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Carta de la SucursalMinisterio del Reino 1972 | noviembre
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Carta de la Sucursal
Estimados publicadores:
Aquí en Betel parece que estamos más ocupados que nunca. ¡El total de pedidos de libros que están pendientes por llenar es de aproximadamente 16 millones! Para ayudarnos a satisfacer la demanda, hemos estado operando temporalmente tres líneas de encuadernación por la noche. En verdad, el promedio de trabajo de un mes aquí es tremendo: Hacemos alrededor de 2 millones de libros, e imprimimos unas 200 millones de revistas. Cada mes La Atalaya y ¡Despertad! se producen al presente en 61 revistas separadas, en un total de 30 idiomas. De modo que hay mucho que hacer en Betel, y todo ello es una parte muy necesaria de la obra al predicar “estas buenas nuevas del reino.” Por supuesto, para lograr hacer toda esta gran cantidad de trabajo, se necesitan personas. ¿Está usted en situación de poder ayudar?
Debido a la clase de trabajo que se hace aquí, hay ciertos requisitos que tienen que llenar los solicitantes. Los que se invitan son hombres y mujeres jóvenes entre las edades de 19 y 40 años. También pueden solicitar parejas casadas que disfruten de buena salud, que tengan más de 25 años de edad y que hayan estado casadas por más de tres años. No deben tener obligaciones o responsabilidades actualmente hacia miembros de su familia. Todos los que solicitan el servicio de Betel tienen que convenir en quedarse en Betel por lo menos por cuatro años. Pero, mejor aún, ¿por qué no hacer del servicio de Betel su carrera, su trabajo de toda la vida?
A todos los que solicitan les debe gustar el trabajo duro, porque eso es lo que hacemos aquí en Betel. Tenemos una gran cantidad de trabajo que se ha de hacer en la casa Betel, la fábrica, la oficina y la Granja de la Watchtower. Hombres y mujeres jóvenes que estén dispuestos a trabajar duro y dedicarse de tiempo cabal para servir a Jehová en Betel deben escribir a la Oficina del Presidente y pedir una solicitud para el servicio de Betel. Pero antes de escribir, sírvase leer las páginas 143-145 del libro Organización para predicar el Reino y hacer discípulos, bajo el subtítulo “Servicio de Betel.” Haga de esto un asunto de oración. Si usted llenó una solicitud antes de la asamblea “Gobernación Divina” y todavía quiere venir, sírvase pedir una nueva solicitud. Quizás se le invite a venir pronto para trabajar en Betel, “la casa de Dios.”
Como es digno de una familia que lealmente se adhiere al gobierno teocrático, los miembros de la familia de Betel hacen su trabajo porque aman a Jehová Dios. Es una familia que tiene un interés por delante, y eso es el dar a conocer el nombre de Jehová y anunciar su reino. ¡Qué gozo tienen en efectuar esta labor de amor a favor de sus compañeros de trabajo y toda la humanidad! Esperamos que más de entre ustedes puedan compartir nuestro gozo, especialmente por medio de hacer de Betel su carrera en la vida.
Sus hermanos,
LA OFICINA DE SUCURSAL DE BROOKLYN
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El Gran MaestroMinisterio del Reino 1972 | noviembre
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El Gran Maestro
1 Jesús es el Gran Maestro. No solo tenía él conocimiento exacto, sino que también sabía cómo instruir de una manera que realmente beneficiaba a los que lo escuchaban. Como discípulos o “aprendices” de Jesús, queremos copiarlo en su diestra manera de enseñar, así como él mismo copió a Jehová Dios.—Juan 8:28.
2 Jesús amaba a la gente. Cuando enseñaba tomaba en consideración a los que lo escuchaban, y hablaba de tal manera que les tocaba el corazón. Por el uso diestro de ilustraciones, así como preguntas, repetición y otras ayudas para enseñar, hizo sus presentaciones eficaces e interesantes tanto para los jóvenes como los ancianos. En vez de solo “decir” cosas a la gente, Jesús ayudaba a los que le escuchaban a pensar claramente en cuanto a los puntos que se presentaban y a llegar a las conclusiones correctas.
3 Durante noviembre estaremos mostrando amor como el de Jesús al informar a otros acerca del Gran Maestro y su Padre celestial. Una manera en que haremos esto es por medio de destacar el libro Gran Maestro en nuestro ministerio del campo. Esta nueva publicación contiene muchas de las mismas ilustraciones que Jesús usó tan diestramente para instruir a los que lo escuchaban en los principios de la justicia, y ¿no es cierto que hoy se necesita esta instrucción mucho más que nunca antes? Muchos padres ahora ven la necesidad de enseñar a sus hijos acerca de Dios con el fin de contrarrestar el ateísmo que rodea a sus pequeños amados. Gustosamente recibirán el libro Gran Maestro, tal como lo hizo una madre que después de leer la invitación en la última página de The Watchtower del 15 de junio de 1972, escribió: “Señores, tengan la bondad de enviarme un ejemplar de Escuchando al Gran Maestro. Tengo un hijo de cinco años de edad y todavía no lo he llevado a la iglesia. Espero que este libro me ayude a explicarle acerca de Dios y me ayude a darle la clase correcta de guía.”
4 Muchísimos padres tienen el mismo estado de ánimo; reconocen que las iglesias de la cristiandad han fracasado como maestros de los justos principios y que si a sus hijos se les va a enseñar correctamente los asuntos morales y religiosos, esta enseñanza tiene que venir de una fuente distinta de las iglesias. Pero, ¿de dónde? Muchos no saben. ¡Qué gozo podemos tener al ayudar a los padres preocupados a ver cómo el libro Gran Maestro está preparado para que los padres y los hijos lo lean juntos!
5 ¿Ha resultado eficaz el libro Gran Maestro entre los jóvenes? ¡Sí! Una carta que tenemos a mano
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