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Superintendentes del pueblo de JehováLa Atalaya 1957 | 1 de noviembre
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Superintendentes del pueblo de Jehová
“Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre quienes el espíritu santo los ha nombrado como superintendentes, para apacentar a la congregación de Dios.”—Hech. 20:28.
1, 2. ¿Qué efecto causa el crecimiento de la sociedad del nuevo mundo, y cómo fué predicho este crecimiento?
EL ASOMBROSO crecimiento de la sociedad del nuevo mundo es causa de admiración para el mundo y fuente de gozo para los testigos de Jehová. Con un aumento del 1,374 por ciento de ministros en los últimos treinta años, ¿causa sorpresa alguna el que gacetilleros la hayan designado la religión de más rápido crecimiento del mundo? Pero la expansión no ha terminado. Más vendrá, y las Escrituras nos aseguran que este crecimiento continuará hasta que la adoración de Jehová llene completamente la tierra.—Isa. 11:9; 60:8, Mod.
2 Concerniente a la gran afluencia de las “otras ovejas” a la teocrática sociedad del nuevo mundo hace mucho tiempo Jehová inspiró al profeta Zacarías a escribir, en el capítulo 8, versículo 23 (Mod): “Así dice Jehová de los Ejércitos: En aquellos días sucederá que diez hombres de todas las lenguas de las naciones se asirán, sí, se asirán de la falda del manto del Judío, diciendo: ¡Iremos con vosotros, porque hemos oído decir que con vosotros está Dios!” Y por eso él expide instrucciones a su organización teocrática para proveer lugar para esta muchedumbre creciente de adoradores. Sí, Jehová hace provisión adecuada para los que se reúnen en su casa para adorar. Y ¿no es razonable dicha provisión?
3. ¿Qué provisión hizo Dios para cuidar de las almas vivientes que habían sido formadas sobre la tierra, y especialmente del hombre?
3 ¿No ha provisto Jehová lo necesario para sus criaturas en toda ocasión? Cuando dijo Jehová, durante el período de la creación de la tierra: “Enjambren las aguas un enjambre de almas vivientes . . . criaturas volátiles . . . los grandes monstruos marinos . . . el animal doméstico y el animal que se arrastra y la bestia salvaje de la tierra . . . Hagamos al hombre a nuestra imagen,” ¿los produjo en una tierra que todavía no estuviera preparada? ¡No! Ya se había hecho un trabajo extenso para hacer de la tierra un hogar apropiado que los sustentara de manera adecuada. Por eso el Creador pudo decir al primer hombre y a la primera mujer: “Aquí les he dado toda vegetación que produce semilla que está sobre la superficie de toda la tierra y todo árbol en el cual está el fruto de un árbol que produce semilla. Que les sirva a ustedes de alimento. Y a toda bestia salvaje de la tierra y a toda criatura volátil de los cielos y a todo lo que se arrastra sobre la tierra en que hay vida como alma yo les he dado toda la vegetación verde para alimento.” Luego llegó a ser así. “Después de eso Dios vió todo lo que había hecho y, ¡mire! era muy bueno.”—Gén. 1:20-31.
4. ¿A qué cosa ha dado existencia Jehová en nuestro día, y cómo ha provisto para ella?
4 ¡Con cuánta más razón es cierto esto en nuestro día! Jehová ha dado existencia a una sociedad del nuevo mundo, la ha librado del viejo mundo y la ha introducido en su favor, en una nueva tierra, la tierra de Beúla, su lugar teocrático, y allí él ha bendecido ricamente su condición espiritual. (Isa. 62:4, 5, Mod) Dios ha hecho provisión para que sean cuidados apropiadamente los intereses del Reino que continuamente aumentan en la tierra. Cumpliendo su palabra, en respuesta al servicio amoroso de sus testigos devotos, él ha abierto las ventanas del cielo y ahora derrama una bendición tan abundante que no hay escasez entre su pueblo.—Mal. 3:10, Mod.
5. ¿Cómo se atendió al aumento de la recién formada congregación cristiana en el primer siglo?
5 En el primer siglo cuando el Señor Jehová derramó su espíritu sobre los fieles adoradores que se hallaban reunidos en Jerusalén al tiempo del Pentecostés, la evidencia de que éstos verdaderamente eran los siervos del Dios Vivo y de que el mensaje que enseñaban era la verdad fué tan abrumadora que la organización tuvo un aumento de unas tres mil personas en un solo día. (Hech. 2:1-42) Después de eso considerables cantidades de personas siguieron enterándose de la verdad. ¿Cómo podía darse atención a dicho aumento? ¿Cómo le sería posible a la pequeña congregación cristiana que entonces se hallaba en su infancia instruir y organizar a estas personas apropiadamente? La respuesta fué suministrada por Dios mediante Cristo Jesús, en forma de apóstoles y otros hombres capacitados que habían de servir como superintendentes.—1 Cor. 12:28; Efe. 4:7-14.
EL CONDUCTO DE COMUNICACIONES DE JEHOVÁ
6. Ilustre por qué fué tan importante reconocer el conducto de comunicaciones de Jehová en tiempos pasados.
6 Jehová ha establecido un conducto de comunicaciones muy definido por medio del cual él trata con su pueblo. En los días que antecedieron al diluvio él usó a Noé, y les fué vital a todos reconocer ese hecho con el fin de ser salvados del cataclismo mundial de ese tiempo. (Heb. 11:7) Durante el tiempo en que se efectuó el éxodo de Israel de Egipto, Dios trató con su pueblo mediante Moisés. Cuando los israelitas reconocían el arreglo teocrático la bendición de Jehová descansaba sobre ellos. Pero cuando simplemente consideraban desde un punto de vista humano esta provisión de Dios se acarreaban dificultad. Esto fué lo que le sucedió como experiencia a María, que fué herida de lepra por no reconocer respetuosamente el arreglo de Jehová. Otros, como Coré, Datán, Abiram y los hombres que estaban con ellos, fueron arrasados con muerte por su independencia obstinada. Y aun los que estaban favorablemente dispuestos hacia ellos se acarrearon la desaprobación divina, siendo arrasados 14,700 de ellos en una sola ocasión.—Núm. 12:1-10; 16:1-35, 41-50.
7. (a) ¿Cuál es el conducto de comunicaciones de Jehová hoy en día, y por la determinación de quién? (b) ¿Qué ha sido confiado a su cuidado?
7 Ahora identifiquemos inequívocamente al conducto de comunicaciones de Jehová para nuestro día, para que continuemos en su favor. Escuche la inspirada respuesta a la situación, en Mateo 24:45-47: “¿Quién es verdaderamente el esclavo fiel y discreto, a quien su amo asignó sobre sus domésticos para darles el alimento al debido tiempo? Feliz es aquel esclavo si al llegar su amo le hallare haciéndolo así. De cierto les digo: Lo nombrará al cargo de todos sus bienes.” Y ¿lo ha nombrado? Sí, particularmente desde 1919 ha sido cierto que él ha nombrado al cuerpo colectivo del resto ungido sobre todos los intereses visibles del Reino. Entonces el “esclavo” llegó a ser responsable no sólo de ministrar a las necesidades de los miembros ungidos del cuerpo de Cristo, sino también de asumir la responsabilidad de predicar las buenas nuevas del Reino establecido a personas de todas las naciones. (Mat. 24:14) Tal hecho es cierto no porque ellos lo hayan determinado, sino porque Dios mismo ha dirigido que así sea. “Dios ha colocado a los miembros en el cuerpo, cada uno de ellos, así como él quiso,” es la manera en que esto se representa en 1 Corintios 12:18. Es vital que apreciemos este hecho y respondamos a las instrucciones del “esclavo” como lo haríamos al oír la voz de Dios, porque es Su provisión.
