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  • Sociedad patriarcal
    La Atalaya 1952 | 1 de diciembre
    • la vida y propiedad de todos los miembros de su organización doméstica. Siendo él el portavoz de la familia delante de Dios y el hombre, el patriarca además era considerado responsable por la conducta de su familia. Él y la familia como un conjunto eran responsables por transgresiones y ofensas que él mismo o miembros de su familia cometieran contra otras unidades de familia. A la cabeza de familia podría exigírsele que entregara a un miembro de su familia o pago en propiedad para reparar los males hechos.—Jos. 7:24, 25.

      12. ¿A qué cosa de tiempos modernos puede compararse la unidad de familia patriarcal? Explique.

      12 Como en el caso de corporaciones modernas compuestas de muchas personas donde toda la corporación se considera como una sola persona legal artificial a la cual se le puede demandar por cualesquier daños cometidos contra otros, así a la entera familia antigua se le consideraba como una persona legalmente incorporadab para reparar los males hechos. Así que desde el comienzo después del diluvio hubo lo que se llama “responsabilidad de familia” que después se extendió a “responsabilidad de comunidad” en la que todo el grupo era responsable por los males hechos por cualquier miembro. Esto se consideró así porque todos unidamente poseían la propiedad y su vida estaba ligada estrechamente a su cabeza de familia. Se nota de la Biblia que estas familias legalmente responsables y estrechamente enlazadas prosperaban mucho, gozaban de seguridad y vivían con mucha felicidad en todo caso que su cabeza de familia era de mente teocrática en servicio a Jehová. Los tales gobernaban su casa amorosa y sabiamente.—Gén. 24:1.

      PROCEDIMIENTOS

      13. Describa cómo se traspasaba la posesión de la tierra.

      13 Los patriarcas tenían un modo interesante mediante el cual ofrecían y traspasaban la posesión de la tierra. Se llevaba al comprador en perspectiva a un punto dominante donde el vendedor describiría los límites precisos y las ventajas de la tierra que se ofrecía. Después de largo regateo, el vendedor finalmente pronunciaría los cuatro límites exactos de la tierra que se traspasaba. Cuando el comprador decía: “Veo,” entonces el trato se consideraba cerrado y era un contrato.c El traspaso se hacía de esta manera delante de testigos sin una “entrega” literal de la tierra por medio de una escritura. Sin embargo, también se usaban los contratos escritos. A veces el proceso mismo de regateo implicaba una gran ceremonia.—Gén. 23:3-16.

      14, 15. (a) ¿Cómo obró Jehová de acuerdo con esta costumbre de traspaso de tierra? Explique. (b) ¿Cómo lo hizo Satanás? Explique.

      14 Jehová Dios mismo obró de acuerdo con esta costumbre cuando le hizo una oferta legal a Abrahán de la Tierra Prometida. En un punto dominante de Canaán, Dios le indicó a Abrahán los límites precisos del territorio que le ofrecía. Pero Dios no permitió que Abrahán dijera: “Veo,” y de ese modo aceptara legalmente el traspaso, ya que no era el debido tiempo de Dios para conceder la posesión legal. (Gén. 13:14, 15) Sin embargo, el traspaso legal se hizo en el año 1473 a. de J.C., unos cuatrocientos años después, cuando Jehová hizo que Moisés “viera” o aceptara la posesión legal a favor de la nación de Israel justamente antes de cruzar los israelitas el Jordán para tomar la Tierra Prometida. “Moisés pues subió de los llanos de Moab al monte Nebo, . . . y Jehová le hizo ver toda la tierra . . . Y le dijo Jehová: Esta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, . . . te he permitido verla con tus ojos.”—Deu. 34:1-4; también Deu. 3:27.

      15 Note que Satanás el mímico también obró de acuerdo con este método de hacer ofertas cuando se acercó a Jesús en el desierto para tentarle. “De nuevo el Diablo le llevó [a Jesús] a una montaña extraordinariamente elevada, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo a él: ‘Todas estas cosas se las daré si postrándose me hace un acto de adoración.’” (Mat. 4:8, 9, NW) Satanás aquí en realidad estaba haciendo una genuina oferta legal para que Jesús la considerara seriamente para aceptarla legalmente. Aun cuando Jesús en seguida la reconoció como una oferta legal, sin embargo no dilató nada en rechazarla completamente diciendo, “¡Márchese, Satanás!”

      16, 17. (a) Como jueces ¿cómo determinaban la evidencia las cabezas de familia? (b) Dé ejemplos bíblicos.

