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El ministerio cristianoLa Atalaya 1965 | 15 de septiembre
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y Corinto fueron tales lugares. Eran centros a los cuales la gente de los alrededores venía para negociar y a través de los cuales pasaban rutas comerciales a lugares distantes. Éfeso, por ejemplo, se hallaba en la carretera imperial de Roma a Oriente, y Corinto estaba situada en un istmo donde las naves descargaban carga que había de ser transportada a otras partes de Grecia. Esta era una práctica más segura que la de arriesgar un viaje alrededor de los cabos azotados por las tempestades en la punta meridional de Acaya. Tales lugares fueron ideales para que el cristianismo tuviese una posición establecida en nuevo territorio. Los judíos y los no judíos de estos lugares que llegaron a ser cristianos llevaron la verdad a ciudades vecinas, a las regiones interiores y también a lugares distantes sobre las rutas comerciales.
MINISTERIO NO LIMITADO
17. ¿Qué evidencia hallamos en el primer siglo de que el arreglo de Jesús de hacer predicadores de todos los creyentes fue un arreglo sabio?
17 La diseminación rápida del cristianismo mostró la sabiduría del arreglo de Jesús de que todos los creyentes predicaran. En corto tiempo podía hallarse a los cristianos a través de todo el inmenso Imperio Romano. El escritor cristiano Tertuliano reveló esto cuando argumentó con los paganos de su día. Él escribió: “Los hombres proclaman en voz alta que el estado está acosado por nosotros; en los distritos rurales, en aldeas, en islas, los cristianos; todo sexo, edad, condición, ¡sí! y rango pasándose a su nombre. . . . Solo somos de ayer, y hemos llenado todo lo que ustedes tienen—ciudades, islas, fortalezas, poblaciones, centros comerciales.” El hecho de que todos ellos participaban en el ministerio lo indica lo que escribió el escritor pagano Celso. Él se mofaba del cristianismo porque, conforme al historiador Augusto Neander, “obreros, zapateros, agricultores, los hombres más incultos y rudos, deben ser predicadores celosos del Evangelio.”
18, 19. (a) ¿Cómo tomaron los cristianos primitivos lo que Jesús dijo en cuanto a confesar unión con él, y qué quiso decir él con esta expresión? (b) ¿Qué otro mandato dio Jesús tocante al ministerio, y a quiénes aplica?
18 Todos los que ejercían fe tomaban en serio lo que Jesús había dicho en cuanto a confesar unión con él. “Yo les digo, pues: Todo el que confiese unión conmigo delante de los hombres, el Hijo del hombre también confesará unión con él delante de los ángeles de Dios.” (Luc. 12:8) Para estar en unión con él una persona tenía que creer las verdades que Jesús enseñaba y tenía que seguir su ejemplo de predicar esas verdades a otros. La persona que estaba renuente a demostrar por actividad en el ministerio que estaba unida con Cristo en creencias y propósitos mostraba una falta de amor a él. ¿Por qué debería reconocer él a esa persona ante Dios y los ángeles como siendo miembro de su cuerpo, de su congregación?
19 Después de la resurrección de Jesús y antes de su ascensión, él dio a sus once apóstoles fieles un mandato que no estuvo limitado solo a ellos. Aplica a todos los cristianos. Él dijo: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado.” (Mat. 28:19, 20) Esto lo hicieron los apóstoles y todos los que llegaron a ser seguidores de Jesús durante el tiempo de los apóstoles. Se regocijaron en toda oportunidad de hacer discípulos a los cuales podían adiestrar para enseñar a otros.
20. Explique cómo la predicación llegó a ser una cosa rara entre los que afirmaban ser cristianos.
20 Algún tiempo después de la muerte de los apóstoles y de los que habían estado asociados estrechamente con ellos, los que afirmaban ser cristianos en aquel tiempo comenzaron a hacerse apóstatas. Se establecieron órdenes eclesiásticas, y la predicación cesó de ser la actividad de todos los que profesaban la fe cristiana; ésta llegó a ser prerrogativa exclusiva de una clase clerical. Observe lo que dice en cuanto a esto la enciclopedia bíblica por M’Clintock y Strong: “Cuando las ceremonias rituales llegaron a reemplazar no solo la práctica, sino la mismísima idea de la evangelización, no sorprende que la predicación misma llegara a ser una ceremonia, y finalmente una ceremonia rara e infrecuente. No solo a los legos, sino aun a los presbíteros de la Iglesia se les prohibía predicar, salvo por permiso especial de los obispos; mientras que muchos de los obispos, que se habían arrogado el derecho exclusivo de predicar, ya sea por ignorancia o por indolencia casi abandonaron la costumbre.” Hoy en día la costumbre de que una clase clerical haga la predicación y que la gente común permanezca callada proviene de estos apóstatas en vez de provenir de Jesucristo.—Hech. 20:29, 30.
RESPONSABILIDAD CRISTIANA HOY EN DÍA
21, 22. ¿Por qué todavía es necesario que los cristianos participen en el ministerio?
21 Aunque estamos alejados del día de Jesús por más de 1,900 años, los mandatos bíblicos para que los cristianos prediquen no han sido cambiados. Todavía son obligatorios. El ser cristiano todavía significa dejar que resplandezca la luz de la verdad bíblica para provecho de otros. La necesidad del ministerio cristiano es tan grande hoy en día como lo fue en el primer siglo a pesar del hecho de que un 30 por ciento de la población del mundo afirma ser cristiana. Las acciones no cristianas del mayor número de éstos que afirman ser seguidores de Cristo revelan que el cristianismo verdadero no ha tocado su corazón. Como con el antiguo Israel, Dios puede decir de ellos: “Este pueblo se ha acercado con la boca, y me ha glorificado solo con los labios, y ha removido su corazón mismo lejos de mí.”—Isa. 29:13.
