BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • La superintendencia amorosa edifica
    La Atalaya 1976 | 15 de noviembre
    • La superintendencia amorosa edifica

      “Antes bien, hablando la verdad, por el amor crezcamos en todas las cosas en aquel que es la cabeza, Cristo.”—Efe. 4:15.

      1. ¿Cómo describen las Escrituras a la congregación cristiana y sus superintendentes?

      A MEDIDA que nos acercamos a la “grande tribulación,” la comprensión que tenemos de la congregación cristiana continúa profundizándose. El apóstol Pablo describió a esta congregación del Dios vivo como una “columna y apoyo de la verdad.” También habló de “columnas” con referencia a ciertos superintendentes de la congregación que fueron nombrados por espíritu santo “para pastorear la congregación de Dios.” De la misma manera, hoy en la congregación cristiana a los superintendentes se les nombra teocráticamente para la edificación de ésta en amor.—1 Tim. 3:15; Gál. 2:9; Hech. 20:28.

      2, 3. (a) ¿Qué “dones” dio Cristo a la congregación, y con qué propósito? (b) ¿Qué excelente ejemplo deben tratar de seguir los superintendentes?

      2 “Y [Cristo] dio algunos como apóstoles, algunos como profetas, algunos como evangelizadores, algunos como pastores y maestros, teniendo en mira el reajuste de los santos, para obra ministerial, para la edificación del cuerpo del Cristo, hasta que todos logremos alcanzar la unidad en la fe y en el conocimiento exacto del Hijo de Dios, a un hombre hecho, a la medida de estatura que pertenece a la plenitud del Cristo; a fin de que ya no seamos pequeñuelos, aventados como por olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza por medio de las tretas de los hombres, por medio de astucia en tramar el error.”—Efe. 4:11-14.

      3 Aunque no tenemos a los “apóstoles” y “profetas” que sirvieron por asignación especial en la congregación primitiva, sin embargo todavía se nombra a ‘evangelizadores, pastores y maestros’ por espíritu santo para que lleven la delantera en el servicio de Dios. ¡Qué excelente ejemplo tienen estos en Jehová mismo, “[el] pastor y superintendente de [nuestras] almas”! (1 Ped. 2:25) ¡Con cuánta ternura conduce él a las ovejas en “los senderos trillados de la justicia por causa de su nombre”! (Sal. 23:1-6) ¡Con cuánta bondad y comprensión cuida de las ovejas! “Porque esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘Aquí estoy, yo mismo, y ciertamente buscaré a mis ovejas y las cuidaré. . . . En buenos pastos las apacentaré. . . . A la perdida la buscaré, y a la dispersada la traeré de vuelta, y a la quebrada la vendaré y a la doliente la fortaleceré.’” (Eze. 34:11-16) Jehová se encarga de que a todas las “ovejas” se les enseñe por medio de Su organización semejante a esposa, la “madre” de ellas, para que tengan paz abundante y estén firmemente establecidas en la justicia.—Isa. 54:13, 14; Gál. 4:26.

      4. ¿En qué ha resultado el “reajuste de los santos”?

      4 “El reajuste de los santos” ha progresado a través de los años. A medida que la luz del entendimiento ha brillado con más diáfano resplandor, ciertas viejas ideas han sido reemplazadas. Ahora, en estos años setenta, se puede decir en realidad que “el día queda firmemente establecido” entre el pueblo de Jehová y que la congregación está ‘hecha.’ Por todo el mundo el rebaño de Dios está unido en una “unidad en la fe” que resalta en manifiesto contraste con las divisiones que existen en las religiones babilónicas mundanas, en particular las de la cristiandad. Jamás se ha visto sobre la faz de esta Tierra una unidad como la que ahora se encuentra en todo país entre los testigos cristianos de Jehová. Unidos en hablar la verdad bíblica y en el vínculo del amor, no los afectan los tempestuosos ‘vientos de enseñanza’ que ahora afligen a la cristiandad. Han sido diligentes en cumplir con la admonición de Pablo que dice: “Hablando la verdad, por el amor crezcamos en todas las cosas en aquel que es la cabeza, Cristo.”—Efe. 4:15; Pro. 4:18.

      5, 6. (a) ¿Qué preguntas en cuanto al arreglo de ancianos son apropiadas? (b) ¿Cómo debemos considerar este arreglo?

      5 En los últimos años hemos conseguido una más profunda comprensión del arreglo divino para el nombramiento de ancianos en cada congregación. Esto es para nuestra bendición. Sin embargo, ¿se dan plena cuenta de esto todos? ¿Se inclinan algunos todavía a considerar a los ancianos desde un punto de vista simplemente humano, carnal? ¿Vacilan algunos en cuanto a considerar problemas personales apremiantes con un anciano? ¿Ponen en tela de juicio algunos lo apto de un anciano de su propia congregación en cuanto a entender su problema y dar consejo bíblico apropiado? ¿Opinan que la única solución es escribir a la Sociedad Watch Tower? Por supuesto, la Sociedad y el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová gustosamente ayudan en todo caso que pueden. Pero recuerde que los ancianos, nombrados por espíritu santo, son los representantes del Cuerpo Gobernante en la localidad, en condición de poder considerar todos los factores.

      6 Jamás debemos menospreciar el arreglo de los ancianos. Es un arreglo amoroso de Jehová el que los ancianos ‘velen por nuestras almas.’—Heb. 13:17; Sal. 19:7-9.

      7. (a) ¿Qué “cargas” podemos llevar unos para otros? (b) ¿Qué es la “carga” que cada uno tiene que llevar individualmente?

      7 Tocante a esto, es provechoso que examinemos las palabras de Pablo en Gálatas 6:2, 5: “Sigan llevando las cargas los unos de los otros,” y: “Cada uno llevará su propia carga.” ¿Es esto una contradicción? No, pues hay una diferencia entre la primera de estas ‘cargas’ y la segunda. La palabra griega para el primer tipo de “carga” es baros, que siempre se refiere a algo gravoso y pesado. Por consiguiente, si un cristiano se mete en alguna dificultad espiritual que le es difícil llevar, compañeros creyentes amorosos deben ‘cumplir la ley del Cristo’ y prestarle ayuda. Los ancianos, especialmente, deben ayudar. El ‘cargado’ no debe vacilar en buscar tal ayuda. Pero al mismo tiempo tiene que ‘llevar su propia carga’ del segundo tipo. En este segundo caso Pablo usa la palabra griega phortión, que significa algo que ha de llevarse o cargarse en el sentido de portar, sin referencia alguna a su peso. Esta es una “carga” que todos tenemos que asumir, prescindiendo de las circunstancias... nuestra propia carga de responsabilidad de probar que somos fieles como esclavos dedicados de Jehová Dios.—Gál. 6:4; 2 Cor. 10:12.