      16 Para arreglar disputas locales de familia las cabezas de familia servían como jueces. Para obrar con justicia era muy necesario que ellos investigaran la evidencia exacta del asunto bajo disputa. Según las versiones American Standard y Moderna, cuando la evidencia claramente se determinaba ellos usaban las expresiones “conocer”, “discernir” o “reconocer” al dar su fallo sobre los hechos. Este lenguaje legal sería parecido en la actualidad al que usamos cuando decimos que un juez o jurado se sienta para “hallar” a un hombre culpable de crimen según la evidencia presentada. Cuando Labán acusó a Jacob de haberle robado sus terafim Jacob legalmente dió a Labán el derecho de investigar la evidencia en cuanto a la inocencia de Jacob. Jacob dijo, “Delante de nuestros hermanos discierne tú qué tengo de lo tuyo, y llévatelo.”—Gén. 31:32, AS.

      17 Otro ejemplo es el caso cuando Judá, cabeza de familia, se sentó como juez para oír el caso de su nuera Tamar que fué acusada de estar preñada ilegítimamente. “Y dijo Judá: ¡Sacadla, para que sea quemada! Ella pues fué sacada; mas envió a decir a su suegro: Del varón cuyas son estas cosas yo estoy preñada. Dijo más: Ruégote que reconozcas y veas de quién sean estas cosas, el sello, los cordoncillos y el bastón. Y reconociólas Judá, y dijo: Más justa es ella que yo.” (Gén. 38:24-26, 11-20) El juez Judá fué obligado a admitir legalmente que él era el padre del hijo de ella por la clara evidencia que se presentó de que ella era la supuesta ramera con quien Judá tuvo relaciones algún tiempo antes.

      18. ¿Por qué continuaron viviendo como residentes pasajeros en la Tierra Prometida los fieles patriarcas teocráticos?

      18 Había muchas otras costumbres que implicaban primogenitura, derecho de los padres para escoger las esposas para sus hijos, responsabilidad cuando alguien colocaba propiedad bajo la custodia de otro, esclavitud, concubinato, redención de esclavos y otros asuntos. Se hará un examen de varias de éstas en el artículo subsiguiente. En esta etapa del examen de la sociedad patriarcal puede verse que no era ningún orden social sin refinamiento. Más bien era un sistema sumamente organizado adaptado a la vida nómada de esas unidades de familia primitivas. Habitaban en tiendas y vagaban por la tierra cuidando sus grandes rebaños y hatos. Los fieles patriarcas teocráticos, Abrahán, Isaac y Jacob y los otros, estaban satisfechos con vivir en la tierra de promesa como residentes pasajeros que esperaban el tiempo en que viniera el prometido Mesías, Cristo Jesús, como Rey para establecer el reino eterno de justicia sobre la tierra. “Porque [Abrahán] esperaba la ciudad que tiene fundamentos verdaderos y cuyo edificador y creador es Dios.” (Heb. 11:8-10, NW) Por eso vemos que hay mucho de interés especial para nosotros hoy en cuanto a los tratos de Dios con sus siervos bajo el sistema de organización patriarcal. Como Dios no cambia en su manera de obrar en lo legal, sus acciones legales de ese entonces seguramente indican acciones parecidas para el sistema de cosas del nuevo mundo. De modo que no despreciemos estos días primitivos de comienzos pequeños.—Mal. 3:6; Zac. 4:10.

  • Sombras del pasado
    La Atalaya 1952 | 1 de diciembre
    • Sombras del pasado

      “Porque esas cosas son una sombra de las cosas por venir, pero la realidad pertenece al Cristo.”—Col. 2:17, NW.

      1. ¿Qué asuntos que antecedieron al pacto de la Ley son de interés actual, y por qué?

      DEL remoto pasado oscuro muchas sombras de las realidades del siglo veinte se destacan, dando testimonio silencioso pero inequívoco. Estas sombras bíblicas de contorno definido predicen actividad que acontece hoy en una escala global. Aunque el pacto de la Ley mediado por Moisés en tiempo antiguo contuvo una hueste de sombras proféticas de cosas buenas por venir, no obstante siglos antes de dicho pacto la ley y costumbres patriarcales también contribuyeron su parte de sombras que hallan su realidad en nuestro día. (Heb. 10:1, NW) A estas sombras que antecedieron al pacto de la Ley también pueden tener aplicación las palabras de Pablo: “Porque esas cosas son una sombra de las cosas por venir, pero la realidad pertenece al Cristo.” (Col. 2:17, NW) Basados en esta declaración, debemos esperar que también estas sombras proféticas primitivas tengan su cumplimiento concentrándose alrededor de los siervos de Cristo Jesús. Y veremos que eso es exactamente lo que los hechos manifiestan. En el artículo anterior ya se ha hecho un estudio preliminar del origen y operación de la sociedad patriarcal, así que estamos listos para considerar detenidamente otros detalles legales que arrojan sus interesantes sombras de realidades actuales.

