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Busque las asociaciones correctasLa Atalaya 1960 | 15 de julio
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el celo se apagará, la integridad se desplomará, y la conciencia se embotará de modo que uno no considerará seriamente los requisitos de Jehová de estudio y servicio. Las costumbres provechosas de estudio y servicio que se han formado se corromperán. Es este peligro lo que consideró el apóstol Pablo cuando amonestó a los cristianos contra asociarse con los que no tienen esperanza en una resurrección y por consiguiente no tienen verdadero aliciente para comportarse correctamente. “No sean engañados. Las malas asociaciones corrompen las costumbres provechosas. Despierten de manera justa al estado sobrio y no practiquen el pecado, porque algunos no tienen el conocimiento de Dios.” (1 Cor. 15:33, 34) ¿Por qué participar de los pensamientos de aquellos que no tienen conocimiento de Dios ni se interesan en él?—Fili. 3:18, 19.
6 Todavía hay los que creen que pueden permitirse el buscar la asociación de amigos o parientes mundanos para divertirse. Pero ¿cómo puede el cristiano “despojarse de la vieja personalidad que se conforma a su manera de proceder anterior” y “revestirse de la nueva personalidad que fue creada de acuerdo con la voluntad de Dios en verdadera justicia” al continuar asociándose con los que todavía tienen deseos engañosos? (Efe. 4:22-24) Más bien, “no sean socios de ellos; porque en un tiempo ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz con respecto al Señor. Sigan andando como hijos de la luz . . . Sigan asegurándose de lo que es acepto al Señor; y dejen de participar con ellos en las obras infructuosas que pertenecen a las tinieblas.” (Efe. 5:7-11) Pedro también aconsejó a uno a “vivir el resto de su tiempo en la carne, ya no para los deseos de los hombres, sino para la voluntad de Dios. . . . Porque ustedes no siguen corriendo [o asociándose] con ellos en este derrotero . . . ellos están perplejos y siguen hablando abusivamente de ustedes.” Debemos ser como extranjeros y residentes temporarios en lo que concierne a la conducta de esta generación.—1 Ped. 4:2-4; 2:11, 12.
7. ¿Qué aconsejó la ley de Dios mediante Moisés tocante a las relaciones estrechas con los adoradores falsos?
7 Jehová subrayó el peligro de la asociación incorrecta en las leyes que dio a los israelitas cuando estaban preparándose para entrar en la Tierra Prometida y por lo tanto para entrar en contacto más cercano con los cananeos paganos. “No debes concluir ningún pacto con ellos ni mostrarles ningún favor. Y no debes formar ninguna alianza matrimonial con ellos. No debes dar tu hija a su hijo . . . Porque él apartará a [tus hijos] de seguirme y ellos ciertamente servirán a otros dioses.” La historia de Israel desde ese tiempo es prueba trágica de lo que sucede cuando se viola este principio.—Deu. 7:2-4.
8, 9. (a) ¿Cómo afectó a Lot la conducta de los hombres impíos en su día? (b) ¿Qué le pasa al cristiano si disfruta del asociarse con los de este mundo y es recibido con regocijo por ellos en su conducta? (c) ¿Cuáles son las posibilidades de traer a la verdad a los incrédulos de esta manera?
8 Si uno se adhiere a una buena conciencia, es decir, si mantiene su conciencia sensibilizada a los principios de Jehová, entonces no podría disfrutar de la asociación con este mundo. ¿Recuerda usted cómo se sentía Lot mientras vivía en Sodoma? Leemos que él “estaba sumamente angustiado por la entrega de la gente desafiadora de leyes a conducta relajada—porque aquel hombre justo por lo que veía y oía mientras moraba entre ellos de día en día estaba atormentando su alma justa a causa de los actos de ellos contrarios a ley.” (2 Ped. 2:7, 8) Aunque vivía allí y les predicaba, no obstante Lot ni participaba de sus pensamientos ni se unía a la conducta de ellos; su alma estaba angustiada y atormentada por la conducta de ellos. Si hoy el cristiano disfruta de la asociación con este mundo y su pensar, entonces algo no está bien con su conciencia. Si su conciencia está correctamente entrenada, debe estar angustiada por tal compañerismo. También, si la conducta y conversación de uno son tales que a las personas mundanas les da gusto tenerlo a uno en su compañía, algo no está bien en cuanto a la conducta de uno; porque si la conducta y la conversación de uno estuvieran bien, debería perturbarles la conciencia a ellas por reprenderlas o condenarlas.—1 Ped. 3:16; Efe. 5:11.
