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Un joven se descarríaLa Atalaya 1965 | 15 de diciembre
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de la ilustración de Jesús. Sin embargo, no sería cierto decir que todas las “otras ovejas” de Juan 10:16 son representadas por el “hijo más joven.” Muchas de éstas, como los hombres de Atenas, originalmente “no tenían esperanza y estaban sin Dios en el mundo,” y no lo estaban invocando como su Padre. (Efe. 2:12) Quizás andaban a tientas buscándolo y, siendo sinceros y de corazón honrado, respondieron al mensaje de la verdad y “se hicieron creyentes,” como algunos lo hicieron en Atenas después de escuchar a Pablo. (Hech. 17:33, 34) De ahí en adelante han mantenido un derrotero firme, y por consiguiente no serían representados por el “hijo más joven.” ¿Quiénes, entonces, son representados por él?
EL PROCEDER QUE DESCARRÍA
16. ¿Qué derrotero emprendió el hijo más joven, revelando qué actitud?
16 Al seguir nosotros el derrotero emprendido por el muchacho más joven veremos las características que nos capacitan a identificar la clase representada por él. En la apertura del relato lo oímos pidiendo a su padre “la parte que me corresponde de la hacienda.” El padre accede y “les dividió su medio de vivir.” En otras palabras, el más joven quería inmediatamente lo que le correspondía de los bienes de su padre. Quería esto en efectivo, o en artículos que fácilmente pudiera convertir en dinero. Entonces tomó inmediatamente todo lo que tenía y viajó a un país lejano y pronto malgastó todo en una complacencia desenfrenada de los apetitos sensuales, o una vida disoluta. (Luc. 15:12, 13) De modo que aquí vemos a un joven impaciente deseando todo lo que pudiera conseguir en forma tangible para su inmediato disfrute egoísta. El vivir en casa bajo el ojo de su padre, y el servirle, no le atraía en aquel tiempo; era una vida demasiado restringida. Quería vivir su propia vida a su propio modo.
17. En nuestro día, ¿cuándo y cómo se hizo manifiesta la esperanza terrestre?
17 ¿Ha habido algunos en nuestro día en una posición semejante y que hayan adoptado un derrotero semejante al que se acaba de describir? Sí. El movimiento moderno de los testigos de Jehová comenzó a adquirir forma unos cuarenta años antes de 1914, correspondiendo al ministerio de Juan el Bautista. Contrario a la enseñanza general de la cristiandad, se comenzó a ver y enseñar en aquellos días tempranos que la esperanza celestial no era el único medio de salvación. La esperanza de vida eterna en la Tierra bajo condiciones edénicas restauradas para la familia humana en general, basada en el sacrificio de rescate de Cristo, era una parte intrínseca del mensaje que entonces se proclamaba. Esto se vio claramente por primera vez en 1881 y se expuso en el folleto Sombras del Tabernáculo de los sacrificios mejores. Fue un rasgo prominente del libro El Plan Divino de las Edades, publicado en 1886, el cual libro se distribuyó y se estudió extensamente durante los siguientes cuarenta años. Aun más al grano, el folleto Millones que ahora viven no morirán jamás y las conferencias públicas que se presentaron por todo el mundo con ese título, comenzando a principios de 1918, dieron prueba bíblica de que una multitud de personas sobreviviría al Armagedón y viviría para siempre en la Tierra bajo el reino de Dios.
18. ¿Cómo respondieron algunos al mensaje, de manera semejante al hijo más joven?
18 Muchos no solo oyeron el mensaje, sino que se pusieron en contacto estrecho con la organización del pueblo de Dios proclamándolo. Sabían y creían en la provisión de Dios para la restauración de la vida perfecta en la Tierra, pero, como el hijo más joven, no quisieron esperar para disfrutar de la vida a la manera y en el tiempo de Dios en la “nueva tierra,” bajo el ojo del “nuevo cielo.” (Rev. 21:1) En otras palabras, quisieron para su disfrute inmediato de parte del Padre celestial aquella ‘parte de la propiedad que les correspondiera de su hacienda.’ Fue una petición prematura con un motivo indigno.
19. ¿Cómo no ha mostrado la clase del hijo más joven ningún deseo de la parte del primogénito?