      CUSTODIA DE PERSONAS Y PROPIEDAD

      2. ¿Qué ley patriarcal ha de examinarse, y cómo se indicaba el aceptar responsabilidad legal?

      2 La sociedad patriarcal tenía leyes y costumbres bien definidas que gobernaban la custodia de la propiedad personal y de personas. La custodia surgía cuando un propietario o padre confiaba su propiedad o hijos al cuidado de otros. La propiedad o personas o se entregaban a otros para que ejercieran custodia sobre ellos o se daban como préstamo para beneficio de éstos. En ciertas ocasiones se le daba al hermano mayor que era maduro la custodia de sus hermanos menores. Puesto que los patriarcas bíblicos eran en su mayoría manaderos o pastores, la propiedad generalmente implicaba animales que se ponían al cargo de otros. Sin embargo, parece que los reglamentos generales aplicaban a cualquier bien o propiedad o a cualquier persona que pudiera haber sido confiada en manos de los custodios. Cuando a un pastor se le encargaban las ovejas de un propietario, cuando el pastor decía que cuidaría las ovejas entonces esto traía responsabilidad legal sobre el pastor empleado. Notamos el caso de la cabeza de familia Jacob cuando él regateó con su suegro Labán en cuanto a cuidar las ovejas de éste. Cuando Jacob dijo, “Si hicieres esto conmigo, volveré a apacentar y a cuidar tu ganado,” estaba aceptando responsabilidad legal por las ovejas entregadas a su cuidado.—Gén. 30:31.

      3, 4. (a) ¿Dónde se halla un registro de las responsabilidades legales de la custodia patriarcal, y cómo vino eso a ser así? (b) Discuta las responsabilidades implicadas en cuanto a la custodia de animales.

      3 ¿Cuáles eran algunas de las responsabilidades legales que recaían sobre el que aceptaba la custodia de los animales que pertenecían a otro? En años posteriores los reglamentos del día de Noé en cuanto a la custodia fueron divinamente incorporados en el pacto de la Ley que se le dió a la nación de Israel. Por lo tanto en la ley de Moisés tenemos un registro efectivo de estas responsabilidades. “Si un hombre pone un asno o un buey o una oveja o cualquier animal al cuidado de un conciudadano, y el animal muere o es lastimado o es arrebatado, sin que nadie lo vea, entonces el hombre tiene que jurar delante del Eterno [Jehová, Mod] que él no ha puesto mano sobre la propiedad del otro hombre; el propietario tiene que aceptar este juramento, y no se hará ninguna restitución. Pero si el animal ha sido robado, el hombre tiene que hacer restitución al propietario. Si el animal ha sido despedazado, que traiga la carne despedazada como evidencia; él no necesita resarcir lo que ha sido despedazado.”—Éxo. 22:10-13, Mo.

      4 Por lo tanto se le exigía al pastor prestar cuidado ordinario al custodiar los animales confiados a él. Tenía que darles suficiente atención para asegurarse de que los animales fueran alimentados y para que no se perdieran. Si al desempeñar su superintendencia algunos animales fueran robados por él mismo o sus ayudantes alquilados, entonces tenía la responsabilidad de hacer una restitución plena al propietario. Por los robados tenía que restaurar cinco o cuatro veces lo perdido, dependiendo de lo que fueran, bueyes u ovejas. (Éxo. 22:1) Por otra parte, la ley patriarcal no exigía que el pastor ejerciera un alto grado de cuidado que lo hiciera responsable por hechos que estuvieran más allá de su control como humano. De modo que si el animal moría de sí mismo o era lastimado, pero no por falta o descuido del guardián, o era robado a la fuerza por un grupo invasor armado, entonces no se le exigía al pastor que hiciera restitución. Esto también aplicaba en casos en que una fiera atacaba al animal, despedazándolo. Al mostrar al propietario la evidencia del ataque que mató al animal, el propietario tenía que sufrir la pérdida. El pastor custodio estaba libre de responsabilidad.

