BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • “Háganse imitadores de Dios”
    La Atalaya 1974 | 1 de agosto
    • No hay nadie con motivos ocultos o reservas.

      “Indudablemente, hay una gran lección que debe aprenderse de la conducta de los Testigos de Jehová. Al observarlos, ¡uno pensaría que América del Norte ha sido transformada!”

      29. ¿Por qué es vital que nos asociemos estrechamente con el pueblo que imita a Dios?

      29 Sí, los testigos de Jehová son ese pueblo que hoy imita a Dios. Por lo tanto, si usted los acompaña con regularidad, se le ayudará en gran manera a prestar atención a la admonición apostólica: “Háganse imitadores de Dios, como hijos amados, y sigan andando en amor.” (Efe. 5:1, 2) En los tiempos estrenuos del futuro, no se puede esperar imitar fielmente a Dios sin aprovecharse de las ayudas que él ha provisto. Y el asociarse estrechamente con los que están haciendo la voluntad de Dios es una ayuda vital para los que tienen en mira la vida con perfección en el justo nuevo sistema de Jehová.—2 Ped. 3:13; Heb. 10:24, 25.

  • ¿De qué maneras podemos ‘hacernos imitadores de Dios’?
    La Atalaya 1974 | 1 de agosto
    • ¿De qué maneras podemos ‘hacernos imitadores de Dios’?

      “Ustedes en efecto tienen que ser perfectos, como su Padre celestial es perfecto.”—Mat. 5:48.

      1. ¿Cómo debemos sentirnos en cuanto a nuestro Padre celestial, y por qué?

      CUANDO uno verdaderamente admira a alguna persona, ¿no quiere ser como ella? Quizás hasta quiera hacer un esfuerzo deliberado por imitarla. Los niños son así. Se oye que muchos jovencitos dicen: “Cuando crezca voy a ser como mi papá.” ¿No deberíamos sentirnos de modo similar en cuanto a nuestro Padre celestial, Jehová Dios? ¡Cuán verdaderamente deseable es en todo sentido! ¡Cuán generosamente hace provisión para nosotros, aun al grado de hacer arreglos para que seamos rescatados del pecado y la muerte para disfrutar de vida eterna! (Juan 3:16; Sal. 145:16) ¿No deberíamos sentirnos movidos a querer ser como Dios? Pero ¿de qué maneras podemos imitarlo? ¿A qué grado podemos ser como Dios?

      2. (a) ¿Por qué es posible que seamos perfectos como Dios es perfecto? (b) ¿En qué sentido se usa con frecuencia la palabra española “perfecto,” y cómo se compara éste con el significado de la palabra hebrea y la palabra griega que se traducen “perfecto”?

      2 Quizás le sorprenda a usted saber a qué grado dio énfasis Jesucristo al hecho de que necesitamos ser como Dios. En su Sermón del Monte dijo: “Ustedes en efecto tienen que ser perfectos, como su Padre celestial es perfecto.” (Mat. 5:48) Pero ¿podemos nosotros, criaturas imperfectas, ser perfectos? Sí, porque en las Escrituras, así como en nuestra conversación cotidiana, la palabra “perfecto” se usa en un sentido relativo. Por eso pudiera decirse que una cosa es perfecta si cumple completa o plenamente el propósito para el cual se determina. Debido a que esto es así, hallamos que al hablar de siervos de Dios como Noé y Job se dijo que eran ‘perfectos.’ (Gén. 6:9; Job 2:3, Versión Moderna, Regina [Franquesa y Solé]) La palabra hebrea y la palabra griega traducidas aquí “perfecto” tienen el sentido de ser ‘completo, plenamente desarrollado, intacto,’ así como la palabra española “perfecto” también se define como “completo, excelente, intachable.”

      3, 4. (a) ¿En qué sentido fueron perfectos Noé y Job? (b) ¿En qué sentido podemos ser perfectos como nuestro Padre celestial es perfecto?

      3 Cierto, hombres como Noé y Job no fueron “perfectos” en el sentido de no tener pecado, sino que la totalidad de lo que hicieron fue lo que Dios requirió de ellos, considerando el tiempo en que vivieron y sus circunstancias. Agradaron a Dios; hicieron lo que él esperaba correctamente de ellos. De modo que fueron sin culpa, sin tacha, perfectos en ese sentido.

