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Siendo lentos en cuanto a iraLa Atalaya 1960 | 1 de agosto
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alguien ha perdido el gobierno de sí mismo en un arrebato de ira. La Biblia dice que “Caín se acaloró con grande ira.” El resultado fue el asesinato de su hermano. El rey Saúl arrojó una lanza a su propio hijo Jonatán. “La ira de Saúl se acaloró contra Jonatán. . . . Entonces Saúl se puso a arrojarle la lanza a él para pegarle.” Con razón la Biblia proscribe el mal genio y los arrebatos de ira y dice a los cristianos que se quiten de ellos toda ira y cólera con todo lo perjudicial.—Gén. 4:5; 1 Sam. 20:30, 33.
12 Los legisladores mundanos hacen leyes contra el asesinato, pero no hacen leyes contra los “arrebatos de ira.” No legislan contra el ser prestos en cuanto a ira. Pero la ley de Dios prohíbe precisamente estas cosas. De modo que la ley divina penetra directamente en la causa básica de tanto perjuicio.
13. ¿Cómo abarca más la ley que Cristo Jesús dio que la Ley de Moisés, y qué peligro surge si uno continúa airado con su hermano?
13 La Ley de Moisés proscribió el asesinar, pero la ley que Cristo Jesús dio es mucho más trascendente: “Ustedes oyeron que se dijo a los de la antigüedad: ‘No debes asesinar; pero quienquiera que cometa un asesinato será responsable al tribunal de justicia.’ Sin embargo, yo les digo a ustedes que todo el que continúa airado con su hermano será responsable al tribunal de justicia.” (Mat. 5:21, 22) Uno pudiera tener buena razón para airarse, pero si continúa airado con su hermano puede pecar, puesto que la ira prolongada por mucho tiempo tiende a hacerse vengativa. Por eso la Palabra de Dios manda: “Enójense, y no obstante no pequen; no se ponga el sol mientras estén ustedes en un estado irritado, ni dejen espacio para el Diablo.” Al dormir con ira, la abrigamos y la mantenemos caliente—esto le da al Diablo una oportunidad, por decirlo así, y tal vez le demos entrada, porque “la ira del hombre no produce la justicia de Dios.” De modo que no sólo el mal genio produce injusticia sino también el que abriga su ira, dejando que hierva a fuego lento y se convierta en venganza. “No devuelvan mal por mal a nadie,” dice la Palabra de Dios. “No se venguen a ustedes mismos, amados, sino den lugar a la ira.”—Efe. 4:26, 27; Sant. 1:20; Rom. 12:17, 19.
CREENCIAS ERRÓNEAS
14. ¿Qué creencia falsa existe en cuanto al mal genio, y por qué es falsa esta creencia?
14 Muchas son las creencias erróneas en cuanto a la ira del hombre. El ceder a un genio airado, por ejemplo, a veces se cree que es una prueba de la fuerza de la personalidad. Por lo tanto algunas personas quizás crean que un genio explosivo es prueba de fuerza. ¡Cuán insensato! Cuando una persona monta en cólera, decimos que ha perdido la calma. Realmente ha perdido el gobierno de sí misma. ¿Cómo pudiera haber fuerza verdadera alguna estando ausente el gobierno de uno mismo? Oh, hay fuerza pero es destructora, desastrosa, mortífera. Un poderoso conquistador pudiera capturar una ciudad, pero sin gobierno de sí mismo podría arruinar esa ciudad por medio de algún arrebato de genio insensato. Por eso ¿cuál es la verdadera fuerza y poder? La Palabra de Dios responde: “El que es lento para airarse es mejor que un hombre poderoso, y el que está dominando su espíritu que el que captura una ciudad.” El ser lentos en cuanto a ira es fuerza—fuerza mayor que la de un poderoso conquistador. La persona que domina su genio es la persona fuerte, no la que pierde la calma. Los arrebatos de ira no sólo desplazan a la razón y al gobierno de uno mismo, sino que los echan fuera de casa y les cierran la puerta con cerrojo. Los arrebatos de ira y un furor airado no deben considerarse como fuerza o indignación.—Pro. 16:32.
