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La alternativa: ningún futuro; un futuro brillante¡Despertad! 1982 | 8 de febrero
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La alternativa: ningún futuro; un futuro brillante
Antes de escoger, ¡infórmese!
La verdad que muchos no quieren afrontar: esperanza en Dios, o abandonar la esperanza
LOS científicos predicen que con el tiempo el universo en expansión quedará sin energía, se sumirá en oscuridad y pondrá fin a toda vida. O que se desplomará dentro de sí mismo y pondrá fin a toda vida. El científico Peacocke dice: “De modo que la ciencia no puede resolver ‘la cuestión fundamental de la esperanza.’” La ciencia “cuestiona el significado fundamental de la vida humana en un universo que, con el tiempo, con absoluta seguridad acabará con ella.”
Si atribuimos a la evolución nuestra presencia aquí y eliminamos a Dios, la Biblia y las restricciones morales, también eliminamos todo propósito y significado que pueda haber tenido nuestra vida. Nos convertimos en hermanos de las hormigas y los elefantes, de los gusanos y los garranchuelos, de las cucarachas y los gatos. ¿De qué importancia son las hormigas? ¿o los garranchuelos? ¿o los hombres?
Una vez que nos han despojado de significado, los evolucionistas sienten la presión de hacer que tengamos significado. Muchos concluyen sus libros con discursitos flojos sobre la gloria que compartimos al ser un peldaño en la escalera evolutiva que de aquí a millones de años colocará a nuestros descendientes en algún majestuoso pináculo de grandeza.
El vacío filosofar de los evolucionistas
El profesor Millikan se expresa con manifiesta emoción acerca de la “tremenda atracción emotiva” que puede significar para el hombre el participar en el ascenso evolutivo hacia alturas futuras. El genetista Herman Muller se sobrecoge ante el armagedón biológico con que las mutaciones nos amenazan, pero todavía cree que éstas harán que evolucionemos hacia “alturas no soñadas.” El movimiento se demuestra andando, pero él no está dispuesto a dar un paso por medio de desear las mutaciones para sí. Dobzhansky dice que los esfuerzos del hombre por evolucionar hacia niveles superiores dan esperanza, dignidad y significado a la vida, y concluye: “Así, permítaseme repetir que la evolución otorga esperanza.”
Tal habla vacía no consuela a nadie. Sullivan, en “Limitations of Science,” muy bien dice: “Tan solo una creencia en que la vida tiene significado trascendental puede satisfacer nuestros impulsos religiosos.” (Págs. 149, 150) Si vamos a terminar en olvido eterno, nada realmente importa. Y si ése también es el final de nuestra grandiosa prole hipotética que ha de vivir a millones de años desde nuestro tiempo, la existencia de ella no tiene sentido. Por su filosofar vacío los evolucionistas buscan a tientas con qué acallar la necesidad inherente de creer en Dios. Tallan muletas nuevas para reemplazar las muletas de índole religiosa que han rechazado. Se niegan a afrontar esta verdad: esperar en Dios, o abandonar la esperanza.
La esperanza bíblica
En contraste, ¿qué esperanza nos da Dios? El hizo la Tierra para que durara para siempre, para que sea un paraíso eternamente, para que la habiten perpetuamente criaturas obedientes. (Eclesiastés 1:4; Isaías 45:18) La gente no hace relojes excelentes, ni construye edificios hermosos, ni planta bellísimos jardines simplemente para destruirlos. Tampoco fracasará el propósito que tuvo Dios al crear la Tierra y toda la vida que hay en ella. “Yo lo he ideado,” dice él, “y lo cumpliré.”—Isaías 46:11, “Sagrada Biblia,” ed. Herder.
El interés de Dios en la Tierra se demuestra por Su edicto respecto a los hombres que la están contaminando actualmente, y éste es “causar la ruina de los que están arruinando la tierra.” (Revelación 11:18) El reino de Dios bajo Cristo Jesús hará que se realicen las condiciones descritas en Revelación 21:3, 4: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos . . . Y él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.”
La “esperanza” evolutiva es desesperanzada. Es olvido eterno. La esperanza bíblica es la de un futuro brillante de vida eterna en una Tierra paradisíaca. A cada persona le toca escoger. Antes que usted escoja, infórmese a plenitud.
