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¿Quiere usted alivio de las tensiones de la vida?¡Despertad! 1972 | 22 de abril
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¿Quiere usted alivio de las tensiones de la vida?
¿SIENTE usted a veces que ya no puede aguantar las tensiones de la vida? ¿Anhela usted alivio de ellas?
Cada vez más personas se sienten así. Esto se debe especialmente a que parece que hoy las tensiones están aumentando en todas partes.
El padre que mantiene a una familia encuentra que están aumentando las tensiones del trabajo. Las economías nacionales parecen muy inestables. Se preocupa por la seguridad de su familia. La madre siente tensión al ver el aumento constante en los precios de todo.
Los jóvenes se sienten consternados al ver el ambiente de ‘olla de presión’ de la sociedad moderna. Al observar la competencia económica, las guerras, las armas nucleares, la contaminación, la corrupción y los odios raciales, preguntan: ‘¿Verdaderamente vale la pena vivir la vida?’
Esta situación impelió a los científicos a escribir: “La sociedad ha alcanzado una etapa de desarrollo en que las presiones y tirantez producidas por la velocidad de su adelanto tecnológico no solo han alcanzado las facultades de adaptabilidad del hombre —tanto físicas como mentales— sino que están poniendo en peligro la mismísima supervivencia de éste.”—El Times de Nueva York, 20 de junio de 1971.
¿Cuán desconcertantes son las tensiones? El Reader’s Digest señala este hallazgo de los doctores: “La presión emocional puede producir verdadera enfermedad... verdaderos cambios en la química y estructura del cuerpo de personas completamente normales. . . . los especialistas concuerdan en que los desórdenes psicogénicos (causados por la emoción) dan cuenta de quizás dos de cada tres visitas al doctor.”
Es cierto que no toda presión es mala. Aun en el pensar, trabajar y jugar hay incluida alguna tensión. En relación a esto el Dr. Hans Selye, natural de Viena, dice: “El gozo, el juego, nos someten a presión. . . . Pero las dificultades surgen cuando una presión en particular, ya sea mental o física, se aplica por mucho tiempo.” Por eso aunque un poco de presión es normal, demasiada tensión inflexible produce irritación, frustración, inquietud y temor.
¿Hay alguna esperanza de que el mundo cambie de modo que las tensiones perjudiciales lleguen a ser cosa del pasado? Basado en la experiencia que el hombre ha tenido hasta ahora, quizás rápidamente conteste usted: ¡NO! Sin embargo, hay toda razón para creer que en nuestro tiempo, probablemente en esta mismísima década, ¡se realizará el alivio permanente!
¿Cómo es posible esto? Bueno, veamos. Pero antes, sería conveniente echar un vistazo más de cerca a las condiciones que causan las tensiones que afligen a la gente.
COSTO DE LA VIDA
LOS EXPERTOS EN ECONOMÍA DICEN: “LA INFLACIÓN MUNDIAL AMENAZA AHORA CON DESENFRENARSE.”
País Aumento del costo Total de impuestos
de la vida en 1970 pagados de cada dólar
FRANCIA 5,7% 36,9¢
NORUEGA 9,5% 38,2¢
ESTADOS UNIDOS 5,9% 29,9¢
DESEMPLEO
INGLATERRA informa el peor desempleo en más de 30 años.
Del desempleo de ÁFRICA dice un sociólogo: “Realmente no hay solución.”
Sobre la AMÉRICA LATINA el Monthly Labor Review hace notar: “El desempleo y el poco empleo parecen haber empeorado en años recientes.”
Y en los ESTADOS UNIDOS un informe de 1971 dice: “Por todo el país los que buscan empleo encuentran días llenos de frustraciones.”
DELINCUENCIA
CADA 72 MINUTOS EN LOS ESTADOS UNIDOS HAY:
36 robos, 2 asesinatos y 5 violaciones
LA GENTE NO ESTÁ SEGURA EN LAS CALLES
“El temor acecha en las calles. . . . La gente huye de las calles al anochecer y, cada vez más, aun en el día.”—Senador estadounidense Mike Mansfield.
LA GENTE NO ESTÁ SEGURA EN SU CASA
Aumenta la cantidad de casas que son fortificadas con cerraduras, alarmas, armas de fuego y perros guardianes. Como señaló el Sunday News de Nueva York: “En estos días el hogar del hombre es su castillo solo si tiene un foso y un puente levadizo.”—31 de enero de 1971.
GUERRA
MUNDIALMENTE, LOS GASTOS MILITARES EXCEDEN DE 200.000 MILLONES DE DÓLARES AL AÑO, O, ¡$23 MILLONES CADA HORA!
ENTRE 1914 Y 1970 TAN SOLO CUATRO GUERRAS PRINCIPALES CAUSARON MÁS DE 71 MILLONES DE MUERTES Y DEJARON A CENTENARES DE MILLONES DE PERSONAS HERIDAS
ENFERMEDAD
HAY MÁS MÉDICOS, HOSPITALES, INSTITUCIONES PARA ENFERMOS MENTALES Y ESCUELAS DE MEDICINA... ¡PERO LA HUMANIDAD ENFERMA MÁS!
AUMENTAN CASOS CARDÍACOS DE MUERTE
ENFERMEDADES MENTALES LLENAN 1 DE CADA 2 CAMAS DE HOSPITAL
ALZA EN COSTOS MÉDICOS “SANGRA” AL CIUDADANO COMÚN
EL CÁNCER... DONDE FALLAN LOS DOCTORES
DESENFRENADAS LAS ENFERMEDADES VENÉREAS
¿UN “AÑO DE PLAGAS” POR ENFERMEDADES ASESINAS?
ENFERMEDADES CARDÍACAS TODAVÍA ASESINO NÚM. 1 EN EE. UU.
CONTAMINACIÓN
AIRE: ‘El último vestigio de aire limpio en los Estados Unidos desapareció hace seis años.’—El Register de New Haven (1969).
AGUA: “En los últimos 20 años, la vida en nuestros océanos ha disminuido en 40 por ciento.”—Explorador submarino francés Jacques-Yves Cousteau.
TIERRA: ‘El rociar DDT ha creado un velo venenoso que abarca la superficie de toda la Tierra.’ (Revista Stern) ‘La República Alemana se está sofocando lentamente en desperdicios y basura.’—Schwarzwald Bote.
RUIDO: “El que los niveles de ruido aumentaran en los siguientes 30 años como han aumentado en los pasados 30 podría ser letal.”—Dr. V. O. Knudsen, físico conocido internacionalmente.
POBREZA
“Ya es demasiado tarde para evitar hambres que matarán a millones, posiblemente para 1975 . . . Actualmente quinientos millones de personas se están muriendo lentamente de inanición y otros mil millones están desnutridas.”—Prof. Paul R. Ehrlich febrero de 1970.
‘Con toda probabilidad el mundo está al borde del hambre más grande de la historia . . . Esa hambre alcanzará enormes proporción y afectará a centenares de millones de personas, posiblemente hasta a miles de millones.’—Too Many, Georg Borgstrom (1969).
AUN LAS NACIONES ACAUDALADAS TIENEN POBREZA
“En los Estados Unidos se calcula que de 10 a 12 millones de nuestros 202 millones de habitantes todavía tienen hambre aguda.”—The Fight Against Hunger, C. M. Wilson (1969).
“Hoy existen por lo menos 11 millones de viviendas subnormales y atestadas en los Estados Unidos. Esto significa 16 por ciento del inventario total de alojamiento.”—Informe de la Comisión Nacional sobre Problemas Urbanos, en inglés, páginas 9 y 10.
‘Esta quizás sea la primera señal tangible del derrumbe de nuestra civilización.’—Alcalde de Boston, Kevin White, al inspeccionar un barrio bajo de Nueva York, abril de 1971.
ABUSO DE LAS DROGAS
EN TODA NACIÓN
La Organización Mundial de la Salud calcula que más de 200 millones de personas por todo el mundo usan con regularidad marihuana. En cuanto al control de las drogas un experto sueco dice: “A lo más nos quedan diez años en los cuales impedir una catástrofe social . . . Quizás ya sea demasiado tarde.”
EN TODO NIVEL SOCIAL
Soldados, obreros fabriles y oficinistas, hasta niños de escuela elemental usan drogas. Un ex-adicto confesó: “Me inyectaba drogas con millonarios en Miami, y me inyectaba drogas con borrachines en el bowery.”
Y muchos doctores ven un peligro casi tan grave en el abuso de las ‘drogas legítimas’ —incluso píldoras estimulantes, píldoras para dormir y píldoras para dieta— parte de aproximadamente 2.000 millones de recetas de drogas que se despacharon en 1970 tan solo en los Estados Unidos.
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¿Se exageran las tensiones?¡Despertad! 1972 | 22 de abril
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¿Se exageran las tensiones?
¿SE ESTÁN exagerando las tensiones de hoy?
“Sí,” dicen algunos. Señalan que hasta cierto grado siempre ha habido delincuencia, guerra, pobreza y descontento a causa de las condiciones de la vida.
Además, preguntan: ¿No es cierto que, aun en las ciudades grandes, las probabilidades matemáticas de que una persona sea asesinada o violada ascienden a solo una en varios miles? ¿No representan todavía los adictos a las drogas solo una porción mínima de la población? ¿Podemos negar que muchos países disfrutan de prosperidad, y que los trabajadores tienen más posesiones materiales que nunca antes?
Además, aunque la guerra hace trizas a algunas regiones, ¿no está la mayoría de las naciones en paz? Y, a pesar de todas las horrendas advertencias en cuanto a la contaminación, ¿no es obvio que la gente de ningún modo se está ‘muriendo como moscas’ sino que sigue viviendo? ‘Y ¿qué hay si tenemos que renunciar a comer pez espada contaminado con mercurio,’ dicen, ‘¿no hay muchas otras cosas que comer?’
Todo esto es muy cierto.
Sin embargo pasan por alto algunos factores vitales. ¿Cuáles?
Aunque los que son directamente afectados o visiblemente perjudicados por alguno de estos muchos problemas constituyen una minoría, subsiste el hecho de que de una manera u otra todos somos afectados.
Y la probabilidad de hallarnos entre los afectados o perjudicados directamente aumenta con cada día que pasa.
