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Sosteniendo a la organización de JehováLa Atalaya 1955 | 15 de julio
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Jehová. No bajo compulsión, sino libremente—muchos dando de lo que ellos mismos necesitan—todos participan en el progreso material de la obra así como también en el testimonio por medio de su propia palabra.
25. ¿Qué provisión material se está haciendo para que se reúnan los recién interesados?
25 Miles, quizás millones de personas, todavía han de venir y han de unirse para engrosar el coro de alabanza a Jehová. Con expectativa y visión ya se está haciendo provisión para ellas por medio de las organizaciones de sucursal de la Sociedad y los Salones del Reino locales. Si estas personas han de reunirse con nosotros y han de ser entrenadas para la obra ministerial, tenemos que proveer lugares donde puedan reunirse y el alquiler por estos lugares tiene que ser pagado. Con este propósito se colocan cajas de contribuciones en los Salones del Reino y las donaciones voluntarias que se reciben de los hermanos se usan para sufragar los gastos de la congregación. Del excedente, según decida la congregación, ésta hace contribución a la Sociedad contribuyendo al fondo de “Sus perspectivas de contribución” de la sucursal. Los hermanos tienen gusto en hacer esto.
PROSPERIDAD QUE CUENTA
26. ¿Cómo ha malversado y abusado la cristiandad de la riqueza que ha recogido en nombre de Dios?
26 Las organizaciones religiosas falsas recogen inmensas sumas de dinero por todo medio posible. Este dinero se usa para construir edificios grandes y costosos, cosas que generalmente están mucho más allá de lo que la gente que se reúne en ellos puede pagar. Además, se mantiene a un clero de gran salario y a menudo un coro pagado. Los del rebaño, que contribuyen a estos sistemas, contemplan sus magníficos edificios y se consideran prósperos. Consideran como desafortunados a los que están obligados a reunirse en edificios menos “impresionantes” e “imponentes.” Pero ¿qué puede contribuir todo esto a la gloria de Dios? ¿Puede alguna de las iglesias más hermosas y costosas de la actualidad compararse con el esplendor del templo de Salomón? Sin embargo el constructor de esa casa de adoración dijo en su oración de dedicación: “Pero, en verdad, ¿morará Dios sobre la tierra? Los cielos, y los cielos de los cielos, no son capaces de contenerte. ¡Cuánto menos esta casa que yo he edificado!” (1 Rey. 8:27, NC) ¡Cómo ha malversado y abusado la cristiandad de la gran riqueza que ha colectado en nombre de Dios! “¿Acaso puede un hombre robar a Dios? Pues vosotros me robáis. Pero decís: ‘¿En qué te hemos robado?’ En los diezmos y los tributos sagrados [la contribución, UTA] Con maldición estáis malditos, pues me defraudáis, la nación toda entera.” (Mal. 3:8, 9, BC) Todo el dinero que la cristiandad obtiene por fuerza de sus adherentes no trae palabras de alabanza a Jehová ni consuelo procedente de sus propósitos a la gente. En vez de eso, la riqueza de la cristiandad se usa en idolatría. “Mas en cuanto a vosotros, oh casa de Israel, así dice Jehová el Señor: ¡Id, servid cada uno a sus ídolos, y en lo venidero también, si no queréis obedecerme a mí: pero no contaminéis más mi santo nombre con vuestros dones y con vuestros ídolos!”—Eze. 20:39.
27. ¿En qué se halla la prosperidad de los testigos de Jehová?
27 Por otra parte, los testigos de Jehová muestran una organización que siempre va ensanchándose, una organización de ministros cabalmente entrenados en el servicio y alabanza de su Dios. Esta es su prosperidad y se regocijan en la participación que cada uno ha tenido en el sostenimiento generoso del programa que la hace posible. No acumulan grandes sumas para enriquecerse, ni permiten que la necesidad de dinero, o el gasto que es necesario hacer con él, los desvíe del verdadero propósito de su organización. Tampoco contribuyen como ‘paga’ por las bendiciones que reciben en los Salones del Reino. La verdad, más preciosa que el oro y la plata, no puede ser comprada. Y la verdad lleva a amar a Dios y el amor se manifiesta en el dar generoso.
28. ¿Cómo se expresa en el dar la unidad de todos los que están en la congregación?
