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Pastoreando las ovejas con habilidadLa Atalaya 1959 | 15 de noviembre
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Pastoreando las ovejas con habilidad
“Y se puso a pastorearlos según la integridad de su corazón, y con la habilidad de sus manos se puso a guiarlos.”—Sal. 78:72.
1. ¿Qué cualidad que se menciona en Hebreos 11:6 hay que tener para ser ministro de Dios, y por eso qué nos hace preguntar esto?
EL LECTOR tal vez no sea clérigo religioso, pero ¿ha pensado usted alguna vez en la responsabilidad que recae sobre, no un simple clérigo, sino sobre el verdadero ministro de Dios? ¿Cuán fuerte o débil puede ser su fe en su Dios? Un ministro que se llamó Pablo lo expresó claramente cuando dijo: “Sin fe es imposible lograr su buen agrado, porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que llega a ser el galardonador de los que con sinceridad le buscan.” (Heb. 11:6) Hoy día uno se pregunta, ¿cuántos clérigos tienen fe explícita en Jehová Dios y en su Palabra escrita y dependen de ella y cuántos de veras están esforzándose por lograr el buen agrado de Jehová? ¿Cuántos ministros asumen la plena responsabilidad de hacer la voluntad divina?
2. ¿Cómo considera su fe hoy día la gran mayoría de los que están en seminarios religiosos? ¿Qué hace esto que piensen los sinceros buscadores de la verdad?
2 En un artículo de la Times Magazine de Nueva York del 30 de noviembre de 1958 bajo el tema: “Estudiantes en busca de fe” el escritor, Stanley J. Rowland, hijo, dice que los que van a “los seminarios de hoy son, en casi todo caso, escépticos, pero esperan hallar fe por medio de la experiencia y un sentido de propósito por medio del servicio.” Comentando sobre los jóvenes que están recibiendo entrenamiento religioso, dice: “Están—paradójicamente—algo escépticos de una llamada por Dios y de la fuerza de sus propias creencias cristianas. Están explorando profundamente los valores fundamentales de la existencia. Quieren envolverse hondamente en la vida.” ¿Debemos creer que estos jóvenes que son escépticos en cuanto a una llamada de parte de Dios y que no están demasiado seguros de su fe han de ser los ministros para los cristianos de la generación presente? El escritor continúa y cita al presidente del Seminario Teológico Unión de Nueva York, Enrique P. Van Dusen, que dijo: “No se les puede entender. Muchos de ellos parecen estar sin gozo, y yo me pregunto si ellos realmente saben lo que significa ser feliz. Se ve que andan en una búsqueda religiosa, una actitud que era excepcional hace veinte años, pero que predomina en el cuerpo estudiantil hoy día.”
3. ¿Qué clase de fe tuvo el fundador del cristianismo, y fueron de la misma actitud sus discípulos?
3 ¡Qué contraste presenta su falta de fe en comparación con el líder de los ministros cristianos, Cristo Jesús! Su fe y devoción a su Padre y su deseo de hacer la voluntad divina fueron indisputables, y esto se expone claramente en los cuatro relatos de su vida. Jesucristo verdaderamente fué un ministro de Dios, dispuesto a aceptar responsabilidades. Estaba lleno de fe, y enseñó a sus seguidores que estaban llenos de fe a ser ministros exactamente como él. Esos discípulos de Jesús no estaban intentando “hallar fe por medio de la experiencia”; no carecían de gozo, sino que tenían la fe y gozo de su Amo y Señor. Eran ministros felices que creían que Dios es el “galardonador de los que con sinceridad le buscan,” y no eran personas de la clase que todavía estaba “en busca de fe.” Tenían fe en Jehová Dios, en Su Hijo Jesucristo y en la Palabra de Dios. Cualquier persona que estudie para el ministerio hoy día tiene que tener fe o fracasará por completo como ministro cristiano.
4, 5. (a) ¿Es el ministerio para un número limitado de personas? (b) ¿Qué mayores responsabilidades recaen sobre algunos?
4 El apóstol Pablo, un firme creyente en el un solo Dios, Jehová, y un incansable predicador de la Palabra de Dios, amonestó a la congregación gálata: “Que cualquiera a quien se le da instrucción oral en la palabra comparta todas las cosas buenas con el que da esa instrucción oral.” (Gál. 6:6) De modo que cualquier persona que haya oído y crea debe respaldar a su maestro y luego él mismo debe enseñar. El ser ministros del evangelio no está limitado a los pocos individuos que deciden ir a un seminario, o a una escuela teológica para ser entrenados, sino que el ministerio incluye a una clase extensa de personas. Incluye a todo el que cree y tiene fe y al que se le está enseñando oralmente acerca de la Palabra de Dios, porque tal persona, también, ha de compartir las cosas buenas que ha aprendido con otros hombres a quienes encuentra. Pablo se expresó con énfasis cuando dijo: “‘Cualquiera que invoque el nombre de Jehová será salvo’. Sin embargo, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han puesto su fe? ¿Cómo, en cambio, pondrán su fe en aquel de quien no han oído? ¿Cómo, en cambio, oirán sin alguien que predique?” (Rom. 10:13, 14) El mundo necesita ministros llenos de fe, no ministros que todavía buscan una fe.
5 La Biblia, la Palabra de Dios, muestra claramente que todo el que dice ser cristiano tiene que predicar las buenas nuevas acerca de Dios y de su reino de justicia. Pero cuando Pedro habló a los hombres de mayor edad de la congregación de creyentes él mostró que una responsabilidad mayor recae sobre los hombres de mayor edad como superintendentes o los pastores del rebaño de Dios. Aunque todos los que se han dedicado al servicio de Dios son ministros, no obstante de este grupo de cristianos fieles algunos hombres son escogidos para dirigir los asuntos de toda la congregación. Por lo tanto Pedro dijo: “A los hombres de mayor edad entre ustedes les doy esta exhortación. . . . Pastoreen la grey de Dios bajo su custodia.”—1 Ped. 5:1-4.
PASTOREO ESPIRITUAL UN TRABAJO SERIO
6. ¿Quiénes están capacitados para ser pastores en la congregación, y cómo debe considerarse este trabajo?
6 Pastores confiables del rebaño sólo se podrían escoger de entre los que ya son ministros, personas dedicadas enteramente a Jehová Dios y que quieren ayudar a sus hermanos de la congregación. Este ciertamente es un trabajo de la clase correcta para cualquier cristiano maduro. Concerniente a los que ya están llenos de fe y activos en el servicio de Dios, Pablo dijo: “Si algún hombre se está esforzando por tener un puesto de superintendente, está deseoso de un trabajo de la clase correcta.” (1 Tim. 3:1) Ciertamente los que son de mayor edad en la verdad deben desear el trabajo de esta clase, ayudando a pastorear a las ovejas que están en la congregación de Dios. Esta es una responsabilidad que han de asumir sólo los que tienen fe y que verdaderamente aman a Dios y que ya conocen y están haciendo la voluntad divina. No es trabajo para un novicio, un principiante, uno que es nuevo en la obra cristiana.