15. ¿Por qué tiene su lugar la indignación, y está más indignada la persona que se encoleriza rápidamente que la que es lenta para airarse?
15 Tiene, por supuesto, su lugar la indignación y la acción firme basada en ella, como la que Jesús adoptó en el caso de los cambistas en el templo. (Juan 2:13-17) Hay ocasiones en que el no estar indignado sería incorrecto y mostraría simpatía para con el mal o un temor perezoso del resultado de oponerse a ello. Pero simplemente el que una persona tenga arrebatos de ira no significa que está más indignada que los que son lentos para airarse. La persona con gobierno de sí misma tal vez sienta lo doble, pero dirige lo que siente, como las explosiones del cilindro de un motor de gasolina, a resultados justos.
16. ¿Por qué tienen que ser lentos en cuanto a ira los superintendentes?
16 Puesto que la ira del hombre no produce fruto que sea aceptable a Dios, los superintendentes del pueblo de Dios tienen que poner el ejemplo correcto. Tienen que ser lentos en cuanto a ira, lentos para ofenderse. El mal genio es una señal de debilidad. Es la clase de debilidad que descalifica a uno de los privilegios de superintendente en la congregación de Dios. Difícilmente podría confiársele a alguien el puesto de superintendente del rebaño de Jehová si no hubiese aprendido a dominar su genio. “El superintendente tiene que ser libre de acusación como administrador de Dios, no debe ser obstinado, ni propenso a la ira, . . . [sino] teniendo gobierno de sí mismo.” (Tito 1:7, 8) Si el superintendente fuese propenso a la ira, pudiera acarrearle dificultad y discordia a la congregación, aun ruina. Por eso la Palabra de Dios descalifica a estas personas que son prestas en cuanto a ira; ¡son demasiado débiles para ser superintendentes!
17, 18. ¿Qué creencia existe en cuanto a airadas explosiones de genio, y por qué es falsa, tanto desde el punto de vista espiritual como físico?
17 Hay la creencia de que el desahogar plenamente la ira de uno es una buena manera de deshacerse de algo malo, una buena manera de descargar emociones reprimidas. Esto es falso. ¿Qué hay si algunos psiquiatras mundanos creen que puede ser bueno desfogarse de esta manera? Los cristianos deben dejar que la Palabra de Dios dirija su conducta, no las teorías de los hombres. La Palabra de Dios no dice nada bueno en cuanto a los que desahogan plenamente la ira, tampoco dice que el obrar de tal modo efectúe bien alguno.
18 Aun considerándolo desde el punto de vista físico, no surge nada bueno de los arrebatos de ira. El Creador del hombre dice: “El corazón que está gozoso hace bien como sanador, pero el espíritu que está herido hace secar los huesos.” (Pro. 17:22) La persona herida por las emociones de la ira y el resentimiento y la venganza sólo se está perjudicando a sí misma. Más y más doctores están aprendiendo de este perjuicio. En Your Body and Your Mind el Dr. Frank G. Slaughter escribe: “Estudios por los Dres. B. Mittelman y H. G. Wolff mostraron que en los pacientes con úlceras, el resentimiento y la ira causaron aumentada secreción de jugo gástrico sumamente ácido, señalado aumento en contracciones estomacales, y un aumento generalizado en la corriente de sangre a través del forro membranoso mucoso del estómago y el duodeno. . . . Puesto que estos cambios generalmente están asociados con un ascenso de síntomas de la úlcera, el resentimiento por lo tanto realmente causó dolor agudo. . . . la membrana mucosa del estómago es delicada y se daña fácilmente, y normalmente está cubierta con una capa protectora de mucosidad, impidiendo que el forro del estómago sea digerido por el ácido hidroclórico que lo baña continuamente. En estudios del estómago normal, se vio que se eliminaba mucha de la capa de mucosidad cuando acontecía aumentada secreción de ácido por causas emocionales. También pequeñas hemorragias y verdaderas roturas en el forro membranoso mucoso del estómago y el duodeno eran comunes. Entonces, tenemos aquí todos los factores necesarios para causar ulceración; si se repiten suficientes veces sin duda hacen exactamente eso.”
