que vivían allí en Jerusalén tener este entendimiento de los asuntos!—Heb. 3:3-6.
SUPERIORIDAD DE CRISTO COMO SUMO SACERDOTE
13. (a) ¿Qué podría ser mejor que el templo material en Jerusalén, y dónde estaba Cristo Jesús? (b) ¿Cómo mostró Pablo la superioridad del sacerdocio de Cristo comparado con el de Aarón?
13 Pablo procede ahora a otro argumento, el del hermoso templo material en Jerusalén. Y de veras que era hermoso y costoso. Pero, ¿de qué significado sería un templo material cuando se comparara con estar en la mismísima presencia de Dios? Fue el rey Salomón quien construyó el primer templo hermoso en el monte Moría en Jerusalén allá en el siglo undécimo antes de nuestra era común, y al tiempo de dedicarlo dijo que Jehová no moraría verdaderamente en ese edificio hecho por los hombres. Más bien, dijo que ¡el cielo de los cielos no podía contener al Todopoderoso Dios Jehová, mucho menos el templo que había construido! (1 Rey. 8:27) Por eso, el estar en la mismísima presencia de Jehová en el cielo sería mucho más, sí, muchísimo más grandioso que el servir en cualquier templo terrestre. Por lo tanto Pablo escribe de Cristo Jesús que él “ha pasado a través de los cielos” a la presencia de su Padre, Jehová. (Heb. 4:14) Y en cuanto al sacerdocio aarónico, que en aquellos días estaba sirviendo en el templo de Jerusalén, Pablo lo compara con el sacerdocio de Cristo y muestra que este último es muy superior, porque es a la manera de Melquisedec. Las palabras de Pablo en Hebreos 5:5, 6 fueron: “Cristo no se glorificó a sí mismo llegando a ser sumo sacerdote, sino que fue glorificado por el que habló respecto de él: ‘Tú eres mi hijo; yo, hoy, yo he llegado a ser tu padre.’ . . . ‘Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec.’” Sí, un sacerdote para siempre, y era algo que no dependía de alguna herencia de la carne pecaminosa, sino de un juramento de parte de Dios. Las palabras de Pablo sobre este asunto se registran en Hebreos 7:19-22: “Porque la Ley no llevó nada a la perfección, pero el introducir además una esperanza mejor sí, por medio de la cual
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