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Aplicando principios bíblicos en un mundo impíoLa Atalaya 1963 | 1 de septiembre
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e hijos. Es un factor fuerte para poner coto a la delincuencia en hogares donde ésta domina.—1 Cor. 8:1; Heb. 12:7-9.
SOLUCIONANDO PROBLEMAS SOCIALES
La discriminación racial y el maltrato de personas solamente a causa de sus raíces nacionales constituyen otros problemas que prevalecen debido a no aplicar los principios bíblicos. La Biblia no es un libro nacionalista, que enseñe que los habitantes de un país son mejores que los de cualquier otro lugar, engendrando sentimientos de superioridad nacional o racial, haciendo que un grupo menosprecie a otro. Más bien, deja en claro que Dios “hizo de un solo hombre toda nación de hombres, para habitar sobre la entera superficie de la tierra,” y manda a todos: “Debes amar a tu prójimo como a ti mismo.” (Hech. 17:26; Mat. 22:39) La aplicación de sus principios ha hecho posible que cristianos verdaderos de entre todas las naciones hayan sido unidos como miembros de una gran familia espiritual. Pueden reunirse, trabajar juntos y vivir juntos en paz y armonía. Se hallan contentos, no solo entre personas de la misma raza o las de la misma nacionalidad, sino entre sus hermanos cristianos en todas partes del mundo.—Isa. 2:2, 3; Apo. 7:9.
Aun para con los que discriminan en su contra ellos siguen un proceder de paz. Siguen el consejo de Jesús: “Sigan amando a sus enemigos y orando por aquellos que los persiguen,” y, “al que te dé un bofetón en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.” Ellos saben que “la respuesta, cuando es apacible, aleja la cólera.” Por lo tanto para ellos el aplicar los principios bíblicos es el proceder más práctico en este mundo impío.—Mat. 5:44, 39; Pro. 15:1.
Otro campo en el cual la aplicación de principios bíblicos trae grandes bendiciones es el de las relaciones entre los patrones y los empleados. Piense tan solo en la cantidad de tiempo que se pierde como resultado de no dar los empleados un día cabal y justo de trabajo. Considere, también, que, según Juan S. Mee, un ejecutivo principal de seguros, en cada día de trabajo a los hombres de negocios, organizaciones e industrias estadounidenses los trabajadores los estafan en más de 200,000,000 de dólares. Pero los que aplican los principios bíblicos no tienen parte alguna en esta falta de honradez. Ellos siguen la regla: “Que el que roba no robe más, sino más bien que haga trabajo duro, haciendo con las manos lo que es buen trabajo.” (Efe. 4:28) No solamente el robar mercadería y equipo del taller sino también el “holgazanear en el trabajo” es reconocido por los cristianos como robo, y ellos están bajo el mandato de no robar. Saben que son responsables a Dios por lo que hacen; de modo que hacen hasta su trabajo seglar como para Dios y no para el hombre. Tienen presente el consejo bíblico a los trabajadores: “Sean obedientes en todo a los que son sus amos en un sentido carnal, no con actos de uno que trabaja solo cuando lo vigilan, como quienes procuran agradar a los hombres, sino con sinceridad de corazón, con temor de Jehová. Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres, porque ustedes saben que es de Jehová que recibirán la debida recompensa de la herencia.”—Col. 3:22-24.
Los patrones también tienen principios bíblicos que los gobiernen. El consejo dado a amos de esclavos en el primer siglo da materia en que pensar a patrones del día moderno: “Amos, sigan administrando lo que es justo y lo que es equitativo a sus esclavos, sabiendo que ustedes, también, tienen Amo en el cielo.” (Col. 4:1) Amor sincero de parte de ellos hacia el prójimo y el estar conscientes de que son responsables a Dios les impulsan a conducir sus asuntos de negocios de tal manera que tengan la conciencia limpia delante de Dios y de los hombres y puedan gozar de buenas relaciones con sus empleados. Sí, el aplicar principios bíblicos produce buen fruto aun en medio de un mundo impío.
