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    La Atalaya 1958 | 15 de junio
    • Superintendentes en tiempos apocalípticos

      “La revelación por Jesucristo, que Dios le dio.”—Apo. 1:1.

      1. ¿De qué manera estamos viviendo en tiempos apocalípticos?

      NOS hallamos en tiempos apocalípticos. Es decir, vivimos en tiempos y en circunstancias que fueron representados para nosotros de antemano en el último de los sesenta y seis libros de La Santa Biblia llamado El Apocalipsis o La Revelación.

      2. Según este libro apocalíptico, ¿para qué felicidad es tiempo ahora?

      2 La apertura de este libro apocalíptico dice: “La revelación por Jesucristo, que Dios le dió, para manifestar a sus esclavos las cosas que tienen que efectuarse dentro de poco. Y envió su ángel y la presentó en señales por medio de él a su esclavo Juan, quien dió testimonio de la palabra que Dios dió y del testimonio que Jesucristo dió aun de todas las cosas que vió. Feliz es el que lee en voz alta y los que oyen las palabras de esta profecía, y que observan las cosas escritas en ella; porque el tiempo señalado está cerca.” (Apo. 1:13) ¿Hay quien quiera ser feliz en estos tiempos apocalípticos? Entonces que lea para sí mismo o lea en voz alta a otras personas las palabras de esta profecía. O, si él mismo no la lee, que escuche la lectura y luego de manera inteligente observe las cosas escritas en este libro profético. Ahora es el tiempo para esta felicidad.

      3. ¿Quién fué el Juan mencionado aquí, y a quiénes había de escribir?

      3 El Juan mencionado aquí era un siervo o esclavo de Jesucristo. Él no hace gala del hecho de que era un esclavo cristiano que ocupaba el puesto de uno de los “doce apóstoles del Cordero.” (Apo. 21:14) Como esclavo recibió instrucciones de escribir a ciertas congregaciones que estaban en lo que ahora es la Turquía asiática. De modo que él mismo se presenta así: “Juan a las siete congregaciones que están en la provincia de Asia.”—Apo. 1:4.

      4. ¿Dónde estaba Juan entonces, y a quiénes había de escribir especialmente?

      4 En aquel entonces Juan se hallaba en la isla prisión de Patmos, sufriendo a manos del gobierno romano de César a causa de ser un cristiano fiel. (Apo. 1:9) La isla de Patmos se hallaba a unos doscientos cuarenta kilómetros del puerto de Éfeso, y por consiguiente no lejos de las otras seis ciudades donde había congregaciones a las cuales se le dijo a Juan que escribiese. En ese tiempo es muy posible que Timoteo el hijo de Eunice haya sido un superintendente entrado en años en la congregación de Éfeso. Se le dijo a Juan que escribiera especialmente a los superintendentes.

      5. ¿Con qué apóstol estuvo asociado Timoteo, y con cuáles superintendentes tuvo este apóstol una reunión especial de despedida?

      5 En los días de su juventud Timoteo fué un compañero allegado del apóstol Pablo. Pablo asoció a Timoteo consigo en varias cartas suyas escritas a diferentes congregaciones, por ejemplo, en una carta escrita a la congregación de Filipos, Grecia: “Pablo y Timoteo, esclavos de Cristo Jesús, a todos los santos en unión con Cristo Jesús que se encuentran en Filipos, junto con los superintendentes y los siervos ministeriales.” (Fili. 1:1) De modo que esos superintendentes y siervos ministeriales de la congregación conocían a Timoteo. En la última travesía de Pablo a Jerusalén en el Medio Oriente su barco se detuvo en el puerto de Mileto, cerca de Éfeso. Desde allí Pablo llamó a los superintendentes de Éfeso, no incluyendo entonces a Timoteo. Vinieron ellos, todos ellos hombres de mayor edad de la congregación de Éfeso. Pablo les pronunció un solemne discurso de despedida, exactamente como lo haría quien era superintendente de ellos. Pablo dijo a estos superintendentes:

      6. Según Hechos 20:17-28, ¿qué dijo a aquellos superintendentes?

      6 “Yo no me retraje de decirles cosa alguna que fuera de provecho ni de enseñarles públicamente y de casa en casa. Pues yo testifiqué cabalmente tanto a judíos como a griegos acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús. Y ahora, . . . sé que todos ustedes entre quienes anduve predicando el reino [de Dios] no me verán más la cara. Por eso los llamo para que sean testigos este mismo día de que yo estoy limpio de la sangre de todos los hombres, porque no me he retraído de decirles a ustedes todo el consejo de Dios. Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre quienes el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para apacentar a la congregación de Dios, que él compró con la sangre del [Hijo] suyo.”—Hech. 20:17-28; Diaglott; Ro; Schonfield.

      7. ¿Cuánto tiempo había predicado Pablo en Éfeso, y no obstante quién dijo él que había nombrado a los superintendentes de aquel lugar?

      7 Por más de dos años Pablo había predicado el reino de Dios públicamente y de casa en casa en Éfeso y había edificado la congregación cristiana allí. Sin embargo, Pablo no dijo a los superintendentes de ella que él los había constituído superintendentes o que él los había colocado en este puesto de superintendencia o supervisión de los asuntos de la congregación. Pablo negó que tuviese el poder de colocarlos sobre el rebaño de las ovejas cristianas. Dijo que el espíritu santo de Dios los había hecho superintendentes para que apacentaran a la congregación o rebaño de Dios. ¿Cómo fué eso?

      8. ¿Qué es este espíritu santo, y qué dijo Pedro acerca de este espíritu en el día del Pentecostés?

      8 Esto no quiso decir que el espíritu santo de Dios es una persona espiritual, la tercera persona de una llamada Santa Trinidad compuesta del Padre, El Hijo y El Espíritu Santo, tres personas en un solo Dios y las tres iguales en poder y gloria. ¡Nada de tal desatino! La Biblia claramente muestra e ilustra que el espíritu santo es una fuerza activa invisible. Proviene de Dios y obra directamente sobre su Hijo Jesucristo. Luego por medio de su Hijo celestial obra sobre otras personas o cosas con el fin de realizar la voluntad y propósitos de Dios. Por ejemplo, en el día festivo del Pentecostés, cincuenta días después que Jesús fué resucitado de entre los muertos y diez días después de regresar al cielo, el espíritu santo fué derramado sobre la congregación cristiana en Jerusalén. El apóstol Pedro explicó el milagro que sucedió diciendo a la muchedumbre de judíos sorprendidos: “A este Jesús Dios resucitó, del cual hecho todos nosotros somos testigos. Por eso, debido a que fué exaltado a la diestra de Dios y recibió del Padre el espíritu santo prometido, él ha derramado esto que ustedes ven y oyen.” El rey David no había ascendido al cielo para derramar ese espíritu, pero Jesús; descendiente y Señor de David, sí había ascendido al cielo. (Hech. 2:32-36) Por eso, entonces, al hacer a los hombres de mayor edad de Éfeso superintendentes el espíritu santo no era una persona espiritual que actuaba por su propia cuenta como igual a Dios y a su Hijo Jesús.

      9. ¿Qué clase de fuerza es el espíritu santo, y de qué fuente sale, y por medio de quién, y con qué resultados?

      9 Si el espíritu santo no es una persona celestial, sino simplemente la fuerza activa invisible procedente de Dios por medio de Jesucristo, ¿cómo nombró a esos hombres de mayor edad de Éfeso superintendentes del rebaño de Dios? El espíritu santo no es una fuerza desenfrenada que funcione a ciegas. Es una fuerza dirigida. Para nombrar a los superintendentes efesios fué enviada desde Jehová Dios como fuente suya. El primer agente o intermediario por medio del cual funcionó desde el cielo fué el Señor Jesús que está a la diestra de Dios. En el día del Pentecostés su funcionamiento fué acompañado de un “ruido exactamente igual al de una brisa impetuosa y fuerte” y de “lenguas como si fueran de fuego” visibles que se asentaron en la cabeza de cada uno de los 120 discípulos cristianos a quienes vino, para llenarlos y hacerlos hablar en idiomas que jamás habían aprendido. (Hech. 2:1-16) Igual que el viento u ondas de radio, la fuerza activa de Dios era invisible, pero lo que produjo se pudo ver y oír.

      10. Por medio del funcionamiento del espíritu en el Pentecostés, ¿qué fueron constituídos los apóstoles, y cómo llegó a ser Saulo de Tarso un apóstol con ellos?

      10 Al llenar a Pedro y a los otros apóstoles de Jesucristo y al hacerlos enseñar las cosas fundamentales de la creencia cristiana el espíritu santo estaba, en realidad, haciendo a esos apóstoles “piedras de fundamento” de la Nueva Jerusalén y superintendentes principales de la congregación cristiana. (Apo. 21:14) Más tarde Saulo de Tarso fué convertido al cristianismo, fué bautizado y fué “lleno de espíritu santo,” y llegó a ser el apóstol Pablo para reemplazar al infiel Judas Iscariote. Como está escrito, en el Salmo 109:8, concerniente a este infiel superintendente apostólico: “Que otro hombre tome su puesto de superintendente.” (Hech. 1:20; 9:17, 18) Muy apropiadamente, el duodécimo apóstol del Cordero al referirse a sí mismo escribió: “Pablo, apóstol, no de parte de hombres ni por medio de un hombre, sino por medio de Jesucristo y Dios el Padre, quien lo levantó de entre los muertos.”—Gál. 1:1.

      INTERMEDIARIOS HUMANOS

      11. ¿Hubo un intermediario humano para el espíritu en su actividad conectada con los apóstoles y Cornelio, y qué hay de otros superintendentes?

      11 En el día del Pentecostés y también en la conversión del centurión italiano Cornelio más de tres años después no hubo ningún hombre como intermediario para la actividad del espíritu santo. El Señor Jesús en el cielo lo derramó directamente sobre sus apóstoles y sobre Cornelio y sus compañeros que creyeron. Pero en el caso de otros superintendentes se han usado intermediarios humanos para la actividad del espíritu santo.

      12. ¿Por qué medios fueron enviados Pablo y Bernabé como misioneros desde Antioquía, y cómo?

