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  • Libro bíblico número 6: Josué
    “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
    • hombres de Hai hacia fuera de la ciudad amurallada, y entonces se les atrapa en una emboscada. La ciudad, capturada, es dada por entero a la destrucción junto con todos sus habitantes (8:26-28). ¡No se hace ninguna componenda con el enemigo!

      12. ¿Qué mandato divino cumple después Josué?

      12 En obediencia al mandato de Jehová mediante Moisés, Josué edifica entonces un altar en el monte Ebal y escribe sobre él “una copia de la ley” (8:32). Luego lee las palabras de la Ley, junto con la bendición y la maldición, a la asamblea de toda la nación puesta de pie, la mitad de ella frente al monte Guerizim y la otra mitad frente al monte Ebal. (Deu. 11:29; 27:1-13.)

      13. ¿Cuál es el resultado de que los gabaonitas actúen “con sagacidad”?

      13 Alarmados por el progreso veloz de la invasión, varios reinos pequeños de Canaán se unen en un esfuerzo por detener el avance de Josué. No obstante, cuando ‘los gabaonitas oyen lo que Josué ha hecho a Jericó y a Hai, actúan con sagacidad’. (Jos. 9:3, 4.) Con el pretexto de que son de una tierra muy distante de Canaán, entran en un pacto con Josué “para dejarlos vivir”. Cuando se descubre la treta, los israelitas cumplen con el pacto, pero hacen de los gabaonitas “recogedores de leña y sacadores de agua”, como los ‘esclavos más bajos’, y así se cumple en parte la maldición inspirada de Noé sobre Canaán, el hijo de Cam. (Jos. 9:15, 27; Gén. 9:25.)

      14. ¿Cómo demuestra Jehová en Gabaón que está peleando por Israel?

      14 Esta deserción de los gabaonitas no es un asunto insignificante, pues “Gabaón era una ciudad grande [...] mayor que Hai, y todos sus hombres eran poderosos”. (Jos. 10:2.) Adoni-zédeq, rey de Jerusalén, considera esto una amenaza para sí mismo y los demás reinos de Canaán. Hay que dar un castigo ejemplar para detener deserciones futuras al enemigo. Por lo tanto, Adoni-zédeq y otros cuatro reyes (los de las ciudades-reinos de Hebrón, Jarmut, Lakís y Eglón) se organizan y guerrean contra Gabaón. Para honrar su pacto con los gabaonitas, Josué marcha durante toda la noche para ayudarlos y derrota a los ejércitos de los cinco reyes. Una vez más Jehová entra en la pelea y utiliza poderes y señales sobrehumanos, con resultados devastadores. Un granizo poderoso cae del cielo y mata a más de los enemigos que las espadas del ejército israelita. Y luego, maravilla de maravillas, ‘el sol se queda parado en medio de los cielos y no se apresura a ponerse por más o menos un día entero’ (10:13). Esto permite una victoria completa sobre el enemigo. Los sabios mundanos quizás traten de descartar ese suceso milagroso, pero los hombres de fe aceptan el registro divino, muy conscientes del poder que tiene Jehová para controlar las fuerzas del universo y dirigirlas según Su voluntad. De hecho, “Jehová mismo estaba peleando por Israel” (10:14).

      15. Describa el curso de la invasión y su punto culminante en Hazor.

      15 Después de dar muerte a los cinco reyes, Josué hace que Maquedá sea enteramente destruida. Pasando rápidamente al sur, destruye totalmente las ciudades de Libná, Lakís, Eglón, Hebrón y Debir... ubicadas en las colinas entre el mar Salado y el mar Grande. Para entonces las noticias de la invasión se han esparcido por todo Canaán. Arriba en el norte, Jabín, rey de Hazor, da la alarma. Por todas partes, a ambos lados del Jordán, emite el llamado para acción unida contra los israelitas. Las fuerzas congregadas del enemigo que acampan junto a las aguas de Merom, al pie del monte Hermón, son “como los granos de arena que están a la orilla del mar por multitud” (11:4). De nuevo Jehová le asegura a Josué que logrará la victoria, y describe la estrategia de batalla. ¿Cuál es el resultado? ¡Otra derrota aplastante para los enemigos del pueblo de Jehová! Se quema a Hazor en el fuego, y sus ciudades aliadas y sus reyes son dados por entero a la destrucción. Así Josué extiende la zona de la dominación de Israel por todo Canaán. Se ha derrotado a 31 reyes.