SOLEDAD Y TEMOR
Hoy día el problema de la soledad, y del aburrimiento deprimente que a menudo la acompaña, parecen estar más ampliamente esparcidos que nunca antes. ¿De qué manera puede una aplicación de principios bíblicos ayudar a la gente a vencer estos problemas?
Básico al vivir cristiano es la asociación. El mismísimo modo de vivir de ellos ha de ser provechoso y útil a otros. Se les insta a ‘considerarse los unos a los otros para incitar al amor y a obras excelentes, no abandonando el congregarse juntos.’ (Heb. 10:24, 25) En la asociación regular en reuniones de congregación varias veces cada semana ellos gozan del compañerismo con otros que se interesan en ellos, y aun en otros días su actividad cristiana les acerca estrechamente a sus familias y les mantiene en comunicación con otros de la congregación cristiana. La misma naturaleza de la obra que Dios les asigna a los cristianos llena a uno de un sentimiento de valor, produciendo satisfacción profunda. Su brillante esperanza del justo nuevo mundo de Dios los llena y se desborda a otros en su derredor. Por medio de dar de sí mismos y compartir con otros las buenas cosas que han aprendido de la Palabra de Dios, hallan felicidad. Porque, ¿no dijo Jesús: “Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir”? (Hech. 20:35) Como personas que aplican principios bíblicos, son un pueblo activo, feliz.
El temor constituye otro problema abrumador—el temor de la aniquilación nuclear en una guerra global. El que usted aplique los principios bíblicos no impedirá que los impíos usen sus armas, pero los que tienen confianza en Dios no temen lo que las naciones pudieran hacer. Ellos saben que Dios no permitirá que la Tierra sea arruinada de modo que el humano no pueda habitar en ella, porque él ha prometido destruir a los inicuos y hacer que ésta sea un hogar paradisíaco para la humanidad obediente. (Apo. 11:18; Sal. 37:10, 11) Aun ante la muerte los que confían en Dios no pierden su esperanza. Saben que Dios, el Creador de la vida, puede darles vida de nuevo por medio de una resurrección de entre los muertos. A causa de eso el apóstol Pablo dijo: “No queremos que . . . se aflijan así como hacen también los demás, que no tienen esperanza. Porque si nuestra fe es que Jesús murió y volvió a levantarse, así, también, a los que se han dormido en la muerte por medio de Jesús, Dios los traerá con él.”—1 Tes. 4:13, 14; Hech. 24:15.
¿Hay verdaderamente personas en la Tierra hoy que crean en estos principios bíblicos y vivan en armonía con ellos? ¡Por cierto que sí! La sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová. Debido a esto el Sentinel de Milwaukee del 24 de agosto de 1961, al hablar acerca de los testigos de Jehová, dijo: “No concuerdan solamente en cuanto a las trivialidades de la vida, sino en las cosas vitales—reglas de conducta, adherencia a principios, la adoración de Dios.” Compruébelo usted mismo. Visite el Salón del Reino de los testigos de Jehová en su vecindad. Usted hallará a los testigos de Jehová gustosos en compartir con usted y otros las respuestas bíblicas para los problemas a que todos nos enfrentamos en este mundo impío.
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Contestada su oraciónLa Atalaya 1963 | 1 de septiembre
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Contestada su oración
Un testigo de Jehová de Massachusetts (E.U.A.) tuvo esta experiencia: “Toqué a la puerta no hace mucho y, cuando empecé a testificar, la señora, sonriendo, dijo: ‘¿Es usted un testigo de Jehová?’ Dije que sí. Entonces ella me invitó a entrar en la casa y me dijo que acababa de orar pidiendo que un Testigo la visitara. Y tan pronto había orado sonó el timbre de la puerta, y allí estaba yo. Lo significativo de la visita fue que yo no tenía la intención de visitar ese hogar cuando salí de mi automóvil. Antes había dejado dos revistas a un hombre que mostró muy poco interés, pero entonces, súbitamente me vino la idea de visitar el lugar de todos modos.”
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