28 En las congregaciones de los testigos de Jehová no son unos cuantos nada más los que se encargan de los gastos de la organización. Como otro ejemplo de su unidad, el sostén financiero de la obra se efectúa mediante el dar combinado de todos. Por ejemplo, si hay cincuenta personas que se reúnen en un Salón del Reino y el alquiler es de treinta dólares al mes, eso significa un promedio de sesenta centavos de dólar por cada persona. Algunos podrán dar más y algunos menos, pero los que no puedan dar esa cantidad no deben sentirse avergonzados o pensar que ellos no pueden participar. Jesús aclaró esto bastante bien cuando él manifestó cuánto apreció Jehová la ‘blanca de la viuda.’ “Entonces vió a cierta viuda necesitada echar allí dos monedas pequeñas de muy poco valor, y dijo: ‘En verdad les digo: Esta viuda, aunque pobre, echó más que todos ellos. Porque todos éstos echaron dádivas de lo que les sobraba, pero esta mujer de lo que necesitaba echó todo el medio de vivir que tenía.’” (Luc. 21:2-4, NM) Los que tienen una abundancia dan como pueden; no les perjudica a ellos y le agrada al Señor. Pero el que da de su cantidad pequeña demuestra su sinceridad a un grado aun mayor.
29. ¿Cómo puede demostrarse que las bendiciones que acompañan al sostén material de la organización no deberían ser limitadas a aquellos que tienen más fondos?
29 Las religiones falsas de la cristiandad no aprecian ni estimulan el dar cantidades pequeñas, pero eso no es verdad en la organización de Jehová. Recuerde, Pablo demostró que el dar de lo material es una parte importante de la actitud del cristiano y se recibe con gracias a Dios. Aunque las obras caritativas de la predicación son el primer interés del ministro, sin embargo algún esfuerzo para sostener la organización mediante donaciones caritativas, no importa lo pequeñas que sean, es esencial para la salud y madurez espirituales del cristiano. ¿Cómo se explica eso? Considere por un momento las donaciones espirituales. Por ejemplo, considere la donación del ministro que sólo puede emplear una hora al mes en predicar las buenas nuevas de casa en casa. De seguro que esta contribución al progreso del Reino, aunque pequeña, no se rechaza, ¿no es verdad? Y si el hermano no puede hacer más que eso en un mes, nadie considera su esfuerzo como algo que está ‘reduciendo el promedio,’ ¿no es verdad? Con gusto miran todos el que él haya tenido una participación en el testimonio del Reino y reconocen que algún bien se ha hecho. A nadie se le ocurre comparar su única hora con las miles que se usaron en predicar ese mes. Entonces, si alguien sólo puede contribuir unos quince o veinte centavos como donación caritativa ¿por qué debería esa persona comparar su ofrenda con los gastos totales de la congregación o con la inmensa cantidad que gasta mensualmente la sucursal? Los que sólo pueden emplear unas cuantas horas en el servicio no se quedan en casa a causa de que ‘los precursores pueden dar mucho más tiempo.’ Tampoco debería limitarse el sostenimiento material de la organización, y las bendiciones que acompañan dicha dádiva, a los que tienen más fondos. Si no hubiese habido ninguna respuesta a la llamada que se hizo al dar espiritual en la restauración de la adoración verdadera que comenzó en el período Elías, y si nadie hubiese predicado, no hubiera habido expansión de la alabanza de Jehová, y ¿cómo pudiera habérsenos traído la verdad a cualquiera de nosotros? Asimismo, si nadie hubiese contribuído tan generosamente como se hizo en tiempos pasados—y como se hace en la actualidad—la obra hubiera sido reducida y ¡quizás no estaríamos leyendo hoy La Atalaya! ¡Todas las gracias a Jehová por la madurez de su organización y por su espíritu de dar que está sobre su pueblo!
PARTICIPANDO EN PRODUCIR
30, 31. ¿Cómo ilustra el ejemplo del agricultor lo necesario que es toda actividad dentro de la organización?
30 Los que forman parte de las congregaciones no sólo responden a la necesidad de la organización local, sino que también tienen presente la obra extensa que hace cada una de las más de setenta organizaciones de sucursal de la Sociedad a través del mundo. Así como se enviaban contribuciones al cuerpo gobernante de la congregación primitiva, así los hermanos de todo el mundo sostienen la oficina principal de la organización de Jehová en su país. Verdaderamente se dice que Jehová es el principal sostén de su organización. Él puede hacer provisión para todas las cosas necesarias, tanto para la organización como para aquellos de quienes se compone ésta. Él mismo es el gran Dador y Productor de Fruto. “(Así como está escrito: ‘Ha hecho distribución, ha dado a los de pocos medios, su justicia continúa para siempre.’ Ahora aquel que provee abundantemente la semilla al sembrador y el pan para comer les suplirá y les multiplicará la semilla para que siembren y aumentará los productos de la justicia de ustedes.)” (2 Cor. 9:9, 10, NM) No obstante todas las cosas producidas participan ellas mismas en la operación de producción. Jehová suministra un abastecimiento generoso de alimento material; sin embargo, el agricultor tiene que trabajar para producir la cosecha. Y si él sigue las reglas establecidas por Dios no sólo recibirá suficiente para sustentarse a sí mismo hasta el tiempo de la siguiente siembra, sino que tendrá semilla que plantar. (Isa. 28:23-26) El mismo ciclo se observa en la expansión teocrática de la organización de Jehová.
