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  • Ministros cristianos jóvenes... imiten a David
    Ministerio del Reino 1982 | mayo
    • que, ¿qué harán ustedes cuando llegue el tiempo de salir al servicio del campo? ¿Demostrarán que están del lado de Jehová? ¿Harán el esfuerzo? ¿Demostrarán su resolución y superarán cualesquier obstáculos que se presenten? Ustedes tienen la aptitud. Si quisieran participar en alguna otra actividad, lo harían. Así que, en lo que tiene que ver con el servicio del campo, hagan los ajustes necesarios, vistan de manera apropiada y participen regularmente en la obra.

      6 También recuerden que nuestra participación fiel en el servicio del campo envuelve algo más que simplemente colocar revistas o entregar un informe mensual. Ésta debe dar prueba de nuestra devoción a Jehová, nuestro amor al semejante y nuestra firme creencia en las buenas nuevas. ¿Creen ustedes realmente que el reino de Dios pondrá fin a este sistema dentro de poco y bendecirá a toda la humanidad que esté bajo su gobernación justa? Entonces, demuestren que lo creen por medio de participar en el ministerio y esforzarse por progresar en presentar el mensaje eficazmente. A medida que lo hagan, pueden estar seguros de que la bendición de Jehová estará sobre ustedes.

  • Aprovechemos las oportunidades del verano
    Ministerio del Reino 1982 | mayo
    • Aprovechemos las oportunidades del verano

      1 Durante el verano, que se caracteriza por temperaturas más calientes, nos alegramos de poder disfrutar de una variedad de actividades y del refrigerio que resulta de ello. Quizás planeemos cambiar nuestra rutina durante nuestro período de vacaciones.

      2 Debido a que hay muchas cosas que pueden ocupar nuestro tiempo, necesitamos ser prudentes y mantener una buena rutina de actividad espiritual. No permitamos que las cosas espirituales ocupen un lugar secundario. Esforcémonos por aprovechar bien las oportunidades que tenemos durante el verano. El hacer eso contribuirá a que tengamos mayor gozo.—Fili. 3:16; Mat. 5:3.

      3 El apóstol Pedro era una persona ocupada; vivió una vida plena. Aunque sentía las presiones de la vida y experimentó problemas debido a algunos opositores, él sabía ‘que los tiempos de refrigerio vienen de parte de la persona de Jehová.’ (Hech. 3:19) Pedro estaba de acuerdo con otros escritores de la Biblia que mostraron que el embebernos en la Palabra de Dios y asociarnos con nuestros hermanos trae refrigerio. (Rom. 15:32; Sal. 23:2, 3) Y los ‘hacedores de la voluntad de Dios son los que serán felices.’ (Sant. 1:25; Juan 13:17) Esos versículos enfatizan la importancia de que mantengamos a Jehová en primer lugar nos mantengamos bien alimentados espiritualmente, nos asociemos con nuestros hermanos y permanezcamos activos en el servicio de Jehová, si queremos disfrutar del mayor refrigerio.

      4 Teniendo esto presente, desarrollemos el hábito de participar en el servicio del campo con nuestros hermanos el primer domingo de cada mes. Esforcémonos por apegarnos a esta buena pauta durante el verano. Algunas familias han arreglado sus asuntos para que toda la familia pase junta algún tiempo en el servicio, por lo menos un día a la semana. Si su familia hace eso, les animamos a apegarse a tan buena rutina. ¿Podrá usted u otro miembro de su familia (a quien usted anime) dedicar algún tiempo a la obra de precursor auxiliar? ¡Qué bueno es cuando los miembros de una familia pueden hacer eso juntos! Muchos jóvenes han probado el servicio de tiempo completo en tales ocasiones y se han beneficiado en gran manera espiritualmente. Animémonos y ayudémonos unos a otros a participar plenamente en el servicio del campo.

  • ¿Es edificante su habla?
    Ministerio del Reino 1982 | mayo
    • ¿Es edificante su habla?

