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Mente imparcial, o estrechez de miras... ¿qué lo caracteriza?¡Despertad! 1984 | 22 de noviembre
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Mente imparcial, o estrechez de miras... ¿qué lo caracteriza?
A LA gente sí se le hace difícil llevarse bien unos con otros, ¿no es cierto? Y aunque a la mayor parte de nosotros nos gusta pensar que somos imparciales, preguntémonos con toda sinceridad: ¿Es siempre la “otra persona” quien realmente es de miras estrechas e intolerante?
En realidad, tal vez su mente sea más estrecha de miras de lo que usted se imagina. ¿Dice usted a veces: “Hay dos asuntos sobre los cuales nunca hablo: religión y política”? ¿O hace una mueca de desprecio ante alimentos que no ha comido antes? “¿Comer caracoles? ¡Jamás!” ¿O qué opina de tipos poco comunes de tratamiento médico? “¿La acupuntura? ¡Eso es puro charlatanismo!” ¿O “sabe” usted —como, por ejemplo, lo sabe “todo el mundo” en Alemania— que los gitanos son ladrones, los alemanes del norte son testarudos, todos los de Berlín son fanfarrones, los suevos son tacaños y los extranjeros son perezosos? Por supuesto, hay ideas como éstas en todas partes... sí, también en el país donde usted vive.
¿Qué es una mente imparcial y receptiva?
Una mente imparcial y receptiva está libre de las cadenas del prejuicio, que ciertos diccionarios definen como sigue: “Juicio u opinión sobre algo antes de tener verdadero conocimiento de ello”; “opinión que se forma en el ámbito social, favorable o desfavorable a algo, sin ningún fundamento real”; “juicio que uno forma sin fundamento suficiente, o apartándose de lo justo o razonable”.
Una parte necesaria de la vida es el tomar decisiones y formar juicios. Pero las decisiones que se toman “sin ningún fundamento real” o los juicios que se forman “sin fundamento suficiente, o apartándose de lo justo o razonable” son pruebas de una mente estrecha de miras.
Por otra parte, el tener una mente imparcial y receptiva quiere decir ser receptivo a nueva información y nuevas ideas. Significa estar dispuesto a examinar y evaluar información sin tener una actitud parcial. Si recordamos lo que vale la pena y rechazamos lo que carece de valor, podemos llegar a conclusiones definitivas que tengan un fundamento sólido, o real, y dejar todavía nuestra mente en estado receptivo a una revisión posterior si llegara a haber disponible más información en el futuro. El que crea que lo ha aprendido todo puede estar seguro de que esta actitud impedirá que aprenda más.
Por qué es estrecha de miras la mente de la gente
Una mente estrecha de miras puede indicar falta de conocimiento. Puede que sepamos tan poco de un tema, o tengamos información tan tergiversada o incompleta, que nos falten los hechos necesarios para llegar a conclusiones correctas. Por ejemplo, si usted vive en Alemania y está muy seguro de que todos los de Berlín son fanfarrones, pregúntese precisamente a cuántas personas de Berlín conoce. ¿Conoce a bastantes de ellas como para juzgar a varios millones de personas con exactitud? Tal vez si piensa con más cuidado llegue a darse cuenta de que ha conocido a más fanfarrones de Hamburgo, Francfort o Munich que los que ha conocido de Berlín.
Una mente estrecha de miras puede revelar falta de interés en el tema o una renuencia a examinar el asunto. De hecho, hasta pudiera ser una señal de incertidumbre o duda. Por ejemplo, si no podemos defender nuestros puntos de vista religiosos, puede que nos hallemos atacando a los que ponen en duda nuestras creencias, no con argumentos lógicos, sino con calumnias e indirectas. Esto huele a prejuicio y a una mente estrecha de miras.
La mente estrecha de miras puede indicar también un deseo egoísta de conservar ciertas ventajas que pudiéramos perder si tuviéramos una mente imparcial y receptiva. En algunos países se ha dominado a ciertos grupos raciales para que otros grupos puedan disfrutar de ciertos privilegios. Los grupos privilegiados, por no estar dispuestos a compartir sus privilegios con otros, se refugian en la posición que induce a prejuicio de que “somos mejores que ustedes”, y así cierran la mente a toda evidencia en contra de su punto de vista.