No es necesario que el peligro sea inmediato u obvio para que uno sienta tensión perjudicial. No todos viven en un sector donde se cometen muchos crímenes. Es posible que usted pueda andar fuera de su casa durante la noche con poco peligro de ser atacado. Pero el simplemente saber que esos ataques aumentan cada año puede inquietarlo en cuanto a hacerlo.
Además, el enorme costo de la delincuencia y el costo de combatirla (60.000.000.000 de dólares al año en los Estados Unidos) inevitablemente es sufragado por el ciudadano común en forma de precios más altos e impuestos aumentados. En realidad, nadie se escapa completamente, sin importar quién sea o dónde viva.
La afición a las drogas se extiende constantemente a cada vez más sectores de la sociedad humana. Pero aunque quizás los que usan “drogas fuertes” todavía sean relativamente pocos, subsiste el hecho de que gran parte de la población mundial está desarrollando una “cultura orientada hacia las drogas.” Hombres y mujeres por millones están acudiendo a los sedativos, píldoras para dormir, píldoras estimulantes y otras de las llamadas drogas “seguras” con el fin de conseguir alivio o estímulo. Mientras mayores sean las tensiones, mayor es la tentación de usar éstas en exceso... o usar drogas más poderosas.
Preocupaciones de oficinistas y obreros
Quizás su trabajo sea bueno, con un salario elevado. Quizás la compañía para la que usted trabaje parezca sólida e inmovible. Sin embargo en la actualidad cada vez más personas que disfrutan de ese empleo se sienten inseguras. ¿Por qué?
Considere el caso de los técnicos y profesionales expertos. Today’s Health (publicado por la Asociación Médica Norteamericana) recientemente publicó un artículo intitulado “Días oscuros para el oficinista.” Mostró que, en los Estados Unidos, la “proporción de desempleo para los trabajadores profesionales y técnicos ha aumentado 27 por ciento desde 1969. Aproximadamente 1.213.000 oficinistas se hallan comprendidos en la nueva cifra de desempleo,” actualmente muchos de ellos reciben ayuda de beneficencia.
¿Qué hay de los que no han perdido su trabajo? No obstante sienten la tensión de la incertidumbre, pues se dan cuenta de lo inesperadamente que hasta negocios muy grandes pueden desarrollar intensa dificultad o declararse en bancarrota.
En realidad, el tener un trabajo bien remunerado, como el de un ejecutivo, a menudo acarrea sus propios problemas. La tendencia hacia la hipertensión (presión sanguínea elevada) es mayor entre esta clase. Y la ciencia médica ha descubierto que aun la hipertensión benigna puede causar ataques cardíacos o apoplejías.
¿Qué hay del otro extremo de la escala del trabajo? ¿Es más brillante el cuadro?
Bajo el título “Los obreros están tristes,” la revista Newsweek (17 de mayo de 1971) dice: “En conjunto, el obrero norteamericano de hoy, aunque gana más dinero verdadero (en términos de poder adquisitivo) por menos horas que antes, es plenamente infeliz.” ¿Por qué?
Las razones que se dan incluyen la “mortífera monotonía” de tantos trabajos fabriles; se asemeja la planta moderna a una “mina de sal dorada” donde el obrero sufre “pérdida de orgullo en su trabajo y en su papel del padre-proveedor.” También existe la sensación de que la administración se interesa más en las máquinas que en los humanos que las manejan.
Según el experto en relaciones industriales William Karp, el obrero de término medio tiene “una incertidumbre no expresada en cuanto a si podrá seguir ganándose la vida.” Esta incertidumbre se debe en gran parte al aumento de la automatización, pues continuamente las máquinas se hacen cargo de los trabajos del hombre.
El cuadro es similar en otros países prósperos. Según un despacho de Prensa Asociada del 13 de junio de 1971, el principal psiquiatra de un hospital principal de Tokio calcula que aproximadamente un tercio de los asalariados japoneses se encuentra en las primeras etapas de la neurosis.
La situación es muy semejante en relación a la guerra, contaminación, deterioración urbana y otros problemas que causan tensión. No el peligro inmediato sino el hecho de que estas cosas muestran tan poca señal de ser resueltas o aun mejoradas... es lo que produce frustración, lo que hace que el futuro parezca desprovisto de toda esperanza brillante.
Puesto que hoy los ricos y los pobres, la gente en todo vecindario, en todo país, sienten las tensiones, ¿adónde podemos acudir en busca de alivio? ¿A qué fuentes están acudiendo muchos hoy día?
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¿Es ésta la salida de las tensiones?¡Despertad! 1972 | 22 de abril
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¿Es ésta la salida de las tensiones?
BAJO tensión angustiosa a menudo la gente obra apresuradamente. Quizás recurra a algo que calme por el momento pero que realmente no resuelva el problema. Quizás hasta trate de convencerse de que no existe el problema que acarrea la tensión.
Actualmente miles alegan haber hallado el secreto para el alivio de la tensión y la tirantez. ¿Cómo? Por filosofías, tanto orientales como occidentales. Algunos alegan que por medio de la meditación intensa pueden ‘excluir’ las dificultades de hoy y hallar paz interior. Otros creen en el fuerte optimismo por medio del ‘poder del pensamiento positivo.’ “¡Tenga confianza!” dicen. “¡Crea en sí mismo y en su propia habilidad para tener éxito!”
¿Es ésta la salida de las tensiones de la actualidad?
Obviamente, esa filosofía no hará que uno pase por una congestión de tráfico si está rodeado de largas filas de autos. Y aunque una persona tratara de ‘excluir’ las señales peligrosas de un tumor maligno, ¿impediría esto que el tumor creciera en su cuerpo?
Por supuesto, la confianza y el optimismo son buenos. No obstante necesitan una base sólida. Para ilustrar: El Times Magazine de Nueva York recientemente publicó un artículo sobre J. I. Rodale, un publicador próspero y líder en el campo del cultivo orgánico y alimentos saludables. Dijo, según se le citó: “Voy a llegar a los 100 años, a menos que me atropelle un taxista enloquecido por el azúcar.” Al día siguiente de publicarse el artículo, murió de un ataque cardíaco a los setenta y dos años de edad.
El vivir en un mundo de ensueños y construir castillos en el aire usando como ladrillos nuestras propias ambiciones o habilidades imaginadas quizás sea calmante. Sin embargo, si el único fundamento es nuestra propia habilidad y pensamiento imperfectos o las filosofías cambiantes de hombres moribundos, nos espera un despertamiento rudo algún día.
Recurriendo al ocultismo por ayuda
¿Qué podría ser más provechoso para librarnos de la incertidumbre angustiosa que la presciencia del futuro?
Las “ciencias” ocultas atraen a muchos adherentes en numerosos países. Aumenta la cantidad de personas que trata de penetrar en el futuro por medio de la astrología y las sesiones espiritistas.
Tan remotamente como en 1946, el conservador asociado de educación en el Museo Americano de Historia Natural en Washington, D.C., dijo que “10.000 clientes consultan semanalmente a los astrólogos de la capital.” Entre los que utilizaban los servicios de adivinación se mencionaron legisladores prominentes; un diputado pedía que “le leyeran su horóscopo semanalmente en su oficina.”
Si usted se siente inclinado a buscar alivio de esta manera, primero pregúntese: ¿Qué hay de los países de la Tierra donde esas prácticas ocultas están a la orden del día? ¿Qué alivio ha producido esto?
En algunos países del Asia del sudeste prácticamente toda la población confía en la astrología para guía en todo asunto de la vida. El espiritismo y el vuduismo abundan en muchos países africanos y latinoamericanos. ¿Diría usted que esto ha traído paz, estabilidad y seguridad a estas regiones? O, ¿han sido estas prácticas solo como una droga que causa habituación, embotando la mente de la gente a su situación verdadera?
¿Se relaja cifrando su confianza en la ciencia?
En los llamados países “adelantados,” grandes cantidades de personas cifran sus esperanzas en que la ciencia y la tecnología presenten la solución para aliviar las tensiones mundiales. Les parece que esto es ser “práctico.”
¿Quién puede negar que en los últimos cincuenta años se ha visto tremendo adelanto en muchos campos de la ciencia humana? Leemos de asombrosas técnicas quirúrgicas, drogas “milagrosas,” astronautas caminando en la Luna y un laboratorio espacial girando alrededor de la Tierra. Y también está la “revolución verde.” Científicos agrícolas alegan que han iniciado ésta desarrollando nuevas clases de trigo, maíz y arroz que producen muy buenas cosechas. Estas habrán de alimentar el tremendo aumento de la población de la Tierra.
En vista de esto, ¿no es práctico confiar en los científicos con su capacidad tecnológica para que nos traigan el alivio de los problemas que causan tensión? No. ¿Por qué no?
Porque los científicos honrados reconocen que ‘no saben cómo hacerlo.’
Considerando el peligro del envenenamiento mundial del ambiente del hombre, Pollution, una publicación del State University College (Nueva York), dijo:
“Hablando generalmente, el lego rehúsa hasta considerar la posibilidad de desastre. Su respuesta corriente es: ‘La ciencia y la tecnología resolverán nuestros problemas; siempre lo han hecho.’ . . . aumenta el número de científicos que no comparten este punto de vista.”
En el campo de la salud humana, por ejemplo, el profesor de cirujanos de la Universidad Columbia, Harry Grundfest, dijo el 15 de mayo de 1971: “Hasta ahora solo hay indicios indefinidos en cuanto a la naturaleza del problema del cáncer... sin hablar de su solución.” A pesar de toda la investigación y esfuerzo médicos, los estudios indican que por lo menos el 25 por ciento de la gente en los Estados Unidos contraerá cáncer en algún tiempo durante su vida. Hoy los cirujanos efectúan la asombrosa hazaña de trasplantar corazones humanos. Sin embargo, según el Times de Nueva York del 16 de julio de 1971, las enfermedades del corazón continúan siendo el asesino Núm. 1 en los Estados Unidos. Otras enfermedades “asesinas” desafían de modo similar la conquista médica.
Aunque la “revolución verde” ha aumentado dramáticamente la producción de grano en algunos países, también ha mostrado serias debilidades. Un artículo de Prensa Asociada dijo: “Los nuevos híbridos no son tan resistentes al añublo como las clases más antiguas. Existe la posibilidad de que todas las siembras de un país —quizás una siembra mundial— podrían ser exterminadas por una nueva enfermedad de las plantas. Esto casi sucedió el año pasado [1970] con la siembra de maíz en los Estados Unidos.”