      8, 9. ¿A qué grado pueden ayudar los ancianos en ‘llevar las cargas de usted’?

      8 Si usted necesita ayuda para ‘llevar sus cargas’ (en el primer sentido) no vacile en buscar la ayuda y consejo de los ancianos. Ellos tendrán gusto en ayudar al grado posible. Sin embargo, usted no debe esperar que los ancianos tomen decisiones por usted. Las decisiones son su propia “carga” personal, una carga en el segundo sentido, su responsabilidad. No es apropiado ni justo preguntarle a un anciano: ¿Qué haría usted si estuviese en mi lugar? Él no está en el lugar de usted. Pero gustosamente repasará textos con usted y le ayudará a considerar los asuntos a la luz de los principios bíblicos. (Pro. 11:14) A menudo la respuesta a una pregunta o problema se aclara al considerarlo con alguien que tiene un buen fondo de conocimiento bíblico y experiencia práctica. Eso puede ayudarle a usted a tomar su propia decisión.—Pro. 15:22.

      9 Los ancianos pueden ayudar de muchas maneras. ¿Cómo?

      CUANDO SURGEN PROBLEMAS PERSONALES Y DE FAMILIA

      10. (a) ¿Cuál es el proceder sabio si usted no puede vencer alguna debilidad persistente? (b) ¿Qué se indica por ‘untar con aceite,’ y quién puede ayudar de la mejor manera a este respecto?

      10 ¿Está usted luchando con una debilidad que persiste a pesar de esfuerzos concienzudos por enfrentarse con buen éxito a ella? Santiago 5:13-15 aconseja: “¿Hay alguno que esté sufriendo el mal entre ustedes? Que se ocupe en orar. . . . ¿Hay alguno enfermo [espiritualmente] entre ustedes? Que mande llamar a los ancianos de la congregación, y que ellos oren sobre él, untándolo con aceite en el nombre de Jehová. Y la oración de fe sanará al indispuesto, y Jehová lo levantará. También, si hubiere cometido pecados, se le perdonará.” Tal como el aplicar aceite literal a la cabeza de uno es calmante y refrescante, así también lo es el aplicar la Palabra de Dios a una persona que está enferma espiritualmente con el fin de calmarla, corregirla, consolarla y sanarla. (Sal. 141:5; Isa. 1:6) Nadie puede ayudar mejor, a este respecto, que un anciano comprensivo.

      11. ¿Cómo pueden algunos encontrar ayuda para adquirir una conciencia limpia?

      11 ¿Cometió usted alguna maldad en el pasado que hace que se aflija, se avergüence y dude de que Jehová lo haya perdonado? Un anciano puede ayudarle a examinar el cambio que ha habido en el proceder y la actitud de usted para ver si hay razón verdadera para no creer que Jehová lo haya perdonado. Acuérdese de cómo Natán, profeta y sin duda anciano en Israel, fue usado por Jehová para crear en el rey David ‘un corazón puro y un espíritu nuevo.’ (2 Sam. 12:1-13; Salmo 51) Como sucedió con David, usted puede confiar en que Jehová oirá las oraciones sinceras de arrepentimiento. Habiéndose arrepentido y habiéndose vuelto, puede proseguir con una conciencia limpia, con aprecio por la misericordia de Jehová.—Sal. 86:15-17; Hech. 3:19, 20.

      12. ¿Qué ayuda, quizás, puedan suministrar los ancianos con relación a problemas de salud?

      12 ¿Lo desanima un problema de salud? Un anciano no puede curar milagrosamente, pero puede ofrecer estímulo afectuoso y quizás sugerencias prácticas para ayudarle a aguantar y mantenerse gozoso. Háblele acerca de ello. Los que están “presidiéndolos en el Señor” son los que tienen que llevar la delantera en hablar “confortadoramente a las almas abatidas.” Los ancianos son los que pueden ayudar a ‘fortalecer las manos débiles . . . y hacer firmes las rodillas que bambolean,’ y pueden ‘decir a los que están ansiosos de corazón: “Sean fuertes. No tengan miedo.”’ Los ancianos ciertamente pueden ser un sostén para usted espiritualmente.—1 Tes. 5:12, 14; Isa. 35:3, 4.

      13-15. ¿Qué ayuda práctica pueden dar los ancianos respecto a: (a) problemas domésticos, (b) desavenencias personales?

      13 ¿Tiene usted un problema doméstico, quizás con un cónyuge incrédulo? Sin duda usted está familiarizado con el consejo bíblico, como en 1 Corintios 7:10-16 y 1 Pedro 3:1-9. Pero usted se pregunta: ¿Cómo puedo aplicar las Escrituras para tener mejor éxito? Es posible que un anciano le pueda ofrecer el consejo práctico que necesita. Quizás pueda visitarlo cuando usted y su cónyuge estén en casa juntos, y ayudar a vencer las tensiones, por medio de dar sugerencias prácticas que pudieran mejorar las relaciones.

      14 Muchas veces sucede que el cónyuge incrédulo recibe una andanada de habla negativa acerca de los testigos de Jehová por parte de compañeros de trabajo o parientes... sobre cuestiones de neutralidad, sangre, “fiestas” o culto de las imágenes. Con comprensión, un anciano puede explicar cómo todo enlaza con la principal cuestión positiva del Reino, que trae felicidad y paz duraderas, “satisfaciendo el deseo de toda cosa viviente.”—Sal. 145:9-16.

      15 ¿Ha tenido usted una desavenencia personal con alguien, y ha habido un herir de sentimientos, de modo que la reconciliación se ha hecho difícil? Quizás se le haya presentado un problema al tratar de aplicar el buen consejo de Efesios 4:26, 32. Si usted le habla a un anciano acerca de ello, probablemente él pudiera ayudarle a pasar por alto la ofensa. Si es aconsejable, quizás haga arreglos para hablar con usted y la otra persona envuelta en la cuestión y les ayude a hallar una solución por medio de la aplicación de principios bíblicos.—Sal. 119:97; 133:1.

      16. ¿Cómo pueden los ancianos ayudar a las personas tímidas?

      16 ¿Es usted sumamente tímido, de modo que es un problema para usted el conversar con otros y disfrutar de asociarse con ellos? Si usted le pide ayuda a un anciano, quizás él pueda ayudarle a tomar la iniciativa hasta mayor grado al hablar a otros. Quizás le pueda mostrar cómo hallar verdadero gozo al asociarse con otros en las reuniones, así como en otras ocasiones. “Un corazón gozoso tiene buen efecto en el semblante,” y a medida que su propio semblante se vaya avivando, a grado mayor irá disfrutando usted del gozo de tener amistades dentro del propio pueblo de Jehová. (Pro. 15:13) Ancianos, ustedes pueden tomar la iniciativa en ayudar a las personas tímidas a hacerse más extrovertidas.—Juan 13:34, 35; Fili. 2:4.

      AYUDANDO A TODOS EN EL SERVICIO DEL CAMPO

      17. ¿De qué maneras pueden ayudar los ancianos a ‘reajustar’ tocante a problemas que se encuentran en la obra de evangelizar?

      17 Según Efesios 4:8, 11, hay “evangelizadores” entre los “dones en la forma de hombres” de Cristo. Verdaderamente, en su capacidad de evangelizadores, los ancianos tienen el privilegio, no solo de poner un ejemplo celoso en la proclamación del Reino, sino también de ayudar a sus hermanos y hermanas a desarrollar habilidades en este servicio. Es posible que algunos ya sean celosos en la distribución de revistas y literatura de casa en casa. Otros quizás tengan aptitud para revisitar a las personas que han mostrado interés e iniciar estudios nuevos. Otros quizás sobresalgan en enseñar en los estudios bíblicos y en dirigir a los nuevos a las reuniones. Los ancianos pueden ayudar a entrenar a los proclamadores del Reino en dar ensanche a su actividad y hacerse eficaces en otros campos. Pueden ayudar a los miembros del rebaño a combatir el desaliento que pudiera producir un territorio difícil, o ayudarlos cuando problemas difíciles de la vida afectan su servicio.—Isa. 32:1, 2.

      18. ¿Qué actitud y confianza deben fomentar los ancianos?

      18 Los ancianos pueden suministrar instrucción práctica sobre cómo prepararse para el trabajo del campo, quizás ensayando sermones bíblicos junto con los nuevos. Pueden fomentar una actitud saludable para con el servicio de Jehová. El distribuir mucha literatura en el campo no siempre significa buen éxito, pues se desea, también, iniciar estudios bíblicos y enseñar bien con la mira de hacer discípulos. (Mat. 28:19) Los ancianos pueden estimular a todos sin excepción a mostrar diligencia continuamente en ‘predicar las buenas nuevas’ y a mantenerse en vigilancia al tomar en cuenta la gran urgencia de nuestros tiempos. (Mar. 13:10, 32-37) A medida que los ancianos y todos los demás del rebaño trabajen vigorosamente en el servicio del campo, podemos confiar en tener dirección angélica y la bendición de Jehová al congregar a “los que le pertenecen.”—2 Tim. 2:19; Mat. 25:31-33; Mar. 4:3-8.

      19. ¿Cómo pueden dar estímulo los ancianos a los que son precursores ahora o tienen probabilidad de serlo?

      19 ¿Desea usted ensanchar sus privilegios, quizás hacerse proclamador “precursor” de tiempo cabal de las buenas nuevas o “precursor” de tipo temporero? En este caso, de nuevo, un anciano puede ayudarle con sugerencias prácticas. Por su experiencia, el anciano por lo general está familiarizado con los ajustes que hay que hacer, los problemas que hay que arrostrar y la clase de horario que hay que elaborar. Los ancianos pueden ayudar a hacer arreglos para que usted trabaje con otros publicadores del Reino que hagan trabajo de tiempo cabal. El servir usted con éstos puede edificarlo, y todos ustedes pueden regocijarse juntos a medida que alcanzan buen éxito.—1 Tim. 4:15.

      CUANDO TIENE PREGUNTAS BÍBLICAS

      20. ¿Qué servicio pueden prestar los ancianos en cuanto a hallar la respuesta a preguntas bíblicas?

      20 ¿Se le hace difícil hallar la respuesta a ciertas preguntas bíblicas? Los ancianos pudieran mostrarle cómo usar con eficacia los índices de las publicaciones de la Sociedad Watch Tower. O si no hay índices disponibles, los ancianos pueden mostrarle otras maneras prácticas de buscar las respuestas. En muchos casos, un anciano pudiera dirigirlo inmediatamente al texto que usted quiere. Si usted busca primero la ayuda de un anciano, rara vez le será necesario escribir a la Sociedad Watch Tower en busca de una respuesta.—Juan 5:39; Hech. 17:11.

      21, 22. (a) ¿Qué preguntas es mejor no considerar? (b) Dé ejemplos de preguntas que podrían suministrar una base para edificar la fe.

      21 Sin embargo, hay preguntas que sería mejor no considerar. Las preguntas especulativas simplemente “proporcionan cuestiones para investigación más bien que una dispensación de cosa alguna por Dios relacionada con la fe.” (1 Tim. 1:4) En la edificación de la fe, ¿qué valor hay en presentar a los ancianos o a la Sociedad problemas como: ¿Qué hay si Adán hubiera comido del árbol de la vida antes de haber sido echado de Edén? ¿Qué habría hecho Jehová si Jesús no hubiera resultado fiel mientras estuvo en la Tierra? ¿Se usará alguna forma de dinero en el Nuevo Orden, y qué hay de maquinaria, autos, televisión y computadoras? ¿Habría caído el dosel acuoso que había alrededor de la Tierra si Adán no hubiese pecado? ¿A qué velocidad viajan los ángeles, y cuánto tiempo necesita una criatura de espíritu para viajar del cielo a la Tierra?

      22 Más bien, los que humildemente buscan la verdad harán preguntas de la clase que los sinceros buscadores de la verdad le hicieron a Jesús.—Mat. 9:14; 13:10; Mar. 9:11; 10:9, 10; Juan 3:4; 16:17, 18; Hech. 1:6.

      RESPONDA AL CONSEJO DE LOS ANCIANOS

      23. (a) ¿Qué impele a los ancianos a cuidar del rebaño? (b) ¿Cómo pueden los ancianos “reajustar” a algunos con “espíritu de apacibilidad”?

      23 Los ancianos deben estar sumamente interesados en ayudar a todos a alcanzar la meta de la vida eterna. Esto no significa que tienen que ahondar en todo aspecto privado de la vida ajena. Pero pudiera haber ocasiones en que a los ancianos les pareciera necesario hablar a ciertos individuos acerca de su conducta. Si observan que alguien de la congregación está haciendo cosas que pueden poner en peligro su espiritualidad o por lo menos resultar en que apostate de la verdad, entonces su obligación es dar una advertencia a ese individuo. Así pueden ayudarle a “cortar de raíz,” por decirlo así, lo que debe evitarse antes de que llegue a un punto en que el individuo no pueda volver y caiga en pecado grave. “Hermanos, aun cuando un hombre da algún paso en falso antes de darse cuenta de ello, ustedes que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad, a la vez que tú te vigilas, cada uno, por temor de que tú también seas tentado.” (Gál. 6:1) Se puede dar consejo y sugerencias, y se le debe prestar atención, con el “espíritu de apacibilidad.”

