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  • Beneficios y galardones por hallarse en seguridad espiritual
    La Atalaya 1975 | 1 de marzo
    • aumentará la “largura de días” del resto ungido en la Tierra hasta el punto de satisfacer a los miembros de éste. Está por verse si todavía serán retenidos aquí en la Tierra para ver el comienzo de la resurrección de los muertos terrestres y para tratar personalmente a los testigos fieles de tiempos antiguos, precristianos. Disfrutarían de eso, antes de ser llevados de la escena terrestre al galardón celestial con Cristo.

      37. ¿Con qué “largura de días” será posible que se satisface a los miembros de la “grande muchedumbre”?

      37 A los de la “grande muchedumbre,” que permanecen fieles al Soberano Universal Jehová Dios a través de la prueba decisiva después del fin del reinado de mil años de Cristo sobre la humanidad, se les satisfará con “largura de días” para vida eterna, vida sin fin en el “Paraíso de Placer” terrestre bajo la soberanía universal de Jehová. ¡Oh cuán remuneradora es la adoración de Jehová!

      38. Si alguno que “more en el lugar secreto” muere en fidelidad antes del fin de la guerra de Dios en Har-Magedón y de abismar a Satanás, ¿por qué no refutará esto de manera alguna lo importantísimo que es la seguridad espiritual?

      38 ¿Apreciamos ahora, sinceramente deseamos, la seguridad espiritual que Jehová Dios suministra? ¿No es esta clase de seguridad importantísima si queremos ser salvaguardados para los galardones gloriosos que Él tiene reservados para todos sus adoradores fieles? A todos los que confiadamente permanecen en el lugar de seguridad espiritual de Jehová, ‘morando en el lugar secreto del Altísimo,’ se les hará “ver la salvación por mí,” por Jehová. (Sal. 91:16) Esto aplicará, aun si los días de uno en fidelidad son abreviados en la muerte antes que realmente sea introducido el justo Nuevo Orden después de la “guerra” de Jehová en Har-Magedón y la encarcelación de Satanás y sus demonios en el abismo. (Rev. 20:1-6) El Dios Todopoderoso todavía puede suministrarle a uno salvación de una muerte en fidelidad por la prometida resurrección de los muertos. ¡Los que abandonan el lugar divino de la seguridad espiritual jamás pasarán a través de la venidera “grande tribulación” con la aprobación de Dios ni verán la salvación por Él!

      39. ¿Qué placer debemos querer que Jehová tenga en el caso de cada uno de nosotros, y cómo podemos dejar que lo tenga?

      39 Jehová se complacerá en hacer que veamos la salvación por Él y por medio de Jesucristo su Hijo. Amorosamente dejemos que Él tenga este placer divino en el caso de cada uno de nosotros. Podemos dejar que lo tenga permaneciendo dignamente en el “lugar secreto” de la seguridad espiritual que él ha provisto para Sus adoradores fieles.—Pro. 21:31; Rev. 7:9-17.

  • Preguntas de los lectores
    La Atalaya 1975 | 1 de marzo
    • Preguntas de los lectores

      ● ¿Hay alguna verdadera objeción a que un testigo de Jehová “concierte citas” con un no Testigo que respeta las creencias del cristiano?—EE. UU.

      La Biblia no comenta en cuanto a “concertar citas,” puesto que ésta es una práctica moderna, pero sí contiene principios orientadores.

      Los cristianos devotos no consideran el “concertar citas” simplemente como diversión. Más bien, lo consideran como un aspecto del cortejo, un paso serio hacia el matrimonio. En cuanto al matrimonio, las Escrituras animan a escoger un cónyuge que esté “en el Señor,” un creyente, y no simplemente una persona que ‘respeta las creencias de uno.’ (1 Cor. 7:39) De consiguiente, el que concertara citas con un incrédulo con la mira de hallar un cónyuge estaría obrando de manera contraria a la admonición de la Biblia.

      Por otra parte, también, aunque algunos incrédulos respetan las creencias de uno, ellos mismos no están siguiendo el consejo de la Palabra de Dios. Siendo éste el caso, quizás se inclinen a tomar ciertas libertades con alguien del sexo opuesto. No siendo inmune a los deseos de la carne, el cristiano podría ceder a la tentación cuando estuviera con un incrédulo. “No se extravíen,” amonesta la Biblia. “Las malas asociaciones echan a perder los hábitos útiles.”—1 Cor. 15:33.