      12 Observe la acción del espíritu santo de Dios al tiempo de enviar a Pablo y Bernabé como misioneros desde Antioquía en Siria. Pablo y Bernabé se contaban entre cinco profetas y maestros de la congregación de ese lugar. Entonces por algún medio no descrito se hizo que el espíritu santo transmitiera sonido, habla humana, exactamente igual a como actúan las ondas de radio en un aparato receptor de radio. “Mientras estaban ministrando públicamente a Jehová y ayunando, el espíritu santo dijo: ‘De todas las personas apártenme a Bernabé y Saulo para la obra a que los he llamado.’ Entonces ayunaron y oraron y les impusieron las manos y los dejaron ir.” Dado que los hombres representativos de la congregación de Antioquía les impusieron las manos a esos dos, ¿se dice necesariamente que fueron hechos misioneros por los hombres que les impusieron las manos? No; la acción de esos hombres sólo fué incidental y para mostrar que obraban por el espíritu de Dios al apartar a los dos misioneros. Se destaca el hecho de que fueron hechos misioneros por el espíritu santo, pues la Biblia, al seguir el relato, dice de los dos misioneros: “De consiguiente estos hombres, enviados por el espíritu santo [no por hombres de Antioquía], descendieron a Seleucia, y desde allí navegaron hasta Chipre. Y cuando llegaron a estar en Salamina comenzaron a publicar la palabra de Dios.”—Hech. 13:15.

      13. ¿Cómo se hizo el nombramiento de superintendentes en Antioquía en Pisidia, y cómo fué hecho Timoteo superintendente con facultad de hacer nombramientos?

      13 En ese viaje misional Pablo y Bernabé comenzaron varias congregaciones cristianas. Hombres de mayor edad espiritualmente fueron hechos superintendentes de dichas congregaciones. ¿Cómo? Mediante el espíritu santo, pero por medio de Pablo y Bernabé como intermediarios. En prueba de esto leemos acerca de su acción en Antioquía en Pisidia: “Además, ellos les nombraron hombres de mayor edad para los puestos en la congregación y, ofreciendo oraciones con ayuno, los encomendaron a Jehová de quien se habían hecho creyentes.” (Hech. 14:23) Después Timoteo llegó a ser un compañero de viaje y colaborador del apóstol Pablo. Después de desarrollarse plenamente de manera espiritual, Timoteo fué hecho superintendente con facultad de actuar para nombrar a otros hombres maduros como superintendentes y siervos ministeriales en la congregación de Éfeso y en otras partes. Pero, ¿qué condujo a que Timoteo llegara a ser tal superintendente, sobrestante o veedor especial? La acción del espíritu de Dios por medio de Pablo. En sus dos cartas a Timoteo Pablo lo describe de este modo: “No descuides el don que está en ti el cual te fué dado por medio de una predicción [la cual predicción sería por el espíritu] y cuando el grupo de hombres de mayor edad te impuso las manos.” (1 Tim. 4:14) Se ve que Pablo mismo se destacaba entre esos hombres de mayor edad, pues él escribió además a Timoteo: “Te recuerdo que agites como un fuego el don de Dios que por la imposición de mis manos está en ti. Porque Dios no nos dió un espíritu de cobardía, sino de poder y de amor y de mente sana.” (2 Tim. 1:6, 7) El espíritu de Dios fué necesario para todas estas acciones.

      14. Después de la junta especial en Jerusalén, ¿a hacer qué fueron enviados desde allí Pablo y Bernabé, y cómo se efectuó su nombramiento?

      14 En un tiempo crítico Pablo y Bernabé fueron escogidos por una conferencia especial de la junta administrativa de los cristianos en Jerusalén para leer una carta especial de instrucciones a las congregaciones de Antioquía, de Siria y de Cilicia, para notificarles que la circuncisión no era parte del cristianismo. Como buenos mensajeros y superintendentes generales, Pablo y Bernabé leyeron esta carta de organización a las congregaciones. Esos mensajeros nombrados tomaron su asignación de servicio en serio, sabiendo que habían sido nombrados no simplemente por los hombres de la junta administrativa cristiana en Jerusalén, sino por el espíritu santo. Tenían que considerar el asunto desde este punto de vista porque aun en la carta que leyeron a las congregaciones la junta administrativa escribió estas palabras dignas de atención: “Al espíritu santo y a nosotros nos pareció bien no agregarles ninguna otra carga, salvo estas cosas necesarias.”

      15. ¿Qué efecto tuvo en las congregaciones cristianas tal ejercicio de superintendencia de ellas por la junta administrativa en Jerusalén?

      15 De esta manera la junta administrativa compuesta de hombres le daba más importancia al espíritu santo que a ella misma. Lo mismo fué cierto, también, en su nombramiento de Pablo y Bernabé. ¿Qué efecto tuvo en las congregaciones este ejercicio de superintendencia por la junta administrativa que se hallaba en Jerusalén? El registro nos dice de esto en conexión con Pablo y su nuevo compañero Silas: “Y según viajaban por las ciudades entregaban a los que estaban allí para observancia los decretos sobre los cuales habían hecho decisión los apóstoles y hombres de mayor edad que estaban en Jerusalén. Por lo tanto, verdaderamente, las congregaciones continuaban siendo hechas firmes en la fe y aumentando en número de día en día.” (Hech. 15:28; 16:4, 5) Las congregaciones ya no estaban vacilantes en cuanto al asunto.

      16. Aunque se han usado mediadores humanos para hacer nombramientos, ¿qué tiene que ser cierto del grupo de hombres o de la persona que se use para hacer el nombramiento?

      16 Por lo tanto es bíblicamente cierto que se han usado mediadores humanos para nombrar a muchos superintendentes del rebaño de Dios. Pero ante este hecho ningún grupo de hombres puede de su propia voluntad constituirse en una junta religiosa y arrogarse la facultad y autoridad de hacer superintendentes, u “obispos,” como se les llama en muchas iglesias de la cristiandad. Sin el espíritu santo de Dios no pueden hacer nada que verdaderamente cuente para con Dios o que desempeñe una parte verdadera en su organización. Como sucedió en el caso de la congregación cristiana en tiempos apostólicos, en el primer siglo, para que algún grupo de hombres sea usado para nombrar superintendentes y sus auxiliares, siervos ministeriales, los de ese grupo tienen que tener el espíritu santo en ellos, sí, tienen que estar ‘llenos de espíritu santo.’ (Hech. 9:17; Efe. 5:18) Esto fué cierto de la junta administrativa cristiana que estaba en Jerusalén en tiempos apostólicos. También fué cierto de tales personas como el apóstol Pablo y sus compañeros Timoteo y Tito, a quienes se les dieron instrucciones concernientes a hombres capacitados para ser superintendentes y auxiliares de éstos. Todos estaban llenos del espíritu y eran impulsados por él.

      ¿QUÉ HAY HOY DÍA?

      17. Dado que las manifestaciones milagrosas del espíritu pasaron con los apóstoles, ¿qué preguntas surgen en cuanto al nombramiento de superintendentes, y qué cosa prueba la respuesta?

      17 Hoy día no vivimos en tiempos apostólicos. Mucho antes de nuestro tiempo, cuando terminaron los días apostólicos hace casi mil novecientos años, pasaron los dones y manifestaciones milagrosos del espíritu santo. ¿Puede ser cierto todavía que el espíritu santo nombre superintendentes sobre las congregaciones de cristianos verdaderos hoy día? Dado que el espíritu es la fuerza activa invisible de Dios y esta fuerza es silenciosa y no se siente, ¿cómo podríamos estar seguros de que el nombramiento de los superintendentes se hace por dicho espíritu hoy día? La Santa Biblia, 1a Palabra de Dios, lo prueba.

      18. ¿En qué tiempos vivimos desde 1914, y particularmente desde 1919, y por eso qué debemos esperar que incluya la actividad del espíritu?

      18 Los hechos muestran que en el año 1914 el reino de Dios en las manos de su Cristo fué dado a luz en los cielos. Por lo tanto nos hallamos en los “tiempos de la restauración de todas las cosas de los cuales Dios habló por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hech. 3:21) Desde 1919 la organización de Dios se ha levantado para dejar que brille la luz de Su gloria en medio de las densas tinieblas de este mundo, y ha llegado el tiempo para el cumplimiento de su promesa: “Y pondré por tu magistratura la paz, y por tus gobernantes la justicia.” O, como la traducción más antigua de las Escrituras Hebreas lo vierte: “Haré pacíficos a tus jefes y justos a tus superintendentes.” (Isa. 60:1, 2, 17, Mod; LXX; Thomson; Bagster) También vivimos en el tiempo del cumplimiento final de la profecía a la que se refirió el apóstol Pedro en el día del Pentecostés, a saber: “Acontecerá después de esto, que derramaré mi Espíritu sobre toda carne; y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas: vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y las siervas, en aquellos días, derramaré mi Espíritu.” (Joel 2:28, 29, Mod; Hech. 2:16-18) Por lo tanto deberíamos esperar que la actividad del espíritu incluyera el nombrar superintendentes.

      19. ¿Por quién actúa la junta administrativa cristiana hoy día, y cómo se le ha capacitado para cumplir con las responsabilidades en estos últimos días?

      19 Como en los días de los apóstoles, el rebaño cristiano de Jehová Dios tiene sobre sí una junta administrativa visible. Actúa por y en expresión del “esclavo fiel y discreto” a quien Jesucristo ha nombrado desde que heredó su reino en los cielos en 1914. Cuando amonestó a sus apóstoles acerca de su venida para el juicio de sus seguidores en una hora desconocida al tiempo del fin de este viejo mundo, Jesús dijo: “¿Quién es verdaderamente el esclavo fiel y discreto, a quien su amo asignó sobre sus domésticos para darles el alimento al debido tiempo? Feliz es aquel esclavo si al llegar su amo le hallare haciéndolo así. De cierto les digo: Lo nombrará al cargo de todos sus bienes.” (Mat. 24:45-47) Desde 1919 este “esclavo fiel y discreto,” que es una persona compuesta y que está integrada por todos los ungidos coherederos cristianos de Jesucristo, ha estado cuidando “todos sus bienes” en la tierra. El esclavo ha estado repartiendo fielmente el alimento espiritual, bíblico, al debido tiempo, de modo que no existe hambre espiritual entre los testigos cristianos de Jehová. A fin de capacitar a esta clase del “esclavo fiel y discreto” para cumplir con sus grandes responsabilidades en estos últimos días, Dios por medio de Cristo ha derramado su espíritu sobre ella en estos últimos días, en cumplimiento cabal de la profecía de Joel.

      20. ¿De entre quiénes se sacan los miembros de la junta administrativa, y por eso qué es verdad concerniente al nombramiento de superintendentes, especialmente desde 1932?

      20 La junta administrativa de la clase del “esclavo fiel y discreto” se saca de los miembros de esta misma clase ungida, llena de espíritu. Está funcionando por el espíritu de Dios. De modo que, entonces, cuando se hace el nombramiento de superintendentes por esta junta administrativa en armonía con los requisitos registrados para los superintendentes, verdaderamente es por el espíritu que se nombran tales superintendentes, aunque es por medio de intermediarios humanos. Como lo muestra la historia moderna de los testigos de Jehová, esto es especialmente cierto desde 1932, cuando se acabó con el sistema de ancianos electivos y diáconos en sus congregaciones.