      24. (a) ¿Por qué se gastan los ancianos a favor de las “ovejas”? (b) Pero ¿qué pecados deben remitir al comité judicial?

      24 Así un anciano puede ser de servicio inapreciable al llamar la atención sobre una tendencia, aun en cosas pequeñas, que pudiera resultar en problemas graves. “Hermanos míos, si alguno de entre ustedes se deja extraviar de la verdad y otro lo hace volver, sepan que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de la muerte y cubrirá una multitud de pecados.” (Sant. 5:19, 20) Los subpastores de Cristo bien comprenden que “no es cosa deseable [al] Padre que está en el cielo el que uno de estos pequeños perezca,” y que hay “gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente.” (Mat. 18:14; Luc. 15:7) De modo que estos ancianos se gastan a favor de las ovejas. Pero los casos de pecado craso los remiten al comité judicial de la congregación.

      25. ¿Qué ayuda podría dar un anciano para el ‘reajuste’ de un niño ingobernable?

      25 Pudiera suceder que el hijo joven de una madre cristiana, la esposa de un incrédulo, se comportara estrepitosamente en el Salón del Reino. Con bondad y con tacto, un anciano puede hablar con la madre, y ofrecer ayudarle a tratar con su problema. Si ella concuerda en recibir tal consejo, el anciano pudiera sugerir maneras prácticas de disciplinar en casa, para que se ayude al niño a cultivar buenos modales, respeto a otros y, sobre todo, la cualidad de amor. Un estudio regular con los hijos puede ayudar al “niño problema” a recibir ayuda amorosa por medio de ese arreglo. El reajuste que se efectúa en el hogar puede hacerse claramente evidente pronto en buen comportamiento en las reuniones del Salón del Reino.—Pro. 22:15; 23:13, 14; Deu. 11:18, 19.

      26. ¿Qué resultado tendrá el prestar atención con humildad al consejo de los ancianos tocante a ropa y arreglo personal, etcétera?

      26 Es probable que a veces los ancianos tengan que llamar la atención a modas o arreglo personal que introduzcan un ambiente de mundanalidad en la congregación o que den una impresión incorrecta a los de afuera. (1 Tim. 2:9, 10; Rom. 12:2) Quizás a ellos se les haga tan difícil dar este consejo como difícil es para algunos que tienen un espíritu independiente el aceptarlo. Pero ¿qué contribuirá a que haya armonía, unidad y paz en la congregación? Pues, el que humildemente sigamos el consejo de los “ancianos,” que tienen el corazón puesto en nuestro bienestar espiritual. Y recuerde que, “el resultado de la humildad y del temor de Jehová es riquezas y gloria y vida.”—Pro. 22:4; 1 Juan 2:15-17.

      27. ¿Cómo pueden los ancianos prestar un servicio valioso al estimular a otros hermanos varones de la congregación?

      27 Los ancianos deben estimular afectuosamente a otros hermanos varones a esforzarse por alcanzar privilegios adicionales en la congregación. “Si algún hombre está haciendo esfuerzos por obtener un puesto de superintendente, está deseoso de una obra excelente.” (1 Tim. 3:1) Todos tienen habilidades que pueden ser desarrolladas con la ayuda del espíritu de Jehová, y el deseo de todos los hermanos dedicados debe ser el hacerse tan útiles como sea posible en la congregación cristiana. Los ancianos pueden estimular a otros a mostrar esta actitud positiva, entrenándolos en aceptar y cumplir responsabilidades.—Mat. 6:33; Fili. 3:13.

      28. ¿Qué beneficios espirituales pueden resultar de que los ancianos fomenten el progreso por medio de la Escuela Teocrática?

      28 Todos los del rebaño de Dios —jóvenes y viejos, hermanos y hermanas— apreciarán el pastoreo bondadoso. Pudiera suceder, por ejemplo, que una cristiana no se matriculara en la Escuela Teocrática debido a timidez. Pero el estímulo amoroso y comprensivo de un anciano pudiera suministrarle ánimo para participar en este privilegio. El consejo animador del anciano que preside la Escuela puede ayudar a muchos a hacerse trabajadores más aptos en el campo. El responder anuentemente al consejo y estímulo que suministran los ancianos puede resultar en excelentes beneficios espirituales.

      “CREZCAMOS EN TODAS LAS COSAS”

      29. ¿Cuál debe ser la meta de los ancianos y de todos los demás de la congregación?

      29 ¿En qué se interesan vitalmente los ancianos? Quieren ver que todos los de la congregación continúen “creciendo,” que se hagan más semejantes a Cristo en su servicio y modo de vivir. Sea que se hayan asociado por unos meses únicamente, o por muchos años, todos deben tener como meta el progreso espiritual. La organización de Dios está en marcha. Nunca afloja el paso. Por eso, ¿por qué deberíamos aflojar el paso nosotros?

      30. ¿Por qué deben responder todos de buena gana al pastoreo de los ancianos?

      30 Hay vidas —almas— envueltas en la situación. Por eso los ancianos se interesan intensamente en cada individuo de la congregación. De modo que toda persona debe poner cuidadosa atención a Hebreos 13:17: “Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes y sean sumisos, porque ellos están velando por las almas de ustedes como los que rendirán cuenta; para que lo hagan con gozo y no con suspiros, por cuanto esto les sería gravemente dañoso a ustedes.” Es por su celo en servir a Dios y por su pastoreo bondadoso que están llevando la delantera. El que ellos velen por sus almas no es un sondear en asuntos privados, sino, más bien, un velar por el bienestar espiritual de ustedes, en el cual tienen un vivo interés fraternal. De veras es un gozo para los pastores ver que el rebaño responde a su superintendencia amorosa. En realidad, a nosotros se nos anima a ‘imitar la fe de ellos.’—Heb. 13:7.

      31. ¿Qué actitud debe adoptar la congregación, entonces, para con los ancianos?