QUIÉN NOMBRA A LOS SUPERINTENDENTES
8, 9. (a) ¿Quién nombra a los superintendentes en la sociedad del nuevo mundo? (b) Explique cómo es cierto eso.
8 Este asunto de nombramiento teocrático alcanza a toda parte de la organización. Se dirige desde la parte superior, desde Jehová Dios mismo, hacia abajo. Los que ocupan puestos responsables, como los siervos de circuito y de distrito, los siervos de congregación y los siervos ministeriales de la congregación, todos son parte de esta estructura teocrática. El nombramiento de ellos al servicio ha de considerarse de esa manera. Y sabiendo esto ellos reconocen que tienen ante Dios la gran responsabilidad de desempeñar apropiadamente sus asignaciones. Como el apóstol Pablo lo declara tan aptamente: “Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre quienes el espíritu santo los ha nombrado como superintendentes, para apacentar a la congregación de Dios, que él compró con la sangre del [Hijo] suyo.” (Hech. 20:28) Los siervos de las congregaciones no son siervos porque algún hombre los haya escogido. No es el siervo de circuito ni el comité de congregación el que determina quién superentenderá la congregación de Dios. Es el espíritu santo de Jehová el que tiene que funcionar para nombrarlos como superintendentes. ¿Cómo?
9 La Palabra de Dios, la Biblia, fué escrita bajo la inspiración del espíritu santo. En ella se encuentra una descripción detallada de personas que pueden ser superintendentes de las congregaciones. Estos requisitos los ha establecido Dios mismo, y su fuerza activa continúa funcionando en nuestro tiempo para impulsar al cuerpo gobernante y a otros que se hallan en puestos de responsabilidad porque éstos se adhieren estrechamente a la Palabra escrita. Cuando se siguen cuidadosamente esas instrucciones y sólo personas como las que se describen en las Escrituras son nombradas como superintendentes, ¿exactamente quién las está escogiendo? No el hombre, porque él no estableció la norma que ha de seguirse. Es Jehová Dios mismo quien, por medio de su espíritu santo, está nombrando a estas personas para que sean superintendentes.—Sal. 119:105; Pro. 3:5, 6.
QUIÉNES PUEDEN SERVIR
10. ¿Qué se da a entender en las Escrituras por la expresión “hombres de mayor edad,” y por qué son ellos los únicos que pueden ser superintendentes?
10 Considere los requisitos bíblicos según están registrados en 1 Timoteo 3:1-7 y Tito 1:5-9. Una de las primeras cosas que ha de considerarse en la selección de un siervo es la madurez, y repetidamente se nos dice que sólo un “hombre de mayor edad” puede ser superintendente. Aunque esto no está alistado en 1 Timoteo 3, es el primer punto considerado en Tito 1:5. Por hombres de mayor edad no sólo se quiere decir personas que son de mayor edad en un sentido físico. La edad no necesariamente hace maduro a un hombre en asuntos espirituales, aunque los años de experiencia definitivamente son una ventaja. La madurez que capacita a la persona para privilegios especiales de servicio incluye tanto al conocimiento como a la experiencia. El superintendente debe ser diligente en el estudio con el fin de llenar esa norma. Debe tener un buen conocimiento de la historia de la organización, entendimiento sólido de asuntos doctrinales y aprecio cabal de las instrucciones de organización. Aunque es cierto que sin duda él se halla muy ocupado atendiendo a la congregación, siempre debe mantenerse al día en su estudio, no sólo para su propio provecho, sino también como un ejemplo para sus hermanos tocante a estudio personal. Se necesita esto, junto con mucha experiencia en trabajar con la organización, si el superintendente ha de cumplir apropiadamente su asignación.
11. Explique lo que abarcan los requisitos al decir que el superintendente ha de ser irreprensible y moderado en los hábitos.
11 El segundo versículo bajo consideración dice: “El superintendente por lo tanto debe ser irreprensible, el esposo de una sola mujer, moderado en los hábitos, de juicio sano, ordenado, amador de los extraños, capacitado para enseñar.” (1 Tim. 3:2) El decir que tiene que ser irreprensible significa que tiene que ser intachable. Nadie debe poder señalar a él como persona que es negligente en su trabajo o que no se conforma a las normas de la Biblia. Esto es cierto en todas las cosas. En consecuencia, si él es casado tiene que ser esposo de sólo una esposa. En hábitos, también, debe ser moderado. En cuanto a comer, no debe ser glotón. Aunque no se le prohibe beber, nunca debe hacerlo con exceso. (1 Cor. 10:31) En el trabajo es moderado. Es diligente, sí; pero no va a tal grado que arruine su salud. Si halla placer en el esparcimiento sano, eso también es correcto. Pero nunca participaría de ello al grado insensato que se convirtiera en un amador de los placeres más bien que de Dios, permitiendo que eso echara fuera de su vida la actividad teocrática.—Fili. 4:5; 2 Tim. 3:1, 4.
12. ¿Por qué sería imprudente el que un fanático de cualquier clase sirviera como superintendente?
12 A menudo observamos en la sociedad del viejo mundo a personas que atraen atención a sí mismas por causa de sus rarezas, pero cuando estas personas entran en la organización de Jehová se esfuerzan diligentemente por rehacer su personalidad. (Efe. 4:22-24) Por supuesto, si algunos todavía no han rehecho su personalidad no podrían ser superintendentes. Si algún hermano es fanático en cuanto a comer u otros asuntos de la vida, las cosas no se hallan en su lugar correcto. “Porque el reino de Dios no significa el comer y el beber, sino que significa rectitud y paz y gozo con espíritu santo. Porque el que en este respecto es esclavo de Cristo es aceptable a Dios y tiene aprobación entre los hombres.” (Rom. 14:17, 18) Hacemos bien en cuidar de nuestra salud, pero somos imprudentes cuando dejamos que a esto se le dé la atención que en nuestra vida se le debe dar al ministerio. Sólo los que dan el primer lugar de importancia al Reino pueden ser siervos.
13. Al decir que el superintendente tiene que ser de “juicio sano,” ¿qué se da a entender?
13 ¿Qué se da a entender al decir que el superintendente tiene que ser de juicio sano? Significa mucho más que simple estabilidad mental. El individuo que es de juicio sano teocráticamente ha rehecho su mente de acuerdo con la buena y aceptable voluntad de Dios. Habiendo llenado él su mente con la verdad, su razonamiento se basa en la Biblia. Ha aprendido a confiar en Jehová con todo su corazón y no a apoyarse en su propio entendimiento.—Sal. 19:7; 139:17; Isa. 55:9, Mod; Rom. 12:2.
14. ¿Qué se incluiría en ser “ordenado” y “capacitado para enseñar”?