¿Es usted lo suficientemente imparcial como para considerar la posibilidad de que quizás no lo sea? Vale la pena averiguarlo. Mientras que una mente imparcial y receptiva puede ser una ventaja para usted, una mente estrecha de miras le causará casi de seguro perjuicio.
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Seis beneficios derivados de una mente imparcial¡Despertad! 1984 | 22 de noviembre
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Seis beneficios derivados de una mente imparcial
DE LAS muchas ventajas de una mente imparcial, queremos considerar seis. Piense en si usted quizás pudiera derivar mayor provecho o placer de la vida al desarrollar una mente imparcial y receptiva en uno u otro aspecto en particular.
1 Enriquece la vida
¿Recuerda usted su infancia? ¡Qué animadora era la vida! ¡Qué emocionante era explorar toda cosa nueva que se presentaba! Usted era —como son normalmente la mayor parte de los niños— imparcial, receptivo o receptiva a nuevas impresiones. No sabía lo que significaba el prejuicio.
Pero ¿ha conservado usted esa receptividad mental para con cosas nuevas? ¿O ha llegado a ser como el viajero que va al extranjero y se queja de que no puede hallar el alimento que acostumbra comer en su casa? Claro, quizás tenga que tomar ciertas precauciones en cuanto al alimento y la bebida para proteger su salud mientras está de viaje. Por ejemplo, quizás sea prudente tomar agua embotellada solamente y, especialmente en los trópicos, evitar las hortalizas crudas y las ensaladas. Pero, aparte de eso, ¿qué le impide por lo menos probar algunos de los platos de la localidad? Los nativos han estado disfrutando de ellos por años. ¡Tal vez usted no sepa lo que se está perdiendo!
¿Y qué opina de las costumbres extranjeras? Puede que parezcan algo extrañas si usted las considera desde su propio punto de vista. Pero el que parezcan “extrañas” no quiere decir que sean “inferiores”. Los de mente estrecha de miras son quienes insisten en que “nuestro modo de hacer las cosas es mejor”. Así que, aunque usted todavía prefiera un cuchillo y un tenedor a los palillos, enriquecerá su vida una vez que aprenda a comer con éstos.
¿Por qué privarse de la asociación de otros grupos étnicos porque el modo de vivir de ellos quizás sea diferente al suyo? Cierto alemán graduado de la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower recuerda que nunca había disfrutado de estar en contacto estrecho con personas de otras naciones hasta que asistió a esta escuela de misioneros en 1962. “Era parte de un cuerpo estudiantil compuesto de estudiantes procedentes de 50 diferentes países —recuerda él—, de lugares tan lejanos como el Japón, Papuasia Nueva Guinea, el Congo, Argentina y la India. Al principio mis sentimientos para con ellos eran contradictorios, pero con el transcurso del tiempo, después de llegar a conocerlos mejor, aprendí a amarlos. Ésta fue una experiencia que enriqueció grandemente mi vida y amplió mis horizontes.” Su vida, también, llegará a tener mayor significado si usted se ensancha para disfrutar de toda la variedad que se encuentra dentro de la familia humana.
2 Contribuye a tener mejor salud
El lograr la curación total y duradera de las enfermedades está más allá de la capacidad del hombre, sea en el presente o en el futuro. Pero la ayuda divina está en camino. Dentro de poco el nuevo sistema de cosas de Dios reemplazará la sociedad de hoy día, que está enferma tanto física como moralmente. Entonces, “ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’”. (Isaías 33:24.)
Mientras tanto, buscamos alivio temporal de los malestares físicos. Es posible escoger entre un sinnúmero de tratamientos médicos. Si tenemos una mente imparcial y receptiva, no desaprobaremos ninguno de ellos simplemente porque sean poco comunes o poco ortodoxos. También reconoceremos que lo que puede ser eficaz en el caso de cierta persona tal vez no surta efecto en el caso de otra. Por eso, aunque ejerzamos la debida cautela, una mente imparcial y receptiva nos permite escoger de una selección mucho más amplia de terapias médicas que una mente estrecha de miras.
Una mente imparcial y receptiva nos ayuda a mantener una actitud alegre. La mente estrecha de miras está envenenada con prejuicio y odio. Carece de amor y por eso es perjudicial para la salud. Cierto siquiatra lo expresó así: “Es más fácil odiar, pero más saludable amar”. Sí, la medicina moderna ha descubierto la verdad bíblica de que “la mente tranquila es vida para el cuerpo” y “buen remedio es el corazón alegre”. (Proverbios 14:30; 17:22, Versión Popular.)