      16. ¿Qué asignaciones de tierra se hacen?

      16 La repartición de la tierra (13:1–22:34). A pesar de esas muchas victorias, la destrucción de muchas ciudades fortificadas clave y el quebrantamiento de la resistencia organizada por el momento, “todavía queda gran parte de la tierra por ser tomada en posesión” (13:1). Sin embargo, Josué tiene ahora casi 80 años de edad, y también hay otro trabajo grande que hacer... el de repartir la tierra en herencias para nueve tribus completas y la media tribu de Manasés. Rubén, Gad y mitad de la tribu de Manasés ya han recibido su herencia de tierra al este del Jordán, y la tribu de Leví no va a recibir ninguna, pues “Jehová el Dios de Israel” es su herencia (13:33). Con la ayuda del sacerdote Eleazar, Josué hace ahora las asignaciones al oeste del Jordán. Caleb, de 85 años de edad y ansioso por luchar hasta el fin contra los enemigos de Jehová, pide, y se le asigna, la región de Hebrón, plagada de anaquim (14:12-15). Después que las tribus reciben sus herencias por sorteo, Josué pide la ciudad de Timnat-sérah en las montañas de Efraín, y se le da “por orden de Jehová” (19:50). La tienda de reunión se levanta en Siló, que también está en la región montañosa de Efraín.

      17. ¿Qué provisión se hace respecto a ciudades de refugio y ciudades de residencia para los levitas?

      17 Se apartan seis ciudades de refugio para el homicida involuntario, tres a cada lado del Jordán. Las que están al oeste del Jordán son: Quedes en Galilea, Siquem en Efraín, y Hebrón en la zona de las colinas de Judá. Las que están al este son: Bézer en el territorio de Rubén, Ramot en Galaad, y Golán en Basán. A estas se les da “estado sagrado” (20:7). De las asignaciones tribuales se asignan por sorteo cuarenta y ocho ciudades con sus dehesas como ciudades de residencia para los levitas. Entre ellas están las seis ciudades de refugio. Así que Israel ‘procedió a tomar posesión de [la tierra] y a morar en ella’. Tal como Jehová había prometido, así “todo se realizó” (21:43, 45).

      18. ¿Qué crisis se desarrolla entre las tribus orientales y las occidentales, pero cómo se resuelve?

      18 Los hombres de guerra de las tribus de Rubén y Gad y de la media tribu de Manasés, quienes han continuado con Josué hasta este tiempo, regresan ahora a sus herencias al otro lado del Jordán y llevan consigo la exhortación de Josué a la fidelidad, junto con su bendición. En el camino, cuando se acercan al Jordán, erigen un altar grande. Esto provoca una crisis. Dado que el lugar señalado para la adoración de Jehová es la tienda de reunión en Siló, las tribus occidentales temen que se haya incurrido en traición y deslealtad, y se preparan para pelear contra los supuestos rebeldes. No obstante, se evita el derramamiento de sangre cuando se explica que el altar no es para sacrificio, sino solo para que sirva de “testigo, entre nosotros [Israel al este y al oeste del Jordán], de que Jehová es el Dios verdadero” (22:34).

      19, 20. a) ¿Qué exhortaciones de despedida da Josué? b) ¿Qué cuestión pone delante de Israel, y cómo hace resaltar lo que, correctamente, debe elegir Israel?

      19 Las exhortaciones de despedida de Josué (23:1–24:33). ‘Y acontece muchos días después de haber dado Jehová descanso a Israel de todos sus enemigos todo en derredor, cuando Josué era viejo y avanzado en días’, que él llama a todo Israel para que se reúna a fin de darle inspiradoras exhortaciones de despedida (23:1). Humilde hasta el final, él da a Jehová todo el crédito por las grandes victorias sobre las naciones. ¡Que todos ahora continúen fieles! “Tienen que ser muy animosos para guardar y hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés nunca apartándose de ello a la derecha ni a la izquierda” (23:6). Deben evitar los dioses falsos y “estar en guardia constante por sus almas amando a Jehová su Dios” (23:11). No debe haber componendas con los cananeos restantes, ni alianzas matrimoniales ni unión de fes con ellos, porque esto se acarrearía la cólera ardiente de Jehová.