7. (a) ¿Por qué es tan necesario que un superintendente sea estudiante de la Palabra de Dios? (b) ¿Qué cualidades dijo el apóstol Pablo que debe tener él?
7 Ante todo, el superintendente tiene que ser estudiante de la Palabra de Dios, creerla, y comportarse conforme a su enseñanza. Tiene que apegarse a la fe, estando alerta hoy día a lo que Pablo dijo a Timoteo: “Sin embargo, la declaración inspirada dice definitivamente que en los períodos de tiempos posteriores algunos se apartarán de la fe, prestando atención a declaraciones inspiradas desviadoras y a enseñanzas de demonios, por la hipocresía de hombres que hablan mentiras, . . . prohibiendo el casarse, ordenando el abstenerse de alimentos que Dios creó para que se participe de ellos con acción de gracias . . . Dando estos consejos a los hermanos serás un ministro de la clase correcta de Cristo Jesús, uno nutrido con las palabras de la fe y de la enseñanza correcta que tú has seguido cuidadosamente.” (1 Tim. 4:1-3, 6) Para que dé buen consejo, el superintendente tiene que estar “nutrido con las palabras de la fe” y seguir cuidadosamente la “enseñanza correcta.” Entonces puede pastorear el rebaño de Dios hábilmente. “El que preside [actúa de líder], que lo haga con verdadero ahinco; el que muestra misericordia, que lo haga con alegría.” (Rom 12:8, nota al pie de la página) Un superintendente tiene que “actuar de líder” si se le escoge para presidir la congregación. Tiene que seguir estas instrucciones: “Aborrezcan lo que es inicuo, adhiéranse a lo que es bueno. En amor fraternal ténganse cariño tierno unos a otros. En mostrarse honor unos a otros lleven la delantera. No sean holgazanes en su trabajo. Fulguren con el espíritu. Sean esclavos de Jehová. Regocíjense en la esperanza que está delante. Aguanten bajo tribulación. Perseveren en la oración. Compartan con los santos según sus necesidades. Sigan la senda de la hospitalidad. Sigan bendiciendo a los que les persiguen; estén bendiciendo y no maldiciendo. Regocíjense con personas que se regocijan; lloren con personas que lloran. Estén dispuestos hacia otros del mismo modo que lo están hacia ustedes mismos; no estén atendiendo a cosas eminentes, sino déjense llevar con las cosas humildes. No se hagan discretos a sus propios ojos. No devuelvan mal por mal a nadie. Provean las cosas correctas a la vista de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres.” (Rom 12:9-18) Para que uno sea ministro útil como el que se acaba de describir, es preciso que ya tenga fe en Dios, no que esté “en busca de fe.”
8. ¿Se escribieron las Escrituras sólo para los superintendentes? Por eso, ¿qué obligación tiene toda la congregación cristiana?
8 Con tal dirección por parte de los pastores de las congregaciones se pone un ejemplo excelente para que lo sigan todos los miembros cristianos. Además, las Santas Escrituras fueron escritas, no sólo para los superintendentes, sino para toda la congregación, incluyendo a los superintendentes. La voluntad divina es que las ovejas, después de ser recogidas, sean exactamente como el buen pastor. Allá en el día de Pablo Dios arregló que los pastores cuidaran a las ovejas, y de la misma manera hoy día los pastores ponen el ejemplo. Es un asunto serio el pastorear las ovejas. Ha llegado el tiempo de separar a la gente de todas las naciones, y esta obra de separarla está efectuándose por la predicación de las buenas nuevas del reino de Jehová, no sólo por los superintendentes, sino por todos los ministros cristianos de la congregación.
9, 10. (a) ¿Es grande la responsabilidad del pastor? ¿La de quién es mayor? (b) ¿Qué trabajo ha estado haciendo el resto desde 1919 especialmente, y cómo es su punto de vista semejante al de Cristo Jesús el David Mayor?
9 El que una persona ocupe el puesto de superintendente, sin embargo, le impone una responsabilidad mucho mayor como pastor de las ovejas. Sin embargo, el superintendente siempre tiene presente que Jehová es el Gran Pastor, no él mismo. David dijo: “Jehová es mi Pastor.” (Sal. 23:1) Entonces, Jehová principalmente es responsable del recogimiento y cuidado de las ovejas, pero sí usa a hombres para efectuar el pastoreo. Desde 1919 vemos que no sólo se está recogiendo al resto de la “manada pequeña” ungida, sino también a una grande muchedumbre de “otras ovejas,” particularmente desde 1935. (Luc 12:32; Juan 10:16) Los que quedan o el resto de la manada pequeña fueron esparcidos durante los días nublados y obscuros de la I Guerra Mundial, pero ahora muchos del resto, ya que han sido recogidos, están siendo usados para efectuar la obra de pastoreo. Todos ellos como ministros de Dios han salido con las buenas nuevas del Reino y han estado predicándolas y han estado haciendo la voluntad divina durante los pasados cuarenta años. Han estado buscando a las ovejas y las han estado trayendo y alimentando con el alimento espiritual necesario
10 En otras palabras, tiene que haber un gran recogimiento. Sin embargo, a todas estas ovejas, la manada pequeña y las otras ovejas, ahora Jehová las ha hecho una sola compañía o rebaño cooperativo, todas siendo herederas de la vida en el nuevo mundo de justicia. Fielmente Jehová ha hecho todo lo que prometió hacer a favor de su pueblo, pero hay algunas cosas que los cristianos tienen que hacer por sí mismos, y especialmente los superintendentes, que tienen que ser pastores fieles del rebaño, o congregación. Cristo Jesús es el David Mayor, y cuando él estuvo en la tierra asumió la responsabilidad de pastor y puso el ejemplo correcto para los otros superintendentes. El Salmo 78:70-72 se refiere a Jesús cuando dice: “[Jehová] escogió a David su siervo . . . Lo trajo para ser pastor sobre Jacob pueblo suyo y sobre Israel posesión suya. Y se puso a pastoreados según la integridad de su corazón, y con la habilidad de sus manos se puso a guiarlos.” Exactamente así Cristo Jesús fué un pastor hábil. Su Padre le dijo: “Amaste la justicia y odiaste todo lo que es contrario a ley.”—Heb 1:9.
ADQUIRIENDO HABILIDAD
11. ¿Cómo adquiere habilidad el pastor?
