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  • ¿Importa por qué ora y cómo lo hace?
    ¡Despertad! 1981 | 22 de febrero
    • hubieran estudiado? En realidad eso no sería justo para con los demás estudiantes, ¿verdad?

      Las cosas fundamentales que Dios espera que pidamos en nuestras oraciones se indican en la siguiente oración modelo que nos dejó Jesucristo. Note el orden de prioridad: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra. Danos hoy nuestro pan para este día; y perdónanos nuestras deudas, como nosotros también hemos perdonado a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, sino líbranos del inicuo.”—Mat. 6:9-13.

      Jehová Dios espera que las personas que le oren estén más interesadas en la voluntad y los propósitos de él que en las metas y ambiciones de ellas mismas. Esto es razonable, puesto que Dios sabe lo que es mejor para todos nosotros. No hay nada malo en orar por cosas materiales, nuestro ‘pan de cada día,’ pero no se nos dice que oremos por riquezas. La gente rica no suele interesarse en Dios. Note que a Dios le agradan las oraciones que demuestran un interés primordial en él y en sus propósitos, y un interés secundario en nosotros mismos. Hoy en día tales oraciones son demasiado raras.

      ¿Hay evidencia de que tales oraciones realmente se estén oyendo y contestando hoy día? En realidad, ¿vale la pena orar?

  • ¿Vale la pena orar?
    ¡Despertad! 1981 | 22 de febrero
    • ¿Vale la pena orar?

      DIOS siempre ha aprobado oraciones como ésta: “Enséñame tus disposiciones reglamentarias.” (Sal. 119:68) Numerosos ejemplos de tiempos modernos demuestran que él se interesa muchísimo en contestar oraciones de esa índole.

      Una anciana japonesa hacía ofrendas de arroz, agua e incienso diariamente en su kamidana, es decir, su repisa dedicada a un ‘dios’ de la religión sintoísta. Un día, juntando las palmas de las manos, pensó: “Si hay un Dios verdadero, enséñame quién eres antes de que yo muera.”

      Apenas había completado su oración cuando se abrió la puerta (en el Japón se acostumbra abrir la puerta y llamar a la persona que esté dentro) y una voz llamó: “¡Permiso, por favor!” Cuando la anciana llegó a la entrada de su casa, la visita le dijo de manera cortés que había venido para hablarle acerca del “Dios verdadero.” ¡La oración de la anciana había sido oída y contestada! Ella comenzó a estudiar la Biblia y ahora ha aprendido mucho acerca de Jehová, el Creador viviente y Oidor de la oración.

      No es raro que Jehová Dios conteste una oración sincera por conocimiento acerca de Él aun antes de que la persona que esté orando haya completado su petición. En Europa un hombre estaba en su apartamento haciendo tal petición fervorosamente, cuando oyó un golpe a la puerta. Corrió a la puerta y, apresuradamente, la abrió del todo. Alguien había golpeado accidentalmente la puerta con un maletín al pasar, y había seguido caminando.

      El amo de casa llamó a los dos hombres que vio en el pasillo. Él no hablaba con fluidez el idioma local, pero los dos hombres hablaban el idioma de él. Además, ¡impartían conocimiento bíblico! Estaban en el edificio para visitar a otra persona, pero no la habían hallado en casa aquel día. El amo de casa se llenó de gozo e hizo arreglos en aquel mismo momento para empezar a participar en un estudio bíblico que había de efectuarse con regularidad. Su oración para recibir conocimiento acerca de Dios ciertamente había sido contestada. No todas las oraciones reciben una contestación tan rápida, pero Dios sí escucha a las personas que sinceramente quieren conocimiento de él y de sus requisitos, y contesta sus oraciones.

      ¿Ha querido usted saber más acerca del Dios verdadero, el Creador de todas las cosas? ¿Estaría dispuesto a hacer Su voluntad si alguien se la revelara? Bien puede ser que esta mismísima revista sea la respuesta a las oraciones de usted. Por medio de comunicarse con los publicadores de ésta, o con cualquier testigo de Jehová, usted también puede hacer arreglos para obtener las respuestas a sus preguntas acerca de Dios.

      Otro tipo de oración que Dios aprueba es la oración en la cual uno pide ayuda para hacer la voluntad de él. El salmista David da testimonio de que sus oraciones fueron contestadas. “Encarecidamente esperé en Jehová, y por lo tanto inclinó a mí su oído y oyó mi clamor por auxilio.” ¿Por qué? Note qué deseo tenía David: “En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado.”—Sal. 40:1, 8.

      Un empleado asalariado necesitaba recibir tiempo libre de su trabajo para poder asistir a una escuela de entrenamiento para ancianos de congregación cristianos. Esto surgió en un tiempo en que había mucho trabajo en la compañía donde él estaba empleado y a él le parecía que iba a ser imposible conseguir permiso para ausentarse del trabajo, pero oró a Jehová Dios, pidiéndole Su guía, y se presentó en la oficina del gerente con su petición. Grande fue su sorpresa y su gozo cuando el gerente le dijo: “Sí, usted puede tomar tiempo libre; el arreglo me parece bueno.”

      En Hokkaido, Japón, a un cristiano que era carpintero experimentado le pareció que podría hacer la voluntad de Dios por medio de ayudar a efectuar un trabajo cristiano de construcción. Había gran necesidad de carpinteros para este proyecto en aquel tiempo, pero el hombre tenía muchas obligaciones de familia. El ánimo que le dio su esposa lo impulsó a orar a Jehová para que Él le ayudara a arreglar sus asuntos.

      Este hombre tenía un negocio de familia de hacer y entregar tofu (un cuajado de soja que es muy popular en el Japón). Mientras él estuviera fuera de la ciudad ayudando en el trabajo de construcción, ¿quién entregaría el tofu a los clientes?

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