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El espíritu de Dios esencial para la madurezLa Atalaya 1953 | 1 de enero
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El espíritu de Dios esencial para la madurez
“¡Cuánto más entonces dará el Padre en los cielos espíritu santo a los que le piden!” “Siga pidiéndole a Dios, porque él da generosamente a todos y sin reproche.”—Luc. 11:13; Sant. 1:5, NM.
1. ¿Hay evidencia bíblica que manifieste que el adorar a Jehová es un requisito primario?
EL ADORAR a Jehová es una necesidad vital para todos los que quieran disfrutar del favor de Jehová y obtener vida sin fin en su reino. Ahora, al mismo tiempo que su pueblo devoto está obedeciendo el mandato, “Decid entre las naciones: ¡Jehová reina!” también está respondiendo a la exhortación: “¡Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad!” (Sal. 96:9, 10) En verdad, la adoración será la regla y prueba en el Reino, porque “sucederá que todos . . . subirán de año en año, para adorar al Rey, Jehová de los Ejércitos, y para celebrar la fiesta de las Enramadas. Y acontecerá que si cualquiera de las familias de la tierra no subiere a Jerusalem, para adorar al Rey, Jehová de los Ejércitos, no caerá lluvia sobre ella”. (Zac. 14:16, 17) Jesús también dió énfasis a la importancia de la adoración como un requisito primario, incluído en la ley que se le dió a Israel, cuando refutó la tentación de Satanás: “¡Márchese, Satanás! Porque está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios que tienes que adorar, y es a él solamente que tienes que rendir servicio sagrado.’”—Mat. 4:10, NM.
2. ¿Se adhirió Jesús a un concepto de adoración diferente comparado con el de los judíos, y en qué respecto en particular?
2 Los judíos creían que su forma de adoración era enteramente satisfactoria, alegando que era de acuerdo con la dirección original de Dios. Pero Jesús declaró algo diferente cuando la mujer samaritana al lado del pozo hizo surgir la cuestión al decir: “Nuestros antepasados adoraron en este monte; pero ustedes dicen que en Jerusalén es el lugar donde las personas deben adorar.” Él contestó que en el punto que ella había expresado, los judíos tenían la ventaja, porque “nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación origina con los judíos”, pero “ustedes adoran lo que no conocen”. Pe ro aunque los judíos gozaban de un entendimiento mejor que el de los samaritanos en cuanto a los requisitos de Dios tocante a la adoración, Jesús entonces continuó y dió un aspecto mucho más profundo y completamente diferente concerniente a la adoración. Él dijo: “La hora viene, y ahora es, cuando los adoradores genuinos adorarán al Padre con espíritu y verdad, porque, en verdad, el Padre está buscando que tal clase le adore.” ¡Qué contraste con cualquier concepto previo! En su forma de adoración los judíos estaban preocupados principalmente con las cosas exteriores de tiempo y lugar y manera de observación; pero ahora Jesús estaba diciendo que la adoración genuina es más profunda que las cosas que se ven, y tiene que ser “con espíritu y verdad”; que significa no sólo adoración limpia, sino madura.—Juan 4:20-24, NM.
3. ¿Cuáles tres razones pueden darse para manifestar la importancia de entender el significado de adorar “con espíritu y verdad”?
3 Seguramente es de suma importancia entender del modo más claro el significado pleno de adorar por medio de lo que es invisible al ojo exterior, a saber, ¡“con espíritu y verdad”! Importante por dos razones: Primero, porque las cosas “que se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas”. (2 Cor. 4:18, NM) Segundo, porque las cosas invisibles no se entienden ni aprecian tan fácilmente como las cosas que se ven. Y, desde otro ángulo, podríamos agregar una tercera razón potente; porque si nos falta sabiduría y entendimiento vamos a ser inestables en nuestros caminos, como dice Santiago en Santiago 1:5-8. También vamos a estar en grave peligro de ser engañados en este asunto vital de genuina y aceptable adoración al Dios verdadero y vivo, porque, “cuando ustedes no conocían a Dios, entonces era que ustedes eran esclavos de aquellos que por naturaleza no son dioses.” (Gál. 4:8, NW) Por eso, entonces, enfrentándonos a la parte importante que el espíritu de Dios desempeña, tanto en el asunto de adoración como en el de obtener un entendimiento maduro, primero examinemos el asunto, bíblicamente, tocante a por qué el espíritu de Dios es esencial para obtener madurez de entendimiento.
DE ENTENDIMIENTO
4. (a) ¿Manifiesta el Salmo 147 que su cumplimiento se efectúa en nuestro día? (b) ¿Cómo le da importancia a la actitud de corazón que es esencial para obtener madurez de entendimiento?
4 Todo espíritu y entendimiento origina con Jehová, “de quien son todas las cosas.” No hay medidas de espíritu ni de entendimiento en cuanto a lo que a él concierne. “Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito.” Y mientras citamos este versículo cinco del Salmo 147, nos valdrá la pena considerar brevemente el contexto de este Salmo profético en cuanto a la conexión directa que tiene con este tema. Comienza con una llamada de alabanza a Jehová, la cual es “decorosa” porque la alabanza es una expresión de adoración. Luego los versículos 2 y 3 manifiestan que tiene su cumplimiento en este nuestro día cuando Jehová está edificando su organización del Reino (Jerusalén) y juntando a la “manada pequeña” del resto y también a todas sus “otras ovejas” para que sean “una sola manada”, y benignamente curándolas por completo de su anterior condición espiritualmente enferma. Después, los versículos 10 y 11 hacen contraste entre dos clases de hombres: el hombre mundano en quien Jehová no se complace, hombre que confía en su propia fuerza y entendimiento, simbolizados por el caballo y su jinete, y el hombre que teme a Jehová y se da cuenta de su dependencia absoluta en su bondad amorosa. Luego viene una descripción conmovedora de la abundancia de bendición y provisión hecha para los ‘hijos de Sión’, quienes hallan refugio en su organización y en quienes él se complace mucho a medida que dan alabanza y adoración aceptables. Ellos son ‘hartados con lo mejor del trigo’, es decir, alimento y entendimiento espirituales de la más alta excelencia. De hecho, es a ellos únicamente que Jehová revela y ‘manifiesta su palabra’ y su significado oculto. Verdaderamente, él “no ha hecho así con ninguna otra de las naciones”. (Sal. 147:20) De esta manera este Salmo revela la actitud de corazón que es esencial para poder obtener entendimiento mediante el espíritu de Dios. También revela el único conducto mediante el cual se proporcionan el espíritu y el entendimiento, es decir, la organización del Señor, “Sión,” bajo la dirección de Cristo Jesús, “por medio de quien son todas las cosas.”—1 Cor. 8:6, NM.
5. ¿Cómo manifiesta 1 Corintios 2:6-10 que el espíritu de Dios es esencial para obtener entendimiento, implicando cuáles dos cosas indispensables?