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La cuestión del momento: ¿Debería concederse a la creación tanto tiempo como a la evolución en las clases de ciencia?¡Despertad! 1982 | 8 de febrero
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La cuestión del momento: ¿Debería concederse a la creación tanto tiempo como a la evolución en las clases de ciencia?
Un punto de vista bíblico
Hay desacuerdo hasta entre grupos religiosos
FUNDAMENTALISTAS cristianos de los Estados Unidos están haciendo campaña para que “el creacionismo científico” se enseñe junto con la evolución en las clases de ciencia de las escuelas públicas de esa nación. Un informe dice que los cuerpos legislativos de hasta 40 estados han considerado proyectos de ley que solicitan eso. El estado de Arkansas ha aprobado una ley que favorece dicha enseñanza. La cuestión se ha debatido en los tribunales. Se han hecho cambios respecto a los libros de texto. El asunto se está debatiendo también en el Canadá.
Muchos padres cristianos creen que sus hijos están bajo ataque. El blanco: la fe de sus hijos. El lugar de ataque: el aula. Los agresores: los evolucionistas. Las municiones: aseveraciones... no ciencia. La técnica: amedrentamiento y lavados de cerebro. El resultado: decadencia en los valores.
Los evolucionistas no concuerdan con estas declaraciones, especialmente con la última. Pero el historiador H. G. Wells no actuó así. En su obra “Outline of History,” en las páginas 956 y 957, hizo referencia al libro de Darwin, “El origen de las especies,” y dijo: “Se produjo una verdadera desmoralización . . . Hubo una verdadera pérdida de fe después de 1859. El oro verdadero de la religión fue en muchos casos tirado junto con el bolso gastado que lo había contenido por tanto tiempo, y no fue recobrado.”
Derrumbe incontrolable de la moral
Hoy día la desintegración moral es mucho más grave, y diariamente empeora. Las relaciones sexuales premaritales, las preñeces antes del matrimonio, el control de la natalidad mediante abortos, la homosexualidad... cualquier cosa se acepta. Haga lo que le parezca, lo que a su juicio sea correcto. No obstante, “un camino hay que al hombre le parece recto; pero su paradero es la muerte.”—Proverbios 16:25, “Sagrada Biblia,” ed. Herder.
Los grupos religiosos dan diversas contestaciones a la cuestión de enseñar la creación en la sala de clases. Algunos dicen que debería enseñarse, otros dicen que no, y muchas veces ni siquiera los miembros de un mismo grupo religioso están de acuerdo. Los que se oponen a la enseñanza de la creación dicen que el enseñar la creación viola el principio de separación de Iglesia y Estado; los que favorecen el enseñarla se quejan de que los impuestos que ellos pagan se usen para enseñar la evolución atea. El asunto se ha convertido en cuestión política.
¿Cómo consideran los testigos de Jehová todo esto? Ellos no participan en la política mundana, sino que confían en el reino de Jehová en manos de Cristo como la solución a la gran cantidad de problemas que afronta la humanidad hoy día. (Juan 18:36) Predican diligentemente el reino de Dios como la única esperanza... y esta predicación incluye el relato de la creación que está registrado en Génesis.
A menudo se invita a representantes de los testigos de Jehová a las aulas para que hablen sobre la organización a que pertenecen. Cuando estos Testigos hablan, incluyen información sobre la creación. Algunos maestros han usado en consideraciones en las clases la publicación de los testigos de Jehová intitulada “¿Llegó a existir el hombre por evolución, o por creación?”
Los padres enseñan a sus hijos
A menudo los hijos de los testigos de Jehová explican la creación cuando el maestro considera el tema de la evolución. Pueden hacerlo porque se les ha enseñado acerca de la creación en el hogar. Estos padres enseñan a sus hijos acerca de los orígenes, en vez de dejar que sus hijos reciban esta enseñanza de profesores seglares o maestros de escuelas dominicales.
Por lo tanto, los testigos de Jehová cumplen con esta responsabilidad que en la Biblia se da a los padres: “Padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová.” También: “Tienes que inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.”—Efesios 6:4; Deuteronomio 6:6, 7.
Los testigos de Jehová y sus hijos no creen en las filosofías de la evolución, sino que reconocen a Jehová como ‘Creador del cielo y de la tierra y Aquel que da vida a toda la gente.’—Isaías 42:5.
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