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El sobrepeso... la escena que se presenta¡Despertad! 1980 | 22 de junio
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El sobrepeso... la escena que se presenta
¡EL ESFUERZO por adelgazar es base para un gran negocio! Eso no es extraño, porque, de cada cinco personas de los países desarrollados modernos, una tiene un problema de sobrepeso. Los alimentos y dietas especiales, además de una desconcertante variedad de libros y revistas acerca del sobrepeso, rivalizan unos con otros por captar la atención del público. Médicos, sicólogos y otros “expertos” trabajan incesantemente por persuadir, estimular y hasta asustar a la gente a fin de que baje de peso.
¿Tendrán éxito? ¿Importa realmente el que estemos gruesos, o hasta el que tengamos algún sobrepeso? ¿Cuál es la realidad... y cuán importante es ésta para nuestro bienestar?
Causa de preocupación
Desde tiempo inmemorial, las personas gruesas han sido el blanco de muchas burlas faltas de bondad. Sin embargo, la obesidad ciertamente no es cosa de risa. Aunque uno pesara solo 7 kilogramos más que el peso promedio para su talla y estructura, su expectativa de vida pudiera reducirse hasta por cuatro años.
Ian Richardson, médico de cabecera escocés, dijo recientemente: “La obesidad y sus problemas son ahora más apremiantes que el cáncer.” Otra autoridad ha declarado que tan solo tener 4 kilogramos de sobrepeso “conlleva riesgo mayor a la salud que el fumar 25 cigarrillos diarios.” Condiciones como las de alta presión sanguínea, enfermedades del corazón, diabetes, dolores de espalda, venas varicosas, artritis, cálculos biliares y muchas otras de índole perjudicial pueden estar directamente relacionadas con el problema del exceso de grasa en el cuerpo. Por supuesto, no se puede decir que el pesar demasiado sea siempre la causa directa del mal funcionamiento del cuerpo. Pero existe una relación directa entre éste y el sobrepeso. Por lo tanto hay un problema, uno realmente serio, si usted lleva exceso de grasa, sea cual sea la razón para ello.
Pero, ¿por qué hay tantas personas con sobrepeso?
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Precisamente, ¿qué pasa?¡Despertad! 1980 | 22 de junio
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Precisamente, ¿qué pasa?
¿POR QUÉ está la gente demasiado gruesa? ¿Es debido usualmente a factores que estén más allá del control de la persona, como los de herencia, mal funcionamiento de algunas glándulas o un desequilibrio hormonal? ¿Qué relación hay entre el sobrepeso y el comer demasiado?
Para comenzar, se debe decir que no todas las personas con sobrepeso son comedores insaciables. El profesor Jean Mayer, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, declara: “Hay muchos casos en que el apetito y consumo de alimentos de la persona obesa son bastante normales; en algunos casos hasta es menos de lo promedio.”
A veces el exceso de peso se debe a que el cuerpo no puede eliminar los fluidos debidamente. El desequilibrio hormonal y los factores hereditarios también pueden tener algo que ver con el asunto. El Dr. Mayer dijo: “Muchos casos de obesidad en animales experimentales son de origen genético.” ¿Qué hay de los humanos? “En el hombre también hay evidencia válida de que la genética es muy importante.” El profesor añade:
“La cantidad de células adiposas [de grasa] parece estar predeterminada (con la excepción, quizás, de algún aumento durante el primer año bajo la influencia de una alimentación sobreabundante). La obesidad viene de familia: en la zona de Boston, los padres delgados tienen, como promedio, un 7 por ciento de hijos obesos en edad de escuela secundaria. Si uno de los padres tiene sobrepeso, el promedio es de 40 por ciento; si los dos padres tienen sobrepeso, el promedio es de 80 por ciento. Los niños que fueron adoptados desde su nacimiento no muestran esta relación con el peso de sus padres [adoptivos], lo cual muestra que la herencia, y no los hábitos de alimentación de la familia, es el factor decisivo (un hallazgo confirmado por un estudio hecho en gran escala en Inglaterra).”—Las letras cursivas son nuestras.