Por ésta y otras razones, William C. Paddock, autoridad sobre el alimento, declaró en 1970 que dudaba que ésta sea la manera de neutralizar la tensión de la ‘explosión’ demográfica del mundo. Dijo: “La revolución es verde solo porque se ve a través de anteojos de color verde. Quítese los anteojos, y la revolución resulta ser una ilusión . . . no surte efecto.”
Un factor adicional que él y otros señalan es éste: El hombre continúa convirtiendo más tierra en desierto que la que reclama mediante la irrigación. Para citar un ejemplo: Según lord Richie Calder, la población del valle Indo en el Paquistán occidental ha estado aumentando a razón de 10 bocas más que alimentar cada 5 minutos. Sin embargo, “en esos mismos 5 minutos en ese mismo lugar, se está perdiendo media hectárea de tierra debido a inundación y salinidad.”
Realmente, hasta la actualidad, ¿no ha sido la ciencia tecnológica la mismísima fuente de tantas de las cosas que contribuyen a las tensiones de hoy... desde congestiones de tráfico y la LSD hasta la contaminación mundial y la amenaza de guerra nuclear? Es fácil decir que “puesto que la ciencia creó estos problemas también puede hallar la salida para ellos.” Pero ¿significa necesariamente el que un hombre sea lo suficientemente fuerte para nadar a gran distancia mar adentro cuando el mar está agitado, que podrá regresar nadando sin ahogarse?
A pesar de sus alegaciones los científicos están sujetos a tensiones de ambición nacionalista o de egoísmo personal igual que otros hombres. Vez tras vez se han ‘vendido’ o ‘prostituido’ para servir miras políticas o codicia comercial. Pueden efectuar maravillas con la mecánica, la física y la química. Pero el resolver las dificultades en las que están envueltas las relaciones humanas es otro asunto. La triste realidad es que mientras más “humano” sea el problema la ciencia tiene menos que ofrecer.
Deslumbradores como aparezcan sus logros, en el análisis final, las casi mágicas hazañas de los científicos no suministran más promesa real de alivio verdadero que el espectáculo ofrecido por el brujo africano al dar vueltas haciendo sonar huesos y agitando fetiches.
Todavía otros buscan consuelo en la convicción de que al fin la humanidad está despertando a los peligros y hará cuanto sea necesario para corregir los asuntos. Creen que el conocimiento que muestran los líderes gubernamentales acerca de la seriedad de los problemas actuales está aumentando.
Por eso, el alivio, dicen, puede hallarse mostrando fe en “la decencia fundamental de la humanidad.” Piden fe en el “deseo y capacidad de los seres humanos para resolver los problemas cooperativamente.”
¿Tienen razón? ¿Podemos hallar apropiadamente alivio en dicha convicción?
Muchas personas viven en paz. Por lo tanto otras podrían hacerlo. Algunas personas permanecen honradas, no hurtan ni defraudan. Otras podrían hacer lo mismo. En algunos lugares la gente no contamina el aire, el agua y la tierra con sustancias químicas o descarga de las máquinas. Otras podrían imitarlas, podrían estar dispuestas a sacrificar algunas cosas, podrían cambiar su modo de vivir, para que todos pudieran ser protegidos de daño. Sí, podrían hacer estas cosas. La pregunta es: ¿lo harán? ¿Lo han hecho en el pasado? ¿Están avanzando en esa dirección ahora?
¿Ha impedido la ‘decencia fundamental’ del hombre que estallen las guerras? La historia alista millares de tratados de paz y pactos de no agresión. Pero como declaró el ex-presidente de Francia, Charles de Gaulle: “Los tratados son como las rosas y las niñas. Duran mientras duran.”
Considere solo un ejemplo: el histórico Pacto Kellogg-Briand de 1928. Aclamado como logro monumental, el pacto proscribió la guerra “como instrumento de norma nacional.” Representantes de sesenta y dos naciones lo firmaron solemnemente. Pero en el transcurso de unos doce años la mayoría de estas naciones estaba enredada en la matanza sanguinaria de la II Guerra Mundial.
Sin duda la mayoría de las personas prefiere la paz. Pero cuando están envueltos intereses egoístas, muestran que están dispuestas a sacrificar la paz. La riqueza material, el poder y el orgullo nacional significan más para ellas que las vidas humanas. Así, también, sucede con otros problemas principales que producen tirantez y tensión.
El hablar de ‘fe en la decencia fundamental de la humanidad’ parece noble. Pero ¿se apega esto a la realidad?
¿Se apega a la realidad, por ejemplo, pensar que el crimen se circunscribe a los asaltantes, los violadores, los socaliñeros? ¿O que todos los criminales provienen de barrios bajos azotados por la pobreza?
Una agencia canadiense de detectives descubrió en sus investigaciones que, como promedio, “básicamente uno de cada tres empleados es falto de honradez”; busca maneras de hurtar, mientras que ‘otro tercio hurtará si se presenta la oportunidad.’ El fiscal de distrito auxiliar, Murray J. Gross, dijo, según se le citó en el Times de Nueva York (10 de junio de 1971), que el robo en el distrito financiero de Wall Street es algo general. “Todo el mundo está hurtando... los mensajeros, los oficinistas, hasta el personal supervisor.”
Sumamente alarmados, los investigadores del crimen en los Estados Unidos calculan que el valor total de los artículos hurtados por empleados con apariencia de “decencia” (unos 4.000.000.000 de dólares anualmente) es setenta veces más que lo que hurtan los verdaderos criminales y reconocidos como tales.
Además, diariamente aumenta la evidencia de que, hoy tal como en el pasado, los hombres en encumbrados puestos gubernamentales están tan sujetos a la tentación de falsificar los hechos y participar en perfidia como el ciudadano común... quizás aun más. Ciertamente no nos hacemos ningún bien genuino al pretender que el caso sea diferente.
¿Qué hay entonces? ¿Hemos agotado las esperanzas de hallar alivio? De ninguna manera.
A pesar de que los remedios considerados no pueden traer alivio verdadero, hay una fuente genuina de la cual podemos disponer.
[Ilustración de la página 10]
¿Puede la filosofía de creer en uno mismo hacer que pase por una congestión de tráfico?
[Ilustración de la página 11]
Millones de personas recurren al ocultismo para escapar de las tensiones, pero, ¿qué alivio verdadero ha producido esto?
[Ilustración de la página 12]
Las hazañas de la ciencia no suministran más promesa real del alivio verdadero de las tensiones que las extravagancias de un brujo
[Recuadro de la página 12]
Alberto Einstein dijo de la ciencia moderna: “En la guerra sirve para que podamos envenenarnos y mutilarnos mutuamente. En la paz ha hecho nuestra vida apresurada e incierta. En vez de librarnos a gran grado del trabajo espiritualmente agotador, ha hecho de los hombres esclavos de maquinaria que en su mayor parte completan su monótono trabajo del largo día con disgusto.”
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¿Cómo hallar los remedios?¡Despertad! 1972 | 22 de abril
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¿Cómo hallar los remedios?
ES FÁCIL alistar los problemas que causan tensión a la gente hoy día. Sin embargo, es otro asunto hallar los remedios que produzcan alivio. Eso, obviamente, no es fácil.
Una razón de la dificultad es que por lo general se tratan los síntomas, no las causas básicas. Para hallar los remedios efectivos para los problemas, primero hay que determinar las causas. Una vez que se conocen éstas, entonces es más efectivo el tratamiento.
Para ilustrar este asunto: Si cierta parte de su cuerpo le doliera debido a una infección, usted podría tomar una droga para amortiguar el dolor. Pero, ¿resolvería eso el problema? No, porque solo trataría el síntoma, no la causa. Cuando se acabara el efecto de la droga, volvería el dolor, pues la infección todavía estaría allí. En cambio, si se determinara que la infección era la causa básica y se tratara apropiadamente, se eliminaría el dolor.
De manera similar, al buscar remedios para las tensiones de hoy día, necesitamos ir al fondo de las cosas. Claramente los remedios superficiales no han surtido efecto, porque las tensiones continúan aumentando. Solo se aliviarán cuando se determinen las causas básicas y se apliquen los remedios adecuados.
¿Cuáles, entonces, son las causas subyacentes de las tremendas tensiones de hoy día? Una de las muchas causas tiene que ver con el individuo mismo. Hasta cierto grado, la gente se acarrea tensiones. Puede hacer esto de varias maneras.
Por ejemplo, personas que sienten tensiones financieras a menudo son responsables por mucha de la culpa. En muchos casos quieren más cosas de las que realmente necesitan o de las que pueden darse el lujo de tener, y contraen deudas para comprarlas. Luego descubren que sus ingresos no bastan para sufragar los gastos. Si mantuvieran sus exigencias dentro de los límites de sus ingresos y dejaran de tratar de mantenerse a la par con el vecino, se aliviarían muchas tensiones financieras.
Algunos que padecen de las tensiones producidas por no disfrutar de buena salud son responsables ellos mismos. Quizás beban demasiado licor, coman demasiado alimento o de la clase incorrecta, fumen cigarrillos, usen drogas, trabajen muy duro o no obtengan suficiente descanso y ejercicio adecuado. El vivir de modo incorrecto a menudo es la causa de no disfrutar de buena salud. El vivir de modo correcto a menudo puede mejorarla.
Muchos que tienen dificultades en el hogar suscitan descontento por la manera en que tratan a los otros miembros de la familia. Sus palabras y acciones inconsideradas provocan a ira a los demás. Si usaran de más bondad y consideración podrían evitar muchos problemas de familia y la presión que éstos acarrean.
De modo que se puede obtener alivio considerable en algunos asuntos aprendiendo a vivir como personas responsables. Y no obstante, aun los que sí viven con responsabilidad todavía se hallan bajo varias tensiones. ¿Por qué? Porque muchas de las tensiones actuales están más allá de lo que una persona pueda ser individualmente responsable o capaz de controlar.
¿Cuáles, entonces, son las causas del aumento de la tensión y la presión entre la humanidad? Primero, considere cuándo comenzaron a ensancharse estas tensiones, porque esto nos puede ayudar a encontrar su verdadera fuente.