14 Es en el mismo sentido que él tiene que ser “ordenado.” Cualquier siervo, en realidad cualquier miembro de la sociedad del nuevo mundo, sabe que es importante ser aseado y mantener un hogar bien ordenado. Su hogar no es simplemente asunto de interés personal, pues cuando uno llega a ser testigo de Jehová él y su hogar representan a la sociedad del nuevo mundo en la comunidad. Él desea asegurarse de que ambas cosas sean un crédito para la organización. Sin embargo, el ser ordenado se extiende más allá de esto. El ser ordenado requiere que él reconozca el orden teocrático, que aprecie la necesidad de someterse a la organización teocrática, tanto a la invisible como a la visible. El tenerle aprecio al orden teocrático no lo dejará considerar a sus consiervos según la carne imperfecta, y en cambio lo impulsará a tratar con ellos como con hombres que han sido designados por Dios para encargarse de los intereses del Reino. Lo hará tratar bien a sus hermanos, todos los cuales son siervos de Jehová y no del superintendente. Él mismo apreciará profundamente que es un siervo y que tiene que cuidar bien de su asignación, edificando a la congregación espiritualmente y dando una buena acogida a ella a los extraños o personas de buena voluntad que también manifiesten el deseo de participar en la adoración verdadera. Estas cosas, junto con el aplicarse continuamente en la escuela del ministerio teocrático, deben ayudarle a estar capacitado para enseñar, tanto de casa en casa como desde la plataforma en las reuniones de congregación.—1 Cor. 14:40; 2 Cor. 5:16; Efe. 5: 21.
15. ¿Qué puede decirse del genio del superintendente y de su manera de ver los asuntos en lo referente a búsquedas comerciales?
15 Observe ahora el tercer versículo del capítulo tres de 1 Timoteo. El superintendente no debe ser un “pendenciero ebrio, no un golpeador, sino razonable, no belicoso, no amador del dinero.” En vez de ocasionarle oprobio a la sociedad del nuevo mundo por beber excesivamente, por peleas o por mal genio, más bien se esfuerza por tener el fruto del espíritu de Dios: amor, gozo, paz, gran paciencia, bondad, benignidad, fe, apacibilidad, gobierno de sí mismo. (Gál. 5:22, 23) Usted observará que se incluye una amonestación contra un peligro que ha resultado ser una trampa para muchos—el amor al dinero. Nunca puede ser superintendente la persona que permite que su amor al dinero de manera alguna exceda a su amor a Dios. Si permite que su empleo seglar eche fuera de su vida su asistencia regular a las reuniones de congregación donde participa de la mesa de Jehová, él no llena este requisito del superintendente. Si el trabajo extra de vez en cuando o frecuentemente o aun el empleo regular que estorba su asistencia a las reuniones o su participación en el servicio le es más atractivo que las actividades de la sociedad del nuevo mundo, él perjudicaría la espiritualidad de él mismo y de los de la congregación que esperan que él lleve la delantera. Los siervos deben estar alerta para que el lazo del materialismo no los prive de sus privilegios de servicio.—Mat. 6:31-33; Luc. 12:15.
16. ¿Afecta la familia de un hombre el que él llene los requisitos que debe llenar un superintendente? ¿Cómo?
16 El registro continúa en 1 Timoteo 3:4, 5: “Un hombre que gobierne a su propia casa de una manera correcta, teniendo sus hijos en sujeción con toda seriedad; (si algún hombre no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la congregación de Dios?).” El que gobierna su propia casa de una manera correcta lo hace con amor. No es un gobernante tiránico que demande respeto pero que al mismo tiempo no haga las cosas que le ganen el respeto de los demás. No obstante, cuando se necesita la disciplina él tampoco pasa por alto esa responsabilidad. A veces los niños, influídos por el medio ambiente mundano de independencia, no obedecen, o causan disturbio en las reuniones. Eso en sí mismo no significa que el padre no los ha entrenado apropiadamente. Pero la pregunta es: ¿Muestra ahora el padre respeto al orden teocrático aplicando la disciplina necesaria, no en medio de una reunión de congregación, sino afuera o más tarde en casa? Adecuada y firmemente administrada, la disciplina pronto pondrá fin a la dificultad, y su habilidad para enfrentarse a la situación se demostrará en el hecho de que toda repetición del incidente será rara. Sin embargo, si él no puede manejar su propia casa, ¿cómo le sería posible alguna vez pastorear al rebaño de Dios?—Heb. 12:9; Pro. 23:13, 14.
17. (a) ¿Por qué razones no llenaría los requisitos como superintendente un neófito? (b) ¿En qué respecto debe tener el superintendente un buen informe aun de los de afuera de la organización?
17 “No un hombre recientemente convertido, por temor de que se hinche con orgullo y caiga en el juicio pronunciado contra el Diablo. Además, también debe tener un testimonio favorable de personas de afuera, para que no caiga en vituperio y en una trampa del Diablo.” (1 Tim. 3:6, 7) Se necesita tiempo para que una persona rehaga su mente. Cuando los ideales del viejo mundo han sido la norma de vida de una persona durante veinte, treinta o cuarenta años antes de aprender la verdad, no podrá rehacer su modo de pensar completamente al instante. Quizás la persona progrese hasta el punto de dedicarse y se muestre dispuesta a hacer el cambio. Pero ese cambio realmente tiene que haberse hecho, de manera que su modo de vivir vaya por las sendas del vivir del nuevo mundo, antes que pueda llenar los requisitos como superintendente de la congregación. Seguramente un año completo de servicio activo después de simbolizar su dedicación por inmersión en agua no es pedir que esperen demasiado tiempo las personas responsables antes de recomendar a esta persona como siervo, si nadie más está disponible en la congregación. (1 Tim. 5:22) El proceder del nuevo ministro asombrará a las personas que él ha conocido en el mundo, y, a causa de la verdad, tal vez hablen abusivamente de él. Pero cuando se trata de sus relaciones con otras personas, de su confiabilidad y de su manera de hablar, no hallan motivo para criticarle. En dichas relaciones le otorgan testimonio favorable, aunque tal vez no estén de acuerdo con su religión.—1 Ped. 4:4, 15, 16.
18. ¿Qué mantiene humildes y abordables a los superintendentes?
18 Las personas que llenan estas normas son las personas a quienes Jehová ha aprobado como superintendentes de su pueblo. Son hombres de mucha calidad y verdadera devoción piadosa, cuyo deseo en la vida es servir a Jehová Dios y adelantar los intereses de su sociedad del nuevo mundo. Y con todo esto son sinceramente humildes porque disciernen su posición en relación con su Padre en el cielo. Aunque tienen mucha responsabilidad nunca deben perder de vista el hecho de que son siervos. Si tienen presente esto, serán abordables, razonables y siempre podrán ayudar a sus hermanos.
CÓMO SE HACE LA SELECCIÓN
19. ¿Cómo ilustra el ungimiento de David hecho por Samuel la manera en que se hacen los nombramientos teocráticos?