19. ¿Qué sabiduría han hallado los expertos en el mandato bíblico: “Deja sola la ira y deja la cólera”?
19 Pero los efectos de la ira y la cólera pueden ser mucho más serios que el daño que se le haga al estómago de uno. “Un corazón tranquilo es la vida del organismo de carne,” dice la Biblia. (Pro. 14:30) Recientemente siete expertos del corazón ofrecieron consejo en cuanto a cómo evitar los repentinos ataques del corazón. Aconsejaron el tener el corazón calmado, el evitar la ira y la cólera. Uno de los doctores, el Dr. Harry Gold, profesor de Farmacología Clínica del Colegio Médico de la Universidad Cornell, dijo, según informó el Times de Nueva York del 1 de diciembre de 1955: “Tenemos que convencer a nuestros pacientes que en cólera e ira, cuando están esforzándose por matar a otro, realmente están efectuando exactamente lo contrario—están matándose ellos mismos.” Estos expertos del corazón que amonestaron contra la ira y la cólera tal vez hayan tenido en mientes el caso del famoso cirujano escocés, Juan Hunter. Él tuvo un ataque del corazón que casi lo mató. Dado que era doctor, sabía que las emociones desempeñan un papel importante por la manera en que afectan al corazón. Cuando recobró la salud, dijo: “¡Mi vida está en manos de cualquier pícaro que opte por incomodarme y embromarme!” No pudo mantener dominado su genio, sin embargo, y un día perdió la calma irrumpiendo en un arrebato de ira cuando otro doctor le contradijo; tuvo un ataque del corazón que lo mató. ¡Cuán prudente es seguir el consejo del Creador del hombre: “Deja sola la ira y deja la cólera; no te muestres acalorado sólo para hacer mal”!—Sal. 37:8.
20. ¿Cómo describe la Palabra de Dios al hombre que da pleno desahogo a su enojo, y qué peligro hay en asociarse con personas que hacen eso?
20 ¡Qué insensatez pensar que el perder el gobierno de uno mismo en un arrebato de ira es buen modo de deshacerse de las emociones reprimidas! “Como una ciudad en que se ha hecho irrupción, que no tiene muro, es el hombre que no tiene freno para su espíritu.” (Pro. 25:28) De modo que la Palabra de Dios no está de acuerdo con esas creencias de que un mal genio a veces puede ser prueba de la fuerza de personalidad y que puede ser bueno el descargar emociones reprimidas en un arrebato de genio airado. Las explosiones de mal genio no limpian la atmósfera; la envenenan. El veneno puede contaminar a otros, de modo que Jehová advierte: “No tengas compañerismo con nadie dado a la ira, y con el hombre que tiene arrebatos de cólera no debes entrar, para que no te familiarices con sus senderos y ciertamente tomes un lazo para tu alma.”—Pro. 22:24, 25.
21. ¿Cuál es la principal razón para que el cristiano se haga lento en cuanto a ira, y cómo muestran las Escrituras que ésta es la manera sabia de proceder?
21 No simplemente es para evitar el perjudicarse su propia salud que el cristiano evita el ser presto en cuanto a ira. Principalmente él está interesado en hacer la voluntad divina, viviendo en consonancia con los principios justos que se hallan en las Santas Escrituras. Aunque algunas personas tal vez no se avergüencen de su mal genio y hasta quizás estén bastante orgullosas de él, el cristiano verdadero emprende el proceder de la sabiduría y se hace lento en cuanto a ira: “El hombre de discernimiento es de espíritu sereno.” “Todo su espíritu es lo que el estúpido deja salir, pero el que es sabio lo mantiene calmado hasta lo último.” “El que es lento para airarse abunda en discernimiento, pero el que es impaciente está exaltando la insensatez.”—Pro. 17:27; 29:11; 14:29.
