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  • Haciendo planes ahora para el tiempo venidero
    La Atalaya 1951 | 1 de julio
    • puede indicar que ése es su deseo, escribiendo a la Sociedad.

      Puede dirigirse a la sucursal del país en que reside usted, y para los Estados Unidos, dirija su tarjeta o carta a: Watch Tower Bible and Tract Society, Treasurer’s Office, 124 Columbia Heights, Brooklyn 2, New York. Al escribir a la Sociedad, puede decirse algo cómo sigue concerniente a sus “Buenas esperanzas”: “Es mi esperanza que durante los próximos doce meses podré donar a la obra de alabar a Jehová, en reconocimiento de que él ha comenzado a gobernar como Rey, la cantidad de $--, contribuciones que haré en cantidades y en ocasiones que se me manifiesten más convenientes y conforme sea prosperado por la gracia inmerecida de Jehová Dios por medio de Cristo Jesús. [firmado]” Sería bueno que guardara una copia de su tarjeta o carta como recordatorio para usted mismo. Además de la dirección dada anteriormente dé la oficina principal en Brooklyn, en la página 386 hay una lista de otras direcciones de sucursales, y hay una lista completa en la última página del Yearbook (Anuario) y de otras publicaciones recientes de la Sociedad.

      Entendemos el hecho de que hay muchas personas que quizás no deseen escribir a la Sociedad de acuerdo con lo anterior, prefiriendo no hacer expresión de sus esperanzas o anticipaciones para el año venidero sino deseando contribuir cuando les sea conveniente, conforme pase el tiempo. Tal proceder es perfectamente aceptable.

      El deseo que tenemos es que cualquier donación sea usada para adelantar los intereses del Reino. Esto será efectuado sólo por la bendición de Jehová el Rey. De modo que junto con usted deseamos unir nuestras oraciones mutuas al Altísimo pidiendo que él dirija y bendiga el uso de estas cosas, y, sobre todo, la devoción personal de nosotros mismos en este tiempo a los requisitos justos de su adoración, para que seamos hallados en esa grande muchedumbre de alabadores de Jehová ahora y después del Armagedón.

  • Jefe de tribu africana reconoce la voz del Pastor
    La Atalaya 1951 | 1 de julio
    • Jefe de tribu africana reconoce la voz del Pastor

      ● Oyendo que iba a haber una gran asamblea de gente de diferentes lugares en el kraal [comunidad nativa] de uno de los jefes supremos y que él iba a estar presente también, hice arreglos con algunos hermanos para testificar a la gente reunida allí. Al testificar, un oficial que yo conozco hizo arreglos para que yo estuviera entre los oradores que iban a dirigirse a la asamblea el domingo siguiente. Fuimos el domingo y nos reunimos fuera del patio del kraal. Había una concurrencia de más de 600 personas. Nos sorprendimos al ver presentes representantes de diferentes credos y denominaciones. Los primeros en desarrollar algunos discursos fueron los abafundisi [culto religioso local]. Trataron de la resurrección de Cristo, ya que era domingo de Resurrección para ellos. Entonces fui llamado. Me levanté y di mi discurso, “Paz en la tierra, ¿cuándo?” Primero que todo observé que estaban sorprendidos porqué hubiera yo escogido este tema en vez de uno teniendo que ver con la Resurrección. Después todos ellos escucharon atentamente y algunos de ellos movían la cabeza. Cuando miré al jefe supremo observé que sonreía—era manifiesto que él es un hombre que aprecia los hechos bíblicos. Parecía que el tiempo no me permitiría terminar mi discurso. Mientras todavía hablaba, el jefe indicó que se me diera más tiempo. Después que concluí, hablaron dos más. Después de eso el jefe se levantó y resumió los discursos. Primero me dió las gracias por haber venido y por decirle a su gente la verdad. Entonces le dijo a la concurrencia que yo era el único que podía convencer a los que, como él, aman la verdad bíblica. Entonces desestimó lo que los abafundisi dijeron a la gente, declarando que la Biblia muestra que éstos están extraviando a la gente. También nos invitó para hablar en una gran reunión que iba a celebrarse en su kraal real.

      —Mbabane, Suaziland.

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