Aunque esto es cierto, está claro que son, por mucho, demasiadas las personas que mencionan los trastornos glandulares o la herencia como la razón de su extremada obesidad. Según la Encyclopœdia Britannica (edición de 1976), “la habilidad del cuerpo para ajustar el consumo de alimento a las necesidades del cuerpo puede ser alterada por numerosos factores. De éstos, se cree que el desequilibrio hormonal y los defectos glandulares son los menos importantes, pues se han comprobado en solo cerca del 5 por ciento de todas las personas obesas.”
La energía humana
El cuerpo humano se puede comparar a una máquina de precisión exacta y bien equilibrada. Como cualquier máquina, necesita una fuente de energía que la ponga en movimiento y que la mantenga funcionando. El cuerpo de una persona deriva energía solamente de alimentos sólidos y de líquidos.
Dependiendo del diseño, un motor de pistones hecho por el hombre puede funcionar con una variedad de combustibles. El cuerpo humano también está diseñado de modo que uno pueda seleccionar de entre una amplia variedad de alimentos que el Creador ha hecho disponible a la humanidad. Tiene que entenderse, sin embargo, que el valor energético tanto de los alimentos como de los líquidos varía grandemente, y esto da una clave para el control del peso del cuerpo.
Para medir el valor energético del alimento, tiene que haber una unidad común con la cual se puedan confrontar todas las diferentes fuentes de energía alimentaria. El término para esto es “caloría,” que significa, muy sencillamente, unidad de energía. Es posible determinar, por varios medios científicos, cuánto calor o energía puede impartir cierto alimento al cuerpo cuando el alimento se “quema” o se utiliza. Tal como los combustibles literales, como carbón, petróleo, madera o turba, varían grandemente en cuanto al rendimiento de calor que suministran, así también los alimentos que comemos pueden ser engañosamente diferentes en cuanto al rendimiento de energía que suministran. Desde el punto de vista energético, todos los alimentos pueden dividirse en tres clases básicas.
Carbohidratos, grasas y proteínas
Los carbohidratos son nuestra principal fuente de energía. Se encuentran en forma de azúcares y almidones en las papas o patatas y los alimentos dulces, pero particularmente en cereales y productos derivados de cereales, tales como el pan y la harina. Cuando los carbohidratos entran en el sistema digestivo se convierten en azúcares simples como la glucosa, que son el suministro energético básico del cuerpo. En caso de que haya un sobrante de glucosa, el cuerpo hace arreglos para almacenar esta energía, ya sea como glucógeno en los músculos y el hígado, o como grasa.
Hay grasas de dos tipos... las saturadas y las no saturadas. Las grasas saturadas vienen de los animales. Ejemplos de grasas saturadas son la manteca, la grasa en las carnes, la leche y sus derivados. Las grasas no saturadas vienen del pescado y la vegetación. Estas son el aceite de pescado, aceite de oliva, aceite de maíz, aceite de girasol y productos similares. Como sucede con los carbohidratos, así sucede con las grasas: si la fuente de energía no se usa, se almacena como grasa en el cuerpo.
A diferencia de los carbohidratos y las grasas, las proteínas no son usualmente fuente de energía, sino que se absorben principalmente para el crecimiento o la reparación del cuerpo. El cuerpo humano no puede almacenar en grandes cantidades los aminoácidos que resultan de la desintegración de las proteínas. No obstante, sin ellos se estorbaría el desarrollo del niño hacia la madurez física. Se detendría el fácil reemplazo de las uñas de los dedos de las manos y de los pies, el pelo, la piel, las fibras musculares y hasta los glóbulos rojos. Nuestro suministro principal de proteínas viene en la forma de carne, pescado y huevos, así como de alimentos vegetales como las habichuelas, los guisantes y las lentejas de la familia de las legumbres, aunque no todos estos alimentos tienen el mismo valor.
