Posiblemente algunos se nieguen a aceptar esta idea. Sin embargo, ¿qué explicación pueden ofrecer ellos para el modo inhumano, frecuentemente feroz y depravado, en que se comporta la gente, muchas veces para con sus propios esposos, esposas, hijos y padres? Tal comportamiento horrible, y tan contrario a lo que normalmente se esperaría, solo puede atribuirse a la influencia invisible del Diablo y fuerzas espirituales aliadas con él.

En el pasado parecía que la historia se repetía y una civilización tras otra subía y luego se desintegraba, con la disolución de la familia como rasgo de la caída. Pero hoy día la situación es diferente. La Biblia identifica nuestros tiempos como los “últimos días,” no simplemente de una civilización griega o romana, sino del entero sistema de cosas. Además, se pondrá fin a la actividad del Diablo y sus demonios. Jehová Dios promete poner término a toda la iniquidad e introducir un sistema de cosas completamente nuevo.—2 Ped. 3:13; 1 Juan 2:17; Rev. 20:1-3.

Entretanto, mientras vivimos en estos tiempos difíciles, ¿qué podemos hacer para lograr felicidad en nuestra vida familiar?

Cómo lograr felicidad en su vida familiar

UNA buena receta, si se sigue cuidadosamente, puede resultar en un buen bizcocho. De igual manera, una buena receta, o buena guía, es importante para crear una familia feliz.

Lógicamente, esperaríamos que el Originador de la familia proveyera tal receta. Y lo ha hecho. En la Biblia, Dios ha provisto guía e instrucción sobre cómo lograr felicidad en la vida familiar.

Sin embargo, quizás muchos pongan el siguiente reparo: “La gente de los países ‘cristianos’ ha tenido la Biblia durante toda su vida, y ésta no ha resuelto sus problemas de familia. A menudo la proporción de divorcios en esos países figura entre las más altas.”

Eso es cierto. Millones de familias que no son felices poseen la Biblia. Pero, ¿la han leído? Más importante aún, ¿han aplicado los principios de ésta en su vida? La realidad es que la mayoría de las personas que poseen la Biblia no la leen y no aplican sus leyes y principios.

Por otra parte, hay quienes expresan esta opinión: “Hay familias felices en las cuales no se usa como guía la Biblia, y ningún miembro de la familia siquiera cree en Dios.”

Eso, también, es cierto. ¿Cómo, pues, se explica la felicidad de estos últimos? Esta se debe a que los miembros de la familia, aunque no lo hagan intencionalmente, de veras siguen una norma parecida a la que se expone en la Biblia. El hecho es que Dios creó a los seres humanos con una conciencia, y algunas personas, sin siquiera saberlo, adoptan un modo de vivir que a buen grado llega a armonizar con las leyes y principios de Dios para la vida de familia.—Rom. 2:14, 15.

¿Cuáles son algunas de estas leyes y principios que Dios da? Examínelos en las siguientes páginas y vea si usted no conviene en que el aplicarlos puede contribuir a la felicidad de su familia.