actos de derramamiento de sangre han tocado a otros actos de derramamiento de sangre. Mi pueblo ciertamente será acallado, porque no hay conocimiento.”—Ose. 4:1, 2, 6; Mat. 24:3-8.

¹⁶ Lo contrario tiene que ser cierto. Si la gente es destruida por falta de conocimiento, entonces con conocimiento de Jehová se le asegura vida eterna. Las palabras de Pablo a Timoteo declaran: “Esto es recto y aceptable a la vista de nuestro Salvador, Dios, cuya voluntad es que hombres de toda clase sean salvados lleguen a un conocimiento acertado de la verdad.”—1 Tim. 2:3, 4.

17, 18. ¿Dónde únicamente se encuentra el conocimiento dador de vida, y qué tenemos que hacer para hallarlo?

¹⁷ Para adquirir ese conocimiento dador de vida usted tendrá que hacer una pesquisa sincera y diligente de la Palabra de Dios. No se deje engañar ni extraviar por los que afirman que la Biblia es un violín en el cual se puede tocar cualquier son. No trate de hacer que la Biblia apoye las doctrinas religiosas falsas. Si a usted se le han enseñado las tradiciones y doctrinas de hombres y organizaciones, tales como purgatorio, tormento eterno, trinidad, inmortalidad del alma, no tuerza las Escrituras en un esfuerzo por hallar apoyo para esas enseñanzas en la Palabra de Dios. Si trata de hacerlo, jamás conseguirá un entendimiento de Jehová.

¹⁸ Jehová Dios no es el Dios de confusión, y su Palabra no confundirá a los que están dispuestos a despedir todo prejuicio religioso de su corazón y mente. No se desanime al buscar este conocimiento, sino preste atención al consejo de Proverbios: “Con tu oído [presta] atención a la sabiduría, para que inclines tu corazón al discernimiento; si sigues buscándolo como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues buscándolo, en tal caso entenderás el temor de Jehová, y encontrarás el mismo conocimiento de Dios.”—Pro. 2:2, 4, 5.

19. ¿Cómo le ayudará a uno a adquirir conocimiento el tener compañerismo con otros que se interesan en llenar los requisitos de Dios, y qué debe recordarse en cuanto a la asociación de cristianos con incrédulos?

¹⁹ Como ayuda adicional para adquirir conocimiento, congréguese con otros que se interesan en llenar los requisitos de Dios. Pablo advirtió a los hebreos: “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos, y tanto más al ver que el día se acerca.” (Heb. 10:25) Hay una razón para esta exhortación. ¿Por qué instruyó Dios a la nación de Israel que no se asociara con los paganos que vivían a su alrededor? ¿No era para su propio bien y protección? Les advirtió que no permitieran que sus hijos y sus hijas se casaran con los hijos y las hijas de los paganos. Si lo permitían, entonces había el peligro de que sus hijos e hijas sirvieran a los dioses de los paganos y no a Jehová Dios. De modo que habían de permanecer juntos, adorar juntos y casarse juntos. Y lo mismo aplica hoy en día. No tenga usted compañerismo con individuos que sirven a dioses extraños ni con los que solo pretenden servir a Dios, ni con ninguno que no se interese en conocer y llenar los requisitos de Dios. Nuestra única asociación con ellos debe tener como objeto el predicarles y enseñarles la Palabra de Dios, no casarnos con ellos ni darles nuestros hijos en matrimonio.—Deu. 7:3, 4.

EL MINISTERIO ES UN REQUISITO

20. Después de aprender los requisitos de Jehová, ¿qué tenemos que hacer, y están exentos algunos?

²⁰ Una vez que estamos persuadidos y satisfechos en nuestra mente de cuáles son los requisitos de Dios, entonces tenemos que cumplirlos. Santiago nos dice: “Lleguen a ser hacedores de la palabra, y no solamente oidores.” (Sant. 1:22) Jesús no dijo que vino a la Tierra solo para aprender la voluntad de su Padre. Sino dijo que vino para “hacer la voluntad de aquel que me envió.” (Juan 4:34) Lo que es cierto del caudillo y dechado también es cierto de sus seguidores. Muchas personas dirán: “No puedo ser ministro. No puedo ir de puerta en puerta y predicar a la gente como Jesús o los apóstoles y como los testigos de Jehová hacen.” Podemos decir que no podemos, pero Dios sabe que sí podemos. Él ha dictado sus requisitos para toda persona sin importar su raza, su nacionalidad, idioma, educación o profesión.

21. ¿Qué finalidad en la vida nos traerá las bendiciones de paz, felicidad y vida eterna?

²¹ Usted puede trabajar duro y tener éxito en llegar a ser presidente, estadista, abogado, agricultor, doctor o enfermera, pero, ¿quiere usted hacer su finalidad aún más alta, si, la más alta, y extender su vida muchos años, aun eternamente? Usted puede, aprendiendo los requisitos de Jehová Dios y entrando en el ministerio como seguidor de Cristo Jesús. Todo individuo que quiera disfrutar de las bendiciones de felicidad, paz y vida eterna tendrá que llenar los requisitos de Jehová y ser testigo y ministro, del mismo modo que lo hicieron Sus siervos en tiempos pasados. Solo de esta manera podemos recibir el gran don de vida procedente de Jehová Dios en su nuevo mundo de justicia para vivir y servirlo por siempre jamás.

El propósito de nuestro ministerio

“Con este propósito he nacido y con este propósito he venido yo al mundo, para dar testimonio a la verdad.”—Juan 18:37.

1, 2. (a) ¿Qué ha usado Jehová en tiempos pasados para efectuar su voluntad? (b) ¿Qué se ha propuesto Jehová que se haga antes del fin de este inicuo mundo, y por quiénes?

CUANDO Jehová, el Dios vivo, emprende el cumplimiento de sus propósitos jamás se halla sin los medios para cumplirlos. En su sabiduría infinita ha usado muchas fuerzas y criaturas para cumplir sus propósitos eternos y para efectuar las tareas específicas de su voluntad divina. En épocas pasadas ha usado furiosas llamas de fuego, mares agitados por tempestades, grandes peces, bestias del campo, aves del aire, insectos, ángeles y criaturas humanas. Todos, a su vez, han servido o ministrado al propósito divino de su Creador.—Gén. 19:1, 24; Jon. 1:4, 17; 2 Rey. 2:24; Núm. 11:31-33; Éxo. 8:16, 17.

² Hoy se está acercando rápidamente el tiempo en que Jehová se propone que este mundo inicuo experimente su consumación completa. Pero antes de que este viejo sistema bajo Satanás el Diablo llegue a su fin para abrir el paso al nuevo mundo permanente de Jehová, Jehová se ha propuesto que se ejecute una obra urgentísima e importantísima. Para efectuar esta obra urgente, ¿utilizará Jehová Dios fuego, tempestades? ¿Convocará a las bestias de los campos y a las aves del aire? ¡No! Tampoco se extenderá este privilegio singular a los ángeles del cielo. Ha reservado esta obra para humanos temerosos de Dios en la Tierra, hombres, mujeres y niños fieles que están dispuestos a abandonar este viejo mundo inicuo y hacerse ministros suyos.—Mat. 24:14.