El equilibrio natural
¿Qué tiene que ver con el sobrepeso la energía derivada de los alimentos? Imagínese que vamos a dar un viaje en automóvil. La fuente de energía es la gasolina. La cantidad disponible al principio del viaje va a disminuir gradualmente. A medida que el automóvil utiliza esta fuente de energía, el peso del líquido que hay en el tanque de la gasolina va a disminuir. En ciertos puntos va a ser necesario añadir al combustible que se tiene para igualar la disponibilidad de energía con la demanda.
Nuestro cuerpo también necesita suficiente “combustible,” o calorías, para satisfacer nuestras varias necesidades. Un trabajador sedentario puede usar unas 2.700 calorías durante un período de 24 horas. Otro trabajador que sea muy activo puede quemar hasta unas 900 calorías adicionales más o menos. Podemos tomar un desayuno al levantarnos, y este alimento se asimila rápidamente y se pone a trabajar. Después, durante el transcurso del día, comemos otras comidas, y quizás algunos entremeses y refrescos dulces. Demasiado a menudo la cantidad de calorías que el cuerpo necesita resulta ser menos que la cantidad que se ingiere.
El hambre es el mecanismo que nos avisa que necesitamos más energía. La parte del cerebro que controla el apetito se llama el hipotálamo. Ciertos experimentos han demostrado que si esta parte del cerebro se estimula o se destruye en los animales, éstos comienzan a comer vorazmente y engordan, o rehúsan el alimento y hay que alimentarlos a la fuerza.
Metabolismo
Aun cuando estamos descansando, o dormidos, nuestro cuerpo necesita constantemente energía para que el corazón siga latiendo, los pulmones sigan respirando y el alimento siga siendo digerido. A esto se le llama metabolismo basal. “Metabolismo” es el término que se usa para todos los procesos químicos que constantemente están aconteciendo para mantenernos vivos. Sin importar la forma o el tamaño de nuestro cuerpo, todos tenemos una velocidad metabólica individual, aunque en la actualidad no podemos entender a cabalidad cómo se regula.
¿Qué sucede si nos vemos imposibilitados de comer suficiente alimento como para hacer frente a nuestra demanda de calorías? El cuerpo tiene entonces que valerse de sus propios recursos, y lo único que puede hacer es utilizar con ese fin el glicógeno o la grasa almacenada. Por el contrario, si comemos demasiado, el cuerpo almacena el exceso de energía potencial en la forma de grasa.
La grasa es necesaria tanto para mantener el cuerpo caliente como para proteger ciertos órganos vitales, como los riñones. Es el exceso de grasa lo que se relaciona con los problemas mencionados anteriormente.
Parece que algunas personas que comen bien sin aumentar de peso tienen una velocidad metabólica alta por naturaleza. En ciertos casos, el sobrepeso puede deberse a una velocidad metabólica demasiado baja. Sin embargo, tenemos que ejercer mucho cuidado y no apresurarnos a dar ésta como la razón para la obesidad. La Dra. Judith Rodin, sicóloga de la Universidad de Yale, declara: “La persona obesa con un extremado metabolismo bajo es una rareza. El noventa y ocho por ciento de las amas de casa que dicen que no pueden rebajar porque tienen un metabolismo bajo están equivocadas.”
Problemas con los infantes
A menudo la gente se alegra de ver que los bebés sean gruesos. Sin embargo, se afirma que por lo menos una tercera parte de todos los bebés del mundo occidental tienen sobrepeso, por lo menos durante el primer año de vida. ¿A qué se debe esto? Simplemente a que los bebés no pueden regular su propia selección de alimentos, y muchos padres —con buenas intenciones— los sobrealimentan.
¿Importa mucho el que el bebé sea obeso durante más o menos su primer año? ¡Sí! Eminentes pediatras insisten en que esa obesidad inicial lleva a un aumento, tanto en tamaño como en número, de las células adiposas del cuerpo. Esto significa, dicen ellos, que el niño tendrá que pasar el resto de su vida luchando por mantenerse delgado.
Muchos recomiendan amamantar más al bebé como antídoto para la obesidad del infante. Además, la Fundación Británica sobre Nutrición ha hecho campaña por mucho tiempo contra la introducción temprana de alimentos sólidos (particularmente cereales), puesto que éstos pueden perjudicar a los infantes. Los envases para alimentos de bebé en las Islas Británicas llevan ahora el aviso de que los alimentos para bebés no son usualmente necesarios, sino hasta después que tengan de cuatro a seis meses de edad. Esto da tiempo al infante para ajustar su metabolismo al nivel correcto.
