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Ofrezca acertadamente sus sacrificios de alabanzaLa Atalaya 1957 | 1 de abril
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14. ¿Qué se dice frecuentemente en los países en que hay abundancia, y cómo puede uno hacer frente a esta objeción?
14 En algunos países materialistas donde hay gran abundancia la gente lo despide a uno diciendo que está satisfecha. “¿Sabe usted una cosa? Algunas personas rehusan escuchar y dicen: ‘Bueno, conmigo todo marcha bien; yo estoy satisfecho.’ Bueno, Dios no está interesado en personas que están satisfechas. Él está interesado en las que no están satisfechas. Hace mucho tiempo él marcó a algunas para ser preservadas, diciendo: ‘¡Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalem, y pon una marca sobre las frentes de los hombres que gimen y se angustian a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella!’ Hoy Jehová está interesado en los que aman la justicia, y dichas personas ciertamente no están satisfechas con las condiciones corruptas, inicuas, que existen en la tierra hoy día. ¿Qué persona honrada podría estar satisfecha con estas condiciones corrompidas? Estas personas quieren gobierno limpio, el fin de la inmoralidad, que se acabe la hipocresía. A ellas también les gustaría la salud y la vida para ellas mismas y sus familias, para todos los que aman la justicia. Las presentes condiciones malas las hacen gemir y angustiarse y anhelar algo mejor.” Después de usar así Ezequiel 9:4, usted pudiera usar Mateo 5:4 para mostrar que estos que gimen serán consolados, que Dios ahora está satisfaciendo el deseo de alimento espiritual de ellos y que en el nuevo mundo de justicia Jehová satisfará todos sus deseos; use el Salmo 145:16 y Apocalipsis 21:4 para establecer estos puntos.
15. ¿Qué otras sugestiones se dan?
15 Usted hasta puede sacar a relucir algunas reacciones religiosas que son comunes, como: “A veces las personas nos dicen: ‘Yo creo que si soy sincero Dios me salvará; eso es todo lo que él requiere de mí, el que haga lo que a mí me parezca correcto.’ Pero eso no es lo que la Biblia dice: ‘Camino hay que al hombre le parece recto, cuyo fin son caminos de muerte.’” Después usted pudiera usar tales textos como Gálatas 1:8 y Juan 17:3 para mostrar que tenemos que seguir la verdad, no las ideas humanas de lo que es correcto. En la refutación susodicha de esta excusa de sinceridad se usó Proverbios 14:12. También vienen al caso y pueden usarse tales textos como Juan 16:2, Hechos 26:9 o Romanos 10:2, 3. Hay mucha variedad que podemos introducir en nuestros sermones. Piense en las excusas que se usan, en las objeciones religiosas que se citan comúnmente, en cualquier cosa que atraiga el interés, luego dé con una refutación rápida y úsela, preferiblemente un texto bíblico, ya que eso lo introducirá a usted a su sermón bíblico rápidamente. Los ejemplos que se han presentado aquí se han dado para mostrar posibilidades, no necesariamente para que usted los use. Prepare maneras definitivas de empezar a hablarle a la gente y desarrolle puntos con textos bíblicos que le agraden a usted, que lo hagan sentirse entusiasmado, para que usted pueda presentar su sermón con entusiasmo y convicción personales. Lo que se ha dicho acerca del sermón que se presenta cuando uno está a la puerta también aplica al sermón de revisita. La única diferencia es que usted puede usar uno o dos textos bíblicos más y explayarse en ellos un poquito más. El mismo consejo que se dió concerniente a la presentación y los bosquejos mentales de los sermones que se pronuncian a las puertas aplica al sermón de revisita más largo que se pronuncia dentro de la casa.
16. ¿Qué haremos ahora?
16 Hagamos todo lo posible para ser ministros aprobados de Jehová Dios, estudiando diligentemente su Palabra para obtener de ella los sacrificios aceptables de alabanza, los novillos y frutos sin mancha, de labios dedicados a él. Medite en Su verdad, repasándola en su mente, modelándola para presentarla en público, poniéndola en la mejor forma para que atraiga a las otras ovejas que todavía están dispersas, de modo que no pueda trastornarla la oposición de las cabras. Preséntela con gracia, apacibilidad, tacto y con la sal simbólica que se ordenó debe acompañar a nuestros sacrificios espirituales de alabanza. Entonces serán palabras leales y verdaderas y fieles a Jehová, palabras de permanencia, palabras con poder preservador para los que las oyen y las aceptan y las obedecen. Con tales palabras sacrificatorias jamás seremos culpables de hacer despreciable la mesa de Jehová. Tendremos el privilegio de repartir de ella el banquete de manjares pingües de Jehová para todas las personas de buena voluntad en todas las naciones.
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La actividad ministerial de los testigos de JehováLa Atalaya 1957 | 1 de abril
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La actividad ministerial de los testigos de Jehová
“JEHOVÁ . . . merece que se le alabe muchísimo,” cantó con exultación el salmista David. Él sabía que Jehová es el Dios que hizo “los mismísimos cielos,” y que “los dioses de los pueblos son dioses inútiles.” No sólo aclamó David al Dios verdadero, sino que invitó a que hicieran lo mismo todos los que apreciaran Sus maravillosas obras y respetaran Su dignidad y esplendor. “Canten a Jehová, bendigan su nombre. Digan de día en día las buenas nuevas de salvación por él.”—Sal. 96:2-6, NM.
Mil años después, en los días del apóstol Pablo, Jehová era el “Dios no conocido” para con la gran mayoría de los habitantes de la tierra. (Hech. 17:23) Lo mismo es cierto hoy día. No obstante, Jehová merece ser conocido por todos y lo será. “¡Conozcan todos que tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres Altísimo sobre toda la tierra!” (Sal. 83:18) Para que todos conozcan a Dios como Jehová, el Soberano del universo, es preciso que los que lo conocen, Sus testigos, lleven conocimiento a las familias de la tierra acerca de este nombre y todo lo que representa y les expliquen Su Palabra escrita, mostrándoles cómo adorar a este santo y fuerte y glorioso Dios Jehová. Los que rehusan conocerlo ahora en amistad tendrán que conocer su poder destructivo en el Armagedón. Hablando de esa guerra final, Dios mismo dice: “Me haré glorificar, y me haré santificar, y seré conocido a los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy Jehová.” (Eze. 38:23) Esto completará el conocimiento de él que sus testigos sobre la tierra han estado tratando con ahinco de dar a la gente durante toda esta generación.
Los testigos de Jehová de esta generación tienen el mismo deseo que tuvo el salmista David, de ver que cuantos quieran hacerlo “digan de día en día las buenas nuevas de salvación por él.” Por eso están organizados para llevar a cabo su obra de testimonio ordenadamente por toda la redondez de la tierra y para ayudar a otros y enseñarles a decir las mismas buenas nuevas. Durante el año de 1956 las dijeron 591,556 publicadores del Reino cada mes en 162 países. Dedicaron 87,353,772 horas durante el año
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