      5. ¿Qué sucedió en el caso de José, y cómo vino a estar Rubén bajo responsabilidad especial?

      5 Con estos antecedentes podemos entender mejor los tratos entre Jacob y sus hijos al tiempo de la desaparición de José. Los diez hijos del patriarca Jacob se habían encelado de su hermano José de diecisiete años, quien disfrutaba de la posición favorita ante su padre. Jacob envió a su hijo José en una misión para que determinara el bienestar de sus diez hermanos mayores e informara sobre el progreso de su obra de pastorear los rebaños de Jacob en un lugar apartado. Viendo que José venía a lo lejos, sus hermanos celosos conspiraron para matarlo y decirle a su padre que una fiera lo había matado. Cuando José llegó adonde estaban lo despojaron de su saco de muchos colores y lo arrojaron en un hoyo. Pero Rubén, el hermano mayor, el responsable legalmente por la custodia de su hermano menor, ahora que él estaba en medio de ellos, objetó a la conspiración y planeó restaurar a José a su padre y así salvar su responsabilidad como guardián especial. Mientras tanto, cuando Rubén estaba lejos del hoyo, los otros hermanos vendieron a José como esclavo a unos mercaderes que pasaban. Cuando Rubén regresó al hoyo y supo que José no estaba allí, rasgó su ropa en angustia, sabiendo que él sería considerado legalmente responsable por la desaparición de su hermano menor. Él exclamó, “¡El niño no parece! y yo, ¿a dónde iré yo”?—Gén. 37:12-30.

      6. ¿Cómo procedió Rubén, y por qué? ¿Cuál fué el fallo del juez Jacob, y por qué?

      6 La manera en que Rubén ahora procedió a instancia de sus demás hermanos no fué una de mera imaginación. Más bien fué un curso sagazmente delineado para escaparse de la responsabilidad legal cuando se presentaran ante su padre para informarle de la desaparición de José. Sabían que tendrían que enfrentarse a su padre, quien se sentaría como juez patriarcal para investigar y considerar toda la evidencia en cuanto a la responsabilidad. Además, sabían que bajo la ley de custodia de personas y propiedad, si pudiera establecerse la evidencia de ataque por una fiera, entonces el custodio quedaría completamente absuelto y se le consideraría inocente. Note cuidadosamente el relato bíblico de lo que sucedió y cómo Jacob fué obligado legalmente a reconocer o examinar la evidencia y, como juez, a pronunciar legalmente que sus hijos eran inocentes de la supuesta muerte de José. “Ellos tomaron la túnica de José, y degollando un macho de cabrío, tiñeron la túnica en la sangre. Entonces enviando, hicieron llevar la túnica de diversos colores a su padre, diciendo: Esta hemos hallado; reconoce pues, y ve si es la túnica de tu hijo o no. Y él la reconoció, y dijo: ¡La túnica de mi hijo es; alguna bestia feroz le habrá devorado! ¡sin duda ha sido despedazado José!” (Gén. 37:30-34) La última oración citada comprende en lenguaje legal el fallo jurídico del juez Jacob. Ningún castigo pudo ser impuesto sobre los diez hijos. Las manos de Jacob quedaron atadas por la ley; no podía proseguir más el asunto.

      7. ¿Hay algo que indique que Jacob sospechaba agravio? Explique lo que él manifestó.

      7 El juez Jacob se vió obligado a dar fallo de muerte por acción de una fiera. No hay evidencia de que todavía calladamente en la mente sospechara un agravio. Años después cuando se presentó el asunto de confiar a Benjamín, su amado hijo menor, al cuidado de sus hermanos mayores a quienes les pidió el primer ministro egipcio (en realidad su hermano José, a quien ellos no reconocieron) que trajeran a Benjamín a Egipto, Jacob rehusó dejar que el muchacho fuera llevado bajo las garantías normales de custodia. Más bien no fué sino hasta que Judá, el cuarto hijo de Jacob, prestó un fuerte juramento de seguridad personal para la protección de Benjamín, proporcionando así una garantía muy fuerte y más allá del arreglo de custodia, que Jacob consintió en dejar que Benjamín fuera. (Gén. 44:32, 33) Además, Jacob manifiesta sus temores y preocupación paternales especiales recordando a sus hijos que años antes él se vió obligado como juez a decir el fallo de muerte por una fiera y desde entonces él no ha visto a José: “El uno salió de mi presencia, y yo dije: ¡Sin duda ha sido despedazado! y no le he visto hasta ahora.”—Gén. 44:28.