      21. Al nombrar superintendentes, ¿qué busca la junta administrativa, y de acuerdo con qué requisitos?

      21 La junta administrativa de miembros maduros de la clase del “esclavo fiel y discreto” siempre busca la dirección del espíritu santo de Dios al nombrar a hombres responsables superintendentes en las congregaciones, junto con sus auxiliares, los siervos ministeriales. No obra de acuerdo con algún favoritismo personal ni ninguna parcialidad. Las cosas que hacen a una persona digna de ser hecha superintendente o siervo ministerial se declaran en la Palabra de Dios, particularmente en el capítulo tres de la primera carta de Pablo a Timoteo y en el capítulo uno de la carta de Pablo a Tito. Todos esos requisitos de los superintendentes y siervos ministeriales fueron puestos por escrito por inspiración del espíritu santo.

      22. En vista de esto, ¿cómo se hace verdaderamente el nombramiento de superintendentes, y especialmente en vista de qué de parte del candidato que influye en el nombramiento?

      22 Ahora, cuando la junta administrativa designa superintendentes que llenan esos requisitos plenamente declarados, verdaderamente es el espíritu santo lo que conduce a nombrar a tales superintendentes; verdaderamente es el espíritu santo lo que hace superintendentes a tales personas. Este hecho se hace más patente cuando notamos que también es la plenitud de la residencia del espíritu santo en el candidato para el puesto de superintendente lo que influye en su nombramiento. El candidato tiene que mostrar que está lleno del espíritu por la manera en que él se comporta y dirige su familia (si tiene una). Tiene que demostrar que tiene espíritu santo produciendo el “fruto del espíritu,” que es “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, gobierno de uno mismo,” y empalando la carne junto con sus pasiones y deseos. Tiene que mostrar que es impulsado, impelido por el espíritu de Dios para superentender Su rebaño de ovejas. Ilustrando esto, en tiempos apostólicos Esteban fué escogido para servicio porque era un “hombre lleno de fe y espíritu santo.”—Hech. 6:5, 6.

      23. (a) ¿Por qué, entonces, puede decirse que el espíritu santo nombra superintendentes también hoy día? (b) Si a pesar de esto un superintendente resulta malo, ¿qué hay que hacer, y qué deben leer repetidamente los superintendentes?

      23 En consideración del fruto del espíritu producido por el candidato y en armonía con los requisitos escritos manifestados en las Santas Escrituras escritas por hombres que estaban bajo el funcionamiento del espíritu santo, la junta administrativa actúa, siendo ella misma impulsada por el mismo espíritu santo por el cual ora a Dios pidiendo que guíe a la junta administrativa. En todo respecto, entonces, el espíritu de Dios desempeña un papel importante en el asunto de nombrar superintendentes. De modo que hoy día así como en el día de Pablo puede decirse que el espíritu santo nombra superintendentes para que atiendan el rebaño de Dios que él compró “con la sangre de su propio Hijo.” (Hech. 20:28, Schonfield) Si con el transcurso del tiempo algún superintendente resulta malo, tenemos que recordar que aun Judas Iscariote, a quien Jesús mismo escogió para ser un superintendente apostólico, resultó malo, traicionando a su propio Superintendente, el Principal Pastor, y entregándolo a sus enemigos para que se le diera muerte. Esto requirió que Jesús, después de su muerte y resurrección y después del derramamiento del espíritu santo en el día del Pentecostés, escogiera a un hombre diferente para ‘tomar su puesto de superintendente.’ (Hech. 1:16-20; 9:10-16) De modo que hoy día otro hombre que por algún tiempo haya mostrado las cualidades deseables y los buenos puntos necesarios tiene que ser colocado en el puesto para reemplazar al superintendente que resulte malo. Por lo tanto les sería muy beneficioso a los superintendentes y a los siervos ministeriales el que repetidamente leyesen y meditasen en los requisitos de su puesto como se manifiestan en la primera carta de Pablo a Timoteo, particularmente el capítulo tres, y la carta de Pablo a Tito, particularmente el capítulo uno.

      24. Porque en toda ocasión el superintendente tiene que enfrentarse al espíritu que lo hizo superintendente, ¿qué palabras amonestadoras de Jesús debe guardar cerca de su corazón?

      24 En vista de todo lo que está envuelto en el asunto de hacer nombramientos ninguna persona nombrada debe tratar a la ligera su puesto de superintendente. En toda ocasión el superintendente tiene que enfrentarse al espíritu santo, que lo hizo lo que es. Por buena razón, entonces, debe guardar cerca de su corazón las palabras amonestadoras que Jesús dijo a sus enemigos. Con sus propios ojos los enemigos vieron el funcionamiento del espíritu santo de Dios por medio de Jesús cuando curó a un hombre poseído del demonio, ciego y mudo, de modo que el mudo habló y vió, libre de posesión demoníaca. Para contrarrestar el efecto que este milagro tendría en todos los demás observadores, los enemigos de Jesús maliciosamente dijeron que fué el espíritu del Diablo lo que había obrado por medio de Jesús para ejecutar esta curación. Jesús enérgicamente sostuvo que fué el espíritu de Dios lo que había obrado por medio de él para echar del hombre ciego y mudo el demonio que lo poseía. A su atribuir crédito al espíritu de Dios en vez de a sí mismo Jesús entonces agregó estas palabras: “Por esta causa les digo: Toda clase de pecado y blasfemia será perdonada a los hombres, pero la blasfemia contra el espíritu no será perdonada. Por ejemplo, a cualquiera que hable una palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonado; pero a cualquiera que hable contra el espíritu santo, no le será perdonado, no, ni en el presente sistema de cosas ni en el que ha de venir.”—Mat. 12:22-32.

      25. En vista de su nombramiento por el espíritu, ¿qué cosa se preocupará con ansias para no hacer el superintendente, para no cometer qué clase de pecado?

      25 Aun en el cielo el ensalzado Jesús actúa por el espíritu de Dios, esto también en el asunto de nombrar superintendentes. Viendo que el superintendente es nombrado por este espíritu, la persona nombrada se preocupará con ansias para no abusar de su superintendencia por razones egoístas. Como el apóstol Pedro dijo a sus compañeros superintendentes: “Pastoreen la grey de Dios bajo su custodia, no por fuerza, . . . tampoco por amor de ganancia deshonrosa, . . . ni como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios.” (1 Ped. 5:13) El proceder de esa manera incorrecta significaría obrar como Judas, como Balaam, como los “apóstoles falsos.” (Hech. 1:16-18, 25; 2 Ped. 2:15, 16; Judas 11; 2 Cor. 11:13-15) Es un acto de traición contra las ovejas del Pastor Propio, traición como la perpetrada por los pastores codiciosos mencionados en Ezequiel 34:1-10, 17-22. Eso sería pecar contra el espíritu que hizo superintendente al hombre. Sería una perversión del propósito del espíritu al nombrarlo. Esto sería pecado, un pecado grave. Si el superintendente persistiera en ello y lo perpetrara hasta endurecerse en esa condición de corazón y comportamiento, el pecado llegaría a ser uno perpetrado en contra del espíritu santo por una persona cuya madurez la hace más culpable y responsable. Por consiguiente llega a ser un pecado de la clase que ni es perdonable en este mundo ni es perdonable en el mundo venidero.

      26. ¿Por qué pueden ser reemplazados algunos superintendentes hoy sin que hayan pecado contra el espíritu, pero qué hay de un superintendente que persista en el pecado voluntarioso?

      26 A causa de las responsabilidades mayores que se les imponen a los superintendentes hoy día, a causa de la multiplicidad de deberes que se les imponen a ellos, y a causa de que se les pide hacer cosas mayores, un hombre a causa de edad o enfermedad u otras circunstancias puede llegar a ser incapaz de cumplir con los requisitos de la superintendencia. Por lo tanto puede ser reemplazado sin haber cometido él ningún pecado voluntarioso. O una persona más capaz puede presentarse, y en el interés de mayor crecimiento y esfuerzo más eficaz puede ser oportuno y aconsejable trasladar los deberes y obligaciones de la persona menos capaz a esta persona mejor capacitada. En tales casos no se trata de ningún pecado contra el espíritu santo, y no hay deshonra ni oprobio. ¡Pero ay de aquel que codiciosa, ambiciosa, sucia e insidiosamente peca a causa de la ventaja que tiene como superintendente! Se está colocando en seria situación en conexión con el espíritu que tuvo que ver con su nombramiento a la superintendencia. A menos que se recobre con grandes esfuerzos, no sólo perderá su puesto privilegiado, sino que se hallará en el camino a la muerte eterna. Su pecado llegará a ser de una clase imperdonable, del cual no pueda arrepentirse. Su deshonra será grande.

      27. ¿Con qué fin usará su puesto el superintendente?

      27 Con el espíritu de Jehová el superintendente debe usar su puesto para obtener la vida, para sí mismo y para el rebaño de Dios sobre el cual el espíritu santo lo ha colocado, vindicando o justificando así su nombramiento. Discernirá la sabiduría y sentirá el gozo de llevar a cabo las palabras de Pedro dirigidas a los superintendentes, en 1 Pedro 5:14. “No estén afligiendo el espíritu santo de Dios, con el cual han sido sellados,” dijo Pablo.—Efe. 4:30.

      ESTRELLAS DE LAS CONGREGACIONES

      28. (a) ¿En qué clase de tiempos vivimos, y por qué? (b) ¿Cómo fué llevado adelante Juan en visión hasta nuestro día y qué vió, oyó e hizo?

      28 Hoy día tal vez no vivamos en tiempos apostólicos, pero sí vivimos en tiempos apocalípticos, porque las visiones dadas en el libro apocalíptico, El Apocalipsis o La Revelación, están siendo cumplidas ante nuestros mismos ojos. El reino de Dios ha nacido en los cielos, las naciones se han airado y la propia ira de Dios ha venido contra ellas, y ha llegado su tiempo señalado para que los muertos sean juzgados. El “santuario del templo de Dios que está en el cielo” ha sido hecho accesible a nuestra vista espiritual y vemos en él el “arca de su pacto” o el símbolo de su presencia allí. (Apo. 11:18 a 12:5) Su Rey reinante, Jesucristo, como Mensajero de Dios o Ángel del pacto, ha venido con Jehová Dios al templo espiritual para proceso de juicio. (Mal. 3:1, Val) Vió su presencia invisible en el templo el apóstol Juan en las visiones de “la revelación por Jesucristo” que tuvo en la isla de Patmos. Desde el nacimiento del reino de Dios en los cielos en el año 1914 nos encontramos en “el día del Señor.” Lo que Juan vió lo llevó adelante en visión a nuestro propio día, de modo que escribió: “Por inspiración vine a estar en el día del Señor, y oí detrás de mí una voz fuerte como la de una trompeta, que decía: ‘Lo que veas escríbelo en un rollo y envíalo a las siete congregaciones, en Éfeso y en Esmirna y en Pérgamo y en Tiatira y en Sardis y en Filadelfia y en Laodicea.’” Cuando Juan se volvió para ver quién hablaba vió “siete candeleros de oro, y en medio de los candeleros uno como hijo de hombre . . . Y en la diestra tenía siete estrellas.” Al contemplar a éste Juan se llenó de miedo mortal.—Apo. 1:10-17.