3 Fomenta el desarrollo mental
¡Se ha calculado que el cerebro humano tiene la capacidad de recordar 10.000 veces más información que la que está registrada en la Encyclopædia Britannica! ¿Por qué contener esta enorme capacidad al permitir que una mente estrecha de miras limite la cantidad de conocimiento que usted adquiera?
La mente estrecha de miras produce el estancamiento del desarrollo mental. Esto es peligroso porque una mente de esa índole no puede corregir ideas u opiniones incorrectas o impropias. En cambio, la mente imparcial y receptiva lleva a la madurez y a mayor equilibrio mental. Nos ayuda a ampliar el fundamento sobre el cual basamos nuestras opiniones y tomamos decisiones. Así hay mayor probabilidad de que tomemos decisiones correctas.
4 Ayuda a resolver problemas
Para tener éxito en resolver problemas tenemos que estar dispuestos a aceptar consejo sabio. Proverbios 15:22 dice: “Resultan frustrados los planes donde no hay habla confidencial, pero en la multitud de consejeros hay logro”. Una mente imparcial y receptiva nos ayuda a aceptar el consejo de los que nos rodean, personas con quienes trabajamos, vivimos y nos asociamos. Esto resulta en logro y éxito.
Una mente imparcial y receptiva nos ayuda a recibir consejo por medio del ejemplo, aun cuando el que dé dicho ejemplo quizás no esté consciente de ese hecho. Esto lo ilustra lo que la esposa de cierto misionero cristiano solía decir a su esposo cuando él se enfadaba por el modo como las personas hacían las cosas. “Recuerda —ella le recordaba—, puedes aprender algo de cada persona... aunque nada más sea cómo no hacer cierta cosa”.
Sí, podemos beneficiarnos muchísimo si no cerramos la mente a los pensamientos y la conducta de otros. Al examinar imparcialmente “en lo que resulta la conducta de ellos”, podemos imitar o evitar su derrotero, según sea el caso. (Compárese con Hebreos 13:7.)
5 Fomenta buenas relaciones
¿Se ha precipitado usted alguna vez a concluir algo que luego haya resultado ser incorrecto? ¡Qué vergonzoso! Pero lo que es peor, ¡qué doloroso sería esto si produjera fuerte tirantez en su matrimonio o en una amistad estimada! Una mente imparcial y receptiva le habría impedido tomar una decisión al respecto hasta que hubiera reunido todas las pruebas. Esto, a su vez, habría evitado que hablara demasiado pronto. La Biblia, en Proverbios 18:13, hace la siguiente observación sensata: “Cuando alguien está respondiendo a un asunto antes de oírlo, eso es tontedad de su parte y una humillación”.
Es realmente difícil tener una relación excelente con personas de miras estrechas, que lo ven todo solo desde su propio punto de vista y no toman en cuenta las diferencias de opinión, gusto y preferencia. ¿Y qué es más estrecho de miras que una mente parcial?
Por supuesto, la mente imparcial y receptiva no debe ser tan receptiva o tolerante que pierda de vista los principios morales y adopte el parecer de que “cualquier cosa está bien”. Pero al tratar imparcialmente de comprender a una persona, no estamos aprobando su mal proceder. Simplemente estamos tratando de determinar por qué piensa u obra como lo hace. ¿Hay circunstancias atenuantes? ¿Pudiera deberse a su crianza, sus antecedentes o su ambiente? ¿Pudiera deberse a falta de conocimiento?
El ser imparcial con respecto a las faltas y debilidades de otros nos facilitará el mostrarles empatía. No se nos hará difícil extenderles nuestro amor cristiano y ayudarles a cambiar sus acciones y actitudes incorrectas. Esto contribuirá a relaciones significativas.
6 La ventaja más importante
Una sexta ventaja que se deriva de una mente imparcial y receptiva es tan importante que merece una consideración más detallada. Esta ventaja, también, tiene que ver con nuestra relación con otros, esta vez con nuestro Creador, Jehová Dios, y con su Hijo y nuestro Redentor, Cristo Jesús.
Nuestra relación con nuestro semejante, aunque es importante, puede significar, a lo más, la diferencia entre la felicidad y la infelicidad. ¡Nuestra relación con Jehová Dios y Cristo Jesús es la diferencia entre la vida y la muerte! Vea los detalles en el siguiente artículo.