11 Habilidad significa la capacidad que viene con el conocimiento y la práctica; aptitud. Jesús, el Pastor Propio, tenía conocimiento de la Palabra de Dios. Practicaba lo que enseñaba la Palabra. Lo aplicaba a su propia vida, mostrando así sabiduría y entendimiento. Reconoció a Jehová Dios como el Gran Pastor y dirigió la mente de los hombres hacia Jehová, su Padre, no hacia sí mismo. Dios lo escogió para ser pastor de la clase correcta. Hoy día los subpastores tienen que ser como Jesús y no estar interesados en tener el rebaño para ellos mismos. Con corazones que retienen integridad ellos tienen que pastorear hábilmente el rebaño de Dios. ¡Cuán necesario es, entonces, que los superintendentes tengan conocimiento y que con sabiduría pongan a trabajar ese conocimiento! El pastor no es un superintendente torpe, desmañado, descuidado. Usa la Palabra de Dios hábilmente al cuidar las otras ovejas. Cuando el Pastor Propio, Jesucristo, por espíritu santo hizo nombramientos de los apóstoles para efectuar el trabajo de pastorear, los puso en ese trabajo porque sabían usar la Palabra de Dios “para enseñar, para reprender, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia,” e hicieron este trabajo hábilmente. (2 Tim. 3:16) Todos los subpastores tienen que usar la Palabra de Dios de la misma manera. Los superintendentes de hoy en la sociedad del nuevo mundo son pastores también y tienen que tratar con manos hábiles a las ovejas de Dios y conducirlas como lo hizo David cuando cuidó a los hijos de Israel y como lo hizo Cristo cuando cuidó a sus discípulos.
12. ¿Le conviene al pastor ser descuidado en su trato de las ovejas, y cómo aconseja el apóstol Pedro sobre este punto?
12 El galardón por el pastoreo fiel no sólo es salvarse uno mismo, sino también el salvar a otros, a las otras ovejas. Recuerde, todos son ovejas, sean superintendentes o no. Todos son ovejas bajo el Gran Pastor, Jehová, y bajo el Pastor Propio que él ha escogido, Jesucristo. Jesús mismo dijo: “Yo soy el pastor propio; el pastor propio entrega su alma a favor de las ovejas.” (Juan 10:11) Y otra vez: “Yo soy el pastor propio, y conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mí.” (Juan 10:14) No hay razón, entonces, para que una oveja, escogida para ser pastor, se vuelva presumida y descuidada al manejar la Palabra de Dios. Pedro, una oveja y apóstol de Jesucristo, conocía su propia responsabilidad como subpastor cuando fué nombrado como tal por espíritu santo. Por eso Pedro dijo a otros: “Pastoreen la grey de Dios bajo su custodia, no por fuerza, sino voluntariamente, tampoco por amor de ganancia deshonrosa, sino con anhelo, ni como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose dechados de la grey. Y cuando haya sido manifestado el pastor principal, ustedes recibirán la corona inmarcesible de gloria.”—1 Ped. 5:2-4.
13, 14. Habiendo convenido en hacer la voluntad divina, ¿cómo debe y cómo no debe sentirse un pastor acerca de sus responsabilidades?
13 Todos los superintendentes de la sociedad del nuevo mundo, tales como siervos de sucursal de la Sociedad Watch Tówer Bible and Tract, siervos de distrito, siervos de circuito, siervos de congregación y siervos ministeriales, deben sentir la carga pesada que la Palabra de Jehová les impone a ellos como subpastores, superintendentes. Al tiempo de su dedicación los superintendentes convinieron en hacer la voluntad divina, y ahora como superintendentes tienen que apreciar que uno de los mandamientos que se les da en la Palabra de Dios es: “Pastoreen la grey de Dios bajo su custodia.” Superintendentes, ¿cómo lo están efectuando? ¿Por fuerza? ¿Por un sentido de llevar una carga porque fueron nombrados a ese puesto? ¿Quieren estar libres de esa responsabilidad? Pedro bondadosamente dice a todos: ‘Háganlo voluntariamente.’
14 ¿Pudiera haber algunos que lo hagan por amor de ganancia deshonrosa? ¿Por la distinción que reciben en la congregación? ¿Orgullo personal, probablemente? ¿O por la influencia que tienen sobre el rebaño de Dios? Pedro amonesta: ‘Háganlo con anhelo,’ gozosamente, tengan amor ardiente a todos los de la congregación, reconociendo que todas las ovejas pertenecen a Jehová Dios y que la congregación con la que usted está asociado es verdaderamente el rebaño de Dios.
15. ¿Por qué es tan necesario que el superintendente se haga un examen de conciencia?
15 Examínese usted mismo. ¿Es usted un superintendente que está “enseñoreándose de los que son la herencia de Dios”? ¿Intimida usted a las ovejas? ¿Es usted un pastor superior a quien no se le puede hablar? ¿Siempre está usted demasiado ocupado? Nunca suceda eso, porque eso no es buen ejemplo. Pedro dijo tan provechosamente: ‘Háganse dechados de la grey.’ ¿De qué manera? En fe, virtud, conocimiento, dominio propio, aguante, devoción piadosa, cariño fraternal y amor. “Porque si estas cosas existen en ustedes y rebosan, impedirán que ustedes sean inactivos o infructíferos tocante al conocimiento acertado de nuestro Señor Jesucristo.” (2 Ped 1:5-8) ¡El tener conocimiento acertado y vivir de la manera correcta le son tan necesarios a usted como superintendente!
16. ¿Cómo da énfasis a la seriedad del trabajo de pastor la nota al pie de la página de la Traducción del Nuevo Mundo en 1 Pedro 5:3?
16 ¿Comprende plenamente que usted, habiendo sido nombrado al puesto de superintendente, es un pastor que cuida las ovejas de Dios asignadas a usted? La nota al pie de la página de la Traducción del Nuevo Mundo en 1 Pedro 5:3 da énfasis a ese hecho, diciendo: No “enseñoreándose de los asignados a ustedes.” En la gran organización visible de Dios todas estas ovejas son ovejas de Dios, pero diferentes grupos de ellas son asignados a diferentes pastores. En la sociedad del nuevo mundo en 1958 hubo 17,878 grupos o congregaciones de testigos de Jehová en todo el mundo. Pedro les aconseja a ustedes los superintendentes que no se enseñoreen de los que están asignados a ustedes. Por eso cada pastor debe preguntarse: “¿Cómo estoy tratando a las ovejas de Dios? ¿Qué ejemplo estoy poniendo? ¿Cuánto me intereso en sus reuniones de servicio? ¿La escuela del ministerio teocrático? ¿Los estudios de libro de congregación? ¿La testificación de casa en casa? ¿Las revisitas? ¿Los estudios bíblicos de casa? ¿Estoy predicando estas buenas nuevas del reino de Dios por estos métodos y estoy ayudando a todas las ovejas que me han sido asignadas a hacer lo mismo que yo estoy haciendo, ayudándolas a permanecer despiertas y a guardar sus prendas de vestir ministeriales?”