19 De vez en cuando se pide a algunos que se hallan en el puesto de superintendentes que recomienden a otras personas para puestos de servicio en la organización teocrática. Deben tener presente que de acuerdo con el arreglo teocrático de cosas éstos han de ser nombrados por el espíritu santo. Su situación es algo semejante a la del profeta Samuel, a quien Jehová envió a ungir a aquel que Él había escogido como rey sobre su pueblo. No se le dió el nombre del que había de ser ungido, sino sólo se le dijo que sería un hombre escogido por Dios de entre los hijos de Isaí. Cuando los jóvenes fueron traídos ante el profeta, la primera inclinación de Samuel fué considerar como el escogido al mayor de los muchachos, un joven bien parecido y bien formado llamado Eliab. Pero esas cualidades no constituían la base para hacer la selección. Como Jehová le dijo: “No mires su apariencia y lo alto de su estatura, porque lo he rechazado. Porque no de la manera que el hombre ve [es la manera que ve Dios], porque el simple hombre ve lo que aparece a los ojos, pero, en cuanto a Jehová, él ve lo que es el corazón.”—1 Sam. 16:1, 6, 7.
20. (a) ¿Es posible examinar el corazón del hombre hoy en día? (b) ¿Quién únicamente puede ser recomendado como siervo, y qué seguridad nos da esto?
20 Lo mismo es cierto hoy en día. Jehová ve el corazón, no la apariencia exterior. Los superintendentes deben tener presente eso y no deben dejar que influyan en ellos la personalidad y otros aspectos de la apariencia exterior. Cierto, el hombre no puede penetrar con su entendimiento en el corazón de otro, pero la Palabra de Dios sí. “Porque la palabra de Dios es viva y ejerce poder y es más aguda que cualquier espada de dos filos y penetra hasta dividir el alma y el espíritu, y las coyunturas y su tuétano, y puede discernir los pensamientos e intenciones del corazón.” (Heb. 4:12) Los requisitos bíblicos tienen que ser aplicados al caso, porque la Palabra de Dios es la que aclara lo que hay en el corazón del hombre. No le atañe a la persona a quien se le pide que recomiende a un siervo escoger a una persona a quien él personalmente considere que es la mejor capacitada, sino hallar al hombre descrito en el Libro de Instrucciones de Dios, la Biblia, buscando la ayuda de Jehová en el asunto por medio de la oración. Luego, habiendo seguido la inspirada Palabra de Dios y sabiendo que el espíritu santo funciona en la organización y la dirige, podemos tener plena confianza en que los siervos verdaderamente son nombrados por Jehová Dios por medio de su espíritu santo.
RECONOCIENDO A LOS REPRESENTANTES TEOCRÁTICOS
21. ¿Por qué medios hoy en día mantiene Jehová ante nuestra mente sus requisitos de reunirnos y declarar allí públicamente nuestra esperanza?
21 Esto coloca a todos los miembros de la organización de Jehová en una posición favorecida, porque sabemos que los arreglos que se hacen dentro de la organización se hacen por la amorosa provisión de Dios. Los aceptamos como provenientes de Dios y le agradecemos sus provisiones. Sin embargo, el apóstol Pablo aconseja sobriamente: “Nosotros también les suplicamos que no acepten la bondad inmerecida de Dios y pasen por alto su propósito.” (2 Cor. 6:1) Respondamos a la superintendencia que se ha provisto como responderíamos a Dios. Considere una aplicación del punto. Cuando la persona nombrada como siervo de congregación, o cualquiera de los otros siervos o conductores de estudio bíblico, se dirige a nosotros para animarnos a que asistamos a las reuniones con más regularidad o a que participemos en las reuniones, ¿por qué lo hace? Específicamente, es a causa de que Dios da instrucciones de que procedamos de dicha manera. “Mantengamos firmemente la declaración pública de nuestra esperanza sin titubear, pues fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para incitar al amor y a las obras rectas, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos, y tanto más al ver que el día se acerca.” (Heb. 10:23-25) Y ahora ese siervo ha sido nombrado por el espíritu santo para ayudarnos en nuestro ministerio y recordarnos el buen consejo que se halla en la Biblia de asistir a las reuniones de congregación y hacer allí declaración pública de nuestra esperanza. Debemos responder con la misma disposición con que responderíamos a la voz de Dios. Es el medio que él usa para tratar con nosotros ahora.
22. ¿Cómo fué grabada en Zacarías la necesidad de mostrar respeto a los representantes teocráticos celestiales?
22 Zacarías, el padre de Juan el Bautista, tuvo cierta experiencia con un representante teocrático nombrado y esa experiencia debe grabar esto en nuestra mente. Cuando Gabriel, un siervo angelical de Dios, fué enviado para notificarle que había de ser padre, Zacarías no rechazó el anuncio, sino que sólo expresó alguna duda, diciendo: “¿Cómo he de estar seguro acerca de esto? Pues soy anciano y mi esposa está bien avanzada en años.” Zacarías no mostró en esa ocasión el debido respeto a la autoridad teocrática. A causa de esta falta quedó mudo y siguió mudo hasta que nació Juan. Dicha experiencia fué escrita para instruirnos en este tiempo.—Luc. 1:18-20.
23. (a) ¿Es algo menos importante reconocer a los superintendentes terrestres en la organización teocrática? (b) ¿Desde qué punto de vista vemos el consejo que proviene de la organización?
23 Seguramente nadie pondría en tela de juicio la autoridad del ángel Gabriel cuando él hablaba como siervo de Dios. El mostrar obediencia y respeto a ese representante teocrático sería demostrar obediencia y respeto a Aquel a quien él representaba, a Jehová Dios. Los superintendentes terrestres representan a Jehová en sus asignaciones tanto como los celestiales lo representan en las suyas. En alguna ocasión tal vez se haya dirigido a usted uno de los siervos de la congregación y le haya ofrecido algunas sugestiones para mejorar o ensanchar sus privilegios de servicio en el trabajo del campo. ¿Cómo debemos responder a lo que él dice? Bueno, ¿cómo responderíamos si Jehová mismo abriera los cielos y nos diera ese consejo? ¡A causa de que amamos a nuestro Padre celestial nos deleitaríamos en hacerlo! (Sal. 40:8) Bueno, Jehová ha abierto los cielos y nos ha dicho lo que hay que hacer. Por medio de enviar su espíritu santo desde lo alto él ha hecho que se registre en su Palabra la exhortación de que prediquemos públicamente y de casa en casa y que alimentemos a las ovejas volviendo a visitar a todas las personas que han mostrado interés al escuchar la Palabra. Ahora, en este tiempo, él ha designado al “esclavo fiel y discreto” para superentender esta obra de proclamación del Reino. Él ha confiado a esta clase del “esclavo” todos sus bienes que tienen que ver con la adoración verdadera sobre la tierra. Para cumplir su asignación procedente de Jehová esta clase nos da sugestiones en cuanto a cómo llevar a cabo nuestra comisión bíblica de predicar y usa a los siervos locales designados teocráticamente para que ellos llamen estas sugestiones a nuestra atención y nos ayuden a aplicarlas. Aunque el “esclavo” y otros superintendentes nombrados ciertamente no son inspirados, como fueron los que se usaron para escribir la Biblia, no obstante los componentes de la congregación muestran debido respeto al puesto que ocupan los superintendentes al responder al consejo que les dan porque saben que ésta es la provisión de Jehová para instruir a su pueblo en este tiempo.—Heb. 13:7, 17.
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Aceptando responsabilidad en la sociedad del nuevo mundoLa Atalaya 1957 | 1 de noviembre
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Aceptando responsabilidad en la sociedad del nuevo mundo
“La persona que es fiel en lo muy poco es fiel también en lo mucho, y la persona que injusta en lo muy poco es injusta también en lo mucho.”—Luc. 16:10.
