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Manteniendo firmemente la declaración pública de nuestra esperanzaLa Atalaya 1955 | 1 de marzo
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de verdad y justicia de Jehová, podemos flotar a la ventura, pensar en las cosas incorrectas; y, no habiendo leído ni estudiado bastante la Palabra de Dios, podemos llegar a formar nuestras propias filosofías acerca de la vida. Las personas hasta pueden ir al grado de expresar cómo les parece que Dios mismo debe ser y lo que debe estar haciendo. Pero uno sabe que no puede conocer a otro a menos que hable con él o lea acerca de él o de otra manera se comunique con él. Nadie puede llegar a conocer a Dios a menos que le escuche por medio de su Palabra escrita. En estudio particular usted puede adquirir mucha información acerca de Dios, pero al asistir a las reuniones de congregación, su estudio anticipado, habiéndolo equipado, lo capacita a usted a expresar su creencia y esperanza, para beneficio de otros. No le es provechoso a un testigo cristiano de Jehová el dejar de reunirse regularmente con otros cristianos dedicados. Piense en el daño que se hace a sí mismo y también a otros. No es incitado al amor y a las obras rectas, porque no oye comentar a sus colaboradores y él no está allí para dar comentario a fin de ayudarlos.
“PODAMOS TENER LIBERTAD DE PALABRA”
16. ¿Cómo puede uno incitar a otros y también uno mismo ser incitado al amor y a las obras rectas?
16 La organización visible de Jehová ha hecho arreglos para estudios semanales de La Atalaya en cada congregación a través del mundo. Es aconsejable asistir a éstos. Otras reuniones, también, tales como la escuela del ministerio teocrático y la reunión de servicio, producen una rica bendición y ayudan a uno a asirse de las instrucciones. Siempre que asista usted a estas reuniones no esté callado y crea que es mucho mejor que alguna otra persona se exprese. En su manera sencilla, agradable y, probablemente, con habla vacilante, aun usted puede incitar a otros al amor y a las obras rectas. Usted puede animar a otros mediante su expresión correcta. ¿Estuvo usted alguna vez en un estudio de La Atalaya donde un hermano o hermana con la que usted ha estado trabajando durante meses contestó por primera vez? Le dió a usted algo de emoción oír hablar a esta persona, ¿no es verdad? Después de la reunión es muy probable que usted la felicitara. Para usted fué un gozo y un verdadero placer oír hablar a esa persona. Lo animó a usted a hacer mayores obras, como dijo Pablo; y por eso, al hacer declaración pública de su esperanza, usted estará incitando y también será incitado al amor y a las obras rectas. ¿Por qué no, entonces, dar a las otras personas ese mismo sentido de gozo, ese mismo placer que usted tuvo, dejando que lo oigan hablar regularmente en el estudio de La Atalaya? Indiscutiblemente ellas apreciarán su comentario. Usted puede tener más años en la verdad y por eso tendrán gusto en oír lo que usted diga. O tal vez sea usted nuevo en la verdad y se regocijarán al ver cómo ha progresado en entendimiento.
17. Cuando el ejercer uno la “libertad de palabra” resulta en una expresión errónea en presencia de otros estudiantes de la Biblia, ¿cómo resulta en provecho para todos?
17 El expresarnos es tanto práctico como necesario, porque a un grado grande realmente no sabemos lo que creemos hasta que empezamos a hablar o empezamos a escribir, es decir, a comunicar. Si nunca nos expresamos, entonces nuestros pensamientos nunca adquieren forma para ser de provecho a otros o aun a nosotros mismos. Algunos se excusan diciendo que si hablan quizás den una respuesta incorrecta o desorientadora. ¿Se queda usted callado porque pudiera equivocarse? Aun si se equivoca es para su provecho. ¿Cómo es eso? Porque entonces alguna otra persona dará la respuesta debida y, adicionalmente, el presidente se expresará e indicará la respuesta correcta y finalmente el párrafo será leído para completar la respuesta a la pregunta. Por un momento quizás esté un poco avergonzado, pero usted expresó a la congregación lo que creía. Usted se enteró de que estaba equivocado, así que al estudiar junto con otros miembros de la congregación y al expresarse usted descubrió su error. Si se hubiera quedado callado quizás nunca habría conocido su error. Por eso ahora tiene la oportunidad de cambiar su pensamiento. Usted quiere las ideas correctas en la mente, y ahora ha cambiado algún pensamiento incorrecto y lo ha substituído por el correcto. Ningún adorador de Jehová quiere ir de casa en casa hablando acerca de los propósitos de Jehová y decir a los amos de casa cosas incorrectas. De modo que sus hermanos lo ayudaron a corregir el error que usted hizo en su declaración pública en presencia de ellos. No permita que el error que usted piensa que pudiera expresar haga que se retenga de hablar. Tal vez el error que usted cometa impresione la respuesta correcta más profundamente en la mente de otros. Si una persona hiciera todo su propio pensar y jamás consultara con alguna otra persona o se expresara a otros, nunca podría probarse a sí mismo. Eso subraya el valor de la “libertad de palabra”; y por eso se nos da la amonestación de “Sigan examinándose para ver si están en la fe, sigan probando lo que ustedes mismos son.”
18. ¿Mediante qué práctica sencilla viene el crecimiento en conocimiento acertado y en habilidad para usarlo diestramente para el propósito de Jehová?
18 Tenemos que avanzar, aumentar, crecer en la organización de Jehová; no podemos permanecer estancados. Por medio de la revista La Atalaya y todas las publicaciones concomitantes, así como también por medio de los siervos de congregación, de circuito y de distrito, la Sociedad Watch Tówer constantemente recalca el punto de que tenemos que estudiar. El estudio serio es trabajo arduo. Pero produce resultados felices. Requiere esfuerzo el investigar las Escrituras, pero usted sabe que el conocimiento obtenido significa vida. El adquirir conocimiento de Jehová Dios y de su Hijo, dijo Jesús, significa vida eterna. (Juan 17:3) El que quiere la vida tiene que escuchar al Dador de vida, Jehová, porque está escrito: “Muy en verdad les digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna, y no entra en juicio sino que ha pasado de la muerte a la vida.” (Juan 5:24, NM) La vida eterna se debe, entonces, a oír la Palabra y creer en Jehová Dios, porque fué Dios quien envió a Cristo Jesús; y teniendo esta fe podemos pasar de la muerte a la vida. Al congregarnos para hacer declaración pública de nuestra esperanza continuamos aprendiendo y creciendo, avanzando a la madurez.
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¡No una carrera de 100 metros!La Atalaya 1955 | 1 de marzo
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¡No una carrera de 100 metros!
● El pensar en un boxeador recuerda a uno una lucha de por lo menos media hora. Menciónese una carrera de resistencia, y uno piensa en hombres que corren muchos kilómetros. Pero la carrera del cristiano es más larga y su lucha más ardua que una u otra de estas cosas. Por eso se le amonesta en Hebreos 12:1 (NM) que se ‘quite todo peso’ y ‘corra con aguante’ la carrera que ha sido puesta delante de él. Pablo puso el ejemplo, como se registra en 1 Corintios 9:26, 27, (NM): “El modo en que estoy corriendo no es incierto; el modo en que estoy dirigiendo mis golpes es como para no golpear al aire; sino que trato mi cuerpo severamente y lo guío como a un esclavo.” ¿Por qué aferrarse tan tenazmente al proceder cristiano? Porque, como dijo Jesús en Mateo 10:22, es el que haya perseverado hasta el fin que será salvo. ¿Cómo corre usted?
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