5 Ahora llegamos a nuestro principal pasaje de la Escritura que manifiesta por qué el espíritu de Dios es esencial para el entendimiento. El apóstol Pablo explica en 1 Corintios 2:6-10 (NM) que los tesoros de la sabiduría de Dios, expresados en su propósito eterno, están envueltos en un “sagrado secreto”, “sabiduría escondida,” que “ni uno de los gobernantes de este sistema de cosas llegó a conocer” o entender. De hecho, estos tesoros están escondidos tan seguramente que es verdaderamente imposible para el hombre “concebir” estas cosas mediante su propia sabiduría. Luego Pablo explica por qué: “Pues es a nosotros que Dios las ha revelado por medio de su espíritu, porque el espíritu escudriña todas las cosas, hasta las cosas profundas de Dios.” ¡Ah sí! Las riquezas de la sabiduría y conocimiento de Dios son profundas. (Rom. 11:33) Dos cosas son indispensables si hemos de obtener un entendimiento y aprecio: Primero, Dios tiene que dar una revelación, y, segundo, tenemos que estar en comunicación y armonía con el conducto de su espíritu, el cual transporta y descubre la revelación que Dios da a su pueblo. De nosotros mismos no podemos escudriñar las cosas profundas de Dios; sólo es el espíritu de Dios el que puede hacer eso. Aquí notamos tres pruebas de la declaración del apóstol.
6. Concerniente a que el espíritu de Dios se necesita para entender las “cosas profundas”, ¿cómo se ilustra esto en (a) Mateo 16:17, (b) Efesios 3:5-9, y (c) 1 Pedro 1:10-12?
6 (1) Recordamos que la verdad profunda en cuanto a la verdadera identidad del Hijo del hombre cuando estuvo en la tierra sólo se entendió mediante una revelación especial que Dios le hizo a Pedro. No se entendió mediante alguna sabiduría inherente en la “carne y sangre”. (Mat. 16:17, NM) (2) En Efesios 3:5-9 (NM) Pablo explica cómo el sagrado secreto, “que desde la eternidad pasada ha estado oculto en Dios,” ahora ha ‘sido revelado mediante el espíritu’. Luego al cierre de ese capítulo (Vs. 18-21), con frase resplandeciente y elevada, Pablo describe la perspectiva gloriosa que disfrutará la congregación verdadera cuando logre la madurez mientras todavía está en la tierra, de tener tal plenitud de entendimiento como para ser “enteramente capaces de comprender . . . la anchura y longitud y altura y profundidad y conocer el amor del Cristo que sobrepuja el conocimiento”. Pablo concluye con una expresión de adoración “a aquel que puede, de acuerdo con su poder que está operando en nosotros, hacer más que sobreabundantemente en exceso de todas las cosas que pedimos o concebimos”. ¡El espíritu de Dios en verdad es esencial para dichas riquezas no soñadas de entendimiento maduro! (3) Para confirmación final, note lo que Pedro dice acerca de los profetas primitivos, y aun de los ángeles, en cuanto a no poder entender ciertos aspectos del propósito de Dios, aun después de “indagación diligente y un escudriñamiento cuidadoso”. Pero dichas cosas ahora han sido reveladas por el espíritu y han sido anunciadas “por medio de aquellos [los apóstoles, parte del conducto de Dios] que han declarado las buenas nuevas a ustedes con espíritu santo enviado desde el cielo”.—1 Ped. 1:10-12, NM.
7. ¿Con qué propósito hace Pablo sus observaciones en 1 Corintios 2:11-16?
7 Regresando a 1 Corintios capítulo dos, note ahora como Pablo evidentemente se dió cuenta de que su declaración en el versículo 10 no sería entendida fácilmente. De modo que continúa, algo extensamente, explicando en los versículos 11 al 16 cómo el espíritu llega a las cosas profundas de Dios, y la parte que nosotros desempeñamos en ello. Así él previene contra cualquier conclusión incorrecta de que, puesto que sólo es el espíritu de Dios el que puede escudriñar con buen resultado, por lo tanto todo lo que podemos hacer es pedir y esperar una revelación directa de Dios para iluminarnos en cuanto a su propósito y su voluntad para con nosotros; lo cual, de hecho, es lo que mucha gente religiosa hace.
8, 9. (a) ¿Qué se da a entender por “espíritu” en relación al hombre? (b) ¿A qué grado y en qué campos puede operar el espíritu del hombre?
8 Pablo nos invita a considerar al hombre para ayudarnos a comprender precisamente qué se da a entender cuando se habla del “espíritu” de Dios, y cómo éste opera y escudriña. Muy bien, entonces, consideremos al hombre, originalmente hecho a la semejanza de Dios. El hombre tiene un cuerpo al que puede ejercitar y poner a trabajar para hacer cosas. Tal actividad visible la describimos como energía física. Pero el hombre también tiene una mente que él puede ejercitar y poner a trabajar. Él puede razonar y pensar profundamente, y abrigar fuertes deseos y afectos, y puede llegar a decisiones y determinar sobre cierto curso de acción gobernado por algún principio o norma. Es esta invisible fuerza mental activa la que llamamos “espíritu”. Si un hombre manifiesta que ha llegado a conclusiones y decisiones muy definidas, decimos que es de “espíritu vigoroso”; o si su curso general está gobernado por pensamientos y motivos malos, decimos que tal persona tiene un “mal espíritu”.
9 Considere la influencia asombrosa para el bien o el mal que se hace posible por el ejercicio del espíritu, o fuerza mental, de un hombre, especialmente si dicho espíritu o fuerza está sujeto a alguna agencia adecuada, tal como una organización de alguna clase. ¡Cuán poderosa influencia se ejerce por el espíritu fuerte y despiadado del dictador que encabeza una organización totalitaria, que domina el espíritu de quizás millones de personas y controla la vida de ellas! De nuevo, ¡cuán directa es la pregunta del apóstol en el versículo once!—“¿Quién entre los hombres conoce las cosas de un hombre salvo el espíritu del hombre que está en él?” (NM) ¿Quién, por ejemplo, puede seguir los argumentos y operación de la mente de un abogado a medida que su espíritu lucha con las exactitudes técnicas de la ley? Sólo otro abogado.
10. ¿Cómo se contrasta el espíritu de Jehová con el del hombre? y ¿qué pregunta surge debido a esto?
10 De modo que el considerar la ilustración del hombre y su espíritu, con todas sus posibilidades múltiples, nos ayuda a comprender cuán infinitamente más grande tiene que ser el espíritu de Jehová en su ilimitada variedad de operaciones e influencia poderosa. Viendo el tremendo contraste entre la criatura y el Creador, entonces ¿cómo se tiende el puente a través de esta gran distancia para que podamos llegar a un entendimiento de las cosas profundas almacenadas en la mente del Creador?
CONSTRUYENDO “EL PUENTE”
11, 12. (a) ¿Qué ilustración se usa para manifestar cómo puede tenderse el puente? (b) En su aplicación, ¿cómo se ve que es apropiada?
