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La expresión del amorLa Atalaya 1950 | 15 de mayo
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soberanía de Jehová, el amor expone las mentiras que Satanás el Diablo y sus paniaguados han forjado contra Jehová y su Cristo. No busca compañía con los guías religiosos que pretenden representar a Dios pero que propagan mentiras religiosas acerca de Él y luchan contra la verdad, tratando de estorbarla y de suprimirla.—Rom. 1:18.
26 Deseoso de tener y de retener la verdad, el amor prueba todas las cosas que se profetizan y que se le predican pero retiene únicamente lo que es bueno. No acepta maliciosamente una mentira concerniente a otro, ni trata de forjar una mentira en contra de otra persona basándose sobre evidencia circunstancial. Pero si se descubre la verdad y se declara y eso perjudica a otro y se le castiga por esa causa, nosotros continuaremos felices en esa verdad. No podemos cambiar la Palabra y el propósito de Dios, y Dios no ajustará su Palabra y propósito a nuestro antojo. Nosotros tenemos que ceder o acomodarnos para estar en completo acuerdo con su Palabra y propósito. Estaremos ansiosos de hacerlo si tenemos amor, que proviene de él. Si hacemos esto tendremos la seguridad de que la vida será un gozo, porque con la vida tenemos el amor y la verdad y estamos de parte de lo correcto. La verdad permanecerá para siempre, y por eso el amor tendrá razón eterna para gozarse. La justicia pronto triunfará sobre la injusticia por dondequiera, para la vindicación de la soberanía universal de Jehová, dándonos todavía más razón para gozar.
FUERTE, CONFIADO, ESPERANZADO
27, 28. ¿Cómo es que el amor “todo lo cubre”, y por qué es así ahora?
27 ¿Cómo podría Satanás el Diablo matar o vencer el amor cuando, según dice el apóstol por fin, el amor “todo lo soporta [lo cubre], todo lo cree, todo lo espera, todo lo sufre”? (1 Cor. 13:7, Ver. Hisp.Am.) Porque el amor es muy sufrido, el cristiano que lo cultiva será lento en exponer ante los demás a uno que le ha perjudicado. Seguirá la regla establecida por Jesús en Mateo 18:15-17 y tratará de allanar la dificultad personalmente con el que le ofendió. De esa manera no expone ante los representantes de la congregación cristiana el mal que todavía no se ha corregido hasta que no sea como último recurso. Entonces lo hará únicamente porque es para el bienestar del ofensor. Si no es demasiado serio, excusará la ofensa con amor, sin más rodeos. El amor es bondadoso en este sentido: “puede pasar por alto las faltas.” (Weymouth [en inglés]) Excusará ofensas. Esto no significa que el amor cubrirá la mala conducta y las violaciones que correctamente deben divulgarse a los que tienen autoridad, que deben estar enterados acerca de estas cosas y dar pasos para el bien de todos en la organización. El interés que tenemos para el bienestar de la mayoría debe impulsarnos a divulgar estas cosas a las personas autorizadas.
28 Pero la persona que tiene amor tendrá cuidado de no avergonzar o menospreciar al ofensor ante el público si el asunto puede arreglarse de una manera callada y más fácil que no causará una riña o división entre los que podrían tomar lados en el asunto. Proverbios 10:12 dice: “El odio suscita rencillas; mas el amor cubre toda suerte de ofensas.” Cuando una persona se arrepiente de su ofensa después que se la indicamos en privado, y si confiesa su mal y pide perdón y hace restitución por cualquier perjuicio, ¿por qué hemos de divulgar la ofensa a cualquiera? ¿Por qué chismear o escribir cartas acerca de eso? El amor no hace tal cosa. Así manifestará que su perdón es verdadero, que por completo ha cubierto el asunto igual como lo hizo Dios. Ya que hemos llegado al fin de este mundo, se nos exhorta especialmente que sigamos este proceder pacífico: “el fin de todas las cosas se acerca; sed pues sobrios, y vigilantes en las oraciones: teniendo, ante todo, ferviente amor entre vosotros; porque el amor cubre una multitud de pecados.”—1 Ped. 4:7, 8.
29, 30. ¿Cómo es que el amor “todo lo cree”? y ¿cómo lo acepta?
