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  • ¡A toda prisa “a las montañas”!
    La Atalaya 1954 | 1 de febrero
    • en 1914 mediante el nacimiento de su reino mesiánico, porque el Reino llega a ser el poder gobernante celestial del justo nuevo mundo. La colocación de los cimientos de la nueva tierra por el Creador empezó en 1919 con el rescate de los del resto ese año de las restricciones babilónicas y la reinstalación de ellos en el favor, servicio y adoración divinos. El nacimiento de esta tierra de la sociedad del Nuevo Mundo verdaderamente es la fundación de la nueva tierra, porque el resto espiritual será preservado a través del Armagedón y su organización terrestre teocrática con el tiempo se fundirá en la nueva tierra permanente del nuevo mundo, habitado exclusivamente por personas de buena voluntad terrestres. Esta tierra recién nacida que ahora está ocupada por la recién producida nación de los hijos espirituales de Sión es un lugar de seguridad. Corresponde con las montañas a las cuales Jesús amonestó a sus seguidores que huyeran al ver la cosa repugnante que causa desolación, y especialmente a la vista siniestra de sus ejércitos de desolación rodeando a la cristiandad, que pretende ser santa e indestructible por el hombre.—Luc. 21:20, 21, NM.

      12. ¿Qué ha puesto Jehová en la boca de su resto restaurado, y con qué propósito?

      12 La huída del resto espiritual y su cuerpo gobernante a esta tierra recién nacida lejos de la zona de peligro de la cristiandad no termina el asunto. Su seguridad no es la plena realización de la misericordia divina y el poder salvador en este día de Jehová. Él ha indicado el propósito de cubrir al resto restaurado con su protección en la tierra de restauración, diciendo: “He puesto mis palabras en tu boca, y te he cubierto en la sombra de mi mano, para que yo plante los cielos y coloque los cimientos de la tierra.” (Isa. 51:16, AN) Estas palabras en la boca de los del resto no son para que ellos las guarden para sí mismos sino para que sean transmitidas a la generación naciente del nuevo mundo que ocupará la “nueva tierra” permanentemente. “Y en cuanto a mí, éste será mi pacto con ellos, dice Jehová: ¡Mi espíritu que está sobre ti, y mis palabras que he puesto en tu boca, no se apartarán de tu boca, ni de la boca de tu simiente, ni de la boca de la simiente de tu simiente, dice Jehová, desde ahora en adelante y para siempre!”—Isa. 59:21.

      13. ¿Cómo será que las palabras de Jehová jamás se apartarán de la boca de su pueblo?

      13 Las palabras de Jehová en la boca de los de su pueblo son para que éstos las declaren denodada y autoritativamente. El que sus palabras jamás se aparten de su boca significa que nunca cesen de servir como su portavoz en proclamar las buenas nuevas del Reino en todo el mundo ahora para dar un testimonio a todas las naciones. Si se prestan a usar su boca en su obra de testificación Él siempre les suministrará su mensaje para que lo pronuncien. Esto no sólo será para la salvación de ellos mismos sino también para la salvación de muchos otros.

      14. ¿Por qué tienen que interesarse en más que su propia salvación los que ya huyeron a las “montañas,” y cómo ‘levantan ellos una señal’?

      14 Los que ya han huído a las montañas de seguridad con la sociedad del Nuevo Mundo tienen que interesarse altruístamente en más que su propia salvación. Un sinnúmero de otras personas están amenazadas con destrucción en el Armagedón, que comenzará con la destrucción de la religión del viejo mundo. Nosotros que leemos la profecía con discernimiento vemos a los ejércitos de desolación reuniendo en masa sus campamentos alrededor de lo que en el pasado fué simbolizado por la Jerusalén infiel. Nosotros leemos el significado siniestro de la situación. Es una señal de que el sistema religioso mundano que ha tomado el nombre del Hijo de Dios pero que lo ha blasfemado y ha amontonado reproche sobre el nombre de Jehová está cerca de su devastación y por consiguiente cerca de la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Esos serán los días de venganza para vindicar a Jehová y su reino mesiánico. (Apo. 16:14, 16; Luc. 19:22) Es obligatorio para el resto obrar como una clase que atalaya y dar en voz alta la advertencia a las personas de buena voluntad de todas las naciones para que huyan a las montañas. Si ellas están en la cristiandad, tienen que huir. Si están fuera de ella y se hallan en el paganismo, no deben entrar en ella y llegar a ser parte de ella. Las naciones del bloc occidental están tratando febrilmente de preservar a la cristiandad como algo sagrado y como si la seguridad del mundo descansara en ella; pero no es así, dice la Palabra de Dios. Los que ya han huído a la tierra recién nacida con la sociedad del Nuevo Mundo tienen las palabras de Jehová en su boca y tienen que proclamar su reino en todas partes como el único gobierno que de seguro tendrá buen éxito e introducirá bendiciones sin menoscabo a todas las familias de la tierra. De esa manera ellos ‘levantan una señal sobre los pueblos,’ para que éstos puedan ver adónde huir y reunirse para obtener seguridad bajo la sombra de la mano de Dios.—Isa. 62:10, UTA.

