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  • ‘Escoge hombres capaces, que tengan temor de Dios’
    La Atalaya 1984 | 15 de enero
    • ‘Escoge hombres capaces, que tengan temor de Dios’

      “Pero tú mismo tienes que buscar entre el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios, hombres honrados e incorruptibles, y nombrarlos sobre el pueblo.” (ÉXODO 18:21, The New English Bible.)

      1. ¿Por qué interesan de manera especial a los testigos de Jehová los términos “superintendente” y “anciano”?

      “DESDE el tiempo de Homero [aproximadamente en el noveno siglo a. de la E.C.] hasta nuestro día muchas palabras han muerto; muchas otras han nacido. Epískopos [superintendente] y presbyteros [anciano] han seguido viviendo.” Este comentario de un helenista moderno destaca la vitalidad del significado de los términos griegos para “superintendente” y “anciano”. Por miles de años estas palabras han estado asociadas con una parte integral de los arreglos que Jehová ha hecho para la organización de su pueblo. Si usted está asociado con los testigos de Jehová, entonces la siguiente consideración de cómo se empezaron a usar estos términos en la congregación cristiana será de interés especial para usted.

      2, 3. ¿A quiénes tenía que convencer Moisés para poder servir de líder de los israelitas nombrado por Dios?

      2 Por supuesto, la historia bíblica nos lleva mucho más allá del tiempo del poeta griego Homero. En el siglo XVI a. de la E.C. Moisés recibió la comisión de Jehová de regresar a Egipto y sacar a los israelitas de la esclavitud. Puesto que había estado apartado de su propio pueblo por unos 40 años, ¿a quién presentaría él sus credenciales? “Ve tú —dijo Dios—, y tienes que reunir a los ancianos [en griego gerousía, “consejo de ancianos”; vea la Versión de los Setenta] de Israel [...] Y ellos ciertamente escucharán tu voz, y tienes que ir, tú y los ancianos de Israel, al rey de Egipto”. (Éxodo 3:16, 18.)

      3 Es patente que desde el tiempo de los patriarcas se tenía a los ancianos en gran estima debido a su experiencia, conocimiento, sabiduría y buen juicio. Era a éstos a quienes Moisés tenía que convencer para que lo aceptaran como su líder nombrado por Dios para la liberación.

      Requisitos para los ancianos de Israel

      4. ¿Qué sugerencia ofreció Jetro a Moisés, y en qué resultó?

      4 Una vez que los israelitas estaban en el desierto, libres de sus apresadores egipcios, la responsabilidad judicial de Moisés para con la nación llegó a ser una carga abrumadora. Su suegro Jetro, quien estaba de visita, pudo ver esto tan claramente que ofreció a Moisés una sugerencia práctica que evidentemente tenía la aprobación de Jehová. Él dijo: “La manera en que lo estás haciendo no es buena. De seguro te agotarás, tanto tú como este pueblo que está contigo, porque este negocio es una carga demasiado grande para ti. No puedes hacerlo tú solo. Escucha ahora mi voz. Yo te aconsejaré, y Dios resultará estar contigo. Tú mismo sírvele de representante al pueblo delante del Dios verdadero [...] Pero tú mismo debes escoger de entre todo el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios, hombres dignos de confianza, que odien la ganancia injusta [...] y ellos tienen que llevar la carga contigo” (Éxodo 18:17-23). Este nuevo arreglo judicial de Israel sirvió para distribuir la carga entre otros hombres capacitados. La congregación de Israel tenía ahora un cuerpo organizado de ancianos que estaban capacitados para tratar disputas y asuntos judiciales.

      5. ¿Había de escoger Moisés sencillamente a cualesquiera ancianos que estuvieran disponibles?

      5 ¡Qué contraste existe entre aquello y el actual sistema mundial, donde muy pocas personas realmente aprecian los principios elevados... donde el soborno y la corrupción arruinan a los gobernantes y a los gobernados! Allá en el antiguo Israel los hombres que habían de servir con Moisés en administrar justicia a la nación habían de ser escogidos cuidadosamente. Como lo expresó Jetro: “Tú mismo tienes que buscar entre el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios, hombres honrados e incorruptibles, y nombrarlos sobre el pueblo” (Éxodo 18:21, The New English Bible; Versión Moderna). No era sencillamente asunto de escoger a hombres que fueran ancianos en edad. Moisés había de “buscar” hombres hábiles, capaces, sí, capacitados e incorruptibles. ¡Qué norma excelente para los que tienen que cuidar de los intereses del pueblo de Jehová hoy día!