9 Jamás debe uno engañarse de modo que piense que mediante tal asociación uno está realmente ayudando a otras personas a aprender la verdad. Por medio de participar de los pensamientos y hechos incorrectos de los asociados mundanos, uno jamás los traerá a la verdad, sino que probablemente los tales alejarán al creyente de ella. (1 Cor. 5:6) Sólo es cuando uno demuestra los pensamientos de Dios en el habla y en la conducta, cuando uno comparte los pensamientos de Dios con otros, cuando uno comparte de la luz con ellos que uno puede sacarlos de las tinieblas a la luz.—1 Ped. 2:9; Fili. 2:15, 16.
10, 11. (a) ¿Por qué no estuvo incorrecto el que Jesús se asociara con los pecadores, y cómo siguen su ejemplo hoy día los testigos de Jehová? (b) ¿Cómo es semejante esta actitud a la de un doctor que se pone en contacto estrecho con pacientes enfermos?
10 Pero, algunos quizás pregunten, ¿no se asoció Jesús con pecadores y recaudadores de contribuciones despreciados? Sí, pero él no lo hizo para participar de sus pensamientos y tener compañerismo con ellos en su conversación y conducta. Estuvo allí como el principal testigo de Jehová para compartir los pensamientos de Jehová con estas personas. Así hoy, los testigos de Jehová siguen el mismo ejemplo. No se separan debido a su propio concepto de su virtud, como los individuos a quienes Isaías mencionó, ni dicen que son más santos que otros. Visitan a personas de toda clase en sus hogares y en las calles y les hablan y oyen lo que ellas piensan para poder ayudarlas. Pero no participan de su pensar, ni participan de su actitud. Tienen compañerismo con la luz y quieren compartir esa luz con otros.—Luc. 7:34; Isa. 65:5; Mat. 5:16.
11 La posición del siervo cristiano de Dios bien pudiera compararse a la de un doctor que ministra a un pueblo supersticioso, agobiado por la enfermedad en la selva. Tal doctor no vacilará en cuanto a ayudar a estas personas, pero ni por un instante considerara el participar de los pensamientos de las mentes supersticiosas de sus pacientes o el tener compañerismo con ellos en sus costumbres y condiciones no sanitarias que ocasionan enfermedades. Él no quiere participar de su enfermedad; él quiere compartir con ellos su conocimiento de curación y costumbres de vida sanitarias. Él quiere sanarlos, no enfermarse él mismo; quiere instruirlos en la manera de mejorar sus condiciones, no corromper él sus propias costumbres de vida limpias. Asimismo el testigo cristiano de Jehová hoy día predicará a hombres de toda clase para ayudarlos a alcanzar salud espiritual, pero jamás rebajará sus normas de modo que se ponga a participar de los pensamientos de este mundo.—Luc. 5:30-32; Apo. 22:1, 2.
BUSQUE ASOCIACIÓN PARA EDIFICACIÓN
12. ¿Con quiénes puede uno hallar asociación correcto hoy día, y qué ejemplo fue puesto por los cristianos del primer siglo?