      29. ¿Qué le dijo a Juan que hiciera el que hablaba, y qué representan hoy día los siete candeleros?

      29 El que hablaba dió a saber que era Jesucristo resucitado, glorificado, no por medio de mencionar su propio nombre, sino diciendo cosas conocidas acerca de él mismo. Entonces le dijo a Juan: “Escribe las cosas que viste, y las cosas que son y las cosas que sucederán después de éstas. En cuanto al secreto sagrado de las siete estrellas que viste en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: Las siete estrellas significan los ángeles de las siete congregaciones, y los siete candeleros significan siete congregaciones.” (Apo. 1:19, 20) Estas congregaciones representan a la entera congregación de los que hoy día son en la tierra los seguidores de Jesucristo engendrados por el espíritu y ungidos, todos coherederos con él del reino de los cielos. En el Apocalipsis las promesas que se les han hecho son incorruptibilidad y libertad de la “muerte segunda,” una corona de soberanía y autoridad sobre las naciones para hacerlas añicos en el Armagedón, un puesto en el templo celestial y en la Nueva Jerusalén y un asiento con Jesucristo en su trono celestial. (Apo. 2:7, 10, 11, 17, 26-28; 3:5, 6, 11, 12, 21) Cada uno de los siete candeleros representa una congregación de estos miembros de la “manada pequeña” a la cual el Padre celestial ha aprobado dar el reino.—Luc. 12:32.

      30. ¿Qué representaría hoy el andar el que hablaba en medio de los siete candeleros, y quiénes hoy día han estado asociados con los siete candeleros simbólicos desde 1931?

      30 Puesto que el número siete se usa en la Biblia para simbolizar lo que es espiritualmente perfecto, los siete candeleros representarían a todas las congregaciones de estos herederos del Reino, o a todos los herederos del Reino que todavía están en la tierra a quienes se considera como una sola congregación indivisible, teniendo a Jesucristo como su Cabeza espiritual. Por eso el andar él en medio de los siete candeleros significaría que hoy día él está presente invisiblemente con su entera congregación en la tierra y anda en medio de ella, inspeccionándola y expresando su juicio. Con esta congregación de herederos de su Reino que todavía queda en la tierra ahora está asociada una “grande muchedumbre” de otras ovejas, a quienes el Pastor Propio, Jesucristo, ha estado recogiendo desde el verano de 1931. Esta “grande muchedumbre” fué representada en Apocalipsis 7:9-17.

      31. ¿Qué tiene Jesús en su diestra, qué representan éstas, y por qué no podría referirse esto a criaturas espirituales?

      31 Pero, ¿qué es lo que tiene en su diestra el Jesús glorificado? Siete “estrellas.” Estas tienen una relación con los siete candeleros. Así como los siete candeleros representan las siete congregaciones del resto ungido de herederos del Reino, así las siete estrellas significan los “ángeles de las siete congregaciones.” ¿Quiénes, entonces, son estos ángeles de las siete congregaciones? ¿Ángeles espirituales invisibles en el cielo, que acompañan a Jesucristo cuando él, el glorificado Hijo del hombre, viene en la gloria de su reino celestial? De ninguna manera. No hemos de entender que cada congregación terrestre del resto ungido tenga su propio ángel en el cielo que resplandezca sobre ella. No; porque si ése fuese el caso, Jesús allá en el cielo podría dar sus mensajes concernientes a las siete congregaciones directamente a ellos. Contrario a esto, Jesús manda al apóstol Juan que escriba a cada ángel de cada congregación acerca de la condición de ella. Juan, estando en la tierra, no podría escribir a ángeles espirituales invisibles en el cielo. ¿Cómo sabría Juan cuál era la estrella de cuál congregación? ¿Cómo entregaría o enviaría el mensaje de Jesús a cada estrella y a la apropiada estrella?

      32, 33. ¿A quiénes, entonces, representan las siete estrellas y desde qué aviso que apareció en The Watchtower han sido hechos superintendentes otras ovejas?

      32 Por lo tanto, es razonablemente claro que las siete estrellas en la diestra de Jesús representan al entero grupo o al número cabal de superintendentes de toda la congregación del resto de herederos ungidos del Reino que todavía está en la tierra. Cada estrella representa al superintendente o grupo de superintendentes colocado al cargo de cada congregación del resto ungido. Ninguna persona en particular de tal y tal nombre se representa en el caso de estrella alguna, porque la persona que esté en el puesto de superintendente puede cambiar con el transcurso del tiempo por razón de muerte u otras circunstancias. Pero el puesto de superintendente, no estando vacante sino realmente ocupado por alguna persona que llena los requisitos, es lo que cada estrella representa. Las estrellas representan a los superintendentes ungidos por el espíritu, quienes, igual que sus congregaciones, son coherederos del reino celestial con Jesús. Fué por primera vez algunos años después que el Pastor Propio Jesucristo comenzó a recoger a sus “otras ovejas” que algunas de estas personas, de acuerdo con lo que la situación exigió, fueron puestas en posiciones de superintendencia por la clase del “esclavo fiel y discreto.” Fué por primera vez en el año 1937, en el número del 1 de mayo de The Watchtower (página 130), que se publicó el siguiente aviso:

      33 “SIERVO DE COMPAÑÍA—La proclamación del mensaje del reino es importantísima ahora. Es deber de los ungidos votar en cuanto a quién será el siervo de compañía; pero ‘leñadores y aguadores’ (Jos. 9:21-27) pueden servir. (Deu. 16:12-15; 29:11) Cuando no haya ninguno en la compañía que esté capacitado para llenar los lugares de los siervos de compañías o comités de servicio y haya Jonadabs que tengan la habilidad y el celo, que los Jonadabs sean colocados en el comité de servicio y reciban la oportunidad de servir. El trabajo no debe retrasarse porque algunos de la compañía carezcan de celo. El evangelio tiene que proclamarse ahora.—Mat. 24:14.”

      34. ¿Cuál era el propósito de un candelero sagrado, y cuál es el propósito de un candelero simbólico ahora?

      34 Un candelero está lleno de aceite y se enciende con el propósito de dejar reflejar la luz a los que están en la casa o en el templo. El tabernáculo sagrado edificado por el profeta Moisés en el desierto de Sinaí tenía un candelero colocado en el primer compartimiento o en el Santo. Pero en el Santo del templo edificado por el rey Salomón había diez candeleros de oro, cinco en el lado del norte y cinco en el lado del sur. (Éxo. 25:31-40; 26:35; 40:24, 25; 2 Cró. 4:7, 20; 1 Rey. 7:49) Un candelero simbólico o congregación de ungidos coherederos del Reino tiene que cumplir con su propósito, a saber, dejar que la luz brille; y Jesucristo que anda en medio de los siete candeleros simbólicos, como Sumo Sacerdote sin necesidad de un papa en la tierra, se encargará de que estas congregaciones brillen.

      35. ¿Cómo debe brillar un superintendente como una estrella en comparación con un candelero, y con qué luz deben brillar todos los miembros de la congregación?

      35 Una estrella en los cielos brilla más alta que un candelero en la tierra. De igual manera, una persona que llena el puesto de superintendente encargado de tal congregación debe brillar sobre y por encima de los otros miembros de la congregación. Debe ser sobresaliente como una estrella en dejar que brille la luz de las buenas nuevas del reino de Dios para los miembros de la congregación y para las “otras ovejas,” las que ya han sido recogidas o las que todavía han de ser recogidas para formar “una sola manada” con el resto ungido. (Juan 10:16) En sentido general, por supuesto, todos los miembros de la congregación tienen que brillar con luz espiritual del cielo: “Lleguen a ser irreprensibles e inocentes, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación pervertida y torcida, entre quienes ustedes están brillando como lumbreras en el mundo.” (Fili. 2:15) Específicamente concerniente a este “tiempo del fin” del mundo el ángel de Dios profetizó a Daniel: “Los que sean sabios brillarán como el resplandor del firmamento, y los que hayan vuelto a justicia a muchos, como las estrellas para siempre y eternamente.” (Dan. 12:3, Mod) En fiel cumplimiento de esa profecía, todos los miembros sabios de la congregación deben brillar como estrellas, pero especialmente debe brillar su superintendente, así como brilla la luz de las estrellas en comparación con la luz de una lámpara. La luz de una lámpara no tiene mucho alcance; la luz de las estrellas sí. Los superintendentes tienen que ser ejemplos de dejar reflejar la luz.

  • Superintendentes en la diestra de Cristo
    La Atalaya 1958 | 15 de junio
    • Superintendentes en la diestra de Cristo

      1. ¿A qué congregación se le mandó a Juan que escribiera primero, y qué palabras de despedida del apóstol Pablo posiblemente oyeron directamente algunos de los superintendentes de aquella congregación?

      “AL ÁNGEL de la congregación de Éfeso escribe: Estas son las cosas que dice el que sostiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro.” (Apo. 2:1) En obediencia a este mandato del Cristo glorificado, Juan indudablemente le escribió al superintendente o al grupo de superintendentes encargado de la congregación que estaba en Éfeso. Es posible que en el día de Juan algunos de estos hombres de mayor edad hubieran conocido al apóstol Pablo años antes, cuando dijo estas palabras de despedida: “Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre quienes el espíritu santo los ha nombrado como superintendentes, para apacentar a la congregación de Dios, que él compró con la sangre del [Hijo] suyo. Yo sé que después de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura, y de entre ustedes mismos se levantarán hombres que hablarán cosas torcidas para arrastrar a los discípulos tras sí. Por lo tanto manténganse despiertos.” (Hech. 20:28-31) Juan estaba ahora en la isla penal de Patmos, no muy lejos de Éfeso, y se encargaría de que los superintendentes de Éfeso, así como también los superintendentes de las demás congregaciones mencionadas del Asia Menor, recibiesen toda la Revelación con su mensaje específico para cada congregación.

      2. Por sus palabras de apertura, ¿de qué recordó Jesús a los superintendentes efesios, y qué representan hoy día las condiciones de las congregaciones de aquel entonces?