      Jehová autoriza a los ancianos

      6, 7. ¿Qué medidas tomó Jehová para nombrar ancianos en Israel?

      6 Algún tiempo después los israelitas se quejaron de las condiciones que existían en el desierto. Puesto que le parecía a Moisés que la carga administrativa de la nación se había hecho demasiado pesada para él, confesó el problema a Jehová. ¿Qué solución ofreció Dios? Leemos: “A su vez Jehová le dijo a Moisés: ‘Reúneme setenta hombres de los ancianos [en griego presbytéron, Versión de los Setenta] de Israel, que de veras conoces que son ancianos [presbyteroi] del pueblo y oficiales suyos, [...] y tendré que quitar parte del espíritu que está sobre ti y colocarlo sobre ellos, y tendrán que ayudarte a llevar la carga’”. (Números 11:16, 17.)

      7 Moisés hizo lo que se le mandó, y se nos dice: “Entonces descendió Jehová en una nube y le habló y le quitó parte del espíritu que estaba sobre él y lo puso sobre cada uno de los setenta ancianos [presbytérous]. Y aconteció que tan pronto como el espíritu se posó sobre ellos, entonces procedieron a actuar como profetas” (Números 11:24, 25). He aquí prueba clara del nombramiento teocrático de aquellos “ancianos”. Jehová había organizado a su pueblo para librarlo del cautiverio y ahora estaba empleando a hombres ‘capaces, dignos de confianza y temerosos de Dios’ para que compartieran con Moisés la responsabilidad de dirigir y administrar.

      8. Cuando los israelitas se establecieron en la Tierra Prometida, ¿qué papel desempeñaron los ancianos?

      8 Con el tiempo los nómadas israelitas conquistaron la Tierra Prometida y volvieron a vivir en moradas fijas en pueblos y ciudades, como habían vivido en Egipto. Esto significaba que ahora los ancianos llegaron a ser responsables por la gente al nivel de comunidad. Funcionaron como un cuerpo de superintendentes en favor de sus respectivas comunidades, y suministraron jueces y funcionarios para la administración de la justicia y el mantenimiento de la paz, el buen orden y la salud espiritual. (Deuteronomio 16:18-20; 25:7-9; Rut 4:1-12.)

      ¿Basta la canicie?

      9, 10. Además de la madurez física, ¿qué otros requisitos debe satisfacer el “anciano”? Dé prueba bíblica.

      9 Entonces ¿quiere decir lo susodicho que cualquier anciano u hombre de mayor edad de Israel automáticamente llegaba a ser un “anciano” que obraba en capacidad judicial o administrativa? ¿Dependería de cierto límite de edad el que un israelita se convirtiera en “anciano” en este sentido? No; tal conclusión no sería razonable. Eliú expresó claramente el asunto al decir: “No son aquellos que solo abundan en días quienes resultan sabios, ni los meramente viejos quienes entienden el juicio”. Y el sabio congregador escribió: “La canicie es una corona de hermosura cuando se halla en el camino de la justicia” (Job 32:6, 9; Proverbios 16:31; Eclesiastés 12:9, 10). Las Escrituras Hebreas muestran claramente que en el caso del “anciano” capacitado la edad avanzada y la experiencia tenían que ir acompañadas de sabiduría y una línea de conducta justa.

      10 Sin embargo, la edad y la experiencia son de mucho valor. A fin de satisfacer los requisitos para recibir privilegios de servicio, los ancianos tienen que aceptar la guía del espíritu de Dios y adquirir entendimiento de Su Palabra. El poder citar textos bíblicos no es suficiente. El saber cómo aplicarlos con sabiduría es el factor vital para el “anciano”. (Proverbios 4:7-9; Tito 1:9.)

      Ancianos de la congregación cristiana

      11, 12. a) ¿Todavía tenían ancianos las comunidades judías cuando Jesucristo vino a la Tierra? b) ¿Bajo qué clase de arreglo se nombraba a los ancianos de la congregación cristiana?

      11 Por lo que hemos considerado, es obvio que desde tiempos antiguos se ha empleado a “ancianos” capacitados para llevar la delantera en los asuntos relacionados con el pueblo de Jehová. Pero cuando Jesucristo vino a la Tierra, los judíos ya tenían establecido en Jerusalén un cuerpo central de sacerdotes y ancianos conocido como el Sanedrín. Éste servía de tribunal supremo judío (Mateo 26:57-68). No obstante, hay datos que indican que grupos de ancianos todavía estaban activos con relación a asuntos de la comunidad en las ciudades, y no solo al nivel nacional. (Lucas 7:3-5.)