      CUSTODIA EN REALIDAD

      8. ¿En quién comenzó la realidad de la sombra de custodia, y quiénes son (1) el propietario de las ovejas, (2) las ovejas, y (3) el pastor?

      8 Esta sombra patriarcal del pasado oscuro empezó a tener su realidad con el Pastor propio, Cristo Jesús, a cuyo cargo fueron encargadas las “ovejas” de su Padre. Jehová Dios es el gran Pastor y Propietario de sus “ovejas”. Sus fieles siervos cristianos son semejantes a ovejas que en un tiempo se descarriaron pero que ahora se han vuelto a Dios el pastor y superintendente de sus almas. (Sal. 23:1; 1 Ped. 2:25, NW) Cristo Jesús fué enviado como el pastor propio para cuidar estas ovejas. “Yo soy el pastor propio; el pastor propio entrega su alma a favor de las ovejas. El hombre asalariado, que no es pastor y a quien las ovejas no pertenecen como suyas propias, ve al lobo venir y abandona las ovejas y huye—y el lobo las agarra y las dispersa—porque él es un hombre asalariado y no cuida las ovejas. Yo soy el pastor propio, y conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mí, así como el Padre me conoce y yo conozco al Padre; y yo entrego mi alma a favor de las ovejas. Y tengo otras ovejas, que no son de este redil; a éstas también tengo que traer, y escucharán mi voz, y llegarán a ser una sola manada, un solo pastor.”—Juan 10:11-16, NW.

      9, 10. (a) ¿Cómo y con qué responsabilidad pastoreó Jesús las ovejas de Jehová? (b) ¿Fueron destruídas algunas ovejas, y si lo fueron, cómo, y quién fué responsable?

      9 ¡Qué record de cuidado y devoción amorosos para con las ovejas estableció Jesucristo durante su ministerio de tres años y medio! Diligentemente las alimentó con rico alimento espiritual. Cuando una se perdía, dejaba las noventa y nueve y recobraba la descarriada. (Mat. 18:12-14) Él ayudó a los espiritualmente pobres y enfermos a recuperarse. Pero donde la enfermedad espiritual y aun la muerte espiritual sobrevenía a pesar de su atención amorosa, él no era considerado responsable ante el gran Propietario de las “ovejas”, Jehová Dios. Él murió, no por haber perdido algunas ovejas, sino para salvar las ovejas perdidas. Este pastor fiel también protegía las ovejas contra los ataques violentos de los demonios y de Satanás mismo, que andaba “en derredor como león rugiente, tratando de devorar”.—1 Ped. 5:8, NW.

      10 “Simón, Simón, ¡mira! Satanás ha demandado tenerlos a ustedes para zarandearlos como trigo. Pero yo he rogado por ti para que tu fe no ceda; y tú, una vez que hayas vuelto, da sostén a tus hermanos.” (Luc. 22:31, 32, NW) De las doce ovejas especiales que Jehová le entregó a Jesús sólo una fué destrozada por el león devorador Satanás el Diablo. Note el siguiente informe que Jesús hace en su oración a Jehová en cuanto a su obra pastoral. “Cuando yo estaba con ellos yo los vigilaba por respeto a tu propio nombre que me has dado a mí, y los he guardado, y ninguno de ellos es destruído aparte del hijo de destrucción.” (Juan 17:12, NW) Como se indicó en la sombra patriarcal, Jesús no fué considerado responsable por la destrucción del traidor Judas Iscariote. Puesto que Jesús cuidó con buen éxito a una multitud de ovejas, trayéndolas a la vida eterna, tenemos como caudillo delante de nosotros al glorificado Jesucristo, ¡un pastor probado que es seguro y fidedigno!

      11. ¿Para qué obra educó Jesús a sus discípulos y cómo subrayó este punto al hablar con Pedro?

      11 Mientras Jesús desempeñaba su obra pastoral, al mismo tiempo estaba educando a sus discípulos para que fueran subpastores. Jesús siempre estuvo ocupado edificando su fe, para que pudieran estar en posición de aceptar las responsabilidades como custodios de las ovejas de Jehová. Antes de su ascensión al cielo Jesús al hablar con Simón Pedro dió énfasis a este punto de la obra pastoral. Tres veces subraya Jesús el punto. “‘Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?’ Él le dijo: ‘Sí, Señor, tú sabes que te tengo cariño.’ Le dijo a él: ‘Alimenta a mis corderitos.’ De nuevo él le dijo, por segunda vez: ‘Simón, hijo de Juan, ¿me amas?’ Él le dijo: ‘Sí, Señor, tú sabes que te tengo cariño.’ Él le dijo: ‘Pastorea mis ovejitas.’ Él le dijo por tercera vez: ‘Simón, hijo de Juan, ¿me tienes cariño?’ Pedro se afligió de que le dijera por tercera vez: ‘¿Me tienes cariño?’ De modo que le dijo: ‘Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te tengo cariño.’ Jesús le dijo: ‘Alimenta a mis ovejitas.’”—Juan 21:15-17, NW.