      31 Estos “dones en la forma de hombres,” los ancianos como ‘evangelizadores, pastores y maestros’ en la congregación, son en realidad una provisión oportuna de Jehová por medio de Cristo Jesús. Reconociéndolos como esa clase de provisión, consideremos su ejemplo celoso, y no vacilemos en ir a ellos con nuestros problemas y preguntas. Ellos en realidad son quienes han sido ‘dados’ para ayudarnos en amor, para que “crezcamos en todas las cosas en aquel que es la cabeza, Cristo.”—Efe. 4:7, 8, 11, 15.

  • Pastores del rebaño bajo un solo Señor
    La Atalaya 1976 | 15 de noviembre
    • Pastores del rebaño bajo un solo Señor

      1. ¿Quién es el “pastor excelente,” y qué relación tiene para con las “ovejas”?

      CUANDO el Señor Jesucristo estuvo en la Tierra, se identificó como el “pastor excelente.” Los que escuchaban su voz y lo seguían eran sus “ovejas.” Él dijo que entregaba su alma a favor de ellos. (Juan 10:1-15) Por consiguiente los seguidores de Cristo Jesús que componen la congregación fueron comparados por Cristo Jesús a ovejas que estuvieran en un rebaño. En Lucas 12:32 Jesús mencionó un “rebaño pequeño” al cual se le daría el Reino, y en Juan 10:16 Jesús mencionó a “otras ovejas” que también escucharían su voz y que llegarían a formar parte del un solo rebaño con Jesucristo como su pastor.

      2. ¿Por qué tienen que tratar como cosa preciosa al rebaño los subpastores?

      2 Más tarde escritores bíblicos cristianos usaron expresiones similares cuando se dirigieron a los superintendentes cristianos que estaban asignados para servir como pastores bajo el Señor Jesucristo. A los superintendentes efesios, Pablo dijo: “Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del Hijo suyo.” (Hech. 20:28) Aquí Pablo enfatizó que era necesario que estos pastores reconocieran que la congregación pertenece a Dios y que fue comprada con la sangre de su propio Hijo, sangre que Dios considera muy preciosa. Por consiguiente, estos pastores tienen que tratar al rebaño como algo sumamente precioso a la vista de Dios y Cristo, a quienes pertenece el rebaño.

      3. (a) En el primer siglo, ¿qué se esperaba de cada miembro del rebaño? (b) ¿Cómo se edificaba la unidad en la congregación?

      3 Para cuando Pablo dio ese consejo, los miembros comparables a ovejas de la congregación cristiana no estaban ubicados en un solo lugar o en una sola ciudad, sino que se encontraban en congregaciones ubicadas en muchas ciudades del Imperio Romano. Se hallaban en muchos lugares, pero todavía eran un solo rebaño, bajo el un solo pastor, Cristo Jesús, y se esperaba que todo miembro del rebaño estuviera en unidad con los demás, de acuerdo con la oración que hizo Jesús antes de morir: “Yo hago petición, no respecto a éstos solamente, sino también respecto a los que ponen fe en mí por medio de la palabra de ellos; para que todos ellos sean uno, así como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo, que ellos también estén en unión con nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.” (Juan 17:20, 21) Los que fueron asignados a rendir servicio a las congregaciones en el primer siglo tenían que trabajar para edificar la unidad de ellas por medio de dirigir la atención al Cabeza nombrado de la congregación, Jesucristo, y estimular a todos a imitarlo a él en adherirse a la verdad y en demostrar amor genuino. Como está escrito en Efesios 4:15, 16: “Hablando la verdad, por el amor crezcamos en todas las cosas en aquel que es la cabeza, Cristo. De él todo el cuerpo, estando unido armoniosamente y haciéndosele cooperar por medio de toda coyuntura que da lo que se necesita, conforme al funcionamiento de cada miembro respectivo en la debida medida, contribuye al crecimiento del cuerpo para la edificación de sí mismo en amor.” Por eso, aunque había que ejecutar muchas variedades de trabajo, los que ejecutaban el trabajo eran todos en realidad un solo cuerpo de muchos miembros, bajo el único Cabeza, Jesucristo.

      4. (a) ¿Qué le enfatizó Jesús a Pedro? (b) ¿Qué les recordó Pedro a los ancianos?

      4 Pedro fue uno que efectuó obra de pastoreo bajo la dirección del Pastor Principal, Jesucristo. Después de su resurrección Jesús le enfatizó a Pedro, como se registra en Juan 21:15-17, que el amor a Cristo se demuestra alimentando o pastoreando a las “ovejitas.” Muchos años después Pedro escribió a compañeros cristianos que también habían llegado a estar en el cargo de hombres de mayor edad o ancianos en la congregación cristiana, diciendo en 1 Pedro 5:1-4: “Por lo tanto, a los ancianos entre ustedes doy esta exhortación, porque yo también soy anciano con ellos y testigo de los sufrimientos del Cristo, hasta partícipe de la gloria que ha de ser revelada: Pastoreen el rebaño de Dios bajo su custodia, no como obligados, sino de buena voluntad; tampoco por amor a ganancia falta de honradez, sino con verdaderas ganas; tampoco como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos del rebaño. Y cuando el pastor principal haya sido manifestado, ustedes recibirán la inmarcesible corona de la gloria.” De esta manera a estos ancianos, estos pastores bajo Cristo Jesús, se les recordó que el rebaño pertenece a Dios, que necesita atención y que a ellos como ancianos debe interesarles en gran manera.

      5. (a) ¿Qué se da a entender por superintendencia cristiana? (b) ¿Cómo enfatizó esto Jesús?

      5 Un pastor cristiano es un superintendente, pero esto no debe entenderse de la misma manera que el mundo consideraría a un superintendente de una cuadrilla de construcción o de una hacienda. En la congregación cristiana no hay enseñorearse de los que son la herencia de Dios. La superintendencia no significa ensalzamiento de hombres. De Cristo Jesús, Pedro había aprendido muy bien acerca de esto muchos años antes, en la celebración de la última cena que Jesús tuvo con sus apóstoles. El registro de Lucas 22:24-27 dice: “Sin embargo, también se suscitó entre ellos una disputa acalorada sobre quién de ellos parecía ser el mayor. Pero él les dijo: ‘Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y a los que tienen autoridad sobre ellas se les llama Benefactores. Ustedes, sin embargo, no han de ser así. Antes el que sea mayor entre ustedes hágase como el más joven, y el que actúe como principal como el que sirve. Porque, ¿cuál es mayor, el que se reclina a la mesa o el que sirve? ¿No es el que se reclina a la mesa? Mas yo estoy en medio de ustedes como el que sirve.’” Los discípulos actuaron equivocadamente al tener esta disputa acalorada, y sin embargo ¡qué bondadoso fue Jesús al corregirlos!