      12 Teniendo presentes estos antecedentes históricos, es fácil ver cómo la congregación cristiana primitiva continuaría utilizando un arreglo teocrático parecido al que Jehová había aprobado en los días de Moisés. Bajo la guía del espíritu santo de Dios, los que eran nombrados “ancianos” de la congregación cristiana serían hombres ‘capaces, honrados, incorruptibles y temerosos de Dios’.

      13. ¿Por qué se necesitaban hombres activos y capacitados en la congregación cristiana?

      13 Desde el Pentecostés de 33 E.C. en adelante la congregación de creyentes creció rápidamente (Hechos 2:41; 4:4). No se separaron en grupos aislados para estudiar la Biblia en privado, como si fueran una secta esenia. El cristianismo no era asunto privado. Era necesario darlo a conocer públicamente, anunciarlo a las naciones (Mateo 5:14-16; 28:19, 20). Por eso se necesitaban hombres activos y capacitados para que tomaran la delantera en la organización cristiana. Lógicamente éstos serían los “ancianos”.

      Requisitos para los “ancianos”

      14. ¿Qué requisitos para los ancianos destacó Pedro?

      14 Ciertamente, para la séptima década de la Era común se habían establecido los requisitos espirituales para los ancianos que tomarían la delantera en la congregación cristiana. Por eso hallamos muchas referencias a dichos requisitos en los escritos de los apóstoles Pedro y Pablo. Por ejemplo, Pedro escribió:

      “Por lo tanto, a los ancianos entre ustedes doy esta exhortación [...]: Pastoreen el rebaño de Dios bajo su custodia, no como obligados, sino de buena voluntad; tampoco por amor a ganancia falta de honradez, sino con verdaderas ganas; tampoco como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos del rebaño” (1 Pedro 5:1-3).

      Es lógico que cuando Pedro recalcó que los “ancianos” habían de servir, no por “ganancia falta de honradez, sino con verdaderas ganas”, él estaba haciendo eco al consejo dado a Moisés de que escogiera ‘hombres capaces, temerosos de Dios, dignos de confianza, que odian la ganancia injusta’. (Éxodo 18:21.)

      15. ¿Qué requisitos para el “anciano” presentó Pablo?

      15 En la carta que Pablo escribió a Tito, su confiado colaborador que servía en la isla mediterránea de Creta, le dio instrucciones para que ‘corrigiera las cosas defectuosas’ de las congregaciones e ‘hiciera nombramientos de ancianos [presbytérous] en ciudad tras ciudad’. Es interesante que la palabra griega que se traduce “ancianos” da a entender que se trata de ‘un hombre maduro, que es apto debido a su experiencia y prudencia para dirigir a su familia o pueblo’ (Epíscopos y Presbyteros, por el profesor Manuel Guerra y Gómez). Este entendimiento también se destaca en los requisitos específicos que Pablo dio a Tito, los cuales los cristianos habrían de satisfacer para servir de superintendentes. Escribió:

      “Si hay algún hombre libre de acusación, esposo de una sola mujer, teniendo hijos creyentes no acusados de disolución, ni ingobernables. Porque el superintendente [en griego epískopon] tiene que ser libre de acusación como mayordomo de Dios, no terco, no propenso a la ira, no borracho pendenciero, no golpeador, no ambicioso de ganancia falta de honradez, sino hospitalario, amador de la bondad, de juicio sano, justo, leal, que ejerza gobierno de sí mismo, que se adhiera firmemente a la fiel palabra en lo que toca a su arte de enseñar, para que pueda exhortar por la enseñanza que es sana y también censurar a los que contradicen” (Tito 1:5-9).

      Un examen cuidadoso de estos requisitos nos ayuda a comprender que el “anciano” de la congregación cristiana tenía que alcanzar una alta norma de conducta y espiritualidad.

      16. ¿Cómo sabemos que los ancianos también eran superintendentes en el primer siglo de la E.C.?

      16 También es interesante notar cómo Pablo usa los términos griegos presbyteros y epískopos, “anciano” y “superintendente”. De esto podemos deducir que los ancianos capacitados desempeñaban los deberes de superintendente en las congregaciones. Otros textos bíblicos muestran que podía haber varios de estos ancianos-superintendentes en una misma congregación. (Hechos 14:23; 20:28; Filipenses 1:1.)

