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¿Cómo guía la religión?¡Despertad! 1972 | 8 de octubre
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Actualmente algunos de los clérigos más radicales hasta recomiendan la revolución. Pero al hacer esto, ¿están realmente cambiando sus métodos? ¿No están sencillamente dirigiendo a la gente hacia otra forma de gobierno egoísta, más bien que mostrarle la verdadera liberación que se enseña en la Palabra de Dios, la Biblia?
Además, ¿qué hay en cuanto a la moral? ¿Qué le sucede a los miembros de una iglesia que practican fornicación, adulterio, y perversiones sexuales? ¿No se les permite, en la mayoría de los casos, permanecer como miembros teniéndoseles en buen concepto? ¿No es este fracaso de la iglesia en dar disciplina y guía moral una de las causas principales del alarmante aumento en las enfermedades venéreas, en los nacimientos ilegítimos y en los abortos a través de toda la cristiandad?
La situación actual es exactamente igual a como era antes de que Israel fuera al exilio en Babilonia, y que su ciudad capital Jerusalén fuera destruida. Dice la Biblia acerca de esos tiempos: “Porque tanto el profeta mismo como el sacerdote mismo se han contaminado.”—Jer. 23:11.
¿En qué condiciones resultó eso? La Biblia nos contesta: “Hay la pronunciación de maldiciones y práctica de engaño y asesinato y robo y perpetración de adulterio que han estallado, y actos de derramamiento de sangre.”—Ose. 4:2.
La verdad es que el clero religioso del día actual no se ha mantenido fiel a Dios, de la misma manera en que no lo fue en el Israel antiguo. No han enseñado a sus rebaños las verdades de la Palabra de Dios, ni ellos mismos las obedecen. Han llegado a estar más interesados en hacer lo que ellos piensan, que en hacer lo que Dios dice que deberían hacer.
Esto no quiere decir que no ha habido clérigos que han desaprobado las cosas detestables que se han hecho en el nombre de Dios. También ha habido hombres honrados en los gobiernos que han tratado de remediar los asuntos. Pero el espíritu dominante de transigir y de egoísmo, y el sistema que se ha desarrollado a través de los siglos de pasar por alto los principios justos, han atado las manos de los que han intentado reformar a la cristiandad.
Tal vez la consecuencia más trágica del fracaso de la religión mundial sea en relación con las guerras. Es muy esclarecedor echar una mirada al registro. Por ejemplo, ¿cuál es el registro de la religión en relación con la guerra de Vietnam?
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La guerra de Vietnam... ¿adónde ha guiado la religión?¡Despertad! 1972 | 8 de octubre
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La guerra de Vietnam... ¿adónde ha guiado la religión?
MILES de jóvenes católicos, protestantes y miembros de otras religiones han peleado en Vietnam. Muchos todavía están peleando. Los clérigos ministran a los hombres en el mismo campo de batalla. ¿Ha tenido la religión una parte en guiar a los hombres a esta guerra?
¿Cuál es la posición actual de las religiones protestantes hacia el conflicto? El jesuita Robert Drinan en su reciente libro Vietnam and Armageddon señala hacia el “casi unánime sentimiento entre los teólogos protestantes de que la guerra de Vietnam es moralmente indefendible.”2 Recientemente varias confesiones protestantes han publicado declaraciones oponiéndose a la guerra.
Recientemente las organizaciones religiosas judías también se han opuesto a la guerra. Un titular en el Post de Washington en diciembre dijo: “RESOLUCIÓN DEL TEMPLO DE KENSINGTON INSTA QUE SE PONGA FIN A LA GUERRA DE VIETNAM.” La resolución instaba al presidente Nixon a “fijar y anunciar el retiro completo de todas las fuerzas norteamericanas operando en y sobre Vietnam, Laos y Camboya.”3
¿Qué hay acerca de la posición católica romana? El pasado noviembre los obispos norteamericanos se reunieron en una convención nacional, y los titulares de primera plana del Times de Nueva York informaron: “LOS OBISPOS CATÓLICOS DE U.S.A. PIDEN QUE SE PONGA FIN A LA GUERRA DE INDOCHINA.”4 La resolución adoptada por los obispos señalaba a “la destrucción de la vida humana y de los valores morales,” y decía: “Por lo tanto, es nuestra firme convicción que la rápida finalización de esta guerra es un imperativo moral de máxima prioridad.”5
Thomas Gumbleton, obispo auxiliar de Detroit, explicó que la resolución “significaba que la guerra es injusta.”6 Por lo tanto, dijo que cualquiera que comparte la posición católica “no debe participar en esta guerra.”7
De tales evidencias uno podría llegar a la conclusión de que la religión ha guiado a la humanidad a apartarse de la guerra. Pero, ¿por qué es que cientos de miles de jóvenes católicos y protestantes lucharon a través de los años en Vietnam? ¿Actuaron contrario a la guía que habían recibido de su religión?
Guía confusa
En realidad la oposición religiosa a la guerra de Vietnam no es tan definida como lo susodicho parece indicar. Por ejemplo, el arzobispo Philip Hannan de Nueva Orleáns dijo que él estaba entre “los muchos obispos que no apoyaban del todo la resolución,” recientemente adoptada por los obispos norteamericanos.8 ¡Así que es muy comprensible el que los católicos puedan estar confundidos en cuanto a la guía que hasta ahora se les ha dado!
Algo similar sucede con las religiones protestantes. En 1968 la Iglesia Luterana estadounidense adoptó la posición de aprobar oficialmente la objeción de conciencia, de manera selectiva. Sin embargo, desde entonces los luteranos también han hablado en apoyo de la lucha en Vietnam. Por ejemplo, en 1970, en la edición de primavera de la publicación luterana el Springfielder, el profesor-capellán Martin Scharlemann escribió:
“Oímos que se dice que debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Por supuesto, eso es correcto. ¿Quién puede discutirlo, dado que es la palabra del Señor? Pero, hay más envuelto en esto. . . . Mi relación con un soldado del Vietnam del Norte no es un asunto de uno-a-uno. De por medio hay dos patrones de lealtad: La mía hacia mi país y la de él hacia su país. Tengo una responsabilidad hacia mi país que supera a mi preocupación por el país de él; y eso es cierto en lo que respecta a él también. Ahora bien, cuando él se encuentra herido y cuando necesita mi ayuda, entonces una vez más llega a ser mi prójimo en el sentido ético del Nuevo Testamento. La relación de uno-a-uno reaparece.”9
Así es que este ministro arguye que la lealtad a la nación anula el mandato de Cristo de amar al prójimo. Ciertamente debe ser muy confuso para las personas el que su iglesia apruebe a objetores de conciencia, y sin embargo un ministro estimule a pelear en la guerra!
Uno podría llegar a la conclusión de que los puntos de vista de este ministro luterano son la excepción hoy día, y que actualmente la religión está instruyendo a la gente a apartarse de luchar en Vietnam. Pero, ¿era eso cierto hace cinco o seis años?
Anterior punto de vista de la guerra
Hace cinco años los sacerdotes católicos romanos a través de los Estados Unidos fueron entrevistados por Catholic Polls, Inc. Se les preguntó: ¿Deberían los Estados
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