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¿Por qué quiere la vida para usted mismo y otros?La Atalaya 1973 | 15 de octubre
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19. ¿Qué podemos hacer para asegurar para nosotros mismos y otros el don de la vida eterna?
19 Por lo tanto, atesore la vida como un don de Dios haciendo ahora la voluntad de Dios. Implante esta reverencia a la vida en otros mostrándoles la única Fuente de la vida, su verdadero significado y propósito remunerador. Ayude a la gente a hacerse discípulos, aprendices, de Jehová Dios y Cristo Jesús enseñándoles todo lo que Dios les ha mandado hacer. Al señalar a otros a la única razón de la vida, estaremos manteniendo fresco en nosotros mismos el propósito de la vida. Pues la vida, como el amor, no puede medrar dentro de su propio umbral, sino que se renueva al ofrecerse a otros. Y su mayor y más remunerador servicio es glorificar a Dios. Por lo tanto su máximo deseo es el que expresa el salmista que dijo: “Toda cosa que respira... alabe a Jah. ¡Alaben a Jah!”—Sal. 150:6.
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‘Esfuércese por alcanzar las cosas que contribuyen a la paz’La Atalaya 1973 | 15 de octubre
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‘Esfuércese por alcanzar las cosas que contribuyen a la paz’
“Por eso, pues, esforcémonos por alcanzar las cosas que contribuyen a la paz y las cosas que sirven para edificar los unos a los otros.”—Rom. 14:19.
1. (a) ¿Qué se ha visto obligado a reconocer el siglo veinte? (b) Pero, ¿qué pregunta nos vemos obligados a hacer?
LA BÚSQUEDA de paz es una preocupación principal de nuestra era. Muchas personas creen que la paz es una necesidad para la supervivencia de la raza humana. Pero, ¿están tan deseosas de tener paz las naciones y la gente en conjunto que están dispuestas a pagar el precio elevado que cuesta en la reconstrucción de sus vidas, miras y principios? Difícilmente, si se juzga por los esfuerzos que hacen por alcanzarla. Considere la evidencia:
2. (a) ¿Cómo busca la paz el mundo, con qué resultado? (b) ¿Cómo declara un científico francés que tiene que establecerse la paz?
2 El mundo busca la paz por medio de egoísmo, por medio de un equilibrio de poder, pactos mutuos y alianzas internacionales. Trata de manipular los recursos humanos para impedir la guerra. El concepto que el mundo tiene de la paz es, en realidad, un estado de preparación armada. Espera que el temor restrinja la contienda y la violencia. Tal paz es un expediente superficial, falso. En ningún sentido representa una búsqueda de paz duradera. Como hizo notar el científico francés Lecomte du Noüy: “Ha llegado el tiempo para que las naciones, así como los individuos, sepan lo que quieren. Si los países civilizados quieren paz, tienen que entender que hay que abordar el problema básicamente. El andamiaje viejo que nos legaron las generaciones pasadas se cuartea en todos lados. No puede consolidarse con tapagujeros, con pedacitos de hilo, con ollas de cola y tratados firmados seriamente por caballeros sumamente dignificados. Además, la consolidación no basta. Tiene que establecerse la paz transformando al hombre desde el interior y no erigiendo estructuras externas.”
3. (a) ¿Qué dice el profeta Isaías acerca del origen de la paz? (b) ¿Por qué no pueden las naciones afirmar que tienen tal paz, pero quiénes pueden, y por qué?
3 Sin embargo, la paz por medio de tal poder transformador no viene por las manipulaciones políticas de los hombres, sino por la justicia de Jehová Dios. Note lo que escribió el profeta de Jehová Isaías acerca de esta paz siete siglos antes de nuestra era común. Primero dice que una paz verdadera jamás puede venir a la Tierra
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