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La mayor tensión de todo tiempo comienza¡Despertad! 1972 | 22 de abril
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La mayor tensión de todo tiempo comienza
ES CIERTO, la familia humana siempre ha tenido tensiones. A través de la historia ha habido guerras, delincuencia, hambre y otros males. Sin embargo hubo un punto clave de viraje, un tiempo en que las condiciones que causan tensión súbitamente se hicieron mucho más marcadas.
Ese tiempo fue el año 1914. En 1914 el mundo cambió drásticamente. Los acontecimientos durante ese año causaron la arremetida violenta de las tremendas tensiones que han continuado aumentando hasta nuestro día.
Para apreciar la diferencia en las tensiones a partir de 1914, uno necesita considerar cómo era el mundo antes. Antes de ese año el mundo vivía en relativa seguridad. Por décadas no había habido ninguna guerra de grandes dimensiones. Había grandes esperanzas, especialmente dado que se estaban introduciendo muchos inventos con el propósito de aligerar las cargas del hombre. La paz y la prosperidad eran la orden del día.
Joachim Remak, en su libro The Origins of World War I, dice: “Demasiadas cosas le salían bien al mundo de 1914: las naciones, en conjunto, habían aprendido a vivir con las diferencias que las dividían. . . . En ninguna parte, ni siquiera allá en el verano de 1914, se había tomado una decisión calculada, anticipada, para guerra global.”
El profesor de historia René Albrecht-Carrié de la Universidad Barnard lo declara así: “A menudo se considera ahora al siglo diecinueve como un siglo de paz, un punto de vista ciertamente justificado por el contraste entre ese siglo y nuestro tiempo de contienda cataclísmica.” Entonces declara: “Esa era terminó repentinamente en 1914. Después de aquel año, el grado de velocidad de los cambios, la magnitud y la intensidad de la lucha, han sido cosas características del siglo veinte.”
Debido a la larga era de relativa paz y expectativas que aumentaban, que le antecedieron, la I Guerra Mundial fue un choque aterrador. Ninguno de los líderes del mundo se imaginaba un conflicto tan horrible o tan prolongado.
Debido a que el mundo cambió tan drásticamente a partir de 1914, ahora muchos historiadores dicen que esa fecha fue un marcador de tiempo sumamente significativo. El historiador Oron Hale, escribe en The Great Illusion: “La Primera Guerra Mundial fue una gran divisoria, una vertiente en la historia mundial.” El profesor D. F. Fleming de la Universidad Vanderbilt dice: “Cada vez más historiadores recuerdan a la I Guerra Mundial como el gran punto de viraje de la historia moderna, como el derrumbe catastrófico que abrió el camino para otras catástrofes, quizás para la última.”
Era de las mayores tensiones
Por lo tanto en el otoño de 1914 terminó una era y empezó otra. Y la que comenzó fue una era de tensiones sin precedentes. Estas enormes tensiones sobre la gente en todas partes fueron producidas por la guerra global, el hambre, la enfermedad, la rebelión, el odio racial, el aumento del crimen y las dificultades económicas.
La introducción de esta era de la mayor tensión comenzó con la I Guerra Mundial. Esta tuvo un efecto intenso y embrutecedor en la mente de centenares de millones de personas. Y a lo que condujo suministró choques adicionales, uno tras otro. Como declara el prefacio del libro The First World War por el general francés Richard Thoumin:
“Nunca antes se habían enfrentado tantos países y ejércitos tan grandes en batallas tan gigantescas; nunca se habían matado o mutilado proporciones tan elevadas de combatientes; nunca había ido el hombre a la guerra con armas tan poderosas. . . .
“La sangre y las lágrimas de la Primera Guerra Mundial cambiaron la faz de la Tierra.
“La Primera Guerra Mundial fue la primera guerra ‘total,’ y como tal causó un profundo impacto en la mente de todos los participantes. . . . ¡Muchos de ellos hasta creían que estaban participando en ‘la última’ de todas las guerras! . . . Sin embargo, su suprema desilusión se produjo unos veinte años más tarde cuando las voces del odio reunieron a las masas obedientes a una nueva y aún mayor matanza.”
La II Guerra Mundial fue aun más aterradora que la I Guerra Mundial. Sin embargo, el primer conflicto global fue el que abrió la puerta a una era de tensiones sin paralelo. Como hace notar la introducción de la edición inglesa del libro Germany’s Aims in the First World War por el profesor Fritz Fischer de Hamburgo: “Aunque el período que comenzó en 1945 ha sido dominado por los problemas que dejó la Segunda Guerra Mundial, cada vez más personas, tanto entre los historiadores como entre el público en general, han llegado a ver la Primera Guerra Mundial como el acontecimiento crucial de la primera mitad del siglo veinte.”
Verdaderamente, después de 1914 nada volvió a ser igual que antes. Fue el año de apertura de una generación llena de horror.
Sin embargo, lo que ha sucedido desde 1914 es de mucho mayor significado que lo que la mayoría de la gente comprende. Ese año fue marcado desde hace mucho como el tiempo en que infaliblemente vendrían las tensiones. ¿Dónde fue “marcado” de esta manera? En la Palabra de Dios. Considere la evidencia y vea lo que dice la Biblia acerca de nuestro tiempo.
Al examinar cuidadosamente la profecía bíblica, escrita bajo la dirección de la poderosa fuerza activa de Dios, encontramos que el año 1914 realmente fue una “vertiente” en la historia. Marcó el principio de un período que la Biblia llama los “últimos días.”—2 Tim. 3:1.
¿Los “últimos días”? ¿Qué significa eso? Bueno, cuando uno oye acerca de los “últimos días de Pompeya” o de los “últimos días del Imperio Romano,” ¿qué le hace recordar? Uno piensa en un sistema que se acerca a su fin, que pronto habrá de ser destruido o reemplazado por otro.
Eso es también lo que la Biblia da a entender con la frase los “últimos días.” Esa frase significa que la humanidad ha entrado en un período específico que terminará con la destrucción de todo el actual sistema de cosas. Esto incluye los elementos político, económico y religioso que dominan a los pueblos de la Tierra hoy día. Todos serán reemplazados por un sistema completamente nuevo que Dios hará.—2 Ped. 3:13.
Tanto Jesucristo, como sus discípulos, predijeron muchas cosas que sucederían como evidencia de que habían comenzado los “últimos días.” Entre las muchas cosas enumeradas estuvieron la guerra, el hambre, la epidemia de enfermedades, el aumento del desafuero y la decadencia de la fe en Dios. Todas estas cosas habrían de suceder simultáneamente, en una escala sin precedentes. La historia confirma que comenzaron con la I Guerra Mundial en 1914.—Mat. 24:3-12; 2 Tim. 3:1-5.
¿Cuán largo período es abarcado por los “últimos días”? Jesús lo circunscribió a lo más a ‘una generación’ desde el principio hasta el fin. (Mat. 24:34) Esto significa que algunas personas que vieron el principio de los “últimos días” en 1914 vivirían para ver el fin. Ese fin vendrá cuando Dios despliegue su poder todopoderoso para triturar destructivamente al inicuo sistema de cosas imperante.—Dan. 2:44.
Aumentan las tensiones
Se predijo que las tensiones que comenzaron en 1914 continuarían intensificándose hasta el fin de los “últimos días.”
Cuando Jesús mencionó el conflicto, el hambre, la peste, el desafuero y el ateísmo advirtió: “Todas estas cosas son principio de dolores de aflicción.” (Mat. 24:8) Esto puede compararse a una mujer que experimenta los primeros dolores de parto antes de dar a luz. Sabe con certeza que seguirán muchos otros dolores y más severos.
De modo que la I Guerra Mundial solo fue el principio de muchos acontecimientos dolorosos. Pronto seguirían otras presiones que sacudirían al mundo. Estas sí vinieron, pues aunque, según muestra una fuente de información, unos 9 millones de combatientes y unos 5 millones de civiles fueron muertos en la guerra de 1914 a 1918, unos 20 millones de personas murieron a causa de la influenza española que siguió. Y más tarde, la II Guerra Mundial mató a unos 55 millones de combatientes y civiles, según un cálculo reciente. Desde entonces, ha habido una procesión constante de acontecimientos que causan tensión, incluso guerras —grandes y pequeñas— así como las dificultades raciales, sociales, económicas y religiosas.
Ahora, después de cincuenta y siete años de esas tensiones enormes, ¿qué hallamos? Informa el Times de Nueva York: “En casi todo rincón de la Tierra se manifiesta un espíritu de desafuero interno por motines acompañados de violencia, asesinatos, secuestros, piratería aérea. En todas partes y sin respeto a ideología o formas gubernamentales encontramos una continua deterioración de las reglas aceptadas.”
Las autoridades en todo campo generalmente concuerdan en que las presiones de hoy están aumentando hasta alguna clase de clímax.
No hace mucho veintenas de científicos, economistas, historiadores y filósofos respetados se reunieron en los Estados Unidos para considerar los problemas de la humanidad. Hubo mucho desacuerdo sobre varios puntos. Pero todos concordaron en un punto: “Todos insisten en que la familia humana se está acercando a una crisis histórica que requerirá revisiones fundamentales en la organización de la sociedad.”—El Times de Nueva York.
En otra ocasión, el comentador de televisión Walter Cronkite dijo: “Los científicos mismos no están de acuerdo sobre el horario del desastre. Cada especialista cuenta el tiempo para su propia catástrofe especial. Pero no hallamos a un solo científico que no estuviera de acuerdo en que se presagia algún desastre.”
Se preguntó a autoridades cuánto tiempo pensaban que se necesitaría para que los problemas actuales alcanzaran proporciones de “crisis.” Y se dijo que un problema alcanzaba ese punto cuando causaba la muerte de por lo menos un millón de personas al año, o afectaba severamente su salud, bienestar o norma de vida. Se trazó un cuadro basado en las opiniones de ellos. A continuación se presentan algunos de los asuntos alistados:
Note que se consideró que el problema de la sobrepoblación ya había alcanzado proporciones de crisis. Una razón para esto es que aproximadamente 10.000 personas mueren al día ahora como resultado de desnutrición; un cálculo de 3.500.000 muertes al año. Además, en vez de disminuir, la proporción de aumento de la población realmente ha subido en décadas recientes. ¡Actualmente la población del mundo se está duplicando cada 35 años!