      17. a) ¿Qué requisitos ha de satisfacer el superintendente, según lo que Pablo escribió a Timoteo? b) ¿Por qué es preciso que el anciano también sea activo en la actividad de predicar?

      17 Al escribir a Timoteo, Pablo también presentó los requisitos que ha de satisfacer el superintendente, pero en términos algo diferentes, tal vez tomando en consideración circunstancias distintas (1 Timoteo 3:1-7). Puesto que la congregación cristiana primitiva era por naturaleza una organización evangelizadora, se daba por sentado que aquellos ancianos también serían celosos en cuanto a proclamar las buenas nuevas. No había lugar para la pereza. (Lucas 24:46-48; 1 Corintios 9:16; compare con Mateo 25:24-27.)

      Se infiltra la apostasía

      18. ¿Cómo fue afectado por la apostasía el puesto de los superintendentes?

      18 Para el segundo y el tercer siglo, las cosas empezaron a cambiar en la congregación. La apostasía que se había predicho echó raíces (Hechos 20:29, 30; 2 Pedro 2:1). Hombres ambiciosos se levantaron de entre los mismísimos ancianos de las congregaciones. Con motivos corruptos comenzaron a considerar su puesto de superintendente como una posición de poder y prestigio. Ciertos superintendentes de congregación hasta se convirtieron en “obispos” que gobernaban sobre una diócesis o grupo de iglesias. Con el tiempo aquellos obispos fueron instalados en sus puestos por el voto de los legos, entre quienes había gobernantes influyentes. Por lo tanto, como escribió un historiador católico: “Esto produjo un gran peligro, especialmente desde el momento en que empezó a aumentar el prestigio del episcopado y estos puestos fueron acompañados de considerables ingresos e intereses materiales [...] [lo cual] colocó a políticos en las sedes [obispados] de más influencia”.

      19. ¿Cuál fue el resultado final de la apostasía?

      19 Sí, cada obispo fue elevado a una posición encumbrada como un poderoso monarca. En cambio, esto contribuyó a las divisiones y los cismas de la cristiandad, la cual hacía mucho había cesado de ser el cristianismo verdadero. El arreglo teocrático de ancianos-superintendentes capacitados, honrados y de inclinación espiritual degeneró hasta convertirse en una jerarquía de clérigos. El servicio voluntario que se rendía a la congregación se convirtió en una profesión asalariada que requería muchos años de educación superior en la teología, la filosofía y la ley canónica.

      20. ¿Qué preguntas necesitan contestación ahora?

      20 ¿Quiso decir esto que el verdadero cristianismo, con su arreglo teocrático original para cada congregación, nunca sería restaurado, o que la sana sencillez del servicio de los “ancianos” o “superintendentes” se había perdido para siempre? ¿Y qué hay en cuanto a la profecía de Isaías que señalaba al mejoramiento de la calidad de la organización teocrática? Ésta declara: “En vez del cobre traeré oro, y en vez del hierro traeré plata, y en vez de la madera, cobre, y en vez de las piedras, hierro; y ciertamente nombraré la paz como tus superintendentes y la justicia como los que te asignan tus tareas” (Isaías 60:17). En el siguiente artículo se contestarán estas importantísimas preguntas.

      ¿Puede usted contestar estas preguntas?

      ◻ ¿A qué clase de hombres se escogió para que compartieran con Moisés la responsabilidad judicial en el antiguo Israel?

      ◻ ¿En qué capacidad sirvieron los “ancianos” cuando los israelitas habían poblado la Tierra Prometida?

      ◻ ¿Cuáles son algunas de las cualidades sobresalientes que se exigen de los ancianos cristianos o superintendentes?

      ◻ ¿Cómo fue afectada por la predicha apostasía el arreglo de ancianos?

  • “Acuérdense de los que llevan la delantera entre ustedes”
    La Atalaya 1984 | 15 de enero
    • “Acuérdense de los que llevan la delantera entre ustedes”

      “Acuérdense de los que llevan la delantera entre ustedes, los cuales les han hablado la palabra de Dios, y al contemplar detenidamente en lo que resulta la conducta de ellos, imiten su fe.” (HEBREOS 13:7.)

