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  • El sacerdocio general—la doctrina olvidada de la cristiandad
    La Atalaya 1963 | 1 de agosto
    • de su Sumo Sacerdote, Cristo Jesús, y durante su ministerio en la Tierra él no solo desempeñó los deberes del nuevo sumo sacerdote él mismo, sino que hizo generales los deberes sacerdotales al enseñar a sus seguidores que hicieran lo mismo.—Luc. 10:1-12.

      17-19. ¿Cómo sabemos que la comisión misional que dio Jesús y que se registra en Mateo 28:19 no solo fue para los once apóstoles?

      17 Algunos llaman la atención al hecho de que cuando Jesús, por ejemplo, dio la famosa comisión misional, según se registra en Mateo 28:19, solo los once apóstoles estuvieron presentes, y por lo tanto sostienen que solo fue dada a los apóstoles. Pero también se entiende que “más de quinientos hermanos” estuvieron también allí. (1 Cor. 15:6) Es verdad que los apóstoles más que otros estaban ocupados estableciendo nuevas congregaciones en muchos países, pero ciertamente no estuvieron solos en ese trabajo. Todos ayudaban. Cuando Pablo vino a Roma por primera vez, no fue para establecer una congregación, porque ya había una congregación allí, y los hermanos salieron a recibirlo antes de que él entrara en la ciudad.—Rom. 1:8, 13; Hech. 28:14-16.

      18 Los apóstoles mismos no entendieron que el mandamiento misional fuera solo para ellos. Note las palabras de elogio de Pablo a los hermanos de Tesalónica: “El hecho es que, no solo ha sonado de parte de ustedes la palabra de Jehová en Macedonia y Acaya, sino que en todo lugar su fe hacia Dios se ha esparcido, de modo que no tenemos que decir nada.”—1 Tes. 1:8.

      19 Tito y Timoteo fueron maestros, pero fueron maestros de maestros; no fueron ministros enviados a enseñar a legos. Pablo escribió a Timoteo: “Las cosas que oíste de mí con el apoyo de muchos testigos, estas cosas encomiéndalas a hombres fieles, quienes, a su vez, estarán adecuadamente capacitados para enseñar a otros.” (2 Tim. 2:2) Esto está en armonía con lo que leemos en Apocalipsis 22:17: “El espíritu y la novia siguen diciendo: ‘¡Vengan!’ Y cualquiera que oye diga: ‘¡Vengan!’” Cuando los hebreos fueron lentos en cuanto a progresar hasta el punto de participar activamente en los deberes del sacerdocio general, Pablo se desilusionó: “Porque, en verdad, aunque deberían ser maestros en vista del tiempo, necesitan ustedes de nuevo alguien que les enseñe desde el comienzo las cosas elementales de las declaraciones formales sagradas de Dios.” No se toleraba a ningún laico en esa congregación.—Heb. 5:12.

      20. ¿Cómo confirma la historia el sacerdocio general de la Iglesia primitiva?

      20 La historia confirma lo mismo. El profesor danés Hal Koch dice en su Church History: “Solo en los días de los apóstoles y en las décadas inmediatamente después, oímos de misioneros verdaderos, ocupados con la diseminación del cristianismo como su tarea y vocación. Además, eran cristianos bastante comunes: comerciantes, trabajadores, esclavos y cualquier posición social que tuvieran, los que atraían nuevos miembros a la congregación.” No hay duda en cuanto a ello: El sacerdocio general fue un rasgo característico de la iglesia cristiana primitiva; cada miembro era un sacerdote que consideraba su deber predicar y enseñar acerca de Dios dentro y fuera de la congregación, y todos eran sostenidos por el espíritu de Dios derramado sobre ellos. No había legos en aquella iglesia. ¿Cómo, entonces, llegó a ser el que las iglesias de la cristiandad hoy en día difícilmente conocen otra cosa que un clero que predica desde los púlpitos y unos legos pasivos?

      UN CAMBIO DIABÓLICO

      21. ¿Componían los siervos de congregación de la Iglesia primitiva un sacerdocio?