11 Puesto que las cosas invisibles no son apreciadas tan fácilmente como las cosas que se ven, de nuevo nos dirigimos a una ilustración humana para ayudarnos a forjar un cuadro mental que podamos retener. Un compositor de música concibe en la mente una obra maestra, una sinfonía, con sus armonías y temas profundos, sus diferentes partes que conducen a un glorioso clímax. Pero ¿cómo va a comunicar el mensaje de esa sinfonía a los que deseen oírla? ¿Cómo va a tender el puente? Primero, pone todo por escrito, la partitura. Luego hace arreglos para la asignación de un conductor, el cual debe tener el espíritu de la música y debe estar bien instruído, para que, después de estudiar cabalmente la partitura, cada nota y raya de división de ella, pueda entrar plenamente a la mente del compositor y captar su espíritu y por lo tanto estar capacitado para interpretar fielmente cada pasaje de esa sinfonía. ¡Todavía no está tendido el puente! Bajo la dirección del conductor y director está la orquesta, ese selecto y altamente entrenado y organizado cuerpo de músicos, cada uno con su instrumento (de nada sirve una orquesta sin instrumentos) y cada uno completamente familiarizado con la música después de diligente estudio y práctica. Finalmente llega la noche del concierto. Vemos la sala con brillante iluminación y completamente llena, y al auditorio ahí esperando, silencioso, tenso, expectante. Y a medida que fluye la música y por fin se eleva a una excitante y conmovedora altura de melodía triunfal, el espíritu de todo el auditorio se remonta en total respuesta al espíritu del compositor. ¡Se ha tendido el puente!
12 Al aplicar esta ilustración, encontramos que el Creador ha concebido en su mente un propósito glorioso, el cual, para nuestro provecho, él ha hecho que sea registrado, a saber, la Palabra escrita. Él ha asignado a un Conductor, quien, mediante estudio y entrenamiento concienzudos en obediencia bajo prueba, está plenamente capacitado para ser un “intérprete, uno escogido de entre mil”: su propio Hijo amado, quien es especialmente bendecido con el “espíritu de sabiduría y de entendimiento”. (Job 33:23; Isa. 11:2, TA) Bajo este Intérprete y Director, se ha edificado un cuerpo organizado de seguidores devotos, quienes, mediante dedicación completa de sí mismos a Jehová, son bendecidos con su espíritu, y quienes, mediante estudio y entrenamiento, aprenden a tener “la mente de Cristo”. (1 Cor. 2:16) Estos se componen principalmente de la “manada pequeña”. Pero, en estos días, son aumentados por miles de las “otras ovejas” del Señor, como tremendos coros agregados a una orquesta para proporcionar expresión adecuada a alguna obra grandiosa. Todos están equipados de instrumentos, si pensamos en todas las diferentes clases de literatura como tales. En cualquier caso, cada uno tiene el más maravilloso instrumento de todos, la voz humana, que puede ser sumamente eficaz si uno ‘continúa aplicándose a la lectura pública’ para hacer que la palabra escrita “viva”. (1 Tim. 4:13, NM) Tal como sucede con la música, uno puede retener la atención de su auditorio haciendo que su instrumento “hable” en vez de contar únicamente con la brillantez técnica. Así, semejante a la orquesta que aprende a traducir la partitura en sus sonidos y armonías musicales apropiados, nosotros también, siendo ‘enseñados por el espíritu’, aprendemos a ‘combinar asuntos espirituales con palabras espirituales’. (1 Cor. 2:13, NM) De este modo queda tendido el puente por medio de las tres cosas indispensables: el espíritu, la Palabra y la organización.
13. ¿Cómo es posible un contacto de mentes entre el Creador y la criatura?
13 Seguramente ahora podemos apreciar mejor que cuando se dice que sólo el espíritu de Dios puede escudriñar las “cosas profundas de Dios” no quiere decir que se nos deja inactivos. ¡Lejos de eso! De hecho, nosotros tenemos que hacer el escudriñamiento, pero tenemos que tener cuidado de nunca intentarlo mediante nuestro propio espíritu de sabiduría humana. Pero mediante el dar los necesarios pasos preliminares, que se discutirán después, aprendemos de obtener ‘sabiduría de arriba’ (Sant. 3:17, NM) mientras que todo el tiempo nos mantenemos cerca de ese puente—el espíritu, la Palabra y la organización. De ese modo puede haber una reunión de mentes, nuestra mente con la del Creador; y él benignamente ha descendido a nuestro nivel, por decirlo así, para que nuestro espíritu pueda someterse y cooperar con el suyo. Así es exactamente cómo la escritura lo describe, cuando, diciendo cómo cierta necesidad es llenada por Dios, ella dice: “El espíritu mismo [el espíritu de Dios] da testimonio con nuestro espíritu.” (Rom. 8:16, NM) También, cuando estamos conscientes tocante a cuán inadecuada es la operación de nuestra propia mente o espíritu, cuando tratamos de expresarnos correctamente en oración, el “espíritu [de Dios] acude con ayuda para nuestra debilidad”.—Rom. 8:26, NM.
14. Respecto a escudriñar las “cosas profundas”, ¿qué dirección y estímulo bíblicos se dan?
14 Por eso de nuevo decimos, nosotros tenemos que hacer el escudriñamiento, pero sólo porque “hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que proviene de Dios, para que conozcamos las cosas que se nos han dado bondadosamente por Dios”. Por consiguiente Pablo dice: “El hombre espiritual examina [escudriña] en verdad todas las cosas,” “hasta las cosas profundas de Dios.” (1 Cor. 2:10, 12, 15, NM) Esto está en armonía con aquellas muchas amonestaciones a través de la Palabra de Dios de buscar y escudriñar y estudiar y excavar. Y recordando la palabra del Señor: “¡Cuánto más entonces dará el Padre en los cielos espíritu santo a los que le piden!”, sigamos “pidiéndole a Dios, porque él da generosamente a todos y sin reproche.”—Luc. 11:13; Sant. 1:5, NM.
15. Al tratar de adquirir entendimiento por medio del estudio de la Biblia, ¿a qué amonestación debemos prestar atención?
15 Una palabra de amonestación acerca de ese puente. ¡No trate de atravesar la separación por medio de un puente privado de su propia construcción! Como sucedió al darse la profecía en primer lugar: “ninguna profecía de la Escritura proviene de divulgación privada,” igualmente al obtener el entendimiento correcto de la profecía en su cumplimiento, necesitamos someternos al espíritu de Dios y a su organización, Sión; porque los ‘hijos de Sión’ son los únicos que son “enseñados por Jehová”. (2 Ped. 1:20, NM; Isa. 54:13; 30:20, 21) El poseer una Biblia y estudiarla, o unirse a algún cuerpo religioso que cree en el estudio abierto de la Biblia, no es suficiente. No importa cuán concienzuda y seria y devotamente estudiemos, no podemos obtener el entendimiento verdadero separados de la organización y el espíritu. De modo que no confíe su peso a alguna construcción hecha en casa. Ni siquiera se apoye sobre la tal, sino “confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu mismo entendimiento: tenle presente en todos tus caminos, y él dirigirá tus senderos. No seas sabio a tus propios ojos; teme a Jehová y apártate del mal”. (Pro. 3:5-7) Estudio bíblico individual, ¡ciertamente! Estudio bíblico independiente, ¡cuídese!
16. ¿A qué peligro señala Pablo en 2 Corintios 11:13-15?
16 Tampoco, por supuesto, debemos confiar en alguien que sea tan temerario y egotista que pretenda ser “constructor de puentes” asignado individualmente, que es lo que significa la palabra latina pontifex. Aun si alguien ha estado en la organización del Señor en tiempo pasado y gozó de un entendimiento claro y tuvo el privilegio de ayudar a otros, y luego rompió su conexión con la organización, es imposible que tal persona retenga un entendimiento verdadero, y le es especialmente imposible obtener más iluminación. Sin embargo, es probable que el tal se engañe a sí mismo en cuanto a eso y trate de engañar a otros, debido a Satanás, que ‘se transforma en un ángel de luz’.—2 Cor. 11:13-15, NM.