      1. ¿Qué cambios hubo con relación a la adoración verdadera a fines del siglo XIX, pero cómo se escogía a los ancianos cristianos?

      EN LA última cuarta parte del siglo XIX, un grupito de dedicados estudiantes de la Biblia que se asociaba con Charles Taze Russell en Pittsburgh, Pensilvania, E.U.A., comenzó a restaurar la adoración verdadera. Primero procuraron restaurar la doctrina bíblica verdadera, libre de la contaminación de la tradición y la filosofía babilónicas. No obstante, el proceso inicial de restauración fue más lento en el campo de la organización de la congregación. Aunque entre los Estudiantes de la Biblia había ancianos y diáconos (siervos ministeriales), todavía había ideas religiosas falsas que dominaban en algunos aspectos. Así, en pleno siglo XX, las congregaciones elegían a los ancianos mediante un método democrático de votación, lo cual se indicaba alzando la mano.

      2. Sin embargo, ¿qué altas normas se habían establecido para los ancianos entre el pueblo de Jehová?

      2 Aun así, había que satisfacer una alta norma, pues en The Watch Tower (La Atalaya, ahora en español) del 1 de noviembre de 1909 se dijo, en la página 325: “En la selección de ancianos, los consagrados deben recordar que la responsabilidad recae sobre ellos; y no se debe emitir ningún voto sin haber efectuado una consideración esmerada de la voluntad divina ni haber pedido en oración guía divina”. El artículo pasó a enfatizar tres características que debía tener un buen anciano: 1) Había de ser experto en enseñar; 2) debía enseñar la verdad, y no el error; y 3) la humildad y la piedad eran “requisitos esenciales y de suma importancia para ser anciano”.

      Se restaura el orden teocrático

      3, 4. ¿Qué cambios históricos hubo respecto a los nombramientos para ocupar puestos de responsabilidad en la congregación en: a) 1919? b) 1932? c) 1938? y d) 1971?

      3 En 1919 se dio el primer paso para restaurar el control teocrático de los nombramientos. Se invitó a las congregaciones a recomendar a un hermano celoso para que sirviera de “director” de servicio y llevara la delantera en la predicación. Éste no estaría sometido a una elección local cada año, sino que sería nombrado directamente por la Sociedad Watch Tower, la representante legal de la congregación de los ungidos. Luego, en 1932, los ancianos electivos, de quienes se habría esperado que cooperaran con el “director” de servicio, fueron reemplazados por un comité de servicio compuesto de hermanos maduros encargados de varios puestos de servicio en la congregación, pero a quienes la congregación todavía elegía por voto. Se dejó de usar el término “anciano”, y en su lugar se emplearon “siervo de compañía”, “siervo de estudios bíblicos” y así sucesivamente.

      4 La cesación total de las elecciones no tuvo lugar sino hasta 1938, cuando se aclaró que el poder de nombramiento recaía sobre el Cuerpo Gobernante de la congregación cristiana mundial. Desde ese tiempo en adelante, la Sociedad nombró directamente a hombres capacitados para que sirvieran de “siervos” y se encargaran de varios deberes en la congregación. Sin embargo, en los números del 15 de noviembre y 15 de diciembre de 1971 de La Atalaya en inglés (15 de febrero y 1 de marzo de 1972 en español) se presentó un entendimiento aún más claro del papel del anciano y del superintendente. Se dieron razones válidas para volver a usar los términos bíblicos: hombre de mayor edad, o anciano (presbyteros), y superintendente (epískopos).

      5. a) ¿Por qué hay que tener cuidado especial en la recomendación de hermanos para ser ancianos? b) ¿Qué factores deben tenerse en cuenta?

      5 Una vez más se dio énfasis a las altas normas establecidas por espíritu santo y declaradas en la Palabra de Dios. ¿Y por qué se hizo eso? Porque para ser digno de respeto, el anciano tiene que ‘llevar la delantera’ en el ministerio y en desplegar conducta cristiana antes de ser recomendado y nombrado (Hebreos 13:7, 17). Por consiguiente, los cuerpos de ancianos no deben obrar a la ligera al hacer recomendaciones para el nombramiento de nuevos ancianos (1 Timoteo 3:6; 5:22). Hay que recordar que a menudo se requiere mucho más tiempo y consideración para remover de su puesto a un anciano no capacitado que para recomendar el nombramiento de éste. De hecho, otra pauta que puede seguirse es: ¿Trata la congregación al hermano como si ya fuera anciano, antes de haberse hecho el nombramiento de él? ¿Se ha ganado éste el respeto de la congregación mediante satisfacer los requisitos bíblicos hasta el grado de que no haya duda en cuanto a la recomendación?