1. ¿Desde qué punto de vista vemos las asignaciones de servicio en la sociedad del nuevo mundo?
CUANDO uno aprecia la sociedad del nuevo mundo de Jehová también reconoce que es un privilegio feliz el servir dentro de ella. David expresó bien cómo se sentía en cuanto al servicio al decir: “Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. He escogido estar a la puerta en la Casa de mi Dios, más bien que habitar en las tiendas de maldad.” (Sal. 84:10, Mod) En contraste con las cargas desdichadas de los que viven en el viejo mundo, Jesús dice: “Tomen mi yugo sobre ustedes y háganse mis discípulos, porque soy, de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.” (Mat. 11:29, 30) Es una fuente de gozo para el cristiano verdadero recibir responsabilidad y poder hacer más para servir a sus hermanos.
2. ¿Cómo y por qué debería uno ‘esforzarse por tener el puesto de superintendente’?
2 En 1 Timoteo 3:1 está escrito: “Si algún hombre se está esforzando por tener un puesto de superintendente, está deseoso de un trabajo de la clase correcta.” Si es la cosa correcta que hacer, entonces queremos hacerla. ¿Cómo? No por medio de adelantarnos a empujones en la organización ni haciendo propaganda para lograr un puesto. Más bien, ésta es una organización que está creciendo constantemente y hay necesidad continua de que más siervos asuman la superintendencia de los intereses del Reino. De esta manera, cuando se forman nuevas congregaciones o se organizan nuevos centros de servicio dentro de la congregación surge la necesidad de que más hermanos maduros asuman la responsabilidad en ellos. ¿Llenará usted los requisitos que se necesitan para servir? Cuando usted se dedicó para servir a Jehová usted dijo: “¡Aquí estoy yo; envíame a mí!” (Isa. 6:8, Mod) Ahora tiene la obligación de obrar de acuerdo con esa expresión que usted hizo a Jehová Dios. Usted reconoce cabalmente el hecho de que él no lo enviará a usted a representarlo como superintendente de la congregación de su pueblo a menos que usted llene los requisitos manifestados en la Biblia. De modo que usted debe esforzarse por alcanzar la madurez y aplicarse constantemente a fin de llenar las normas elevadas establecidas para los superintendentes. (Heb. 5:12-6:3) Entonces cuando se necesite un superintendente Jehová lo enviará a usted porque usted será la persona designada en Su Palabra. Sin embargo, aun si se diera el caso de que no surgiera la necesidad inmediatamente, no hay ninguna pérdida. Todo ministro maduro de la sociedad del nuevo mundo debe estar tan profundamente interesado en el adelanto de la organización como lo están los siervos nombrados. De modo que ellos ofrecen de buena gana su cooperación a los que están nombrados y usan su habilidad para ensanchar la obra de manera teocrática.
3. ¿Qué provisión se hace sabiamente para la expansión futura?
3 Los superintendentes de la congregación igualmente deben pensar en el futuro. Deben comprender que llegará el día en que se necesitarán más hermanos para encargarse de los puestos de siervos. De modo que, con previsión práctica, harían bien en entrenar a los que manifiestan las cualidades necesarias de amor y humildad y que encarecidamente desean servir a sus hermanos, para equiparlos como siervos. Entonces cuando surja la necesidad no habrá escasez, sino que hombres ya entrenados y bíblicamente capacitados estarán listos para atender al trabajo. Por supuesto, este entrenamiento no se efectúa por medio de hacer que ellos verdaderamente se hagan cargo de las reuniones o hagan el trabajo del siervo si él está presente y puede llevar a cabo su asignación. Pero la persona que está siendo entrenada puede trabajar junto con el siervo nombrado y observar, y el siervo nombrado puede instruirlo cuidadosamente, así como Jesús enseñó a sus apóstoles y como Pablo instruyó a Timoteo.
4. ¿Qué muestra 1 Pedro 5:1-5 que es la actitud correcta de un superintendente?
4 Si usted fuese nombrado por el espíritu santo al puesto de superintendente, ¿entonces qué? 1 Pedro 5:1-5 aconseja en cuanto a la manera en que ha de proceder: “Pastoreen la grey de Dios bajo su custodia, no por fuerza, sino voluntariamente, tampoco por amor de ganancia deshonrosa, sino con anhelo, ni como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose dechados de la grey. . . . Todos ustedes cíñanse con humildad de mente los unos hacia los otros, porque Dios se opone a los arrogantes, pero da bondad inmerecida a los humildes.” Comprendiendo que a usted se le ha confiado para que lo cuide el rebaño de Dios—personas a quienes él ama, los de su resto ungido escogido y otros a quienes él clasifica como las cosas más selectas de todas las naciones, sus “otras ovejas”—usted debe estar profundamente impresionado con la gran responsabilidad que descansa sobre usted. Dicho puesto no produce ningún sentimiento de superioridad en la persona verdaderamente teocrática, sino más bien humildad. Su deseo es servir a Jehová y a sus hermanos, no el ser servido por otros.—Miq. 6:8, Mod; Mat. 20:26, 27.
5. ¿Por qué es tan importante ahora el desempeño fiel del servicio?
5 Los del resto ungido son hermanos del Rey Cristo Jesús. Como individuos les es importante desempeñar fielmente el servicio ahora cuidando de los intereses del Reino. Si no llenan los requisitos de servicio ahora, serán rechazados como infieles en unas cuantas cosas, perderán el gozo de su Señor y no serán elevados al reino celestial. Ellos quieren ganar el premio que está colocado ante ellos. (Mat. 25:14-30) Las “otras ovejas” igualmente tienen que ser fieles en adelantar los intereses del Amo. Si lo hacen, puede que sea su porción feliz el continuar en puestos de servicio principesco a través del Armagedón y en el nuevo mundo de Dios.—Isa. 32:1, Mod.
6. ¿Qué es lo que recomienda a uno como ministro?
6 En la sociedad del nuevo mundo una carta con el nombre de uno grabado en ella no es lo que lo constituye un ministro. No se acude a ningún hombre para que le escriba una carta de recomendación para sostener su posición como ministro de Dios. Jehová Dios es quien le confía su ministerio y los frutos de su servicio son su carta de recomendación que testifican que uno está desempeñando el ministerio. Es una carta escrita en el corazón de los hombres y es evidente a todo el género humano. (2 Cor. 3:1-3) De igual manera también el Señor confía los puestos de superintendencia a ministros maduros. Sin embargo, ahí no termina el asunto. Aunque este privilegio adicional de servicio muestra que Dios reconoce el proceder pasado de servicio fiel de esta persona, ésta no puede vivir ahora apoyada en su registro pasado. En su nuevo puesto tiene que tener su atención concentrada en su presente asignación y continuar produciendo fruto que sea una honra para su Dios.—Juan 15:1-8; Mat. 21:18, 19.
7. ¿Qué norma excelente se manifiesta en las Escrituras para que la sigan los superintendentes?