17. ¿En qué sentido se ve que es importante el tema de la madurez?
17 Prestando atención a esta amonestación, entonces, avancemos a la madurez de entendimiento, la cual conduce a la adoración madura, el estar llenos “con espíritu y verdad”, y lo cual, a su vez, se expresa en servicio sagrado maduro. Sí, la madurez es el tema principal que sigue a través de todo nuestro estudio aquí. En las palabras de un dicho bien conocido: “Más vale calidad que cantidad.” Las riquezas de entendimiento dependen de la sinceridad y profundidad del aprecio, más bien que de la cantidad de conocimiento de la verdad en la cabeza. Pablo no hizo exclamación en cuanto a todas las verdades que había aprendido como que éstas, amontonándose, estaban llegando al cielo, sino que él exclamó: “¡Oh la profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios!” (Rom. 11:33, NM) No es de la cantidad de instrumentos que una orquesta tenga que depende su calidad, sino de la riqueza del tono.
18. ¿Por qué es tan esencial la madurez, como se discute en 1 Corintios 3:1-4?
18 Este asunto de madurez de entendimiento sigue inmediatamente a la explicación de Pablo de cómo el hombre espiritual puede examinar y escudriñar todas las cosas. Porque sigue diciendo, en 1 Corintios 3:1-4 (NM), que los de Corinto todavía no eran “espirituales”, sino que eran de mente “carnal”, bebés inmaturos en Cristo, todavía dignos sólo de una dieta de leche y por consiguiente en una condición débil, no teniendo suficiente fuerza para resistir los impulsos carnales de celos y contienda y sectarismo. En el sentido natural quizás los bebés sean criaturitas muy simpáticas, y por supuesto que lo son a los ojos de sus padres; pero eso no aplica así espiritualmente.
19. ¿Cómo se define la madurez de entendimiento, y es la intención que sólo unos cuantos la tengan?
19 Además de ser necesario el entendimiento maduro para aprender a vencer con buen resultado los impulsos de la carne, Pablo indica en Hebreos 5:11-6:3 (NM) otra razón por la cual esta madurez es tan esencial. Después de decir que un bebé restringido a alimento lácteo ilustra a uno que “no está familiarizado con la palabra de justicia”, satisfecho con sólo entender las ‘doctrinas elementales’, entonces Pablo dice con énfasis que “el alimento sólido es para las personas maduras, para los que por medio del uso tienen las facultades perceptivas ejercitadas para discernir así lo bueno como lo malo”. ¡Cuán excelente definición de lo que el entendimiento maduro significa! En consecuencia, por todo medio “pasemos adelante a la madurez” Después de primero haber “probado que el Señor es bondadoso”, no debemos permanecer inmóviles, sino que debemos “crecer a la salvación”. (1 Ped. 2:2, 3, NM) El énfasis está sobre la necesidad de progreso continuo, constante. No significa algo terriblemente complicado, algo posible sólo para unos cuantos escogidos que han estado años en la verdad y gozaron de una buena educación académica. Aquí la ilustración natural no aplica. Porque aunque el tiempo necesario para el desarrollo de la niñez a la madurez permanece dentro de ciertos límites, el desarrollo espiritual no está sujeto a tal arreglo. El principal factor determinante es la profundidad de aprecio y devoción de corazón. Esto es lo que determina la calidad de nuestro entendimiento.
20. ¿Mediante qué proceder se logra progreso hacia esta madurez?
20 En estos días no hay escasez del alimento sólido provisto a la mesa del Señor, tomado de su Palabra y adecuadamente preparado para ser asimilado por la organización teocrática, con la ayuda del espíritu. Si usted es sincero y manso y enseñable, ¿necesitará mucho tiempo para entender las doctrinas elementales? ¿Por qué no avanzar rápidamente al alimento sólido? La cosa es, nunca deje de lograr progreso, ya sea por desanimarse o por hacerse presumido. ¿Por qué no seguir la amonestación de Pablo, quien, después de decir de su propia determinación de proseguir “hacia la meta”, dijo: “Que nosotros, pues, cuantos seamos maduros, seamos de esta actitud mental; . . . De todos modos, hasta donde hemos progresado, sigamos caminando ordenadamente en esta misma rutina”? Desde su primer contacto con la organización de Dios usted ha sido enseñado de modo práctico por medio de las diferentes reuniones de estudio y el curso de ministerio a lograr progreso en el entendimiento. Pues, entonces, continúe del mismo modo ordenado, siguiendo la “misma rutina”, y “vigilen a los que andan de la manera que va de acuerdo con el ejemplo que ustedes tienen en nosotros [los apóstoles]”. De ese modo podemos estar seguros a todo tiempo del favor de Jehová mediante el estar en compañía y guardar el paso con los “adoradores genuinos” que ‘adoran al Padre con espíritu y verdad’.—Fili. 3:14-17; Juan 4:23, NM.
¿QUIÉNES SON DE MENTE ESPIRITUAL?
21. ¿Qué pregunta surge en cuanto a esto tocante a las “otras ovejas” del Señor?
21 Algunos, quizás muchos, de nuestros lectores han estado esperando la oportunidad de preguntar, diciendo: ¿No es un hecho que los textos supracitados se dirigen sólo a los que son de “la manada pequeña” con la esperanza celestial delante de ellos? Y ¿no son sólo éstos, los engendrados por el espíritu de Dios, de quienes puede decirse que son “hombres espirituales”, capacitados por el espíritu de Dios para entender las “cosas profundas de Dios”? En breve, ¿es bíblico decir que las “otras ovejas” del Señor son de mente espiritual?
22. ¿Bajo qué extrañas circunstancias discutió Jesús el asunto de adoración?
22 En respuesta, permítase que nosotros hagamos una pregunta que puede poner en marcha nuestra mente en la dirección correcta. ¿A quién dijo Jesús esas benignas palabras de vida y dió ese penetrante y nuevo concepto de adoración “con espíritu y verdad”? ¿A sus seguidores íntimos que en breve recibirían el derrame del espíritu en el Pentecostés? No; ni siquiera a un israelita; sino a una forastera, a una mujer de Samaria. ¡Sorprendente! Sí, los discípulos se sorprendieron. Pero, más sorprendidos estuvieron, sin duda, cuando supieron que después que Jesús hizo una visita de sólo dos días muchos más samaritanos creyeron y confesaron: “Sabemos que este hombre verdaderamente es el salvador del mundo.”—Juan 4:27, 42, NM.
23. ¿Dan ocasión de sorpresa las “otras ovejas” en este día? y ¿qué garantía bíblica hay de esto?