      ‘Preside su propia casa excelentemente’

      6. ¿Cuáles son algunos de los requisitos que debe satisfacer un hermano, en relación con su familia, para servir de anciano?

      6 Examinemos brevemente algunos de los requisitos para ser anciano, tal como los declara el apóstol Pablo, y veamos lo que significan en términos prácticos hoy día. Pablo escribió:

      “Si hay algún hombre libre de acusación, esposo de una sola mujer, teniendo hijos creyentes no acusados de disolución, ni ingobernables”. (Tito 1:6.)

      “El superintendente por lo tanto debe ser [...] hombre que presida su propia casa excelentemente, teniendo hijos en sujeción con toda seriedad; (si de veras no sabe algún hombre presidir su propia casa, ¿cómo cuidará de la congregación de Dios?)”. (1 Timoteo 3:2, 4, 5.)

      7. ¿Qué clase de equilibrio delicado se requiere entre la responsabilidad del anciano para con su familia y la que tiene para con la congregación?

      7 El requisito de cuidar apropiadamente de la propia casa de uno presenta un desafío a muchos ancianos. ¿Cómo puede el anciano llevar la delantera en la congregación y, sin embargo, no descuidar las necesidades espirituales y emocionales de su esposa e hijos? Eso no es fácil. Desde luego, se requiere madurez espiritual para mantener un equilibrio excelente entre esas responsabilidades. A veces sucede que miembros de la congregación requieren que se les dé atención y tiempo que el anciano correctamente debe dedicar a su familia. ¿Por qué es tan vital que él se preocupe por su familia? Porque si descuida las relaciones de familia, o si los hijos menores y dependientes se hacen delincuentes en sentido espiritual, entonces, prescindiendo de todas las aptitudes y el celo de él, ya no estaría calificado para ser anciano. Por lo tanto, ¡debemos recordar que el pastoreo comienza en el hogar! Sí, tanto el anciano como su familia tienen que manifestar equilibrio prudente, al igual que la congregación en sus demandas. (Efesios 5:28-33; 6:4; 1 Timoteo 5:8; 1 Pedro 3:7.)

      ‘No terco, sino razonable’

      8, 9. ¿Qué cualidades debe manifestar el anciano en sus relaciones con otras personas?

      8 Otra serie de requisitos tiene mucho que ver con cómo trata el anciano a los demás ancianos, compañeros suyos, y a la congregación en general. Como Pablo lo expresa en sus cartas a Tito y Timoteo:

      “Porque el superintendente tiene que ser libre de acusación como mayordomo de Dios, no terco, no propenso a la ira, [...] no golpeador, [...] que ejerza gobierno de sí mismo”. (Tito 1:7, 8.)

      “No un golpeador, sino razonable, no belicoso”. (1 Timoteo 3:3.)

      9 Esos requisitos indican que el anciano debe tener una personalidad como la de Cristo. Ésa ciertamente es una alta norma. ¡Pero la norma es la misma para todo cristiano! Todos tenemos que ser imitadores de Cristo, y eso significa que tenemos que ser pacíficos (1 Corintios 11:1). Como lo expresó el escritor bíblico Santiago: “La sabiduría de arriba es primeramente casta, luego pacífica, razonable, lista para obedecer, llena de misericordia y buenos frutos [...] Además, en cuanto al fruto de la justicia, su semilla se siembra en condiciones pacíficas para los que están haciendo la paz”. (Santiago 3:17, 18.)

      10, 11. a) ¿Cómo pudiera afectar a la congregación la actitud de un anciano? b) Hasta cuando hay diferencias de opinión, ¿qué actitudes deben dominar?

      10 Como ancianos, ¿’hacemos la paz’? Ningún anciano querría ser causa de disensión y contienda. El cuerpo de ancianos debe dar un buen ejemplo al respecto. Así, la congregación no se desconcertará debido a disputas entre los ancianos. Recordemos todos las palabras de Pablo: “Deseo que en todo lugar los hombres se ocupen en orar, alzando manos leales, libres de ira y debates”. (1 Timoteo 2:8.)