19 Note, en la ilustración que dio Jesús, que la petición no se hizo de la parte que le correspondía al hermano mayor, el primogénito. Según la ley de Dios, el “derecho del puesto del primogénito” era heredar “dos partes” de los bienes de su padre, en comparación con una sola parte para el hijo más joven. (Deu. 21:17) Así sucede, también, en nuestro día. La clase del hijo más joven no abrigaba para ella misma la esperanza celestial, sabiendo que ésta implicaba el andar por el camino angosto de la abnegación en una vida de dedicación. Se abstuvo del paso de la dedicación y de entrar en el servicio de Jehová. Para apreciar su posición, debemos tener presente que hasta aproximadamente 1934 se pensaba que el paso de dedicarse uno a Dios era solo para los que llegarían a ser hijos espirituales de Dios, con la esperanza celestial colocada ante ellos. Ese año se mostró claramente en La Atalaya que era enteramente apropiado el que las “otras ovejas” se dedicaran a hacer la voluntad de Dios, simbolizando esto con inmersión en agua.—The Watchtower, del 15 de agosto de 1934, página 250.
20. ¿Cómo emprenden algunos hoy en día un derrotero semejante al del hijo más joven?
20 Hasta 1935, el recogimiento de las “otras ovejas” como algo que habría de efectuarse antes del Armagedón no se recalcó. Pero de allí en adelante, a través de las páginas de La Atalaya se suministró alimento espiritual y ayuda espiritual para fortalecer a aquellos cuyas esperanzas eran terrestres. Sin embargo, ha continuado siendo cierto que muchos han obtenido un conocimiento de Jehová y de su propósito, sabiendo que esto es la verdad, pero se han abstenido de hacer cualquier progreso adicional. Han visto lo que está implicado. Como el hijo más joven, han querido algo diferente, ahora.
21. (a) ¿Qué preguntas surgen a menudo cuando los jóvenes emprenden tal derrotero? (b) ¿Qué deberían tener presente los padres en conexión con esto? (c) ¿Cómo debe considerarse correctamente la dedicación?
21 Los hechos muestran que en muchos casos éstos han sido individuos jóvenes, o quizás hijos de padres dedicados y por consiguiente bien familiarizados con la esperanza de vida en un paraíso restaurado. A veces estos jóvenes, quizás en sus primeros años de la adolescencia, se han sometido a la inmersión, afirmando estar dedicados. Luego, en poco tiempo, desaparecen de la vista en lo que toca a los testigos de Jehová. Llegan a estar enteramente absortos en los caminos y placeres mundanos, a veces entregándose a conducta vergonzosa, trayendo oprobio a sus padres. Entonces los padres, con gran dolor, hacen surgir la pregunta en cuanto a si su hijo o hija joven realmente entendió el significado de la dedicación y el bautismo. Pero, ¿no es ése un tiempo inadecuado para hacer surgir esa pregunta? ¿No deberían haberse asegurado en cuanto a eso en aquel tiempo? ¡Es tan fácil el que los jóvenes emprendan algo con gran entusiasmo por un tiempo, y luego emprendan otro proceder con igual celo! Solo están probando lo que la vida ofrece, incluyendo las atracciones de este mundo con sus sueños y vanidades. (Ecl. 4:7) Son susceptibles a sugerencias. Ven que otros de su edad se someten a la inmersión, y, por eso, ¿por qué no ellos? Con su conocimiento de la verdad creen que pueden decir Sí a las dos preguntas que se les hacen al tiempo de la inmersión. Pero, ¿puede decirse que en esa etapa verdaderamente aprecian lo que significa dar el paso de la dedicación como un perpetuo “voto a Dios” para hacer su voluntad todo el tiempo, implicando toda su vida? El texto dice: “Mejor es que no votes que el que votes y no pagues,” alegando que “fue un error.” “¿Por qué debería el Dios verdadero indignarse a causa de tu voz y tener que arruinar la obra de tus manos?” Eso es exactamente lo que le sucedió al hijo pródigo.—Ecl. 5:4-6.
22. ¿Qué debe estimularse en los individuos, pero qué debe evitarse?