29 Pero, ¿nos hace crédulos, aceptando todo lo que se dice, ya que el apóstol dice que el amor “todo lo cree”? No, pero hace que aceptemos la verdad aunque parezca más extraña que la ficción o aunque todo el mundo descreído se burle de ella. Creer significa tener fe, y la fe es un fruto del espíritu de Dios. De modo que cree todo lo que Dios dice en su Palabra, aunque no nos sea posible entenderlo y aunque parezca imposible debido a que al tiempo presente no conocemos todos los hechos y no se puede explicar de una manera científica. El amor prueba los espíritus o declaraciones inspiradas, y cree los que están en armonía con Dios porque están en armonía con su Palabra escrita. No es como los israelitas fuera de Egipto en el desierto. Los doce espías que fueron enviados por el profeta Moisés regresaron de su reconocimiento de la Tierra Prometida. Diez de ellos rindieron un informe falso acerca de las posibilidades de quitarles la tierra a los ocupantes paganos. Los israelitas creyeron a éstos, la mayoría de los espías, y cedieron al temor y a la rebelión. Pero Josué y Caleb rindieron un informe verdadero y fiel y les animaron a que tuvieran fe en Dios y en su habilidad para darles la tierra. En vista del informe de la mayoría esto parecía ser cosa imposible a los israelitas. De modo que rehusaron creer a Josué y a Caleb. Esto probó que no amaban a Dios, porque rehusaron creer en su habilidad para sojuzgar a los enemigos que estaban en la tierra y para cumplir su pacto de darles la tierra. No amaron a los que hablaron la verdad, y por consecuencia perdieron en cuanto a la verdad y en cuanto a la Tierra Prometida. (Núm. 13:1 a 14:12) El amor no tiene un corazón descreído.
30 Por supuesto, no acepta todo lo que se predica y profetiza, porque sabe que el enemigo Satanás el Diablo ha enviado a personas falsas por todo el mundo para engañar. De manera que fortifica a los cristianos contra el ser crédulos dirigiéndolos a la Palabra de Dios para que prueben todo mediante esta norma de verdad inspirada e infalible. Cree todas las cosas en la Palabra de Dios porque es la verdad. Si no creyera todas las cosas en esa Palabra, no la usaría como la autoridad máxima para determinar qué cosa es la verdad. Cuando Pablo predicó la Palabra a la gente sincera de Berea en aquel entonces, ellos manifestaron que tenían un amor razonable, porque “recibieron la palabra con la mayor prontitud, examinando las Escrituras diariamente para ver si estas cosas eran realmente así. Por lo cual muchos de ellos creyeron.” (Hech. 17:11, 12) De modo que hoy creemos amorosamente todo lo que nos viene por medio de la organización teocrática de Jehová y que se basa sobre su Palabra de verdad.
31. ¿De qué maneras es verdad que el amor “todo lo espera”?
31 La creencia o la fe es la substancia o base de cosas que se esperan. De manera que, igual que creer todas las cosas, el amor “todo lo espera”. Eso incluye todas las cosas que Dios ha prometido en su Palabra y que están en armonía con lo que él ha prometido. Por esta razón nuestras esperanzas no son falsas. En este sentido nuestra esperanza es un yelmo para nuestra cabeza o mente. (1 Tes. 5:8) Tenemos razón en cuanto a lo que deseamos y esperamos, principalmente el reino de Dios mediante Cristo Jesús, el cual vindicará Su nombre y soberanía y bendecirá a todos los hombres de buena voluntad. De modo que esta esperanza nunca nos desilusionará ni nos dejará avergonzados. Nos da confianza, nos hace gozosos, nos sustenta. Nos hace esperar el fruto con paciencia, entre tanto que seguimos con el trabajo de predicar la verdad. El amor nos impele a decirles a otros con mansedumbre y reverencia el motivo de la esperanza que tenemos, y nos hace esperar lo mejor para toda la gente querida parecida a ovejas que encontramos y que escuchan nuestro mensaje de verdad. Luchamos contra la impaciencia en cuanto a ellos, y deseamos y esperamos lo mejor para los que son débiles en fe entre nosotros. (Heb. 3:6; Rom. 12:12; 1 Ped. 3:15) De esta manera nuestras esperanzas no nos impelen hacia la acción egoísta, porque todo lo que nosotros deseamos y esperamos son las mismas cosas que el amor tiene asidas con confianza.