      2 Mediante sus palabras de apertura Jesucristo recordó a esos superintendentes efesios, así como a los de todas las otras congregaciones, que ellos estaban en su diestra, dentro de su poder y dominio y dentro de su favor y protección: ‘Nadie los arrebatará de mi mano,’ dijo él. (Juan 10:28) Igualmente en estos tiempos apocalípticos se les recuerda a los superintendentes, especialmente a los superintendentes ungidos por el espíritu, encargados de las congregaciones del rebaño de Dios que están en la mano de Cristo y que tienen que ser guiados y usados por su mano y que no han de resistirla ni luchar contra ella. Actualmente no hay congregación de testigos de Jehová en Éfeso cerca de la costa del mar Egeo. Pero la condición de la congregación de aquel entonces prefiguró la condición que puede existir en una congregación o en varias congregaciones de los testigos cristianos de Jehová hoy día. Las condiciones de las siete congregaciones que se mencionan como estando en el Asia Menor se usaron para representar las diferentes condiciones que imperan acá y allá hoy día entre las congregaciones del rebaño de Dios. Por lo tanto es correcto que a las “estrellas” de las congregaciones, los superintendentes ungidos de todas las congregaciones, se les informe de las condiciones que corresponden a las que fueron prefiguradas en los mensajes que Cristo dirigió a las siete congregaciones del Asia Menor. Entonces tienen que seguir las instrucciones de Cristo, como hombres de confianza a su diestra, y trabajar para corregir las condiciones incorrectas y ayudar a todos los miembros a vencer a este viejo mundo que ahora se encuentra en sus últimos días.

      3. En aquel entonces, ¿qué hizo la “estrella” de la congregación con el mensaje que recibió por medio de Juan, como un ejemplo de qué acción hoy día?

      3 En aquel entonces, si se le enviaba un mensaje específico de Cristo mediante Juan, la “estrella” de la congregación leía el mensaje a la congregación para cuyo beneficio se escribió. De igual manera hoy en día, los superintendentes de las congregaciones leen las comunicaciones a sus respectivas congregaciones conforme las reciben de la junta administrativa de la clase del “esclavo fiel y discreto.”

      EL CANDELERO EN ÉFESO

      4. A pesar de cosas a su favor, ¿de qué consideraba Jesús culpable a la congregación efesia, y cómo pueden necesitar ayuda respecto a esto las congregaciones hoy día?

      4 Igual que la congregación de la antigua Éfeso, las congregaciones hoy día pueden tener a su favor hechos y trabajo concienzudo y un registro de aguante. Puede que no hayan tolerado a hombres inicuos. En cuanto a los hombres que dicen ser apóstoles o sucesores apostólicos, han usado las Escrituras inspiradas para ponerlos a prueba y han hallado que son mentirosos en sus pretensiones. Han vuelto a las enseñanzas y modos de hacer las cosas apostólicos luchando “vigorosamente por la fe que una vez para todo tiempo fué entregada a los santos.” (Judas 3) Durante años han persistido por amor al nombre de Cristo y no se han cansado. Pero la pregunta es: ¿Han dejado el amor que tuvieron al principio? Debido al aumento de todo lo que es contrario a ley en la cristiandad, ¿se ha enfriado su amor? ¿Se ha alejado su amor hacia alguna atracción de este viejo mundo materialista? ¿Se han cansado de mostrarle cariño a Cristo, lo cual demanda el alimentar a sus ovejas y el tener la disposición mental que se hallaba en él? Cristo los considera culpables si han dejado ese calor, celo e integridad del amor que tuvieron al principio. Si es así, necesitan ayuda para regresar adonde estaban y recobrar lo que perdieron.

      5. (a) En cuanto a los que han perdido su primer amor, ¿qué debe hacer el superintendente? (b) ¿Cómo podría ser quitado su candelero?

      5 Es responsabilidad del superintendente, la “estrella” de la congregación, iluminar el camino de retorno para éstos a quienes Cristo considera culpables de haber perdido su primer amor. Los superintendentes deben dar pasos para despertar en estos perdedores este amor original. El amor que les tienen a las ovejas de Cristo impulsará a los superintendentes a salir y tratar de hacer que vuelvan los que han dejado de asistir a las reuniones o se están haciendo descuidados. Tratarán de contrarrestar el peligro que Jesús predijo: “Debido al aumento de todo lo que es contrario a ley el amor de la mayor parte se enfriará.” (Mat. 24:12) Comprenden que ninguno que pierda su primer amor puede ser miembro final de la congregación de Dios. Es tiempo, por lo tanto, de recordar de qué es que uno se ha caído, y luego con aflicción cambiar de parecer y volver a hacer los hechos que antes se hacían. De otro modo uno no estará obrando como parte de un candelero, a saber, dejando que su luz brille. No estará participando en el servicio de un candelero. Si un superintendente permitiese que todas sus ovejas llegasen a ser desamorosas y se apartaran y dejaran de brillar, Cristo en realidad le quitaría su candelero. Sería como una estrella sin candelero o congregación. De modo que tiene que encargarse de que la congregación candelero brille e ilumine su parte del campo, que es el mundo.

      6. Igual que la congregación efesia a la que Pablo en un tiempo amonestó, ¿a qué deben tenerle odio continuo el superintendente y la congregación hoy día, y por qué?

      6 En su despedida a los superintendentes efesios Pablo amonestó que maestros apóstatas formarían sectas en su esfuerzo por arrastrar discípulos tras ellos. Al igual que la congregación efesia, el superintendente y la congregación deberían seguir teniéndole odio intenso al sectarismo, como los “hechos de la secta de Nicolás,” porque Jesucristo, la Cabeza del un solo cuerpo indiviso, también odia el sectarismo, el seguir tras este hombre o aquél sobre la tierra.

      7. ¿Por qué debemos nosotros hoy día mantener los oídos afinados para oír lo que el espíritu dice a las congregaciones?

      7 Nosotros que estamos asociados con un candelero bajo una “estrella” superintendente debemos mantener nuestros oídos afinados para oír lo que dice el espíritu de Dios. Tenemos que prestar atención a la expresión inspirada por Dios. Dijo Jesús: “El que tenga oído oiga lo que dice el espíritu a las congregaciones,” las siete congregaciones de Asia que representaron a todas las congregaciones semejantes a ellas hoy en día. Aun Jesús en el cielo habla mediante el espíritu o fuerza activa de Dios, de modo que realmente es Dios quien habla mediante Jesús. De tal modo Jesús atribuyó más valor y autoridad al espíritu de Dios que a sí mismo, con el fin de amonestarnos en contra de cometer el pecado mortal contra el espíritu de Dios. Cuando Jesús estuvo en la tierra habló bajo el funcionamiento del espíritu de Dios, y arriba en el cielo él no ha cambiado.—Isa. 61:1, Mod; Luc. 4:16-21; Heb. 13:8.

      8. ¿A qué victoria estimula el espíritu a los miembros de la congregación, y por qué es posible tal victoria?

      8 Los que han apostatado en ciertos sentidos y que necesitan recobrarse tienen mucho que vencer. (1 Ped. 4:17, 18) De hecho, todos los miembros de la congregación tienen mucho que hacer en cuanto a este asunto de vencer. Tienen que demostrarse vencedores; pero hay una recompensa por hacerlo. El espíritu de Dios anima a todos hacia adelante para vencer al mundo de Satanás con esta promesa: “Al que venza yo le concederé comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.” (Apo. 2:7) Para la congregación engendrada por el espíritu se trata de lograr esa vida celestial con Dios o de no conseguir vida eterna en ningún otro lugar. La victoria es posible. No hay por qué inquietarnos acerca de este hecho. Dijo Jesús: “Les he dicho estas cosas para que por medio de mí puedan tener paz. En el mundo tendrán tribulación; pero ¡alégrense! yo he vencido al mundo.”—Juan 16:33.

      EL CANDELERO EN ESMIRNA

      9. ¿Qué se dice a favor de la congregación de Esmirna, y qué se dice en contra de la “sinagoga de Satanás”?

      9 En la actualidad hay algunos que se parecen a la congregación de la antigua Esmirna. Se da un mensaje animador para éstos mediante la “estrella” superintendente. Una cosa que se dice a favor suyo es que no son materialistas como este mundo; su modo de vivir está libre del amor al dinero y se conforman con las cosas materiales que poseen. Cristo sabe que son pobres en cuanto a lo material. Él también fué pobre en la tierra, pero era rico espiritualmente entonces y él sabe igualmente que ellos son ricos espiritualmente también. No imitan a los que afirman falsamente que son judíos, pero que blasfeman al hacer tal afirmación, pues no son fieles al nombre; no son alabadores de Jehová, como lo fué Lea la madre de Judá. (Gén. 29:35) En lugar de ser la congregación de Dios, como lo fué una vez la nación judía hasta que rechazó y mató a Cristo el Mesías, ellos son una “sinagoga de Satanás.” Son materialistas y siguen tras las cosas no espirituales del mundo de Satanás.

      10. ¿Cómo imitan hoy día los cristianos verdaderos a la congregación de Esmirna en no copiar a los de la “sinagoga de Satanás,” y por eso qué no puede ser un superintendente de congregación?

      10 Los cristianos semejantes a la congregación de Esmirna no copian a los de la “sinagoga de Satanás” en su materialismo, en su adhesión a las tradiciones en lugar de a la Palabra de Dios, en su sionismo político de los tiempos modernos y en su rechazamiento del reino establecido de Dios. Los hombres que ahora pretenden ser judíos espirituales, o judíos interiormente, pero que no son el “Israel de Dios” verdadero, espiritual, imitan a aquellos judíos naturales infieles, y son también la “sinagoga de Satanás.” Los cristianos verdaderos de hoy día que imitan a la congregación de Esmirna son la congregación de Jehová y llevan y apoyan su santo nombre. Para transmitir estas palabras de Cristo en contra del materialismo una “estrella” o superintendente de congregación no puede ser él mismo materialista, poniendo de este modo un mal ejemplo contrario a las palabras de Cristo.

      11. (a) En conexión con esto, ¿por qué Jesús cuando estuvo en la tierra no temió sufrir ni morir por sostener principios? (b) ¿De qué nos dice que no temamos, y qué recompensa ofrece el espíritu a los seguidores de Jesús que vencen?