      4 Teniendo presentes estos pensamientos podemos entender las palabras de Jesús. Cuando dijo: “Tienen que ser perfectos, como su Padre celestial es perfecto,” no quiso decir que esperaba que nosotros fuésemos exentos de pecado, sino, más bien, que fuésemos perfectos de ciertos otros modos o en otro sentido. Esto puede verse del contexto de las palabras de Jesús. Había declarado que Dios envía la luz del Sol y la lluvia no solo sobre los buenos y los justos, sino también sobre los injustos y los inicuos. Por eso, si queremos ser imitadores de Dios, perfectos como él es perfecto, no solo tenemos que mostrar bondad, misericordia y generosidad a nuestros parientes, a nuestros amigos, o a los de nuestra propia raza o nacionalidad, sino también estar dispuestos y anuentes a hacer el bien siempre que se presente una oportunidad o una necesidad. Entonces se puede decir que nuestro amor es completo, es perfecto.

      5, 6. (a) ¿Por qué, evidentemente, dijo Jesús a cierto joven rico que le faltaba algo para ser perfecto? (b) ¿Qué lección podemos aprender hoy de esta experiencia del primer siglo?

      5 Para ser imitadores de Dios siendo perfectos como Él es perfecto, también tenemos que estar haciendo cuanto podamos en el interés de la adoración pura. Jesucristo mostró esto cuando un joven rico se le acercó y le preguntó qué tenía que hacer para heredar vida eterna. Jesús explicó: “Si quieres ser perfecto, ve, vende tus bienes y da a los pobres y tendrás tesoro en el cielo, y, ven, sé mi seguidor.” (Mat. 19:16-23) Evidentemente lo que distraía al joven de servir a Dios de toda alma eran sus muchas posesiones materiales. Su corazón estaba dirigido hacia sus riquezas. Jesús comprendió que le sería provechoso al joven descargarse de estas distracciones. Impedían que él fuera perfecto o completo en su servicio a Dios.

      6 ¿Qué significado tienen para nosotros hoy día las palabras de Jesús acerca de ser “perfectos”? Este: Simplemente no podemos estar satisfechos con dar servicio de muestra a Dios. Tenemos que amar a Jehová Dios con toda nuestra mente, corazón, alma y fuerzas, y no permitir que los deseos o ambiciones personales estorben nuestra devoción completa a Él. Por lo tanto si no tenemos obligaciones bíblicas ni impedimentos físicos que nos estorben de participar de tiempo cabal en predicar las buenas nuevas del reino de Dios a otros, estaremos participando en la obra de predicación de tiempo cabal. No podemos ser “perfectos” si nos retraemos en nuestro servicio a Dios.

      SIENDO RECTOS Y JUSTOS

      7, 8. (a) ¿Qué dicen las Escrituras en cuanto a ser justo Jehová Dios? (b) Para imitar a Dios en cuanto a justicia, ¿qué se requiere de nosotros si tenemos empleo seglar?

      7 El ‘ser perfectos como Dios es perfecto’ comprende el amar lo que él ama. Esto incluiría el seguir tras lo que es justo y recto. La Biblia nos dice que Dios es “amador de la justicia,” y que en él “no hay injusticia; justo y recto es él.” (Sal. 37:28; Deu. 32:4) Por lo tanto, para ser “imitadores de Dios” tenemos que ser honrados en todos nuestros tratos, y, si somos empleados, eso incluye nuestros tratos con nuestro patrono. (Efe. 5:1) Hoy cuando la falta de honradez está tan desenfrenada, es común que las personas convengan en seguir prácticas que realmente son incorrectas, así, de hecho, siguiendo “la muchedumbre para efectuar fines malos.”—Éxo. 23:2.

      8 Por ejemplo, muchos empleados por costumbre hacen lo menos que les es posible y todavía retener su trabajo, o cuando nadie los está mirando toman cosas que no les pertenecen. Sencillamente no podríamos hacer cosas como éstas y ser imitadores de Dios. Común hoy, también, es la práctica de aprovecharse de las provisiones

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir