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¿Puede usted ampliar su territorio como precursor?La Atalaya 1985 | 15 de septiembre
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precursor me ha ayudado a familiarizarme con muchos textos bíblicos que había aprendido de memoria, de modo que estaban listos para que los usara”.
La influencia sana del servicio de precursor también puede sentirse en la congregación. Al respecto, un anciano escribió: “¡Qué cambio se efectuó! El paso de la congregación cambió. Hay la tendencia de aumentar cada vez más nuestra participación en el servicio de Jehová”. Sí, puede que el ejemplo celoso de los ministros precursores estimule a otras personas.
El participar en el ministerio de precursor puede resultar en mayor confianza en Jehová. Por supuesto, los ministros de tiempo completo tienen que vencer ciertos problemas. Pero un matrimonio de precursores expresó su confianza de la siguiente manera: “Gracias a Jehová, nunca nos ha faltado nada. Como precursores hemos llegado a depender de Jehová y hemos visto que Él nos suministra ayuda cuando más la necesitamos”. (Salmo 34:10; 37:25.)
Las bendiciones de ensancharse
‘Pruébenme, por favor, a ver si no les abro las compuertas de los cielos y vierto sobre ustedes una bendición’ dijo Jehová hace muchos siglos (Malaquías 3:10). Durante el año de servicio de 1984 hubo un promedio de 258.936 precursores por todo el mundo. ¡Y cuánto ha bendecido Jehová a estos ministros de tiempo completo!
Por ejemplo, considere las bendiciones de las cuales disfrutan los precursores que sirven en la región amazónica del Brasil. Generalmente, se usan embarcaciones para llegar a las aldeas dispersas a lo largo de las riberas de los ríos. Algunos pueblos están situados en los lechos de los ríos, donde las casas están hechas de madera y han sido construidas sobre pilotes para que se mantengan encima del nivel del agua durante la estación de las inundaciones. Estas casas están conectadas por toscos andenes de tablas que a veces resultan bastante precarios, especialmente para las personas gruesas. Cuando baja el nivel del agua se puede llegar a estos poblados, aunque con dificultad, por medio de atravesar la maleza o ir a lo largo del cenagoso lecho del río. El viajar en canoas livianas puede ser una gran aventura, pues a veces se vuelcan. Además de todo esto, hay los problemas que resultan de la malaria, la fiebre tifoidea, los parásitos, el calor intenso y las infestaciones ocasionadas por insectos. No obstante, a pesar de estas dificultades, el espíritu de Jehová ayuda a nuestros hermanos a declarar las buenas nuevas en esos territorios. (Zacarías 4:6.)
Una precursora que ha servido en la región amazónica declaró: “Nuestra obra era sumamente satisfaciente”. Al referirse a una excelente experiencia que tuvo, relató lo que sucedió al volver a visitar a cierto señor que anteriormente había aceptado literatura nuestra. Ella tuvo que viajar dos horas en lancha, pero, al llegar, encontró al señor tostando harina de mandioca en un horno enorme. Él no podía interrumpir el proceso sin correr el riesgo de quemar la harina. Así ¿qué podía ella hacer? Bueno, la precursora pidió a su compañera que continuara removiendo la harina con la enorme pala de madera. Así el hombre pudo escuchar atentamente mientras la precursora le demostraba cómo estudiar la publicación que él había adquirido.
Muy a menudo, nuestros hermanos que trabajan en esta región se levantan antes del amanecer para llegar a los hogares de las personas mientras todavía es temprano. Los precursores entonces siguen testificando todo el día. ¡Y qué abundantes bendiciones reciben de Jehová! (Proverbios 10:22.)
También en otras partes del Brasil los precursores disfrutan de muchas bendiciones en el servicio de Jehová. Por ejemplo, imagínese la alegría de un precursor que pudo ayudar a un presidiario a aprender la verdad. Este hombre, a quien otros temían anteriormente debido a su genio violento, estaba cumpliendo una larga condena en la prisión. No obstante, cuando se convenció de la verdad, su personalidad se transformó a tal grado que las autoridades penales quedaron impresionadas y le dieron permiso para que predicara en la penitenciaría. Este hombre, que ya se ha bautizado, está en libertad condicional y conduce varios estudios bíblicos en los hogares de personas que se interesan en la verdad de la Biblia.
Este precursor también ha podido ayudar a otras personas que están en la misma penitenciaría. Respecto a su obra, él comenta: “Es motivo de mucho gozo para mí, porque la semilla que pude sembrar ya ha germinado y ha producido fruto”. Por lo menos cuatro hombres que han sido puestos en libertad están asistiendo a las reuniones cristianas con regularidad. Otros cuatro están tomando en serio la verdad, y uno de ellos se está preparando para el bautismo.
El territorio es grande
El aumento continuo en las filas de los adoradores de Jehová es prueba tangible de que Dios aún tiene muchas personas que recoger por todo el territorio mundial. (Compárese con Hechos 18:9, 10.) ¿Puede usted participar a mayor grado en la obra de hacer discípulos?
Si usted todavía no está participando en el servicio de precursor, ¿por qué no habla con los que están teniendo éxito en el servicio de tiempo completo? Usted, también, pudiera tener éxito como precursor. Después de examinar sus circunstancias con la ayuda de la oración, tal vez usted pueda ampliar su territorio por medio de ser precursor.
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El problema de tomar prestadoLa Atalaya 1985 | 15 de septiembre
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El problema de tomar prestado
“El problema de tomar dinero prestado es que, tan pronto uno lo tiene, inevitablemente comienza a creer que le pertenece. Uno se acostumbra a él, lo trata como a un miembro de la familia y hasta puede que le moleste o pierda de vista el hecho de que algún día este tiene que irse a visitar a alguna otra persona. El tomar prestado es sencillo. El pagar de vuelta es lo que duele.” Eso indicó la revista Parade, suplemento dominical de un periódico, respecto al problema sicológico de tomar dinero prestado.
No obstante, no solo existe el factor sicológico. También existe el factor moral... la obligación de pagar de vuelta lo que se ha tomado prestado. Por lo tanto, hacemos bien en tener presente el punto de vista de Jehová sobre alguien que no devuelve lo que toma prestado. La Palabra de Dios dice: “El inicuo está pidiendo prestado y no devuelve”. (Salmo 37:21.)
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