17. ¿Qué galardón aguarda al pastor fiel de las ovejas de Dios?
17 Cuando el superintendente sigue el excelente consejo de Pablo y muestra amor y hospitalidad al rebaño de Dios y a los extranjeros, entonces cuando haya sido manifestado el pastor principal, el superintendente ‘recibirá la corona inmarcesible de gloria.’ Para el que pertenece a la manada pequeña el galardón significará el ser coheredero con Cristo Jesús en gloria celestial. Para las otras ovejas significará vida en la nueva tierra paradisíaca. Los que son hábiles y fieles al pastorear las ovejas hoy día ciertamente serán recompensados por medio de ser hechos, por decirlo así, ‘gobernantes sobre muchas ciudades.’ Si muestran fidelidad en cosas pequeñas, los superintendentes de hoy recibirán mayores cosas que hacer, como dijo el rey de la parábola de Jesús: “¡Bien hecho, buen esclavo! Porque has probado ser fiel en un asunto muy pequeño, acepta autoridad sobre diez ciudades.” (Luc 19:17) Por eso, superintendentes, siempre aprecien su relación con Jehová Dios así como con el rebaño que Dios les ha asignado y recuerden el mandamiento: “Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre quienes el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear a la congregación de Dios, que él compró con la sangre del Hijo suyo.”—Hech. 20:28.
CUMPLIENDO RASGOS CARACTERÍSTICOS DE PASTOR
18. ¿La apreciación de qué hechos le es vital al pastor de la congregación?
18 Los superintendentes tienen que apreciar plenamente que el “rebaño” o “congregación” es de Dios y que el nombramiento como pastor es por espíritu santo de Dios. El rebaño es de Dios por compra. ¡Jamás olvidemos eso! Pablo, hablando a los cristianos ungidos en Corinto, preguntó: “¿No saben que el cuerpo de ustedes en conjunto es el templo del espíritu santo que está dentro de ustedes y el cual recibieron de Dios? También, no pertenecen a ustedes mismos, porque fueron comprados con un precio. Sin falta, glorifiquen a Dios en el cuerpo de ustedes en conjunto.” (1 Cor. 6:19, 20) Todavía hay un resto pequeño de ese “cuerpo de ustedes en conjunto” en la tierra hoy día, y muchos de este resto ocupan puestos de superintendentes. Pero sin importar si el superintendente es del resto o de la clase de las otras ovejas todavía es pastor o superintendente de Dios que cuida las ovejas de Dios, Su compra. Los superintendentes tienen que estar haciendo la voluntad divina entre todas las ovejas de Dios que están dentro de la sociedad del nuevo mundo y entre aquellas que todavía andan descarriadas fuera de la sociedad.
19. ¿De la autoridad de quién quiere el pastor apartar a las ovejas, y por qué?
19 Cristo Jesús usó a Pablo para ir a las naciones afuera así como para consolar a los que estaban en Israel. Jesús se hizo visible a Pablo con el fin de escogerlo como “asistente y testigo . . . mientras te liberto de esta gente y de las naciones, a quienes te estoy enviando, para que les abras los ojos, para volverlos de las tinieblas a la luz y de la autoridad de Satanás a Dios, para que reciban perdón de pecados.” (Hech. 26:16-18) Pablo llegó a ser superintendente y trabajó duro tratando de apartar a las ovejas de la autoridad de Satanás y dirigirlas al único Dios verdadero. Hoy los superintendentes deben estar haciendo lo mismo. Luego, después de dirigirlas a Dios, los pastores tienen que ayudar a mantenerlas en la luz. ¿Cuánto esfuerzo ejercen ustedes los superintendentes para hacer esto? ¿Cuánta energía gastan? ¿Cuánto amor les muestran a todos los que han sido “asignados a ustedes” en su congregación? Subpastores, ¡sean fieles y hábiles al tratar con humanos semejantes a ovejas, todos los cuales pertenecen a Jehová Dios!
20. (a) ¿Cuáles son los rasgos esenciales del trabajo del pastor? (b) Explique cómo se conduce a las ovejas en imitación de Cristo Jesús.
20 ¿Cuáles son los rasgos esenciales del pastor? (1) Conducir; (2) alimentar; (3) pastorear. Jesús mostró verdadera capacidad para conducir porque él mismo se sometió a ser conducido por su Padre, Jehová, el Gran Pastor. En realidad él dijo: “Refresca mi alma. Me conduce por las vías de la justicia por causa de su nombre.” (Sal. 23:3) Él quería que su Padre, el Gran Pastor, lo condujera en el derrotero correcto. Jesús dijo: “Yo busco, no mi propia voluntad, sino la voluntad de aquel que me envió.” (Juan 5:30) Igual que Jesús, los subpastores fieles y hábiles conducirán a las ovejas de Dios por los caminos de la justicia también. Ellos no pueden desviar a las ovejas de la verdad expuesta en la Palabra de Dios, porque esa Palabra es la voluntad divina. El subpastor siempre tiene que estar atento a la voluntad divina, preguntándose: ¿qué quiere Jehová que se haga? ¿Cómo lo hizo Jesús? ¿En qué sendero anduvo? Uno siempre tiene que conducir a las ovejas por el camino de Dios. El que conduce a las ovejas de Dios debe tener presente la santificación del nombre de Jehová. Jesús puso el nombre de su Padre primero cuando enseñó a todos sus discípulos a orar: “Nuestro Padre en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Cúmplase tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:9, 10) Él condujo a las ovejas en el nombre de Jehová.
21. ¿En dónde usa hábil y expertamente el superintendente la Palabra de Dios, y por qué no puede retraerse?
21 Pablo, un pastor, mostró que poseía las cualidades que hay que tener para poder conducir cuando dijo: “Yo no me retraje de decirles cosa alguna que fuera de provecho ni de enseñarles públicamente y de casa en casa.” (Hech. 20:20) ¿Dónde aprendió Pablo estas cosas provechosas? De la Palabra de Dios. Y ¿dónde las predicó? En todas partes. Hoy el superintendente conoce la Palabra de Dios y la usará experta y hábilmente al ir de casa en casa predicando las buenas nuevas y participando en la actividad de revisitas y en el trabajo de estudios bíblicos, llevando la delantera verdadera al entrenar a otros ministros. Sin embargo, a veces el superintendente de la congregación asignada a él piensa que el siervo de circuito viene pronto y que el conducir es parte del trabajo de éste. De modo que afloja la mano en lo que concierne a ayudar a los ministros irregulares, y las ovejas no tienen quien las conduzca. Pero la entera organización de Dios tiene que trabajar unida, cada uno haciendo cuanto está de su parte. El buen pastor está ansioso por ver que las ovejas se hagan fuertes, saludables y vigorosas, y hace las cosas que son de provecho para que más tarde algunas de las ovejas puedan llegar a ser superintendentes y conducir ovejas también. La urgencia de este trabajo nunca disminuye. Hay muchas ovejas nuevas que forman congregaciones nuevas que necesitan nuevos pastores. Pablo ‘no se retrajo.’ ¿Se retrae usted?