      Aunque se evite conducta inmoral, un incrédulo no es un buen asociado. La persona que no es adoradora devota de Jehová Dios no podría ser fuente de verdadero estímulo al que lo es. Un incrédulo, aunque parezca ser una ‘buena persona’ y respete la fe del creyente, no obstante no aprecia cosas espirituales. Puesto que su modo de ver las cosas no es espiritual, él o ella no fortalecería al creyente en una determinación de ser fiel a Dios. Al contrario, dado que el incrédulo posiblemente esté pensando en el matrimonio, estaría animando al cristiano a pasar por alto el consejo de Dios en cuanto a ‘casarse solo en el Señor.’

      Por lo tanto es prudente que el cristiano dedicado busque posibles cónyuges solo entre los que son creyentes y que poseen espiritualidad.—Compare con Deuteronomio 7:3, 4; Nehemías 13:26, 27; Malaquías 2:10-12.

      ● ¿Es correcto que un cristiano acepte tratamiento médico que envuelva a un suero preparado de sangre?—Alemania.

      La Biblia es franca en cuanto a la alta estima en que Dios tiene a la sangre, mostrando que Él la considera como representativa del alma o la vida. (Lev. 17:11, 12, 14) Comprensiblemente, entonces, el mandato divino que se dio a nuestro antepasado común Noé declaró: “Solo carne con su alma —su sangre— no deben comer.” (Gén. 9:4) Noé y sus descendientes, incluso todos nosotros, no habrían de sustentar su vida usando sangre como alimento. Y este punto de vista importante hasta se repitió, mostrando su aplicación a los adoradores verdaderos hoy día, pues a los cristianos se les dijo: “Sigan absteniéndose . . . de sangre y de cosas estranguladas.” (Hech. 15:29) Por esta razón no podemos apoyar las muchas prácticas médicas modernas que utilizan sangre. Y hemos mostrado repetidas veces que el aceptar una transfusión de sangre indiscutiblemente sería contrario a la prohibición de la Biblia sobre el usar o comer sangre para sustentar uno su vida.

      Sin embargo, a algunos cristianos se les ha instado en ocasiones a aceptar una inyección de suero preparado de una cantidad pequeña de una fracción de sangre. A fin de evaluar este asunto, es provechoso entender exactamente qué son los sueros y por qué se usan. También es provechoso entender cómo los sueros difieren de las vacunas.

      En el curso normal de la vida los humanos nos ponemos en contacto con virus o bacterias patógenos. Por ejemplo, hay ocasiones en que una persona puede estar expuesta a paperas, sarampión o tuberculosis. Para combatir el asalto o ataque de virus o bacterias, el cuerpo produce sustancias que se llaman anticuerpos que tratan de neutralizar o reducir el daño que causan estos microbios invasores. La persona que tiene estos anticuerpos en su sangre para una enfermedad en particular está a salvo temporal o permanentemente de contraer esta enfermedad.

      Para suministrar protección por anticipado, los científicos han desarrollado vacunas (toxoides) o inoculaciones que estimulan el cuerpo de una persona para que produzca anticuerpos contra ciertas enfermedades. Las viruelas, poliomielitis, tétano, cólera, rabia, fiebre tifoidea y fiebre amarilla son algunas de las enfermedades para las cuales se han preparado vacunas o inoculaciones. Estas vacunas, diseñadas para hacerlo a uno inmune a tales enfermedades, no se producen de sangre. (Para los detalles, vea ¡Despertad! del 8 de diciembre de 1965, páginas 18 y 19.) A menudo las vacunas o inoculaciones, que no se hacen de sangre, se requieren cuando los niños ingresan en la escuela o cuando turistas o misioneros viajan a países extranjeros. El objetivo es estimular la producción de anticuerpos por anticipado para impedir que una persona contraiga cierta enfermedad si estuviera expuesta a ella.

      Pero ¿qué hay si una persona recientemente ha estado expuesta a una enfermedad o definitivamente ha contraído difteria, tétano, hepatitis virulenta, rabia o alguna otra enfermedad? Antes que su cuerpo tenga tiempo para producir los anticuerpos necesarios, pudiera enfermarse gravemente. De modo que los doctores han inventado una manera de suministrar inmediatamente los anticuerpos que le ayudarían a uno a resistir el asalto de la enfermedad. Se usan sueros o antitoxinas. Estos se obtienen de la sangre de humanos o animales que ya han desarrollado los anticuerpos para combatir la enfermedad. Por lo general se procesa la sangre y la fracción de sangre (gama globulina) que contiene los anticuerpos se separa y se convierte en suero. Cuando éste se inyecta en el paciente recibe inmunidad pasiva temporal.a Esto es temporal, pues los anticuerpos no se hacen una parte permanente de su sangre; cuando éstos salen de su cuerpo ya no está inmune a la enfermedad. Así se puede ver que los sueros (diferentes de las vacunas) contienen una fracción de sangre, aunque diminuta.

      Como se declaró inicialmente, por pleno respeto

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