23 Juan, quien tuvo el placer de registrar ese incidente, de nuevo se sorprendió muchos años después, cuando en visión, después de oír una cuenta detallada de los 144,000 esclavos sellados que forman el Israel espiritual, luego vió “una grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar”, atribuyendo la salvación a Dios y al Cordero, y él tuvo que confesar su ignorancia respecto a su identidad. No estamos sugiriendo que esos samaritanos eran de la misma compañía que la “grande muchedumbre” del Apocalipsis 7, las “otras ovejas” del Señor. Más bien lo que es de presumir es que si aquellos samaritanos se apegaron a su creencia en Jesús se unieron con aquellos creyentes gentiles que al debido tiempo fueron añadidos a la congregación, la “manada pequeña”. Pero el elemento de sorpresa es el mismo, y sugiere que nosotros, también, tenemos que estar preparados para sorpresas semejantes, especialmente a causa de los que de manera inesperada entran rápidamente en el favor de Dios en esta tardía fecha. ¿Quién, de entre nuestros lectores que estuvieron presentes en la ciudad de Nueva York, no recuerda ese penetrante contener de la respiración con agradable sorpresa que vino de esa vasta, casi invisible, concurrencia que llenaba el estadio Yanqui esa calurosa noche de verano de agosto de 1950 cuando el orador anunció que algunos de los “príncipes” en perspectiva de la tierra nueva estaban presentes?—Sal. 45:16.
24. ¿En vista de qué pensamos que estas “otras ovejas” necesitan entendimiento espiritual maduro?
24 A estas “otras ovejas” hoy no se les ve fuera del atrio del templo, sino adentro; porque ahí es donde Juan vió a la “grande muchedumbre”, de pie “delante del trono de Dios” rindiendo “servicio sagrado día y noche en su templo”. (Apo. 7:9-15, NM) Ellos no son las “piedras vivas” que forman esa “casa espiritual”. (1 Ped. 2:5, NM) Pero en vista de su relación estrecha y aceptación con Dios y el Cordero, y también de su adoración limpia mediante el ‘haber lavado sus mantos’ y mediante el rendir servicio sagrado en esa casa espiritual, ¿quién negaría que ellos se cuentan entre los adoradores genuinos que adoran “con espíritu y verdad”, y quienes son de mente espiritual, “ocupándose en las cosas del espíritu”? Porque ciertamente no están “ocupándose en las cosas de la carne”. Y seguramente los que sirven en puestos de responsabilidad privilegiados como “príncipes” necesitan tener entendimiento maduro, el cual puede obtenerse sólo mediante la ayuda del espíritu santo.
25. ¿Cómo arroja Hebreos 11 luz sobre este tema en cuanto a la actitud y esperanza de los que se probaron fieles antes del día de Cristo?
25 Parece que el factor determinante es, ¿En qué tienen fijos su mente y corazón y en qué concentradas sus esperanzas? ¿Están almacenando para sí mismos tesoros sobre la tierra, participando del espíritu de este mundo, o se encuentran en la misma posición feliz de los que se describen en el capítulo 11 de Hebreos? El lenguaje aquí también es sorprendente, cuando se recuerda que este capítulo está hablando de aquellos hombres y mujeres de fe y devoción fuertes que vivieron y murieron antes del día de Cristo. Dice: “Ellos están haciendo esfuerzos por alcanzar un lugar mejor, es decir, uno que pertenece al cielo,” y que por lo tanto Dios “ha preparado una ciudad para ellos”; y que el efecto de esa provisión y promesa fué hacerlos “extranjeros y residentes temporarios en la tierra” donde habitaron. En otras palabras, los hizo apartarse del mundo y del “espíritu del mundo”, y en cambio los hizo poner su rostro hacia ese reino y gobierno teocrático que esencialmente es espiritual, la “Nueva Jerusalén”, que desciende “del cielo”. Ellos no tuvieron ninguna idea o esperanza de ir al cielo, sino que esperaban ser parte de esa sociedad del nuevo mundo que pertenece al cielo, y estuvieron mentalmente en pleno acuerdo con eso, aunque vivieron mucho antes de su tiempo. Note también esa expresión sorprendente acerca de que Moisés tuvo la misma mente o actitud mental de Cristo, “escogiendo ser maltratado con el pueblo de Dios más bien que tener el gozo temporáneo del pecado” junto con los “tesoros de Egipto”.—Heb. 11:13-16, 25, 26; Apo. 21:2, NM.
26. ¿Debemos concluir que todo el pueblo de Dios debe tener mente espiritual, y con qué perspectivas según se expresan en el Salmo 23?
26 El peso de la evidencia bíblica por lo tanto parecería ser abrumador a favor de la conclusión de que todas las ovejas del Señor tienen que tener mente semejante, ser de mente espiritual; y nosotros invitamos a todos los que reconocen que han sido traídos a la “una sola manada”, bajo el “un solo pastor” (aunque no todos son del mismo rebaño), a unirse para alimentarse juntos de las ricas “praderas verdes”. Sean refrescados con las “aguas de reposo” vivientes, guiados “por sendas de justicia” a un entendimiento maduro “a causa de su nombre”, comprendiendo que únicamente podemos rendir adoración aceptable y genuina si nos hallamos llenos de Su espíritu y de Su verdad.—Juan 10:16, NM; Sal. 23:2, 3.
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Un concepto maduro de la dedicaciónLa Atalaya 1953 | 1 de enero
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Un concepto maduro de la dedicación
1. Si la madurez es esencial para todos, ¿qué debe discutirse en seguida?
PREVIAMENTE expresamos nuestra intención de discutir los pasos preliminares que son esenciales para colocar correctamente nuestros pies en el camino que lleva a obtener ‘la sabiduría de arriba’. Tocante a esto, también, el espíritu de Dios es esencial para la madurez con respecto a un entendimiento bíblico en el asunto de nuestra dedicación a Dios.
2. ¿Cuál es el primer paso preliminar, y aplica en todos los casos?
2 El primer paso necesario para dedicarnos es que tiene que haber una “vuelta a Jehová”. (2 Cor. 3:16, NM) Eso aplica al caso de uno que anteriormente ha sido miembro de un sistema religioso de la cristiandad, la Babilonia moderna, como los judíos en los días de la iglesia primitiva que estaban atados a su sistema de judaísmo. También aplica al caso de uno que, como los atenienses, no ha hecho profesión de haber pertenecido al pueblo pactado de Dios. El apóstol Pablo trató con ambos casos, de los cuales mucho puede aprenderse.
3. ¿Cómo señala Pablo a la raíz de la dificultad de los judíos, y qué parte importante desempeña la fe en este respecto?
3 Tocante a los judíos, él explicó que ellos fueron muy favorecidos al escuchar la palabra de Jehová contenida en los escritos de Moisés, en ese “antiguo pacto” hecho con él. Empero como nación no progresaron hacia la sabiduría y el entendimiento. En vez de eso, como Pablo dice: “Sus percepciones mentales se embotaron” y “un velo yace sobre su corazón”. ¡Ah! ésa era la raíz de su dificultad. No es que les faltaba habilidad mental, sino que no tenían el propio deseo de corazón, el cual se manifestaría mediante un espíritu de fe y humildad. En otro lugar, el mismo apóstol señala la causa principal de la actitud de corazón incorrecta cuando amonesta a sus hermanos hebreos acerca de “un corazón inicuo falto de fe por apartarse del Dios vivo”. De modo que no podemos empezar a progresar en la dirección correcta a menos que volvamos a Jehová con fe. La regla declarada por el apóstol aplica a toda persona, sin excepción: “Sin fe, es imposible lograr su buen agrado, porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que llega a ser el galardonador de los que con sinceridad le buscan.”—2 Cor. 3:14-16; Heb. 3:12; 11:6, NM.
4. ¿Les esperan grandes bendiciones y privilegios a los que sinceramente se vuelven a Jehová?