Cualquiera de los problemas del cuadro puede tener efectos catastróficos en toda la vida terrestre. Y éstos ni siquiera incluyen la amenaza de la guerra nuclear. Combine todos éstos y usted podrá entender por qué los expertos ven a la humanidad avanzando veloz e infaliblemente a alguna clase de clímax desastroso.
La Palabra de Dios, la Biblia, predijo este tiempo de tensiones sin precedentes. Los acontecimientos que se han experimentado desde 1914 cumplen la profecía bíblica con exactitud asombrosa. Sin embargo, a pesar de producir enormes tensiones, esos acontecimientos, de por sí, no son las causas básicas de las tensiones. Y a menos que estas causas sean eliminadas, no se pueden aliviar las presiones que actualmente penden sobre la humanidad. ¿Cuáles, entonces, son las causas básicas?
[Gráfico de la página 17]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
FECHA MÍNIMA CALCULADA DE LA CRISIS
1970 1975 1980 1985
Sobrepoblación
Hambre
Desplome ecológico
Contaminación
del aire urbano
Calor de desecho
Contaminación de
agua y tierra
Deficiencia
de oxígeno
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Las causas básicas de las tensiones de hoy¡Despertad! 1972 | 22 de abril
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Las causas básicas de las tensiones de hoy
¿A QUÉ se debe esta situación? El mundo de hoy disfruta de inventos modernos, comodidades, y mayor tiempo de ocio. Tiene velocidad, fuerza y eficacia. Tiene métodos progresivos de organización en el gobierno y la beneficencia social. Sin embargo es probable que hoy exista más descontento, irritación y frustración en la Tierra que en cualquier tiempo pasado. ¿Por qué? Claramente algo anda mal. Pero, ¿qué?
La causa responsable va mucho más allá de los inventos del hombre o las estructuras gubernamentales y sociales que éste ha edificado.
Llegando a la raíz del problema
Para ilustrar, considere a una compañía de construcción en cierto país que usa cemento de la única fábrica de cemento en ese país. Usando el cemento, la compañía construye un grande edificio gubernamental, entonces una fábrica, más tarde una casa de apartamientos, una escuela y finalmente un puente. Pero, una tras otra, estas construcciones desarrollan debilidades estructurales que resultan en cuarteaduras o hasta en derrumbe. La compañía constructora se esfuerza vez tras vez, reedificando o construyendo estructuras enteramente nuevas, usando nuevos planos, diseños y métodos. Pero los resultados siempre son los mismos.
¿Debería la compañía seguir poniendo a prueba aún otros planos y métodos para resolver el problema? El problema estriba en el material estructural básico: el cemento. Es de fuerza deficiente, funciona más o menos bien en estructuras más pequeñas pero manifiesta más claramente su deficiencia cuando es sometido a la tensión y tirantez de una estructura más grande. Quizás un análisis químico revele su debilidad oculta.
Solo si la compañía encuentra una manera de compensar o contrarrestar esta debilidad en el cemento, quizás añadiendo ciertos ingredientes, podrá lograr cierto éxito.
Lo mismo sucede con la humanidad.
Los hombres han tratado de producir un mundo pacífico, próspero y gozoso. Han formado gobiernos políticos de toda clase y tipos, una sucesión interminable que sigue hasta nuestro día. Han desarrollado muchos otros sistemas —sociales, económicos, educativos y otros— en extensa variedad, todos diseñados con el fin de hacer que la vida en la Tierra sea agradable, próspera y remuneradora. Sin embargo, la historia está llena de la evidencia del derrumbe de uno tras otro de estos gobiernos y sistemas. Hoy vemos que todos ellos muestran señales claras de estar cediendo bajo la presión.
¿Deberíamos esperar que con algunos nuevos planos, diseños o métodos, por cambio o malabarismo de sus líderes políticos, económicos y sociales, puedan los hombres cambiar los asuntos y convertir el fracaso en éxito? No, porque hay algo malo en el material básico que forma a todos estos gobiernos y sistemas. ¿Qué es ese material?
Las criaturas humanas... la gente.
La gente forma los gobiernos y otros sistemas que controlan la vida en la Tierra. Hacen los inventos y máquinas y fábricas y los usan... o los usan incorrectamente.
Esto quizás parezca sencillo. Sin embargo los diseñadores y edificadores del mundo actual consistentemente no abordan este problema básico. Claramente hay un defecto, no solo en ciertos gobernantes, líderes o partidos, sino en la humanidad en general que causa estos fracasos. La Biblia revela lo que es: el pecado. La Biblia también suministra los “ingredientes” que se necesitan para contrarrestar ahora ese defecto de manera mensurable.
¿Objeta el lector a esa explicación? Algunos lo hacen. Pero, ¿en qué situación se hallan al actuar así? ¿Qué otra explicación satisfaciente pueden dar por el fracaso consistente de la humanidad para resolver sus problemas?
El cambio verdadero que se necesita
Realmente, aunque traten de evitar el uso del término “pecado,” los hombres de este mundo están obligados a reconocer que cualquier esfuerzo para lograr verdadero alivio de las condiciones actuales que producen tensión inevitablemente tiene que estar enlazado con un cambio en la gente. Pero, ¿saben cómo producir este cambio? Escuche:
Concerniente a la delincuencia, por ejemplo, el diputado James H. Scheuer de Nueva York dijo lo siguiente: “La delincuencia es un problema social que está entretejido en casi todos los aspectos de la vida norteamericana. . . . controlarla significa cambiar la mente y corazón de los hombres.”—To Walk the Streets Safely, págs. 191, 192.
En cuanto a la deterioración urbana, la famosa autoridad Edward C. Banfield dice: “Sin duda un ‘cambio en el corazón y mente de los hombres’ resolvería muchísimos problemas. Pero, ¿cómo podrá efectuarse ese cambio? Hasta que los medios sean específicos, esta ‘solución’ debe descartarse como utópica.”—The Unheavenly City, pág. 240.
De la guerra y la violencia, el ex-presidente francés Charles de Gaulle escribió: “Aunque tengamos esperanza, ¿qué razón tenemos para pensar que la pasión y el egoísmo, la causa básica del conflicto armado de los hombres y las naciones, cesarán de operar; . . . en resumen, que la naturaleza humana algún día llegará a ser diferente de lo que es?”—The Edge of the Sword, págs. 8, 9.
Sí, la causa básica de las tensiones que pesan tanto sobre nosotros estriba principalmente en la gente y en su “pasión y egoísmo.” Prescindiendo de los términos que usen los hombres, subsiste la verdad bíblica de que el hombre es pecaminoso por naturaleza. ¿Qué exactamente significa “pecado”?
La humanidad ‘yerra el blanco’
En los idiomas en que se escribió la Biblia (hebreo y griego) las palabras traducidas “pecado” simplemente significan “errar,” es decir, en el sentido de errar o no alcanzar cierta meta, camino o blanco.
¿Cuál es la meta, camino o blanco que está errando o que no está alcanzando el género humano?
Es la meta de estar en armonía con su Creador, Jehová Dios, con su personalidad, normas y caminos. La Biblia declara que Dios creó al hombre a su propia imagen, a la semejanza de Dios. Así como un hijo debe asemejarse a su padre, el hombre debe asemejarse a su Creador... no en apariencia, porque Dios es espíritu, sino en Sus caminos, cualidades y normas.—Gén. 1:26, 27; Juan 4:24; 1 Cor. 11:7.
Sin embargo, la Biblia revela que la primera pareja humana se volvió contra su Creador bajo la influencia de un hijo espíritu que había traicionado a Dios. Dios permitió que esa primera pareja humana produjera prole y la Tierra ha llegado a estar poblada con sus descendientes, entre los cuales estamos incluidos nosotros. Pero de la misma manera en que la fábrica de cemento que producía cemento defectuoso, toda la prole de la pareja humana rebelde ha sido defectuosa. Han nacido imperfectos y pecaminosos debido al proceso de la herencia.
Por eso, como escribió el apóstol Pablo, todos los hombres “han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios.” (Rom. 3:23) Yerran el blanco. No solo su cuerpo revela esto debido al hecho de que con el tiempo envejece, degenera y muere, sino que en grado aún mayor los humanos revelan su defecto en su comportamiento, su modo de pensar y las cosas por las que se esfuerzan.
No obstante, ¿cómo explica esto por qué nuestra generación debería ver un aumento tan tremendo de tirantez y tensión? La gente ha estado en la Tierra por miles de años. ¿Por qué han empeorado tan notablemente las cosas en nuestro tiempo?
A esto la Biblia también da una respuesta franca. Su respuesta se resume en esta regla: “Cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará.” (Gál. 6:7) Uno no puede sembrar mala hierba y segar trigo, ni puede sembrar hiedra venenosa y cosechar uvas. Y es igualmente cierto que una persona no puede sembrar lo que es malo y segar lo que es bueno.
Lo que aplica a un individuo también aplica a las naciones o a la raza humana en general. Por siglos los hombres y las naciones han hecho a un lado la Palabra de Dios o solo le han rendido homenaje de dientes afuera. No han buscado la guía de Dios ni se han sometido a su voluntad sino que han seguido tras sus propias ambiciones, sus propias ideas. Hoy están segando su cosecha en una escala mundial. El tiempo de la cosecha ha llegado para toda la humanidad. ¿Qué ha producido? ¿Un paraíso de paz, agradabilidad y abundancia? No, sino un sembrado de mala hierba de delincuencia, familias separadas, crimen y violencia, con ciudades enfermas, corrientes, lagos y tierra contaminados. No podría ser diferente. Pues “de Dios uno no se puede mofar.”—Gál. 6:7.
La otra causa principal de la tensión
Pero, ¿han sido todas estas cosas solo los resultados de la propia imperfección del hombre? ¿Puede esto explicar el principal factor de todos los horrores infligidos a la humanidad a través de la historia, y especialmente en nuestro tiempo? Tan a menudo han sucedido cosas terribles a la familia humana que parece que sus miembros son atraídos a los acontecimientos trágicos como los títeres en una cuerda. ¿Por qué? ¿Por qué es que naciones enteras se lanzan a un derrotero que raya en la locura, cometen horribles atrocidades, atormentan sistemáticamente y matan atrozmente a millones de personas?