      21 Puesto que la congregación cristiana primitiva era una organización trabajadora, fue necesario nombrar a algunos de los miembros a servicios especiales. Para ser nombrado a tal puesto de servicio, el individuo tenía que ser maduro, hombre de mayor edad o un llamado “anciano” (griego: presbýteros). De entre los hombres de mayor edad se escogía a los superintendentes de congregación (griego: epískopoi) y sus auxiliares o siervos ministeriales (griego: diákonoi). A causa de lo que acabamos de ver acerca del sacerdocio general dentro de la iglesia primitiva, no se les nombraba para formar un sacerdocio; sencillamente eran los siervos de sus hermanos cristianos.—Hech. 6:1-7; Tito 1:5; 1 Ped. 5:2, 3; Mat. 20:25-28.

      22. ¿Cómo llegaron a formar un sacerdocio más tarde los siervos de congregación?

      22 Pablo, sin embargo, profetizó con certeza: “Después de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura, y de entre ustedes mismos se levantarán varones y hablarán cosas torcidas para arrastrar a los discípulos tras sí.” Una de las consecuencias tristes de este levantamiento al poder opresivo de hombres egoístas fue la pérdida completa del sacerdocio general. Según la historia eclesiástica, durante el segundo siglo los siervos de las congregaciones fueron lenta pero seguramente elevados para formar un sacerdocio especial. Los superintendentes de congregación o epískopoi se pusieron la vestimenta de obispo, los ancianos o presbýteroi fueron cambiados de solo ser los hombres maduros, de mayor edad de entre quienes podían escogerse los siervos, para estar en el puesto de sacerdote, y los siervos ministeriales o auxiliares fueron hechos los diáconos de nuestro día. Los hombres se arrogaron puestos mediante los cuales llegaron a ser una jerarquía que por siglos ejerció un severo gobierno espiritual y seglar, enseñoreándose sobre los legos.—Hech. 20:29, 30.

      23. (a) ¿Qué hace al clero católico un ejemplo sobresaliente de un llamado clero cristiano que ha cambiado del sacerdocio general al sacerdocio especial? (b) ¿Por qué fue diabólico este cambio?

      23 El sacerdocio de la Iglesia Católica Romana es un ejemplo notable de esto. No solo forma este sacerdocio una clase distinta y separada de los legos en poder, educación y apariencia, imitando el arreglo de un sacerdocio especial, sino que ha construido templos literales con altares literales y ha vestido a sus miembros con vestimentas especiales para diferenciarlos del miembro eclesiástico común. Para hacer completo el retorno al sacerdocio especial, afirma poseer mediante consagración especial el poder de hacer bajar a Cristo Jesús sobre sus altares a voluntad, para sacrificar su carne y sangre literales en la misa católica romana. El cambio del sacerdocio general al sacerdocio especial difícilmente pudo haber sido hecho más perfectamente, si una apariencia cristiana todavía había de mantenerse. Al privar a los miembros de la iglesia de su derecho de ser siervos activos de Dios predicando su Palabra, al mutilarlos hasta hacerlos un cuerpo de feligreses ignorantes, a menudo analfabetos, el clero apagó el espíritu de Dios en la iglesia y la despojó de su original fuerza dinámica para esparcir las buenas nuevas y por lo tanto la despojó de la clase correcta de regeneración, por medio de la cual la verdad acerca de Dios y de Cristo debe conquistar al mundo. Ese cambio fue diabólico.

  • La primera Biblia impresa en Norteamérica
    La Atalaya 1963 | 1 de agosto
    • La primera Biblia impresa en Norteamérica

      Ya nadie puede entender la primera Biblia que se imprimió en Norteamérica. El último hombre que podía leerla murió en 1895. Fue traducida por Juan Eliot en el lenguaje de los indios de Massachusetts en 1663. Se intitulaba: “MAMUSSE WUNNEETUPANATAMWE UPBIBLUM GOD naneeswe NUKKONE TESTAMENT MEQUOSHKINNUMUK kah wonk WUSKU TESTAMENT—THE WHOLE HOLY HIS BIBLE GOD both OLD TESTAMENT and also NEW TESTAMENT.” (Literalmente: “La entera Santa su Biblia Dios tanto Antiguo Testamento como Nuevo Testamento.”) Los coleccionistas de libros pagan gustosamente hasta 7,500 dólares por un ejemplar de la traducción, aunque no pueden leerla.

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