4 Ahora observe la perspectiva gloriosa que se le hace accesible a la persona que vuelve a Jehová con sinceridad y verdad y, al notar la dirección en que se encamina, usted reconocerá los linderos familiares anotados en lo que acabamos de estudiar. Porque en 2 Corintios 3:16 a 4:6 (NM) el apóstol explica que cuando el velo es quitado somos librados de las tinieblas y esclavitud al error y entramos en ese lugar (la organización del Señor, Sión) y en esa relación “donde está el espíritu de Jehová”, donde hay libertad para escudriñar las cosas profundas y ser “transformados” rehaciendo nuestra mente para que podamos reflejar y emitir la gloria de Jehová, todo lo cual es ‘exactamente como lo hace el espíritu de Jehová’. Todos los que son así favorecidos en Sión tienen un “ministerio” glorioso de dejar que “de las tinieblas resplandezca la luz” para que otros presos todavía puedan ser libertados de la esclavitud al “dios de este sistema de cosas” mediante ‘el hacer manifiesta la verdad . . . a toda conciencia humana’.—Isa. 59:21; 60:1.
5. ¿Se prescribe un curso parecido para los que previamente no hicieron profesión, y se anima a que todos busquen a Jehová?
5 En cuanto a los que previamente no han hecho profesión de servir a Jehová Dios, observe que Pablo, en substancia, les prescribió el mismo curso a los hombres de Atenas. Ellos, también, tienen que buscar “a Dios, por si le buscaran a tientas y realmente le encontraran, aunque [para nuestro estímulo], de hecho, no está muy lejos de cada uno de nosotros”, y aunque “Dios ha pasado por alto los tiempos de tal ignorancia, empero ahora le está diciendo a la humanidad que todos ellos por todas partes deben arrepentirse”. (Hech. 17:27, 30, NM) Literalmente la palabra griega para “arrepentirse” encierra la idea de cambiar de parecer, “una vuelta a Jehová.” En la Palabra de Dios se anima vigorosamente a todos, no importa cuál haya sido su curso anterior, a dar este paso inicial de arrepentirse y tener la correcta actitud de corazón. Considere, por ejemplo, las siguientes expresiones benignas: “¡Buscad a Jehová mientras pueda ser hallado, invocadle en tanto que esté cercano! ¡deje el malo su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá compasión de él, y a nuestro Dios, porque es grande en perdonar!” Porque “a este hombre empero miraré, a saber, al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra”.—Isa. 55:6, 7; 66:2.
6. Cuando uno primero obtiene conocimiento de la verdad, ¿qué dos cosas importantes generalmente se comprenden?
6 ¿Qué sigue ahora? Tomemos, como ilustración, el caso de uno que recientemente se ha puesto en contacto con los testigos de Jehová y quien, mediante la ayuda de ellos, ha llegado a una apreciación del conocimiento de la verdad del glorioso propósito y provisión bondadosa de Jehová. Él se ha apartado de su curso anterior y se ha vuelto a Jehová, porque se da cuenta de que ha sido sacado de las tinieblas a la luz. Ahora ve el supremo punto en cuestión de la soberanía universal de Jehová y sabe conforme a la Palabra de Dios que pronto será resuelto ante toda la creación, definitivamente, en el Armagedón, “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Sabe que será el triunfo del reino de Dios con sus ejércitos justos luchando bajo el ungido “Rey de reyes” de Jehová, y que la victoria predicha es absolutamente cierta porque, desde 1914 d. de J.C., Jehová ha estado escarneciendo a sus enemigos y riéndose de ellos con mofa, diciendo: “¡Empero yo he constituído mi Rey sobre Sión, mi santo monte!” Está emocionado con esta visión esclarecedora, y también ve en la Palabra de Dios que en este “tiempo del fin” una obra urgente de gran importancia tiene que hacerse; la “obra extraña” de Dios, una obra de dar testimonio, entregando un mensaje de amonestación, que a la vez es un mensaje de verdadero consuelo e instrucción para todos los que quieran escuchar.—Apo. 16:14; 19:11-16, NM; Sal. 2.
7. El apreciar el punto en cuestión y la obra del Señor hace que se razone y se proceda ¿de qué manera?
7 ‘Sí,’ se dice a sí mismo, ‘claramente veo el punto en cuestión y aprecio que los testigos de Jehová verdaderamente están haciendo la obra del Señor. Y determino, por la gracia de Dios, ponerme del lado correcto del punto en cuestión, apoyando la causa justa del reino de Dios. Además, comprendo que es mi privilegio y responsabilidad participar activamente en la obra de dar testimonio hasta el grado más completo posible, dándole el primer lugar en mi vida. Ya que me he puesto de parte de Dios y me he dedicado enteramente a su servicio como se lleva a cabo bajo la dirección de su organización teocrática, me doy cuenta de que, conforme a las Escrituras, la siguiente cosa es someterme a la inmersión en agua como símbolo de mi dedicación completa y de haberme puesto de parte de Dios.’ Él procede así, creyendo que delante de él yace un curso bien definido que, si lo mantiene, le conducirá a la vida eterna y felicidad sobre la tierra bajo el dominio y bendición del reino de Dios.
8. ¿Resulta siempre como se planea el curso bien definido, o surgen varias razones que lo hacen parecer imposible?
8 Hasta ahora todo va bien. ¿O va bien? Ese curso bien definido no siempre resulta así, ¿verdad? Sin duda usted ha oído de casos, o ha estado en contacto personal con los tales, o quizás hasta esté sufriendo tal experiencia usted mismo ahora, en que parece que será imposible mantener el curso que usted ha emprendido. Quizás sea una u otra la razón. Quizás en la verdadera experiencia los rigores de la obra de testificación misma sean mucho más penosos de lo que usted se había imaginado, basado en el optimismo y entusiasmo de sus testigos compañeros. Quizás, aunque no haya mucha oposición verdadera en el territorio donde usted está trabajando sí hay gran apatía, y usted siente que ésta lo está agotando. O, quizás no sea nada directamente relacionado con la obra del Señor, sino algún grave problema doméstico que ha surgido debido a la posición que usted ha adoptado, resultando en gran aflicción mental e infelicidad; aparentemente más de lo que usted puede soportar. O, quizás sea algo absolutamente contrario; algo, o alguien, ha entrado en su vida con una atracción tan fuerte que usted siente que no puede resistirla. Usted sabe, basado en todo lo que ha oído, además de los ejemplos en la Biblia tales como Hebreos 11, que estas experiencias son comunes a todos los del pueblo de Dios y que ellos siguen adelante fielmente bajo tales pruebas y tentaciones; pero, en su caso, usted sencillamente siente que ha perdido el equilibrio y que está cargado con más de lo que puede llevar. Las promesas de la Palabra de Dios no parecen aplicar en su caso. Usted siente que no puede enfrentarse a los hermanos, y vuelve a antiguos vicios, o se precipita a otros nuevos, en un esfuerzo por ahogar sus penas.
9. ¿Se experimenta desengaño a veces con los recién interesados, y debemos concluir rápidamente que no se puede hacer nada para ayudarlos?
