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El poder de la bondadLa Atalaya 1960 | 1 de noviembre
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encantadoras. ¿El resultado? Muy a menudo un encanto mundano llamado glamour. La falta de simplicidad y el glamour quizás engañen a los que se rigen por normas del viejo mundo, pero los que tienen discernimiento espiritual no son embaucados; saben que las cualidades del corazón—altruísmo, aprecio, bondad, compasión y apacibilidad—son básicas para la atracción verdadera: “No sea su adorno el de trenzados externos del pelo ni el de ponerse ornamentos de oro ni el usar prendas de vestir exteriores, sino que lo sea la persona secreta del corazón en la indumentaria incorruptible del espíritu sereno y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios”—y a los ojos del hombre. Al cultivar los frutos del espíritu, la mujer cristiana posee encanto que ninguna cantidad de glamour y etiqueta mundanos jamás podría darle. Otra vez equivale a poner la voluntad de Dios primero, siempre esforzándonos por ser como nuestro Padre en el cielo.—1 Ped. 3:3, 4.
20. ¿Cuáles son las recompensas del poder de la bondad?
20 La bondad es un poder recompensador. Es un fruto del espíritu de Dios y es parte de la “nueva personalidad.” Es un requisito divino. Ayuda a resolver problemas. Es un poder que está en el corazón de la prudencia o tacto, de los modales por excelencia y la atracción verdadera. Ahuyenta las desavenencias. Facilita el perdonar a otros. Es firme a favor de lo que es correcto. Ayuda al cristiano a ir en pos de la paz y a atraer a otros a Jehová y a su verdad. Nos ayuda a obedecer el mandamiento: “Háganse imitadores de Dios.” Si hemos ido en pos de la benignidad y la compasión y la bondad por esta razón, será como Jesús dijo: “Su recompensa será grande, y ustedes serán hijos del Altísimo.”—Efe. 5:1; Luc. 6:35.
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Mostrando bondad a todos los hombresLa Atalaya 1960 | 1 de noviembre
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Mostrando bondad a todos los hombres
1. ¿Qué efecto tiene la falta de bondad amorosa sobre este mundo y sobre los hombres?
ESTE es un mundo frío, inhospitalario porque tantas personas no tienen bondad amorosa. Es un mundo en que a menudo se ve a los extraños con fría sospecha. El temor ha tenido un efecto heladizo sobre la bondad, y en muchas personas el amor al dinero ha estrangulado lo que les quedaba de su bondad amorosa. Considerada como estorbo para la ganancia financiera, a menudo se reemplaza la bondad con la falta de escrúpulos; por lo tanto el talento no ha provisto garantía de bondad. Observando este hecho, sir Roberto Watson-Watt, principal inventor del radar, dijo: “He sufrido más en el manejo de mi negocio de parte de personas que son talentosas e ingeniosas en su propia técnica, pero que no han sido educadas en ser seres humanos.” El talento sin bondad amorosa hace que la persona se asemeje, no a Jehová Dios, que es “grande en misericordia [bondad amorosa, AN],” sino más bien al que “anda en derredor como león rugiente, tratando de devorar a alguien,” Satanás el Diablo. Es verdad, que “en los últimos días se presentarán tiempos críticos y difíciles de manejar. Porque los hombres serán amantes de sí mismos, amantes del dinero. . .sin bondad amorosa.”—Jon. 4:2, Mod; 1 Ped. 5:8; 2 Tim. 3:1, 2.
2. (a) Contraste los “hijos de Dios” con los “hijos del Diablo,” mostrando su fruto respectivo. (b) ¿Pueden los “hijos de Dios” usar apropiadamente falta de bondad para tratar de adelantar intereses personales o cristianos?