      20 Después de congregar a todas las tribus en Siquem y llamar a sus oficiales representativos delante de Jehová, Josué narra el relato personal de Jehová sobre Sus tratos con Su pueblo desde el tiempo en que llamó a Abrahán y lo trajo a Canaán hasta la conquista y ocupación de la Tierra de Promisión. De nuevo Josué advierte contra la religión falsa al pedir a Israel: “Teman a Jehová y sírvanle exentos de falta y en verdad”. Sí, ¡‘sirvan a Jehová’! Luego declara la cuestión con suma claridad: “Escójanse hoy a quién quieren servir, si a los dioses a quienes sirvieron sus antepasados [...] o a los dioses de los amorreos en cuya tierra están morando. Pero en cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová”. Con una convicción que hace pensar en Moisés, él recuerda a Israel que Jehová “es un Dios santo; es un Dios que exige devoción exclusiva”. Por lo tanto, ¡eliminen los dioses extranjeros! Así se mueve al pueblo a declarar como un solo hombre: “¡A Jehová nuestro Dios serviremos, y a su voz prestaremos atención!” (24:14, 15, 19, 24). Antes de despedirlos, Josué hace un pacto con ellos, escribe estas palabras en el libro de la ley de Dios, y levanta una piedra grande como testigo. Luego Josué muere a la buena edad avanzada de 110 años, y lo entierran en Timnat-sérah.

      POR QUÉ ES PROVECHOSO

      21. ¿Qué consejo sabio del libro de Josué es notablemente de provecho hoy día?

      21 A medida que usted lee las exhortaciones de despedida de Josué sobre el servicio fiel, ¿no se le conmueve el corazón? ¿No repite usted las palabras que Josué pronunció más de 3.400 años atrás: “En cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová”? O si acaso sirve a Jehová en medio de circunstancias que lo ponen a prueba o lo aíslan de otros fieles, ¿no le infunden ánimo las palabras que Jehová dijo a Josué al principio de la marcha para entrar en la Tierra de Promisión: “Sólo sé animoso y muy fuerte”? Además, ¿no obtiene provecho inestimable de seguir Su consejo de ‘leer [la Biblia] en voz baja, día y noche, para tener éxito en su camino’? Sin duda, todos los que sigan ese consejo sabio lo hallarán notablemente provechoso (24:15; 1:7-9).

      22. ¿Qué cualidades esenciales de la adoración verdadera se recalcan?

      22 Los sucesos tan vívidamente registrados en el libro de Josué son más que solo historia antigua. Recalcan principios piadosos... primordialmente que la fe absoluta en Jehová y la obediencia a Él son vitales para tener su bendición. El apóstol Pablo dice que por fe “los muros de Jericó cayeron después de haber sido rodeados por siete días”, y que por fe “Rahab la ramera no pereció con los que obraron desobedientemente”. (Heb. 11:30, 31.) También Santiago menciona a Rahab como un ejemplo provechoso para los cristianos respecto a efectuar obras de fe. (Sant. 2:24-26.)

      23. ¿Qué recordatorios vigorosos contiene Josué?

      23 Los extraordinarios sucesos sobrenaturales que se registraron en Josué 10:10-14 —cuando el Sol se quedó inmóvil y la Luna se detuvo, así como los muchos otros milagros que Jehová realizó en favor de su pueblo— son vigorosos recordatorios de la capacidad y el propósito de Jehová tocante a causar un exterminio final de todos los inicuos opositores de Dios. A Gabaón, escena de batalla tanto en el tiempo de Josué como en el de David, la relaciona Isaías con el hecho de que Jehová se levantará con agitación para este exterminio, “para hacer su hecho —su hecho es extraño— y para obrar su obra —su obra es extraordinaria—”. (Isa. 28:21, 22.)

      24. ¿Qué relación hay entre el libro de Josué y las promesas del Reino, y qué seguridad da el libro de que ‘todas se realizarán’?