9 Quizás, estimado lector, usted nunca haya tenido tal experiencia, pero posiblemente haya tenido el gozo de ayudar a otros a ver la verdad y usted los ha visto progresar de la manera que se describió, y entonces, precisamente cuando pensó que estaban seguros dentro de la manada, ya que se habían declarado de parte de Dios y se habían bautizado, comenzaron a titubear y a tropezar, más o menos como se indicó en los párrafos anteriores. ¿Qué es lo que ha pasado? Usted recuerda lo bien que parecían progresar mientras usted tuvo un estudio bíblico de casa con ellos. Empero ahora, aunque usted está ansioso por ayudarles de cualquier modo posible, pidiendo la dirección divina en el asunto, ellos no permitirán que usted lo haga y quizás hasta rehusen verlo a usted. Con pena usted decide que no hay nada más que se pueda hacer y que será mejor que dirija su atención a otro lugar para tratar de encontrar y ayudar a nuevo interés, consolándose usted mismo con el pensamiento de que estas cosas fueron predichas en esa ilustración que Jesús fue acerca de la semilla que se sembró donde no había profundidad de tierra, o donde rápidamente fue ahogada por las espinas. Sin embargo, claramente se indicó en el estudio de La Atalaya sobre esa parábola (1 de junio de 1951) que estas condiciones que resultan en no producir fruto no son necesariamente automáticas, algo que no pueda ser cambiado; sino que, sea que tengamos que ayudarnos a nosotros mismos, o a alguna otra persona, es grande nuestra responsabilidad. De modo que consideremos de nuevo la pregunta, ¿Qué es lo que ha pasado?
CAUSA DE RECAÍDA
10. ¿Ha de considerarse nuestra dedicación como primariamente a una obra, o a una persona, y qué diferencia hace esto?
10 Usted quizás diga que la inmadurez es la causa. Sí, pero ¿en qué respecto en particular? Y nosotros sugerimos que es muy probable que sea una falta de entendimiento en cuanto a todo lo que significa el paso de la dedicación. Lo que deseamos poner en claro es que no se trata simplemente de dedicarnos a un trabajo, dándole el primer lugar en nuestra vida; sino que principalmente se trata de dedicarnos a una persona, a La Persona, Jehová. Y ¿qué diferencia hace esto en el asunto? Toda la diferencia que pueda haber. Nos ayuda a evitar el error de considerar nuestra dedicación como un paso elemental que se dió y con el cual ya se cumplió para luego progresar con la obra. Más bien, debe considerarse como el entrar a una relación vital, una relación que a todo tiempo tiene que mantenerse y cuidarse celosamente.
11. (a) ¿Dónde hallamos información en cuanto a la dedicación de Jesús? (b) ¿Cómo reveló él un entendimiento maduro de la ley de Dios en relación con su dedicación?
11 Para dirección bíblica en cuanto a esto, no podríamos hacer nada mejor que considerar a nuestro Líder y Dechado, Cristo Jesús. Para nuestro provecho, así como para el de Jesús, Jehová muy bondadosamente reveló en su Palabra precisamente cómo Jesús razonó y la actitud de corazón que le condujo a ser sumergido por Juan. Esto se registró en el Salmo 40, escrito siglos antes de que Jesús viniera a la tierra, y podemos estar seguros de su aplicación porque, hablando en Hebreos 10:5-10 acerca de que Jesús se ofreció a sí mismo, el apóstol cita del Salmo 40:6-8. Al leer estos versículos aprendemos que Jesús comprendió que, en lugar de los sacrificios y ofrendas animales que se hacían bajo el antiguo pacto de la Ley, ahora era su privilegio ofrecerse como el “un solo sacrificio por los pecados perpetuamente”. (Heb. 10:12, NM) Y por eso, expresando su actitud de corazón al dedicarse, él dijo: “He aquí, yo vengo . . . me complazco en hacer tu voluntad, oh Dios mío.” Pero, dice usted, ¿no prueba ampliamente esa última expresión que sí es dedicación a una obra, a hacer la voluntad de Dios? ¡Espere! Madurez significa entender no sólo alguna verdad sobre determinado tema, sino la entera verdad, obteniendo el cuadro completo en la mente, cada parte en su debido lugar y en proporción correcta en relación con el conjunto. Entonces, demos debida importancia a la expresión subsiguiente y concluyente de la dedicación de Jesús: “Tu ley está dentro de mi mismo corazón.” (Sal. 40:7, 8, UTA) ¿Cómo es eso? ¿En qué forma? ¿Los Diez Mandamientos? Jesús señaló a un entendimiento mucho más maduro de la esencia de la ley de Dios en el resumen que él hizo al escriba judío, diciendo que Jehová nuestro Dios es uno solo y que no hay otro (dando énfasis a su supremacía como el asunto de mayor importancia), entonces tenemos que estar amándolo con todo nuestro corazón, entendimiento y fuerza, y también amando a nuestro prójimo como a nosotros mismos. (Mar. 12:28-34, NM) ¡Ah, ahí tenemos la raíz del asunto! Esa fué la razón fundamental por la cual Jesús pudo decir, “Me complazco en hacer tu voluntad,” y perseveró y se apegó a ese curso a través de los más severos sufrimientos y pruebas; no simplemente porque vió que era una buena obra de la cual tanto dependía, sino debido a su relación con su Padre celestial, reconociendo su supremacía y amándolo con afecto y devoción inquebrantables.
12. ¿Cómo manifiesta la relación matrimonial la necesidad de dar el primer lugar a las cosas de primera importancia?
12 Para ilustrar la importancia relativa entre la relación y la obra, considere la relación matrimonial. Cuando una mujer se casa sabe que con el cuidado de la casa y la crianza de los hijos le espera una obra importante y que será mucho el trabajo, porque “el trabajo de la mujer nunca se acaba”. Pero si ella es una mujer verdadera y sabia aprecia que mucho más importante todavía es la necesidad de fiel y constantemente desempeñar su parte en mantener esa preciada relación marital de amor y cariño y devoción mutuos, celosamente cuidando que nada los haga comenzar a perderse confianza o respeto y empezar a apartarse. En estos días cuando el egoísmo ha llegado al colmo, parece que el matrimonio a menudo se considera como un paso que se dió y con el cual se cumplió, en vez de una relación en la que se entra y que tiene que ser mantenida y cuidada. Esta quizás sea la razón por la cual muchos matrimonios fracasan tan rápidamente.
13. ¿Nos conduce un aprecio verdadero de nuestra dedicación a un concepto maduro de nuestra responsabilidad hacia la obra del Señor?
13 Cuidemos bien, a toda costa y a todo tiempo, nuestra completa y altruísta devoción de corazón a Jehová, que es la verdadera esencia de nuestros votos de dedicación. Igual que Jesús, hemos respondido a la invitación: “¡Hijo mío, dame tu corazón!” (Pro. 23:26) De ahí en adelante, “con toda vigilancia guarda tu corazón, porque de él brotan las fuentes de la vida.” (Pro. 4:23, BC) ¿Empequeñece esto la importancia de la obra del Señor y nuestra parte en ella? De ningún modo. Nos ayuda a adoptar un concepto maduro de ella, a participar en ella celosamente con el motivo correcto, porque deseamos exaltar el nombre de Jehová, porque le amamos con todo lo que tenemos y porque amamos a nuestro prójimo y queremos que él participe de las mismas bendiciones que nosotros gozamos. El participar en el servicio de Jehová es la prueba esencial y constante de nuestra dedicación mantenida. (Juan 14:15; 1 Juan 5:2, 3, NM) Seguramente ahora podemos apreciar más profundamente que un entendimiento maduro mediante la ayuda del espíritu de Dios conduce a una adoración madura “con espíritu y verdad”, y que encuentra su plena expresión en servicio sagrado maduro. ¿No unió Jesús inseparablemente estos dos, adoración y servicio, cuando dijo: “Es a Jehová tu Dios que tienes que adorar, y es a él solamente que tienes que rendir servicio sagrado”?—Mat. 4:10, NM.