      6, 7. (a) ¿Cómo fue Jesús un excelente ejemplo para los que tenían probabilidades de ser pastores? (b) ¿Qué cualidad recalcó también Pedro? (c) ¿Cómo beneficia esta cualidad a la congregación?

      6 El Pastor Principal fue un ejemplo excelente para los individuos que tenían probabilidades de ser pastores. El registro que hizo Juan de aquella cena de Jesús con sus discípulos suministra un caso de esto, al decir: “Mientras estaba en progreso la cena, . . . se levantó . . . y puso a un lado sus prendas exteriores de vestir. Y, tomando una toalla, se ciñó. Después de eso echó agua en una palangana y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secarlos con la toalla con que estaba ceñido.” (Juan 13:2-5) Jesús era buen maestro, y por eso pasó a explicar por qué les había lavado los pies, diciendo: “¿Saben lo que les he hecho? Ustedes me llaman: ‘Maestro,’ y, ‘Señor,’ y hablan correctamente, porque lo soy. Por eso, si yo, aunque soy Señor y Maestro, les lavé los pies a ustedes, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Porque yo les puse el modelo, que, así como yo hice con ustedes, ustedes también deben hacerlo.”—Juan 13:12-15.

      7 En Pedro quedó una impresión clara y profunda del ejemplo de Cristo Jesús y de lo necesario que es que el pastor trate a los del rebaño con humildad y siempre esté dispuesto a servirles. Por eso Pedro escribió: “Tampoco como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos del rebaño.” Esta humildad es una cualidad que Cristo Jesús quería ver en los que efectúan obra de pastoreo en el rebaño de Dios. Por consiguiente, Pedro pasó a decir: “De igual manera, ustedes, hombres de menos edad, estén en sujeción a los hombres de más edad. Pero todos ustedes cíñanse con humildad de mente los unos para con los otros, porque Dios se opone a los altivos, pero da bondad inmerecida a los humildes. Humíllense, por lo tanto, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los ensalce al tiempo debido.” (1 Ped. 5:5, 6) Hay una ventaja en ser humilde. Hace que uno sea fácil de abordar con la mira de resolver problemas, y este espíritu une en amor a la congregación entera. El servir con amor y humildad excluye cualquier acción autocrática o arbitraria o el enseñorearse de otros que son herencia de Dios. Un pastor verdadero se interesa en llegar a ser un ejemplo para el rebaño.

      8. (a) ¿Cuál es la idea fundamental de la palabra griega epískopos? (b) ¿Por qué es más aplicable esta palabra a los superintendentes cristianos que la palabra griega kyrios?

      8 La palabra “superintendente,” que se traduce de la palabra griega epískopos, designa al que es guardián o al que vela por algo. El cuidado protector es una idea fundamental inherente en la palabra epískopos. De modo que el superintendente cristiano es aquel que se interesa en el rebaño de Dios y que cuida de ese rebaño de la manera en que un pastor cuidaría de ovejas literales. Como superintendente no ha de enseñorearse del rebaño de Dios. La palabra “señor” se vierte de la palabra griega kyrios y significa el que tiene poder y autoridad sobre otros como amo de una casa o cabeza de una familia. También se traduce “amo,” “dueño” y hasta pudiera comunicar el sentido de realce de “don.” Un dueño de esclavos estaría en esa clase, pero hoy día son raros los dueños de esclavos. Sin embargo, los patronos o jefes modernos encajarían en la descripción de un kyrios o “señor.” Pero los ancianos no deben considerar que su relación para con sus hermanos sea semejante a la que existe entre patrono y empleado. Los ancianos son pastores, y los pastores guían y conducen a las ovejas a buenos pastos y lugares donde abunda el agua, además de protegerlas y esforzarse por sanar sus heridas o enfermedades. En la congregación cristiana los pastores suministran estímulo a sus hermanos en la obra del Señor por medio de ser colaboradores con ellos, reconociendo que todos tenemos un solo Señor y Amo celestial bajo el cual servimos y al cual tenemos que responder.

      9, 10. (a) ¿Cómo fue Pedro un ejemplo excelente de humildad? (b) En contraste con la religión falsa, ¿qué cualidad de los pastores verdaderos contribuye a la unidad, y cómo enfatizó esto Jesús?

      9 Pedro mismo fue un excelente ejemplo de esto; no se ensalzó. Cuando escribió según el registro de 1 Pedro 5:1, dirigiendo sus palabras a ancianos, se describió a sí mismo, diciendo: “Yo también soy anciano con ellos.” Esto está lejos del punto de vista religioso mundano acerca de Pedro, que trata de ensalzar a Pedro a cierta primacía o posición de papa. Ese no es el ejemplo que puso Pedro.

      10 Sin lugar a dudas Pedro recordó claramente las palabras de Jesús cuando habló acerca de los escribas y los fariseos que se ensalzaban a sí mismos y entonces dijo, según se registra en Mateo 23:8-12: “Mas ustedes, no sean llamados Rabí, porque uno solo es su maestro, mientras que todos ustedes son hermanos. . . . Tampoco sean llamados ‘caudillos,’ porque su Caudillo es uno, el Cristo. Pero el mayor entre ustedes tiene que ser su ministro. El que se ensalce será humillado, y el que se humille será ensalzado.” La humildad cristiana por parte de los pastores que sirven bajo Cristo Jesús contribuye a la unidad del rebaño y resulta en la bendición de Jehová.

      11. ¿Qué buen ejemplo pusieron Pablo y Bernabé para los superintendentes hoy día?

      11 En cierta ocasión, Pablo y Bernabé como superintendentes viajantes se enfrentaron al problema de que ciertos hombres enseñaban que la circuncisión era necesaria para la salvación. Hechos 15:2 indica que Pablo y Bernabé no concordaban con aquella enseñanza, sino que la impugnaban. Sin embargo, por causa de la unidad de la entera organización, presentaron la cuestión al cuerpo gobernante de apóstoles y ancianos en Jerusalén. Cuando el asunto hubo sido considerado a fondo y el cuerpo gobernante hubo llegado a una decisión, los superintendentes viajantes locales, como Pablo, aceptaron de todo corazón la decisión y transmitieron a las congregaciones la importante instrucción espiritual. Hechos 16:4, 5 informa: “Ahora bien, según iban viajando por las ciudades entregaban a los de allí para que los observasen los decretos sobre los cuales habían hecho decisión los apóstoles y ancianos que estaban en Jerusalén. Por lo tanto, en realidad, las congregaciones continuaron haciéndose firmes en la fe y aumentando en número de día en día.” Esto tuvo el efecto de aumentar la unidad y fomentar la unión de pensamiento entre todos los del rebaño y evidentemente agradó a Jehová, pues Jehová prosperó las congregaciones y añadió aumento. Por su respeto al arreglo gobernante de la congregación cristiana, Pablo y Bernabé pusieron un buen ejemplo para los superintendentes de hoy día.