      11 De vez en cuando habrá diferencias de opinión. El hombre razonable, aunque quizás tenga una personalidad enérgica, no es terco ni obstinado. Está dispuesto a ceder cuando no hay principios bíblicos implicados en el asunto. Y cuando sí los hay, ve la sabiduría de mantener gobierno de sí mismo. Recuerda el principio que se expresa en 1 Corintios 13:4, 5, que el amor “no se siente provocado”. (Colosenses 3:12-14.)

      ‘Se adhiere a la fiel palabra’

      12. ¿Qué otro requisito vital hace resaltar Pablo?

      12 ¿Qué contribuirá a que el anciano cultive a mayor grado las cualidades esenciales? De hecho, en algunos casos, ¿qué puede hacer para conservarlas? Hallamos la respuesta en las palabras de Pablo:

      “Que se adhiera firmemente a la fiel palabra en lo que toca a su arte de enseñar, para que pueda exhortar por la enseñanza que es sana y también censurar a los que contradicen”. (Tito 1:9.)

      “Capacitado para enseñar”. (1 Timoteo 3:2.)

      13. ¿Cómo debe prestar atención especial a su salud espiritual el anciano?

      13 ¿Qué puede hacer el anciano para ‘adherirse firmemente a la fiel palabra’ y estar “capacitado para enseñar”? Primero, tiene que apartar tiempo con regularidad para el estudio personal de la Biblia. Eso abarca la preparación que debe realizar para las reuniones cristianas y sus asignaciones de discursos. Por su propia salud espiritual, tal preparación no debe ser superficial. Por ejemplo, puede que él subraye en un breve lapso las respuestas a las preguntas de un artículo de estudio de La Atalaya, pero ¿significa eso que se ha estudiado la información? ¿Entiende él a cabalidad el desarrollo del tema? ¿Se han examinado los textos bíblicos citados para determinar cómo aplican? Claro, no es posible lograr eso en una breve sesión de subrayar respuestas. El estudio personal y el de familia requieren tiempo. (Josué 1:8; Salmo 1:2; 77:6, 12.)

      14. ¿Qué puede hacer el anciano para prestar atención a su arte de enseñar?

      14 En segundo lugar, puesto que un programa ocupado no deja tiempo para todo, el anciano tiene que prestar atención especial a las publicaciones cristianas y los artículos que tienen que ver directamente con su ‘arte de enseñar, exhortación y el dar censura’. Una simple ayuda al respecto es tener una biblioteca personal bien ordenada. El anciano necesita particularmente tener acceso rápido a información bíblica exacta, y eso implica el utilizar con regularidad los índices de publicaciones de la Watch Tower. ¿Por qué es todo esto tan importante? El apóstol Pablo escribió: “Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan”. (1 Timoteo 4:16.)

      15. ¿Por qué es peligroso dar consejo que no se base en la Biblia?

      15 Sí, la vida y la salvación pueden hallarse implicadas en el consejo del anciano. Por ejemplo, en asuntos relacionados con el aborto, las transfusiones de sangre y la neutralidad cristiana, el anciano puede producir un profundo efecto para bien o para mal en su propia conciencia y en la de otras personas, así como en la relación de las personas con Jehová. Por consiguiente, podemos ver que no es sabio tratar de contestar alguna pregunta si no estamos absolutamente seguros de los principios bíblicos implicados en el asunto. El consejo que carezca de un buen fundamento bíblico pudiera causar daño irremediable. (Filipenses 1:9, 10.)

      16. ¿Por qué han incurrido en pecado craso algunos ancianos, y es éste un asunto leve?

      16 Otra razón por la cual el anciano debe prestar atención a sí mismo es que necesita cultivar y mantener una relación íntima con Jehová. Es lamentable que algunos ancianos hayan descuidado esta relación hasta el punto de incurrir en pecados como el adulterio. ¿Cómo pudo haber ocurrido eso? Sencillamente por haber permitido que Jehová y sus promesas hayan pasado a segundo plano. Se les ha enturbiado la vista espiritual, y deseos carnales egoístas han tomado el mando. Indiferentes al oprobio que traen al santo nombre de Jehová y el sufrimiento que causan a sus amados, algunos ancianos han sido desleales a sus votos matrimoniales. Sin duda, tales hombres han sido causas de tropiezo. No se puede excusar ni desechar a la ligera su pecado, solo porque vivimos en una Era de permisividad sexual. (Mateo 13:41; 18:7-9; Hebreos 13:4.)

      Ancianos fieles y sus esposas

      17. ¿Qué ejemplo excelente está dando la mayoría de los ancianos?