      12, 13. (a) ¿Qué consejo dió Pedro sobre el pastorear? ¿aplica hoy? (b) ¿Qué responsabilidades tienen que aceptar los siervos de congregación hoy día?

      12 Este mismo Pedro llegó a ser un fiel subpastor que seguía las pisadas de su Señor y Maestro Jesucristo. A los compañeros subpastores de su tiempo y con igual fuerza a los verdaderos ministros cristianos de la actualidad, Pedro dió consejo sabio. “Pastoreen la grey de Dios entre ustedes, no por fuerza, sino voluntariamente, tampoco por amor de ganancia deshonrosa, sino con anhelo, ni como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose dechados de la grey.” (1 Ped. 5:2, 3, NW) Por eso ahora en este tiempo, cuando centenares de miles de las “otras ovejas” del Señor están siendo congregadas en la organización de la “una sola manada” de la sociedad entrante del nuevo mundo, la sombra patriarcal de la responsabilidad pastoral bosqueja en detalle la responsabilidad pastoral moderna en la realidad entre las congregaciones de los testigos cristianos de Jehová. Todos ustedes los que son siervos ministeriales en las congregaciones, ¿cómo están cumpliendo con los requisitos divinos?

      13 ¿Están ustedes desempeñando la vigilancia seriamente como siervos maduros de Dios? ¿Aceptan ustedes voluntariamente sus deberes como tales siervos asignados, no por amor de ganancia fraudulenta sino ansiosamente en su amor por Dios y su compañero cristiano? ¿Está usted alimentando eficazmente a las ovejas del Señor con el debido alimento espiritual que Jehová provee tan ricamente en su mesa? ¿Se esfuerza usted por ayudar a los espiritualmente enfermos y a los espiritualmente pobres a recobrar salud y riqueza espirituales para que sean miembros fuertes de su grupo local de testigos predicadores? ¿Está usted protegiendo las ovejas con lo mejor que puede contra los ataques de los demonios y Satanás, para que no sean arrebatadas de la manada verdadera? Si una de ellas se descarría, ¿se esfuerza usted por recobrar esta oveja perdida, para que haya gozo debido al regreso de un arrepentido que fué entristecido de un modo piadoso y así rescatado de destrucción posible? (2 Cor. 7:8-11, NW) Si los subpastores modernos pueden contestar todas estas preguntas afirmativamente, entonces están cumpliendo con sus responsabilidades teocráticas como se ejemplificó por los pastores Jesús y los apóstoles.

      14. ¿Qué responsabilidades pastorales recaen sobre todos los testigos de Jehová, y cuán serio es este asunto?

      14 Pero de modo más amplio todos los testigos de Jehová como ministros tienen responsabilidades pastorales en sus respectivos territorios dondequiera que predican. Ahí en sus territorios individuales hay muchas de las “otras ovejas” en perspectiva, ovejas perdidas y enfermas que tienen que ser cuidadas amorosamente por el ministro pastoral comisionado. Si esto se debe a nuestra negligencia al no cuidar a estas ovejas que el gran Propietario, Jehová Dios, puso en nuestra custodia, seremos considerados responsables por la vida de las tales. “Hijo del hombre, te asigno como centinela a Israel; cuando quiera que oigas una palabra de mí, tú tienes que darles mi amonestación. Cuando yo digo al inicuo, ‘Tienes que morir,’ si tú no le amonestas, si tú no dices nada para amonestar al inicuo de su curso inicuo, para salvar su vida, entonces ese hombre inicuo morirá por su iniquidad, pero yo te consideraré responsable por su muerte.” (Eze. 3:17, 18, Mo) Por eso si tratamos de ayudar a estos descarriados ahora con el mensaje de vida del Señor y si a pesar de nuestros esfuerzos Satanás el león rugiente los devora, entonces estamos libres de responsabilidad por tales ovejas en perspectiva destruídas. Pablo expresó la seriedad de nuestro ministerio pastoral cuando dijo, “Necesidad me está impuesta. Realmente, ¡ay de mí si no declarare las buenas nuevas!” (1 Cor. 9:16, NW) Igual que Jesús y los apóstoles, los fieles subpastores modernos que desempeñan seriamente su ministerio tendrán la satisfacción de ver la preservación de una vasta multitud de las otras ovejas del Señor a quienes ellos han tenido el privilegio de encontrar, ayudar y proteger en camino a la vida eterna.