      24 ¿Señalan al Reino de Dios los sucesos de Josué? ¡Por supuesto que sí! El hecho de que la conquista de la Tierra Prometida y el establecerse en ella han de enlazarse con algo mucho mayor lo indicó el apóstol Pablo: “Porque si Josué los hubiera conducido a un lugar de descanso, Dios no habría hablado después de otro día. De modo que queda un descanso sabático para el pueblo de Dios”. (Heb. 4:1, 8, 9.) Ellos adelantan con firmeza para asegurarse de su “entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. (2 Ped. 1:10, 11.) Como muestra Mateo 1:5, Rahab llegó a ser antepasada de Jesucristo. Así el libro de Josué suministra otro eslabón vital en el registro que conduce a la producción de la Descendencia relacionada con el Reino. Provee una garantía firme de que el cumplimiento de las promesas del Reino de Jehová es seguro. Al hablar de la promesa que Dios les hizo a Abrahán, Isaac y Jacob, y que se repitió a los israelitas, sus descendientes, el registro declara en cuanto al tiempo de Josué: “No falló ni una promesa de toda la buena promesa que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se realizó”. (Jos. 21:45; Gén. 13:14-17.) Lo mismo sucederá con “la buena promesa” de Jehová sobre el justo Reino del cielo... ¡todo se realizará!

  • Libro bíblico número 7: Jueces
    “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
    • Libro bíblico número 7: Jueces

      Escritor: Samuel

      Dónde se escribió: Israel

      Cuándo se completó: c. 1100 a.E.C.

      Tiempo que abarca: c. 1450–c. 1120 a.E.C.

      1. ¿De qué maneras fue notable el período de los jueces?

      AQUÍ hay una página de la historia de Israel que está repleta de acción, con alternaciones entre enredos desastrosos con la religión demoníaca y liberaciones misericordiosas por Jehová para su pueblo arrepentido mediante jueces nombrados por Él. Son inspiradores de fe los poderosos hechos de Otniel, Ehúd, Samgar y los demás jueces que vinieron después. Como dijo el escritor de Hebreos: “Me faltará tiempo si sigo contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, [...] que por fe derrotaron reinos en conflicto, efectuaron justicia, [...] de un estado débil fueron hechos poderosos, se hicieron valientes en guerra, pusieron en fuga a los ejércitos de extranjeros”. (Heb. 11:32-34.) Para completar la cantidad de 12 jueces fieles de este período, también están Tolá, Jaír, Ibzán, Elón y Abdón. (Por lo general no se incluye a Samuel entre los jueces.) Jehová peleó las batallas de estos jueces por ellos, y Su espíritu los envolvió mientras efectuaban sus hazañas. Ellos dieron todo el crédito y la gloria a su Dios.

      2. ¿En qué sentido es apropiado el nombre hebreo del libro de Jueces?

      2 En la Septuaginta se llama al libro Kri·tái, y en la Biblia hebrea es Scho·fetím, que se traduce “Jueces”. Scho·fetím se deriva del verbo scha·fát, que significa “juzgar, vindicar, castigar, gobernar”, lo cual expresa bien la función de estos hombres cuyo nombramiento teocrático procedió de “Dios el Juez de todos”. (Heb. 12:23.) Estos fueron hombres a quienes Dios levantó en ocasiones específicas para librar a su pueblo del cautiverio a extranjeros.

      3. ¿Cuándo se escribió Jueces?

      3 ¿Cuándo se escribió el libro de Jueces? Dos expresiones del libro nos ayudan a hallar la respuesta. La primera es esta: “Los jebuseos siguen habitando [...] en Jerusalén hasta el día de hoy”. (Jue. 1:21.) Dado que el rey David capturó de los jebuseos “la fortaleza de Sión” en el octavo año de su reinado, o en 1070 a.E.C., Jueces debe haberse escrito antes de esa fecha. (2 Sam. 5:4-7.) La segunda expresión aparece cuatro veces: “En aquellos días no había rey en Israel”. (Jue. 17:6; 18:1; 19:1; 21:25.) Por lo tanto, el registro se escribió en un tiempo en que había un “rey en Israel”, es decir, después que Saúl llegó a ser el primer rey en 1117 a.E.C. Por consiguiente, el libro se debe fechar entre 1117 y 1070 a.E.C.

      4. ¿Quién fue el escritor de Jueces?

      4 ¿Quién fue el escritor? Sin duda alguna fue un siervo devoto de Jehová. Samuel es el único que sobresale como defensor principal de la adoración de Jehová en ese tiempo de transición entre los jueces

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