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Hablando la palabra de Jehová con denuedoLa Atalaya 1980 | 15 de febrero
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Como dice el registro: ¡“estaba con ellos la mano de Jehová”!—Hech. 11:19-21.
HABLANDO CON DENUEDO AHORA
19. ¿Qué prueba tenemos de que Jehová Dios y Cristo han estado con los testigos cristianos en tiempos modernos?
19 A través de los siglos, Jesús ha sido leal a su promesa: “Estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas.” (Mat. 28:20) Ahora que hemos llegado a ese tiempo, ¡cuán agradecidos nos sentimos de que más de 2.000.000 de testigos estén ‘hablando la palabra de Jehová con denuedo’! Y nuestro Dios ha bendecido el trabajo de estos “pescadores de hombres” a tal grado que “estas buenas nuevas del reino” han llegado a conocerse en todos los continentes sobre la haz de la Tierra, aun en un lugar tan lejano como la Antártida. Han penetrado en las zonas remotas de las montañas y en las isletas esparcidas de los siete mares. (Mat. 24:14) Sí, la obra de testificar ha penetrado en toda nación “hasta la parte más lejana de la tierra,” y todo esto se ha logrado por el espíritu de Jehová.—Hech. 1:8; Zac. 4:6.
20. ¿Cómo ha demostrado el Diablo su oposición a los portadores de la Palabra de Dios? ¿Pueden sus representantes detener la obra?
20 Como predijo la Palabra de Dios, el Diablo está airado, pues sabe que le queda poco tiempo. Sigue oponiéndose a la obra de testificar. (Rev. 12:12, 17) El Diablo y sus secuaces embaucados odian a los testigos de Jehová porque estos cristianos “no son parte del mundo.” La persecución ha dispersado a muchos Testigos y los ha obligado a abandonar sus hogares. Centenares de ellos han sido víctimas de muertes violentas, como lo fue Esteban en el primer siglo de nuestra era. (Rev. 17:6; 20:4) Pero la obra ha resultado ser de Dios. Los hombres no han podido derribarla, pues los verdaderos esclavos de Dios siguen hablando Su palabra con denuedo. Así han vencido, sí, han desbaratado los ardides del Diablo.—Compare con Efesios 6:11, 12; Santiago 4:7; 1 Pedro 5:8, 9.
21. (a) ¿Cuál es la obra que Jehová desea que se haga en la actualidad? (b) ¿Por qué queremos terminar la obra que se nos ha dado, y cómo podemos seguir hablando la palabra con denuedo?
21 Hoy día, la obra de ‘pescar’ relacionada con el Reino sigue avanzando, a pesar de la creciente oposición. Y la bendición de Jehová sigue manifestándose sobre ella. Tan solo durante el último año de servicio, los testigos de Jehová han tenido el gozo de ver bautizarse a 113.672 personas recién interesadas en la verdad bíblica. ¡Qué felices se sienten éstas de participar en hablar la palabra de Jehová! Esta es la obra que Dios quiere que hagamos hoy día, y el deseo de mantenerse ocupados en ella debe estar en el corazón de todos los que se han dedicado a Jehová, porque ésa es su asignación. (1 Cor. 9:16) ¿Lo mueve el corazón de usted a hablar la palabra de Jehová con denuedo? A medida que las condiciones del mundo siguen empeorando, debemos estar resueltos a continuar proclamando las buenas nuevas del Reino hasta que la obra quede terminada. Cuando surge oposición, no nos desalentamos. Recordamos que Jesús no solo comenzó la obra que Jehová le encomendó hacer, sino que también la terminó. (Juan 17:4) Él nos preparó para que pudiésemos hacer frente al odio del mundo. Que siempre seamos como él, y como los apóstoles y otros cristianos del primer siglo, a medida que, con plena fe, buscamos la ayuda de Jehová al llevar a cabo su voluntad respecto a nosotros. Que nuestra oración unida siempre sea: “Y ahora, Jehová, . . . concede a tus esclavos que sigan hablando tu palabra con todo denuedo.”—Hech. 4:29.
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Ponderando las noticiasLa Atalaya 1980 | 15 de febrero
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Ponderando las noticias
Se les está ‘quemando’ en Mozambique
● Desde que tomaron el poder hace pocos años, los gobernantes de Mozambique, seguidores del movimiento de Frelimo, han estado dando pasos firmes contra la religión. “Adelanta una renovada campaña anticristiana,” informa la revista de noticias To the Point International (Directa internacional). El artículo expresa sorpresa ante “el ataque implacable contra las iglesias cristianas de las cuales los insurgentes [de Frelimo] recibieron extenso apoyo” cuando se apoderaron del país. “Dirigidos por el influyente obispo católico romano de Nampula, don Manuel Vieira Pinto, quien se declaró públicamente a favor de Frelimo, muchos misioneros y sacerdotes dieron ayuda a los terroristas, tanto en el país como promoviendo la causa de éstos en el exterior.” En cierto caso, “el papa Paulo VI dio la bienvenida en Roma a una comisión de líderes prominentes de los movimientos guerrilleros, entre ellos el vicepresidente de Frelimo, Marcelino dos Santos.” Pero “aparentemente la simpatía franca de las iglesias cristianas para con los llamados ‘movimientos de liberación’ no les ha resultado en ningún provecho,” observa To the Point. De hecho, de los clérigos ya mencionados se dice que “ahora todos han huido del país o han sido expulsados por los nuevos gobernantes a quienes ayudaron a conseguir el poder.”
La Biblia muestra que, de manera similar, los gobernantes del mundo se volverán en contra de todas las religiones del mundo entero que se han prostituido para alcanzar el favor de los políticos.—Rev. 17:1-3, 16.
“El sarampión de la raza humana”
● En la mucha información que se publicó hace poco en celebración del centenario de Alberto Einstein, el columnista Joseph Kraft escribió lo siguiente acerca de lo que pensaba Einstein sobre el nacionalismo: “[Einstein] dio el ejemplo al renunciar al nacionalismo. ‘Nunca me he identificado con ningún país en particular,’ escribió cierta vez. Llamó al nacionalismo ‘una enfermedad infantil . . . el sarampión de la raza humana.’”
De manera similar, en una carta al redactor del periódico Indian Express, de Bombay, un nativo de la India declaró: “No creo en el patriotismo. Es un opio innovado por los políticos para los feos fines que persiguen. Es para la prosperidad de ellos. Es para su provecho. Es para su engrandecimiento. Nunca es para el país. Nunca es para la nación. Jamás, jamás es para los hombres y mujeres comunes como usted y yo. . . . Este siniestro muro inventado por los políticos dividirá al hombre del hombre... a hermano de hermano; hasta que un día resulte en que el hombre destruya al hombre. Para mí el patriotismo o nacionalismo es un ejercicio insensato en lealtad artificial. . . . No me enorgullezco hipócritamente de ser mezquinamente esto o aquello. Pertenezco a la humanidad.”
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