Todos queremos mantener nuestro cuerpo saludable. Como hemos notado, esto depende mucho de la cantidad y de la calidad de nuestro suministro regular de alimentos. En la mayoría de los casos, la obesidad se puede prevenir. Pero, ¿qué hay de un remedio?
[Comentario en la página 6]
‘El exceso de peso se puede deber a que el cuerpo no puede eliminar los fluidos debidamente.’
[Comentario en la página 7]
‘El desequilibrio hormonal y la herencia también pueden contribuir al sobrepeso.’
[Comentario en la página 7]
‘En la mayoría de los casos, la cantidad de calorías que el cuerpo necesita es sencillamente menor que la cantidad que se ingiere.’
[Comentario en la página 8]
‘Los doctores dicen que el sobrealimentar al bebé durante el primer año de vida puede causar un problema de sobrepeso que dure toda la vida.’
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Variedad de remedios¡Despertad! 1980 | 22 de junio
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Variedad de remedios
EL RESOLVERSE a perder peso puede llevar a extremos. En casos de sobrepeso excesivo, una terapia moderna consiste en atar con alambres las quijadas del paciente. De ese modo la persona que come compulsivamente se ve obligada a sostenerse solo por medio de líquidos.
Una medida aún más drástica es una operación que hace que la mayor parte del intestino delgado y parte del intestino grueso queden fuera de la digestión. A través de las paredes intestinales se absorben sustancias nutritivas. Por eso, esta medida significa que el alimento pasa a través del cuerpo sin ser asimilado. Afortunadamente, esta operación suele ser reversible. Aun así, tiene un índice de mortalidad de 5 por ciento.
Drogas y pastillas para adelgazar
Inmediatamente después de la II Guerra Mundial se dio uso extenso a las anfetaminas para controlar el apetito. Pero el cuadro cambió dramáticamente. Un Grupo de Trabajadores establecido por la Asociación Médica Británica en 1967 informó: “Estas drogas deben evitarse tanto como sea posible en el tratamiento de la obesidad.” ¿Por qué? Porque las drogas anfetamínicas pueden conducir a una seria afición a ellas, y a menudo tienen efectos secundarios perjudiciales.
En los últimos años se han producido drogas generalmente conocidas como “anoréxicas.” Pero muchas personas se han desilusionado amargamente con éstas. Se les anuncia como un medio de aumentar el uso de la glucosa por los tejidos, lo cual resulta en que se deposite menos grasa. ¿Son eficaces estas drogas? Un médico inglés, el Dr. Michael Spira, informa: “La evidencia en el sentido de que esto realmente suceda no parece muy convincente.”
¿Qué hay de las “píldoras para adelgazar”? Algunas de las drogas antes mencionadas caen en esta categoría. ¡Además, en el mercado abundan las píldoras de toda clase y tamaño que contienen cosas tales como extractos de glándulas, vitaminas, celulosa de metilo, hormonas... o sencillamente laxantes! La variedad de píldoras es verdaderamente amplia, pero su eficacia comprobada en el tratamiento general del sobrepeso está muy en duda.
¿Ejercicios?
¿Son los ejercicios la solución en lo relativo a reducir de peso? Hasta cierto punto, sí. Después de todo, vivimos en un mundo que busca ahorrarse esfuerzos. El consumo normal de energía que tendría lugar en asuntos cotidianos como el de subir escaleras suele eliminarse por medio de usar el ascensor. El caminar a las tiendas, o hasta el viaje de ida y vuelta a pie a la escuela, han sido cambiados por transportarse en automóvil. Las máquinas se encargan de muchas de las tareas que consumen energía en el hogar. De manera similar, los trabajos sedentarios exigen muy poco esfuerzo físico. En muchos países de hoy día hay la tendencia a no usar el cuerpo, y los músculos se aflojan y mucho del abastecimiento de energía del cuerpo se convierte en grasa.