      ESCLAVITUD

      15. ¿Cómo surgió la esclavitud voluntaria en tiempos patriarcales, y qué vino con ello a tales esclavos?

      15 Otro tema de interés es el de la esclavitud que existió en los días de los patriarcas, costumbre que aparentemente brotó de los tiempos de Noé. Parece que cuando cierta unidad de familia bajo su cabeza de familia entraba en tiempos de dificultad económica, debido a mala administración o a reveses monetarios que resultaban en contraer deudas, la cabeza de tal familia podía acabar con la deuda vendiéndose él mismo y a su familia en esclavitud, legal y voluntariamente. Esto quería decir venderse a su acreedor por la suma que cubría la deuda o venderse a una cabeza de familia que gozaba de prosperidad monetaria y podía pagar el precio de venta para librar al nuevo esclavo de su deuda. A cambio de los servicios futuros de la familia subordinada la familia más rica convenía en alojar, vestir y alimentar a los esclavos voluntarios recién adquiridos por arreglo. Este arreglo le proporcionaba un medio temporario de existencia a la unidad de familia que servía en esclavitud. Esto era mejor que el sufrir pobreza. Es evidente, pues, que ese servicio de esclavo en aquellos días quería decir empleo servil con las necesidades de la vida aseguradas por un patriarca o cabeza de familia superior. Tome nota del cuidado que José recibió en su esclavitud en Egipto.—Gén. 39:1-6.

      16. ¿Qué provisión había para ser libertados de ese tipo de esclavitud?

      16 La ley uniforme y acostumbrada que regía tal esclavitud voluntaria en el Levante antiguo hacía provisión además para la redención por el esclavo mismo si heredaba dinero después o por un pariente cercano. La redención o el ser comprado consistía en efecto en el pago de un precio negociado con el propietario del esclavo para su libertad. A su vez el esclavo y su familia tenían el derecho de recibir regalos de su anterior amo por servicios pasados.a El servicio esclavizado como estado temporario a veces duraba por generaciones cuando un pariente cercano redentor no proveía prestamente el rescate. Recordamos a los doce hijos de Jacob y sus familias que voluntariamente entraron a Egipto para residir allí y después fueron sometidos a esclavitud por Faraones agresivos. Los israelitas permanecieron esclavizados por algunas generaciones.—Éxo. 2:23.

      17. ¿Qué dijo la Ley de Moisés acerca de la servidumbre voluntaria?

      17 En los días de Moisés el pacto de la Ley legislado por revelación divina incorporó la mayor parte de las provisiones que gobernaban la servidumbre voluntaria. “Asimismo cuando empobreciere tu hermano junto a ti y se te vendiere, no le harás servir como esclavo: estará contigo como jornalero y como transeúnte; hasta el año del jubileo te servirá. Entonces saldrá de tu poder, él y sus hijos juntamente con él, y volverá a su parentela; volverá también a la posesión de sus padres. Y cuando la mano del extranjero, o del transeúnte que mora en medio de ti, adquiriere riquezas, y mientras tanto empobreciere tu hermano junto a él, y se vendiere al extranjero . . . después de vendido le quedará el derecho de redención: uno de sus hermanos deberá redimirle.” (Lev. 25:39-41, 47-49) Incidentalmente, en contraste con el benévolo arreglo mencionado anteriormente también había la costumbre de hacer esclavos involuntarios de cautivos de guerra, quienes no podían ser redimidos. Este último arreglo opresivo de esclavitud debe haber originado con Nimrod y sus sucesores satánicos que recurrían a las guerras.

      18. ¿A qué se debe que el hombre se halle en cautiverio? Describa su situación.