12 Para conseguir y mantener salud espiritual uno debe asociarse con personas espiritualmente saludables. Para conseguir sabiduría uno debe asociarse con los sabios. Con el fin de dar a sus siervos buenas asociaciones Jehová los ha juntado en estos últimos días en una congregación mundial, la sociedad del nuevo mundo de los testigos de Jehová. Si queremos participar de los pensamientos de Dios y de los pensamientos de su nuevo mundo de justicia, entonces tenemos que asociarnos con los que tienen tales pensamientos. Eso fue cierto al tiempo en que los primeros cristianos estaban siendo congregados y es cierto hoy día. “Continuaron dedicándose a la enseñanza de los apóstoles y a asociarse, a comer juntos y a oraciones.” (Hech. 2:42) Los cristianos creyentes se asociaban para conseguir fuerza espiritual, para activar y sensibilizar su conciencia a las obras correctas. ¿Dónde podrían ellos conseguir esto mejor que en asociación con la congregación donde estaban los apóstoles y otros siervos maduros y celosos de Dios?
13. ¿Cuáles son los beneficios de buscar la asociación con los cristianos maduros, y qué consejo bíblico abarca este punto?
13 Con relación a esto Pablo escribió: “Acuérdense de aquellos que los están gobernando, los cuales les han hablado la palabra de Dios a ustedes, y al contemplar los resultados de su conducta imiten la fe de ellos.” (Heb. 13:7) Sí, busque la asociación con los que son ejemplos en la fe, observe su conducta, vea cuán bien se compara usted con el ejemplo fiel de ellos y haga los mejoramientos necesarios. No busque la asociación de los que excusarán la conciencia de usted, sino de los que la reprenderán. “El oído que está escuchando la reprensión de la vida se aloja plenamente entre personas sabias.” “Unidamente háganse imitadores de mí, hermanos, y vigilen a los que andan de la manera que va de acuerdo con el ejemplo que ustedes tienen en nosotros.” “Háganse imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo.” Esto requiere que uno busque la asociación correcta de personas espiritualmente maduras y celosas, los siervos de la congregación y otros.—Pro. 15:31; Fili. 3:17; 1 Cor. 11:1.
14, 15. (a) ¿Cómo fortalece a uno el concurrir a las reuniones de congregación? (b) ¿Por qué dejan de asistir a las reuniones algunos, y con qué posible consecuencia?
14 La mejor manera de asociarse con los ‘que les han hablado la palabra a ustedes,’ con los que son ejemplos, es concurrir regularmente a todas las reuniones de congregación. Este es un alivio agradable y una experiencia fortalecedora para todos aquellos cuya vida y trabajo diarios requieren que estén entre personas mundanas cuya habla y conducta le causan angustia a su alma. “Sigan enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, alabanzas a Dios, canciones espirituales con gracia, cantando en sus corazones a Jehová.” “Sigan llenándose de espíritu, hablándose entre ustedes con salmos y alabanzas a Dios y canciones espirituales.” El concurrir a las reuniones donde uno cuenta experiencias o hace comentarios o escucha discursos instructivos basados en la Palabra de Dios le ayudará a uno a asociarse con Dios y a participar de sus pensamientos. Esta es la asociación que uno debe tener.—Col. 3:16; Efe. 5:18-20.
15 Esta asociación debe aumentarse más y más al acercarse el fin cabal de este presente sistema. “Mantengamos firmemente la declaración pública de nuestra esperanza . . . Y considerémonos unos a otros para incitar al amor y a las obras rectas, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos, y tanto más al ver que el día se acerca.” Cuando uno deja la asociación correcta, el discernimiento espiritual se embota, la conciencia se hace insensible y uno cae en el pecado, como lo mencionó el apóstol Pablo inmediatamente después de dar su consejo sobre el congregarse: “Porque si practicamos el pecado voluntariosamente después de haber recibido el conocimiento acertado de la verdad, ya no queda ningún sacrificio por los pecados.” (Heb. 10:23-26) Por eso, ¿por qué seguir la costumbre de algunos que dejan de asistir a las reuniones de congregación por falta de aprecio, por una reunión de familia con los que no están en la verdad o por otros intereses personales? ¿No dijo Jesús: “Mi madre y mis hermanos son éstos que oyen la palabra de Dios y la hacen”? (Luc. 8:21) ¿No es una reunión de la familia de Dios en obediencia a su mandamiento más importante que el complacer a otros que no aman a Dios? Estas pocas horas cada semana son muy valiosas, están llenas de las expresiones de los pensamientos de los cuales uno debe participar. Aquí la conciencia de uno se despierta para que uno pueda ‘seguir asegurándose de lo que es acepto al Señor,’ y ‘vigilar estrechamente la manera en que anda, como persona prudente comprando el tiempo oportuno que queda,’ y para que ‘deje de estar haciéndose irrazonable, sino siga percibiendo cuál es la voluntad de Jehová.’—Efe. 5:10, 15-17.