¿Es posible que la humanidad haya estado y esté bajo la influencia de fuerzas que están más allá del control humano? ¿Están fuerzas invisibles manipulando a las naciones, acarreándoles tensión?
No estamos sugiriendo tensiones procedentes de algunas criaturas imaginarias que vivan en otros planetas.
Sin embargo subsiste el siguiente hecho: a través de la historia humana hombres y naciones que han llevado a cabo actos de violencia y crueldad casi increíbles han expresado su creencia en poderes superiores al hombre.
Quizás se incline a descartar como pura superstición e imaginación la posibilidad de que existen fuerzas espíritus anti-Dios. Pero, ¿a qué se debe que, a pesar de abandonar centenares de supersticiones, a pesar de cambios en sus religiones y en los nombres de sus dioses, los hombres hayan seguido recurriendo a dichas fuerzas espirituales invisibles por miles y miles de años hasta hoy día? ¿Por qué es que esa adoración ha desempeñado un papel tan importante y persistente en todos los períodos de la historia humana? ¿Por qué es que hasta hombres educados de tiempos modernos —incluso muchos atletas universitarios y profesionales, militares y hombres en una extensa variedad de profesiones— llevan “amuletos de la buena suerte”?
Un ejemplo notable de un individuo que buscaba la ayuda de fuerzas invisibles fue Hitler, de quien se sabe que fue sumamente devoto de la astrología y otras prácticas ocultas. Todos conocemos las atrocidades que se cometieron durante su régimen.
Más recientemente, cuando tuvo lugar una atroz matanza en masa que se calculó en 400.000 personas en Indonesia, uno de los más distinguidos escritores de Indonesia comentó: “Hay un diablo dentro de nosotros y cuando se desata, podemos atacar a diestra y siniestra en masa.”
Solo la Biblia suministra una explicación sólida de todo esto. Muestra que el derrotero pecaminoso del hombre realmente ha empeorado por fuerzas espirituales y que ésta es la segunda causa básica subyacente de las tensiones actuales.
Por esa razón, se insta a los cristianos en Efesios 6:11, 12: “Pónganse la armadura completa que proviene de Dios para que puedan estar firmes contra las maquinaciones del Diablo; porque tenemos una pelea, no contra sangre y carne, sino contra los gobiernos, contra las autoridades, contra los gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales.”
Aquí la Palabra de Dios muestra la necesidad de protegernos de las inicuas fuerzas espirituales en los lugares celestiales, los “gobernantes mundiales de esta oscuridad.” La verdadera pelea no es contra los humanos sino contra estas fuerzas invisibles encabezadas por Satanás el Diablo. Jesús habló de Satanás como “el gobernante del mundo.”—Juan 14:30.
Pero, ¿cómo, en vista de lo todopoderoso que es Dios, podría existir tal condición? La Biblia muestra que se debe a las cuestiones que suscitó Satanás cuando se rebeló por primera vez contra Dios. Especialmente impugnó la legitimidad del régimen de Jehová. Luego indujo a otros hijos espíritus de Dios a unirse a su rebelión.
La profecía bíblica del libro de Revelación también revela que estas fuerzas invisibles desempeñan un papel importante en el aumento de las tensiones que se sienten hoy. Muestra que en nuestro tiempo estas fuerzas espíritus han sido echadas de los cielos y derribadas a la vecindad de la Tierra. La evidencia ya presentada señala al año 1914 como el tiempo en el cual esta profecía se cumplió. Después de describir el derribamiento de las fuerzas demoníacas, el registro dice: “Ay de la tierra y del mar, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto período de tiempo.”—Rev. 12:10, 12.
Como un criminal acorralado, el adversario de Dios desata su furia en un esfuerzo desesperado. Sigue la norma de ‘gobernar o arruinar.’ Siguiendo el mismo proceder de algunos criminales humanos, está determinado a que si ha de perecer, también perecerán todos los demás. Por eso se esfuerza por contaminar no solo la Tierra sino especialmente todos sus habitantes, haciéndolos así inaceptables a Dios, dignos de que Él los destruya.
Esto ciertamente podría explicar por qué es que el mundo de la humanidad ha llegado a esos extremos de maldad y ha obrado con tanta falta de cordura desde el año 1914 en adelante.
¿Nos deja eso sin ninguna salida de las tensiones? No, el Libro que señaló este mismísimo tiempo, y que muestra las verdaderas causas de estas tensiones insuperadas, también muestra la única fuente de verdadero y completo alivio de toda tirantez y tensión perjudiciales.
[Ilustración de la página 19]
Si hay una debilidad seria en el cemento, un edificio puede venirse abajo. Un defecto en la humanidad es una razón para el derrumbe de tantos gobiernos y sistemas
[Ilustración de la página 21]
Hitler, que acudía a las prácticas ocultas en busca de guía, promovió los horribles campos de concentración
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Un gobierno que puede traer alivio¡Despertad! 1972 | 22 de abril
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Un gobierno que puede traer alivio
¡QUÉ alivio sería estar libre de las implacables tensiones que afligen a la humanidad hoy día! ¿No recibiría usted con regocijo un gobierno capaz de traer ese alivio?
Existe ese gobierno. ¿Dónde? ¿De quién es? Es un gobierno con fundamento celestial que en breve asumirá pleno control de todos los asuntos de la Tierra... el reino de Dios por su Hijo, Cristo Jesús.
“Bueno, ¡seamos más apegados a la realidad!” ¿Es eso lo que se inclina usted a decir?
Si ése es el caso lea lo que sigue. Vea lo que los hombres de este mundo reconocen que se necesita para traer alivio genuino. Luego note cómo la Biblia predijo la manera en que estas mismísimas necesidades serían satisfechas por el gobierno del Hijo de Dios.
El alivio tiene que ser mundial
Aun si los hombres pudieran lograrlo, no se obtendría ningún bien duradero de libertar solo a una nación o una parte de la Tierra de las perjudiciales tensiones de la actualidad. Como recientemente señaló el prominente científico Isaac Asimov (Chemical and Engineering News, 19 de abril de 1971):
“Los problemas que actualmente deben tenerse en cuenta —el constante aumento de la población, . . . el daño al ambiente, el deterioro de las ciudades, la calidad decadente de la vida— todos dependen uno del otro y todos son de naturaleza global.”
Los problemas mundiales requieren supervisión y control globales. De modo que, el científico Asimov expresa los puntos de vista de muchos cuando dice:
“La cooperación internacional tiene que asumir la forma de un gobierno mundial lo suficientemente eficaz para tomar y poner en vigencia las decisiones necesarias, un gobierno contra el cual las naciones individuales no tendrían ni el derecho ni el poder para tomar las armas.”
Sin embargo, ¿no han producido los hombres organizaciones internacionales, como la Sociedad de las Naciones y la Organización de las Naciones Unidas? Sí, pero éstas no han sido verdaderos gobiernos mundiales. ¿Por qué no? Porque las naciones miembros se han asido de su propia soberanía nacional y han rehusado transferir el poder que precisa un gobierno mundial.
Conforme a los hechos, ningún gobierno global puede existir o traer alivio mientras la Tierra esté dividida en gobiernos nacionales desunidos y rivales. Esto, también lo reconocen los hombres informados. Bajo el encabezamiento “PAZ, INTERNACIONAL,” The Encyclopædia Britannica (edición de 1959) dice:
“Todos los esfuerzos por asegurar la paz mediante un gobierno internacional de naciones soberanas han sido víctimas de una contradicción inherente en estos mismísimos esfuerzos. . . . [Esa contradicción] se puede eliminar solo con un ataque directo a la soberanía nacional misma.” (Letras cursivas son nuestras.)
Se remueve la barrera del nacionalismo
Hace mucho que la Biblia patentizó esto. En la profecía de Daniel se describió el régimen divisivo de la Tierra bajo gobiernos e imperios rivales. Note, ahora, lo que la Biblia dice que el reino de Dios le hará a esos gobiernos, según se registra en Daniel 2:44:
“Y en los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.”
Otras partes de la Biblia muestran que ese triturar habrá de acontecer en lo que se llama la ‘guerra del Armagedón.’ (Rev. 16:13-16) No solo terminará con el régimen político desorientado, ineficaz y a menudo opresivo de la Tierra sino que introducirá un orden enteramente nuevo que gobernará todos los asuntos de la Tierra.
De modo que, ¡en el Armagedón se desplomarán todas las fronteras nacionales divisivas! El planeta Tierra, con todos sus continentes, islas y mares, llegará a estar bajo el régimen de un solo gobierno: el reino de Dios por su Hijo. Sus leyes e instrucciones prevalecerán por todo el globo terráqueo. Y tendrá el poder para ponerlas en vigencia fuera de toda posibilidad de resistencia.
Más que poder y leyes
Pero el poder y las leyes de por sí nunca traerán alivio de las tensiones que actualmente plagan a la humanidad. Para que algún gobierno traiga alivio verdadero tiene que llegar a la fuente de las muchas tensiones: el corazón y la mente de los hombres. Aquí de nuevo, los hombres de este mundo ven la necesidad de hacer esto, como se mostró en el artículo anterior.
En esto justamente estriba la razón por la que el gobierno de Dios por su Hijo tendrá éxito en los mismos asuntos en que todos los gobiernos humanos han fallado. ¿Por qué? ¿Porque tendrá el poder de poner en vigencia la justicia en toda la Tierra y castigar a todos los malhechores? Pero no solo por eso.
Principalmente tendrá éxito porque los que consigan el privilegio de vivir como súbditos terrestres de ese gobierno del Reino serán personas a las que no habrá que obligar a cumplir con la justicia. Serán las que quieran hacerlo, las que prefieran hacerlo.
Todos los que sobrevivan el fin de los opresivos sistemas mundiales de la actualidad serán personas que ya conocen las leyes del gobierno del reino de Dios y que voluntariamente viven de acuerdo con ellas. Fundamentales son éstas: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente.” “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.”—Mat. 22:37-39.
El amor no puede forzarse. Tampoco puede legislarse en el corazón de la gente. Pero puede cultivarse y el gobierno de Dios hará precisamente eso... lo está haciendo aun ahora.