31 Todos los que banquetean de la provisión espiritual de Jehová y llegan a madurez participan en la obra de predicación. El alimento espiritual es abundante, no obstante algunos tienen que dedicar su tiempo a la obra de producirlo. (Hech. 6:1-4) El Señor ha hecho posible esto mediante su dádiva generosa de hombres a la organización. El escribir e imprimir la literatura que contiene el mensaje hermoso de las buenas nuevas en verdad son privilegios. Pero la distribución de la literatura también es necesaria para la cosecha y lleva consigo sus propias bendiciones especiales. Antes de que los frutos de su trabajo puedan ser cosechados el agricultor primero tiene que arar y gradar la tierra, sembrar, regar y cultivar. Así que toda actividad en la organización es necesaria y todos trabajan juntos para completar el arreglo.
32. ¿Cómo se manifiesta la dependencia mutua de la organización en la producción de la literatura?
32 Además, los que no pueden participar en la producción de la literatura pueden ayudar financieramente en esta parte de la obra. “Porque los de Macedonia y Acaya han tenido gusto en compartir sus cosas mediante una contribución a los pobres de los santos en Jerusalén. Cierto, han tenido gusto en hacerlo, y no obstante ellos les eran deudores; porque si las naciones han participado de sus cosas espirituales, ellas también están obligadas a ministrar públicamente a éstos con cosas para el cuerpo físico.” Esto manifiesta la dependencia mutua de la organización, cómo cada parte suministra su propia porción a fin de hacer provisión para la necesidad de las otras. “Porque no es mi intención que les sea fácil a otros, pero difícil a ustedes; sino que por medio de una igualación el excedente de ustedes precisamente ahora compense lo que les falta a ellos, a fin de que el excedente de ellos también llegue a compensar lo que les falta a ustedes, para que se pueda efectuar una igualación. Así como está escrito: ‘La persona que tenía mucho no tenía demasiado, y a la persona que tenía poco, no le faltaba.’”—Rom. 15:26, 27; 2 Cor. 8:13-15, NM.
33. ¿Por obrar sabiamente respecto a qué oportunidad fueron bendecidos los hermanos filipenses?
33 Además de la obra de imprimir literatura que muchas sucursales hacen, hay muchos otros gastos que son necesarios para mantener el programa de expansión, y éstos pueden ser compartidos y están siendo compartidos también por los hermanos. Pablo estaba ocupado en la obra de circuito cuando escribió: “No obstante, ustedes obraron bien al hacerse partícipes conmigo en mi tribulación. De hecho, ustedes, filipenses, también saben que al principio de declarar las buenas nuevas, cuando partí de Macedonia, ninguna congregación participó conmigo en el asunto de dar y recibir, salvo ustedes solos, porque, aun en Tesalónica, ustedes me enviaron algo una vez y la segunda vez para mi necesidad.” (Fili. 4:14-16, NM) Ciertamente los hermanos de Filipos obraron sabiamente al valerse de sus oportunidades y recibieron una bendición del Señor y una mención favorable en su Palabra inspirada. Asimismo muchas de las congregaciones actualmente reconocen esta oportunidad y participan en este desembolso necesario.
34. ¿Qué otros gastos tienen las sucursales, empero por qué no se deploran?
34 Además de la obra de circuito, los cientos de casas misionales mantenidas por la Sociedad a través del mundo están contribuyendo su parte al programa de expansión. Ayudando hábilmente también están los precursores especiales. Además del costo de estas dos ramas del servicio, que cada sucursal tiene, está el mantenimiento de cada casa Betel misma y de los que contribuyen con su trabajo de amor para los hermanos a través del territorio que ella sirve. Luego está el gasto de las asambleas regulares que se celebran, sin mencionar los muchos costosos casos de tribunal que han sido necesarios ‘para defender y legalmente establecer las buenas nuevas.’ Todos éstos son gastos de la organización que no lamentamos, porque la abundancia de bendiciones que estos gastos han traído no puede medirse en dólares y centavos. Demuestran a todo el mundo que aunque los testigos de Jehová no son las personas más ricas ellos no temen gastar lo que tienen en la causa justa y ellos saben obtener el mayor servicio de lo que gastan. Sobre todo, esto demuestra que el espíritu de Jehová está sobre su organización y que no hay nada necesario que no pueda hacerse y no se haga. El crecimiento fenomenal de su organización hoy día no se ha logrado sin gastar dinero, pero ¡por la bondad inmerecida de Jehová la expansión todavía sigue adelante!