      11 Ya que no puede llevar todo consigo al sepulcro, el materialista teme morir a causa de sostener principios. No puede aceptar gozosamente el pillaje de sus bienes por seguir fielmente en las pisadas de Cristo. Cristo no temía morir por adherirse firme y fielmente a la soberanía universal de Jehová; no era materialista. Si no temía despojarse a sí mismo y poner a un lado su gloria celestial no se opondría a separarse de cosas menores, las cosas materiales terrenas. Nos dice que procedamos como él, que no temamos los sufrimientos que sus seguidores inevitablemente sufrirán al “tiempo del fin” de este mundo, especialmente ahora que Satanás el Diablo ha sido arrojado del cielo y guerrea contra el fiel resto de la simiente de la mujer de Dios. Nos enfrentamos al ataque total que Gog de Magog efectuará contra el resto y sus compañeros dentro de poco. Las palabras de Jesús a la congregación de Esmirna son por lo tanto oportunas y buenas: no temer ese ataque furioso, ni las cosas que tenemos que sufrir antes de ese tiempo—prisión, “tribulación por diez días,” o muerte violenta. Él mismo murió una vez pero volvió a vivir por el poder todopoderoso de Dios y ya no puede morir, pues ya no puede alcanzarlo ni hacerle daño la “muerte segunda.” Él ahora tiene todo el poder en el cielo y en la tierra y puede ofrecer la corona de la vida a sus fieles seguidores. Igual que él, el único Potentado, “el cual solo tiene inmortalidad,” en la resurrección sus seguidores que vencen a este mundo condenado serán puestos donde no pueda alcanzarlos ni hacerles daño la muerte segunda. (Apo. 2:8-11) Una “estrella” o superintendente de congregación debe ser un vencedor del mundo como ejemplo correcto.

      EL CANDELERO EN PÉRGAMO

      12. ¿Por qué se dijo que la congregación de Pérgamo moraba “donde está el trono de Satanás”?

      12 Pérgamo de la antigüedad era una ciudad que los paganos consideraban sagrada, una ciudad religiosa del paganismo. Tenía un templo para su dios principal, llamado Zeus o Júpiter, con un altar de más de quince metros de altura. Esta capital antigua de la provincia romana de Asia llegó a ser un centro notorio para la adoración del emperador romano y para otros cultos paganos. Durante el período romano de su existencia se edificó un templo en el acrópolis de Pérgamo al emperador César Augusto, el “divino Augusto.” La ciudad era célebre por su fidelidad a Roma, la capital de los Césares. El negarse a participar en la adoración pagana de César el emperador podría resultar en la muerte de uno como mártir que apoyaba la soberanía universal de Jehová Dios. Tomando en cuenta la adoración diabólica que se practicaba aquí, en Pérgamo, y cuán intensificado estaba el dominio diabólico sobre los hombres aquí, y como deificaban a los hombres y adoraban el poder imperial de hombres, claro está que no fué sin buen motivo que se dijo que la congregación de esa ciudad moraba “donde está el trono de Satanás.”

      13. ¿Cómo estamos nosotros los cristianos hoy día igualmente morando donde está el trono de Satanás, y cómo podemos, a pesar de este hecho, ser como la congregación de Pérgamo?

      13 Ahora que el nacionalismo es cosa tan desenfrenada, y a las imágenes y símbolos del nacionalismo se les trata como si fuesen sagrados y se les idolatra, y más de ochenta naciones de este mundo adoran la imagen de las Naciones Unidas, y Satanás el Diablo, expulsado, ha descendido a los residentes de la tierra teniendo gran ira, el resto de la congregación de Jehová y sus compañeros son como Pérgamo por morar donde está el trono de Satanás. ¿Puede Cristo alabarnos a nosotros también mediante el ángel de la congregación por adherirnos firmemente a su nombre y no negar nuestra fe en él como Salvador y Rey, aunque millares de nuestros hermanos cristianos han sido martirizados, como Antipas, a quien Cristo llama “mi testigo, el fiel, que fué muerto al lado de ustedes, donde Satanás está morando”? Si puede hacerlo, entonces somos como la congregación de Pérgamo en este sentido.

      14. ¿Quién fué el Balaam cuya enseñanza estaban reteniendo firmemente algunos de la congregación de Pérgamo, y a quiénes maldijo Jehová a causa de Balaam?

      14 Sin embargo, jamás debemos olvidar que hay quienes están ansiosos de causarnos daño espiritualmente, por consiguiente causarnos daño para la eternidad. ¿Quiénes son éstos? Son personas religiosas como Balaam y como los maestros de la secta de Nicolás. De un modo materialista, Balaam procuró convertir su oficio de profeta en un negocio para obtener ganancia material aun a costa de maldecir a la nación santa de Jehová, Israel. Cuando Jehová Dios convirtió su propuesta maldición en una bendición para Israel, entonces Balaam trató de trabajar con el poder político de este mundo simbolizado por el rey Balac. Intentó inducir a Israel a la adoración de ídolos, a la adoración demoníaca, mediante jóvenes paganas cuyos cuerpos estaban dedicados al manoseo inmundo de los adoradores del dios falso, Baal de Peor. Esto obligó a Jehová a maldecir, no a la nación entera de Israel, sino a los que cedieron a las maquinaciones de Balaam, el profeta que codiciaba ganancias.

      15. ¿Cómo tiene que actuar el superintendente de congregación como el sacerdote Finees, y por eso por qué tiene que examinarse él mismo, y contra qué tiene que vigilar?

      15 Hoy día el superintendente “estrella” de una congregación debe demostrar ser como Finees el hijo de Eleazar a su vez hijo de Aarón el sumo sacerdote. En esa ocasión antigua Finees desarraigó tales actividades astutas de líderes religiosos como Balaam. (Núm. 22:1 a 25:15; 2 Ped. 2:15, 16; Judas 11) El superintendente del tiempo actual debe conducir a la congregación en la marcha al Nuevo Mundo. No debe tratar de obstruir ni permitir ninguna obstrucción en nuestra marcha próspera hacia nuestro destino más allá de la batalla del Armagedón. Él tiene que examinarse a sí mismo constantemente para asegurarse de que no esté mercantilizando su puesto profético, su cargo responsable e impresionante. Tiene que vigilar contra la infiltración de la adoración del sexo que plaga a este mundo y contra la intrusión de las sectas religiosas.

      16. ¿Qué tiene que hacer el que es culpable de las cosas susodichas, y para evitar la muerte segunda y lograr la vida eterna qué tenemos que hacer nosotros?

      16 Cualquiera que sea culpable de tales cosas necesita arrepentirse, sí, arrepentirse sin demora, pues Cristo viene rápidamente para ejecutar juicio divino. En su boca tiene el poder de la muerte segunda para cualquiera que se deje vencer por este mundo. Tenemos que tener cuidado de no hacer que la espada ejecutiva de la boca de Cristo luche contra nosotros. Eso querría decir nuestra muerte segura, la “muerte segunda,” representada por el Gehena. Como estrellas bajo él, los superintendentes de las congregaciones deben mantenerse en pleno acuerdo con el Ángel del pacto de Jehová, el Superintendente Principal, que está ahora en el templo para los procedimientos judiciales. Este no es tiempo para ser vencidos por un mundo que Cristo mismo ha vencido. Es tiempo para vencer al mundo tal como él lo hizo y con la ayuda de él. El espíritu de Dios hablando por medio de él promete una recompensa grandiosa, la incorruptibilidad en el reino celestial y una nueva relación para con Jehová Dios, prefigurada por el maná incorruptible y oculto y una piedra blanca de nombre con un nuevo nombre escrito en ella, que solamente el vencedor comprenderá plenamente a su debido tiempo. Los superintendentes deben ser fieles y entregar este mensaje.—Apo. 2:12-17.

      EL CANDELERO EN TIATIRA

      17. ¿Qué tenía a su favor la congregación de Tiatira, pero qué pensamiento incorrecto hay que llamar a su atención?

      17 Las condiciones semejantes a las que existieron en la congregación antigua de Tiatira tienen que recibir la atención del superintendente “estrella” cuya preocupación llegan a ser éstas. Cristo, que ve como con ojos semejantes a una llama ardiente y que anda como con pies incorruptibles, resistentes como el bronce fino, vió que la congregación de Tiatira tenía un aumento de obras a su favor. Pero no debemos pensar que sólo porque una persona logra un registro excelente y vistoso en la obra física de la organización de Dios y por el tiempo que emplea en ello que ella puede ser descuidada acerca de su moralidad. El hecho de que no puede proceder así tenía que llamarse a la atención de la congregación de Tiatira; hay que llamar atención a ello hoy día.

      18. ¿Cómo se había introducido una Jezabel en la congregación de Tiatira, cómo le había dado Cristo tiempo a ella, y que acción amenazaba tomar él?

      18 Jezabel, la hija del rey pagano de Sidón, fue dada en matrimonio político al rey Acab. Usó su posición para causar gran daño religioso al reino de Israel. Una Jezabel, una mujer o un grupo de mujeres con características semejantes a las de la reina Jezabel, se había introducido en la congregación de Tiatira. Pero la congregación bajo su superintendente “estrella” no había obrado para sobrepujar y desarraigar esta influencia femenina en dirección a la falsa enseñanza, la falsa adoración y la inmoralidad religiosa y física. Cristo le dió a la congregación tiempo para obrar con respecto al asunto y así le dió a la clase de la “mujer Jezabel” tiempo para arrepentirse. Pero dado que la congregación de Tiatira descuidadamente toleraba las operaciones de esta clase inmunda y anticristiana en medio de ella, Cristo mismo advirtió tocante a la acción que tomaría hacia esta clase impenitente. ¿Qué? Matarla con gran tribulación, como espectáculo a todas las congregaciones para que supiesen que el Superintendente Principal no tolera una clase impenitente como ésta.

      19. ¿Por qué no se atreve un superintendente de congregación a ceder a la enseñanza e influencia de Jezabel, y cómo puede retener firmemente la congregación lo que tiene hasta que Cristo venga para ejecutar juicio?

      19 El superintendente de una congregación no se atreve a ceder a la enseñanza e influencia de Jezabel hoy día. Los que cometen fornicación espiritual y física con ella no pueden escaparse de los ojos ardientes del Superintendente Principal, y se hallan en línea para ser ejecutados si no se arrepienten. No nos es necesario entrar en tal fornicación para llegar a saber lo que es por experiencia y así llegar a “conocer las ‘cosas profundas de Satanás.’” El Juez que sabe por principio lo que es nos amonesta en contra de esto. Basta con su amonestación. Debemos aceptarla. Entonces Cristo no pondrá sobre nosotros una carga de responsabilidad y nos mantendremos libres de la responsabilidad de congregación a causa de condiciones malas dentro de ella. No debe dejarse entre nosotros la levadura del pecado para corromper por fin lo bueno que nos quede. Cristo avisa: “Retengan firmemente lo que tienen hasta que yo venga.” Esto exigirá el vencer al mundo.

      20. ¿Qué poder sobre las naciones recibirán los vencedores del mundo, y en vez de estrellas de congregación, qué les será dado?