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Satisfaciendo las necesidades actuales de las ovejasLa Atalaya 1959 | 15 de noviembre
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Satisfaciendo las necesidades actuales de las ovejas
1. ¿Cómo se hace que el pastor sea hábil, y qué preguntas pudieran hacerse los pastores?
JESÚS dijo: “Alimenta mis ovejitas.” El buen pastor conducirá las ovejas a la hierba tierna y al agua clara. El Cordero de Dios dijo además, respecto a las ovejas, que él las “conducirá a fuentes de aguas de vida.” (Apo. 7:17) Ustedes los hombres que están de superintendentes ¿se hallarán ansiosos de hacer lo mismo: alimentar las ovejas con buen alimento y conducirlas a aguas de vida? ¿No los condujo alguien a ustedes los pastores hace algunos años para que bebieran del agua de vida gratis? Por qué, entonces, no encargarse de que otras ovejas puedan comer de la misma dehesa y beber de las mismas aguas que se usaron para ayudarlos a ustedes. El conducir con habilidad proviene de tener un conocimiento acertado de la verdad y conocer muy bien a las ovejas mismas. ¿Conoce usted bien a los de su congregación? Y ¿los ha entrenado a escuchar la voz correcta? Preste oídos a lo que Jesús dijo: “Las ovejas escuchan su voz [la del pastor], y él llama a sus propias ovejas por nombre y las saca [o, conduce] fuera.” (Juan 10:3) Jesús conocía a todas sus ovejas de nombre. ¿Conoce usted a cada miembro de su congregación de nombre? ¿Les habla usted a ellos? ¿Está usted ansioso de que le presenten ovejas nuevas y de relacionarse con ellas cuando vienen al Salón del Reino? Jesús lo estuvo. Ame a los extranjeros. Relaciónese con las ovejas de Jehová asociándose con ellas en el trabajo de servicio del campo y en las reuniones de congregación de Dios.
2. ¿Cómo están siendo alimentadas las ovejas? Aun así, ¿qué tienen que hacer los pastores?
2 Las ovejas necesitan ser alimentadas, no sólo conducidas. ¿Cómo están siendo alimentadas? “El esclavo fiel y discreto, a quien su amo asignó sobre sus domésticos para darles el alimento al debido tiempo” ciertamente está haciendo abundante provisión. El cuerpo gobernante de la organización visible de Jehová provee bastante alimento bueno para todas las ovejas, incluyendo a los superintendentes. ¿Están ustedes los pastores animando a las ovejas a que coman este alimento, conduciéndolas a él conforme viene de la organización de Jehová? ¿Cuánto tiempo emplea usted en traerlas a las reuniones si faltan frecuentemente? ¿Ayuda usted a las ovejas débiles a llegar donde está el alimento? ¿Cuán a menudo las lleva usted en el servicio del campo o las invita a que lo acompañen a usted? ¿Cuánto tiempo emplea usted con las ovejas enfermas o haciendo arreglos para que otros las visiten? El hacer la voluntad divina en todo respecto es buen alimento. Jesús lo expresó así: “Mi alimento es hacer la voluntad de aquel que me envió y terminar su obra.”—Juan 4:34.
3, 4. (a) ¿Qué importancia atribuyó Jesús al alimento espiritual? (b) ¿A qué comparó el apóstol Pedro la Palabra de Dios?
3 Las cosas materiales del mundo no son las cosas más importantes. Estas podrían matar de hambre espiritual a una persona. Es el alimento espiritual, la Palabra de Dios, lo que mantendrá viva a una persona. “El hombre ha de vivir, no sólo de pan, sino de toda declaración que procede de la boca de Jehová.” (Mat. 4:4) El conocer y entender la voluntad divina y el hacerla realmente es el único alimento apropiado. Todo el que pastorea las ovejas necesita alimentarse de la Palabra de Dios.
4 Jesús dió énfasis al hecho de que, al hallar ovejas, las “hagan discípulos . . . , enseñándoles que observen todas las cosas que yo les he mandado.” (Mat. 28:19, 20) Un discípulo es aprendiz, y el que está saliendo de la obscuridad tiene mucho que aprender. El aprender, o el ser bien alimentado, es difícil de lograrse en medio de maldad moral, o en medio de hermanos que abrigan envidia o contienda. Por eso Pedro escribió: “Por consiguiente, repudien toda maldad moral y toda apariencia engañosa e hipocresía y envidias y toda clase de difamación solapada, y, como niñitos recién nacidos, desarrollen el deseo vehemente por la leche no adulterada que pertenece a la palabra, para que mediante ella ustedes puedan crecer a la salvación, si es que han probado que el Señor es bondadoso.” (1 Ped. 2:1-3) Los superintendentes saben que “el Señor es bondadoso”; de modo que deben tener el deseo de ver que las ovejas ‘crezcan a la salvación’ por medio de obtener la “leche no adulterada que pertenece a la palabra.” Muestre a las ovejas cuán bueno es que coman este alimento. Se requiere tiempo, sí, pero todas las ovejas, novicias y maduras, tienen hambre y sed de justicia. Todas tienen que continuar comiendo o se morirán de hambre. Ayúdelas como deben hacerlo los pastores, encargándose de que las ovejas consigan satisfacer su hambre y sed. “Felices son los que tienen hambre y sed de justicia, puesto que serán saciados.” (Mat. 5:6) ¿Está usted como subpastor cuidando bien sus responsabilidades?
LA NECESIDAD DE ALIMENTO Y BEBIDA
5, 6. ¿Hay una abundancia de alimento y bebida espirituales disponible ahora, y por eso deben ser parsimoniosos los superintendentes?
5 No someta las ovejas a una dieta de hambre. Los superintendentes que alimentan las ovejas con la verdad de la Palabra de Dios jamás tendrán que preocuparse acerca de las ovejas. Ellas seguirán creciendo a la madurez, porque “cualquiera que beba del agua que yo le daré de ninguna manera tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré llegará a ser en él una fuente, de agua burbujeando para impartir vida eterna.” (Juan 4:14) Mantenga burbujeando esa agua. Mantenga a las ovejas bebiendo esta agua que imparte vida eterna. Jehová provee buen fruto, también, cada mes en “árboles de vida, produciendo doce cosechas de fruto, dando sus frutos cada mes.” (Apo. 22:2) El superintendente que tiene el espíritu apropiado se encargará de que a las ovejas de Dios se les ayude a obtener todo lo que necesitan a fin de que sirvan a Jehová Dios por la eternidad.
