BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • Manteniendo el punto de vista de Dios tocante a lo sexual
    La Atalaya 1983 | 15 de septiembre
    • actos incorrectos. (Santiago 1:14, 15; Colosenses 3:5-10.)

      Lo que Dios condena en la Biblia, y que es una ofensa que puede llevar a la expulsión, es la actividad erótica o el comportamiento de índole sexual dirigido hacia otra persona del mismo sexo. Tal actividad, o comportamiento, no tiene que ser necesariamente sodomía para que sea homosexualidad. Toda actividad que envuelva los genitales de por lo menos una de dichas personas, tal como besar, acariciar, frotar las partes sexuales contra las de otro, o cualquier comportamiento de esta índole en el que se participe con el fin de obtener placer sexual con otra persona de su propio sexo, es homosexualidad. Y aunque la mayor parte de las personas relacionan la homosexualidad con los varones, el término aplica igualmente a mujeres que llevan a cabo tales prácticas, aunque a ellas generalmente se las llama lesbianas.

      Cómo evitar la conducta sexual incorrecta

      Las personas que tal vez tengan deseos homosexuales tienen que combatirlos enérgicamente. A la misma vez, debemos tener cuidado de no llegar a ser víctimas de alguien que esté dominado por sus deseos incorrectos. A veces los actos homosexuales han sido provocados por algo que en sí no es incorrecto, tal como el friccionar o lavarle la espalda a alguien en la ducha o dejarse hacer esto uno mismo. O a veces hay quienes luchan a manera de juego, y se les enardece el deseo sexual. Es necesario tener cautela. Tenga presente que tales actividades pueden conducir, y a veces han conducido, a actos homosexuales, hasta entre cristianos.

      ¿Por qué es que algunos se han visto envueltos en ofensas sexuales... la homosexualidad, la bestialidad, el fisgoneo lascivo, y así por el estilo? Se ha descubierto que los ofensores habían estado pensando muchísimo en lo sexual. En ciertos casos, eran lectores ávidos de literatura pornográfica. Prácticamente sin excepción eran personas que acostumbraban masturbarse. Puesto que el asunto de la masturbación ha surgido repetidas veces en relación con las perversiones sexuales, examinemos esta práctica a la luz de la Palabra de Dios. ¿Qué dice la Biblia acerca de la masturbación?

      El punto de vista bíblico sobre la masturbación

      Hay quienes han dicho que la Biblia describe la masturbación en el capítulo 38 de Génesis, y que Onán fue sentenciado a muerte por dicha ofensa. Pero esto no es cierto. La Biblia dice que cuando Onán “sí tuvo relaciones con la esposa de su hermano desperdició su semen en la tierra” (Génesis 38:9). De modo que parece que Onán interrumpió las relaciones sexuales con Tamar, y derramó su semen en el suelo más bien que dárselo a Tamar. Hizo aquello porque no quería engendrar hijos en el nombre de su difunto hermano. Y fue debido a que no quiso realizar el “matrimonio de cuñado” que Onán fue sentenciado a muerte.

      En literatura que trata el punto de vista bíblico de la masturbación se consideran otros dos relatos de las Escrituras Hebreas. El primero, Deuteronomio 23:10 y 11, tiene que ver con la situación de los israelitas cuando estaban en un campamento militar. La Biblia al Día dice: “Cualquiera que quede ceremonialmente impuro por causa de una emisión seminal nocturna, debe abandonar el campamento y permanecer fuera hasta la noche. Entonces se bañará y regresará a la puesta de sol”. Pero este relato no está considerando el asunto de la masturbación. La masturbación se define como: “Provocación del orgasmo, en ambos sexos, por lo general con estímulos manuales, y a veces con otros estímulos artificiales aplicados a los genitales” (Diccionario de Psicología, 1979). Jehová Dios creó a los varones de tal modo que, si no tienen relaciones sexuales, de cuando en cuando emiten espontáneamente el semen mientras duermen. Esta emisión a menudo va acompañada de un sueño erótico. Debido a que la emisión ocurre generalmente de noche, se conoce como una “emisión seminal nocturna”.

      El otro pasaje que considera este asunto es Levítico 15:16, 17, que dice: “En caso de que le salga a un hombre emisión de semen, entonces tiene que bañar toda su carne en agua y ser inmundo hasta el atardecer. Y cualquier prenda de vestir y cualquier piel sobre la cual llegue a estar la emisión de semen tiene que ser lavada con agua y ser inmunda hasta el atardecer”. Evidentemente este pasaje no tiene que ver con la masturbación. Está claro que se refiere a la susodicha “emisión seminal nocturna”. Aunque la Biblia menciona cierta ‘inmundicia’ en conexión con la emisión de semen, se refiere a una inmundicia en sentido ceremonial, no moral. Esto se hace patente cuando vemos en el versículo siguiente Lev 15:18 que un israelita y su esposa incurrían en la misma clase de inmundicia al tener relaciones sexuales maritales, las cuales Dios aprueba.

      Entonces, pues, ¿dicen las Escrituras Griegas Cristianas algo acerca de la masturbación? No, no consideran el asunto. Pero ¿significa esto que las Escrituras Griegas Cristianas no suministren dirección alguna para desarrollar una actitud apropiada tocante a la masturbación? No, no significa eso. Considere lo que dice Colosenses 3:5: “Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en lo que toca a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia”. Y 1 Tesalonicenses 4:4, 5 dice: “Cada uno [...] sepa tomar posesión de su propio vaso en santificación y honra, no en codicioso apetito sexual tal como también tienen las naciones que no conocen a Dios”. Este consejo aplica tanto a cristianos casados como a solteros, pero las personas solteras tienen que ejercer aun más dominio de sí mismas, puesto que el aliviar la pasión mediante las relaciones sexuales se limita solo a los que están casados.