32. ¿Cómo es que el amor “todo lo sufre”, y por qué?
32 Fortalecidos de esta manera y apoyados por el gozo, la fe y la esperanza, el amor “todo lo sufre”. De modo que se requiere amor para mantener nuestra integridad para con Jehová Dios, porque la prueba de integridad hacia él es una de perseverancia. Siendo que aguanta todas las cosas, entonces no hay cosa alguna que el Diablo pueda hacer para probar la sinceridad de nuestra devoción y fidelidad a Dios que el amor no pueda sufrir, manteniéndonos de esa manera leales a Dios. La tribulación, una lucha poderosa de aflicciones, la crucifixión, la contradicción de pecadores, la disciplina de Dios, la tentación del Diablo, la opresión y las privaciones, sufrimientos inmerecidos por causa de nuestra conciencia, todas éstas son cosas que la Biblia menciona que el amor soportará. Es invencible. Sólo por medio del amor es posible recibir la vida eterna de Dios mediante Cristo, porque el amor cumple todos los requisitos de Dios. Para que podamos expresarlo para siempre jamás, Dios nos dará el poder de la vida eterna.
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Nuestra cualidad más grande y perdurableLa Atalaya 1950 | 15 de mayo
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Nuestra cualidad más grande y perdurable
1. ¿Cuál es la cualidad más grande que tiene la iglesia, y eso qué prueba?
LA CUALIDAD más grande que la verdadera organización cristiana puede tener hoy es el amor. Ese amor, implantado por el espíritu de Dios en su iglesia en el primer siglo, tiene que morar en ella ahora, probando que es su misma organización teocrática. Su iglesia es la organización por medio de la cual Dios expresa y demuestra esta cualidad excelente a todo el mundo. Diecinueve siglos de existencia entre un mundo egoísta no ha causado cambio alguno en la iglesia en este respecto: tiene esa cualidad divina y la expresa de la manera que Pablo describe tan hermosamente en 1 Corintios, capítulo 13.
2. A pesar de la cesación de profecía, lenguas, ciencia, ¿qué permanece?
2 Había de esperarse que hubiera algunos cambios después de los días de los apóstoles y en efecto los hubo. Notando esto, Pablo manifiesta por qué la iglesia es igual fundamentalmente hoy que en su día, diciendo: “El amor nunca se acaba: mas ora que haya profecías, terminarán; ora que haya lenguas, cesarán; ora que haya ciencia [conocimiento] terminará.” (1 Cor. 13:8) No, el amor no puede fracasar ni terminar así como Dios no puede fracasar ni terminar, porque “Dios es amor”. Por sobre todo lo demás, entonces, esta cualidad perdurable es la cosa que debe cultivarse, para que seamos como Dios. Puesto que Dios es el Supremo del universo y el amor siempre se expresará por él, el universo para siempre será gobernado por el amor. Esto asegurará el bienestar y la felicidad de toda la creación que vive. Profecías, lenguas, ciencia, todos estos dones milagrosos del espíritu de Dios han cesado entre la verdadera iglesia. Pero el poder profético de Dios nunca cesará, y en la Palabra escrita de Dios tenernos todo lo que necesitamos ahora en cuanto a profe cía. El conocimiento en cuanto al camino de la salvación se encuentra en esa Palabra, y en ella tenemos el beneficio de Su don de los apóstoles de Cristo. Los dones milagrosos del espíritu han cesado, pero no el espíritu mismo. Hoy el pueblo de Jehová está lleno del espíritu y está produciendo su fruto con abundancia. El espíritu es muy esencial.
3. ¿Por qué eran parciales el conocimiento y la profecía y por eso era de esperarse que cesaran?
3 Ningún hombre ha conocido todo lo que puede conocerse acerca de Dios y de su propósito. Ningún hombre ha profetizado todo lo que hay para profetizar, pero Dios ha usado a unos treinta y cinco hombres para escribir todo el conocimiento que se encuentra en la Biblia así como todas las profecías que ésta contiene. El conocimiento nunca permanece inmóvil,
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