      12. (a) ¿A quién dio siempre la gloria Pablo? (b) ¿De qué manera trató Pablo con los superintendentes de la congregación?

      12 Aunque Pablo participó en esparcir la verdad y ver la expansión de la obra, de manera ejemplar dio la gloria a Jehová, pues apartó la atención de sí y de otros siervos de Dios al decir: “Ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que lo hace crecer.” (1 Cor. 3:7) Esta carta a los corintios también revela que había necesidad de dar un recordatorio a los superintendentes de la congregación corintia acerca de ciertos requisitos de la ley de Dios que aquellos superintendentes no estaban haciendo cumplir. El 1 Cor. capítulo 5 muestra que se informaba que había fornicación en la congregación pero que no se había hecho nada en cuanto a ello. No hay registro de que Pablo quisiera que se descalificara o removiera de sus asignaciones en la congregación a todos los superintendentes de aquel lugar debido a su falta. Más bien, Pablo les mandó que no tuvieran compañía con nadie que alegando ser hermano fuese violador de la ley de Dios y que removieran al inicuo de entre sí. Pablo fue paciente con ellos; les dio la oportunidad de mejorar su pastoreo y corregirse. Sin embargo, eso no significa que un superintendente o un siervo ministerial nunca perdería un privilegio de servicio. Si definitivamente resultara ser infiel o se hiciera reprensible, sería descalificado.

      UN SERVICIO UNIDOR

      13. ¿Cómo debe considerar la responsabilidad un superintendente?

      13 El que es superintendente lleva una responsabilidad pesada. Pero es una responsabilidad gozosa... ¡un gran privilegio! El considerarla así ayuda a aligerar la carga. Recuerde que el “pastor excelente” nos dice: “Mi yugo es suave y mi carga ligera.” (Mat. 11:30) Así la consideró Jesús. Sus subpastores, que están uncidos a Jesús en hacer la voluntad de Jehová conforme al ejemplo que Jesús puso, deben considerarla de la misma manera. Mucho depende de poner ‘primero las cosas que deben ir primero.’—Mat. 6:33.

      14. ¿Cuál fue el trabajo importante de Jesús, y en qué entrenó a sus discípulos?

      14 Miremos más de cerca el ejemplo de Jesús. ¿Cuál fue su trabajo importante en la Tierra? Cuando Juan el Bautista fue arrestado y encarcelado, Jesús entró en Galilea y emprendió su servicio allí. “Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: ‘Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.’” (Mat. 4:17) El predicar el Reino fue el trabajo principal de Jesús. Y, principalmente, para hacer eso entrenó a sus discípulos. (Luc. 8:1; 9:1, 2; 10:1, 8, 9) Hacia el fin de su servicio en la Tierra le dijo a Pilato: “Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad.” (Juan 18:37) ¿Deberían los subpastores, que están uncidos a Jesús, tener meta alguna que fuera menor que ésa?

      15, 16. (a) ¿Con relación a qué problemas de los superintendentes deben mostrar comprensión todos? (b) ¿Qué bendiciones pueden ser el resultado de que los superintendentes equilibren las responsabilidades de evangelizar, pastorear y enseñar?

      15 Sin embargo, para muchos superintendentes esto presenta un problema, y se comprende que así sea. Tanto tiempo se emplea en atender responsabilidades de familia y en hacer visitas de pastoreo que es difícil hallar oportunidades para llevar una delantera celosa en la actividad de casa en casa y en otras actividades que se efectúan en el campo. Aun así, ¿no se podrían hacer arreglos para alcanzar un equilibrio razonable entre evangelizar, pastorear y enseñar? (Efe. 4:11) En caso de que un superintendente haga planes para participar con regularidad en evangelizar con un grupo que participa en el servicio, considere otras actividades que se pueden enlazar con esto: Frecuentemente el superintendente podría hacer planes para llevar a su propia familia consigo en este servicio y darles entrenamiento práctico junto con otros del grupo. Puede producir gran gozo el que la familia participe junta con regularidad en el servicio, y esto puede servir de ejemplo para otros en alcanzar gozo.

      16 ¿Qué hay de las visitas de pastoreo? De regreso del servicio, el superintendente puede proponerse visitar a alguna persona o familia, y sin duda el que él relate experiencias frescas del campo tendrá un efecto estimulante. Algunos han hecho visitas breves, también, de regreso a casa desde el trabajo seglar. Si se hacen buenos planes para las visitas, no hay razón para que éstas le resten demasiado al tiempo que hay para evangelizar. Hoy los superintendentes pueden expresarse del mismo modo que el apóstol Pablo: “Ahora, si estoy declarando las buenas nuevas, eso no es motivo para que me jacte, porque necesidad me está impuesta. Realmente, ¡ay de mí si no declarare las buenas nuevas!” (1 Cor. 9:16) ¡Qué refrescante es para el cristiano mantenerse activo en proclamar las buenas nuevas, y cómo aprecia el rebaño tan excelente ejemplo por parte del superintendente!

      17. ¿De qué manera efectuó Jesús su servicio?

      17 Todos los que sirven de ‘evangelizadores, pastores y maestros’ pueden aprender mucho de la manera en que Jesús efectuó su servicio. Él proclamaba el Reino dondequiera que podía hallar personas. Hoy nosotros hacemos esto principalmente de casa en casa. Pero note que Jesús combinó su predicación pública con enseñar en privado a sus discípulos. En una ocasión Jesús entró en un barco y habló a grandes muchedumbres que se reunieron en la playa. “Les dijo muchas cosas por ilustraciones.” Después de haber relatado la ilustración del sembrador, sus discípulos le preguntaron por qué hablaba usando ilustraciones. De modo que, en privado, contestó la pregunta de ellos. Entonces dijo muchas otras cosas “a las muchedumbres por ilustraciones.” Después de eso, cuando “entró en la casa,” los discípulos vinieron a él nuevamente y él les ayudó a ‘captar el sentido’ de su enseñanza.—Mat. 13:1-3, 10, 11, 34-36, 51.

      18. ¿Qué beneficios puede producir el que los superintendentes orienten su servicio de modo que conecte con sus actividades en el campo?