A veces se presentan en el mercado ideas que tienen como fin restaurar el equilibrio. Hace unos años unos amplios aros de “bailar hula hawaiana” fueron la sensación para reducir protuberancias en la región media del torso. Los aparatos para hacer ejercicios remedando el remar o correr en bicicleta, las máquinas para dar masajes por vibraciones, y un sinnúmero de otros artefactos que llevan sogas y poleas, siempre se pueden comprar o están disponibles en clubes y clínicas para el bienestar físico.
Una manera muy popular de hacer ejercicios en la actualidad es la de correr al trote. Sin embargo, el que una persona obesa participe en ejercicios vigorosos ciertamente puede ser muy peligroso. Aun para la persona activa es perjudicial el que se esfuerce por correr al trote sin haber participado en ejercicios de preparación. Para las personas que no están en condiciones de correr al trote, una caminata vigorosa puede ser beneficiosa... sin embargo, ¡hay que enfrentarse al hecho de que el caminar un kilómetro y medio por día resulta en una pérdida de peso de menos de 0,45 kilogramos por mes! Sin embargo, es obvio que el ejercicio sí ayuda a reducir de peso, pues cualquier esfuerzo físico significa que se está dando uso a las calorías en vez de estar almacenándolas en forma de grasa en el cuerpo.
Como grupo, muchos defensores de diferentes métodos de adelgazar están en desacuerdo en puntos vitales. ¿Será que no existe ningún factor común en la confusión de remedios que se ofrecen para reducir? Sí, hay uno.
La cuestión fundamental
“El sobrepeso viene de comer demasiado.” Esas seis palabras significativas se repiten varias veces en la obra This Slimming Business (Este negocio de adelgazar) por John Yudkin, profesor jubilado de nutrición, de la Universidad de Londres, Inglaterra. Vea el cuadro de la página 10.
En todos los casos, a excepción de una pequeña cantidad, el sobrepeso se puede resolver por medio de regular la cantidad o tipo del alimento que se ingiere. Las personas que desean rebajar tienen que consumir menos calorías, ya sea por medio de comer menos alimento o por medio de evitar productos con alto contenido de calorías, tales como los dulces. Si uno busca consejo médico acerca de un problema relacionado con el peso, es probable que el médico le recomiende alguna dieta que le permita ingerir calorías en proporción con la energía que uno consume. Sin embargo, al principio quizás se necesite una dieta más estricta para bajar de peso hasta llegar a los límites apropiados para las personas de la estatura, edad y estructura de uno. Esas cifras se pueden obtener fácilmente de las compañías de seguro de vida o de libros o revistas sobre dietas.
Hay una gran variedad de dietas. Es obvio que una dieta a base de vegetales será más costosa (a menos que uno cultive sus propias frutas y vegetales), y lo mismo sucede con una dieta que envuelva alto contenido de proteínas. Es bueno tener presente también que los “alimentos dietéticos” especiales usualmente son más costosos y de valor dudoso, con excepción de que sean un suplemento alimenticio temporero. Hay que ejercer cautela en cuanto a programas de “dieta intensiva.” Esos métodos pueden ser muy peligrosos y llevar a serios problemas de salud, como el de adquirir úlceras.
Algunas sugerencias prácticas
Una manera de limitar la energía alimenticia que uno ingiere es por medio de tomar nota de todo lo que uno come cada día, incluso todas las meriendas entre comidas. Valore el contenido total de calorías de cada cosa que usted coma o tome. Entrénese en entender el valor de los alimentos a ese respecto y luego planee cómo reducir sistemáticamente su consumo de calorías de cada día. Existe un peligro en este procedimiento. Hay que cuidarse para no absorberse demasiado en tal empresa. Puede robarle a uno el tiempo que necesita para otras cosas esenciales.
