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El día de Año Nuevo... ¿cuán nuevo?¡Despertad! 1981 | 22 de diciembre
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solo son unos cuantos de los países cuyo índice de mortalidad en las carreteras supera a la de los Estados Unidos.
El que en tiempos modernos se “vuelva a crear el caos” durante la víspera del Año Nuevo lleva también a otros problemas. Un ayudante del jefe de la policía de la ciudad de Nueva York describe la situación así: “El día de Año Nuevo es una época en que la gente bebe, y cuando la gente bebe pierde el control.” Durante las primeras pocas horas de 1980, en la ciudad de Nueva York se asesinó a 6 personas, se cometieron 30 delitos graves en los trenes subterráneos, y en una muchedumbre congregada en Times Square hubo 50 lesionados y se arrestó a 51 personas. Mientras tanto, en Reno, Nevada, miles de parrandistas corrieron por tres horas destruyendo todo lo que encontraban a su paso, arrojándoles piedras a los policías y rompiendo las vidrieras de los establecimientos comerciales. ¿Fue esto ‘solo pasar un buen rato’?
¿Qué hará usted?
Sea que usted se considere cristiano o no, probablemente usted verá el valor práctico del consejo bíblico que se halla en Proverbios 22:3: “Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse.” Si usted puede prever algún riesgo en sus planes para el día de Año Nuevo —a causa de beber en exceso, asociaciones peligrosas, conductores borrachos en las carreteras— ¿por qué no cambia sus planes? Puede que usted salve su vida y la de los que lo acompañan.
¿Qué hay si usted se considera cristiano?... ¿afectaría esto su modo de ver la celebración del día de Año Nuevo? Bueno, ¿puede usted imaginarse al apóstol Pedro yendo a una fiesta de Año Nuevo? Note lo que él escribió en su primera carta, capítulo cuatro, 1Pe 4 versículo 3: “Bastante tiempo pasasteis ya viviendo en plan pagano, dados como estabais a libertinajes y vicios, crápulas, comilonas, borracheras y nefandas idolatrías.”—Nueva Biblia Española.
En vista del origen de las celebraciones del día de Año Nuevo, ¿no es probable que Pedro consideraría las fiestas del Año Nuevo de hoy día como estar “viviendo en plan pagano”?
“¡Pero no es como si me divirtiera así cada noche!,” puede que digan algunos. “Esta es una ocasión especial... solo una vez al año.”
En cuanto a eso, sería bueno preguntarse cómo el darse al exceso “esta sola vez” afectará su reputación, tanto para con Dios como para con los hombres.
“Las moscas muertas son lo que hace que el aceite del ungüentario apeste, borbotee. Así le hace un poco de tontedad al que es precioso por sabiduría y gloria.” (Ecl. 10:1) Tal como una sola mosca inmunda puede arruinar el aceite costoso, un buen nombre puede quedar arruinado por una sola noche de tontedad. ¿Por qué correrse el riesgo?—Ecl. 7:1.
En esta víspera del día de Año Nuevo, miles de personas ‘pasarán un buen rato’ en una fiesta, tratarán de conducir el auto de regreso a la casa, y se lesionarán o perderán la vida o harán que otros se lesionen o pierdan la vida. Otros miles se sentirán avergonzados o avergonzarán a sus cónyuges al comportarse tontamente en una atmósfera saturada de bebidas alcohólicas. Otros, debido al medio en que se hallan, no podrán resistir la tentación de cometer actos inmorales.
Estos son algunos de los riesgos a los que se expone Juan en esta víspera del día de Año Nuevo. ¿Se expondrá usted a ellos también?
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Arboga... nuevo centro para los testigos de Jehová de Suecia¡Despertad! 1981 | 22 de diciembre
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Arboga... nuevo centro para los testigos de Jehová de Suecia
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Suecia
AL SEGUIR por la concurrida carretera europea número 3, que conecta a Estocolmo y Göteborg, las dos ciudades más grandes de Suecia, usted llegará a Arboga, una pequeña aldea idílica. Arboga es una de las aldeas más antiguas de Suecia y su historia se remonta hasta el siglo diez.
Desde el siglo trece hasta mediados del siglo diecisiete, era una de las aldeas más importantes de Suecia. Pero más tarde Arboga decayó en importancia. Hoy es un pueblo casi desconocido fuera de Suecia.
Sin embargo, últimamente algo ha sucedido en este pueblito que hará que sea más conocido por toda la Tierra. Los testigos de Jehová han construido allí lo que un periódico llamó “un pueblo dentro de un pueblo,” una nueva sucursal que consta de una imprenta, oficinas y habitaciones. Desde ahora en adelante éste será el centro desde donde se dirigirá la actividad cristiana de predicar en Suecia.
Una obra de construcción singular
Nunca antes se había visto una obra de construcción en Suecia parecida a ésta. Según un periodista, este conjunto de edificios es “el más sobresaliente y el más grande que trabajadores voluntarios hayan construido en este país.”
Por espacio de dos años y medio, unos 5.000 testigos de Jehová de todas partes del país y de países vecinos, viajaron a Arboga para prestar servicio voluntario a esta obra, y, según sus circunstancias, algunos se quedaron poco tiempo y otros por más tiempo. Construyeron edificios sobre 20.000 metros cuadrados y transformaron los 120.000 metros cuadrados de arbolados en un parque.
Para mediados de los años setenta, se había hecho patente que se necesitaba esta obra de construcción porque la sucursal anterior, ubicada en Jakobsberg a unos kilómetros al noroeste de Estocolmo, que se había utilizado en los pasados veintiséis años, ya era demasiado pequeña. Así que, después de buscar un nuevo local por dos años, los testigos de Jehová decidieron edificar la nueva sucursal en Arboga. Desde el mismísimo comienzo, los funcionarios locales y los de la provincia cooperaron entusiásticamente con los miembros de la sucursal en esta obra de construcción singular.
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