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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1970 | 1 de marzo
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disponible localmente, puede reflejar el honor y la dignidad del acontecimiento. Sería mejor no llenar la copa tanto que haya peligro innecesario de que se derrame cuando se pase.
Después que se hace una breve oración sobre el pan, los escogidos para hacerlo pueden pasarlo entre el auditorio. Parece que Jesús partió el pan, evidentemente en dos partes, para dar algo de éste a los que estaban reclinándose a ambos lados de él, porque solo se utilizó un pan. (Mat. 26:26) Pero no es menester que el orador rompa el pan antes de que se pase. Probablemente se pase en un plato o platos, y si alguno que está presente es de los ungidos, él o ella puede tomar o romper un pedacito. Los hombres que sirven los emblemas deben tener oportunidad de participar si son de los ungidos, y, naturalmente, el orador debe tener la oportunidad de participar. El servir el vino procede de la misma manera ordenada que el servir el pan.
En caso de que un cristiano ungido estuviese enfermizo y no pudiera asistir, un varón cristiano maduro podría llevarle una porción individual del pan y el vino a esa persona esa misma noche antes de salir el Sol. Dependiendo de las circunstancias, se pueden hacer algunos comentarios adecuados y luego se pueden presentar los emblemas después de las oraciones. Como se permitía bajo la Ley tocante a la Pascua, en un caso extremado en que un ungido no pudiera observar el Memorial el 14 de Nisán, podría celebrarlo treinta días después.—Núm. 9:9-14.
Puesto que los emblemas en sí no son sagrados, después de terminarse la celebración en el Salón del Reino y despedirse la reunión, se pueden llevar el pan y el vino a casa y usarse en alguna otra ocasión como alimento normal.
La importancia de esta celebración por lo general resulta en que muchos nuevos vengan al Salón del Reino. Por consiguiente hay oportunidad de compañerismo agradable y edificante antes y después de la reunión. En lugares donde varias congregaciones utilizan el mismo salón, los responsables de los arreglos tratarán de suministrar oportunidad para este compañerismo. A veces tales congregaciones comparten el gasto de alquilar un salón separado para una de las congregaciones para que todos puedan reunirse a una hora razonable, se pasen los emblemas después de la puesta del Sol, y al mismo tiempo no haya demasiado apresuramiento.
A menudo, al llegar a casa después de esta reunión, la familia de testigos de Jehová emplea tiempo considerando el significado del Memorial. Esta consideración calmada de la celebración y los relatos bíblicos de cuando fue instituida pueden tener un efecto excelente como conclusión del acontecimiento significativo y feliz.
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MINISTERIO DEL CAMPO
Al construir un edificio, se hacen esfuerzos diligentes para asegurarse de que tenga buen fundamento. Igualmente es preciso tener un fundamento sólido y de la clase correcta sobre el cual edificar la fe cristiana. Así, lo que Jesucristo enseñó e hizo a favor de nosotros sirve como el fundamento primario para la fe verdadera. (Efe. 2:20) Desde que se imprimió esta revista por primera vez en 1879, La Atalaya se ha esforzado por ayudar a otros a edificar sobre este fundamento espiritual correcto. Para edificar fe en otros durante el mes de marzo, con gozo los testigos de Jehová ofrecerán la suscripción de un año a La Atalaya, junto con tres folletos, por un dólar.
ESTUDIOS DE “LA ATALAYA” PARA LAS SEMANAS
8 de marzo: La implantación de la Palabra, §1-19. Página 137. Cánticos que se usarán: 10, 68.
15 de marzo: La implantación de la Palabra, §20-24, y Algunos hombres se hicieron creyentes, §1-16. Página 143. Cánticos que se usarán: 38, 101.
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