      1 ¿Por qué nos sentimos más atraídos a algunas personas que a otras? A menudo se debe a que los pensamientos y la conversación de tales personas son edificantes y por eso son personas alegres que dan ánimo. Entonces, ¿cómo podemos aprovechar bien en nuestro ministerio tal observación? Una manera es por medio de asegurarnos de que nuestras conversaciones en las puertas tengan el rasgo distintivo de ser edificantes. La clase de conversación que es edificante y enfatiza los aspectos positivos de la verdad contribuirá más a atraer a otras personas que la clase de conversación que es negativa.

      2 Cierto, es necesario exponer o desenmascarar las doctrinas religiosas falsas y señalar las malas acciones del mundo. Además, los juicios de Jehová tienen que darse a conocer y tenemos que dar advertencia en cuanto a la destrucción del Armagedón. Pero no es necesario extenderse en estas cosas hasta el punto de llegar a eclipsar las bendiciones del nuevo orden de Dios, acerca de las cuales anhelan escuchar los amadores de la justicia.

      3 De modo que, ¿por qué no tratar siempre de ser verdaderamente edificantes en nuestro ministerio del campo? Tengamos presente la comisión que se halla en Isaías 61. Ahí, entre otras cosas, se nos dice que ‘vendemos a los quebrantados de corazón’ y ‘consolemos a todos los que están de duelo.’ Esto se hace por medio de hablar con alegría sobre las muchas cosas buenas que Dios ha prometido para los que lo aman. Hablemos sobre la felicidad que se puede adquirir ahora al conocer y hacer la voluntad divina, y sobre los gozos eternos que han de experimentarse después del Armagedón. Éstas son las cosas que debemos hacer resaltar.

      4 Para lograr esto necesitamos tener buen equilibrio. Por ejemplo, al hablar sobre el Armagedón y sus resultados destructivos, podemos entrelazar hábilmente una explicación de cómo el Reino hará que venga un nuevo orden de cosas. En nuestro tema de conversación quizás hablemos sobre los tiempos críticos en que vivimos. Al hacerlo, podemos hablar brevemente sobre la maldad, pero a la misma vez podemos dar énfasis a cómo es ésta una señal de que estamos en los últimos días y cumple profecía. El cumplimiento de la profecía, a su vez, prueba que el reino de Dios está cerca. Así, las nuevas que traemos son buenas nuevas.

      5 No solo debemos compartir material edificante con la gente del territorio, sino que debemos ser entusiastas y positivos al presentarlo. En Hechos 4:31 se nos dice que los cristianos primitivos “hablaban la palabra de Dios con denuedo.” Tenían la verdad y lo sabían, así que hablaron con convicción. Nosotros también debemos hacerlo.

      6 El tener presente estas ideas en todo momento nos dará la seguridad de que nuestra habla es edificante, no solo en el ministerio del campo, sino en todas nuestras conversaciones.—Col 4:6.

  • Testificando a los presos
    Ministerio del Reino 1982 | mayo
    • Testificando a los presos

      1 De todas partes del país se han recibido informes acerca del buen trabajo que están efectuando los hermanos en cuanto a comunicarse con los presos de varias cárceles y penitenciarías, lo cual ha ayudado a algunos presos a rehabilitar su vida en sentido espiritual. En varios de esos lugares de confinamiento se celebran reuniones con regularidad y varios presos han estudiado hasta el punto de dedicarse y bautizarse. El cambio en su modo de vivir ha sido en sí mismo un testimonio extraordinario para otros.

      2 En algunos casos, algunos hermanos han ayudado a ciertos presos por medio de tener correspondencia con ellos por un espacio de tiempo. Sin embargo, hay un peligro del cual deseamos prevenirles. Algunos presos están dipuestos a tener correspondencia, mientras fingen tener interés, simplemente para su propia ventaja egoísta. A veces el amor, la compasión y la generosidad de los del pueblo de Jehová hacen que tales individuos los engañen. Si se tiene correspondencia con un preso, no sería bueno comenzar a enviarle dinero o cosas materiales cuando el preso lo solicite. Más bien, el compartir información espiritual con el preso y estimularlo a aplicar principios bíblicos en su vida debería ser la razón por la cual escribirle.—Pro. 14:15.

