BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • ¿Estuvo Pedro en Roma alguna vez?
    La Atalaya 1973 | 1 de mayo
    • Pero, ¿es esto realmente lo que dijo Clemente? Es cierto, Clemente menciona tanto a Pedro como a Pablo. Pero en ninguna parte dice que ambos sufrieron muerte como mártires en Roma. Solo se refiere a Pablo como predicando “tanto en el Este como el Oeste,” denotando que Pedro nunca estuvo en el Oeste (sirviendo, más bien, en Oriente, como en Babilonia). Así el testimonio de Clemente realmente arguye contra el que Pedro haya estado en Roma.

      EL TESTIMONIO DE IGNACIO

      Otra fuente temprana que se cita en apoyo de la residencia de Pedro en Roma es Ignacio, de a fines del primer siglo y principios del segundo siglo E.C. Ignacio dijo a los cristianos en Roma: “Yo no expido, como Pedro y Pablo, mandamientos a ustedes. Ellos eran apóstoles; yo soy hombre condenado.” Al explicar estas palabras, The Catholic Encyclopedia dice: “El significado de este comentario ha de ser que los dos apóstoles laboraron personalmente en Roma, y con autoridad apostólica predicaron el Evangelio allí.”

      ¿Es sólida la conclusión de The Catholic Encyclopedia? ¿Dijo Ignacio que tanto Pedro como Pablo estaban en Roma? No, él simplemente declaró que, como apóstoles, Pablo y Pedro expedían mandamientos. Ha de recordarse que los mandamientos pueden expedirse por medio de cartas, por medio de mensajeros o hasta verbalmente cuando gente de otros lugares lo visita a uno. No es preciso que la persona que da la orden esté personalmente presente en una ciudad en particular.

      EL TESTIMONIO DE IRENEO

      Pero quizás algunos digan: Ah, pero ¿no dijo Ireneo definitivamente que Pedro estaba en Roma? Según los escritos existentes de Ireneo (segundo siglo E.C.), sí. Leemos: “Mateo también expidió un Evangelio escrito entre los hebreos en su propio dialecto, mientras que Pedro y Pablo predicaban en Roma, y colocaban los cimientos de la Iglesia.” También hay una referencia a la “universalmente conocida Iglesia que fundaron y organizaron en Roma los dos apóstoles más gloriosos, Pedro y Pablo.” Sin embargo, es posible que Ireneo no haya hecho estas declaraciones. ¿Por qué no? Porque los escritos griegos originales de Ireneo se perdieron. Estas palabras atribuidas a él se traducen de una versión latina deficiente que se halló algunos centenares de años después. Un escriba latino fácilmente pudo haber añadido los puntos acerca de Pedro. El hecho de que hubo falsificaciones similares lo admite Luis Ellies Dupin, historiador eclesiástico católico romano. Él dice:

      “Los católicos inventaron historias falsas, milagros falsos, y vidas falsas de los santos para alimentar y conservar la piedad de los fieles.”

      La más fuerte evidencia contra las declaraciones que se alega fueron hechas por Ireneo es su desacuerdo con la Biblia. Como es evidente de la carta a los romanos, había cristianos en Roma antes que el apóstol Pablo jamás viniera a esa ciudad. Esto se reconoce en la introducción del libro de Romanos en la New American Bible católica:

      “Puesto que ni la tradición cristiana primitiva ni la carta de Pablo a los romanos menciona a un fundador de la comunidad cristiana en Roma, puede llegarse a la conclusión de que la fe cristiana llegó a esa ciudad por medio de miembros de la comunidad judía de Jerusalén que eran conversos cristianos.”

      Ni Pedro ni Pablo, al laborar en Roma, fundaron la iglesia cristiana allí. Sin embargo, en el día del Pentecostés de 33 E.C., Pedro habló a “residentes temporales procedentes de Roma, tanto judíos como prosélitos,” que estaban en Jerusalén. (Hech. 2:10) Esta quizás sea la base para las tradiciones que acreditan a Pedro con haber fundado la iglesia en Roma. Pero, como muestran los hechos, no es una base sólida sobre la cual edificar uno su fe.

      TESTIMONIO ARQUEOLÓGICO

      Así, la aparente evidencia histórica para la estancia de Pedro en Roma, bajo examen cuidadoso, demuestra no tener fundamento verdadero. Esto también aplica a la presunta evidencia arqueológica. Excavaciones sacaron a luz restos de lo que se creía que había sido un pequeño monumento funeral. Los que conectan este monumento con la tumba de Pedro basan su conclusión en la suposición de que él estuvo en Roma. Respecto a los huesos que fueron hallados, la New Catholic Encyclopedia nos dice:

      “El examen anatómico y geológico indica que estos huesos son del 1.er siglo; entre ellos están los huesos de un hombre de estructura grande. Pero no hay modo de probar que son los huesos de San Pedro.”