ASOCIACIÓN SOCIAL
16. (a) ¿Cómo y por qué debe uno saber escoger la diversión social? (b) ¿Qué regla bíblica aplica aquí también?
16 Las reuniones para esparcimiento social también son ocasiones en que uno participa de los pensamientos de otros. Uno debe ser tan cuidadoso al escoger con quién se asocia socialmente y qué hace como lo es al escoger las reuniones religiosas a las que concurre. Aun para esparcimiento social uno debe querer participar de los pensamientos que son edificantes, que estimulan a celo y fidelidad en el servicio de Jehová, que dan énfasis a la pureza, virtud e integridad y que expresan aprecio y agradecimiento a Dios. Aquí también debemos ‘hablarnos unos a otros con salmos y alabanzas a Dios, dando gracias siempre por todas las cosas a nuestro Dios y Padre.’ (Efe. 5:19, 20) La regla aplica también a la diversión y el esparcimiento: “Sigamos tras las cosas que contribuyen a la paz y las cosas que sirven para edificarnos unos a otros.”—Rom. 14:19; 1 Tim. 4:12; 2 Tim. 2:22; Tito 2:6-8; 3:8; Col. 3:16, 17; Rom. 15:2.
17. ¿De qué maneras puede una reunión social ser interesante, de descanso y no obstante edificante?
17 ¿Por qué dejar que la conversación siga el pensar de este mundo o dejar que algunos se aíslen y comiencen juegos bobos en que tanto el habla como la conducta se hacen coloradas, vulgares y quizás hasta inmorales? El copiar a este mundo es asociarse con él. Cuánto mejor sería el que los que son maduros vean que la conversación sea edificante e interesante a todos los presentes, viejos y jóvenes. Quizás se pudieran arreglar varios tipos de series de preguntas bíblicas donde las preguntas fueran educativas y sin embargo consideraran los varios grados de conocimiento de los que están presentes. Se pudiera citar un texto y ver quién, o qué equipo, puede recordar el libro, capítulo y versículo, o mencionar el texto y ver quién puede citarlo palabra por palabra. Describa detalles de una persona conocida en la Biblia y vea quién puede identificarla por nombre; lo mismo puede hacerse con lugares o acontecimientos históricos. Cuenten experiencias, refuten objeciones, consideren puntos nuevos o interesantes de La Atalaya o de otras publicaciones o noticias de acontecimientos mundiales que cumplen profecía o familiarizan a uno mejor con las condiciones en general para interesantes discusiones de temas. Los siervos de Jehová no son unilaterales. Pueden sacar provecho de la consideración de muchos otros temas, así como pueden disfrutar de expresiones de buen humor. Pero recuerde, que todas las cosas estén dentro de la regla: “las cosas que contribuyen a la paz y las cosas que sirven para edificarnos unos a otros.”
18. ¿De qué otras cosas debe uno tener cuidado al trabajar para la edificación de todos en la congregación?
18 Esta regla ayudará a uno a determinar no sólo qué hacer para esparcimiento social, sino también cuán a menudo. También impedirá el desarrollo de asociaciones exclusivistas sociales en una congregación, ya que las tales no son edificantes. El consejo de asociarse con personas de inclinación teocrática, espiritualmente maduras y el participar de sus pensamientos no quiere decir que se debe pasar por alto a los miembros más nuevos o más débiles de la congregación. Al contrario, todas las personas maduras harán un esfuerzo por asociarse con los más débiles o menos maduros y con los que son retraídos o tímidos, tanto en las reuniones como cuando se extiende la bienvenida a éstos en sus hogares para una comida, una cena sencilla o una tarde social juntos para llegar a conocer mejor a tales personas, para ayudarlas a conocer a otros mejor y para trabajar para su edificación. Con el principio de buscar las cosas que son edificantes, nadie debe mostrar preferencia exclusiva para asociarse con los que son prominentes en el mundo o con los que están en mejor condición financiera, creando así ‘las distinciones de clases.’ Asóciense con todos sin parcialidad, trabajando para edificar tanto a los pobres como a los ricos, tanto a los débiles como a los fuertes. Los hermanos que son prominentes en este mundo y tienen más medios materiales tienen que ejercer cuidado en su hospitalidad, no buscando el asociarse exclusivamente con los superintendentes prominentes de la organización, como si pudieran conseguir una forma de prominencia espiritual mediante la asociación. Por supuesto, es bíblico mostrar a ‘los hombres de mayor edad que presiden de manera correcta y que trabajan con ahínco en hablar y enseñar doble honra,’ y el que muestra hospitalidad a tales hombres tiene una oportunidad excelente para ser edificado espiritualmente por medio de conversación edificante sobre la Palabra de Dios. Pero aquí el motivo debe ser edificación espiritual mediante la asociación y no prominencia mediante la asociación.—Rom. 14:1; 15:1, 2; 1 Cor. 14:12; 1 Tes. 5:14; Sant. 2:2-5, 9; 1 Tim. 5:17, 18.
19. ¿De qué otras maneras tendrá uno cuidado para evitar las asociaciones incorrectas y buscar las correctas, y por qué?
19 Finalmente llegamos al muy importante rasgo de la asociación por medio de lo que uno lee, ve, escucha o piensa. Aquí también uno participa de los pensamientos de otros, y cuando uno está solo y concentrándose en la lectura , la mente es muy impresionable. Si uno no quiere asociarse en la compañía de burladores impíos de la Palabra de Dios o con personas inmorales, depravadas, entonces uno no debe participar en privado de sus pensamientos y hechos leyéndolos. Si ‘la fornicación y la impureza ni siquiera deben mencionarse entre ustedes, tal como es digno de personas santas,’ entonces tampoco deben escucharse esas cosas. (Efe. 5:3, 12) Si es ‘vergonzoso hasta contar’ tales cosas, es vergonzoso escribirlas o leerlas. El leer relatos de tales cosas en diarios, revistas, libros o el ver semejante inmoralidad sugerida en las películas es tener compañerismo con las personas inmorales cuyos hechos se describen o con el que escribió el cuento. El que hace esto jamás podría tener su mente y deseos en consonancia con el Santo. Por lo tanto, cuando uno lee, escucha el radio o ve la televisión o una película, debe cuidar de estar en buena compañía, buscando buenas asociaciones. Quizás la información sea educativa e informativa, o quizás humorística, pero siempre debe ser edificante. La mente no puede contener los pensamientos de Dios según se revelan en su Palabra mientras al mismo tiempo participa de los pensamientos de personas impías, de inclinación a la carne, inmorales.—1 Ped. 1:13-16; Sant. 3:11; 4:8.
20. ¿Qué esperanza pueden abrigar los que se asocian con los rectos?