      20 Al que sobre la tierra venza a este mundo resistiendo sus concupiscencias, sus fines impíos, sus métodos y sus prácticas, se le dará autoridad celestial sobre las naciones. Los que concluyan su carrera terrestre fielmente como vencedores del mundo en imitación de Jesús serán resucitados al poder con él en el cielo y participarán con él cuando haga añicos a las naciones enemigas en la venidera “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Esa será una victoria sobre este mundo en otro sentido. Será una victoria para el nuevo mundo de Dios. Ahora a la congregación cristiana se le han dado estrellas simbólicas, los superintendentes fieles. Pero entonces en la resurrección a la vida en el cielo se le dará a la congregación “la estrella de la mañana,” la cual es Jesucristo el Novio.—Apo. 2:18-29; 22:16.

      21. Por lo tanto, ¿de qué manera deben proceder las mujeres en la congregación, y qué cosa que la congregación tiene debe ella retener firmemente?

      21 Por lo tanto disciernan las mujeres su posición correcta en la congregación. Usen en las debidas ocasiones una cubierta sobre la cabeza como señal de sumisión, como señal de no intentar usurpar el puesto del hombre, ya sea como superintendente “estrella” o como siervo ministerial. Que no induzcan a ningún hermano a la fornicación espiritual o física. Cuide celosamente toda la congregación lo que tiene, la pureza cristiana de doctrina y de comportamiento y el tesoro de testificar acerca del Reino. Entonces la venida de Cristo como Ejecutor de juicio será, no con castigo mortal, sino con recompensas del nuevo mundo.

      EL CANDELERO EN SARDIS

      22. (a) Al dirigirse a la congregación de estilo Sardis, ¿qué tiene Cristo en su poder? (b) ¿Qué condición de moribundo espiritual tiene que señalar y no dejar que continúe el ángel de la congregación?

      22 Igual que un siervo de circuito o superintendente general Cristo inspecciona condiciones de todas clases dentro de las congregaciones que están bajo su cuidado, incluyendo tal condición espiritual como la que tenía la antigua congregación de Sardis. Al ver tal condición, ciertamente llamará la atención a ella: “Estas son las cosas que dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas.” Él tiene el pleno poder iluminador del espíritu de Dios, y tiene al siervo de congregación de Sardis así como a los ángeles o estrellas de las otras seis congregaciones en su poder y bajo su dirección. El ángel de la congregación del estilo Sardis no recibe un mensaje muy agradable del gran Arcángel mediante la clase del “esclavo fiel y discreto,” que corresponde en el día moderno al Juan del Apocalipsis. ¿De qué valor le es a una persona tener una forma de devoción piadosa cuando niega el poder de ella? Puede que uno tenga el nombre de estar vivo religiosamente, pero el Juez de Jehová sabe que está muerto igual que la congregación de Sardis. Está dormido a sus privilegios y al llamado de la hora para servicio diligente y animado. Deja de efectuar todas las fases del servicio de Dios. Las fases de adoración y de servicio que aún quedan están en peligro de desvanecerse. Un superintendente alerto, y el Gran Superintendente sobre él, no pueden permitir que continúe una condición de moribundo espiritual como ésa.

      23. ¿Qué debe impulsarnos a recordar y a hacer el acercamiento del juicio final de la congregación?

      23 El juicio final de las personas a quienes se les han confiado los intereses del Reino de Dios se está acercando. Este acercamiento del rendimiento de cuentas final debería estimularnos a recordar que hemos recibido y oído el mensaje del Reino y por consiguiente debería hacernos apreciar nuestra responsabilidad. Entonces, con aprecio profundizado, debemos despertar y seguir vigilando, volver a activar nuestros esfuerzos de servicio que estaban a punto de morir, y retener nuestro conocimiento de la verdad y la oportunidad para predicar que el conocimiento nos proporciona.

      24. (a) ¿Cómo ha de ser aumentado el conocimiento de la congregación y cómo ha de ser manifestado que está viva? (b) ¿A qué hora de rendir cuentas tendrá todavía que enfrentarse el superintendente de congregación?

      24 Lo que debemos hacer es aumentar nuestro conocimiento. Esto significa estudiar privadamente la Biblia. Significa concurrir a las reuniones de la congregación y ayudar a hacer estas reuniones animadas; significa mantenernos al día con la verdad progresiva; significa usar esa verdad hablando de ella a otros dentro y fuera de la congregación. Para ayudar a cada uno a lograr este fin el superintendente de la congregación junto con sus auxiliares ministeriales hará arreglos para mantener a cada miembro despierto espiritualmente y no permitir que la organización local muera, no teniendo buenas obras para mostrar que tiene vida espiritual. Trabajarán para aumentar la concurrencia de los miembros a las reuniones. Harán que el mensaje esté al día incorporando doctrinas frescas y vivas a medida que éstas sean reveladas. Se esforzarán por ensanchar la actividad de la congregación en todas las formas necesarias de servicio. Ampliarán más el testimonio y lo comunicarán más eficazmente. No permitirán que la congregación se haga viva a los placeres y muerta al servicio. Uno de estos días cada superintendente tendrá que dar cuenta final a alguien más elevado que la junta administrativa asociada con la Sociedad Watch Tower Bible & Tract. Esa hora vendrá como ladrón. ¡Qué necesario es, entonces, tener un curso recordativo y mantener a todos vivos a las obras de testificación!

      25. (a) ¿Quiénes andarán con Cristo vestidos de blanco y no serán echados de su compañía? (b) ¿El nombre de quién no será borrado del libro de la vida, y qué reconocimiento será hecho de tal persona?

      25 Aun en una situación semejante a la de Sardis puede mencionarse a algunos que tienen vestiduras incontaminadas, que son sin tacha en su apariencia cristiana. Mantienen la religión limpia, incontaminada, la cual exige que se mantenga uno sin mancha moral y religiosa de este mundo. Al continuar andando así, serán pronunciados dignos de andar con Cristo vestidos de blanco y no serán echados de su compañía. Su clase de la novia será vestida como de lino fino limpio y brillante, pues tal lino fino simboliza los hechos justos de los santos de Dios. ¡Qué maravillosas obras de servicio nos tocará efectuar en su nuevo mundo! El pensar en ello, ¡cómo nos estimula a vencer este mundo! Hace que uno desee vivir en el nuevo mundo. Tenemos que mantenernos espiritualmente vivos ahora. Si uno muere espiritualmente, su nombre es borrado del libro de la vida. No vivirá para lograr que su nombre sea reconocido ante el Padre celestial ni ante los ángeles que han ministrado fielmente a la congregación.—Apo. 3:1-6.

      EL CANDELERO EN FILADELFIA

      26. ¿En qué sentido tiene Cristo la “llave de David,” y qué puerta ha abierto él desde 1919 que los opositores no pueden cerrar?

      26 En la capacidad del que tiene a su cargo todos los intereses del Reino, el Superintendente Principal se dirige a la congregación de Filadelfia, pues él tiene la “llave de David.” No entregó esta llave a Pedro, sino que él mismo la tiene ahora. Como sucedió con el poseedor de la llave durante el reinado de David en Jerusalén, de igual manera se ha encomendado al cuidado de Jesucristo el gobierno de la casa de la fe y él es como un padre espiritual para con los habitantes del Israel espiritual. (Isa. 22:22, Mod; Luc. 1:32) Cuando acompañó a Jehová Dios al templo espiritual en 1918 comenzó a juzgar en la casa de Dios. Halló a la clase del “esclavo fiel y discreto.” Ante ella ha puesto una puerta abierta desde 1919, colocando a esta clase a cargo de todos sus bienes espirituales sobre la tierra. (Mat. 24:45-47) Abrió ante ellos la oportunidad y la responsabilidad de cumplir Mateo 24:14 concerniente a dar el testimonio del Reino por toda la tierra a todas las naciones antes de que termine el mundo en el Armagedón. Ningún hombre ha podido cerrar esa puerta desde entonces, ni los participantes de la II Guerra Mundial, ni el hitlerismo nazista, ni el fascismo de Mussolini, ni la acción católica, ni el comunismo ruso con su culto de Stalin y otros cultos.

      27. ¿A quiénes se les ha cerrado esta puerta, y cómo se hallan obligados a confesar que Cristo nos ha amado?

      27 Esto no es para elogio nuestro. Es para elogio de Cristo que ha mantenido abierta la puerta y la mantendrá abierta hasta que se haya completado la obra de testificación. (1 Cor. 16:9; Col. 4:3, 4) La puerta a estos privilegios del tiempo del Reino se les ha cerrado a la cristiandad y al judaísmo, a todos los de la “sinagoga de Satanás.” No tienen obras de testificación del Reino para mostrar que hayan disfrutado de esta expresión de amor de Cristo. Ahora tienen que humillarse ante nosotros y reconocer que nosotros tenemos las obras, que nosotros tenemos el registro y que estamos continuando las obras. Estamos invitando a todas las “otras ovejas” que aún han de hallarse a que pasen por la puerta abierta y participen con nosotros en la obra.

      28, 29. (a) ¿Cuál es el mensaje acerca de aguante que tiene que ser guardado? (b) Por guardarlo, ¿cómo se nos protege de la hora de prueba que ahora está en progreso en toda la tierra habitada?

      28 El mensaje del reino de Dios nos dice que el aguante en la adoración y servicio de él es vital. El predicar ese mensaje exige aguante, de la clase que Cristo desplegó. En nuestro aguante tenemos que ser semejantes a Cristo. Él no cesó, no se rindió al enemigo, no abandonó el servicio ni la guerra espiritual. Continuó haciendo la voluntad de su Padre. Resistió hasta el fin amargo. De modo que fué resucitado a una hora triunfante, a una eternidad de triunfo. Derivamos un provecho de amoldarnos al mensaje acerca de su aguante. Se nos protege de la hora de prueba que ahora está en progreso en todo el mundo. ¿Cómo?

      29 Igual que en el caso de Jesús. Cuando se halló frente a la elección de todos los reinos de este mundo rechazó el reino de Satanás. Eligió el reino de Dios al escoger adorar a Jehová Dios y no al “dios de este mundo” a quien pertenecían esos reinos de hechura humana. Al adherirse a esa decisión inicial Jesús fué sostenido a través de toda la prueba de su integridad y evitó el desplomarse bajo la prueba de la manera en que el mundo judío se desplomó. También nosotros hemos hecho nuestra decisión a favor del reino de Dios. Mientras nos mantengamos firmes en nuestra decisión predicando las buenas nuevas del Reino, nosotros también seremos protegidos y no se nos dejará caer durante esta prueba. Jamás seremos atraídos a la adoración del Diablo escogiendo y sirviendo los reinos de este mundo. Que la cristiandad caiga bajo la prueba de esta hora, que tropiece sobre la Piedra escogida de Dios y caiga a su destrucción. (1Ped. 2:7, 8) Nosotros hemos escogido la Teocracia bajo Cristo. ¡Se nos mantiene en pie!

