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  • Educando a los hijos desde la infancia
    Cómo lograr felicidad en su vida familiar
    • oportunidad de empezar a edificar en sus hijos un conjunto de valores que puede sostenerlos durante toda la vida. No hay carrera mayor, ni trabajo más importante, que el de educar a sus hijos. ¡El tiempo en el cual empezar es tan pronto como nacen, en su infancia!

  • Lo valioso de disciplinar con amor
    Cómo lograr felicidad en su vida familiar
    • Capítulo 10

      Lo valioso de disciplinar con amor

      1. ¿Qué se necesita para que los hijos de uno sean obedientes?

      LOS hijos obedientes, amorosos, de buenos modales, no son así por casualidad. Han sido amoldados y producidos por medio del ejemplo y la disciplina.

      2. ¿Cómo chocan con el consejo de la Biblia los puntos de vista de muchos expertos en sicología infantil?

      2 Muchos expertos en sicología infantil ponen sobre los niños una señal de “no tocar,” como lo hizo uno que dijo: “¿Se dan cuenta ustedes las madres de que cada vez que dan nalgadas a su hijo muestran que lo odian?” Pero en su Palabra, Dios dice: “Quien detiene la vara odia a su hijo; mas el que le ama, le corrige con empeño.” (Proverbios 13:24, Versión Moderna) Hace unas décadas, especialmente en las naciones occidentales, abundaban los libros sobre la crianza de los hijos, con sus teorías de permisividad. La disciplina tendría el efecto de inhibir al niño e impedir su desarrollo, decían los sicólogos; y en cuanto a que se le dieran nalgadas, el solo pensar en ello los horrorizaba. Sus teorías chocaban de frente con el consejo de Jehová Dios. La Palabra de Dios dice que ‘se siega lo que se siembra.’ (Gálatas 6:7) ¿Qué han demostrado unas cuantas décadas de sembrar las semillas de la permisividad?

      3, 4. ¿Qué resultado ha tenido la falta de disciplina correcta en el hogar, y por eso qué recomiendan muchos?

      3 La abundante cosecha de crímenes y delincuencia es bien conocida. En muchas naciones industrializadas, más del 50 por ciento de los delitos serios se atribuyen a los jóvenes. En algunas partes del mundo, los terrenos escolares son semilleros para el desarrollo de desorganización de las clases, peleas, abuso verbal y obscenidades, vandalismo, asaltos, extorsión, incendios premeditados, robos, violaciones, drogas y asesinatos. El vocero de una federación de maestros de un país grande vio las raíces del problema de la disciplina en el hecho de que las escuelas no logran influir en los niños a una edad temprana, y atribuyó la delincuencia al deterioro que ha habido en la familia y al hecho de que los padres no quieren fijar normas razonables de comportamiento para sus hijos. Al considerar la pregunta de ‘por qué miembros de una misma familia se hacen delincuentes mientras que otros no,’ The Encyclopædia Britannica dice: “Los métodos disciplinarios de la familia pueden ser demasiado débiles, demasiado severos, o demasiado inconsistentes. La investigación norteamericana ha sugerido que la disciplina defectuosa posiblemente esté relacionada con aproximadamente el 70 por ciento de los hombres de disposición criminal.”

      4 Debido a los resultados que se han visto, muchos han cambiado de opinión y han vuelto a la disciplina.

      LA VARA DE LA DISCIPLINA

      5. ¿Cuál es el punto de vista bíblico sobre el dar nalgadas?

      5 El dar nalgadas a un niño puede salvarle la vida, porque la Palabra de Dios dice: “No retengas del mero muchacho la disciplina. En caso de que le pegues con la vara, no morirá. Con la vara tú mismo debes pegarle, para que libres su mismísima alma del Seol [el sepulcro] mismo.” También: “La tontedad está atada con el corazón del muchacho; la vara de la disciplina es lo que la alejará de él.” (Proverbios 23:13, 14; 22:15) Si los padres verdaderamente aprecian lo que funciona en el mejor interés de la vida de sus hijos, no dejarán que por debilidad o descuido se les escape la oportunidad de emplear acción disciplinaria. El amor los moverá a actuar, sabia y justamente, cuando sea necesario.

      6. ¿Qué está incluido en la disciplina?

      6 En cuanto a la disciplina misma, ésta no está limitada al castigo. Disciplina quiere decir básicamente ‘instrucción y educación o entrenamiento que se atienen a cierto orden o sistema.’ Por eso Proverbios 8:33 no dice: ‘sientan la disciplina,’ sino: “escuchen la disciplina y háganse sabios.” El cristiano, según lo que dice 2 Timoteo 2:24, 25, ‘necesita ser amable para con todos y estar capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo malo, instruyendo con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos.’ Aquí la palabra “instruyendo” se traduce de la palabra griega para disciplinar. Esa misma palabra se traduce así en Hebreos 12:9: “Tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?”—Versión Valera Revisada.

      7. ¿Qué beneficios se derivan de la disciplina que los padres dan?

      7 El padre o madre que no provee disciplina no se gana el respeto de su hijo, tal como los gobernantes no se ganan el respeto de sus ciudadanos cuando permiten que se siga cometiendo la maldad sin que se imponga el debido castigo. Cuando la disciplina se da correctamente, le prueba al niño que sus padres se interesan en él. Contribuye a un hogar pacífico, porque “a los que han sido entrenados por ella, da fruto pacífico, a saber, justicia.” (Hebreos 12:11) Los hijos desobedientes, que se portan mal, son una fuente de irritación en cualquier hogar, y estos niños nunca se sienten realmente felices, ni siquiera consigo mismos. “Castiga a tu hijo y te traerá descanso y le dará mucho placer a tu alma.” (Proverbios 29:17) Después que el niño recibe corrección firme, pero amorosa, puede tener una actitud algo diferente y un comienzo nuevo, y a menudo es compañía mucho más agradable. Sí, la disciplina verdaderamente “da fruto pacífico.”

      8. ¿Cómo pueden los padres disciplinar con amor?

      8 “A quien Jehová ama él disciplina.” (Hebreos 12:6) Lo mismo es cierto del padre o madre que realmente quiere lo mejor para su hijo. Debe dar la disciplina movido por amor. Tal vez sea normal airarse cuando la mala acción del niño hace que uno se sienta provocado, pero, como muestra la Biblia, uno debe ‘mantenerse reprimido bajo lo malo.’ (2 Timoteo 2:24) Después que uno se haya calmado, probablemente el pecado pueril no parezca tan grande: “La perspicacia del hombre ciertamente retarda su cólera, y es hermosura de su parte pasar por alto la transgresión.” (Proverbios 19:11; vea también Eclesiastés 7:8, 9.) Quizás haya circunstancias atenuantes: Tal vez el niño esté demasiado cansado o no se sienta bien. Quizás realmente haya olvidado lo que se le había dicho; eso les pasa a los adultos también, ¿verdad? Pero aun cuando una mala acción no ha de pasarse por alto, la disciplina no debe ser un arranque sin freno o un golpe que simplemente dé salida a la presión emocional del padre. La disciplina incluye instrucción, y si hay una explosión de ira el niño aprende una lección, pero no acerca de ejercer gobierno de uno mismo, sino de la falta de esa cualidad. En este caso el sentimiento de que sus padres se interesan en él, que el niño percibe cuando la disciplina se administra bien, está ausente. Por lo tanto, el equilibrio es esencial y promueve la paz.

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