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Parte 11—La restauración de la organización teocráticaLa Atalaya 1955 | 1 de diciembre
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su organización terrenal, siendo el que había de dirigir los nombramientos y guiar el gobierno de las asambleas del pueblo de Jehová. Ya no había una afiliación floja de personas, cada una haciendo lo que era recto a sus propios ojos. Más bien, ahora los despiertos, los que tenían la vista fija en el futuro, se habían alistado en una organización luchadora, y se sometían anuentemente al dominio teocrático real.—Isa. 43:21; 60:17.
Sin embargo, desde el año 1922 los testigos ungidos ya se hallaban en una formación lo bastante sólida en lo que toca a organización para emprender la obra de juicio de Jehová sobre la tierra. Esta obra había sido simbolizada proféticamente por el toque de las “siete trompetas” y el derramamiento de los “siete tazones de la ira de Dios.” (Apo. 8:2; 16:1, NM) Resultó que estas dos series fueron sucesos simultáneos, y cada toque y derramamiento comenzó en las siete respectivas convenciones internacionales verificadas anualmente desde 1922 hasta 1928.b
El primero de estos siete eventos históricos fué la asamblea que se celebró en Cedar Point (Ohío) del 5 al 13 de septiembre de 1922. El discurso público que se pronunció el domingo final contó con más de 18,000 concurrentes, y a las sesiones diarias asistieron unos 10,000 testigos. Esta asamblea se celebró en el mismo lugar donde se celebró su famosa asamblea de 1919, pero esta vez había cientos de personas en sus filas y el servicio en el campo llegó a ser una nueva característica de la asamblea. El martes de esa convención grupos de publicadores en cientos de automóviles inundaron el sector septentrional de Ohío con un diluvio de colocaciones de literatura. El cuarto día de la convención, llamado “El Día,” el presidente de la Sociedad pronunció el discurso clave sobre el tema de “el reino.” Hizo resaltar el hecho de que ¡el Rey está presente! También, por primera vez se presentó la evidencia a base de las Escrituras y la historia contemporánea de que el Rey Cristo Jesús había llegado al templo en 1918 y había iniciado el proceso de juicio en contra de la cristiandad apóstata. En la parte concluyente de este discurso conmovedor, en el mismo instante en que el orador gritó las palabras, un inmenso letrero se desplegó con gracia ante los ojos del vasto auditorio que simultáneamente oyó y vió el lema electrificante “¡ANUNCIAD AL REY Y EL REINO!” Gran entusiasmo prevaleció durante toda la asamblea, iniciado por discursos espiritualmente ricos en que se dió evidencia del profetizado derramamiento de la fuerza activa invisible de Jehová sobre sus testigos escogidos.c
Se culminó el discurso público de la convención el domingo final por la adopción unánime de una resolución que se publicó más tarde en un tratado llamado “Proclamación.” Tenía los títulos: “Un desafío a los líderes del mundo—Imposible establecer paz, prosperidad y felicidad mundiales por medio de conferencia internacional—Se sugiere remedio efectivo—Cuestión vital para todas las naciones de la tierra—Estudiantes Internacionales de la Biblia adoptan resolución.” En el transcurso de semanas se repartieron 35,000,000 de ejemplares de este mensaje de juicio picante por toda la cristiandad.d ¡En verdad fué significativa esta convención de Cedar Point!
La segunda asamblea trascendental se celebró en Los Ángeles, California, del 18 al 26 de agosto de 1923. Por primera vez la Sociedad empleó la radio para emitir una sesión de una asamblea. El discurso bíblico sobresaliente fué el que pronunció el presidente de la Sociedad, J. F. Rútherford, sobre el tema “Ovejas y cabras,” que fué publicado en el número de The Watch Tower correspondiente al 15 de octubre de ese año. Ese discurso puso de manifiesto por primera vez que las “ovejas” de la parábola de Jesús son símbolo de un grupo terrestre.e Dijo el orador: “Las ovejas representan todas las gentes de las naciones, no engendradas por el espíritu pero dispuestas a la justicia, que mentalmente reconocen a Jesucristo como el Señor y que buscan y esperan cosas mejores bajo el reino de él.”f La culminación de esta asamblea fué la conferencia pública por el juez Rútherford a la que asistieron unos 30,000 concurrentes, atestando el Coliseo. La convención también adoptó una resolución histórica que resultó en el segundo derramamiento de la ira de Dios sobre la cristiandad.g Esta resolución se imprimió en forma de otro tratado llamado “Proclamación,” del cual se distribuyeron más tarde 45,000,000 de ejemplares en este país y en Europa.h Este proclamó “Una amonestación a todos los cristianos—Crisis inminente del mundo—La causa—El deber de los cristianos—El resultado.” Amarga y hostil fué la reacción de la cristiandad a este toque de trompeta de los juicios de Dios contra ella a causa de su apostasía.
La tercera asamblea internacional significativa se celebró en Columbus, Ohío, del 20 al 28 de julio de 1924, a la cual asistieron diariamente unos 20,000 testigos con 35,000 concurrentes a la reunión pública en el Estadio de la Universidad del estado de Ohío el domingo final. En conexión con esta asamblea se emplearon la radiodifusión y equipo eléctrico para la amplificación de la voz. El servicio en el campo desempeñó su parte en esta asamblea así como lo había hecho en las dos precedentes. En el discurso principal que el presidente de la Sociedad pronunció se puso de manifiesto que Satanás sigue suelto y que los clérigos y sus aliados han llegado a ser instrumentos del Diablo. Una denuncia histórica fué adoptada con entusiasmo cuando todo el auditorio se puso en pie en apoyo de ella. Esta fué hecha parte de un nuevo tratado intitulado “Eclesiásticos denunciados,” cuyos encabezamientos declararon: “La civilización condenada—Razón de la crisis mundial—Seguirá la bendición del pueblo—La Simiente de la promesa contra la Simiente de la serpiente.” Una vez más la cristiandad fué sacudida por la distribución de millones de ejemplares de esta denuncia verdadera.i
El año de 1925 fué uno de expectación especial debido a que muchos de los ungidos pensaban que había llegado el tiempo para que los miembros restantes del cuerpo de Cristo fueran cambiados a gloria celestial.j Pero, como se vió que era el caso, todavía había mucho trabajo para ellos sobre la tierra en cuanto a ayudar a los que todavía habían de ser recogidos. Sin embargo, 1925 resultó ser un año significativo en el sentido de que le vino al pueblo de Jehová un diluvio de nuevas verdades espirituales. Fué en este año que The Watch Tower les trajo las revelaciones sublimes de que el nombre de Jehová tiene que ser colocado en su puesto legítimo; que en 1914 había acontecido el nacimiento de la organización del Reino, o sea, del hijo varón; que Satanás había sido arrojado de los cielos y que ahora tenía que limitar sus operaciones a la tierra; que Jehová se propone hacerse un nombre grandioso y eterno en la batalla del Armagedón; que tal batalla no es ninguna lucha entre los capitalistas y los laboristas, conservadores y radicales, ni partidos y naciones humanos de clase alguna, sino que es la batalla de Dios contra toda la organización del Diablo, invisible y visible; y finalmente, que los de la clase del siervo de Jehová sobre la tierra no tienen parte alguna en esa batalla, sino que su único deber es advertir acerca de su venida.k
Este año de grandes cambios en el modo de pensar fué culminado por la convención general celebrada en Indianápolis, Indiana, del 24 al 31 de agosto de 1925, con una concurrencia de 10,000 personas. En la conclusión de la conferencia pública por J. F. Rútherford intitulada “Una llamada a la acción,” se adoptó una resolución amorosa, dirigida “A todas las personas de buena voluntad.” Esta fué hecha parte de un tratado llamado “Mensaje de esperanza,” que llevaba el encabezamiento: “La reconstrucción mundial—Un estandarte para guiar a los pueblos.” En la cristiandad se circularon unos 50,000,000 de ejemplares a medida que pasaron los meses.l Durante este año decisivo de 1925 las manos de los testigos estuvieron ocupadas continuamente. En este año se registró una asistencia record de 90,434 en la celebración del Memorial.a
(Continuará)
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¿Es suficiente lo mejor que usted hace?La Atalaya 1955 | 1 de diciembre
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¿Es suficiente lo mejor que usted hace?
HAY un proverbio que habla de cuatro cosas que nunca están satisfechas, que nunca dicen: “Basta.” Quizás los testigos de Jehová, al escuchar a los siervos de congregación hablar acerca del servicio en el campo, piensen a veces que estos siervos podrían haber sido alistados como la quinta clase que nunca dice: “Basta.” Quizás parezca que ellos nunca están satisfechos, al instar ellos a mejor concurrencia a las reuniones, más estudios bíblicos de casa y mayor actividad de casa en casa. Pero así es como debe ser. El tener siervos que dijeran: “Es suficiente” antes de que se termine la obra le sería desastroso a la congregación. Los siervos deben animarnos a ser más activos e instarnos a mejorar nuestro ministerio, deben impedir que lleguemos a estar satisfechos con nosotros mismos y demasiado confiados. Recuerde, “que el que cree que tiene una posición firme se cuide para que no caiga.”—1 Cor. 10:12, NM; Pro. 30:15, 16.
Pero quizás diga usted: “Ya estoy haciendo lo mejor que puedo. ¿Cómo puedo hacer más? ¿No es suficiente lo mejor que puedo hacer?” Puede que sí, puede que no. ¿Es lo mejor que usted hace lo mejor que le es posible a usted? ¿Mejora lo mejor que usted hace? Tal vez lo mejor que usted hace no sea lo suficientemente bueno porque usted no trata de mejorarlo. ¿No debiera usted avanzar hacia mayor madurez de modo que lo mejor que usted pueda hacer en el futuro sea mucho mejor que lo mejor que hace actualmente? A veces el problema es: ¿Podemos mejorar?, pero más a menudo el problema es: ¿Tenemos la voluntad de mejorar? ¿Estamos sacando el mayor provecho posible usando hasta el límite las habilidades que poseemos, o podríamos mejorar lo mejor que hacemos si nos aplicáramos más diligentemente a ello? Puede que un médico tenga habilidad, pero
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