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La mente imparcial y receptiva se gana la aprobación de Dios¡Despertad! 1984 | 22 de noviembre
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La mente imparcial y receptiva se gana la aprobación de Dios
LA IMPORTANCIA de tener una mente imparcial y receptiva a fin de ganar la aprobación de Dios se muestra en las palabras registradas en Efesios 5:10, 17. Ahí leemos: “Sigan asegurándose de lo que es acepto al Señor. Por este motivo dejen de estar haciéndose irrazonables, sino sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová”.
Pero ¿no es cierto que muchas personas tienen estrechez de miras en lo que toca a religión? Algunas hasta rechazan la idea de un Ser Supremo y no están dispuestas a escuchar la evidencia de Su existencia que presentan los creyentes. Para ellas, la religión es un tema vedado.
Hasta algunas personas religiosas tienen estrechez de miras. Se interesan solo en “su” religión y no están dispuestas a siquiera escuchar los puntos de vista de otras. Y aunque tal vez no hayan escogido su religión, sino que simplemente la hayan heredado de sus padres, con todo, les parece que su religión tiene que estar bien. Pero no toda herencia es necesariamente buena. Un genio irritable, una actitud egoísta o un espíritu engañoso también pueden ser rasgos heredados de los padres, pero definitivamente no son deseables.
Lo que hace que cierta religión esté bien es su total adherencia a la Palabra de Dios. El comparar imparcialmente nuestra religión con la Biblia es la única manera de determinar si satisface este criterio o no. Desde luego, la coincidencia de haber nacido en cierto lugar no debe ser el factor que determine para nosotros un asunto tan importante como nuestra adoración a Dios. Después de todo, el niño que nace de padres católicos no ha tenido más control de este hecho que el niño que nace de padres musulmanes.
Evite el prejuicio religioso
Cuando se aborda a las personas con un mensaje religioso, tal vez respondan de una de varias maneras. Algunas dicen: “Es imposible hallar la verdad absoluta”; “todas las religiones buscan solo su dinero”; “la ciencia ha refutado la religión”; “la religión solo es un apoyo para personas débiles”. Estos puntos de vista, y otros como éstos, tienden a cerrar la mente y poner fin a la investigación antes de que ésta comience. Así funciona el prejuicio.
Pues se ha sabido que algunas personas hasta dudan de la veracidad de un mensaje simplemente por el lugar de donde provino el portador del mensaje. Considere, por ejemplo, un suceso del primer siglo de la E.C. Juan 1:45, 46 nos dice: “Felipe halló a Natanael y le dijo: ‘Hemos hallado a aquel de quien Moisés, en la Ley, y los Profetas escribieron, a Jesús, hijo de José, de Nazaret.’ Pero Natanael le dijo: ‘¿De Nazaret puede salir algo bueno?’ Le dijo Felipe: ‘Ven y ve’”. Felipe claramente estaba exhortando a Natanael para que mantuviera imparcialidad y receptividad mental.
Hoy día se dan casos parecidos. Cuando misioneros de los testigos de Jehová predican en países del extranjero, puede que experimenten rechazo, aunque su mensaje se basa en la Biblia, simplemente por su nacionalidad. Siguiendo el ejemplo del Natanael de la antigüedad, algunas personas quizás pregunten: “¿De los Estados Unidos puede salir algo bueno?”.
Otras personas tal vez tiendan a rechazar cierto mensaje porque se lo presenta de un modo sencillo una persona de antecedentes humildes. Pero ¿es esto sensato? Acerca de unos miembros de la congregación cristiana primitiva, leemos: “Ante la osadía de Pedro y Juan, quienes a todas luces carecían de instrucción profesional, los miembros del concilio [Sanedrín judío] se maravillaban y comprendían el alcance de la obra que Jesús había realizado en ellos”. (Hechos 4:13, La Biblia al Día.)
Sí, personas que ‘carecen de instrucción profesional’ pueden hacer cosas asombrosas cuando reciben adiestramiento en los dichos de Dios. Así que no permita que su mente se cierre debido a la falta de instrucción teológica formal, o profesionalismo, de ellas; manténgala receptiva para investigar el mensaje que le traen.
Cómo hallar la verdad religiosa
La mente imparcial y receptiva está dispuesta a hacer lo que recomienda 1 Juan 4:1. Ahí dice: “Amados, no crean toda expresión inspirada, sino prueben las expresiones inspiradas para ver si se originan de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo”. Pero en vista de los millares de diferentes grupos religiosos y sectas que existen hoy día, ¿es posible poner a prueba lo que es verdad? Sí, no solo es posible, sino que ni siquiera es tan difícil como usted tal vez piense. Por ejemplo:
Algunas religiones enseñan que con el tiempo nuestra Tierra literal será quemada por completo. Tal vez citen 2 Pedro 3:7 para apoyar su argumento: “Pero por la misma palabra los cielos y la tierra actuales están guardados para fuego y quedan reservados para el día de juicio y de la destrucción de los hombres impíos”.
Pero ¿dice en realidad ese texto que la Tierra literal será quemada por completo? De hecho, solo habla de la “destrucción de los hombres impíos”. En los versículos anteriores, 2Pe 3:5 y 6, se asemeja esto al tiempo del diluvio de Noé, cuando “el mundo de aquel tiempo sufrió destrucción cuando fue anegado en agua”.
Ahora bien, ¿qué dejó de existir realmente en el Diluvio? Génesis 7:23 contesta: “Así borró él toda cosa existente que había sobre la superficie del suelo, desde hombre hasta bestia, [...] y fueron borrados de sobre la tierra”. Es lógico que cuando los inicuos fueron “borrados de sobre la tierra”, la Tierra literal tiene que haber continuado existiendo.
Esto está de acuerdo con Eclesiastés 1:4, donde se nos informa que “una generación está yéndose, y una generación está viniendo; pero la tierra está subsistiendo aun hasta tiempo indefinido”. Las palabras de Salmo 104:5 son hasta más enfáticas: “Él ha fundado la tierra sobre sus lugares establecidos; no se le hará tambalear hasta tiempo indefinido, ni para siempre”.
Después de comparar estos textos bíblicos, la persona de mente imparcial y receptiva concluye que cualquier religión que enseñe la destrucción literal de la Tierra está enseñando una falsedad. ¿Pudiera dicha religión ser entonces la verdadera, que representara a Jehová Dios, el Dios de la verdad? ¿O qué hay si enseña otras doctrinas igualmente falsasa? Mediante el proceso de eliminación, podemos eliminar de la lista rápidamente las religiones falsas.
‘Sea de juicio sano’
El consejo del apóstol Pedro en cuanto a ‘ser de juicio sano’ abarca, por necesidad, el tener una mente imparcial y receptiva, pues solo una mente de esa índole puede llegar a conclusiones sólidas y formar juicios bien fundados. Algunos de los habitantes de Berea tenían ese tipo de mente, porque acerca de ellos leemos que “recibieron la palabra con suma prontitud de ánimo, examinando con cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran así”. (1 Pedro 4:7; Hechos 17:11.)
La mente imparcial y receptiva, libre de prejuicio, nos permite seguir “examinando con cuidado las Escrituras diariamente” y luego obrar conforme a lo que aprendemos. Esto está en armonía con el consejo bíblico de ‘hacernos hacedores de la palabra, y no solamente oidores’. Los bereanos eran más que simples oidores, pues Hechos 17:12 nos informa que “muchos de ellos se hicieron creyentes”. (Santiago 1:22; véase también Mateo 7:21.)
Sí, el tener una mente imparcial y receptiva vale la pena en muchos sentidos. El usarla para hallar la religión verdadera enriquece nuestra vida actual, mejora nuestra salud espiritual y contribuye a resolver los problemas de la vida. Pero lo más importante es que también nos ayuda a ganar la aprobación de Dios, y así nos da la oportunidad de recibir vida eterna en Su nuevo sistema. (Véase Marcos 10:29, 30.)
Literalmente centenares de miles de personas que viven alrededor del globo terráqueo se alegran de que fueron suficientemente imparciales como para investigar el mensaje de la Biblia. Por tener una mente imparcial y receptiva en lo que toca a religión, han visto que se les ha presentado la maravillosa perspectiva de vida eterna en una Tierra paradisíaca. ¿Quisiera disfrutar usted de una expectativa como ésta para su futuro?
¿Es usted suficientemente imparcial como para investigar? El serlo resultará en beneficio eterno para usted.
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