      30. Por lo tanto, ¿qué tienen que hacer los superintendentes de congregación, y por qué tenemos que retener firmemente lo que tenemos, y cómo?

      30 Las “siete estrellas,” los superintendentes ungidos, así como las “otras ovejas” asociadas con ellos en la superintendencia tienen que ayudar a todas las ovejas de Cristo a través de esta hora de tentación poniendo un ejemplo correcto ellos mismos y ayudando a todas ellas. El tiempo de asignar las coronas permanentemente avanza rápidamente. El Poseedor de la “llave de David” dice: “Continúa reteniendo firmemente lo que tienes, para que nadie te quite tu corona.” Sí, retendremos firmemente lo que hemos recibido de él, esforzándonos por aumentar esos intereses del Reino, usando nuestro todo como un instrumento precioso en el servicio del Reino. El que los ungidos pierdan los intereses del Reino ahora antes del Armagedón significa perder la corona celestial. El que las “otras ovejas” pierdan lo que tienen significa perder la vida del nuevo mundo bajo el Reino.

      31. ¿Cómo tienen que demostrar los superintendentes ungidos que son pilares y permanecer en línea para la Nueva Jerusalén, y por consiguiente qué deben hacer todos los superintendentes?

      31 Los superintendentes ungidos tienen que demostrar que son pilares en la organización templo de Dios, apoyando la adoración del templo en la cual se ocupan ahora las otras ovejas. Tienen que permanecer en línea para la Nueva Jerusalén predicando el reino de Dios y manteniéndose limpios como la que ha de ser novia del Cordero de Dios. Esto es obligatorio, si desean ser pilares en el templo celestial glorificado y llevar el nombre de la ciudad de Dios como ciudadanos celestiales de la misma y participar del nombre del sumamente ensalzado Cristo siendo su novia amada. El templo, la Nueva Jerusalén, el nuevo nombre de Cristo en su puesto celestial—éstas también son cosas que las otras ovejas deben tener en cuenta. Trabajen ellas ahora en armonía con estas realidades vitales. Cualquiera que no se mantenga santo, cualquiera que sea repugnante espiritualmente, cualquiera que practique una mentira, será excluído de la Nueva Jerusalén y de su dominio sobre la tierra. De modo que todos los superintendentes, especialmente los que están en línea para puestos en el templo celestial, lleven la delantera en la adoración del templo noche y día. Entonces verán realizado el beneficio de la promesa de Cristo de Apocalipsis 3:12.

      EL CANDELERO EN LAODICEA

      32. ¿Cómo se dirigió Jesús a la congregación de Laodicea, y por qué debería haber herido a la congregación esta manera de hablar?

      32 En el día del apóstol Pablo había una congregación en Laodicea. (Col. 4:15) Para el tiempo de la revelación que se le dió a Juan se había vuelto mala. Al dirigirse a ella mediante el ángel de la congregación, Jesús se refiere a sí mismo como “el Amén,” “el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación por Dios.” Esta referencia debería haber herido a la congregación laodicense, pues ya no afirmaba sinceramente la verdad como un amén. Ya no era un testigo fiel y verdadero. No daba evidencia de ser parte de la “nueva creación” de la cual Cristo Jesús era y es el primer y principal miembro. ¿Cómo trata Jesús, como Superintendente Principal ejemplar, el caso de la congregación de Laodicea, entonces y ahora?

      33. ¿Por qué amenazó Jesús con vomitarlos de su boca, y cómo eran semejantes a Efraín?

      33 Los de la clase laodicense no son ni estimuladoramente calientes ni refrescantemente fríos. Son tibios, ¡uf! De modo que, como agua tibia, afuera de la boca tienen que ir. Cristo no los quiere como portavoces suyos, no los quiere como “embajadores substituyendo por Cristo,” ni como portadores de mensajes o testigos que le pertenezcan y que él use. Él les retirará su parte en el cumplimiento de Mateo 24:14 a menos que se arrepientan. Son como la tribu dominante del antiguo Israel, Efraín. ¿De qué manera? En que son como una torta cocinada a medias, como una torta a la que no se le ha dado vuelta, por lo tanto medio cruda, mitad y mitad; por consiguiente, son indiferentes, vacilantes: “Efraim ha venido a ser como una paloma, simple, sin entendimiento: claman a Egipto [no a Jehová], acuden a Asiria [no a Dios].”—Ose. 7:8, 11, Mod.

      34. ¿Por qué se hallaban los laodicenses en tal condición tibia, y qué necesitaban para eliminar su miseria espiritual?

      34 ¿A qué se debió eso, entonces? A que los laodicenses no continuaron buscando primero el reino de Dios y la justicia que proviene de él mediante Cristo. (Mat. 6:33) Su habla demuestra que suponían que el tener riquezas materiales terrestres significaba tener la aprobación de Dios que hace prosperar; estimaban de mayor valor la riqueza material que los valores espirituales, del Reino, especialmente el “tesoro” de ministrar la verdad del Reino a otros. ¿Qué necesitan ahora los laodicenses para eliminar su pobreza, ceguera y desnudez espirituales? Un esfuerzo bueno y honrado de comprar de Cristo el oro de la fe de calidad probada, las vestimentas de justicia de la clase que dure hasta entrar en el nuevo mundo, y el poder de ver lo espiritual, la facultad de vista espiritual, de modo que puedan ver la suma importancia del Reino acerca del cual tiene que darse ahora el testimonio mundialmente.

      35. Por eso, ¿qué tienen que hacer los superintendentes a favor de los laodicenses para que éstos se recobren espiritualmente?

      35 Aquí, entonces, está un trabajo para los superintendentes: Despertar de nuevo a los que son de la clase laodicense para que sientan sus necesidades espirituales y luego ayudarlos a llegar a ser “ricos en fe.” (Sant. 2:5) Tal fe es rica o abundante en fruto del Reino y viva para la obra de testificación. Quita la confianza en la justicia propia de uno. Nos conduce a tratar de ser justos a la vista de Dios, con toda la mundanalidad y desnudez pecaminosa dejadas a un lado. Los superintendentes también tienen que ayudar a los laodicenses a aplicarse el colirio espiritual; es decir, a aceptar la enseñanza de Jesús en los asuntos, su consejo, su ejemplo y su actitud mental, y obrar en armonía con éstos. Este es un remedio curativo en contra del “deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno.” (1 Juan 2:15-17) Al recobrar la vista espiritual, pueden servirles de ojos a otros, y no ser guías ciegos de los ciegos.

      36. ¿Qué hace Cristo a aquellos a quienes tiene afecto, y por eso qué tienen que hacer los superintendentes y cómo deben responder los laodicenses?

      36 Cristo como Superintendente Principal reprende y disciplina, pero lo hace por el cariño que les tiene a los que se han puesto a seguirlo. Los superintendentes bajo él tienen que proceder de igual modo. Los laodicenses deben apreciar esta demostración valiente y franca de afecto y ser celosos para arrepentirse o cambiar de parecer y luego cambiar su modo de vivir.

      37. (a) ¿Para qué es tiempo ahora, y qué invitación se dirige ahora a los laodicenses? (b) ¿Cómo mostrarán los laodicenses modernos que no han sido vomitados de la boca de Cristo?

      37 La hora está avanzada. Ha llegado la hora para la mejor comida del día, es decir, la cena, la comida de la noche. Jesús participó de muchas cenas mientras estuvo aquí en la tierra, dando instrucción espiritual mientras disfrutaba de la hospitalidad del amo de casa. Él ahora nos invita a que disfrutemos de tal cena espiritualmente edificante con él. Está ahora a la puerta de la congregación de los de la clase laodicense y llama. Ustedes los laodicenses, ¿oirán su llamada, revivificarán el afecto que le tenían a Cristo, lo admitirán en medio de ustedes y dejarán que les enseñe en comunión preciosa con él? Si así lo hacen, entonces recibirán al superintendente de él que tiene a su cargo la congregación de ustedes. Su superintendente, el ángel de la congregación, la “estrella” en la diestra de Cristo, está dispuesto a abrir la puerta y ansioso de hacerlo. La ha abierto para que Cristo entre para banquetear con los que se arrepienten. Todos ustedes los laodicenses, demuestren que no fueron vomitados de su boca, sino que aún son miembros de su congregación al venir a todas las reuniones de la congregación para el estudio y para el servicio, porque Jesús ha prometido estar presente en la comida espiritual donde tan pocos como dos o tres estén apreciativamente reunidos en su nombre. Las “otras ovejas” están dejando entrar a Cristo, para que les diga a ellas en el juicio venidero: “Fuí extranjero y ustedes me recibieron hospitalariamente.” (Mat. 25:35) ¡Esta acción hospitalaria significa vida!

      38. ¿Qué tenemos que vencer ahora, y qué recompensa recibirán los vencedores?

      38 Seamos todos amonestados por la reprensión que se dió a los laodicenses. Tenemos que vencer el materialismo de este mundo en este “tiempo del fin.” A cada uno que resulte vencedor, Cristo, hablando mediante el espíritu de Dios, le promete una elevada recompensa, a sus seguidores ungidos un trono, no de algún reino de este mundo, sino con él a la diestra de su Padre en el cielo. A las “otras ovejas” vencedoras les promete un puesto ante su trono, un puesto de favor amoroso en la “nueva tierra” del nuevo mundo de justicia de Dios.

      39. ¿Qué, pues, deben hacer las congregaciones y sus “estrellas,” y qué oramos que Cristo les dé?

      39 Por lo tanto, continúen brillando, ustedes los superintendentes, como “estrellas” en la diestra de Cristo, actuando como ángeles de él para con las congregaciones. Continúen brillando ustedes las congregaciones, también, como candeleros que él retiene en su lugar. Que él les dé su cuidadosa atención y también su protección para que siempre reflejen luz para iluminar a todos los que serán salvados para siempre.

  • La actividad ministerial de los testigos de Jehová
    La Atalaya 1958 | 15 de junio
    • La actividad ministerial de los testigos de Jehová

      Informe tomado del “Yearbook” para 1958 (en inglés)

      GUATEMALA

      Durante el año de servicio pasado ha habido un excelente aumento en la obra en Guatemala y se ha asignado un número considerable de precursores especiales a la obra. Estos han sido enviados a diferentes sectores del país, para predicar allí las buenas nuevas. Los testigos de Jehová siempre tienen confianza en su Padre y se sienten como el salmista, que dijo: “Salvaguárdenme la integridad y la rectitud mismas, porque he esperado en ti.” (Sal. 25:21) Personas que tienen verdadera confianza en Jehová no temen el salir a nuevos territorios y abrir nuevos campos y comenzar a dar el testimonio sistemáticamente entre la gente. A continuación se presentan algunas experiencias interesantes que el siervo de sucursal de Guatemala incluyó en su informe,

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