14. Ante todo, ¿qué cosa nos es esencial para cumplir nuestros votos de dedicación?
14 ¿Nos ayudará lo anterior a vencer las aparentemente abrumadoras dificultades descritas previamente? Seguramente que sí. El amar a Jehová, el sujetar nuestra voluntad completamente a la suya y estar conscientes de nuestra relación con él, es la cosa que más nos ayudará a hacer frente a la estocada más cortante del adversario, no importa de dónde venga; la cosa que más nos sustentará a través de la más agotadora prueba de aguante; la cosa que más revelará y contrapesará la tentación más sutil y seductiva.
15. (a) ¿Hasta qué grado afecta a la operación del espíritu de Jehová nuestro concepto de lo que la dedicación significa? (b) ¿Qué nos capacitará a participar de la convicción del apóstol registrada en Romanos 8:38, 39?
15 Además, note cómo el espíritu de Dios entra en esto. El espíritu de Jehová opera libremente sólo hacia aquellos que se han dedicado plenamente a él con todo su corazón. Es bueno comprender la importancia de la causa y obra justas de Jehová, pero si nuestra dedicación se detiene ahí, no hemos avanzado lo suficiente; no hemos alcanzado la fuente de la ayuda que tanto necesitamos. De modo que no cometa el error de decir cuando las dificultades surgen: ‘Me mantendré ocupado en la obra de dar testimonio y en contacto estrecho con el pueblo del Señor y su organización, y puedo presuponer que estas cosas me mantendrán en armonía con Jehová y asegurarán que su espíritu opere a mi favor.’ No dé nada por supuesto. Concerniente a toda doctrina fundamental y cada paso y relación que afectan el obtener y mantener el favor de Jehová y obtener la vida sin fin en su reino, “pasemos adelante a la madurez” de entendimiento mediante la iluminación de su espíritu, para que cada uno pueda decir, como dijo el apóstol: “Porque estoy convencido de que ni la muerte ni la vida ni ángeles ni gobiernos ni cosas aquí ni cosas por venir ni poderes ni altura ni profundidad ni ninguna otra creación podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor.”—Heb. 6:1; Rom. 8:38, 39, NM.
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“Pocos leen la Biblia”La Atalaya 1953 | 1 de enero
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“Pocos leen la Biblia”
Bajo ese encabezamiento un periódico de Nueva York informó de la declaración del Dr. Roberto J. McCracken, de la iglesia Riverside de Nueva York, al efecto de que “el hábito de leer la Biblia está siendo abandonado”. También dijo: “No se debe pensar demasiado del hecho de que la Biblia es el libro que más se vende en el mundo.” También: “Toda la evidencia indica que en un número desconcertantemente grande de hogares se le consulta tan raramente como a la colección de las obras de Shakespeare. . . . Sirve más de adorno que de instrumento. Las novias la llevan a sus bodas y luego la guardan entre sus recuerdos. Los políticos juran sobre ella cuando son instalados en sus puestos pero rara vez juran por ella después. Aun entre miembros de iglesias, la Biblia es mayormente un libro desconocido. Es un hecho que la mayoría de la gente en este país sólo tiene una vaga idea de lo que enseña el más importante libro del mundo.”
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1953 | 1 de enero
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Preguntas de los lectores
● Sus publicaciones indican que la guerra del Armagedón vendrá en esta generación y que esta generación empezó en 1914 d. de J.C. Bíblicamente, ¿de cuántos años consta una generación?—G. P., Liberia.
El diccionario sin abreviar de Wébster da, en parte, esta definición de generación: “El promedio de vida del hombre, o el período de tiempo en el que un rango sigue a otro, o el padre es sucedido por el hijo; una época. Generalmente se considera que una generación consta de unos 33 años.” Pero la Biblia no es tan específica. No da ningún número de años para una generación. Y en Mateo 24:34, Marcos 13:30 y Lucas 21:32, los textos que mencionan la generación a la que la pregunta se refiere, no hemos de entender que la generación quiere decir el promedio de tiempo en que una generación es sucedida por la siguiente, como se hace en el diccionario de Wébster en su aproximación de 33 años; sino que más bien como la definición primero citada de Wébster, “el promedio de vida del hombre.” Tres o hasta cuatro generaciones pueden estar viviendo al mismo tiempo, porque sus vidas se traslapan. (Sal. 78:4; 145:4) Antes del diluvio del día de Noé la gente vivía cientos de años. A través de los siglos desde entonces la duración de la vida ha variado, y aun ahora es diferente en diferentes países. La Biblia sí dice que los días de un hombre son setenta u ochenta años; pero no señala ningún número específico de años a una generación.—Sal. 90:10.
Aun si lo señalara, no podríamos calcular de tal cifra la fecha del Armagedón, porque los textos que se consideran aquí no dicen que la guerra de Dios viene al fin de esta generación, sino antes de su fin. El tratar de decir cuántos años antes de su fin sería especular. Los textos sólo determinan un límite que es bastante definido para servir todos los presentes propósitos prácticos. Algunas personas que vivían en 1914 d. de J.C. cuando la serie de eventos predichos empezó también estarán viviendo cuando la serie termine con el Armagedón. Todos los eventos vendrán dentro del límite de una generación. Hay cientos de millones de personas viviendo ahora que vivían en 1914, y muchos millones de estas personas todavía podrían vivir veinte o más años. Precisamente cuándo pondrá fin el Armagedón a la vida de la mayoría de ellas no lo podemos decir.
● El Deuteronomio 21:10-13 manifiesta que hombres israelitas podían casarse con mujeres cautivas extranjeras, empero otros textos prohiben el matrimonio con ellas. ¿No es esto contradictorio?—M. H., Pensilvania.
Jehová da la razón por la prohibición general concerniente a las esposas extranjeras, como sigue: “Ellas apartarían a tus hijos de seguirme para servir a dioses extraños.” También se amonestó contra el “casar sus hijos con las hijas de ellos, quienes desertarán hacia sus dioses y harán a sus hijos desertar también”. (Éxo. 34:16, Mo; Deu. 7:4, UTA) La prohibición no se basaba en algún prejuicio racial ni en alguna base nacionalista, sino que fué con el único propósito de proteger a los Israelitas de la contaminación religiosa. Fué para evitar contactos que pudieran comprometer la pureza de adoración dada a Jehová.
Pero note cómo las circunstancias especiales implicadas en el caso de que se trata en el Deuteronomio 21:10-13 eliminan este peligro de contaminación: “Cuando hagas la guerra a los pueblos enemigos, y Yavé, tu Dios, te los dé en tus manos y hagas cautivos, si entre ellos vieres a una mujer hermosa y la deseas, la tomarás por mujer, la entrarás en tu casa, y ella se raerá la cabeza y se cortará las uñas, y quitándose los vestidos de su cautividad, quedará en tu casa; llorará a su padre y a su madre por tiempo de un mes; después entrarás a ella y serás su marido y ella será tu mujer.”—NC.
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