2 Dado que el cristiano tiene que demostrar que es hijo del Altísimo y no “hijo del Diablo,” ¿cómo habrá de vivir en un mundo que se halla “sin bondad amorosa”? ¿Puede permitirse caer en el lodo de la falta de bondad en el cual se revuelca este mundo inicuo? ¿Puede permitirse alguna vez el tratar de usar falta de bondad para progresar en los negocios, o en los intereses personales o cristianos? ¡No! no si desea demostrar que es hijo del Altísimo, como muestra el apóstol Juan: “Los hijos de Dios y los hijos del Diablo se hacen evidentes por este hecho: Todo el que no practica justicia no se origina de Dios, ni el que no ama a su hermano.” Los “hijos de Dios” no pueden adoptar las prácticas faltas de bondad de los “hijos del Diablo.” Los hijos de Dios no pueden producir, como los “hijos de la desobediencia,” fruto podrido, sino que tienen que ‘seguir andando como hijos de la luz, porque el fruto de la luz consiste en toda clase de bondad y justicia y verdad.’ Ciertamente los “hijos de la luz” no pueden usar de falta de bondad para tratar de adelantar intereses personales o los intereses de Jehová; más bien, usan “toda clase de bondad.” Por eso la bondad o la falta de ella sirve para identificarnos, indicando de quién somos hijos.—Hech. 13:10; 1 Juan 3:10; Efe. 5:6, 8, 9.
3, 4. ¿Cómo pueden los cristianos recomendarse como ministros de Dios?
3 La bondad informa a otros en cuanto a si estamos imitando a Dios o no; tiene el poder de darle a uno una recomendación. Esto lo reconoce aun el mundo, como cuando un hombre famoso se acomidió a llevarle una maleta a una anciana en una estación de ferrocarril; y un observador dijo: “Esa es la primera vez que he visto a un sermón andar.” Los cristianos, de entre todas las personas, tienen que ser sermones andantes, su habla y conducta diarias recomendándolos como ministros de Dios. “De ningún modo estamos dando causa alguna para tropiezo,” escribió el apóstol Pablo, “para que no se halle falta en nuestro ministerio; sino de toda manera nos recomendamos como ministros de Dios, por aguante de mucho,. . .por pureza, por conocimiento, por gran paciencia y aguante, por bondad.”—2 Cor. 6:3-6
4 La bondad por lo tanto es parte de “toda manera” mediante la cual los ministros verdaderos de Dios se recomiendan a todo tiempo, demostrando mediante ello a otros que son “hijos de la luz.” Esto significa que tienen que ser “hijos de Dios sin tacha en medio de una generación pervertida y torcida, entre quienes ustedes están brillando como lumbreras en el mundo.” Los cristianos tienen que brillar tanto en lo que toca a la luz de las verdades bíblicas como mediante su conducta moral; de una manera doble resplandecen brillantemente como lumbreras en un mundo pervertido que se halla “sin bondad amorosa.”—Fili. 2:15.
5. ¿Cómo subrayó Jesús la importancia de mostrar bondad a todos los hombres?
5 Por eso si el cristiano va a recomendarse como ministro de Dios, tiene que estar anuente a mostrar bondad a todos los hombres. Esto incluye a sus hermanos cristianos, a los extraños, a “los ingratos e inicuos,” y, sí, aun a sus enemigos. Dijo el Señor Jesús: “Sigan amando a sus enemigos y orando por aquellos que los persiguen; para que prueben ustedes que son hijos de su Padre que está en los cielos, ya que él hace que su sol se levante sobre gente inicua y buena y hace que llueva sobre gente justa e injusta. Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa tienen? ¿no hacen también la misma cosa los recaudadores de impuestos? Y si ustedes saludan sólo a sus hermanos, ¿qué cosa extraordinaria hacen? ¿No hace la misma cosa la gente de las naciones? Ustedes deben en efecto ser completos, como su Padre celestial es completo.”—Luc. 6:35; Mat. 5:44-48.
BONDAD A EXTRAÑOS UNA RESPONSABILIDAD
6. ¿Cómo subrayó Pablo lo necesario que es mostrar bondad a todos los hombres?