Justo cuerpo gobernante produce refrigerio
Cuando Jesucristo estuvo en la Tierra, dijo a los cansados: “Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré.”—Mat. 11:28-30.
La Biblia muestra que Cristo Jesús tendrá 144.000 gobernantes asociados con él en su gobierno celestial, todos ellos tomados de entre sus discípulos probados. (Rev. 5:10; 14:1) Su gobierno también tendrá representantes visibles en la Tierra. (Sal. 45:16; Isa. 32:1, 2) Puesto que todos éstos tienen que conformarse al modelo que el mismo Jesucristo puso, podemos confiar en que servirán humilde y provechosamente, trayendo refrigerio a sus semejantes.
Justicia verdadera y paz duradera
Con razón, entonces, la profecía de Isaías 11:3, 4 predijo acerca del Hijo de Dios y del régimen de su Reino lo siguiente:
“Habrá disfrute por él en el temor de Jehová. Y él no juzgará por la mera apariencia de las cosas a sus ojos, ni censurará simplemente según lo que oigan sus oídos. Y con justicia tiene que juzgar a los de condición humilde, y con rectitud tiene que administrar censura a favor de los mansos de la tierra. Y tiene que golpear la tierra con la vara de su boca; y con el espíritu de sus labios dará muerte al inicuo.”
No habrá “brechas de credibilidad” bajo su régimen, ninguna irritación y frustración a causa de “expedienteo” embrollador, complicidad política y corrupción en asuntos jurídicos y juicio.
Puesto que este rey puede leer el corazón de todos los hombres, hará lo que los hombres jamás pudieron efectuar... librar a la Tierra de los inicuos. No solo los asaltantes, violadores y asesinos, sino también las personas superficialmente “decentes” que deliberadamente practican el hurto y la opresión mortífera de maneras más sutiles. Bajo el régimen del Reino, los habitantes de la Tierra no tendrán necesidad alguna de estar en guardia constante contra el ser engañados, defraudados o estafados por negocios o individuos faltos de honradez. El alza del costo de la vida se detendrá; la contaminación al por mayor del terreno, agua y aire de la Tierra terminará.
La carrera de armas será abolida. Ningún peligro de guerra nuclear total amenazará a la gente, ni siquiera las llamadas guerras “limitadas” como las que hoy matan y hieren a centenares de miles de personas en países asiáticos y otros. ¿Por qué no? Porque el sobrevivir para entrar en el nuevo orden bajo este gobierno requiere que cada persona haya cumplido primero con las siguientes palabras de Isaías 2:4:
“Y tendrán que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.”
Habrá desaparecido la aplastante carga de los gastos militares que ahora ascienden a más de 200.000.000.000 de dólares al año. ¡Piense en el costo de trabajo humano y material que representa esa enorme suma! Y piense en el bien que se podrá efectuar cuando todos los esfuerzos de los hombres y los materiales de la Tierra se dirijan a actividades constructivas y provechosas.
Condiciones de vida y trabajo agradables
La moderna sociedad industrializada ha atestado a la gente en gigantescas selvas de concreto llamadas ciudades, sujetándolas a suciedad, ruido y falta de aislamiento. Ahora los datos muestran el daño que esto ha acarreado al bienestar humano. Los puntos focales de la delincuencia, enfermedad, contaminación, pobreza, racismo y la afición a las drogas habrán de desaparecer. La Biblia muestra que Dios se propuso que el hombre viviera en condiciones semejantes a jardín, y el gobierno de su Reino convertirá esto en realidad.—Gén. 1:28; 2:15; Mat. 6:10.
Como cuando el Israel de la antigüedad disfrutó de restauración al favor de Dios después de años de opresión en Babilonia, así los que vivan en el venidero nuevo orden “edificarán casas, y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán su fruto. . . . y la obra de sus propias manos [ellos] usarán a grado cabal. No será para nada que se afanarán.” Sí, “realmente se sentarán, cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá nadie que los haga temblar.”—Isa. 65:21-23; Miq. 4:4.
Entonces ninguna persona afrontará el mismo aburrido trabajo día tras día como si fueran simples “dientes” de una máquina de producción en cadena, efectuando trabajo monótono que no suministra ningún desafío a su inteligencia o habilidad, trabajando para gente que no conoce y produciendo cosas en las cuales no puede tener verdadero orgullo personal. Tendrán un verdadero propósito en vivir... haciendo cosas para traer alabanza a su Creador, para hermosear el planeta que él suministra como su hogar.
Salud y vida
Hoy muchas enfermedades son llamadas “enfermedades de la civilización,” incluso las enfermedades del corazón, las úlceras estomacales y el cáncer. De por sí la liberación de la tensión y la tirantez en el nuevo orden de Dios mejorará mucho la salud mental y física de la humanidad. Pero, lo que es más importante aún, Cristo Jesús, que dio su vida como precio de rescate a favor de la redención de la humanidad, animará y nutrirá la salud espiritual de todos sus súbditos. El progreso de la salud espiritual resultará en la curación del pecado y la imperfección heredados. Con el tiempo la promesa divina que se da en Revelación 21:4 se cumplirá cabalmente:
“Y él [Dios] limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento, ni clamor, ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.”
¡Qué alivio el jamás estar en temor de oír el terrible diagnóstico de cáncer o alguna otra enfermedad asesina o entumecedora! Sí, qué maravillosa esperanza la de conseguir el privilegio de la vida sin fin, de estar libre de la tensión de la expectativa de una vida corta e incierta de unas cuantas veintenas de años.
Esta “esperanza no conduce a la desilusión,” porque se basa en las promesas seguras de Dios. (Rom. 5:5) Pero, ¿cuándo obrará su gobierno para librar a la Tierra de los problemas que producen tensión? ¿Cuándo podemos esperar disfrutar de alivio pleno?
[Ilustración de la página 23]
El reino de Dios removerá para siempre la barrera del nacionalismo; gente de toda raza vivirá en paz bajo un solo gobierno
[Ilustración de la página 25]
La Palabra de Dios, la Biblia, promete condiciones de vida y de trabajo agradables en una Tierra paradisíaca bajo el gobierno de su Reino
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Tiempo de descanso y refrigerio se acerca¡Despertad! 1972 | 22 de abril
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Tiempo de descanso y refrigerio se acerca
NUESTRA generación verá el fin del actual orden plagado de tensiones. De hecho, hasta hay buena razón para esperar que un nuevo orden hecho por Dios comience dentro de la década actual. ¿A qué se debe esto?
Desde el año 1914 en adelante, las tensiones de la humanidad han aumentado dramáticamente, hasta un punto que se acerca a explosión. Como se mostró antes en este número, la profecía bíblica cumplida señala a ese año de 1914 como el comienzo del predicho “tiempo del fin” del actual orden lleno de presión. Pero al mismo tiempo convierte a la generación que vive en ese entonces en una generación ‘marcada.’ ¿Cómo?
Jesús mostró esto en su gran profecía registrada en los capítulos 24 de Mateo, cap. 13 de Marcos y cap. 21 de Lucas. Es cierto que gran parte de esa profecía tuvo un cumplimiento en el primer siglo. Predijo el derrumbe del orden judío y la desolación de Jerusalén y su templo. Pero las propias palabras de Jesús aclaran muy bien que esta profecía tendría otro cumplimiento, un cumplimiento mayor, al tiempo de su ‘segunda presencia.’ Ese cumplimiento mayor está aconteciendo en este “tiempo del fin” que comenzó en 1914.—Mat. 24:27, 30.
Jesús predijo las guerras, el hambre, la enfermedad, los terremotos, el aumento del crimen y otras calamidades que se han combinado para producir tan tremenda tirantez sobre esta generación desde 1914. Habló de “angustia de naciones” debido a no conocer la salida del dilema existente, mientras que los hombres ‘desmayarían por el temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada.’ Esas palabras cuadran mejor con la condición de la humanidad desde 1914 en adelante que en ningún otro período de la historia humana.
Felizmente, sin embargo, Jesús dijo a los que cifran su confianza y esperanza en el gobierno de su Reino: “Mas al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen sus cabezas, porque su liberación se acerca. . . . En verdad les digo: Esta generación no pasará de ningún modo hasta que sucedan todas las cosas.”—Luc. 21:25-32.
La generación judía que oyó esa profecía en el primer siglo vio el cumplimiento de la profecía de Jesús acerca de Jerusalén menos de cuatro décadas después, cuando Jerusalén fue destruida en el año 70 E.C. Podemos estar seguros de que esa profecía no resultará ser menos confiable en su cumplimiento principal en nuestro propio tiempo.
La generación que vivía en 1914 cuando ‘comenzaron a suceder estas cosas’ ya ha envejecido. En el más de medio siglo que ha pasado, el número de los que pertenecen a esa generación ha disminuido considerablemente. Sin embargo, “todas las cosas” que Jesús predijo para nuestro día tienen que acontecer plenamente antes de que ‘pase completamente esta generación.’ Eso significa que el debido tiempo para que acontezcan plenamente tiene que estar a la mano, muy cerca.
Todos los otros rasgos de la profecía de Jesús se han cumplido con pasmosa exactitud. No necesitamos dudar de que él habló la verdad inspirada cuando dijo que la generación que viera el comienzo de este “tiempo del fin” también verá su conclusión. Eso significará el fin del actual e insatisfaciente viejo orden, lleno de egoísmo y opresión y la introducción del refrescante nuevo orden justo de Dios.
Pero, ¿por qué hay razón de esperar que este cambio sucederá aun dentro de la década actual?
La Biblia muestra que nos estamos acercando al fin de 6.000 años de historia humana. La cronología bíblica revela que la vida humana comenzó con la creación de Adán unos 4.058 años antes de la muerte de Jesús (en la primavera del año 33 E.C.). Añadiendo a esto los años que han transcurrido desde la muerte de Jesús, hallamos que la terminación de 6.000 años de la existencia del hombre ocurrirá aproximadamente a mediados de esta década de los años setenta. Esto es significativo. ¿Por qué?