6 Todos los que están en la sociedad del nuevo mundo, ministros y pastores de congregación, ‘Sigan diciendo: “¡Vengan!”’ “Y cualquiera que oye diga: ‘¡Vengan!’ Y cualquiera que tenga sed venga; que cualquiera que desee tome del agua de la vida gratis.” (Apo. 22:17) Seguramente los superintendentes no pueden ser parsimoniosos con tal abundancia. Ellos, junto con las ovejas de Dios, han recibido gratis y quieren dar gratis. Conocen la verdad del sabio que dice: “Pon atención a mis palabras. . . . son vida a los que [las] hallan y salud a toda su carne.” (Pro. 4:20, 22) ¡Piense en eso! El dar a las otras ovejas el alimento apropiado y la bebida apropiada, que es la verdad de la Palabra de Dios, significa vida para ellas. Significa salud a su carne. ¡Pastores, cuiden las ovejas para que nunca vayan a tener hambre ni sed!
7. ¿Qué consejo que se dió en la Ley de Moisés puede aplicarse hoy entre las ovejas de Dios?
7 A las buenas ovejas se les tiene que hacer conscientes de sus necesidades espirituales. Los pastores pueden ayudarlas en este respecto. Los corderitos que uno cuida en un rebaño son exactamente como niñitos que quieren y necesitan a sus padres. Los corderitos tienen que estar queriendo a Jehová Dios su Padre y a la organización visible de Jehová semejante a una madre. Llegarán a conocer mejor a los dos a medida que escuchen la Palabra de Dios, como está escrito: “Estas palabras que te estoy mandando hoy deben resultar estar en tu corazón, y debes inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.” (Deu. 6:6, 7) ¿Estamos haciendo esto para todos los bebés que entran en la organización de Jehová? Si a estos nuevos se les enseña correctamente la Palabra de Dios, jamás se desviarán, sino que se quedarán despiertos, permanecerán felices y contentos en su recién hallado servicio ministerial de Jehová.
PROVEYENDO PROTECCIÓN
8. ¿Qué significa pastorear, y por qué en este tiempo del fin siempre tiene que estar vigilante en la obra de pastorear el pastor?
8 El pastorear significa “vigilar cuidadosamente,” es decir, cuidar, guardar y proteger las ovejas. Tiene que mostrarse verdadera integridad de parte de un pastor para hacer eso. Tiene que ser una persona que atienda a cada una de las ovejas bajo su cuidado, protegiéndolas de todo peligro. David asumió la responsabilidad de ser pastor, y de él está escrito: “Se puso a pastorearlos según la integridad de su corazón.” (Sal. 78:72) Jesús dijo a Pedro para provecho de todos sus discípulos: “Pastorea mis ovejitas.” (Juan 21:16) Pedro dijo más tarde a los superintendentes: “Pastoreen la grey de Dios bajo su custodia.” (1 Ped. 5:2) Pablo fué muy preciso también cuando dijo: “Presten atención a ustedes mismos [los superintendentes] y a todo el rebaño, entre quienes el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear a la congregación de Dios.” (Hech. 20:28) Por lo tanto, no hay duda acerca de que algunos hombres son pastores, que tienen la responsabilidad de vigilar cuidadosamente a las ovejas, atendiéndolas y protegiéndolas. Para el pastor no sólo se trata de conducirlas y alimentarlas, sino también de protegerlas. ¡Hay tantas cosas contra las cuales el pastor tiene que proteger a sus ovejas! Escuche al pastor Judas: “Hallé necesario escribirles para exhortarles a que luchen vigorosamente por la fe que una vez para todo tiempo fué entregada a los santos. Mi razón es que ciertos hombres se han introducido disimuladamente que hace mucho fueron designados por las Escrituras al juicio descrito más abajo, hombres impíos, que convierten la bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para la conducta relajada y que resultan falsos a nuestro único Dueño y Señor, Jesucristo.”—Jud. 3, 4.
9. ¿Qué puede sucederle al superintendente que se hace orgulloso y arrogante, y por qué deben evitarse tales superintendentes?
9 Los superintendentes tienen que estar alerta para que tales hombres impíos no se introduzcan disimuladamente en la organización. ¡A veces aun un superintendente se hace arrogante y orgulloso y cree que puede salirse con tal cosa como aquella de la que escribió Judas! Estando en el puesto ensalzado de pastor, en vez de proteger a las ovejas se aprovecha de ellas y va al grado de destruirlas con su conducta inmoral. Sin importar qué puesto ocupe un superintendente en la congregación de Dios, sea el de siervo de sucursal, siervo de distrito, siervo de circuito, siervo de congregación o siervo ministerial, que no piense por un solo instante que puede aprovecharse de su puesto para obrar inmoralmente. Por tal conducta secreta Dios ya lo ha designado al juicio y su juicio es destrucción. Si una persona de esa clase, sin importar quién sea, se introduce disimuladamente en la congregación, encárguense de que sea expulsada y no tengan asociación con ella. Las ovejas de Dios no quieren a tal persona en la congregación, porque quieren una organización pura que traiga gloria y honra a Jehová Dios. Ponen atención a las palabras de Pablo: “Dejen de mezclarse en la compañía de cualquiera que se llame hermano y que sea fornicador o persona codiciosa o idólatra o injuriador o borracho.”—1 Cor. 5:11.
10, 11. (a) ¿A qué tarea desagradable se enfrenta a veces el superintendente? Sin embargo, ¿por qué no puede pasar por alto la dificultad? (b) ¿Dónde hace la situación de las ovejas de Dios adecuadas las palabras registradas en Mateo 10:16, 17?
10 Cuando los superintendentes están cuidando los intereses de las ovejas les dan toda la protección necesaria. No es agradable el mezclarse en alguna dificultad o hallarla o tener que esforzarse por hallarla cuando se sabe que está allí. Pero si el pastor no persiste hasta descubrirla y la desarraiga cuando existe en el rebaño, puede perder todo su rebaño. “Feliz es aquel que permanece despierto y guarda sus prendas de vestir exteriores.” (Apo. 16:15) Hasta pudiera perder su propia vida a causa de ser un pastor negligente que no se mantuvo alerta.
11 ¿Dónde están las ovejas de Dios? Aquí mismo en este viejo mundo. Todavía no están en el nuevo mundo, pero sí están en la sociedad del nuevo mundo. Sin embargo, esto todavía no es el nuevo mundo de justicia. Jesús dijo que él estaba en este viejo mundo malo, pero ciertamente él no era parte de éste. Los testigos de Jehová se encuentran en la misma situación, en el viejo mundo como ministros, pero sin ser parte de él. Por eso Jesús dijo: “¡Miren! los estoy enviando a ustedes como a ovejas en medio de lobos; por lo tanto manifiéstense cautos como serpientes y sin embargo inocentes como palomas. Cuídense de los hombres.”—Mat. 10:16, 17.