20 Sí, el camino de la sabiduría es evitar las asociaciones incorrectas y buscar las asociaciones correctas. “Cuando entre la sabiduría en tu corazón . . . la misma habilidad para pensar te vigilará . . . para librarte del camino malo, del hombre que habla cosas perversas, de los que dejan las sendas de rectitud para andar en los caminos de las tinieblas, de los que están regocijándose en hacer el mal, que están alegres en las cosas perversas de la maldad; aquellos cuyos caminos son torcidos y que son tortuosos en su curso general . . . El propósito es que andes en el camino de la gente buena y que retengas los senderos de los justos. Porque los rectos son los que moraran en la tierra, y los que están sin tacha son los que serán dejados en ella.” (Pro. 2:10-22) El pensar de este mundo significa muerte. Los pensamientos de Dios significan vida. “El mundo está desapareciendo y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1 Juan 2:17) Busque las asociaciones incorrectas y éstas durarán sólo un corto tiempo. Las asociaciones correctas continuarán para siempre. Busque las asociaciones correctas y disfrute de ellas eternamente.
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“Hágase tu voluntad en la tierra” (Parte 38)La Atalaya 1960 | 15 de julio
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“Hágase tu voluntad en la tierra” (Parte 38)
Maravillosas serán las bendiciones terrenales que se le otorgarán al género humano cuando la voluntad del Padre celestial, Jehová Dios, se haga en la tierra. Desde 1914 d. de J.C. el género humano ha estado viviendo en el “tiempo del fin” de este inicuo sistema de cosas mundial. Para que se diera la advertencia de que se acerca el fin en un tiempo de angustia tal como el género humano jamás lo ha experimentado desde el día de la creación, Jehová Dios misericordiosamente levantó al resto de sus hijos espirituales sobre la tierra, que son su clase del santuario porque él mora en ellos por medio de su espíritu santo tal como si fueran ellos un santuario o templo. Él ha hecho a éstos de su resto predicadores de justicia, como Noé, que hace más de cuatro mil años advirtió acerca de la destrucción que estaba por sobrevenirle a aquel inicuo mundo antediluviano por medio de un diluvio global. Noé y su esposa y aun tres hijos y tres nueras sobrevivieron al diluvio en el arca que construyeron en obediencia a la instrucción de Dios.
10, 11. (a) ¿Quiénes esperan sobrevivir al Armagedón junto con la grande muchedumbre de “otras ovejas”? (b) A favor de esta esperanza, ¿qué palabras consoladoras de Pedro tienen presente?
10 Igual que la esposa de Noé, que sobrevivió con sus hijos y nueras, los del resto de la clase del santuario esperan sobrevivir a la destrucción semejante a diluvio en el Armagedón junto con la grande muchedumbre de personas semejantes a ovejas adoradoras de Jehová Dios, quienes se dedican cabalmente a Él, por medio del Noé Mayor, Jesucristo. Ellos tienen presente las Palabras consoladoras del apóstol Pedro. Pedro describió la terminación del mundo antiguo y entonces comparó la consumición de la organización del Diablo, como por fuego, con el abrasamiento del cielo y la tierra. Él dijo: “Por esos medios el mundo de ese tiempo sufrió la destrucción cuando fue anegado con agua. Pero por la misma palabra los cielos y la tierra actuales están guardados para fuego y se están reservando para el día de juicio y de la destrucción de hombres impíos.” Demostrando que la clase del santuario sobrevivirá por no volverse impía, sino por mantenerse limpia y santa como un santuario, Pedro añadió:
11 “¡Los cielos estando encendidos serán disueltos y los elementos estando intensamente calientes se derretirán! Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos de acuerdo con su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar. Por esto, amados, siendo que esperan estas cosas, hagan todo lo posible para que sean encontrados por él al fin sin mancha e inmaculados y en paz. Además , consideren la paciencia de nuestro Señor como salvación.”—2 Ped. 3:6, 7, 12-15.
12. Con tales compañeros sobrevivientes, ¿qué podrá hacer la grande muchedumbre, parecido a lo que hicieron Noé y su familia inmediatamente después del diluvio?
12 Con este resto de la clase del santuario
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