7 La superintendencia apropiada de la congregación exige que se siga cuidadosamente el ejemplo puesto por Cristo Jesús, quien es nuestro Líder y Ejemplar, Jehová mismo siendo el “pastor y superintendente de sus almas.” (1 Ped. 2:25) Jesús reconoció que Jehová trata con su pueblo con compasión, que es paciente y perdona nuestras faltas y que aunque sus criaturas son tantas que no le es posible al hombre contarlas, Dios considera las necesidades de cada una de ellas. (Isa. 49:13, Mod; Sal. 103:14; 145:14-16) Aunque muchos se reúnen para adorarlo, en su amor infinito considera aun a los aparentemente insignificantes entre ellos. A causa de que ellos le invocan en verdad, él oye sus oraciones y los guía. (Sal. 145:18, 19) Jesús dijo: “No es cosa deseable a mi Padre que está en el cielo el que uno de estos pequeños perezca.” (Mat.18:12-14) Mostrando el amor tierno que el Padre les tiene a las ovejas, el profeta Isaías escribió: “He aquí que Jehová, el Señor, viene con poder, . . . Como pastor, apacentará su grey; en su brazo recogerá los corderitos, y los llevará en su seno, y conducirá suavemente a las recién paridas.” (Isa. 40:10, 11, Mod) Jesús siguió el ejemplo puesto por su Padre y así dejó un ejemplo amoroso para que nosotros lo copiemos.
8. ¿Por qué es importante el interés personal en cada ministro, y cómo puede mostrarse?
8 El amor genuino que se le tiene al rebaño de Dios se muestra tomándose interés personal en las necesidades de los ministros individuales. (1 Cor. 10:24) No debe tratarse con ellos solamente como con un grupo, cada uno tiene que recibir la ayuda necesaria para que vaya al mismo paso que el crecimiento espiritual de la congregación en conjunto. Una de las razones principales por las que se compilan los informes de la actividad de predicación de los testigos de Jehová es para que se les pueda dar ayuda adecuada a los individuos de la congregación para que mejoren su ministerio. El informe en sí mismo no es la meta; muestra que se ha hecho buen trabajo e indica dónde puede hacer falta ayuda para mejorar. Los que son celosos en el servicio hacen bien. Jehová está bendiciendo sus esfuerzos y están obteniendo resultados. Como resultado se sienten felices, enérgicos y están deseosos de hacer más. Ahora vea lo que puede hacerse para ayudar a los demás de la congregación a participar tan plenamente y a tener el mismo gozo en su servicio.
PARTICIPE EN EL ENTRENAMIENTO MINISTERIAL
9. ¿Cómo debe responder uno al entrenamiento en el ministerio cuando se le provee?
9 Cuando alguna persona aprende la verdad y aprecia el privilegio que tiene de servir al Todopoderoso Dios como testigo suyo, da el paso hacia adelante que es la dedicación y simboliza por inmersión en agua la decisión sin restricciones que ha hecho de servir a Jehová. (Heb. 10:9) Aunque se da cuenta de que sin duda éste es el paso hacia adelante más importante que ha de darse en el servicio de Dios, también sabe que no es el único. Continúa progresando por medio de aprovecharse de las provisiones que se han hecho para ayudarle a crecer a la estatura plena de un ministro maduro. Los superintendentes y otras personas de la congregación saben que esta persona necesita instrucción para presentar el mensaje del Reino apropiadamente y para vencer problemas que se encuentran al explicar la verdad a otros. Reconociendo esta necesidad, no simplemente envían al nuevo hermano a predicar expresándole el deseo de que le vaya bien, pero sin ofrecerle ninguna ayuda práctica. (Sant. 2:14-17) Al contrario, la organización teocrática está bien organizada para cuidar del entrenamiento para la obra ministerial. (Efe. 4:11-13) Tanto a los nuevos como a los demás que hayan estado asociados por años se les suministra ayuda amorosa. Cuando se da esa ayuda, “presten atención a cómo escuchan.” (Luc. 8:18) No sea indiferente, de tal modo pasando por alto el propósito de esta provisión que es una expresión de la bondad inmerecida de Dios. Encarecidamente trate de entender cada punto de instrucción y aplíquelo. Haga un esfuerzo especial por aprovecharse de toda oportunidad para avanzar a la madurez. Le aguardan bendiciones mayores.
10. Habiéndosele entrenado, ¿cuál es el siguiente paso, y cómo debe ser considerado?
10 Ya que a usted se le ha entrenado así, ‘debería ser maestro en vista del tiempo,’ dice el apóstol Pablo. (Heb. 5:12) Ahora no retroceda y diga que usted no podría cumplir con dicha asignación, que usted no podría entrenar a otra persona para predicar estando a las puertas, conducir estudios bíblicos de casa y tener una participación efectiva en las reuniones de congregación. (Heb. 10:38, 39) Jehová le promete a usted su espíritu y con él usted puede hacerlo. Usted ha hallado que es un placer vivo recibir la ayuda que se le ha ofrecido a usted y progresar paso a paso en su servicio. Ahora lea lo que se registra en Hechos 20:35 : “Les he exhibido en todo que por medio de trabajar así ustedes deben ayudar a los que son débiles y deben tener presentes las palabras del Señor Jesús, cuando él mismo dijo: ‘Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.’” Usted ha visto el ejemplo que le pusieron sus hermanos. Ahora siga éste y descubra por sí mismo que los gozos mayores todavía se hallan delante de usted, que hasta hay más felicidad en prestar ayuda a otro que la que hay en recibirla usted mismo. Esté agradecido por el privilegio y desempéñelo como si fuera a Jehová. (Col. 3:23, 24) “Lo que se espera de los administradores es que el hombre sea hallado fiel.” (1 Cor. 4:2) Dicho administrador fiel no estará satisfecho con el desempeño mínimo. Si no puede ver resultados definidos, entonces volverá a considerar la manera en que está cumpliendo con la asignación. Él ama a su Amo y quiere hacer su trabajo bien. El superintendente también está interesado en el progreso de cada ministro, y en el programa de entrenamiento lo muestra examinando regularmente cómo desempeña cada persona todas las asignaciones que se le han dado. Él observa el progreso según se refleja en el informe de servicio de cada uno y en realidad va con cada uno cuando visita los hogares de otras personas para explicar las buenas nuevas del Reino. De esta manera puede ofrecer sugestiones bondadosas y observar quiénes ahora están capacitados para ayudar a otros.
11. ¿Por qué es importante que el superintendente sea un buen ejemplo para la congregación?
11 Nunca debe un siervo enseñorearse de los que son la herencia de Dios. Más bien, él ha de ser un dechado para el rebaño. (Mat. 23:8-11; 2 Cor. 1:24) Esto significa que él no es un individuo que simplemente dice a otros qué hacer, sino que lo hace junto con ellos. Las congregaciones generalmente son un reflejo de los siervos. Si los siervos son celosos la congregación es viva. Cuando ellos son indiferentes, a la congregación también le falta vitalidad y muestra poco progreso. Por lo tanto es importante que los superintendentes estén profundamente interesados en su trabajo. La sociedad del nuevo mundo rápida y constantemente está avanzando, y si uno ha de llenar los requisitos como superintendente es obligatorio que también sea progresista. Prudentemente, uno no se le adelanta a la organización, ni anda tan lentamente que la organización lo deja atrás. Uno corre la carrera con aguante, yendo al mismo paso que la sociedad del nuevo mundo.—Fili. 3:16; Heb. 12:1, 2.
12. ¿Qué impide el que lo distraigan a uno los asuntos de poca importancia?