CUIDEN LAS OVEJAS ENFERMAS
12. ¿Qué hará el pastor bien despierto acerca de las ovejas enfermas, y por qué es necesario esto?
12 Los superintendentes no están obligados a aguardar hasta que se efectúe una transgresión premeditada antes de que se le hable a una persona o se le traiga ante el comité de congregación y se le ponga a prueba o antes de que se expulse a una persona. Si el superintendente es un pastor bien despierto reconocerá a las ovejas enfermas, y tratará de darles el cuidado tierno o aplicarles las medidas correctivas que necesiten para que recuperen la buena salud mental, moral y espiritual antes de que se enfermen tanto que nada las ayude y sólo sean dignas de la muerte. Santiago escribió: “¿Hay alguien enfermo entre ustedes? Que llame a los hombres de mayor edad de la congregación a él, y que éstos oren sobre él, frotándolo con aceite en el nombre de Jehová. Y la oración de fe sanará al indispuesto, y Jehová lo levantará. También si ha cometido pecados, se le perdonará.” (Sant. 5:14, 15) A veces estas ovejas enfermas no tienen juicio suficientemente bueno para pedir que los hombres de mayor edad, los pastores de la congregación, vengan y oren sobre ellos. ¿Qué tiene que hacer entonces el superintendente?
13. (a) Nombre algunas causas de enfermedad entre las ovejas de Dios. (b) ¿Por qué es tan vital el amor fraternal?
13 El pastor debe ir a ese enfermo. El buen pastor conocerá quiénes faltan en la congregación. Entonces, en vez de esperar hasta que la oveja llame al pastor, ¿no sería mejor que el pastor visitara a la oveja? El gesto bondadoso que el pastor puede hacer es visitar a la persona enferma. Quizás le faltó alimento espiritual. Quizás se encuentre en alguna dificultad y necesita consejo, o quizás alguien la ofendió. Sea lo que sea, necesita que el pastor la ayude. Considere el gozo que el superintendente tendrá si ayuda a una de estas ovejas enfermas a permanecer en la organización y a recuperar la salud bajo la dirección del pastor a causa de su amor. Juan escribió: “No se maravillen, hermanos, porque el mundo los aborrece. Sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos.” (1 Juan 3:13, 14) Juan sabía lo que significaba el amor verdadero. Jesús lo mostró en la vida y por la muerte. ¡Los hermanos que están en la organización de Jehová también pueden mostrar amor de esta misma clase de tantas maneras! Al permanecer unidos contra la persecución, sí, pero aún más entre ellos mismos por su amor inagotable de unos a otros en dificultades de toda clase. A veces este amor que se le muestra a otro no se recibe con aprecio, pero de todos modos tiene que expresarlo el que lo da.
14, 15. (a) ¿Qué consejo de Pablo es adecuado que sigan los superintendentes? (b) ¿A cuántas de las ovejas asignadas a él tiene que cuidar el pastor?
14 Por lo tanto el pastor tiene que ayudar a la congregación a obrar como dijo el apóstol. “Quítense de ustedes toda amargura maliciosa e ira y cólera y gritería y habla injuriosa junto con todo lo perjudicial,” dijo Pablo a la congregación efesia. “Háganse bondadosos los unos con los otros, tiernamente compasivos, libremente perdonándose unos a otros así como también Dios mediante Cristo libremente los perdonó a ustedes.” (Efe. 4:31, 32) Superintendentes, recuerden que ustedes son los escogidos de Dios para cuidar a todas las ovejas, no sólo a las saludables, no sólo a las que salen con ustedes en el servicio, no sólo a las que vienen a las reuniones, sino a todas las que se han dedicado a hacer la voluntad de Jehová. Por espíritu santo ustedes han sido nombrados para pastorear el rebaño de Dios.
15 Ustedes saben que Jehová Dios hace que llueva sobre los justos y los injustos del mismo modo. El sol brilla sobre los inicuos así como sobre los buenos. Jehová siempre está del lado que da. Él continuamente da y da de su bondad inmerecida. Cristo Jesús entregó su vida voluntariamente para los justos y los injustos. Por eso, entonces, superintendentes, pastores de las ovejas, ¿a qué grado se esforzarán ustedes por conducir, alimentar y pastorear a las ovejas? Jesús lo dijo tan sencillamente: “Estas cosas les mando, que se amen los unos a los otros.”—Juan 15:17.
16. Dado que el Gran Pastor cuida a todas las ovejas, ¿qué pueden decir ellos según lo expresó David?
16 El Gran Pastor en el cielo está cuidando a sus ovejas en la tierra, sean de la manada pequeña o de las otras ovejas. Los superintendentes nombrados en la tierra deben estar haciendo lo luismo con diligencia verdadera y bajo toda circunstancia, porque Dios está con ellos, también, en sus responsabilidades más pesadas. Ellos, como todo el resto de las ovejas, dicen: “Jehová es mi Pastor. Nada me faltará. Aunque ande en el valle de sombra intensa, nada malo temo, porque estás conmigo; tu vara y tu cayado son las cosas que me consuelan. Tú arreglas ante mí una mesa en frente de los que me muestran hostilidad. Con aceite me has untado la cabeza; mi copa está bien llena. Seguramente la benignidad y la bondad amorosa mismas me seguirán todos los días de mi vida, y moraré en la casa de Jehová hasta la plenitud de días.”—Sal. 23:1, 4-6.
LAS OVEJAS NECESITAN A LOS PASTORES
17, 18. (a) ¿Cómo puede un pastor mantener a las ovejas dentro del rebaño? (b) ¿Por qué fué Jesús tan buen pastor de ovejas, y hacen falta más pastores ahora?
17 Subpastores, imiten al Gran Pastor. ¡Las ovejas los necesitan a ustedes tanto! Esperan que ustedes las ayuden. Dios los nombró a ustedes con ese propósito. “Sigan llevando las cargas los unos de los otros, y así cumplan la ley del Cristo.” (Gál. 6:2) Dios mostró bondad a los pecadores y a los ingratos. ¿No pueden hacer lo mismo los pastores con habilidad, siempre mostrando bondad a los que están bajo su custodia? El buen pastor mantendrá a las ovejas dentro del rebaño. No puede descuidar su trabajo como pastor protector y dejar que las ovejas se salgan del rebaño. Si algunas se salen, las buscará y las pondrá de nuevo a buen recaudo.