      17 Por otro lado, también hay que decir que, con pocas excepciones, los ancianos por todo el mundo han permanecido firmes a favor de la integridad y la verdad. Su excelente ejemplo en más de 45.000 congregaciones es una fuente de estímulo para el pueblo de Dios. Durante estos “tiempos críticos, difíciles de manejar”, superintendentes diligentes han estado ocupados día y noche, como lo estuvo el apóstol Pablo (2 Timoteo 3:1; Hechos 20:31). Estos ancianos están dispuestos a ir a visitar en su casa a la persona enferma en sentido espiritual, prescindiendo de factores como la distancia o el mal tiempo. ¡Y qué excelente es ver a estos ‘hombres de mayor edad’ llevar la delantera con regularidad en el servicio del campo!

      18. ¿Qué papel excelente desempeñan en la congregación las esposas de los ancianos?

      18 ¡También apreciamos mucho los sacrificios que tienen que hacer a veces las esposas de los ancianos! Hay ocasiones en que tales hermanas se quedan en casa mientras sus esposos asisten a reuniones especiales o hacen visitas de pastoreo. A veces ha sido necesario dejar de lado planes personales que se habían hecho con cuidado, porque ha surgido un problema urgente en la congregación. Sí, encomiamos a esas excelentes hermanas, también, porque prudentemente evitan tratar de hacer que sus esposos hablen de asuntos confidenciales. Ellas muestran respeto a los ancianos y son muy útiles en la congregación. (Compare con Romanos 16:12; Tito 2:3-5.)

      19. a) ¿Qué significa ser anciano? b) ¿Qué pregunta pudieran hacerse los cristianos dedicados que no sirven de ancianos?

      19 Cuando examinamos el papel de los ancianos en la congregación cristiana hoy día y vemos que la gran mayoría de ellos son abnegados y llevan la delantera de manera excelente, nuestro corazón rebosa de gratitud a Jehová por haber instituido este arreglo amoroso. ¡Hombres capaces, que aprecian los valores espirituales, se hacen disponibles para servir en la congregación! Por eso Pablo pudo decir a Timoteo: “Si algún hombre está haciendo esfuerzos por obtener un puesto de superintendente, está deseoso de una obra excelente”. Esa “obra excelente” no implica posición, poder, ni prestigio, como en la cristiandad. Exige altruismo, sacrificio y servicio. Si usted es un cristiano dedicado y bautizado que aún no sirve de anciano, ¿está dispuesto a esforzarse por alcanzar esa responsabilidad con un motivo puro? (1 Timoteo 3:1; Lucas 17:10.)

      20, 21. a) ¿Cómo debemos ver a los fieles ancianos de la congregación? b) Al hacer eso, ¿qué más manifestamos?

      20 Los que llevan la delantera fielmente son respetados en la congregación. Los leales de la congregación responden de buena gana al ejemplo amoroso de ellos y siguen el consejo de Pablo: “Acuérdense de los que llevan la delantera entre ustedes, los cuales les han hablado la palabra de Dios, y al contemplar detenidamente en lo que resulta la conducta de ellos, imiten su fe. Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes y sean sumisos, porque ellos están velando por las almas de ustedes como los que rendirán cuenta; para que lo hagan con gozo y no con suspiros, por cuanto esto les sería gravemente dañoso a ustedes”. (Hebreos 13:7, 17.)

      21 Despleguemos todos sumisión al arreglo teocrático y respeto a los ancianos que están llevando genuinamente la delantera, para que lo hagan con gozo y no con suspiros. Al obrar así demostramos que también respetamos al Superintendente Supremo, Jehová, y a su Superintendente Adjunto, Jesucristo. (1 Pedro 2:25; Revelación 1:1; 2:1–3:22.)

      ¿Recuerda usted?

      ◻ ¿Qué alta norma se requería de los “ancianos electivos”?

      ◻ Desde 1919 hasta 1938, ¿qué pasos se dieron para restaurar el orden teocrático en la organización cristiana?

      ◻ Para cumplir con sus responsabilidades para con su familia y la congregación, ¿qué equilibrio tiene que mantener el anciano?

      ◻ En su relación con otras personas, ¿qué cualidades sobresalientes deben manifestar los ancianos?

      ◻ ¿Por qué es vital que el anciano “se adhiera firmemente a la fiel palabra”?

      ◻ ¿Por qué debemos estar agradecidos por el arreglo de ancianos en la congregación?

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