La respuesta se halla en el pacto de la Ley que Dios dio al Israel de la antigüedad por su mediador Moisés. La Biblia nos asegura que esa Ley tenía “una sombra de las buenas cosas por venir.” (Heb. 10:1) Siga una sombra y finalmente llegará a la realidad, la sustancia de la cual la sombra solo es un contorno. Las cosas prefiguradas por el pacto de la Ley nos llevan a la realidad del reino de Dios en las manos de su Hijo, Cristo Jesús.
Colosenses 2:16, 17 muestra que el arreglo del sábado está incluido entre las ‘sombras de las cosas por venir.’ Según ese arreglo del sábado cada séptimo día era un día de descanso de todo trabajo. También, cada séptimo año era un año de descanso para la tierra, sin que ésta se arara ni se sembrara. De esa manera no solo la tierra tenía la oportunidad de renovar su fuerza productiva, sino también la gente.—Éxo. 20:8-11; Lev. 25:1-8.
¿Qué “buenas cosas” prefiguró esto? Ese arreglo de sábado prefiguró magníficas bendiciones y alivio para toda la humanidad por medio del reino de Cristo. El libro de Revelación muestra que, con el fin del actual orden injusto, el reino de Cristo introducirá un régimen de paz y bendiciones divinas que durará por mil años. Esto resultará en un descanso semejante a sábado para toda la Tierra y todos sus habitantes. El reino de Cristo se encargará de que la humanidad reciba todos los beneficios del rescate de Cristo, trayéndola con el tiempo a la plena libertad del pecado. También se encargará de abismar a Satanás y sus fuerzas demoníacas, libertando a la humanidad de su régimen opresivo.—Rev. 20:1-6; 21:1-4.
Si aplicamos la declaración bíblica de que para Jehová Dios ‘mil años son como un día,’ esto significaría que los seis mil años de la existencia del hombre son solo como sus días a la vista de Dios. (Sal. 90:4; 2 Ped. 3:8) Entonces el venidero reinado de mil años de su Hijo sería un séptimo “día” que seguiría a esos seis. Esto cuadraría perfectamente con el modelo profética de un período sabático de descanso después de seis períodos de trabajo afanoso. Por eso, al acercarnos al fin de seis mil años de existencia humana durante esta década, hay la conmovedora y cierta esperanza de la cercana realización de un magnífico Sábado de descanso y alivio. Entonces terminarán las tensiones que causan frustración y fatiga. En lugar de éstas habrá libertad refrescante y disfrute de lo bueno.
¿Qué tiene usted que hacer si quiere conseguir la vida en ese refrescante nuevo orden bajo el gobierno de Dios por medio de su Hijo? Considere la información en el siguiente artículo.
[Gráfico de la página 27]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
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CREACIÓN DILUVIO MUERTE DE ¿REINO
DEL DEL DÍA JESUCRISTO 1914 MILENARIO
HOMBRE DE NOÉ 33 E.C. DE CRISTO
JESÚS?
Al acercarnos al fin de 6.000 años de historia humana a mediados de los años setenta hay la conmovedora esperanza de un magnífico alivio
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¿Aceptará usted la fuente verdadera de alivio?¡Despertad! 1972 | 22 de abril
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¿Aceptará usted la fuente verdadera de alivio?
LOS humanos pueden aguantar mucho cuando hay esperanza de que pronto se realizará algo mejor. Pero el alivio que produce la esperanza es verdadero solo si la esperanza misma es verdadera.
¿En qué cifra usted su esperanza de alivio de las tensiones actuales? Realmente, su selección se reduce a dos alternativas.
Uno puede cifrar su esperanza en los hombres... o puede cifrarla en Dios. Los hombres dicen que pueden componer los sistemas decadentes del mundo, hacerlos funcionar y tener éxito. Dios mediante su Palabra dice que va a limpiar la Tierra de esos sistemas y establecer un nuevo orden basado en la justicia.
¿Es “apegarse a la realidad” el esperar en los hombres pero “no apegarse a la realidad” el esperar en Dios?
¿Qué apegado a la realidad es el acudir a los hombres para que nos libren de la amenaza de la guerra? La historia humana del pasado está escrita principalmente con sangre humana. ¿Han cambiado los hombres hoy? ¿Por qué, entonces, vemos la mayor carrera de armas de todo el tiempo?
¿Qué esperanza suministran los hombres de alivio temprano de la delincuencia desenfrenada? Recientemente en Bruselas representantes de 100 países asistieron a una reunión de la Interpol, la organización policíaca internacional. ¿Qué oyeron? Que las agencias que hacen observar la ley en todo el mundo constantemente pierden terreno en su lucha contra la delincuencia.
¿Tienen los hombres el remedio para la plaga de la afición a las drogas? El prominente experto sueco sobre la afición a las drogas, Dr. Nils Bejerot, dice del mundo occidental: “Yo creo que a lo más nos quedan diez años en los cuales impedir una catástrofe social; a lo peor quizás ya sea demasiado tarde.”
¿Podemos confiar en los hombres para que curen las ciudades enfermas del mundo? Del Congreso de Ciudades anual de 1970 leemos: “La especulación acerca del futuro contenía poco que fuera esperanzado. . . . Había poca expectativa de que la crisis urbana disminuyera durante los años setenta o en el futuro predecible.”—1971 Britannica Book of the Year.
¿Qué base para confiar nos ofrecen los hombres, incluso los científicos, en cuanto al apremiante problema de alimentar a la explosión demográfica del mundo o de hacer retroceder el arruinamiento de nuestro ambiente? El Dr. Paul Ehrlich dice: “La batalla para alimentar a toda la humanidad ha terminado. En los años 1970 el mundo padecerá de hambres... centenares de millones de personas morirán de inanición a pesar de cualesquier programas de emergencia que se emprendan ahora.”
Con razón, entonces, un periódico de California informa que estos problemas han “hecho que algunos científicos pongan un círculo en una fecha del calendario para un Armagedón en algún tiempo a mediados de esta década o en los últimos años de ella.” El Armagedón de ellos vendría en la forma de hambre, peste y guerra globales.
Estas fuentes de información citadas no son simples pronosticadores exagerados de calamidad. Si usted se inclina a pensar así, entonces pregúntese: ¿Qué verdaderas soluciones conoce usted que los hombres puedan ofrecer para estos problemas? Realmente, es hora de dejar de soñar y valerosamente afrontar los hechos como son. Es asunto de vida o muerte.
Las religiones del mundo no son fuente de esperanza verdadera
Pero, ¿qué significa el dirigirnos a Dios y cifrar nuestra esperanza en él? ¿Significa dirigirnos a las religiones de la cristiandad para alivio? ¡De ninguna manera! ¿Por qué no?
Porque las religiones de la cristiandad están tan plagadas por las tensiones como el resto de la sociedad humana. Recientemente el papa Paulo VI dijo: “La Iglesia atraviesa un tiempo de inquietud, de autocrítica, uno hasta pudiera decir de autodestrucción.” Y escribiendo para una preeminente revista protestante, The Christian Century, el Dr. Walter D. Wagoner, del Instituto Teológico de Boston, dice: “Nosotros los protestantes estamos cansados y desorientados.” Estas condiciones son paralelas a la creciente deslealtad a la Biblia y sus principios entre las iglesias de la cristiandad.
¿Por qué investigar la Biblia?
No obstante, el alivio verdadero se encuentra dentro de las páginas de la Biblia y entre las personas que genuinamente viven de acuerdo con lo que enseña la Biblia. Las predicciones humanas han fallado repetidas veces; solo han producido desilusión. Pero cada día que transcurre confirma lo correctas que son las profecías y principios de la Biblia.
La Biblia predijo los mismísimos problemas acerca de los cuales advierten ahora los hombres del mundo. Predijo que este mismo período sería crítico en los asuntos humanos. Solo la Biblia explica las causas verdaderamente básicas de las tensiones. No obstante, la Biblia muestra que hay una solución y que ésta proviene de una Fuente superior al hombre. El planeta Tierra y los cuerpos celestes en las alturas nos suministran amplia evidencia de que esa Fuente, nuestro Creador, tiene todo el poder, sabiduría y el amor que se necesitan para traernos verdadero alivio.
Quizás hasta ahora usted haya tenido poco interés en la Biblia. Quizás no se haya inclinado a tomar en serio su mensaje. Pero ciertamente la situación que afrontamos hoy suministra razón sólida para examinarla y averiguar lo que ofrece. Pues solo la Biblia presenta una esperanza positiva de supervivencia, con alivio de las tensiones del mundo actual.
Un pueblo que ha hallado alivio
Los testigos de Jehová creen lo que dice la Biblia. No han seguido a las religiones del mundo en su rechazo de la Biblia a favor de las filosofías, teorías y proyectos humanos. La Biblia ha producido un gran cambio en la vida de ellos aun ahora mientras están a la expectativa de un magnífico nuevo orden.
¿Por qué no averigua por sí mismo qué clase de personas son ellos? Vea usted mismo si la influencia de la Biblia realmente ha hecho más feliz la vida de ellos y les ha traído alivio ahora de tantos de los problemas del mundo. Las puertas de su Salón del Reino están abiertas a todas las personas que sinceramente tratan de saber lo que es correcto y verdadero. Entre y escúchelos, oiga las cosas de las que hablan, vea si sus reuniones no son realmente refrescantes, edificantes y fortalecedoras de la fe.
Por supuesto, algunas personas prefieren el actual modo de vivir lleno de tensión —la competencia feroz, las prácticas con tendencia a falta de ética, el fraude y la inmoralidad— y no tienen ningún deseo de un mundo libre de estas cosas. Si usted comparte esta preferencia, no hallaría ningún placer en asociarse con los testigos de Jehová. No sentiría ningún impulso para investigar la fuente de su felicidad y el punto de vista confiado que ellos tienen acerca del futuro.
Pero si usted anhela sinceramente un cambio completo de las condiciones mundiales, sí, anhela verdadero alivio en un mundo donde reine la justicia, entonces usted ciertamente hará el esfuerzo que se necesita para investigar y saber.
A los testigos de Jehová les dará gusto visitarlo, considerar con usted las respuestas que la Biblia da a sus preguntas y hasta conducir con usted un curso de estudio bíblico de una hora a la semana, durante seis meses, gratuitamente, si ése es el deseo de usted.
Usted puede recibir esa ayuda y conocimiento refrescantes si escribe a los publicadores de esta revista. Con sincero interés lo invitamos a que lo haga.
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