18 Jesús edificó una organización y mantuvo a las ovejas dentro de ella. Su Padre se las dió a él, porque Jesús lo dice claramente: “Yo hago petición, no concerniente al mundo, sino concerniente a los que me has dado, porque son tuyos.” (Juan 17:9, 10) Los vigiló en todo respecto. Sabía que pertenecían a su Padre, pero él era su pastor nombrado como tal por su Padre para conducirlos a la salvación, y por eso él dijo además en su oración: “Cuando yo estaba con ellos yo los vigilaba por respeto a tu propio nombre que me has dado a mí, y los he guardado, y ninguno de ellos es destruído aparte del hijo de destrucción, de modo que la escritura se ha cumplido.” (Juan 17:12) Jesús mantuvo juntas a las ovejas por la vida de ellas. En el día de Jesús la congregación era pequeña. ¡Cómo creció el rebaño bajo pastores como Pedro, Pablo y otros! Ahora en estos últimos días la grande muchedumbre, que ningún hombre puede contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, está de pie delante del trono y delante del Cordero como congregación de Dios. (Apo. 7:9-15) Ahora se necesitan muchos más subpastores. Al terminarse el año pasado había 17,878 congregaciones. Seguramente con sesenta o setenta mil ovejas más que entran en la organización de Jehová anualmente se necesitarán muchos más pastores para asumir la responsabilidad de superintendentes. ¡Aprecien su bendito privilegio, y que muchos otros anhelen este trabajo de la clase correcta!
19, 20. Dado que se necesitarán más pastores, ¿qué preguntas surgen, y qué tienen que continuar reconociendo todas las ovejas?
19 Sí, se necesitarán más siervos de distrito, más siervos de circuito, más siervos de congregación y más siervos ministeriales. A medida que crezca esta grande muchedumbre, más pastores serán nombrados para cuidar el rebaño de Dios. Más personas tendrán que asumir el pastorear. ¿Será usted una de éstas? Cuando le llegue a usted esa oportunidad de cuidar su parte asignada del gran rebaño de Dios, ¿asumirá usted esa responsabilidad voluntariamente, con anhelo, y será buen ejemplo para el rebaño?
20 A medida que se nombren nuevos pastores a estos puestos de responsabilidad, las más de 800,000 ovejas tienen que continuar reconociendo a la organización que Jehová Dios por medio de su Hijo, Cristo Jesús, ha establecido para protección de ellas. Las ovejas acuden al pastor para que las conduzca a praderas verdes.
21. ¿Cómo deben considerar a los superintendentes los que están en la congregación?
21 Asimismo los miembros de la congregación tienen que respetar a los que son nombrados como superintendentes, sin importar quiénes sean éstos individualmente. El subpastor Pablo dijo: “Sean obedientes a aquellos que los están gobernando y sean sumisos, porque ellos están vigilando por sus almas como los que han de dar cuenta, para que hagan esto con gozo y no con suspiros, por cuanto esto sería perjudicial para ustedes.”—Heb. 13:17.
22. ¿Qué deben pedir en oración los superintendentes?
22 Superintendentes, por su parte oren continuamente a Jehová su Dios para que les abra corazón y mente al entendimiento de la voluntad divina. “Rechaza las averiguaciones necias y dadas a la especulación, sabiendo que engendran peleas. Mas el esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser prudente para con todos, capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo malo, instruyendo con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos, pues quizás Dios les conceda arrepentimiento que lleve a un conocimiento acertado de la verdad, y ellos puedan volver a sus sentidos propios fuera del lazo del Diablo, siendo que han sido atrapados vivos por él para la voluntad de ése.”—2 Tim. 2:23-26.
23. ¿Cómo se cuida a sí mismo el pastor, y en el amor de quién mantiene a las ovejas?
23 El buen pastor no sólo cuida a las ovejas, sino que él mismo se cuida también. El pastor come. Necesita agua refrescante. Obtiene su descanso. El pastor hábil se mantiene saludable espiritual, física y moralmente, para que pueda ser un líder y guía verdadero para todas las ovejas que se le han asignado a él en la congregación. Él aprecia el consejo de Judas a las ovejas y al pastor igualmente: “Mas ustedes, amados, edificándose sobre su santísima fe, y orando con espíritu santo, manténganse en el amor de Dios, mientras esperan la misericordia de nuestro Señor Jesucristo con vida eterna en mira.” (Jud. 20, 21) Pastores, cuiden las ovejas de Dios y manténgase ustedes mismos en el amor de Dios y activos en la organización de Jehová que va extendiéndose. Con el pastoreo hábil vienen el gozo y la alegría y un amor que supera todo entendimiento. Es amor como el que tuvo Jesús el Pastor Propio. Él dijo: “Nadie tiene amor más grande que éste, que alguien entregue su alma a favor de sus amigos.” (Juan 15:13) Es el amor de esta clase el que salvaguarda lealmente a las ovejas de Dios y el que pastorea al rebaño hasta que éste consigue la vida eterna en el justo nuevo mundo de Dios.
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Cuando no subió el NiloLa Atalaya 1959 | 15 de noviembre
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Cuando no subió el Nilo
En su libro Modern Discovery and the Bible, A. Rendle Short informa: “Las hambres en Egipto rara vez duran largo tiempo. Como sabe todo el mundo, la agricultura en ese país depende enteramente de la inundación del Nilo. Se ha hecho un hallazgo sumamente interesante, en la isla Elefantina, de una tablilla para conmemorar el hecho de que por siete años sucesivos el Nilo no subió. No se puede averiguar con certeza la fecha de esta tablilla, pero Brugsch ha descubierto y publicado una inscripción que según nuestro parecer coincide con el tiempo de José.”
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“Desnutrición espiritual”La Atalaya 1959 | 15 de noviembre
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“Desnutrición espiritual”
El clérigo y escritor religioso Roy L. Smith, de los EE. UU., ha escrito lo siguiente acerca del alimento espiritual que dispensan las iglesias de la cristiandad: “Un pueblo que está dispuesto a vender principios por ganancias, trocar carácter por placeres, o sacrificar hombres por dividendos debe esperar como consecuencia ineludible la desagregación. La causa de este derrumbe es la desnutrición espiritual. Nos hemos estado alimentando con mucho alimento, pero no ha producido fuerza para la crisis. Hace más de una generación que el Dr. Esteban M. Babcock, de la Universidad de Wisconsin, descubrió la asombrosa verdad de que el ganado puede estar comiendo prodigiosas cantidades de pasto y a la vez estar muriéndose de hambre. Extensa investigación reveló el hecho de que el alimento dador de vida contiene un elemento extraño que se llama vitaminas, que suministran la vitalidad que se precisa para sustentar la vida, y que el valor de todo alimento depende de su contenido de vitaminas. El derrumbe espiritual de estos últimos días es evidencia de que nos hemos estado alimentando con alimentos que carecen de vitaminas espirituales. . . . Se nos ha alimentado en abundancia pero no se nos ha alimentado bien.”—Treasury of the Christian Faith, página 267.
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