12 El que es maduro en crecimiento cristiano ha desarrollado buen punto de vista. No se le distrae fácilmente del verdaderamente importante trabajo que está a la mano. “Esto es lo que sigo orando: que el amor de ustedes abunde aun más y más con conocimiento acertado y pleno discernimiento, para que se aseguren de las cosas más importantes, para que no tengan tacha y no estén haciendo tropezar a otros hasta el día de Cristo, y estén llenos de fruto justo que es por medio de Jesucristo, para la gloria y la alabanza de Dios.” (Fili. 1:9-11) ¿Cuáles son las cosas verdaderamente importantes en las que concentra su atención? No son las horas que se anotan en un informe que se entrega; no son la cantidad de literatura que se coloca. No, esas cosas simplemente reflejan el grado a que apreciamos los asuntos de mayor importancia y hemos desarrollado eficacia en explicarlos a otros.
13. ¿En qué cosas verdaderamente importantes debe concentrarse la atención, y cómo se reflejará esto en nuestro ministerio?
13 La cosa de la mayor importancia es la vindicación del nombre de Jehová por medio de su reino, y nosotros tenemos el privilegio de apoyar su lado del punto en disputa reteniendo nuestra integridad a medida que continuamos dando el testimonio de la verdad. (Job 2:1-6; Pro. 27:11) Por lo tanto, el principal cargo del superintendente es ayudar a los de la congregación a estar atentos a reconocer la soberanía de Jehová y engrandecerlo a todo tiempo, y él debe dirigir la atención de todos a la organización de Jehová como el único arreglo de adoración que existe para Su pueblo. Cuando una persona le tiene vehemente aprecio al hecho de que tiene el privilegio de apoyar el lado de Jehová en la gran controversia por medio de dar su devoción a Él y que la adoración verdadera no es simplemente una conveniencia para el hombre sino que es nuestro servicio a Dios, entonces discierne correctamente su relación con el Dios Vivo. Si lo que nos impulsa es un aprecio como ése a las cosas más importantes, podemos estar seguros de que el fruto que produzcamos en nuestro ministerio será una alabanza para el Padre. Si sólo es una “blanca de la viuda,” es decir, una hora o dos de predicación del Reino al mes, ofrecidas por una persona que no puede hacer más, eso agrada a Jehová. (Mar. 12:41-44) Por otra parte, si alguien que aprecia el punto en cuestión pudiera dedicar cincuenta horas al mes al ministerio del campo o pudiera mejorar su presentación de la verdad, desearía hacerlo. O, si pudiera arreglar sus asuntos para ser un ministro precursor de tiempo cabal, entonces el conocimiento acertado del punto en cuestión implicado y el amor profundamente arraigado lo impulsarían a alabar a Dios en esa capacidad.—2 Cor. 9:7.
14. (a) ¿Cómo podemos mostrarnos ‘listos para obedecer’? (b) ¿Qué se necesita si ha de haber aumento?
14 “La sabiduría que es de arriba . . . es . . . lista para obedecer.” (Sant. 3:17) Impulsados por esa sabiduría, nosotros también estaremos listos para obedecer. De hecho, deberíamos estar tan listos para obedecer que hiciéramos un esfuerzo especial para averiguar de qué manera podemos obedecer. Los testigos de Jehová reconocen bien el hecho de que el crecimiento de la sociedad del nuevo mundo no se debe a ningún hombre. Aunque uno de ellos plante la semilla de verdad que se encuentra en la Palabra de Dios, y aunque otro, respondiendo al consejo de la Biblia de hacer revisitas con las personas de disposición de oveja, cultive, no obstante, en el análisis final, es Dios quien la hace crecer. (1 Cor. 3:6) Es el espíritu santo o fuerza activa de Él que se necesita si ha de haber aumento, y ese espíritu funciona en unión con su Palabra y organización. Eso significa que es vital adherirse tenazmente a la Palabra escrita, estudiarla, aplicarla, con el fin de mostrar un aumento.—Jos. 1:8.
15. ¿Cómo deben recibirse las instrucciones de parte de la Sociedad, y qué debe hacerse para cuidar de que sean aplicadas plenamente?
15 Igual sucede con las instrucciones procedentes del “esclavo fiel y discreto,” sea que se envíen en forma impresa o se dejen en un informe escrito por el siervo de circuito o alguna otra persona a quien se haya enviado para representar a la Sociedad Watch Tówer. Los sacerdotes del Israel antiguo realmente se aprendían de memoria las instrucciones que gobernaban su servicio del templo para no faltar en algo. Y hoy los superintendentes deben aprender bien las instrucciones que reciben de la Sociedad, examinando punto por punto para estar seguros de que todas están siendo aplicadas localmente. Harán arreglos para tener reuniones de servicio semanales instructivas y prácticas que abarquen esas instrucciones y que estén amoldadas a las circunstancias de la congregación local para que todos aprecien que aplican a ellos. Aun aquí él no se detiene, porque está interesado en ver que cada ministro aplique las instrucciones. De modo que da pasos adicionales haciendo arreglos para considerar los puntos en los diferentes centros de servicio cuando los hermanos se reúnen para el servicio del campo y él mismo trabaja junto con ellos para ayudarlos a poner en práctica lo que han oído. De tal modo se les ayuda a todos a responder plenamente al consejo que viene de la organización en la cual funciona el espíritu de Jehová. Todos verán la evidencia de la bendición de Jehová sobre su ministerio. Todos juntos avanzarán con la sociedad del nuevo mundo. Los superintendentes no están interesados únicamente en el ministerio personal de ellos; vigilan con interés personal el bienestar de sus hermanos.—Fili. 2:1-4.
16. ¿Qué buen consejo dió Pablo a Timoteo, y cómo podemos examinar nuestro propio progreso?
16 El apóstol Pablo escribió al joven Timoteo con palabras que hacen pensar: “Reflexiona acerca de estas cosas, absórbete en ellas, para que tu progreso sea manifiesto a toda persona. Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan.” (1 Tim. 4:15, 16) Cada uno de nosotros puede tomar a pecho ese consejo. ¿Se está usted aprovechando de las oportunidades disponibles a usted como siervo de Dios? Como publicador de congregación o como ministro de tiempo cabal, ¿desempeña usted plenamente su ministerio? ¿Se manifiesta progreso? ¿Está usted expandiendo su ministerio y está usted aplicándose continuamente para ensanchar sus aptitudes teocráticas para ser más útil en la sociedad del nuevo mundo? ¿Da usted un apoyo de 100 por ciento a los siervos nombrados teocráticamente y personalmente toma usted a pecho todo el consejo que proviene de la organización teocrática?
17. ¿Qué consejo se da aquí para los siervos?
17 Si usted es un siervo ministerial, uno de los siervos nombrados como ayudantes del superintendente de la congregación, cuide bien de su asignación. Asuma la responsabilidad que le ha dado la organización teocrática, no bajo obligación, sino voluntariamente. Dedíquese a su trabajo de todo corazón porque usted se deleita en adelantar la adoración pura. A los superintendentes de congregación, de circuito, de distrito y de sucursal, séales dicho: Aplíquese asiduamente a vivir en conformidad con las elevadas normas que expone para usted la Biblia. Siempre diríjase a ella para obtener consejo. Adhiérase tenazmente a la organización teocrática. Preste atención a su consejo y allí mismo en las instrucciones que expide esté alerta constantemente para hallar maneras de mejorar su servicio como superintendente. Que su proceder sea el del apóstol Pablo, quien pudo decir a sus hermanos: “Háganse imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo.” (1 Cor. 11:1) Mucho ha sido confiado a su cuidado. Mucho se exigirá de usted. Pero aun ahora usted puede entrar en el gozo del Señor mediante el desempeño fiel de su asignación.—Mat. 13:12.