SOSTENIENDO LA PROSPERIDAD FUTURA
35. ¿Cómo es estimulada por Pablo la regularidad en el dar caritativo?
35 Así como todos participan en alguna parte del programa de predicación, todos hacen un esfuerzo por participar también en el dar caritativo. Así como el tiempo empleado por cada siervo es voluntario, también su dádiva de fondos materiales es un asunto que él mismo ha de decidir. Pero así como se hace un esfuerzo por salir con regularidad al campo, así el apartar regularmente dinero para que sea usado en el sostenimiento de la organización también se aconseja por el apóstol. “Ahora, concerniente a la colecta que es para los santos, así como di órdenes a las congregaciones de Galacia, hagan ustedes también. Todo primer día de la semana que cada uno de ustedes en su propia casa ponga algo aparte en reserva a medida que vaya prosperando, para que cuando yo llegue no se hagan colectas entonces.”—1 Cor. 16:1, 2, NM.
36. ¿Qué experiencias anteriores de muchos que entran en la verdad se comparan con la actitud de los primeros cristianos judíos? y ¿desde qué punto de vista puede verse el asunto?
36 Habiendo salido del presente sistema inicuo de cosas, todo el pueblo de Jehová sabe lo que es gastar dinero en esas cosas que no traen alabanza a Jehová. Los que han estado afiliados a la religión falsa regularmente han visto los platillos de colecta; han sido apremiados semanalmente con ‘sobres de ofrenda’; en algunos países muchos han sido sometidos a deducciones de salario para “donaciones” religiosas; han “contribuído” para bautismos, casamientos, funerales, fondos para edificios especiales, fondos misionales, etc. Algunos, antes de entrar en la verdad, han gastado mucho en complacer la carne por haber estado apegados al tabaco y otros hábitos semejantes. Probablemente ninguno de los que se han separado de la corrupción de la influencia de Satanás ha sentido mayor alivio al entrar en la verdad que aquellos judíos que entraron al comienzo del cristianismo. Agobiados como habían estado por las cargas pesadas que el judaísmo había impuesto sobre ellos y viendo como sus diezmos, aunque se habían ordenado divinamente, eran usados en realidad para robarle a Dios su alabanza, sin embargo se hallaron entre aquellos de quienes, después de su conversión, se registra en los Hechos: “Ni siquiera uno decía que cosa alguna de las que él poseía era suya.” ¡Ahora que podían ver que sus contribuciones hechas espontáneamente estaban usándose para la alabanza de Jehová ellos no querían retener ninguna parte de lo que tenían! El tiempo, que antes se daba a las prácticas religiosas falsas o a los placeres egoístas, es gozosamente redimido por el nuevo ministro teocrático y dedicado al servicio de Jehová. El dinero también, que a menudo era dado en exceso para satisfacción propia o para satisfacer la voracidad de los concusionarios “santificados” de Satanás, libremente se dedica al sostén de la organización de Jehová. ¡Es el espíritu de Jehová que ha venido sobre ellos lo que hace de ellos dadores alegres!
37. ¿Quiénes reconocen que Jehová ha puesto su nombre sobre su organización? y ¿por qué temen las naciones?
37 Con el espíritu de Jehová sobre su organización está realizándose el tiempo de prosperidad que se le prometió. A través de muchos períodos de dificultad aparentemente insuperable él la ha sostenido y bendecido ricamente. ¡Su expansión no conoce límites! Mediante el alcanzar un máximo tras otro en el número de miembros, los logros de los testigos de Jehová están aumentando rápidamente. Todavía siendo una minoría insignificante y estando en su infancia de años, la sociedad del Nuevo Mundo ejecuta un trabajo y disfruta de una prosperidad que asombra y hace sentir temor a las naciones del sistema de cosas de Satanás. Los gobernantes egoístas de este mundo quedan pasmados por lo que ven acontecer, incapaces de creer lo que ven con sus propios ojos. ¿Cuál de ellos puede dirigir un gobierno mediante un sistema de imposición voluntaria de impuestos? Sin embargo la sociedad del Nuevo Mundo se está estableciendo permanentemente por todo el mundo precisamente sobre esa base. ¿Cuál de las “iglesias” del sistema de Satanás puede cumplir la responsabilidad que ha escogido para con la sociedad sin constante solicitación o extorsión? Sin embargo el presente aumento sin paralelo de los testigos de Jehová y el consuelo e inspiración que han traído a millones de personas por todo el mundo han venido como resultado de que un número relativamente pequeño de personas haya hecho una contribución voluntaria de su tiempo y de su dinero para el sostenimiento de la obra que Dios les ha encargado. Jehová ha puesto su rica bendición sobre su organización y ha concedido tal aumento que ahora 580,000 ministros están cantando Sus alabanzas hasta los fines de la tierra. Todos éstos, entrenados por el “esclavo fiel y discreto,” con gusto están prestando su sostén al entrenamiento de todavía más personas que reconocen que Jehová está apoyando a la organización sobre la que ha puesto su nombre.
