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Cruzando el río JordánMi libro de historias bíblicas
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HISTORIA 45
Cruzando el río Jordán
¡MIRA! ¡Los israelitas están cruzando el río Jordán! Pero ¿dónde está el agua? Porque en aquel tiempo del año cae mucha lluvia, el río estaba muy lleno unos minutos antes. ¡Pero ahora toda el agua se ha ido! ¡Y los israelitas están cruzando sobre tierra seca tal como lo hicieron en el mar Rojo! ¿Adónde se fue toda el agua? Veamos.
Cuando llegó el tiempo para que los israelitas cruzaran el río Jordán, esto fue lo que Jehová hizo que Josué dijera al pueblo: ‘Los sacerdotes deben cargar el arca del pacto e ir delante de nosotros. Cuando ellos pongan sus pies en las aguas del río Jordán, las aguas se detendrán.’
Así que los sacerdotes levantan el arca del pacto y la llevan delante de la gente. Cuando llegan al Jordán, los sacerdotes se meten en el agua. El río fluye rápidamente y está hondo. ¡Pero tan pronto como los pies de ellos lo tocan, el agua empieza a detenerse! ¡Es un milagro! Río arriba, Jehová ha cerrado el paso al agua. ¡El río queda seco!
Los sacerdotes que van cargando el arca del pacto pasan al medio del río seco. ¿Los puedes ver tú en la lámina? ¡Mientras están allí, todos los israelitas empiezan a cruzar el río Jordán sobre tierra seca!
Cuando todos han cruzado, Jehová hace que Josué diga a 12 hombres fuertes: ‘Vayan al río donde los sacerdotes están con el arca del pacto. Recojan de allí 12 piedras y pónganlas donde todos pasen la noche. Así, en el futuro, cuando sus hijos pregunten qué significan estas piedras, deben decirles que las aguas dejaron de correr cuando el arca del pacto de Dios cruzó el Jordán. ¡Las piedras les recordarán este milagro!’ Josué también levanta 12 piedras donde los sacerdotes han estado en el río.
Por fin Josué dice a los sacerdotes que llevan el arca del pacto: ‘Suban del Jordán.’ Cuando hacen esto, el río empieza a fluir otra vez.
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Los muros de JericóMi libro de historias bíblicas
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HISTORIA 46
Los muros de Jericó
¿QUÉ está haciendo que se caigan estos muros de Jericó? Es como si una bomba grande les hubiera caído encima. Pero en aquellos días no había bombas; ni había cañones. ¡Es otro milagro de Jehová! Veamos cómo sucedió.
Oye lo que Jehová le dice a Josué: ‘Tú y tus guerreros marchen alrededor de la ciudad. Denle la vuelta una vez cada día por seis días. Lleven el arca del pacto. Siete sacerdotes deben ir delante del arca y tocar sus cuernos.
‘Al séptimo día marchen alrededor de la ciudad siete veces. Entonces den un sonido largo con los cuernos, y den todos un gran grito de guerra. ¡Y las murallas se caerán!’
Josué y el pueblo hacen lo que Jehová dice. Mientras marchan, todos están callados. Lo único que se puede oír es el sonido de los cuernos y de los pies que marchan. Los enemigos en Jericó tienen que haber tenido miedo. ¿Puedes ver esa cuerda roja que cuelga de una ventana? ¿De quién es esa ventana? Sí, Rahab ha hecho lo que los dos espías le dijeron. Toda su familia está dentro con ella, vigilando.
Finalmente, el séptimo día, después de marchar siete veces alrededor de la ciudad, se tocan los cuernos, gritan los guerreros, y las murallas caen. Josué dice: ‘Maten a la gente y quemen la ciudad con todo, menos la plata, el oro, el cobre y el hierro, que son para el tesoro del tabernáculo.’
A los dos espías, Josué dice: ‘Saquen de su casa a Rahab y su familia entera.’ Estos se salvan, tal como habían prometido los espías.
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