      3 Puesto que no es aconsejable que las hermanas tengan correspondencia con los presos, sería bueno que ciertos hermanos capacitados hicieran esto. Tampoco sería prudente que cualquier miembro de la congregación visite la prisión y tenga asociación estrecha con los reclusos.

      4 En caso de que algún preso muestre interés, es bueno pasar el nombre y la dirección de tal persona a la congregación más cercana a la prisión para que alguno de los hermanos que llenan los requisitos para visitar la prisión se comunique con el preso y haga arreglos para estudiar con él si es posible. Por lo general estos hermanos saben lo que se requiere y tienen permiso especial para entrar en la prisión. No hay inconveniente en que estos hermanos celebren reuniones con los presos para que varios de éstos estudien al mismo tiempo. No recomendamos que se celebren reuniones especiales a las que se invite a algunos publicadores para que se asocien indistintamente con los presos. Creemos que el mayor bien puede lograrse por medio de solamente celebrar la reunión regular semanal, en el caso de los lugares donde la permiten los funcionarios de la prisión. Así, los reclusos que están dedicados y los que están interesados en la verdad recibirán el mismo alimento espiritual que recibe afuera el pueblo de Jehová.

      5 Ciertamente queremos servir de ayuda a todas las personas que tienen hambre y sed de la verdad, pero se debe ejercer cuidado al tratar con personas que están en prisión debido a su mal proceder.

  • Presentando las buenas nuevas... por medio de volver a visitar a los nuevos suscriptores
    Ministerio del Reino 1982 | mayo
    • Presentando las buenas nuevas... por medio de volver a visitar a los nuevos suscriptores

      1 ¿Ve usted a los nuevos suscriptores a La Atalaya y ¡Despertad! como posibles discípulos? La experiencia nos enseña que los nuevos suscriptores pudieran responder de buena gana a una oferta para estudiar la Biblia con ellos. (Mat. 28:19, 20) Muchos de los que han llegado a ser discípulos habían estado suscritos antes a las revistas. Pero hubo que desarrollar y cultivar el interés de ellos por medio de consideraciones bíblicas regulares. Estas personas ahora están en una excelente posición para ayudar a muchas otras. La primera visita que se haga a un nuevo suscriptor puede abrir el camino para hacerle revisitas que edifiquen la fe de éste en la Biblia. ¿Cómo puede lograrse esto? ¿Qué se le puede decir?

      2 Durante la primera visita, ¿por qué no trata de poner el fundamento para una visita futura? Muchas veces es provechoso hacer una pregunta que haga pensar a la otra persona y entonces decirle que cuando usted vuelva, quisiera tomarle unos cuantos minutos para mostrarle cómo las revistas ayudan a suministrar la respuesta bíblica. No solo anote en su registro personal el tema que consideró, sino también la manera en que respondió el amo de casa. Tome nota de cualquier información sobre el punto de vista o las circunstancias de la persona que lo ayuden a usted cuando vuelva a visitarla. Si es posible, haga arreglos para volver y luego asegúrese de cumplir con su palabra. No espere demasiado tiempo para volver.

      3 Para asegurarse de que tales revisitas lleguen a ser excelentes estudios bíblicos de casa, es necesario pensar cuidadosamente de antemano en lo que va a decir. Esto no tiene que tomar mucho tiempo. Para hacer esto necesitará revisar su Registro de casa en casa, repasar el artículo que usted haya hecho resaltar y localizar el párrafo del artículo o un texto bíblico citado que conteste la pregunta que usted haya hecho. También pudiera escoger uno o dos puntos apropiados de un tema relacionado que se considere en Temas bíblicos para consideración, como “Reino” o “Últimos días.” Ayude al amo de casa a comprender cómo el material que contienen las revistas, junto con la Biblia, puede edificar fe en Dios y en sus promesas seguras respecto a una nueva tierra.—Rom. 10:11.

