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La puntualidad... una muestra de consideraciónMinisterio del Reino 1984 | abril
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5 También es importante llegar a tiempo a las reuniones para el servicio del campo. El que seamos puntuales permite que se dedique más tiempo a la importantísima obra de predicar y de hacer discípulos. Pero si debido a las circunstancias se le hace tarde para la reunión para el servicio del campo y desea trabajar con el grupo, quizás pueda unirse a los publicadores en el territorio mismo.
6 Nuestra puntualidad hará posible que otras personas nos respeten y también respeten la organización que representamos. Sí, la puntualidad refleja consideración. Muestra que uno es ordenado (1 Cor. 14:40). Por ejemplo, cuando se le invita a una cena, el que usted llegue puntualmente muestra consideración hacia su anfitrión y los otros invitados. ¿No es cierto que el estar a tiempo para las comidas espirituales con la congregación es aun más importante? Siempre debemos mostrar respeto a nuestro anfitrión, Jehová Dios, a los otros invitados, y también por la provisión del alimento espiritual.
7 Los padres pueden dar un buen ejemplo a los hijos por medio de ser puntuales. Todos nosotros, incluso nuestros hijos, debemos esforzarnos para que la puntualidad nos recomiende y recomiende a la organización que representamos. Esto muy bien puede incluirse en el que apliquemos las palabras de Pablo: “De ninguna manera estamos dando causa alguna para tropiezo, para que no se halle nada censurable en nuestro ministerio; antes bien, de toda manera nos recomendamos a nosotros mismos como ministros de Dios”. (2 Cor. 6:3, 4.)
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Enseñe a los nuevos a comentar en las reunionesMinisterio del Reino 1984 | abril
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Enseñe a los nuevos a comentar en las reuniones
1 Se debe ayudar a los nuevos de la congregación a apreciar que las expresiones de ellos delante de otros dan prueba de su fe y llevan a la salvación (Rom. 10:10). Hágales notar que Jesús ‘declaró el nombre de Dios en medio de la congregación’ (Heb. 2:12). Por consiguiente, como cristianos, es el privilegio de ellos comentar en las reuniones. Es un privilegio inapreciable, porque sus expresiones de fe verdaderamente estimulan a los que llevan más tiempo en la verdad a continuar en el amor y en las obras correctas. (Rom. 1:12.)
2 El conocimiento, lo mismo que la fe, no tiene valor alguno si no se hace expresión de él; así que grabe en la mente de los nuevos que se debe estudiar con el propósito de utilizar el conocimiento, no solo en el ministerio del campo, sino también mediante comentar en las reuniones. El primer paso para enseñar a los nuevos a comentar en las reuniones es comentar nosotros mismos, porque ellos copiarán a su maestro. (Luc. 6:40.)
3 Haga hincapié en la sencillez; una idea que se entiende bien puede expresarse en pocas palabras y los oyentes la entenderán más fácilmente. Así que enseñe a los nuevos a analizar la pregunta, ayúdelos a localizar en el párrafo la idea o el pensamiento que contesta la pregunta, y entonces haga que le expresen esa idea en las propias palabras de ellos. Enséñeles a determinar la relación entre los textos bíblicos del párrafo y la respuesta a la pregunta Haga que marquen las palabras claves en el margen o que las subrayen en el mismo párrafo, para que así puedan recordar la idea en la reunión. Anímelos a que hablen suficientemente fuerte y despacio para que todos los presentes puedan entender. Una vez que hayan asimilado la idea y puedan expresarla, usted pudiera decirles: “Ya que ha contestado estas preguntas aquí, ¿qué le parece si hace lo mismo en el Salón el próximo domingo?”.
4 Siéntese con ellos en el Salón del Reino; su presencia les será una fuente de fortaleza. Una buena sugerencia es sentarse cerca del frente, así a ellos no les parecerá que hay muchos ojos observándolos. Quizás se puede pedir de antemano al conductor que esté a la espera de cuando él o ella levante la mano; de ese modo no se los pasará por alto. Sin embargo, si los nuevos no levantan la mano voluntariamente, no se los debe llamar para que contesten, puesto que no queremos avergonzarlos. El asignar a los nuevos a leer un texto bíblico es una buena manera de ayudarlos a que comiencen a comentar. El que después de las reuniones les hagamos saber que apreciamos sus comentarios los animará a seguir participando. Si todos los publicadores participan en ofrecer comentarios, las reuniones incitarán a todos los presentes al amor y a las obras excelentes.
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Presentando las buenas nuevas... siembre las semillas donde puedan crecerMinisterio del Reino 1984 | abril
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Presentando las buenas nuevas... siembre las semillas donde puedan crecer
1 Jesús lo hizo. Los apóstoles lo hicieron. Muchos cristianos del día moderno lo hacen. ¿Lo hace usted? ¿Hacer qué? Dar testimonio informal. Como ministros, siempre debemos estar prestos a sembrar la semilla de la verdad en corazones fértiles en los que ésta pueda crecer y producir. ¿No es cierto que la parábola del sembrador nos anima a participar en la testificación informal? ¿Dónde sembró la semilla el sembrador? “A lo largo del camino [...] sobre los pedregales [...] entre los espinos [...] sobre la tierra excelente.” (Mat. 13:19-23.)