      15. ¿Significa lo susodicho que no podemos ya predicar en el dominio de la cristiandad? Y ¿por cuánto tiempo hemos de predicar?

      15 Se ve que lo que hoy día corresponde a Jerusalén está siendo rodeado por ejércitos de desolación y a los que están en ese sistema condenado se les manda huir de él si quieren ser seguidores de Cristo. Pero esto no significa que tenemos que dejar de predicar en la cristiandad. El sistema de la cristiandad en alianza con este mundo que se opone al Reino es de lo que tenemos que huir, pero es en el dominio de la cristiandad que tenemos que seguir predicando. ~Por cuánto tiempo 1 Si hemos dicho: “Aquí estoy yo; envíame a mí,” entonces tenemos que aceptar la respuesta que Jehová dió a Isaías en el templo para indicarnos cuánto tiempo. Su respuesta es: “Hasta que las ciudades queden desoladas, por falta de habitantes; y las casas, por no haber hombre en ellas; y la tierra venga a ser una desolación completa; y Jehová haya alejado los hombres; y los lugares abandonados sean muchos en medio de la tierra.” (Isa. 6:8-12) Es decir, hasta que la grieta en la alianza de la cristiandad con la cosa repugnante que causa desolación llegue a ser un rompimiento completo y los cuernos de la cosa bestial se vuelvan contra ella y la desuelen. Eso significa: hasta que la batalla del Armagedón comience y proceda hacia la desolación total del viejo mundo del cual Satanás el Diablo es el dios. Hasta entonces no debe haber ninguna cesación. Tenemos que publicar las palabras de Dios que han sido colocadas en la boca de su resto y en la boca de la naciente generación de buena voluntad. Tenemos que predicar las buenas nuevas del Reino a todas las naciones como un testimonio, lo cual necesariamente incluye también la proclamación del día de venganza de nuestro Dios.—Isa. 61:2.

      16. ¿Cómo podemos mostrar que damos la bienvenida a los fugitivos a la tierra de la sociedad del Nuevo Mundo?, y, para aumentar Ja población de la tierra mucho más allá de lo que ahora es, ¿qué tenemos que hacer?

      16 Con amor a nuestro prójimo y nuestro semejante que está en peligro hagamos esto y así ayudemos a cuantos podamos a huir sin más demora del entero mundo condenado del Diablo. Nosotros tenemos que dirigirnos a ellos. Como los ángeles que amonestaron a Lot y sus hijas en Sodoma y los instaron a no permanecer en el Distrito sino a escaparse a la región montañosa para proteger su vida, nosotros tenemos que tomarlos de la mano y ayudarlos a acelerar su escapatoria. (Gén. 19:15-17, NM; Luc. 17:28-30) Tenemos que considerar seriamente lo que vemos a la luz de la profecía de Jesús y tenemos que obrar con el sentido de la más grande urgencia a favor de todas las personas de buena voluntad que anhelan tal cosa como una vida feliz en un justo nuevo mundo. Mediante dichos esfuerzos mostramos que les damos la bienvenida a la tierra bendita de la sociedad del Nuevo Mundo, para que aquí gocen de los placeres de la bondad amorosa y seguridad de Dios bajo sus alas, donde hay gozo eterno sobre la cabeza de su pueblo. Ya se registran más de medio millón de personas que están sirviendo como testigos en la tierra recién nacida con la sociedad del Nuevo Mundo. ¿Estamos dispuestos a seguir trabajando hasta que Jehová Dios haya hecho que la población bendita de la tierra teocrática ascienda, digamos, a millones, que por haber huído a ese lugar y fielmente vivir allí sobrevivan al Armagedón y jamás tengan que morir de sobre la faz de la nueva tierra? Si así es, las buenas nuevas del Reino de Dios y su amonestación de venganza para los enemigos del Reino tienen que ser nuestro mensaje hasta el Armagedón y no dejaremos que esas palabras de Dios se aparten de nuestra boca hasta que la desolación del viejo mundo de Satanás sea completa y la tierra así como el cielo esté limpia. ¡Ese acontecimiento supremo está cerca!

      17. ¿A la entrada de qué estamos, y qué preparativos tenemos que hacer para ello?

      17 Ahora estamos en la entrada del nuevo mundo que jamás perecerá o envejecerá, sino del cual el Creador divino dice: “Porque así como los nuevos cielos y la nueva tierra que voy a hacer, permanecerán delante de mí, dice Jehová, así también permanecerá vuestro linaje y vuestro nombre.” (Isa. 66:22) ¡Qué privilegio inefable es ahora vivir en la tierra de seguridad con la sociedad del Nuevo Mundo y participar en los preparativos para ese mundo de calma y de contentamiento con piedad, donde nada puede dañarnos o atemorizarnos! Es Jehová Dios quien edifica el justo nuevo mundo mediante Jesucristo su Rey, y por eso nuestros preparativos para él son principalmente con nosotros mismos como la sociedad del Nuevo Mundo, aprendiendo a trabajar juntos con amor, organizándonos teocráticamente y manteniéndonos así. En medio de la destrucción durante el Armagedón puede ser que nuestras diversas propiedades físicas, casas, Salones del Reino, y posesiones materiales sean destruídas, pero bajo la protección celestial de las huestes ejecutoras de Jehová sobreviviremos con lo que necesitamos, lo principal de todo lo cual será su aprobación por retener firmemente nuestra integridad a él y su reino.

      18. ¿Cómo debemos portarnos ahora como sociedad del Nuevo Mundo, y con qué esperanza?, y, de acuerdo con esto, ¿qué ha suministrado Jehová para nosotros por medio de su sociedad del Nuevo Mundo?

      18 Esperando vivir juntos infinitamente después del Armagedón, la cosa de importancia ahora es saber vivir juntos y servir a Dios unidamente. Que el espíritu de Jehová tenga operación libre y no impedida entre nosotros para que seamos resguardados de ser moldeados conforme a las ideas y planes de los hombres y que él pueda formarnos en algo para su uso eterno. Mientras que la sociedad del viejo mundo se lamenta, da alaridos, se muere de hambre y tiene sed religiosamente y se apresura a una destrucción ardiente, continuemos nosotros regocijándonos, cantando y banqueteando espiritualmente, recordando siempre las palabras de Pedro: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos de acuerdo con su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar.” (2 Ped. 3:13, NM) En pleno acuerdo con nuestra esperanza, y para que banqueteemos juntos más y trabajemos juntos como sociedad del Nuevo Mundo, el Dios feliz Jehová nos ha suministrado mediante su sociedad del Nuevo Mundo este nuevo libro de 384 páginas en inglés, intitulado “NUEVOS CIELOS Y UNA NUEVA TIERRA”.

  • Los siervos de Dios son diferentes
    La Atalaya 1954 | 1 de febrero
    • Los siervos de Dios son diferentes

      NO ES secreto. Desde el principio de la historia del hombre, desde el tiempo de Abel, hijo de Adán, a través de los siglos, los que han adorado y servido a jehová Dios han sido un pueblo separado, extraordinario y característico, diferente de todos los demás pueblos sobre la faz de la tierra. La historia registrada lo demuestra. Hechos modernos bien conocidos lo certifican. Las personas informadas lo admiten. El hombre Abel se halla a la cabeza de la larga lista de los fieles siervos de Dios. “Por fe Abel ofreció a Dios un sacrificio de mayor valor que Caín, por cual fe se le dió testimonio de que era justo.” (Heb. 11:4, NM) Debido a que fué justo y puro en su adoración Abel fué martirizado. Mártir significa “testigo,” por lo tanto Abel fué el primer testigo de Jehová. Enoc, el padre de Matusalén, fué diferente a los demás de su generación y no tuvo miedo de hablar claro y dar testimonio concerniente a los juicios de Jehová en contra de los pecadores impíos de quienes se componía la muchedumbre popular de su día.—Gén. 5:22-24; Heb. 11:5, 6; Judas 14, 15.

      Noé fué otra persona de ese mundo antediluviano quien fué diferente a los demás porque “andaba con Dios.” Él no sólo tuvo fe, sino que apoyó su fe con obras. Obedientemente trabajó e hizo lo que a los mofadores de su día pareció ser una empresa fantástica y extravagante llevada a cabo por un loco. Allí estuvo, en terreno elevado, a millas del mar, construyendo un barco colosal en el cual iba a refugiarse de algo que nadie había visto hasta entonces—¡lluvia! A medida que Noé construía también predicaba arrepentimiento, urgiendo a sus prójimos a buscar el favor de Dios mientras todavía había oportunidad. Cosa extraña, ¡sólo otros siete de toda aquella multitud le creyeron! Pero toda la risa y escarnio y sin duda persecución violenta de los tiranos y matasietes (Nefilim u hombres poderosos, Gén. 6:4) fracasaron en desviar a Noé de la obra asignada divinamente. Nosotros estamos muy agradecidos, también, de que Noé fuera diferente a los insensatos, simples e ignorantes de su tiempo, porque si él hubiera sido semejante a ellos no estaríamos aquí hoy.—Gén. 6:5-22; Mat. 24:37-39; Heb. 11:7; 2 Ped. 2:5.

      Igual que el Abel de la antigüedad, los modernos testigos de Jehová, poseyendo fe análoga, ofrecen a Dios un sacrificio aceptable, ‘el fruto de los labios,’ aunque son martirizados por los que pretenden ser sus hermanos. (Heb. 13:15) Igual que Enoc, estos testigos modernos impávidamente amonestan a esta generación impúdica acerca de la ira furiosa de Jehová contra ella. Jesús

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