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  • El arrepentimiento que conduce de regreso a Dios
    La Atalaya 1981 | 1 de noviembre
    • AYUDANDO A LA CONGREGACIÓN

      26. ¿Cómo pudieran manejarse algunos casos si son pocas las personas que están enteradas del mal?

      26 En algunos casos un pecado grave no ha llegado a conocerse comúnmente, y probablemente no llegue a conocerse así. Tal vez solo unas cuantas personas estén enteradas del pecado, como, por ejemplo, miembros cercanos de la familia o los pocos testigos. (Aunque éstos son “los presentes,” se les debe hacer comprender que el chismear acerca del asunto sería un acto falto de amor.) Por eso, una vez que el comité judicial esté seguro de que el malhechor está arrepentido, no hay por qué hacer más público el asunto, pues todos “los presentes” han oído la censura bíblica sobre el asunto, y el pecador está arrepentido.

      27, 28. ¿Cuándo puede ser aconsejable informar a la congregación que alguien ha sido censurado?

      27 En otros casos puede ser que muchos miembros de la congregación y/o de la comunidad sepan del pecado. O el pecado puede ser de tal índole que, con el tiempo, sin duda haya de llegar a conocerse generalmente. Es necesario manejar de otra manera un caso de este tipo. Para que toda la congregación pueda sentirse tranquila, es preciso que sepa que el asunto está recibiendo la debida atención. Además, todos podrán sacar provecho del consejo bíblico que puede ayudarles a tener la actitud saludable de temer incurrir en pecado.

      28 O tal vez haya un caso en que a los ancianos les parezca que debe ejercerse cierto grado de cautela. Por ejemplo, aunque cierto malhechor esté genuinamente arrepentido ahora, tal vez en el pasado haya mostrado debilidades respecto a su resolución de evitar el camino que lleva al pecado. Por eso, en el interés de que la congregación no vaya a ser puesta en peligro por alguien que llegara a ser una influencia corruptora en medio de ella, el comité de ancianos pudiera decidir que debiera pronunciarse un discurso informativo basado en la Biblia.

      29, 30. (a) ¿Cómo informarán los ancianos a la congregación? (b) ¿Qué provecho puede venir como resultado de manejar algunos casos de esta manera?

      29 En cualquiera de estas dos situaciones, los ancianos de la congregación pueden hacer arreglos para tratar el asunto en la reunión de servicio semanal, no en otras reuniones. En la reunión de servicio se podría anunciar que el comité judicial ha censurado al que antes era malhechor y que éste ha demostrado arrepentimiento. Además, quizás el comité judicial juzgue necesario imponer ciertas restricciones. Entre éstas pudiera estar el no asignarle partes en las reuniones, el no representar a la congregación en oración o, tal vez, no leer textos de la Biblia ni comentar en las reuniones. Si el comité ha impuesto algunas restricciones, puede informar a los ancianos si le parece que éstas deban anunciarse a la congregación. Estas restricciones pueden levantarse gradualmente en el futuro.

      30 La misma noche en que se hace el anuncio, pero más tarde en el programa de la reunión de servicio, un anciano asignado podría pronunciar un discurso bíblico firme. No debe mencionar al malhechor por nombre ni revelar ningún detalle específico de la información confidencial que haya salido a luz en la reunión del comité judicial. Pero podría considerar lo que la Palabra de Dios dice acerca del tipo de error o pecado envuelto en este caso, el peligro que representa y como evitarlo. Toda la congregación puede sacar provecho de tal amonestación bíblica.—2 Tim. 4:1,2.

      31. ¿Qué actitud deberíamos tener para con el punto de vista que Dios tiene del arrepentimiento?

      31 Todos nosotros debemos agradecer profundamente el hecho de que Jehová este dispuesto a aceptar el arrepentimiento genuino. Ciertamente no debemos ‘aceptar la bondad inmerecida de Dios y dejar de cumplir su propósito.’ (2 Cor. 6:1) En caso de que alguien haga eso y se entregue al pecado y no se arrepienta, Dios dirige a la congregación a que dé pasos más decisivos. Se tratará de éstos en nuestro número siguiente.

  • ¿Recuerda usted?
    La Atalaya 1981 | 1 de noviembre
    • ¿Recuerda usted?

      ¿HA DISFRUTADO usted de la lectura de los últimos ejemplares de La Atalaya? Entonces probablemente recuerde algunos de los siguientes puntos interesantes que se consideraron:

      □ ¿Qué le puede ayudar a dominar su espíritu?

      Primero, examínese para detectar si tiene algún motivo o debilidad particular de cuya existencia usted no se haya dado cuenta. Si hay otra persona envuelta en el asunto, trate de verla como Dios la ve. ¿Está usted juzgando a esta persona por uno o dos rasgos “irritantes”? ¿Está usted pasando por alto los rasgos favorables de ella? (Fili. 4:8) También, procure ver el punto de vista de la otra persona. Esto lo tranquilizará y le ayudará a evitar la trampa del prejuicio. (Pro. 18:13)—15/2 págs. 4-6.

      □ ¿Por qué hay compatibilidad entre la venganza de Dios y su amor?

      Es porque Dios ama la justicia y odia la iniquidad. Su amor no permite que él tolere para siempre la iniquidad. (Nah. 1:2; Deu. 32:35, 41) Para que Dios rescate a los que lo aman y ejercen fe en el sacrificio de rescate de Jesucristo se requiere que Dios limpie la Tierra de toda culpa de homicidio, de la corrupción y de la inmoralidad. Así, al infligir venganza sobre sus enemigos, el ‘Dios de amor’ limpiará el camino para que la Tierra se convierta en un paraíso mundial. (1 Juan 4:8)—1/6 págs. 5,15.

      □ ¿Por qué es pecado el fumar?

      “El pecado es quebrantamiento de la ley [de Dios].” (1 Juan 3:4, Biblia de Jerusalén) Una de las leyes de Dios es: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.” (Sant. 2:8) El fumar viola los derechos de otros, y, de hecho, puede causarles daño físico. La nicotina del tabaco surte el efecto de una droga, y debilita el aprecio del fumador al Creador y Sus propósitos. El fumador se convierte en esclavo de este hábito inmundo. (Compare con Romanos 6:6; 2 Corintios 7:1.) El fumar es pecado.—15/6 págs. 4-9.

      □ ¿Cuáles son algunas pruebas de la existencia de Dios?

      Entre estas pruebas se encuentran las siguientes: La evidencia astronómica que está en concordancia con la declaración bíblica de que el universo material tuvo comienzo. (Gén. 1:1) La armonía y el orden que hacen posible la vida en la Tierra. Las maravillas del cuerpo humano que se compone de billones de células que producen las sustancias químicas, las proteínas y las hormonas necesarias. El instinto de los animales, pájaros y peces.—1/7 págs. 3-5.

      □ ¿Cómo nos podemos hacer un “buen nombre” ante Dios?

      Por interesarnos en saber lo que es correcto y lo que es incorrecto a los ojos de Dios. Tenemos que dejar de hacer lo que es incorrecto y comenzar a hacer lo que es correcto. (Rom. 12:2) Para lograr tal meta tenemos que estudiar la Palabra de Dios y entonces aplicar a nosotros mismos el conocimiento adquirido. (Rom. 2:21, 22) Esto incluye el seguir los pasos de Jesús y participar en la obra de predicar las “buenas nuevas” del reino. (Mat. 24:14; 1 Ped. 2:21)—1/7 págs. 25, 27, 29, 30.

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