6 El ser bondadosos para con todos los hombres, como explicó tan enérgicamente el Hijo de Dios, es una responsabilidad cristiana. El apóstol de Jesucristo nos amonesta a tener siempre en mientes esta responsabilidad; Pablo escribió: “Que su amor fraternal continúe. No olviden la bondad para con los extraños, porque mediante ella algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles.” ¡Qué recompensas recibieron Abrahán, Lot y Manoa porque fueron bondadosos con todos los hombres! Hospedaron a ángeles y recibieron bendiciones del Altísimo, porque nunca olvidaron “la bondad para con los extraños.”—Heb. 13:1, 2; Gén. 18:1-10; 19:1-29; Jue. 13:8-20.
7. ¿Cómo muestran hoy día los cristianos bondad a los extraños, y por qué son felices al hacer esto?
7 ¿Cómo pueden hoy día los cristianos mostrar bondad a los extraños? Siguiendo el ejemplo de Jesucristo. Él mostró bondad a todas las personas, y la manera más importante en que hizo esto fue invitando a otros a banquetear con alimento espiritual, con las verdades en cuanto al “reino de los cielos.” Para adelantar los intereses del reino de Dios Jesús mostró bondad de todas maneras. Desde el principio de su ministerio mostró hospitalidad a los extraños para ayudarlos espiritualmente. Cuando Juan el Bautista le presentó a Jesús dos de sus discípulos, ellos siguieron a Jesús y le preguntaron: “¿Dónde está alojado usted?” Jesús respondió: “Vengan, y verán.” “De consiguiente fueron y vieron dónde estaba alojado, y se quedaron con él ese día.” De modo que la morada de Jesús era un lugar hospitalario; la usó como medio para ayudar a otros a aprender acerca del reino de Dios. Pero principalmente Jesús fue a los hogares de otros, no a pedir, sino a dar; mostró bondad a los extraños yendo a sus casas para enseñarles en cuanto al reino del cielo. Por eso hoy los cristianos no sólo hacen de sus hogares lugares hospitalarios, sino que están anuentes a ir a los hogares de los extraños, para participar en el gran trabajo de predicar que el Señor Jesús predijo se realizaría: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones.” Hoy esta gran obra de predicar y enseñar la están efectuando en todo el mundo los testigos de Jehová, y ¡felices son los que participan en ella! Por lo tanto la bondad para con los extraños trae la recompensa de felicidad ahora. Escribió el apóstol Pablo: “Ustedes deben ayudar a los que son débiles y deben tener presentes las palabras del Señor Jesús, cuando él mismo dijo: ‘Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.’”—Juan 1:35-39; Mat. 24:14; Hech. 20:35.
8. ¿Por qué posiblemente se sienten maldispuestos algunos a mostrar bondad a los extraños, pero cuál es la actitud correcta?
8 A causa de la falta de bondad amorosa entre muchos amos de casa hoy día, quizás algunos cristianos se sientan maldispuestos a ir a los hogares de extraños con el mensaje del Reino como Jesús y los apóstoles lo hicieron. Estas personas posiblemente crean que la ingratitud y la falta de bondad de la gente en general hacen demasiado difícil el llevarles cosas espirituales. Pero si el cristiano tiene verdadera bondad en su corazón, no se retraerá de compartir su benignidad con los extraños, a pesar de que muchos de ellos sean ingratos. ¿No es Jehová Dios bondadoso aun para con los ingratos e inicuos? Jehová Dios ha mostrado su bondad amorosa para con todos los hombres enviando a su Hijo al mundo, “para que todo aquel que ejerza fe en él no sea destruído sino tenga vida eterna.” Eso es bondad inmerecida de parte de Dios. A pesar de participar en la predicación del reino de Dios y otras buenas obras, el cristiano no es perfecto; no puede merecer la salvación. Por eso Jehová nos trata bondadosamente. ¡Cómo debe inspirarnos la bondad de Dios a ser como él! “Cuando la bondad y el amor por el hombre de parte de nuestro Salvador, Dios, fueron manifestados, sin deberse a ninguna actividad en justicia que nosotros hubiésemos desempeñado, sino conforme a su misericordia él nos salvó.” Puesto que Jehová ha puesto un ejemplo amoroso como éste, ¿cómo puede algún cristiano que anhela ser hijo del Altísimo retraerse de mostrar bondad a los extraños?—Juan 3:16; Tito 3:4, 5.