22, 23. (a) El ser lento en cuanto a ira protege contra ¿qué tendencia? (b) ¿Qué se necesita para curar un mal genio?
22 El ser lentos en cuanto a ira también significa ser lentos en cuanto a ofenderse. Esto protege contra la displicencia—sensibilidad indebida a las pequeñeces, el molestarse por ellas mucho más allá de lo que su verdadero significado justifica. La nueva personalidad no posee ni puede poseer un espíritu excesivamente sensitivo, un espíritu que está listo para montar en cólera por afrentas imaginarias o verdaderas. No, la nueva personalidad, creada de acuerdo con la voluntad de Dios, no se ofende fácilmente: “No te apresures en tu espíritu a sentirte ofendido, porque el ofenderse es lo que descansa en el seno de los estúpidos.” (Ecl. 7:9) Si verdaderamente sucede que se nos trate de una manera dura, aun entonces somos culpables a la vista de Dios si somos prestos para ofendernos, prestos para airarnos: “La perspicacia del hombre ciertamente retarda su ira, y es una belleza de su parte el pasar por alto la transgresión.”—Pro. 19:11.
23 ¿Qué, entonces, es el remedio para el mal genio? Es el mismo remedio que para el oído que no es presto para escuchar y la lengua que no es lenta en cuanto a hablar. Es éste: El firme deseo de hacer la voluntad de Dios y recibir su aprobación. El que es movido por ese deseo se vestirá con la nueva personalidad y hará ‘todo lo posible para que sea encontrado por él al fin sin mancha e inmaculado y en paz.’—2 Ped. 3:14.
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Expresando amor en EireLa Atalaya 1960 | 1 de agosto
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Expresando amor en Eire
● Verdaderamente hay que luchar para alcanzar a la gente de Irlanda con las buenas nuevas del Reino. Muchos a quienes los testigos de Jehová dan el testimonio montan en cólera el momento que ven a un Testigo llegar a su puerta, y expresan su cólera ya sea física o verbalmente. Pero los testigos de Jehová de Eire aman a su prójimo y por eso siguen visitando a la gente con las nuevas del Reino. “No hay temor en el amor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor, porque el temor ejerce una restricción. Verdaderamente, el que está bajo temor no ha sido hecho perfecto en el amor.”—1 Juan 4:18.
● El temor es el principal estorbo que la gente de Eire tiene que vencer para poder conocer la verdad y aceptarla. Muchos muestran estar interesados en la Palabra de Dios, pero dejan que los sacerdotes, familia o vecinos los atemoricen. Como resultado de esta vejación dejan de estudiar o emigran. Pero hay excepciones y éstas animan mucho a los Testigos. Un matrimonio católico irlandés tomó la suscripción a La Atalaya y se empezó un estudio bíblico con los dos. Después de unos cuantos estudios la Legión de María (Acción católica) los visitó y les dijo que no deberían tener nada que ver con los testigos de Jehová. Puesto que no pudieron intimidarlos, enviaron al párroco. Él duró precisamente treinta minutos con estas personas de buena voluntad; le preguntaron a qué se debía este interés tan inesperado ya que no se había molestado en visitarlos durante los cuatro años que habían estado viviendo en su parroquia. Los miembros de la Legión de María entonces pidieron reunirse con el Testigo que les estaba dando los estudios. Se cumplió con la solicitud, y el matrimonio se deleitó al ver que estas “autoridades” tuvieron que retroceder ante la lógica de la Biblia. No hicieron arreglos para continuar el tema en otra visita. Desde ese día han seguido visitando a estas personas en su hogar pero han tenido sumo cuidado de que su visita semanal no coincida con la visita de los testigos de Jehová. Tanto el señor como su esposa le tienen un amor profundo a la Biblia y esperan ansiosamente cada estudio. Siguen recibiendo con gusto las visitas de la Legión de María porque éstas les proporcionan la oportunidad de utilizar su recién adquirido conocimiento de la Biblia. ¡Da verdadero ánimo verla actitud falta de temor que manifiestan estas personas amadoras de la Biblia!—1960 Yearbook of Jehovah’s Witnesses.
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