18. ¿Qué lugar deben ocupar en nuestra vida nuestras asignaciones teocráticas?
18 No hay duda acerca de ello. Jehová está equipando ahora a su sociedad del nuevo mundo para vivir en el nuevo mundo. El propósito de usted en la vida es servir a Jehová. Él le ha dado a usted un privilegio feliz de servicio en su organización. De modo que, ¿qué le agradaría más a Dios que el que usted respondiera a su invitación para servir y amoldara de todo corazón su vida entera en torno del servicio que él ha confiado al cuidado de usted? Ahora mismo hay una tarea formidable que desempeñar, y se está efectuando prósperamente con la bendición del espíritu de Jehová. Si usted hace bien su parte, puede que su porción sea el vivir eternamente para superentender los intereses de Dios en su nuevo mundo.
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La avenencia de la cristiandadLa Atalaya 1957 | 1 de noviembre
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La avenencia de la cristiandad
● El comentario bíblico The Interpreter’s Bible, tomo V, página 364, menciona que la antigua nación de Israel tenía la tendencia de acudir a Egipto en vez de a Dios cuando necesitaba ayuda; entonces el libro hace una comparación iluminadora con la cristiandad actual: “Como hebreos tenían el nombre de ser adoradores de Yavé—ésa era su religión. Pero en una crisis no era a su Dios que acudían, sino a la caballería de Egipto. ¿Estamos nosotros los del mundo moderno en condición penosa diferente a la de aquellos judíos desconcertados? Hemos dicho que somos cristianos y le hemos puesto ese nombre a nuestra civilización. ¿Ha habido cosa alguna característica de la fe cristiana señalando nuestras propuestas para resolver las cuestiones internacionales?
● “¿Justifica la historia moderna el que repitamos el lema de fe In Domino confido? ¿No ha sido ésta la mordaz acusación que han dirigido contra nosotros vez tras vez hombres airados: ‘Ustedes son cristianos en nombre, y cuando les conviene cristianos en conducta, pero durante el resto del tiempo juegan el juego del mundo’? El apologista no puede eludir ese desafío. Diga lo que quiera respecto a la influencia de la iglesia para el bien, mencione según pueda las victorias de la fe cristiana, no puede negar que después de veinte siglos de cristianismo no hemos producido un orden económico o social que sea cristiano en énfasis o espíritu; no hemos progresado a donde el logro de la unidad mundial esté al alcance de nuestra vista, y hemos consentido en convenciones, prácticas y miras que están en completo desacuerdo con los ideales y espíritu de la religión que profesamos.”
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Habla rara hoy díaLa Atalaya 1957 | 1 de noviembre
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Habla rara hoy día
● Ahora que la cristiandad está empapada de materialismo, es algo raro en estos días oír palabras como las que pronunció una vez Abrahán Lincoln: “Yo sería un mentecato sumamente engreído si esperara ir pasándolo sin la sabiduría que proviene de Dios y no del hombre.”
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AnunciosLa Atalaya 1957 | 1 de noviembre
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CURE LAS ENFERMEDADES DE LA MENTE Y DEL CORAZÓN—Isa. 61:1-3.
Las enfermedades de la mente y del corazón—¡cuán comunes son! Pocos comparativamente están en “buena salud” espiritualmente. Las palabras del antiguo profeta aptamente aplican a la llamada cristiandad: “La cabeza toda está ya enferma, el corazón todo desfallecido.” (Isa. 1:5) La condición del paganismo es aun peor. La gente no ha recibido ninguna ayuda de parte de sus consejeros espirituales, quienes han resultado ser “médicos de ningún valor.” (Job 13:4) A los afligidos los exponen a muchos dolores estos médicos, y aun cuando gastan todos sus recursos no derivan provecho de ellos, sólo empeoran. No obstante, números aumentantes de estos afligidos están dirigiéndose a los ·verdaderos Médicos, Jehová Dios y Cristo Jesús. Ellos han sido y están siendo ayudados por el gran programa de curación de Jehová, y, a su vez, se les instruye de modo que lleven curación a otros, como se delinea en Isaías 61:1-3. Este mes los testigos de Jehová participarán en la obra sanadora por medio de presentar por la contribución de 50c (dinero de E.U.A.) buena medicina espiritual en forma de un libro que ayuda a estudiar la Biblia. Para información adicional en cuanto a cómo usted puede participar en la obra póngase en contacto con el Salón del Reino local de los testigos de Jehová.
LA ESPERANZA DE VIDA PARA ESTA GENERACIÓN
Jehová Dios ha prometido que hará que haya un justo nuevo mundo. (2 Ped. 3:13; Apo. 21:1, 4) Para ganarse ese nuevo mundo es absolutamente necesario conseguir conocimiento de Jehová ahora, antes del fin de este presente mundo malo. Como prueba de esto tenemos la advertencia divina de que Dios traerá “castigo merecido sobre los que no conocen a Dios y los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús. Estos mismos pagarán la pena de destrucción eterna.”—2 Tes. 1:6-9.
¿Por qué ser destruido en el Armagedón por falta de conocimiento? ¿Por qué perderse la realización de la más acariciada esperanza de toda persona sincera y honrada: paz, contentamiento y salud radiante en un mundo amigable? Usted tiene a su alcance conocimiento salvador de vida y dador de vida. ¿Dónde? En la Biblia, la única fuente de verdadero conocimiento y sabiduría. Pero para que tenga ayuda en localizar los textos que ponen de manifiesto esta información vital usted precisa el inspirador libro encuadernado “Nuevos cielos y una nueva tierra”. Este le convencerá de la realidad de la promesa de Dios de producir un justo nuevo mundo para nuestra generación. Envíe sólo 50c (dinero de E.U.A.) hoy por su ejemplar.
LA REVISTA “¡DESPERTAD!”
¡Despertad!, como revista compañera de La Atalaya, es una defensora de la verdad. Sea que se trate del campo de la política, economía, religión o cosas sociales, los hechos se presentan y se analizan en esta revista. Provee a sus lectores con información valiosa que los mantiene enterados del desarrollo de los problemas apremiantes de estos tiempos dificultosos. Puesto que es internacional en su alcance, ¡Despertad! le proporciona a usted todos los datos que necesita para poder seguir el curso de los sucesos mundiales, de tal modo que pueda apreciar su verdadero significado. En sus 32 páginas se encuentra una gran variedad que lo mantendrá intensamente interesado. Subscríbase enviando $1 (un dólar), y recibirá ¡Despertad! dos veces al mes por un año entero.
ESTUDIOS DE “LA ATALAYA” PARA LAS SEMANAS
1 de diciembre: Superintendentes del pueblo de Jehová. Página 657.
8 de diciembre: Aceptando responsabilidad en la sociedad del nuevo mundo. Página 665.
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