9. ¿Por qué es importante compartir las buenas nuevas del Reino con los extraños, y desanima al ministro de Dios la inhospitalidad de los amos de casa?
9 Si una persona recibe la benignidad de Dios y, en cambio, no está dispuesta a mostrar bondad a los extraños llevándoles las buenas nuevas del Reino, no está demostrando que es como el Padre en el cielo, sino al contrario está permitiendo que el Diablo haga de ella lo que Jehová no quiere que sea ella—falta de bondad para con los extraños. El que sean bondadosos para con los extraños es la voluntad de Dios para los cristianos. Por eso el ministro de Dios gozosamente visita a extraños para hablarles acerca del reino de Dios, aunque quizás, a veces, tenga que hablarles a través de una mirilla. La falta de hospitalidad de los amos de casa no desanima al ministro de Dios; él no desiste de hacer lo que es bondadoso. “No desistamos de hacer lo que es recto.”—Gál. 6:9.
10. ¿Cómo muestra el cristiano la bondad a sus enemigos y a sus perseguidores, y qué beneficios resultan de esta manera de proceder?
10 Consta una prueba de la bondad y el amor del cristiano para con los extraños la manera en que responde él a la falta de bondad. Cuando se le trata con falta de bondad, “no tiene necesidad de pelear, sino de ser prudente para con todos, capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo malo, instruyendo con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos, pues quizás Dios les conceda arrepentimiento que lleve a un conocimiento acertado de la verdad.” (2 Tim. 2:24, 25) El ministro cristiano disuelve la hostilidad con bondad: “Sigan bendiciendo a los que les persiguen; estén bendiciendo y no maldiciendo. Pero, ‘si tu enemigo tiene hambre, aliméntalo; si tiene sed, dale algo de beber; porque al hacer esto amontonarás brasas ardientes sobre su cabeza.’ No te dejes vencer por el mal, sino sigue venciendo el mal con el bien.” (Rom. 12:14, 20, 21) Otra vez leemos: “Cuando se nos está injuriando, bendecimos; cuando se nos está persiguiendo, lo soportamos; cuando se nos está calumniando, rogamos.” (1 Cor. 4:12, 13) De modo que el cristiano no devuelve mal cuando lo injurian; bendice. Cuando lo están persiguiendo, aguanta bajo la falta de bondad y no es quebrantado en espíritu. Carceleros y guardianes de prisiones han llegado a conocer la verdad porque los cristianos ‘siguen bendiciendo a los que les persiguen.’—Hech. 16:25-34.
BONDAD A LOS HERMANOS
11. ¿Qué ejemplo puso Gayo en cuanto a mostrar bondad?
11 El cristiano tiene el privilegio de mostrar bondad no únicamente a los extraños y perseguidores sino también a sus hermanos cristianos que no conoce personalmente. El apóstol Juan escribió a su amigo amado Gayo: “Amado, tú estás haciendo un trabajo fiel en todo lo que haces por los hermanos, y hasta siendo extraños, que han dado testimonio de tu amor ante la congregación. Sírvete enviar a éstos por su camino de manera digna de Dios. Porque fue a causa de su nombre que salieron, sin tomar dinero de la gente de las naciones. Nosotros, por lo tanto, estamos bajo la obligación de recibir hospitalariamente a estas personas, para que lleguemos a
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