      18 Como miembros de la familia humana hoy los hombres se hallan en esclavitud al pecado y la muerte. Nuestro antepasado Adán insensata y voluntariosamente entró en esclavitud al pecado y la muerte por el precio de comer fruto prohibido en obstinación. Él se vendió y vendió a toda su familia futura al servicio de la muerte. La muerte empezó a gobernar como rey. Esta obligada esclavitud a la muerte ha pasado a todos los hombres. Todos han sido vendidos a una existencia insegura y servil. “Porque la creación fué sujeta a futilidad.” (Rom. 8:20, NW) Ni un solo miembro de la familia humana ha podido pagar el precio sumamente elevado de una vida humana perfecta para comprarse y salir de este cautiverio mortífero. “Por medio de un solo hombre el pecado entró al mundo y la muerte por medio del pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado—. No obstante, la muerte rigió como rey desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no habían pecado a la manera de la transgresión de Adán, el cual se asemeja al que había de venir.” (Rom. 5:12, 14, NW) Habiendo originalmente inducido al hombre a perder su libertad en la casa teocrática de Dios, Satanás, el dios inicuo de este viejo mundo malo, ha tratado además de mantener a la humanidad en cautiverio a sí mismo así como también en cautiverio a la muerte. Satanás ha venido a ser el gran carcelero y capataz de esclavos de su entera organización de hombres y demonios. Por esta razón los más de dos mil millones de personas que ahora viven en la faz de la tierra se hallan en un vasto cautiverio a sus dos amos opresivos, el “dios Satanás” y su aliado el “rey Muerte”.—2 Cor. 4:4, NW.

      REDENCIÓN EN REALIDAD

      19. ¿Hay esperanza alguna de ser libertados de esta esclavitud? ¿Quién es el pariente del hombre? Explique.

      19 ¿No hay esperanza de ser libertados de esta esclavitud? Sí, la hay. Y es por razón de la posiblidad de redención tal como se prefiguró en la ley patriarcal que hizo provisión para la compra de los que se entregaron a esclavitud. Recuerde que era un pariente el que tenía el derecho de redimir o comprar a su pariente de la servidumbre. Además, el pariente tenía que pagar un precio de rescate. ¿Quién, entonces, posiblemente podría ser el pariente cercano del hombre pecador que pagaría el altísimo precio exigido para su redención? Ese pariente cercano redentor no es otro sino el Perfecto, Jesucristo, que vino a ser carne humana para que pudiera ser pariente del hombre fiel. La Biblia le llama el “postrer Adán”. Jesús se refiere a sí mismo como el “Hijo del hombre”. (Juan 1:14; 1 Cor. 15:45; Mat. 16:13, NW) Así que hay una abundancia de evidencia para manifestar que Jehová Dios misericordiosa y amorosamente envió a su amado Hijo a la tierra para que fuera el pariente cercano del hombre para librar a los fieles de la destrucción. “Porque Dios amó tanto al mundo que dió a su Hijo unigénito, para que todo aquel que ejerza fe en él no sea destruído sino tenga vida eterna.”—Juan 3:16, NW.

      20, 21 (a) ¿Cuál era el precio de la redención? (b) ¿Cómo y cuándo pagó Jesús el precio?

      20 Las Escrituras también manifiestan que el hombre fiel fué comprado con un precio rescatador, porque dicen, “porque fueron comprados con un precio.” (1 Cor. 6:20, NW) Entonces, ¿qué fué ese precio? Conforme a los principios divinos de ‘vida por vida’ y la ‘vida está en la sangre’ la justicia de Dios exigía que el precio rescatador correspondiera perfectamente a la cosa que Adán perdió, a saber, la vida de un hombre perfecto. (Éxo. 21:23; Lev. 17:11) En otras palabras, el precio sería la sangre de un hombre perfecto, sangre que equivaliera a la del perfecto Adán antes de entrar él en cautiverio a la muerte. Y eso es exactamente lo que la Biblia indica. “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, un hombre Cristo Jesús, el cual se dió a sí mismo como rescate correspondiente para todos—esto es a lo que se dará testimonio a sus propios tiempos particulares.”—1 Tim. 2:5, 6, NW.

      21 Jesús mismo expresa que uno de los propósitos de venir él a la tierra fué el de derramar su sangre vital perfecta en muerte como un precio rescatador para comprar la liberación de multitudes de la esclavitud. “El Hijo del hombre vino, no para ser servido, sino para servir y para dar su alma como rescate en cambio por muchos.” (Mat. 20:28, NW) Jesucristo suministró ese precio rescatador en Jerusalén, el viernes 14 de nisán (1 de abril) de 33 d. de J.C., cuando sus enemigos, la jerarquía judía y sus aliados romanos, lo ejecutaron en el madero de tormento. Pero la victoria de sus enemigos duró poco, porque el 16 de nisán (3 de abril) Jehová Dios ejecutó

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