22 Por supuesto, los individuos, incluyendo a los jóvenes, varían grandemente. A una edad sorprendentemente temprana alguien puede asumir un punto de vista serio de las cosas y adherirse a él. Hay ejemplos bíblicos de esto, como el de Samuel. No podemos establecer una regla general ni un límite de edad. Cada uno en la familia tiene que ser tratado individualmente. Al mismo tiempo, queremos evitar un derrotero que, de hecho, tienda a producir hijos pródigos.
23. ¿Qué preguntas surgen en cuanto a los que se descarrían?
23 Muchas preguntas surgen en cuanto a los que se descarrían. Ellos no son enemigos voluntariosos. ¿Es posible el recobro para ellos y, si es posible, cómo? ¿Cómo ayuda la ilustración del hijo pródigo a contestar estas preguntas? ¿Qué luz da, no solo sobre la clase del hijo pródigo, sino sobre la actitud y derrotero que habrán de emprender los que permanecen junto a la organización de Dios? Estas y otras preguntas se discutirán en el número subsiguiente de La Atalaya.
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Usando revistas atrasadasLa Atalaya 1965 | 15 de diciembre
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Usando revistas atrasadas
● En el estado de Indiana, en los Estados Unidos de Norteamérica, una testigo de Jehová refiere esta experiencia: “Cuatro de nosotros fuimos a territorio rural, llevando con nosotros un abastecimiento de números atrasados de La Atalaya y ¡Despertad! Nos detuvimos en una casa para ancianos del condado y obtuvimos permiso para entrar y hablar con la gente individualmente. Esto fue conmovedor, ya que encontramos a un hombre que había asistido a algunas de las reuniones en Vincennes hace años. Fuimos a otra habitación y este hombre nos advirtió que el hombre de la siguiente habitación era un fanático. Fuimos a verlo de todas maneras, y era un caballero anciano de ojos vivos de unos ochenta años. Cuando entramos en su habitación y le preguntamos si podía efectuar mucha lectura de la Biblia, dijo que conocía muy bien la Biblia y que podía contestar cualquiera de nuestras preguntas. Le pregunté qué era el Reino por el que Jesús nos enseñó a orar. Con sus ojos aun más vivos, se puso de pie y comenzó a decirnos en cuanto a los 144,000 que gobernarán en los cielos sobre la Tierra. Nos dijo muchas cosas que había aprendido hacía años. Nos habló en cuanto al Armagedón. Obviamente había tratado de testificar a muchas de las personas de aquella casa y éstas habían concluido que era un fanático, pero solo tenía hambre de hablarle a alguien que le entendiera. Aparentemente nunca había estudiado con los testigos de Jehová ni había concurrido a ninguna reunión, pero tenía algún conocimiento de la verdad por haber leído previamente antes de ser traído a esta casa. Estuvo muy feliz cuando finalmente le hicimos entender que éramos testigos de Jehová y le habíamos traído alguna literatura bíblica para leer. En solo aquella casa dejamos unos veinticinco números atrasados de las revistas.”
EN CARCELES Y CAMPOS DE PRISION
● Un Testigo de Griffin, Georgia, refiere que “los siervos de nuestra congregación estaban discutiendo maneras en que los publicadores podían aumentar su actividad ministerial. Una sugerencia fue que deberíamos visitar a algunas personas a las que como regla no teníamos oportunidad de visitar, como las que están en hospitales y cárceles. Pensamos que aprovecharíamos del día de la Navidad para efectuar esto y que deberíamos llevar con nosotros copias atrasadas de La Atalaya y ¡Despertad! que se habían acumulado en varias casas de Testigos. A pesar de una lluvia fría el 25 de diciembre, tres de nosotros llenamos nuestros maletines con revistas atrasadas y pusimos un abastecimiento extra en el auto. Visitamos dos campos de prisión y una cárcel. En cada uno de ellos el carcelero cooperó muy bien, y pudimos dar un buen testimonio a los presos. En uno de los campos había dos celdas grandes, que podían alojar a unos cincuenta presos en cada una. El carcelero los llamó a todos al frente para que pudiéramos hablarles, y mientras uno de nosotros le hablaba a un grupo el otro hablaba al segundo grupo. Fue sorprendente el interés manifestado aquí. Muchos de ellos nos dieron las gracias por visitarlos y ofrecerles las revistas. ¿Los resultados? En una tarde: 149 revistas.”
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