Muchos piensan que el contar las calorías es demasiado tedioso y pronto pierden el interés en ello. Un método más sencillo de perder peso es por medio de continuar con una dieta normal, disfrutar de lo que se come, pero comer menos de ello. En vez de comer tres rebanadas de pan, uno puede comer dos. Si come papas, o patatas, cómase una menos. En vez de dos cucharadas de azúcar en el té o café, use una sola. ¡Si uno toma cinco tazas de estas bebidas diariamente, esa reducción en el azúcar significaría una reducción de por lo menos 1.000 calorías por semana... sin contar el dinero que se ahorra! Hay que prestar atención especial a disminuir la cantidad de calorías que uno ingiere de noche, debido a que usualmente hay poca actividad física en ese tiempo. Uno no debe esperar resultados espectaculares con este procedimiento. Pero a medida que pasa el tiempo uno va perdiendo peso gradualmente... y ésa es la mejor manera de hacerlo.
El enfocar la situación de esta manera está en armonía con el consejo bíblico de ‘comer y beber con regocijo,’ pero evitar el “comer con exceso y beber con exceso” debido a los efectos adversos que tales abusos producen, no solo físicamente, sino en el modo en que la persona responde a asuntos espirituales importantes en la vida.—Ecl. 9:7; Luc. 21:34.
Ahora sería útil considerar algunas sugerencias que han resultado útiles en algunos casos. Coma solo cuando tenga hambre. El tomar una merienda ligera en vez de una cena completa de vez en cuando no causa ningún daño. Evite el “picar” mientras ve programas de televisión o lee o simplemente charla con amigos. El tomar algo media hora antes de la cena templará el apetito, y el tomar un poquito con las comidas le ayudará a sentirse satisfecho con menos alimento. El masticar completamente los alimentos le traerá más satisfacción al comer, y al hacer eso usted también comerá menos. Hay que darse tiempo para disfrutar de las comidas. El comer despacio puede ayudar a eliminar el exceso de grasa. El Dr. Theodore Van Itallie, especialista en obesidad, dijo en una entrevista que se publicó en Psychology Today: “El paso al que se come puede ser un factor. Hay personas que se tragan apresuradamente el alimento. Algunos investigadores creen que si uno se traga el alimento puede ser que las señales de saciedad que le avisan a uno que ya es tiempo de dejar de comer quizás no tengan tiempo para entrar en acción.”
Para progreso en el esfuerzo por reducir de peso, es esencial la resolución y el gobierno de uno mismo. El leer o consultar a los médicos sobre este problema no es sustituto válido del esfuerzo personal.
[Ilustraciones en la página 9]
PÍLDORAS PARA ADELGAZAR
EJERCICIO
[Ilustración en la página 11]
COMER MENOS
[Tabla en la página 10]
SE TOMA SE GASTA RESULTADO
Alimento 2.000 Energía 2.000 Peso constante.
(Energía) calorías calorías
Alimento 2.000 Energía 2.500 Pérdida de peso a
(Energía) calorías calorías medida que el cuerpo
utiliza reservas de
grasa para compensar
por el déficit de
500 calorías.
Alimento 2.000 Energía 1.500 Aumento de peso a
(Energía) calorías calorías medida que el cuerpo
deposita 500
calorías sobrantes
en la forma de
grasas.
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Los indeseados refugiados a flote de Asia¡Despertad! 1980 | 22 de junio
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Los indeseados refugiados a flote de Asia
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Hong Kong
ES APENAS una manchita oscura en el horizonte cuando primeramente se divisa. Pero a medida que se acerca, los agentes de la policía marítima pueden ver con claridad que es lo que esperaban. Es la repetición de una asombrosa escena que han presenciado centenares de veces. Ven que se acerca a Hong Kong una estrecha embarcación, de 18 metros, deteriorada por la intemperie, que es una decrépita semejanza de un bote, atestada con 180 personas indeseadas que, con escasas raciones, quizás hayan estado a bordo por un período de dos semanas a más de un mes. Con apenas espacio para sentarse, han cruzado desde Vietnam unos 1.000 kilómetros del mar de la China meridional.
Con mucho cuidado, la inestable embarcación es remolcada hasta el ancladero para cuarentena, donde sus ocupantes esperan el turno para pisar tierra en el astillero del gobierno. Estos indeseados refugiados
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