      Por consiguiente no hay evidencia sólida, ya sea arqueológica o histórica, para establecer la estancia de Pedro en Roma. La evidencia bíblica muestra lo contrario. ¡Por lo tanto la alegación de la Iglesia Católica Romana en cuanto a la “Primacía Apostólica de Pedro” es falsa!

  • Galaad envía más misioneros a la mies
    La Atalaya 1973 | 1 de mayo
    • Galaad envía más misioneros a la mies

      CUANDO Jesús declaró: “La mies, en realidad, es mucha . . . Por lo tanto rueguen al Amo de la mies que envié obreros a su mies,” no pudieron haberse imaginado sus oyentes que más de 1.900 años después la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower estaría haciendo precisamente eso. (Luc. 10:2) Por ejemplo, el lunes 5 de marzo fue otro Día de Graduación de Galaad; esta vez de la clase cincuenta y cuatro. Otros cuarenta y nueve misioneros fueron enviados a ingresar en las filas de los miles que ya están trabajando diligentemente en la “mies” en este “tiempo del fin.”

      El programa empezó a la 1:55 de la tarde. Después de un cántico y oración de apertura, varios oradores pronunciaron algunas declaraciones muy animadoras. El instructor Ulysses Glass dijo a los que se graduaban: “Algún día del futuro no muy distante será el último día en que ustedes predicarán a persona alguna en este viejo sistema de cosas. Sin embargo, entre ahora y ese ‘último día’ su fe será probada severamente. Pero, si son fieles cada día en su ministerio, entonces cuando llegue ese ‘último día’ de su predicación, ustedes también ‘serán hallados causa de alabanza y gloria y honra al tiempo de la revelación de Jesucristo.’”—1 Ped. 1:6, 7.

      “Para tener buen éxito es preciso que tengan la actitud correcta,” declaró el registrador de la escuela, Edward Dunlap. Citó las actitudes del apóstol Pablo y del Señor Jesucristo como las correctas que debemos copiar. Edificando sobre estas excelentes ideas, el superintendente de la sucursal estadounidense, Milton Henschel, entonces habló acerca de apreciar lo de verdadero valor, contrastando el valor de las posesiones materiales con el de las riquezas espirituales. Para hacer entender claramente su punto le mostró al auditorio varias monedas... moneda de conchas de las islas de Oceanía, moneda de ocupación impresa por los japoneses durante la II Guerra Mundial y viejos chelines británicos, todos los cuales hoy tienen muy poco valor. Aun el billete de diez dólares de los Estados Unidos que exhibió ha perdido mucho de su valor anterior. Entonces, ¡cuán prudente es el consejo que da el apóstol Pablo en Hebreos 13:5 acerca de estar ‘exentos del amor al dinero’!

      El siervo de la fábrica, Max Larson, recordó a los graduandos que su asociación con la familia de Betel realmente había sido parte de su entrenamiento, para ayudarlos a adherirse fielmente a sus asignaciones. ¿Cómo es esto? Bueno, dijo Larson, hay setenta miembros de la familia que han estado trabajando aquí en Betel por más de 28,6 años, la edad media de esta clase. ¡Excelentes ejemplos, éstos, de personas que se adhieren fielmente a sus asignaciones en el ministerio!

      El siervo de Betel, George Couch, se refirió al hecho de que esta clase había sido alimentada especialmente bien con un conocimiento de cosas espirituales. Pero ahora el buen éxito que tendrían como misioneros dependería de lo sabiamente que aplicaran este conocimiento al ayudar a otros a aprender el camino que lleva a vida eterna.

      Después de la lectura de más de veinte telegramas y saludos especiales enviados a los graduados de diferentes partes del mundo, el vicepresidente F. W. Franz pronunció un discurso dinámico. Al progresar en su discurso hizo unas cuantas preguntas interesantes a los graduados: ‘¿Han pasado los testigos de Jehová su máximo? ¿Es eso lo que creen ustedes como grupo de misioneros? ¿Es ésa la actitud de ánimo que tienen al partir para el campo misional? No, de ninguna manera. Ustedes creen que la cumbre todavía está delante de nosotros, y todos estamos resueltos a llegar hasta la misma cima.’

      Parece que todo el programa iba preparando el camino para el discurso que el presidente, N. H. Knorr, pronunció intitulado “Su fe es probada por sus labios,” un discurso

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir