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Evitando la plaga sobre el espíritu del mundoLa Atalaya 1964 | 15 de febrero
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buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:3, 14) El fin de este sistema de cosas con sus gobernaciones políticas no significa el fin del gobierno sobre la humanidad, una condición de anarquía. Cuando terminen las gobernaciones humanas imperfectas en Har–Magedón, el reino de Dios Todopoderoso por medio de su Hijo Jesucristo tomará posesión plenamente para la bendición eterna de todos los hombres de buena voluntad. No obstante, a pesar de predicar tales buenas nuevas los testigos cristianos de Jehová son odiados por todas las naciones, como predijo Jesús.—Mat. 24:9-12.
34. (a) Pero, ¿qué dicen Revelación 13:10 y 14:12 que se requeriría de los cristianos verdaderos ahora? (b) ¿Por qué queremos evitar la séptima plaga que se derrama?
34 Todo esto requiere aguante de parte de los predicadores de las buenas nuevas en estos días de la actividad de la bestia salvaje y su imagen simbólicas. Pero esto es lo que Revelación 13:10 y 14:12 predijeron que se requeriría de los cristianos verdaderos en esta etapa de la política mundial. El mostrar fe y aguantar hasta la victoria final requieren que ellos tengan un espíritu diferente al “espíritu del mundo.” Como un mar de atmósfera el espíritu mundano envuelve a “la gran ciudad,” Babilonia la Grande, y a todas las “ciudades de las naciones” y a las “montañas” e islas simbólicas. A causa del “dios de este sistema de cosas” todos están sumergidos en este espíritu y lo inhalan en aire semejante. Como se representa en el derramamiento de la séptima y última plaga, la cólera de Jehová Dios está contra ese espíritu o “aire” mediante el cual viven Babilonia la Grande y las ciudades de las naciones. Esta plaga conduce a desastre sobre todos ellos. Ciertamente queremos evitar la plaga de Dios en ese “aire.”
35, 36. Para evitar esa plaga y lo que sigue a ella, ¿qué tenemos que hacer según las palabras de Efesios 5:17-20?
35 Para evitar esta plaga de Dios y su obra destructora por medio del terremoto y tormenta de enormes granizos simbólicos, tenemos que hacer algo. Tenemos que hacer lo que se determina en la Resolución adoptada en la Asamblea “Buenas nuevas eternas” alrededor de la Tierra en 1963. El apóstol Pablo, que escribió contra el “espíritu del mundo,” nos dice qué hacer en este tiempo de las plagas simbólicas:
36 “Sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová. También, no anden emborrachándose con vino, en lo cual hay disolución, sino sigan llenándose de espíritu, hablándose unos a otros con salmos y alabanzas a Dios y canciones espirituales, cantando y acompañándose con música en su corazón a Jehová, dando gracias siempre por todas las cosas a nuestro Dios y Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.”—Efe. 5:17-20.
37. (a) ¿Qué beneficio se deriva de llenarse del espíritu de Dios? (b) ¿Qué pasos podemos dar para llenarnos de él?
37 Si nos llenamos del espíritu de Dios, esto no deja lugar en nosotros para el “espíritu del mundo.” El llenarse de Su espíritu no resulta en ninguna borrachera, en ningún entorpecimiento de nuestros sentidos, sino que obra como poderoso estimulante en nosotros para incitarnos a vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, consiguiendo así su aprobación, no una plaga. Para llenarnos del espíritu tenemos que leer y meditar en su Palabra espiritual, la Santa Biblia, con regularidad, y luego aplicarla en nuestro modo de vivir diario. Necesitamos su espíritu para que nos ayude a entender su Palabra escrita y para vivir en armonía con ella. Podemos pedírselo a él en oración. Su Hijo Jesucristo dice: “Si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos dones a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará el Padre en el cielo espíritu santo a los que le piden!” (Luc. 11:13) De modo que Dios tiene agrado en contestar la oración por su espíritu santo.
38. ¿Cómo se satisfizo la necesidad del espíritu de Dios que sintió profundamente la congregación nueva de Jerusalén, y con qué efecto?
38 Recordamos que en una ocasión la nueva congregación cristiana de la Jerusalén antigua sintió profundamente que necesitaba el espíritu de Dios. Hombres, los jueces del Tribunal Supremo Judío, les habían ordenado que no predicaran las buenas nuevas del reino de Dios mediante Cristo. Pero Dios mediante su Hijo Jesucristo les había mandado que predicaran tal mensaje y los había ungido para ello. Necesitaban ayuda y fuerza para no ceder ante los hombres que estaban combatiendo contra Dios. Le oraron. ¿Pidiendo qué? Que Él les concediera que siguieran “hablando tu palabra con todo denuedo, mientras . . . ocurren señales y portentos mediante el nombre de tu santo siervo Jesús.” ¿Cómo fue contestada esta oración? El relato nos dice: “Y cuando hubieron hecho ruego, fue sacudido el lugar en que estaban reunidos; y todos sin excepción quedaron llenos del espíritu santo y hablaban la palabra de Dios con denuedo.” (Hech. 4:13-31) El espíritu de Dios los ayudó a obedecerle—¡denodadamente!
39. ¿Cómo fue igual el efecto de estar lleno del espíritu de Dios en el caso del profeta Miqueas?
39 El estar llenos del espíritu de Dios tuvo el mismo efecto que en el caso del profeta hebreo Miqueas, que fue comisionado por Jehová Dios para señalar la rebeldía y pecado de la nación de Israel (o Jacob). Miqueas dijo: “Yo mismo he llegado a estar lleno de poder, con el espíritu de Jehová, y de justicia y de poderío, a fin de decirle a Jacob su revuelta y a Israel su pecado.” (Miq. 3:8) Por consiguiente, Miqueas predicó a pesar de las objeciones de la nación.
40. Además de estudio bíblico y oración personales, ¿qué más necesitamos para llenarnos del espíritu de Dios, y por qué?
40 Para llenarnos del espíritu de Dios necesitamos más que solo estudio bíblico y oración personales. También necesitamos reunirnos con la congregación de testigos cristianos de Jehová, así como lo hicieron los miembros de la congregación cristiana en Jerusalén allá en los días de los doce apóstoles. Cuando nos reunimos con ellos, como centenares de miles lo hicieron en escala grande en la Asamblea “Buenas nuevas eternas” de los testigos de Jehová alrededor del globo terráqueo en 1963, entramos en una atmósfera totalmente diferente, desemejante al mortífero “espíritu del mundo.” ¿Por qué? Porque el espíritu de Jehová Dios llena estas reuniones de congregación y las guía. De modo que en estas reuniones cristianas no podemos menos que adquirir en nuestra persona receptiva aun más del espíritu de Dios. Esto es lo que necesitamos.
41. ¿Por qué necesitamos, hoy día, obedecer el mandato de llenarnos del espíritu de Dios?
41 Hoy día necesitamos obedecer el mandato apostólico de llenarnos del espíritu de Dios, porque queremos evitar la plaga que ahora está siendo asestada al “espíritu del mundo” y queremos salir y predicar públicamente y de casa en casa la “palabra de Dios con denuedo.”
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‘Siempre se necesita esa literatura’La Atalaya 1964 | 15 de febrero
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‘Siempre se necesita esa literatura’
● Dos testigos de Jehová de Texas visitaron una cárcel para hablar con el asistente del carcelero. Informan ellos: “Nos sentamos y hablamos como una hora. Le preguntamos si los presos necesitaban algunas revistas La Atalaya y ¡Despertad! para ayudarles en su lectura y estudio de la Biblia. Con prontitud respondió: ‘Aquí siempre se necesita esa clase de literatura. Nos gustaría obtenerla, y además iré con ustedes al auto para traerla.’ Así que dejamos setenta ejemplares de La Atalaya y ¡Despertad! con ellos. Le pregunté de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras que habíamos dejado en una visita anterior. Su respuesta: ‘Acaba de regresar del ala inferior del edificio, donde se usó extensamente, y ahora la estoy enviando al ala de arriba, donde muchos la han pedido.’ Yo le pregunté si la única copia que había era suficiente para aquella sección, y él dijo: ‘Podrían utilizar varios ejemplares más.’ El asistente del carcelero expresó verdadero aprecio por nuestras visitas y por la Traducción del Nuevo Mundo, así como por las revistas. Declaró que cuando estaba en la aviación militar había leído la literatura mientras volaba de un sitio a otro. Esperamos ansiosamente volver a visitar la cárcel.”
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