38. ¿Cómo puede ser sostenida ahora y en el futuro la prosperidad continua de la organización de Jehová?
38 Miles de estas personas recién interesadas están congregándose con la familia de Dios y están ofreciéndose para la obra ministerial. En los años venideros, al ver todos los hermanos su gran privilegio de contribuir para la obra, aun de manera pequeña directamente a la Sociedad y directamente a sus Salones del Reino, y al entrar los fondos, ¡cuánto mayor será la obra de expansión que podrá llevarse a cabo que la que ya se ha hecho con los fondos que tan generosamente han sido contribuídos hasta ahora! ¿Qué maravillosas perspectivas nuevas yacen ante nosotros? “Traed todo el diezmo al granero, para que haya alimento en mi Casa, y probadme, si queréis, en esto, dice Jehová de los Ejércitos; y veréis si no os abro las ventanas del cielo, y os derramo una bendición tal que no haya donde quepa.” “Gracias sean dadas a Dios por su indescriptible don gratuito.”—Mal. 3:10; 2 Cor. 9:15, NM.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1955 | 15 de julio
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Preguntas de los lectores
● Pablo dijo que un hermano cristiano no debe comparecer ante los tribunales de justicia contra otro hermano cristiano, sino que debe llevar la controversia ante los hermanos maduros de la congregación para que ellos la decidan. Pero, ¿qué hay si uno está defraudando a otro de tal manera que causa daño extremo a la víctima y el ofensor rehusa cumplir con la decisión de los representantes de la congregación?—G. S., Estados Unidos.
Pablo escribió a los corintios: “¿Se atreve alguno de ustedes que tiene un caso contra otro ir al tribunal ante hombres injustos, y no ante los santos? ¿O no saben ustedes que los santos juzgarán al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por ustedes, ¿son ustedes incapaces de juzgar asuntos muy triviales? ¿No saben ustedes que juzgaremos a ángeles? Entonces, ¿por qué no las cosas de esta vida? Si, pues, tienen asuntos de esta vida que han de ser juzgados, ¿es a los hombres que son despreciados en la congregación a quienes nombran como jueces? Hablo para hacerles sentir vergüenza. ¿Es verdad que no hay ni un solo hombre sabio entre ustedes capaz de juzgar entre sus hermanos, sino que hermano va con hermano a los tribunales, y eso ante los incrédulos? En verdad, pues, significa una derrota completa para ustedes el que estén teniendo pleitos los unos contra los otros. ¿Por qué no dejan más bien que les hagan injusticias? ¿Por qué no dejan más bien que los defrauden? Al contrario, ustedes cometen injusticias y defraudan, y eso a sus hermanos.”—1 Cor. 6:1-8, NM.
Si hay hermanos cristianos envueltos en controversia sobre asuntos monetarios que son de proporciones tan graves como para considerar un pleito en los tribunales, deben llevar su problema a los hermanos maduros de la congregación para que se lleve a cabo un juicio entre ellos más bien que comparecer ante un tribunal mundano y dejar que el mundo los vea en querella sobre asuntos de dinero. Eso haría daño a la reputación de la organización cristiana, el hacer públicos tales asuntos e indicar al mundo que el espíritu cristiano no está presente. Más bien que traer oprobio de esta clase a la organización, Pablo sostiene que sería mejor dejarse defraudar. Si los hermanos han de juzgar al mundo y a ángeles, cuando estén asociados con Cristo Jesús en los cielos, ¿acaso no son capaces de juzgar asuntos triviales entre ellos mismos, sin necesidad de llamar a los incrédulos, hombres despreciados por la congregación, para que éstos resuelvan sus problemas? El que tuvieran que salir al mundo para conseguir que tales hombres juzgaran sus asuntos más bien que resolverlos dentro
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