2 Puesto que se tiene que sembrar la semilla de la verdad en todas partes, es necesario que creemos oportunidades para la predicación informal. Podemos hacerlo de varias maneras: Por medio de tomar la iniciativa y no esperar a que las personas con quienes viajamos, los compañeros de trabajo, condiscípulos, vecinos u otras personas nos aborden para conversar sobre un tema religioso. Queremos ser nosotros los primeros en iniciar discretamente una conversación amigable, y, después, hábilmente, dirigirla a una consideración de la Biblia. No es bueno ser sermoneador, y, recuerde, el saber cuándo concluir la conversación es tan importante como el saber cuándo iniciarla. También se exige preparación. Puede que no siempre tengamos nuestra Biblia a la mano, pero podemos tener listo el vocabulario bíblico adecuado sobre enseñanzas fundamentales de la Biblia. Es útil llevar alguna literatura que podamos dejar en manos de las personas para que la lean. Los tratados son una ayuda práctica; éstos tratan sobre asuntos que son temas de conversación diaria. Las revistas La Atalaya y ¡Despertad! también tienen una variedad de temas que despiertan el interés.
3 Todos los publicadores pueden participar en la testificación informal. No es necesario tener un territorio personal. Jesús dijo: “Al ir, prediquen” (Mat. 10:7). Las personas que se prestan a esta clase de testificación las hallamos en nuestros tratos comerciales, entre nuestros compañeros de viaje en los autobuses, trenes, aviones, automóviles, el metro o el subterráneo, en las estaciones de gasolina, restaurantes, hoteles y moteles u hospederías. Para los que trabajan seglarmente la hora del almuerzo es un tiempo excelente para testificar. Si usted es ama de casa, puede hablar a los vendedores, a los que hacen los repartos, al cartero y a otras personas que vienen a su hogar. Ustedes los jóvenes en la escuela pueden testificar a sus condiscípulos a la hora del almuerzo, durante el tiempo de recreo y en camino a la escuela o cuando regresan de ella. Cuando escriba cartas, ¿por qué no incluye un tratado? Cuando converse por teléfono con sus conocidos y parientes, mencione la esperanza del Reino.
4 Muchas personas tienen una disposición mental receptiva cuando se les habla de manera informal. Aprovechemos, estas oportunidades para presentar las buenas nuevas.
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●Oferta de literatura para abril y mayo: La suscripción a La Atalaya por $3.50 por un año, o a ambas revistas por $7.00. Las suscripciones por seis meses, $2.00 cada una. Para junio y julio: El libro “Venga tu reino”, por 75c. Si no lo tienen en existencia, pueden ofrecer cualquier otro libro de 192 páginas que se haya publicado antes de 1981.
● Las tarjetas para la solapa, para la asamblea de distrito de 1984, se enviarán y se incluirán con el embarque de literatura de abril. No será necesario pedirlas. Se harán los envíos en partidas de 25 tarjetas, según el tamaño de la congregación, y se les cobrará en la cuenta de literatura a razón de un centavo por cada tarjeta. Este nuevo arreglo uniforme representará un ahorro sustancial en labor, tiempo y gastos para la Sociedad. Sin duda será más conveniente para las congregaciones y asegurará que se tengan a la mano tarjetas para la solapa para todos los hermanos y las hermanas.
● La Conmemoración se efectuará el domingo 15 de abril de 1984. Aunque puede que el discurso comience antes de la puesta del Sol, sírvanse tener presente que no se deben comenzar a pasar el pan y el vino conmemorativos sino hasta después de la puesta del Sol. Quizás sea necesario que investiguen cuándo será la puesta del Sol en su región el día 15 de abril. Puesto que no se celebrará ninguna otra reunión ese día, se deben hacer los ajustes pertinentes en conformidad con las circunstancias locales. Los superintendentes de circuito también harán los ajustes correspondientes en su programa para esa semana, de modo que la única reunión que se celebre el 15 de abril sea la Conmemoración.
● A partir del número del 1 de abril de 1984 de La Atalaya, las ediciones en inglés y en español contendrán los mismos artículos de estudio como también los mismos artículos principales relacionados con el tema de la portada. Los artículos de estudio que ya se han publicado en inglés, pero que no han aparecido en español se publicarán en la edición en español durante los próximos meses. Asegúrense de guardar su ejemplar para estudio personal de cada número que contenga estos artículos adicionales de estudio, puesto que se los incluirá en el programa para el Estudio de Libro de Congregación desde la semana del 2 de septiembre de 1984 en adelante.
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