      ¿Puede usted darse cuenta de que la masturbación es una práctica que viola el mandamiento de amortiguar el “apetito sexual”? Es cierto que Jehová creó a los humanos con apetito, o deseo, por lo sexual, tal como nos creó con apetito por el alimento y la bebida. De modo que la Biblia no dice que el tener apetito sexual sea incorrecto, tal como no condena el tener un apetito natural y apropiado por el alimento y la bebida. Pero sabemos que debido a nuestra condición imperfecta los apetitos pueden descontrolarse. Alguien puede llegar a tener un deseo excesivo de comer alimentos o tomar bebidas alcohólicas y convertirse en glotón o borracho. De manera similar, las relaciones sexuales pueden convertirse en la parte principal o prominente de la vida de alguien, y así puede llegar a ser como la gente de las naciones que tienen un “codicioso apetito sexual”.

      La persona que se masturba está dando importancia incorrecta a lo sexual. Alimenta y estimula su deseo sexual de manera incorrecta. Además, no solo los varones practican esto; ha habido un aumento en la cantidad de casos de masturbación entre las mujeres. Sin embargo, Dios ha provisto a los humanos el don de las relaciones sexuales para que se usen dentro del arreglo matrimonial. En cambio la persona que se masturba se vale de lo sexual fuera del arreglo matrimonial para satisfacerse a sí misma. Tal persona tiene que amortiguar su apetito sexual para agradar a Dios. Tiene que cultivar gobierno de sí mismo, el cual es necesario para dejar de dar la importancia indebida a lo sexual en su vida y dejar que sus órganos sexuales se ajusten a cualesquier presiones de manera normal.

      Jesús enseñó: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” (Mateo 5:28). En muchos casos, el que se masturba tiene tales pensamientos de pasión y crea fantasías de que está teniendo relaciones sexuales. Dicha persona ciertamente no está viviendo de acuerdo con la enseñanza de Jesús. No cabe duda de que las personas que alimentan su apetito sexual por medio de masturbarse están violando las instrucciones de Dios de AMORTIGUAR su apetito sexual.

      ¿Pero cómo puede alguien amortiguar su apetito sexual y evitar la masturbación? Es cierto que a las personas que han practicado la masturbación puede hacérseles verdaderamente difícil descontinuarla. ¡Pero uno no debe darse por vencido! Con la ayuda de Jehová, la persona puede tener éxito. Primero debe desarrollar odio por tal práctica (Salmo 97:10). Entonces es vital que se resuelva con firmeza de mente y corazón a dejar la masturbación. Tiene que incluir continuamente este asunto en sus oraciones; entonces es necesario que se esfuerce por obrar en conformidad con sus oraciones. No puede, por decirlo así, alimentar las llamas de la pasión mediante leer o mirar cosas que estimulan su apetito sexual. Tampoco debe hablar de asuntos que alimentan su tendencia a masturbarse. Más bien, tiene que mantenerse ocupado en asuntos teocráticos, asistir a las reuniones, participar en el servicio del campo, volver a visitar a personas que se interesan en la verdad, conducir estudios bíblicos y ayudar espiritualmente a otras personas, y recibirá la fuerza para controlar su apetito sexual. Si el problema continúa, no debe vacilar en procurar la ayuda de algún anciano de su congregación. Si una hermana tiene dicho problema pudiera buscar la ayuda y el apoyo de una hermana de mayor edad de la congregación.

      Una cosa es segura... el mantener la integridad a Jehová requiere que se luche tenazmente. ¡Pero vale la pena! Si luchamos ahora contra nuestra carne inclinada al pecado, Jehová nos concederá una victoria total en su justo y limpio Nuevo Orden. ¡Imagínese! Entonces veremos cumplirse el glorioso propósito de Jehová... una Tierra paradisíaca llena de gente que habrá llegado a la existencia como resultado del maravilloso don de lo sexual, con el cual Dios nos creó.

  • “¿Me da un minuto de su tiempo?”
    La Atalaya 1983 | 15 de septiembre
    • “¿Me da un minuto de su tiempo?”

      A menudo una pregunta de esta índole significa tener que interrumpir algo. Aunque quizás usted esté dispuesto a disponer de un minuto de su precioso tiempo para escuchar o para ayudar a alguien, ¿cuán genuino es su dar? ¿Da usted de sí mismo a la vez que da de su tiempo?

      Lo que dijo un muchacho delincuente acerca de cierto maestro que se ganó la confianza de él ilustra muy bien el punto. “Hay docenas de muchachos que esperan para hablar con él —dijo el muchacho— pero cuando uno está allá dentro con él, uno se siente como si fuera la única persona de todo el mundo en quien él se interesa.”

      En eso reside la clave de llegar al corazón de la gente... el estar uno dispuesto a darse de lleno por otros. El apóstol Pablo manifestó tal disposición en sus esfuerzos por ayudar a otras personas, cuando dijo: “A los judíos me hice como judío, para ganar a judíos; a los que están bajo ley me hice como bajo ley [...] A los que están sin ley me hice como sin ley [...] A los débiles me hice débil [...] Me he hecho toda cosa a gente de toda clase, para que de todos modos salve a algunos”. (1 Corintios 9:20-22.)

      Cuando usted aparta tiempo para ayudar a alguien, ¿piensa tanto en la calidad como en la cantidad?

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir