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Libro bíblico número 59: Santiago“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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cierto miembro pequeño, la lengua, tiene gran poder. ¡Es como un fuego que puede incendiar un gran bosque! Los animales salvajes pueden ser domados más fácilmente que la lengua. Con esta los hombres bendicen a Jehová, pero maldicen a su semejante. Eso no es correcto. ¿Produce una fuente tanto agua amarga como dulce? ¿Puede una higuera producir aceitunas; una vid, higos; agua salada, agua dulce? Santiago pregunta: “¿Quién es sabio y entendido entre ustedes?”. Que muestre sus obras con mansedumbre y evite el espíritu de contradicción, alardes animales en contra de la verdad. Porque “la sabiduría de arriba es primeramente casta, luego pacífica, razonable, lista para obedecer, llena de misericordia y buenos frutos, sin hacer distinciones por parcialidad, sin ser hipócrita” (3:13, 17).
12. a) ¿Qué condiciones malas existen en la congregación, y de qué fuente vienen? b) ¿Qué actitud debe evitarse, y qué cualidad debe cultivarse para alcanzar la aprobación de Jehová?
12 Apartarse del placer sensual y la amistad con el mundo (4:1-17). “¿De qué fuente son las peleas entre ustedes?” Santiago contesta su propia pregunta: ¡“Sus deseos vehementes de placer sensual”! Los móviles de algunos son incorrectos. Los que quieren ser amigos del mundo son “adúlteras”, y se hacen enemigos de Dios. Por lo tanto, Santiago exhorta: “Opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes”. Jehová ensalzará al humilde. Así que los hermanos deben dejar de juzgarse unos a otros. Y como nadie puede estar seguro de que estará vivo de un día al siguiente, deben decir: “Si Jehová quiere, viviremos y también haremos esto o aquello”. El gloriarse es inicuo, y es un pecado saber lo que es correcto y no hacerlo (4:1, 4, 7, 8, 15).
13. a) ¿Por qué se expresa un ay para los ricos? b) ¿Cómo ilustra Santiago la necesidad de paciencia y aguante, y con qué resultados?
13 ¡Felices son los que aguantan con justicia (5:1-20)! ‘¡Lloren y aúllen, ricos!’, declara Santiago. ‘El moho de sus riquezas será testimonio contra ustedes. Jehová de los ejércitos ha oído los gritos por auxilio de los segadores a quienes ustedes han privado de su salario. Ustedes han vivido en lujo y placer sensual, y han condenado y asesinado al justo.’ No obstante, en vista de la proximidad de la presencia del Señor, los hermanos deben ejercer paciencia, como el labrador que espera su cosecha, y tomar en consideración el modelo de los profetas, “que hablaron en el nombre de Jehová”. ¡Felices son los que han aguantado! Los hermanos deben recordar el aguante de Job y el resultado que Jehová dio, “que Jehová es muy tierno en cariño, y misericordioso” (5:1-6, 10, 11).
14. ¿Qué consejo final se da sobre confesar pecados y sobre la oración?
14 Que dejen de hacer juramentos. Más bien, que su “Sí signifique Sí”, y su “No, No”. Deben confesar abiertamente sus pecados y orar los unos por los otros. Como lo demuestran las oraciones de Elías, “el ruego del hombre justo [...] tiene mucho vigor”. Si alguno se deja extraviar de la verdad, el que lo haga volver “salvará su alma de la muerte y cubrirá una multitud de pecados” (5:12, 16, 20).
POR QUÉ ES PROVECHOSO
15. ¿Cómo aplica Santiago las Escrituras Hebreas? Ilustre.
15 Aunque Santiago menciona solamente dos veces el nombre de Jesús (1:1; 2:1), da mucha aplicación práctica a las enseñanzas del Amo, como lo revela una comparación cuidadosa de la carta de Santiago con el Sermón del Monte. A la misma vez, el nombre de Jehová aparece 13 veces (Traducción del Nuevo Mundo), y Sus promesas se destacan como recompensas para los cristianos que conservan la fe (4:10; 5:11). Vez tras vez Santiago toma ilustraciones y citas convenientes de las Escrituras Hebreas para desarrollar su consejo práctico. Identifica la fuente por sus expresiones: “según la escritura”, “se cumplió la escritura” y “la escritura dice”; y pasa a aplicar tales pasajes al modo de vivir cristiano (2:8, 23; 4:5). Al aclarar puntos de consejo y edificar fe en la Palabra de Dios como conjunto armonioso, Santiago hace referencias apropiadas a las obras de fe de Abrahán, a la demostración de fe por Rahab mediante obras, al aguante fiel de Job y al hecho de que Elías dependió de la oración. (Sant. 2:21-25; 5:11, 17, 18; Gén. 22:9-12; Jos. 2:1-21; Job 1:20-22; 42:10; 1 Rey. 17:1; 18:41-45.)
16. ¿Qué consejo y advertencias da Santiago, y de qué fuente viene tal sabiduría práctica?
16 Es inestimable el consejo de Santiago de que seamos hacedores de la palabra y no simplemente oidores, que sigamos demostrando la fe por obras de justicia, que hallemos gozo en aguantar diversas pruebas, que sigamos pidiendo sabiduría a Dios, que siempre nos acerquemos a él en oración y que practiquemos la ley real: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo”. (Sant. 1:22; 2:24; 1:2, 5; 4:8; 5:13-18; 2:8.) Son enérgicas sus advertencias contra enseñar el error, usar la lengua de manera injuriosa, hacer distinción de clases en la congregación, desear con vehemencia placer sensual y confiar en las riquezas corruptibles (3:1, 8; 2:4; 4:3; 5:1, 5). Santiago dice claramente que la amistad con el mundo equivale a adulterio espiritual y enemistad con Dios, y define la forma práctica de adoración que es limpia a la vista de Dios: “cuidar de los huérfanos y de las viudas en su tribulación, y mantenerse sin mancha del mundo” (4:4; 1:27). Todo este consejo, tan práctico y fácil de entender, es exactamente lo que uno esperaría de esta ‘columna’ de la congregación cristiana primitiva. (Gál. 2:9.) Su bondadoso mensaje queda como guía para los cristianos en nuestros tiempos turbulentos, pues es “sabiduría de arriba”, que produce el “fruto de la justicia”. (Sant. 3:17, 18.)
17. ¿Qué razón convincente se presenta para perseverar en obras de fidelidad?
17 Santiago deseaba ayudar a sus hermanos a alcanzar su meta de vivir en el Reino de Dios. Por eso les da esta exhortación: “Ustedes también ejerzan paciencia; hagan firme su corazón, porque se ha acercado la presencia del Señor”. Ellos son felices si siguen aguantando la prueba, porque la aprobación de Dios significa recibir “la corona de la vida, que Jehová prometió a los que continúan amándolo” (5:8; 1:12). De modo que la promesa de Dios acerca de la corona de la vida —sea vida inmortal en los cielos o vida eterna en la Tierra— se destaca como razón convincente para perseverar en obras de fidelidad. De seguro esta maravillosa carta nos animará a todos a seguir con empeño tras la meta de la vida eterna, sea en el cielo o en el nuevo mundo de Jehová gobernado por la Descendencia relacionada con el Reino, nuestro Señor Jesucristo (2:5).
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Libro bíblico número 60: 1 Pedro“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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Libro bíblico número 60: 1 Pedro
Escritor: Pedro
Dónde se escribió: Babilonia
Cuándo se completó: c. 62–64 E.C.
1. ¿Por qué tenían que soportar pruebas los cristianos, y por qué fue oportuna la primera carta de Pedro?
A MEDIDA que los cristianos primitivos declararon en público las excelencias de Dios, la obra del Reino prosperó y aumentó por todo el Imperio Romano. Sin embargo, surgieron conceptos erróneos acerca de aquel grupo celoso. En primer lugar, su religión había provenido de Jerusalén y de entre los judíos, y algunos los confundían con los zelotes (celotas) judíos de mentalidad política a quienes irritaba el yugo romano y que eran una fuente constante de perturbación para los gobernadores locales. Además, los cristianos eran diferentes porque rehusaban hacer sacrificios al emperador o participar en las ceremonias religiosas paganas de aquel tiempo. Se hablaba contra ellos, y por su fe se veían obligados a soportar muchas pruebas. Al debido tiempo, y con previsión que denotaba inspiración divina, Pedro escribió su primera carta, en la que estimuló a los cristianos a estar firmes y les aconsejó en cuanto a cómo comportarse bajo Nerón, el César de entonces. Esta carta resultó ser sumamente oportuna cuando se considera la tormenta de persecución que estalló casi inmediatamente después.
2. ¿Qué prueba que Pedro fue el escritor de la carta que lleva su nombre, y a quiénes se dirigió la carta?
2 Las primeras palabras establecen que el escritor fue Pedro. Además, Ireneo, Clemente de Alejandría, Orígenes y Tertuliano citan de la carta y dicen que Pedro fue el escritora. La autenticidad de Primera de Pedro está tan bien atestiguada como la de cualquiera de las cartas inspiradas. Eusebio nos dice que los ancianos de la iglesia usaban la carta libremente; no había duda de la autenticidad de ella en sus días (c. 260-342 E.C.). Ignacio, Hermas y Bernabé, de principios del siglo II, hacen referencias a ellab. Primera de Pedro está en completa armonía con el resto de las Escrituras inspiradas y presenta un vigoroso mensaje a los cristianos de antecedentes judíos y no judíos que vivían como “residentes temporales esparcidos por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia”... regiones de Asia Menor. (1 Ped. 1:1.)
3. ¿Qué prueba hay de cuándo se escribió Primera de Pedro?
3 ¿Cuándo se escribió esta carta? Su tono indica que los cristianos estaban experimentando pruebas, fuera que las causaran los paganos o los judíos no convertidos, pero que la campaña de persecución atribuida a Nerón, emprendida en 64 E.C., no había comenzado aún. Es patente que Pedro escribió la carta justamente antes de eso, probablemente entre 62 y 64 E.C. El que Marcos todavía estuviera con Pedro consolida tal conclusión. Durante el primer aprisionamiento de Pablo en Roma (c. 59-61 E.C.), Marcos estaba con Pablo, pero pronto viajaría a Asia Menor; y al tiempo del segundo aprisionamiento de Pablo (c. 65 E.C.), Marcos estaba por reunirse con Pablo de nuevo en Roma. (1 Ped. 5:13; Col. 4:10; 2 Tim. 4:11.) Mientras tanto, Marcos habría tenido la oportunidad de estar con Pedro en Babilonia.
4, 5. a) ¿Qué refuta la afirmación de que Pedro escribió su primera carta desde Roma? b) ¿Qué indica que él escribió desde la Babilonia literal?
4 ¿Dónde se escribió Primera de Pedro? Aunque los comentaristas bíblicos concuerdan en cuanto a la autenticidad, la canonicidad, el escritor y la fecha aproximada de su escritura, disienten en lo que toca al lugar donde se escribió. Según el testimonio de Pedro mismo, él escribió su primera carta mientras estaba en Babilonia. (1 Ped. 5:13.) Pero algunos afirman que él escribió desde Roma y dicen que
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