      4 Quizás usted titubee un poco en cuanto a hacer revisitas si nunca ha hecho una antes. Además de tratar de poner en práctica la sugerencia anterior, también pudiera simplemente animar a la persona a leer las revistas. Algunos publicadores han tenido buenos resultados por medio de tomar unos cuantos minutos de su presentación para leer uno o dos párrafos que han escogido de antemano. Así despiertan el apetito de la persona para aprender más. Otros explican el propósito declarado de La Atalaya —“Anunciando el reino de Jehová”— por medio de utilizar textos como Salmo 83:18, Isaías 9:6, 7 ó Daniel 2:44. Antes de concluir su visita pudiera repasar con el amo de casa los puntos nuevos que éste haya aprendido. Esto ilustrará cuánto puede aprenderse en breves consideraciones bíblicas regulares. El volver a visitar a los nuevos suscriptores solo toma unos cuantos minutos, pero así usted puede mantener vivo el interés espiritual de éstos.

      5 Cuando parezca apropiado, enfoque la atención en uno de los libros o folletos que pueden utilizarse para conducir con regularidad un estudio bíblico de casa. Según el interés que se muestre, esto pudiera hacerse o en la mismísima primera visita o después de varias visitas. Sea lo que sea que usted decida hacer, generalmente los mejores resultados se obtienen cuando se planea cuidadosamente la visita.—2 Cor. 2:17.

      6 Cada vez más personas se suscriben a las revistas y las leen regularmente. Haga planes ahora para cultivar el interés de las personas con quienes hable. Si es posible, aparte un día o tiempo específico para volver. Si se siente tímido en cuanto a hacer esto, busque la ayuda de otros publicadores experimentados. Resuélvase a volver a visitar a los nuevos beneficiándose de la verdad espiritual sostenedora de la vida.—Rev. 22:17; Rom. 10:13-15.

  • Noticias teocráticas
    Ministerio del Reino 1982 | mayo
    • Noticias teocráticas

      ◆ En la ciudad de Nueva York recientemente se formó la primera congregación de habla japonesa de la parte este de los Estados Unidos. El primer informe de la congregación, el de noviembre de 1981, mostró que los publicadores dedicaron al servicio un promedio de 19 horas, hicieron 10 revisitas cada uno y condujeron 42 estudios bíblicos de casa, un promedio de 1,8 estudios bíblicos por publicador. Veintitrés publicadores informaron actividad.

      ◆ Después de 20 años, en Portugal se efectuó la primera campaña de suscripciones. Aun antes de que terminara la campaña se habían recibido más de 10.000 suscripciones. Además de las que se recibieron de los publicadores, también hubo médicos, ingenieros, comisarías, sacerdotes y otras personas que solicitaron suscripciones.

  • Anuncios
    Ministerio del Reino 1982 | mayo
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      ● Oferta de literatura para mayo: Suscripción a La Atalaya, por $3.50. Para junio y julio: El libro “Venga tu reino,” por 75c. Para agosto: El libro Mi libro de historias bíblicas, por $2.50.

      ● Comenzando en julio se utilizará el libro La felicidad... cómo hallarla en los estudios de libro de congregación. No se ha programado un estudio de libro para la semana del 4 de julio a fin de que se pueda cancelar el estudio de libro la semana en que la congregación asista a la asamblea de distrito. Pueden hacer arreglos en el programa para que la semana en que no se conduzca éste coincida con la semana en que la congregación asista a la asamblea y así no se pierdan ninguna porción del material que ha de considerarse en el estudio de libro.

      ● Las congregaciones pueden utilizar el tratado Noticias del Reino núm. 30 en lugar de la Hoja para los no en casa.

      ● Existencias agotadas en los Estados Unidos:

      Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, Edición de lujo (Dbi12S)—español

      Hojas para los no en casa—inglés, español

      ● Las congregaciones pueden programar cuando sea conveniente los discursos con diapositivas que presentaron los superintendentes de circuito en años anteriores. Se pueden utilizar durante el transcurso de la actual serie de discursos para las reuniones públicas.

      ● Programa para los estudios de libro de congregación con el libro “Venga tu reino”:

      2 de mayo: páginas 131* a 138

      9 de mayo: páginas 139 a 146*

      16 de mayo: páginas 146* a 152*

      23 de mayo: páginas 152* a 158†

      30 de mayo: páginas 160 a 167*

      * Hasta o desde el subtítulo.

      † Incluya el último párrafo de la página.

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