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Predique con perseverancia y gozoMinisterio del Reino 1979 | junio
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5 ¿Tiene problemas de salud? ¿Lo han hecho aflojar la marcha de los años? Si así es, sea realista. Lo que la juventud logra de una manera, usted quizás pueda lograr por otros medios. Las cualidades y dones que sus años de experiencia han desarrollado pueden lograr mucho en un campo que no está abierto a otros. ¿Da testimonio por cartas, teléfono, de modo informal? ¿Estudia para participar en las reuniones, para contestar preguntas a otros, y para edificar a otros con alguna palabra al tiempo apropiado? Si no le es posible hacer nada más, ¿apoya por su presencia en las reuniones, sus sonrisas, sus oraciones, a los que pueden servir más activamente que usted? Hay muchas maneras en que usted puede servir con perseverancia y gozo.
6 ¿Ha sido afectado su empleo seglar por el retardo económico? Ahora que trabajan menos horas, muchos hermanos han decidido servir de precursores auxiliares. Si usted halla que puede participar en este privilegio por un mes o más, los ancianos se complacerán en dar atención inmediata a su solicitud. La pérdida del empleo por lo general causa muchas dificultades, pero el participar más cabalmente en el servicio del campo puede traerle mucho gozo.
7 Hoy día el evangelio que declaramos a toda la humanidad habla del establecimiento del Reino. Es un anuncio excitante. Por lo tanto, ¡todos los siervos de Jehová deben tener el espíritu de evangelizar! ¿Se aprovecha usted de las oportunidades que se le presentan para evangelizar? ¿Programa usted tiempo para el servicio del campo? ¿Está usted esforzándose por mejorar su habilidad y efectividad como evangelizador? ¿Realmente cultiva interés y muestra el deseo de tomar la responsabilidad de un estudio bíblico? Si en verdad tenemos el espíritu evangelizador, ciertamente programaremos nuestro tiempo para evangelizar con regularidad y constantemente nos esforzaremos por mejorar nuestra presentación de las buenas nuevas. ¡También aprovecharemos las muchas oportunidades de envolvernos en dar testimonio informal, apreciando el hecho de que somos siervos de Jehová en todo tiempo!
8 Junio debe ser un mes de mucha actividad para el pueblo de Jehová. Hay mucho trabajo que hacer. Publicadores jóvenes y viejos, nuevos y maduros, deben participar sin reserva. En estos días el predicar y enseñar debe ocupar gran parte de nuestro tiempo. Medite en la importancia que Jesús le atribuyó a esta actividad. Él lo enfatizó durante todo su ministerio en la Tierra, aun en sus palabras finales a sus discípulos antes de dejarlos. Dijo: “Serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea y en Samaria y hasta la parte más lejana de la tierra.” (Hech. 1:8) Luego, al concluir la Revelación a su apóstol Juan, recalcó este mismo trabajo, diciendo: “Y el espíritu y la novia siguen diciendo: ‘¡Ven!’ Y cualquiera que oye diga: ‘¡Ven!’ Y cualquiera que tenga sed venga; cualquiera que desee tome del agua del vida gratis.” (Rev. 22:17) ¡Qué privilegio participar en esa obra! Jehová bendecirá abundantemente a todos los que se esfuerzan por predicar con perseverancia y gozo sin importar las condiciones.
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¿Qué hay de los que aún se retienen?Ministerio del Reino 1979 | junio
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¿Qué hay de los que aún se retienen?
1 La mayoría de nosotros conocemos a personas interesadas en nuestro territorio que han respondido favorablemente al mensaje del Reino. Hemos estudiado con algunos de ellos todo el libro La verdad, y en algunos casos, otras publicaciones también. Ellos asisten a las reuniones de vez en cuando, muestran buena disposición de ser identificados con los testigos de Jehová y declaran que han aceptado la mayoría de las enseñanzas fundamentales de la Palabra de Dios. No obstante, no se unen a nosotros en la obra de predicar. Se retienen de ‘repudiarse a sí mismos’ y bautizarse. (Mat. 16:24; 28:19) ¿Hay algo más que podemos hacer para ayudarlos?
2 Puede que éstos tengan un conocimiento de los propósitos de Jehová pero aún no han desarrollado amor por él. (Efe. 3:18, 19). Para decirlo sencillamente, quizás la verdad está en sus cabezas, pero todavía no está en sus corazones. Si vamos a ayudarlos, nuestra meta tiene que ser más que meramente impartir conocimiento adicional. Tenemos que llegar hasta el corazón, edificando aprecio que conmueva a la conciencia y los impulse a acción.
3 Al estudiar con ellos, anímelos a pensar acerca de lo que implica lo que están aprendiendo. Razone con ellos de tal modo que ellos se pregunten a sí mismos: En el último análisis, ¿qué significará esto para mí y mi familia? Si han aprendido, por ejemplo, las marcas identificadoras de la religión verdadera, ¿pueden decir honradamente que su anterior religión es la verdadera? Si no, entonces tiene que ser falsa y parte del imperio de la religión falsa para el cual Dios ha predicho la destrucción en el futuro cercano. El razonamiento lógico dicta que los lazos que se mantienen con ese sistema a la larga traerán muerte. Si pueden apreciar el amor de Jehová al proveer esta advertencia por adelantado y pueden ver que la felicidad y el bienestar futuro de sí mismos y sus familias están envueltos, quizás se les impulse a actuar.
4 Trate de lograr que piensen en términos de aplicar lo que aprenden. Por ejemplo, quizás hayan aprendido que la celebración de ciertos días festivos no le agrada a Dios. La pregunta ahora es, ¿qué harán ellos cuando vengan estas celebraciones? ¿Cómo responderán cuando sus parientes, amigos y compañeros de trabajo comiencen a hacer planes para celebrar y traten de incluirlos a ellos? ¿Ejercerá el conocimiento que han obtenido influjo en su decisión en cuanto a participar? El mostrarles la aplicación de los principios bíblicos a situaciones específicas puede ayudarles a apreciar la responsabilidad que viene con conocimiento.
5 Algunas veces se retienen debido a renuencia a aceptar alguna verdad fundamental. Por ejemplo, quizás ellos le digan francamente que no pueden adoptar una posición firme en cuanto al uso de las transfusiones de sangre. Después de repasar lo que la Biblia dice sobre el asunto, trate de ayudarles a analizar la base de su objeción. ¿Pueden ellos honradamente decir que la Biblia es clara al considerar el asunto? Es posible que preguntas escrutadoras revelen que en realidad se retienen, no debido a que no puedan entender la enseñanza de la Biblia, sino debido a su temor a las reacciones de otros si ellos la siguen. La cuestión, entonces, se reduce a una pregunta: ¿A quién tratarán de complacer... a Dios o al hombre? Obstáculos como éstos pueden quitarse del medio si podemos ayudarles a apreciar que solo Jehová puede dar la vida, así es que el proceder a seguir es el tratar primero de complacerlo a él en todo.—Pro. 29:25; Gál. 1:10.
6 El tiempo cada vez se acorta más y la necesidad de tomar una posición definida se hace cada vez más urgente. Con discernimiento en nuestra enseñanza, quizás podamos cultivar aprecio en el corazón de ellos a fin de que se pongan del lado de Jehová mientras todavía hay la oportunidad de hacerlo.—Sant. 1:5-8.
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