22 Hay la necesidad de que a los llamados cristianos de la cristiandad se les enseñen las verdades básicas de las Escrituras. Hay necesidad de que se les digan las buenas nuevas del reino de Dios; necesitan que se produzca en ellos una esperanza para la paz mundial y el gobierno justo por medio del reino de Dios. Son como los israelitas improductivos que sufrieron de un hambre espiritual. Aunque afirman ser cristianos, se hallan en necesidad de que los cristianos verdaderos vengan a ellos con verdades espirituales nutritivas. Hay cristianos de esa clase hoy en día que están haciendo esa mismísima cosa.—Amós 8:11.
23. ¿Quiénes comprenden hoy en día cuál es la responsabilidad de un cristiano, y cómo son ellos como los cristianos primitivos?
23 El comprender la responsabilidad que descansa sobre todo cristiano de participar en el ministerio cristiano impulsa a los testigos de Jehová a enseñar las verdades del cristianismo “públicamente y de casa en casa” como lo hicieron los apóstoles. (Hech. 20:20) En 194 países están siguiendo el ejemplo de Jesús yendo entre la gente y predicándole dondequiera que se halle. Como los cristianos primitivos, adiestran a los que responden a las buenas nuevas del Reino para que enseñen a otros. Así, a todos los que entran en la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová se les estimula a participar en el ministerio cristiano. No importa si una persona solo puede emplear unas cuantas horas al mes en el ministerio. Todavía puede obedecer el mandato de Jesús de predicar. Estos cristianos del día moderno toman a pecho lo que dijo el apóstol: “Porque con el corazón se ejerce fe para justicia, pero con la boca se hace declaración pública para salvación.”—Rom. 10:10; 2 Tim. 2:2.
24. ¿Qué contraste hay entre la predicación de Jesús y sus apóstoles y la que hace el clero hoy en día?
24 Muchos que afirman ser cristianos reaccionan desfavorablemente a lo que alegan los testigos de Jehová de que el ministerio cristiano es para todos los cristianos. Están contentos con un arreglo semejante a club en el cual un clérigo les predica, y permanecen espiritualmente inactivos. Eso no es lo que Cristo se propuso para sus seguidores. Ese no es el ministerio cristiano. Él no limitó su predicación a solo sus apóstoles, sin que éstos hicieran nada salvo escuchar. Desemejante a los maestros paganos de Egipto y Grecia que tenían sus arboledas y pórticos donde hablaban a oyentes simpatizadores, Jesús habló en lugares públicos a personas que no todas eran seguidores de él. Algunas eran hostiles. Más tarde, cuando se formaron congregaciones, los apóstoles no se adhirieron a diversas congregaciones y limitaron su ministerio a esas reuniones de creyentes. Continuaron predicando a la gente fuera de la organización cristiana, poniendo un ejemplo para todos los que llegaban a ser cristianos dedicados. Suministraron buen acaudillamiento que ayudó a mantener la vitalidad y la salud espirituales de las diversas congregaciones. Este modelo de edificante actividad cristiana es tan necesario hoy en día como lo fue en el primer siglo.
25. (a) ¿Por qué puede decirse que el ministerio cristiano en la forma que lo comenzó Jesús no ha pasado? (b) ¿Cuál es el fruto del ministerio hoy en día?
25 El ministerio cristiano que Jesús comenzó ha sido revivificado por los testigos de Jehová. Personas de todas las razas y todas las nacionalidades están recibiendo la oportunidad de aprender de las cosas maravillosas que Jehová se ha propuesto para la humanidad. Porque a todos los de la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová se les insta a participar en el ministerio y porque este arreglo tiene la bendición de Dios, se está introduciendo a una grande muchedumbre de personas en la organización de Jehová. Estas personas de buen corazón reconocen el ministerio cristiano como su responsabilidad y como un medio provisto divinamente para mantenerse espiritualmente vivas. Saben que éste es vital para su salvación así como para aquellos a quienes predican. Mediante éste alaban a Dios por medio de Cristo. “Por medio de él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre.”—Heb. 13:15; Mat. 24:14.
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Los ministros maduros pueden ayudar a otrosLa Atalaya 1965 | 15 de septiembre
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Los ministros maduros pueden ayudar a otros
“Apacienta mis corderos. . . . Pastorea mis ovejitas.”—Juan 21:15, 16.
1. ¿Por qué es Jesús un ejemplo que podemos seguir con seguridad?
CON el sufrimiento que Jesucristo aguantó por retener integridad a Dios y con el interés vehemente que manifestó con respecto a dar a conocer los propósitos de su Padre, puso un ejemplo excelente para todos los que llegarían a ser sus seguidores. Ellos podrían amoldar seguramente su vida según la de él, porque él hizo lo que era correcto a los ojos de Dios. En el tercer año del ministerio de Jesús, Jehová expresó su aprobación de él diciendo al alcance del oído de Pedro, Santiago y Juan: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado; escúchenle.” (Mat. 17:5) Ciertamente ellos lo escucharon, y obedecieron sus instrucciones de dejar resplandecer la luz de la verdad para provecho de otros. Unos treinta años después Pedro escribió una carta en la que estimuló a todos los cristianos a seguir el acaudillamiento de Jesús como ellos lo habían hecho. “De hecho, ustedes fueron llamados a este derrotero, porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles dechado para que sigan sus pasos con sumo cuidado y atención.”—1 Ped. 2:21.
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