      18 De modo que Jesús orientaba su servicio de modo que estuviera conectado con su actividad en el campo. A muchos superintendentes hoy les debería ser posible seguir un patrón o modelo similar. Al trabajar con un grupo en el servicio del campo, pueden acompañar a diferentes personas al hablar con la gente a las puertas. Esto puede estimular mucho al grupo. Al trabajar con varios individuos pueden interesarse en explicar los porqués y las razones de situaciones a las cuales se enfrentan al llegar a las puertas, y mostrarles cómo vencer problemas locales. Pudiera haber oportunidades, especialmente al completar su servicio, de considerar preguntas que tengan estas personas. Así, mientras edifican el entusiasmo del grupo por la obra de evangelizar, los superintendentes pueden dar atención al mismo tiempo al pastoreo y la enseñanza.

      19. ¿Qué ejemplo sobresaliente puso Jesús en calidad de “pastor excelente”?

      19 En Juan 10:3, 4, leemos lo siguiente en cuanto al “pastor excelente”: “Llama a sus propias ovejas por nombre y las saca fuera. . . . Va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.” Igualmente, los subpastores hoy día pueden dar estímulo sumamente valioso al sacar al rebaño al servicio del Reino, considerando amorosamente las necesidades de los individuos del grupo que sirve junto e interesándose bondadosamente en edificar a cada uno a fin de que todos se capaciten mejor para predicar y enseñar las buenas nuevas. Fue Jesús mismo quien puso el ejemplo sobresaliente de tal servicio al rebaño.—Sal. 40:9.

      20. (a) ¿Por qué no debe levantar críticas el rebaño contra los superintendentes? (b) ¿Cómo pueden los miembros del rebaño apoyar lealmente las amorosas labores de los superintendentes?

      20 A veces hay problemas que pudieran consumir una porción considerable del tiempo de los superintendentes, y son problemas que no se deben desatender. Nadie debe levantar críticas contra los superintendentes si a veces estos problemas les impiden sacar a otros al servicio del Reino. Todo el rebaño aprecia sus amorosas labores. Comprenden que los superintendentes tratan de lograr un equilibrio apropiado entre evangelizar, pastorear y enseñar. Según lo permiten las circunstancias, se alegran mucho cuando los superintendentes son sus compañeros constantes en la obra de evangelizar. Con frecuencia los siervos ministeriales y otros de la congregación pueden aligerar la carga de los superintendentes atendiendo trabajos detallados u otras responsabilidades que en particular no requieren la atención de un superintendente. Los siervos ministeriales y otros ayudantes que sirven lealmente junto con los superintendentes, y que “ayudan” en todo caso posible, son una gran bendición en la congregación.—Sal. 149:1.

      21. ¿En qué resultara el que se sirva en unión al ‘hablar la verdad’?

      21 A medida que los superintendentes, siervos ministeriales y todos los demás de la congregación se unan para ‘hablar la verdad’ celosamente en el servicio del Reino y unos con otros, y a medida que la entera congregación coopere en todo detalle con la mira de adelantar la predicación del Reino y la obra de hacer discípulos, todos realmente crecerán “por el amor . . . en todas las cosas en aquel que es la cabeza, Cristo.”—Efe. 4:15.

  • Ponderando las noticias
    La Atalaya 1976 | 15 de noviembre
    • Ponderando las noticias

      Castigando a los delincuentes

      ● Aumenta el número de peritos en justicia penal que están descontentos con el actual sistema de imponer el cumplimiento de la ley. Opinan que se presta mucha atención rehabilitar a los delincuentes, pero no se da suficiente atención a ‘rehabilitar la ley.’ Señalan que a menudo se le muestra mucha más consideración al delincuente que a la víctima. La pena capital ha sido abandonada en gran parte, y, como resultado, con el tiempo muchos asesinos que cometieron su crimen deliberadamente son devueltos a las calles. También, como hace notar el sociólogo Ernest van Den Haag en su libro “Punishing Criminals” (Castigando al delincuente), la justicia penal no es uniforme: un delincuente pudiera recibir cierta sentencia en un tribunal, pero otra persona que hubiese cometido el mismo delito pudiera recibir una sentencia diferente en un tribunal diferente.

      Es de interés el sistema de justicia penal que Dios le dio a la antigua nación de Israel. A los intencionalmente asesinos se les administraba la sentencia de muerte, así como a los secuestradores, idólatras, y a los que cometían otros crímenes de diversa índole, incluso diversos delitos sexuales graves. No se usaban prisiones; en vez de eso, para delitos menores la regla era un sistema de efectuar compensación. Por ejemplo, en casos de robo, a la parte culpable se le exigía que restaurara varias veces el valor de lo que había tomado. Si el individuo implicado no tenía el dinero para hacer esta restitución, entonces tenía que pagar la deuda con trabajo.

      Lo que se hace patente es que mientras más se han desviado los sistemas de justicia de la actualidad del modo de pensar de Dios acerca de esos asuntos, más se han desorientado y más inaceptables se han hecho.

      ‘Caben en un armario pequeño’

      ● La Palabra de Dios declara que el hombre fue creado directamente por Jehová Dios. Pero por más de un siglo los científicos que creen en la evolución han tratado de hallar apoyo para su teoría en los restos fósiles de las cosas vivientes. A menudo han dado la impresión de que han hallado mucha evidencia acerca de los supuestos antepasados “simiescos” del hombre. Uno de esos supuestos antepasados era una criaturita llamada Australopiteco, encontrada en África. Sin embargo, ahora los científicos dicen que Australopiteco no pudo haber sido antepasado del hombre.

      Además, después de todas las décadas de investigación intensa, ¿cuánta evidencia se ha hallado en los fósiles? “Nature/Science Annual” para 1976 dice: “Nueve de cada 10 fósiles de los australopitecos son un diente, y no siempre un diente muy bueno. Todo lo demás existe en trocitos y pedazos, algunos de los cuales son simples pizcas. . . . Y a pesar de la aparente plétora de hallazgos, en realidad las piezas todavía son sumamente raras. Todas ellas —juntas en su totalidad— cabrían en un solo armario de reducida capacidad. El reconstruir individuos enteros . . . con solamente del contenido de ese único armario es una tarea de aturdidora dificultad.”

      Sí, ¡qué difícil es tratar de probar una teoría que no se puede probar, una teoría que se basa en una mentira! La Biblia nos suministra la información correcta en cuanto a cómo llegó a existir el hombre. Esa información proviene de Aquel que debe saberlo, Aquel que estuvo allí en aquel tiempo, el Creador, Jehová Dios. Así, pues, el humilde escritor bíblico reconoció: “Sepan que Jehová es Dios. Es él quien nos ha hecho, y no nosotros mismos.”—Sal. 100:3.

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir